Untitled - Caballo Maera

Rob Bayeta (primo de Bob Esponja), por El Adri.
No teníamos dinerito para pagar los royalties de Nickelodeon.
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al kiosquero del barrio por
una suscripción anual al Marca
y 60 quintos de Cruzcampo. Es
decir, que a este simpático material
humorístico podéis darle el
uso que os salga del Calippo de
Ternera, a nosotros ya nos la trae
floja. Eso sí, desde la humildad
que nos otorgan nuestros penes
de 35 cm. os recomendamos
que lo degustéis de la mejor
manera posible: pagando 3 euros
por él. Va, ahora denúnciame a
Anonymous y que nos bloqueen
el blog.
El prólogo, de Stevie Wonder
Barnizar la barca
3

Sainetes y elucubraciones de Federico F.
Acto 11.
Federico baló sorprendido
del truco.
- Va, descarga.
Ay Dios mío llévame pronto, que yo
na más que quiero de morirme.
- Venga hombre, descarga ya.
¿Mamá? No quiero levantarme aún,
mamá. Es temprano, déjame dormir.
Un ratito más por favor, un
ratito más.
- ¡¡Eso es, descarga ahora, descarga!!
¡¡OH DIOS, SI!!
¿Scarlett? ¿Sigues ahí, Scarlett?
Mira que lo nuestro no lleva a ningún
lado, querida. Kirsten, yo soy
más de Kirsten, adorada Scarlett.
Pero, tú y yo, amigos para siempre.
- Uf, joder, sí. Ha sido rápida de cojones,
¿eh?
- Precoz, las llaman precoces.
- Nunca me había pasado, qué sensación
de súbito placer, qué desahogo.
- ¿Guapo, eh?
- Tope de guapo.
- El tope de gama colega.
Federico abre los ojos con una rapidez
similar a la que podemos observar
en el descenso de la tasa de
paro en Andalucía. Los gritos que
ha estado escuchando, dignos de la
señora obesa que se monta por primera
vez en la famosa atracción de
feria conocida como El Ratón Vacilón,
consiguen despertar en Federico
un sentimiento, aún soterrado y/u
oculto, de odio y futura crucifixión.
Decimos soterrado porque el intenso
dolor de cabeza y las consiguientes
ganas de arrancarse el cuero cabelludo
a mordiscos campan con soltura y
a sus anchas por la yerma llanura de
su actividad neuronal.
- Quiero más, ¿sabes? Quiero volver
a hacerlo.
- Mejor tomemos algo antes, así recuperamos
fuerzas.
Las voces se apagan. Federico vuelve
a cerrar los ojos, hace acopio de
fuerzas, se incorpora sobre su brazo
izquierdo y se apoya contra una estructura
mullida. En un momento,
La Nausea sube por su garganta y
provoca un vómito sobre el suelo que
deja a Biescas bajo la calificación de
“Cayó un poco de barro sobre los coches”.
Vuelve a la posición original y
suspira hondo, seguido de una frase
similar a Con una cantidad menor
habría sido mucho mejor totalmente
inconsciente y sin embargo sincera.
Se oye un sibilino murmullo que
proviene de lejos o en derredor, no lo
sabe, acompañado de ruido de cristales
chocando y risotadas que denotan
el carácter malsano de quien las
perpetra.
Acierta a comprender, no sin dificultad,
que está recostado en un sofá.
La estancia está completamente a
oscuras. No le duele el coxis, y eso
en estas situaciones de Desubicación
Matinal Transitoria es una buena
noticia. Al menos, piensa, no estoy
en La Modelo a merced de cualquier
violador con la mirada traviesa.
Tampoco estoy en casa de Arnaldo,
razona acto seguido, ya que lo más
blando que tiene este para dormir
es un colchón hecho con el pelo de
Steven Seagal después de peinarse
con barniz Titanlux. Un olor que
le recuerda al de las palomitas con
mantequilla de microondas recién
hechas le sobreviene momentáneamente
a la nariz. Posiblemente se
trate del olor a sexo practicado en
ambientes excesivamente caldeados,
como aquella vez en la cabaña de
techo de uralita que tiene su primo
Little John en el desierto de Arizona,
y este aroma puede ser una buena
noticia o una muy mala, dependiendo
del tonelaje.
Las voces, repentinamente, vuelven
a estar presentes en un primer plano
auditivo.
- Cucha, ¿estás preparado? Que digo
yo que habrá que ponerse otra de
nuevo.
Esa voz nasal con acento andaluz le
es familiar.
- Vamos para adelante entonces con
el pollo este, que insaciable eres joder.
Y esa voz de chulo de mierda, también.
Federico se vuelve a sentar medianamente
erguido en el sofá, resopla,
evita una arcada, se estremece, busca
a tientas su Nokia 3210, se echa
una mano a la cabeza y entorna los
ojos, recelando. Parémonos aquí
un momento y procedamos a analizar
la situación de nuestro querido
amigo, observemos detenidamente
los síntomas de los que adolece e intentemos
llegar a alguna conclusión
definitiva. Federico, ahora mismo,
siente:
a. Un agudo dolor de cabeza.
b. Cómo destila un mal olor totalmente
personal e intransferible.
c. Un incipiente malestar estomacal.
d. Una punzante y creciente necesidad
de acudir al mingitorio.
e. Una habitual falta de estabilidad
psicomotriz.
f. Una sequedad de paladar digna de
Fidel Castro tras 17 horas de discurso
arengando a las masas.
g. Unas abruptas, pero no novedosas,
ganas de asaltar la fábrica de
Solán de Cabras.
h. Una falta de riego sanguíneo en
ciertas partes del cuerpo, por ejemplo
los brazos.
i. Que dicho riego sanguíneo faltante
se encuentra actualmente trasvasado
hacia Hola que tal venía a verte. Es
decir, que la barrera del parking se
encuentra levantada. Hay alguien
dentro del pantalón que lucha por
salir a la superficie.
j. Un síntoma clave: el pensamiento
que cruza su cabeza ahora mismo es
algo similar a Qué guapamente que
me lo tuve que pasar anoche…
Conclusión empírica: con un 98% de
probabilidades de acierto podemos
afirmar que Federico F. rezuma resaca
por todos los poros de su cuerpo.
