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Chile y su medio ambiente / GEO Juvenil Chile 49
Los esfuerzos realizados por el gobierno han disminuido considerablemente el número
de episodios críticos. No obstante, la contaminación atmosférica continúa siendo
un problema primordial, ya que afecta directamente la salud, sobre todo de los más
pequeños y ancianos.
Cuestionamientos. Es triste salir de mi casa, es triste ver esa nube que cubre la ciudad. Vivo
en las faldas de la cordillera y da miedo ver que esa nube negra es la porquería que respiramos
a diario.
Me imagino el pasado, nuestros antepasados viviendo sin humo en el aire, sin problemas para
respirar, como debería ser hoy. Sin tantos automóviles por las calles, millones de tubos de
escape botando su furia y basura en el aire, en nuestro aire.
¿Esto es lo que queremos entregarles a nuestros hijos? ¿Acaso no hay algo que por un segundo
nos haga pensar lo bello que sería nuestro cielo, si pudiéramos ver a través de él?
Nosotros somos el presente, y es en este presente donde nuestros pulmones se están contaminando
y ensuciando cada día más. También es el futuro el que se ve cada vez más negro y hay
nulas posibilidades de cambiarlo sin una visión de cambio por parte de las personas.
¿Sólo en sueños y en cuentos de hadas se ve un aire puro? ¿Hay que esperar que estemos con
el smog hasta el cuello para tomar conciencia?
Para estas y otras preguntas muchos tenemos respuestas, pero nadie las aplica y hace algo
para cambiar esta realidad, nuestra realidad, el Chile de hoy.
Francisca Riquelme Universidad de Valparaíso. Campus Santiago.
En 1996 se desarrolló en el ámbito mundial el mercado de “bonos de carbono”,
consistentes, por ejemplo, en que una empresa chilena que disminuye sus emisiones de
CO2 puede vender esta reducción a empresas de países desarrollados que estén obligadas
a emitir menos GEI (Gases de Efecto Invernadero), generando para el país beneficios
tanto económicos como ambientales (Pro Chile 2007). Sólo en los últimos años este
instrumento adquirió mayor fuerza, estimándose que sólo en el año 2002 se transaron
bonos equivalentes a 70 millones de toneladas. Además, el gobierno de Chile, a través
de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), se encuentra impulsando un
portafolio de proyectos de reducción de gases de efecto invernadero que se enmarcan en
los Mecanismos de Desarrollo Limpio impulsados a raíz del protocolo de Kyoto (CONAMA
2006-B).
Con respecto a la reducción de la capa de Ozono que envuelve el planeta, se dictó en
Chile la Ley 20096, promulgada en 2005 tras cinco años de tramitación en el Congreso
Nacional. Contiene una serie de medidas relativas a la reducción de las importaciones
de sustancias agotadoras de la capa de ozono, y permitirá cumplir con los compromisos
internacionales asumidos en el marco del protocolo de Montreal.
Nosotros, como ciudadanos comunes, debemos aportar también a la descontaminación
del aire, con medidas simples. Por ejemplo, podemos regar antes de barrer los suelos
no pavimentados, evitar el cigarrillo, evitar ruidos molestos, ya que también la
contaminación acústica está dentro de la clasificación de contaminantes del aire. Con
estas pequeñas cosas, si las hacemos diariamente y presionamos para generar una
conciencia colectiva, ayudaremos a reducir significativamente el nivel de contaminantes
en la atmósfera.