Una absoluta y total Resaca Como
Un Borrico.
Sumándolo todo, y agitándolo con
el mismo esfuerzo que caracteriza a
Ronaldinho entrenándose, tenemos
que el calor, la humedad, la resaca,
los gritos y el olor a animales muertos
han generado un cocktail que,
sinceramente, es algo habitual en
las mañanas de Federico. Todo le es
borroso: las voces, el tacto, su visión
panorámica, el dinero que se gastó
ayer. Tiene la brumosa falta de concreción
de no saber dónde está, ni
con quien ni cómo ha llegado hasta
allí.
El dinero que me gasté ayer.
Las ganas de tumbarse de nuevo en
el sofá dominan claramente a la necesidad
de levantarse e ir a orinar.
El dinero que me tuve que gastar
ayer.
Pero, sobre todo, hay un presentimiento
que lo asalta, hay una voz que
martillea su conciencia a medida que
va recordando con cuentagotas qué
es lo que hizo la noche anterior.
Mierda, anoche salí con la VISA.
Ergo Federico se encuentra ahora
mismo sumido en un mar de dudas,
en un desconcierto similar al del Festimad
2005, ese en el que muchos
vieron cumplido su sueño de asaltar
la barra de un bar sin que posteriormente
le cayeran dos ostias bien dadas.
Por un lado, tener más resaca
que Charlie Sheen tras el cumpleaños
de Juan Carlos I, Rey de España,
significa que, por experiencia propia
y tras muchos años de hablar solo
volviendo a casa a horas intempestivas,
seguramente se lo pasó bien la
noche anterior. Por otro lado, palpar
el sofá en el que estás tumbado intentando
dar con tu móvil y, en su
lugar, encontrarte un pendrive con
forma de polla a escala real no es,
precisamente, algo tranquilizador.
- ¡¡DIOS!! ¡¡OTRA, OTRA DESCAR-
GA MÁS!!
- Ya lo tengo todo partido, el corazón,
el alma, los sentimientos… ay
mamasita…
- Pon otra joder, ponte otra sí señor.
Esas voces de nuevo tan asquerosamente
familiares.
Las nauseas comienzan a mitigar
levemente, una vez que Federico ha
soltado el pendrive con forma de polla
y ha podido dar con su flamante
Nokia 3210. Qué sería yo sin poder
jugar a la serpiente, reflexiona sabiamente.
Las voces provienen de
una estancia lateral que se comunica
con la suya por una puerta de cuyo
marco cuelgan, o eso cree ver el, pájaros
muertos con fotos de personas
agarradas del pico.
Federico hace un escaneado visual
del lugar de izquierda a derecha: luz
tenue que se filtra por una pared hecha
con caña, un olor perfectamente
masticable, varios marcos con fotografías
de alguien con pelo blanco
que viste como una divinidad griega
pero con una cara que le resulta familiar,
posters motivacionales con
los logo de Megaupload o uTorrent
cuyo mensaje no alcanza a leer, un
bote de Betadyne abierto, vaselina,
preservativos usados por el suelo, un
fórceps, unas pinzas para cortar los
pelos de la nariz, un sujetador talla
65, un bote de cloroformo, un pañuelo
blanco con restos de sangre y otro
sofá simétricamente colocado en paralelo
al suyo.
El shock.
Federico ve a su querido amigo Arnaldo,
hasta ahora invisible para el
debido a la falta de luz, en el sofá de
enfrente. Pero, por desgracia, contemplar
en este momento a su amigo
no es algo que, en la situación que
acabamos de explicar, sea excesivamente
tranquilizador.
La escena es aterradora.
Arnaldo, erguido y sentado en el
borde del sofá, mira fijamente a
Federico con la misma cara de pavor
que debió de poner la primera
novia virgen de Mandingo cuando
este se bajó los pantalones y le dijo
“Todo esto tiene que entrar ahí”. A
su lado, con el brazo por encima de
sus piernas, duerme una mata infecta
de pelo, raída y asquerosamente
rizada, de la que asoma una huesuda
nariz que respira con dificultad. La
Mata de Pelo Raída no lleva puesto
más que un tanga de hilo, donde el
grosor del hilo es similar al que usa
tu tía Paquita para cogerte el bajo de
los pantalones, dejando a la vista dos
bronceados cachetes que acumulan
un % de carne similar al que encontramos
en una hamburguesa del
McDonald. El resto es hueso, vello,
mala sangre y duende.
Arnaldo, vestido únicamente con un
albornoz blanco con el logo de Telefónica
bordado, mira fijamente a Federico
con rictus inamovible.
La mata infecta, repentinamente,
emite una serie de sonidos roncos
y guturales que Federico identifica
como “… gato hace ay ay ay ay… gato
hace uy uy uy…”
Al loro, pavo.
Federico mira a Arnaldo.
Mira a La Mata de Pelo Raída.
Mira los preservativos anudados que
descansan en el suelo.
Mira a Arnaldo.
Aspira profundamente y nota como
el olor a palomita de mantequilla se
le clava en el cortex neuronal.
Mira a La Mata de Pelo Raída.
La Mata de Pelo Raída ronca fuertemente,
aparta tres trenzas de pelo y
deja ver su rostro.
Se percata de quién es.
Mira a Arnaldo.
4 Enterrar el hueso Meterla hasta en la funda de las gafas
5
Grita.
- o -

Adiós a la piedra del mechero, por Cafelito / Caballo Maera
6 Comprobar el aceite Meter el topo en la madriguera
7

Las confesiones en el diván del Dr. Palomino Sáez
Hoy: Doctor, son malos
tiempos para la mímica.
- Hola, doctor.
- Espera un momento hijo, espera.
- Claro, claro.
- …
- Titiri ri ri
- ...
- Eh...
- …
- Miau
- …
- Esto... doctor...
- …
- Doctor, ¿le pasa algo?
- …
- Doctor, ¿por qué... por qué lleva
parado dos minutos mirándome fíjamente?
- Solo quería asegurarme de que
eras tan feo como dijo mi secretaria,
joven potrillo. Bien, dejémonos
de sandeces, abajo las monsergas y
arriba Series Yonkis sin restricciones.
Parafrasearé a Mourinho y te
diré: “Quitémonos de una vez el velo
de la hipocresía y admiremos el culazo
que está echando CR7”. Sigamos
el Juramento Hipocrático que todo
hijo de vecino desea seguir: El Juramento
del Agua de los Floreros.
- ¿Disculpe?
- ¿Quieres un gin tonic, Julián?
- Pero doctor, ¿eso es ético?
- Ético sería que Gadafi admitiera de
una vez que es el hermano gemelo
de Carmen de Mairena o el primo se
Santana. Esto es solo tener sed.
- ¿Tiene pepino?
- El pepino ya pasó de moda, hijo.
Deja que te sirva un buen leñazo.
¡Flores! ¡Mar! ¡Mar Flores! Mar, cariño,
tráenos dos gin tonics con pomelo,
de Blackwoods, ¿sí?
- Doctor, me sorprende. Usted siempre
ha sido un ejemplo de cordura,
alguien sobrio y con las emociones
bajo control. Me deja patidifuso su
actitud de contertulio televisivo. Es
usted el Jordi Gonzalez de la medicina,
el Hristo Stoichkov de los galenos.
- Hijo, debo confesarte que he invertido
todos mis ahorros en Rumasa.
Espero me comprendas. Bien, prueba
esto que se enfría la cosa. Bien, al
grano. ¿Qué te atormenta, Julián?
- Pues verá, doctor. Últimamente
dudo de mi sociabilidad.
- ¿Cuantos amigos tienes en Facebook?
- 25.357, sin favores a cambio ni bajo
utilización de seudónimos como
“Hot Susi Cachorrita” o “Joe 18 Anal
Lover”.
- ¿Cuantos comentarios has llegado
a conseguir en una actualización del
Fotolog?
- Como Gold Member he llegado a
los 47.893 comentarios.
- Eres sociable y vacilón a tope. ¿Cuál
es el problema?
- El caso es que mi vida social entre
semana es bastante potente, ¿sabe?
Que si el cumpleaños de mi primo,
que si la inauguración de un barco
de recreo, que si celebrar que vas al
Zara en rebajas y la ropa está ordenada,
que si te llega una factura de la
luz por debajo de los 100 euros, que
si alguien que encuentra trabajo... ya
sabe, motivos de chanza y alegría.
- Ya veo.
- El caso es que cada vez son más
habituales estos momentos de celebración
y debería estar contento por
ello, pero...
- ¿Pero?
- … pero, no sé cómo decirlo. Últimamente
me siento fuera de lugar en
este tipo de reuniones. En Internet
soy un Gurú Endiosado, pero en el
plano físico empiezo a ser un patán
de tres al cuarto.
- Explícate, y si me hablas sin mirar
ese puto móvil con Internet te lo
agradeceré.
- Contesto un whatsapp y ya est...
un retweet... bien, decía que últimamente
no lo suelo hacer muy bien en
las reuniones sociales.
- Por qué dices eso, Julián. ¿Acaso te
sientes abrumado por tanta superficialidad
innata al estrato social en el
que te encuentras?
- Negativo.
- ¿Entonces es que necesitas nuevos
aires, huir de un círculo vicioso en
el que solo encuentras desolación,
iphones con carcasas rosas y gifs animados
de gatitos?
- Para nada.
- ¿Entonces?
- Es que no se jugar a las películas.
- Julián, por el amor de Dios...
- Ya, ya. Si a las películas sabe jugar
hasta Stephen Hawking.
- No comprendo de verdad, mi YO
científico me impide aceptar esta
situación.
- ¿Quiere que se lo demuestre con un
ejemplo real?
- Por mí como si te compras un CD
original en la FNAC. Procede.
- …
- ¿Cuantas palabras?
- …
- Doce palabras, ¿no? Es “Solo en
Casa V: Macaulay se introduce bananas
en su madriguera fecal”. He
acertado ¿Ves como sabes jugar?
- Muy bien Grisom medicinal. El
problema es que esta situación JA-
MÁS se da.
- No entiendo, hijo.
- Es sencillo: yo nunca explico una
película porque nunca acierto ni una,
si sabe cómo funciona esta mierda, y
eso está afectando sobremanera a mi
desarrollo social. Empiezo a no ser
nadie en las redes sociales físicas,
doctor.
- Querrás decir entre tus amigos,
Julián.
- Lo que sea. ¿Qué puedo hacer, doctor?
- Vamos a intentar hacerte olvidar
tus miedos mediante un método
que yo mismo inventé: El Diván con
Tónica. Siéntate ahí, Julio. Respira
hondo. Bebe del vaso. Cierra los ojos.
¿Preparado?
- “Me gusta”. Pulso “Me gusta”.
- Jodido anormal 2.0. Bien, voy a
representar una película y tú la vas a
acertar, Julián. Vamos allá.
- Estoy listo.
- ...
- ¿Cuantas palabras? ¿Cinco?
- …
- Eh... eh... un perro... alguien bailando...
suben las acciones de la
bolsa de Frankfurt... ¡Lo tengo! Es
“Fortunata y Jacinta”, ¿sí?
- Dios santo... Estás peor de lo que
imaginaba, Julián. Era un hombre
con bastón, un señor, que se ponía
un anillo. El Señor de los Anillos, Julián.
Vamos a ver otra... va, la tengo.
¿Preparado?
- I Follow You.
- …
- ¿Cuantas palabras? Cinco otra vez,
¿no?
- …
- Eh... eh... Arboles... una flauta... Induráin
que se hace una autotransfusión
de sangre... ¡Ya está! “El Peque
se va de marcha”, ¿you like it?
- Julián, a ver. Primero tenemos
viento, lo de soplar y mover las manos
es viento. Coger algo y desplazarlo,
pues que el viento se lo lleva.
“Lo que el viento se llevo”, hombre.
Espera... vayamos al origen del problema,
al “Inception”. Veamos... eh...
espera que piense...
- ¡”Pepi, Luci y Boom”! ¡Esa es “Pepi,
Luci y Boom” seguro, tío!
- Me estaba rascando el hojaldre incrédulo
ante tu ineptitud, Julián. Va,
lo tengo, te doy esta última oportunidad.
Vamos allá.
- Acudo a este evento.
- ...
- ¿Cuantas palabras, una no?
- …
- Ya está, a la primera, aquí no fallo
que me siento a tope: esta es “La Salchicha
Peleona”, ¡”La Salchicha Peleona”,
lógica pura! Te gusta doctor,
pulsa que “Te gusta”.
- Definitivamente... no puedo, no.
Julián, me estaba sacando la cartera
y te daba dinero. Blanco y en botella.
Es “Cobra”. “Cobra”, Julián. Lo
siento, esta vez no puedo hacer nada.
Me doy por vencido, siento como el
acre olor de la derrota resbala por mi
garganta. Yo, en una situación así...
Permíteme que me levante, que la
espalda me está matando. Yo... no
puedo, no puedo, no puedo...
- ¡”Condemor, el pecador de la pradera”!
- ¿Perdón?
- Que estabas haciendo “Condemor,
el pecador de la pradera”, ¿eh? ¿A
que sí?
- Yo...
- ¿Tengo una notificación o no?
- Apasionante, Julián. Ciertamente,
la tuya ha sido una reacción sublime.
Súbitamente despiertas de un coma
social y de nuevo masticas a dos carrillos
el entrecot de la popularidad.
Estás curado, Julián.
-¿Así lo cree, doctor? ¿Soy 1.0?
- Así lo creo, paciente. Ahora discúlpame
que me sirva otro delicioso
combinado con cargo a los 150 euros
que acabo de desvirtualizarte.
- Entonces, confírmeme de una vez:
¿volveré a ser popular?
- Julián, 390 personas acaban de
decirte “Me gustas”, les gustas de
nuevo.
- ¡Gracias, Doctor Palomino! ¡Es usted
un profesional como la copa de
un Angry Bird!
- De nada hijo. Yo, veladamente, le
seguiré dando las gracias a Zuckerberg:
Mark, hijo, qué gran cartera de
clientes me estás generando.
- o -
Caballo Maera
Bebiendo cerveza desde 1979
8 Pescar en río revuelto Meterla en caliente
9

Por Cintia González Sainetes y elucubraciones de Federico F.
Acto 12. “Flashback”, con
Whoopi Goldberg.
Pongámonos serios por un momento.
Venga, no.
Federico y Arnaldo son dos tipos
que, a pesar de su aspecto de haber
sido vestidos por la hermana daltónica
de Agatha Ruiz de la Prada,
son sumamente inteligentes. Bueno,
quizá no deberíamos decir “inteligentes”
ya que en su momento
apostaron fuertemente por el éxito
de dispositivos como el Virtual Boy,
la Mega Drive 32x, los videos Beta, la
Atari Jaguar o el AB Flex, todos ellos
de larguísima y considerable vida comercial.
Sí, quizás sería mejor decir
que son dos tipos graciosos que, a
veces, tienen sus golpes.
Bien, este que os vamos a contar fue
uno de esos golpes.
Todo comienza un 4 de julio, martes.
Federico acaba de ser despedido de
su último trabajo como locutor de
anuncios de Spotify. ¿El por qué de
su despido? Bueno, digamos que el
improvisar frases como “Descubre
las ventajas de ser usuario Premium,
haz click en el banner o mándame
tus bragas sucias por correo postal,
nena” no fueron muy del agrado de
los directivos de la compañía. Hay
que reconocer que algunas de sus
improvisaciones tuvieron bastante
repercusión mediática, como aquella
que decía “Te presentamos el último
disco de Alejandro Fernández, ni se
te ocurra comprártelo porque es una
jodida basura. Haz click en el banner
si quieres donar 5 euros para que
podamos enviarlo a pelar salmones
descalzo a los fiordos noruegos”.
Sin embargo, los jefes se vieron abocados
a despedirlo ya que un gran
número de usuarios Premium se
pasaron a la modalidad gratuita, con
publicidad, para poder disfrutar de
las improvisaciones de Federico.
Arnaldo, por su parte, en dicha época
se está empezando a meter bastante
en el mundillo del rock psicodélico
gracias a su nueva novia, Mercadon-
na Summers. Mercadonna, persona
con una vida social bastante intensa
(es tía paterna de David Summers,
líder de Hombres G, y ex mujer del
Domador de Perros de Cuatro), se
hizo bastante famosa en los 90 tras
ser la primera persona que cruzó
entero el Desierto de Mojave, en
agosto, vistiendo únicamente una
chaqueta térmica Quetchúa y haciendo
un moonwalker. Adicta a los
ácidos y demás ponches lisérgicos
de procedencia hippie, adicción que
se vio acentuada tras casarse con el
jodido yonki del domador de perros,
Mercadonna aún conserva de aquella
época el gusto por el hard rock y
la psicodelia.
Arnaldo conoció a Mercadonna 6
meses atrás en los baños públicos del
Carrefour de Benalmádena, y se puede
decir que fue amor a primera vista:
ella con su túnica sesentera de colores
chillones, el con una cámara de
video en la mano, los pantalones por
los tobillos y el mástil alzado. Arnaldo
se encontraba de gira embarcado
en un proyecto personal bastante
interesante sociológicamente hablando,
denominado “Masturbaciones
por el mundo”. La mecánica era
sencilla: Arnaldo se dedicó durante
varios meses a recorrer ciudades de
todo el mundo buscando los mejores
baños públicos donde poder darle
cuerda al Big Ben. Cuando encontraba
uno, se grababa a sí mismo barnizándose
la barca mientras comentaba
la jugada. Este video lo colgaba en
Youtube, lo publicitaba vía Facebook
o Twitter con las explicaciones correspondientes
y, por último, geolocalizaba
dónde estaba el baño en
Foursquare. A los pocos minutos lo
normal era que tuviera alrededor de
900.000 visitas, con miles de “Me
gusta” en Facebook y retweets a dolor.
Además, actualizaba a diario un
blog (www.5vs1_aroundtheworld.
com) en el que explicaba anécdotas
de cada baño que visitaba. A las
pocas semanas de empezar, visto el
éxito de su blog, a Arnaldo le llovieron
las ofertas de patrocinio. Así, un
mes después del comienzo de “Masturbaciones
en el mundo”, se vio a sí
mismo viajando con una chaqueta
plagada de logotipos de sus patrocinadores
(Reflex, RedTube, Kleenex,
Banco Santander, Nivea o Preservativos
La Bruja), los cuales además
lo ayudaban tanto económica como
logísticamente.
Sobra decir que, tras conocer a Mercadonna,
Arnaldo dejó su exitosa
carrera como masturblogger (así lo
bautizaron en medios especializados)
y se volvió a Barcelona con ella.
Bien, como decíamos al principio,
dicho 4 de julio, martes, le dieron
un giro a sus vidas. Arnaldo se lleva
a Federico a un concierto tributo de
Jimi Hendrix dado por un tío que
hace llamar Jimmy, ponme un Hendricks
con tónica o muérete ahora
mismo. Tras 5 horas de concierto
y varias cervezas de más (aderezadas
con alguna que otra monería
de corte psicotrópico), los dos salen
del concierto con una idea grabada
a fuego y sangre en su mente: tienen
que montar un grupo de rock y
forrarse de billetes. Federico, subido
a hombros de un borracho inglés que
se han encontrado por Las Ramblas,
propone a voz en grito lo siguiente:
fundar una banda de rock psicodélico
a la que llamarán FARMACIA DE
GUARDIA.
No debemos olvidarnos de un pequeño
detalle imprescindible para
el devenir de esta historia: el único
instrumento que ambos saben tocar
es, como dijo Pabellón Psiquiátrico,
La Flauta de Bartolo. Si interpretamos
esto como que no saben tocar
una mierda, la empresa se presenta
bastante complicada de tener visos
de éxito o de, si me apuras, incluso
salir adelante. Sin embargo, a lo largo
de estos años hemos comprobado
que una de las principales cualidades
de Federico es su insistencia y tozudez
a la hora de conseguir algo que
le interesa. Su otra cualidad principal
es disponer de un hígado de
adamantium mezclado con mithril y
recubierto por dentro con una capa
absorbente y esponjosa de Sobaos
Martínez, pero esto ya lo teníamos
bastante claro.
Aquí, amigos, viene el golpe del que
hablábamos al principio.
10 Poner la hora en el Big Ben Mojar el churro
11

Federico, asumiendo su total y completa
inutilidad a la hora de poner
en solfa cualquier tipo de manifestación
musical, y por tanto intuyendo
que a través de la vía musical
jamás ganarán dinero con el grupo,
se inventa una brutal campaña de
marketing viral que consigue atraer
toda la atención mediática sobre una
canción, “LSD mezclado con polvorones”,
canción que brilla por su deleznable
ausencia. La idea que tiene
Federico para difundir la no-canción
es brillante: tras tres días seguidos
comiendo escalopines rebozados con
peyote graban un video de 30 segundos.
La grabación, por supuesto, no
tiene sonido. En dicho video vemos
a Federico y Arnaldo corriendo por
Montjuic disfrazados de ciclistas,
todo pintados con colores fluorescentes
y con guitarra y bajo colgando
de los hombros. Llegan a una explanada
de tierra donde han colocado
una especie de granja, hecha de
cartón piedra, de cuya entrada cuelga
un cartel que reza “Especímenes
Apícolas Contador. Usando clembuterol
desde 1895”. Acto seguido,
abren una especie de nevera que
hay en un lateral y empiezan sacar
pieles de pollo, pechugas crudas y
alitas congeladas, las cuales empiezan
a comerse. Se produce un corte,
y de repente los vemos encima de un
podio justo en la explanada delante
del Palau Sant Jordi, esgrimiendo
los instrumentos y dando saltos de
alegría mientras abren botellas de
champagne y rocían con espuma a
un público compuesto por mujeres
con los pechos al aire, todo a cámara
lenta. Fundido a negro y aparece el
título de la canción, “LSD mezclado
con polvorones”, con una leyenda
debajo que dice “31 de noviembre.
Resérvala ya en iTunes o en www.
medicodefamilia.com”. La canción,
ateniéndonos a la fecha de salida,
JAMÁS saldrá a la venta.
La campaña es un completo, inexplicable
y jodido éxito. En una semana
consiguen 2.000.000 de reservas
a 1 euro cada una. En un mes,
25.000.000 de reservas.
Todos los programas de TV quieren
contar con su extravagante presencia,
y en todos ellos llevan a cabo la
misma performance que en el video.
Aparecen en Sálvame Deluxe, en La
Hora de Bill Cosby, en Buenafuente,
en el programa de Jesús Quintero,
Las Mamachicho o en todos los programas
de variedades de las TV de
Berlusconi con tías buenas y espectáculos
de canción melódica, que en
total son unos 73. Los contratan para
presentar las campanadas de TVE
junto a Ramón García, para presentar
la gala de los Grammy de 2012,
para dar el pistoletazo de salida del
Tour de Francia de 2012, para cantar
el himno de Andalucía el 28 de
febrero en Canal Sur mientras mojan
pan en aceite o para protagonizar la
próxima película seria y adulta de
Kevin Smith: “Jay y Bob el Silencioso
se van de marcha a Las Vegas con
varias putas”. Charlie Sheen les ofrece
grabar una serie con él en la que,
durante 3 meses encerrados en una
casa, solo harán que acostarse con
actrices porno, esnifar mandanga e
intentar sacarse el nivel C de catalán
a la primera, cosa que nunca ocurrirá.
Además, venden los derechos
de la canción para ser el jingle de la
próxima campaña global de navidad
en Mercadona.
Todos estos proyectos, inteligentemente,
los cobran por adelantado.
El 29 de noviembre, a las 22.47 horas,
dos días antes de la supuesta fecha
de salida del single, el contador
de la web que muestra el número de
reservas de “LSD mezclado con polvorones”
supera los 1.000.000.000,
todo un hito en la era de The Pirate
Bay.
Tres días después, cuando se descubre
todo el percal y el odio mundial
hacia ellos es proporcional en tamaño
a la barriga de Ronaldo, resulta
ser demasiado tarde para hacer
nada contra ellos: la SGAE ya los ha
borrado del mapa. No hablamos de
muerte, sino de jubilación anticipada.
¿Por qué? Muy sencillo.
Durante todo este tiempo, un buen
porcentaje del dinero generado por
“LSD mezclado con polvorones” ha
ido a parar a las arcas de la SGAE.
Cuando Teddy y su cohorte de buitres
se quisieron dar cuenta, FAR-
MACIA DE GUARDIA era el artista
que más dinero les había generado
en toda su historia. Y la SGAE, como
sociedad agradecida que es, accedió
rápidamente a que Federico y Arnaldo
ingresaran en su selecto club La
Nómina De Los Artistas Mantenidos
Para El Fomento De La Rascada Genital.
¿Y qué mejor forma de darles la
bienvenida que, en agradecimiento
al gran trabajo recaudatorio, invitarlos
a ese gran cónclave orgiástico conocido
como “La Gran Fiesta de las
Descargas”?
- o -
Se abre el telón, por Natalia Escaño / Caballo Maera
12 Bailar el mambo horizontal Sacudir la pelvis
13

La sección de clasificados marinos Por Marc Rios
TU MADRE es una mujer muy guapa,
si señor. La alquilo, si quieres:
555-3498
ALQUILO YATES DE LUJO,
pero no tengo dinero. Si te parece
guay me lo prestas y ya te lo devolveré:
555-9876
HOMBRE HETEROSEXUAL
BUSCA un cigarrito, que tengo ganas
de fumar: 555-0032
MUJER SOLTERA BUSCA algo,
pero el Alzheimer me impide acordarm...
¿quien es usted?: 555-4077
MUJER MADURA, GUAPA Y
CON MUCHO DINERO no tiene
que buscar nada, ya me viene todo
solo: 555-6969
COMPRO UNA CAJA DE 100
KILOS DE MEJILLONES y no se
para qué coño la quiero si soy vegetariano:
555-1714
BUSCO TRABAJO en el que pueda
conectarme a Facebook. El resto me
la suda, como si es desalando agua
con un escurridor: 555-7788
ME FLIPA COMER POLLAS
GRATIS. Ahora que he captado tu
atención, ¿me dejas un eurito para el
café? 555-0197
OFREZCO TRABAJO BIEN RE-
MUNERADO buceando en mierda.
Qué te parece el tema, ¿bien no? 555-
2123
AL QUE BUSCA TRABAJO:
XDDDDDDDD. 555-9811
ALQUILO UN CHALET EN LAS
SEYCHELLES pero no encuentro
las llaves. Tú ingrésame el dinero
que ya te las enviaré por Whatsapp:
555-4632
HOMBRE SOLTERO BUSCA follar
o beber cerveza, si te dicen otra
cosa es mentira cochina: 555-0064
VENDO ARMARIOS DE IKEA
con las caras de Belmez en la parte
posterior: 555-6465
VENDO vidas extras infinitas para
el Ghost n’ Goblins, que sino no te lo
vas a pasar en tu vida: 555-6467
MULTINACIONAL COMPRO-
METIDA Y ÉTICA DEL SECTOR
BANCARIO no existe, para qué te
vamos a engañar: 555-0254
COMPRO PUNTOS DEL CAR-
NET DE CONDUCIR, o mejor
ponme un buen leñazo de whisky
Dyc que ya cogerá el coche mi mujer:
555-7413
Moby dick: la ballena que va llena.
DONO A LA CRUZ ROJA JAPO-
NESA TODOS MIS AHORROS
tras 17 años trabajando como autónomo
en España, en total unos 23
euros. Disculpen que no ponga mi
teléfono, me lo terminaron cortando
por impago. Mejor llamen al de mi
madre, que vivo con ella: 555-7875
VENDO huesos rotos. También
pongo escayola, pero sale más caro:
555*0878
BUSCO cosas en Google. Lo de ligar
lo dejo para Facebook: 555-6544
COMPRO O ALQUILO cualquier
cosa que huela a coño. Soy el padre
de Julio Iglesias: 555-0047
COMPRO toda mi música legalmente.
Si, y Marichalar se casó con
la Infanta por amor: 555-3336
HOMBRE CASADO BUSCA una
excusa cualquiera para dejar a la
mujer en casa e irse con los colegas a
beberse hasta el agua de los charcos.
Eso es así: 555-1478
BUSCO a Jacks desde hace catorce
años: 555-9887
14 Darle lo suyo y lo de su hermana Plantar la zanahoria
15

Por Hector Lorenzo
16 Sacudirle el polvo a la alfombra Erigir el tótem
17

18 Elevar la barrera del parking Freir la mazorca
19

Sainetes y elucubraciones de Federico F.
Acto 13. La Gran Fiesta
de las Descargas, my
weapon.
- Pero cómo has sido capaz, Arnaldo.
Lo habíamos hablado claro en su
momento. Aquel día en el Bar Velódromo,
si mi ahora mismo desbordada
mente no me engaña.
- ¿Qué?
- El Velódromo, querido amigo que
solo se acuerda de lo que quiere. Hicimos
un pacto, ¿recuerdas?
- Ah, el Velódromo, sí. Fue el día
aquel en el que un señor calvo, visiblemente
enojado, me invitaba continuamente
a que me acercara a él,
supongo que para proponerme algo,
o que incluso me ofreció salir a la calle,
no sé si para ofrecerme un cigarrito.
Hablas de ese día, ¿no?
- Es que esa mujer era endiabladamente
atractiva, Arnaldo. Que esperabas,
¿no tener competencia por tan
bella dama? Quien te crees, ¿Apple?
- Aquel hombre era su marido, Federico.
- ¿Su vida marital cambia algo?
- Acabé con 23 puntos de sutura
en el escroto, un hematoma con la
forma de su puño en el plexo solar,
siete uñas de mujer marcadas en el
rostro y lo que es peor: un delicioso
gin tonic de Blackwoods derramado
por el suelo.
- ¿Te derramó el Blackwoods?
- ¿No lo recuerdas?
- ¿Tengo pinta de recordarlo todo?
- Sinceramente…
- Sinceramente es una palabra que te
viene grande, querido amigo. No nos
andemos por las ramas, inmundo
Tarzán del Folleteo Ilegal. Así que te
has acostado con ella.
- Con quien.
- Señor, dame fuerzas y paciencia
para tratar con semejante hijo de
una hiena. ¿Con quién? Con ella,
amigo.
Federico le enseña una foto que ha
hecho con el móvil de Arnaldo.
- ¿Insinúas que mantuve relaciones
sexuales con un ave de la familia de
las Cacatuidae, que encima goza de
una cabellera similar en apariencia a
la de René Higuita?
- Si es que cuando te pones, Arnaldo,
eres gloria bendita para mis oídos.
- Eso se lo dirás a todos, lenguaraz
de opiácea conversación. Insisto,
entonces, ¿me estás llamando cacatuófilo,
maldito ser humano que usa
bañadores marcapaquete?
- Nada más lejos de la realidad, querido
amigo. Lo que te vengo a decir
es algo peor: a quien le has comprobado
el aceite es a Rosario Flores.
- ¿Insinúas que ella se comió un Calippo
de Ternera?
- Afirmo que al menos deberías haberte
lavado las manos antes de tocarme
el hombro como lo estás haciendo
ahora.
- Ciertamente, tengo algo que añadir
aquí.
- Añade Arnaldo.
- Realmente fue ella quien intentó
comprobarme el aceite a mí.
- ¿Crees que arregla algo conocer el
orden de los factores? ¿Recuerdas
algo de las matemáticas del instituto,
o estabas demasiado ocupado con el
Catovit y el pegamento Imedio?
- Federico, la resaca y los intentos de
descalificación hacia mi persona te
nublan la mente.
- Ciertamente, lo hacen.
- No te has percatado entonces de
cómo he conjugado el verbo “ir” en
la frase anterior y de qué verbo iba a
continuación, ¿verdad?
- Has dicho fue e intentó.
- ¿Ergo?
- ¿No pasó nada entre vosotros?
- Rotundamente, no.
- ¿No cabalgaste el Toro Mecánico?
- Protesto, señoría.
- ¿Entonces?
- Digamos que… ¿conoces esa película
de Stallone en la que el tío hace
de un policía expeditivo que anda en
la búsqueda de El Carnicero Nocturno?
- ¿Hablas de Cobra tal vez?
- Ahí lo tienes, amigo. Toda una noche
completa poniendo en práctica
esa jodida palabra. De veras que tengo
dolor de cuello, ¿sabes?
- Mis disculpas por haber dudado de
ti, Arnaldo.
- Un Blackwoods con tónica y pasaremos
página de esto, compañero.
ATENCIÓN.
Una estridente sirena de barco los
interrumpe en el transcurso de tan
desgarradora conversación. Federico
y Arnaldo se encuentran en la misma
habitación en la que casi se produce
La Tragedia, salvo que ahora deben
de ser las 14 de la tarde, les arde el
paladar y, por suerte, el único rastro
visible o digamos palpable del paso
de La Mata de Pelo Raída por la estancia
es un intenso aroma a pies del
que ahora caen en la cuenta.
QUIETOR.
El estridente ruido de la sirena parece
que ha despertado a una especie
de grupúsculo ya que se aprecia un
murmullo creciente de voces que
vitorean y jalean. Se oyen ruidos de
botellas chocando, gritos, teclados
de ordenador que caen al suelo, palomas
que vuelan, gorjeo de pájaros,
balidos continuos, sonidos de vuvuzelas,
mujeres borrachas que gritan,
hombres que vociferan algún tipo de
cantico hooligan que parece ser algo
como “NUNCA DESCARGARÁS
SOLO”, cigarros encendiéndose, mecheros
dando llama, palmas, cencerros
y, sobre todo, el inconfundible
sonido de la indecencia y el agrupamiento
orgiástico.
Federico y Arnaldo se miran visiblemente
desorientados. No recuerdan
absolutamente nada de los últimos
seis días. Su marcapáginas neuronal
se quedó en la noche del 12
de diciembre, cuando recibieron y
aceptaron aquella extraña oferta de
la SGAE a través de un mensaje de
Whatsapp mientras disfrutaban de
unos frescos combinados en el salón
del Ritz Carlton Banks, apurando los
últimos coletazos del éxito de “LSD
mezclado con polvorones” (horas
después les serían congeladas todas
sus cuentas bancarias). El siguiente
recuerdo que tiene Federico es
levantarse con una resaca de mil
demonios y ver a su amigo Arnaldo
retozando con Rosario Flores.
La curiosidad los corroe, el hambre
los empieza a devorar y las ganas de
beberse un gin tonic los terminan de
agarrotar por completo. Ergo, necesidades
físicas mediante, se ven
obligados a arremangarse sus albornoces
blancos con el logo de Telefónica
y asomarse a la puerta a ver qué
se cuece.
PAVOR.
Lo que ven los estremece, les da más
hambre y, sin duda, multiplican por
100 la necesidad de levantar el brazo,
llamar a un camarero cualquiera
con pajarita y ordenar un Blackwoods
con tónica. Muy cargado, por tu
santa madre.
Al parecer se encuentran en una especie
de resort vacacional, con una
piscina inmensa ocupando el centro
y construcciones de diverso pelaje a
su alrededor: unos bungalows por
aquí, una barra de bar por allá, una
zona de masaje tailandés más al fondo.
A su izquierda la construcción
se abre al mar, a un pequeño puerto
deportivo donde se acumula la gente
que vitorea, brinda y lanza objetos al
aire. La turba salta, abre botellas y se
desgarra de alegría..
SORPRESA.
Tal y como la muchedumbre se ha
reunido, se separa como ratas que
necesitan una dosis de no saben qué.
Federico y Arnaldo ven que la persona
que era vitoreada está señalando
hacían donde están ellos mientras
habla con un señor mayor que está
amarrando el catamarán en el que
ha llegado. Echa a andar hacia ellos
con paso resuelto mientras se agarra
una horrible pamela ondeada por el
viento y se coloca unas gafas de sol
con forma de euro.
NECESITO UN GIN TONIC.
La mujer es Ángeles González – Sinde.
- Hombre por fin, ¿cómo están los
huéspedes favoritos de Angie, ha há?
NECESITO UN GIN TONIC Y UNA
PORRA ELÉCTRICA.
- Esto…
- ¿Se lo están pasando bien, muchachos?
Angie ya tenía ganas de verles,
ha há.
- Por el amor de Dios, Constantine
llévame contigo.
- ¿Disculpa? Ah ya… les sorprende
ver a Angie. Es normal, Angie lo
entiende, ha há. Ahora sigan a Angie
caballeros, que les va a enseñar
nuestro bonito resort. Como podrán
ver, no hemos reparado en gastos.
- Una pregunta Angie, antes de empezar.
Tengo una duda.
- Dile a Angie, dile querido generador
de dinero.
- Esto… ¿por qué te vitoreaba toda
aquella gente antes, en el puerto?
- Ah, aquello… sí, Angie acaba de
llegar con la Ley Sinde aprobada y
firmada por el Congreso, sí. Y aquella
gente son vuestros compañeros,
el resto del selecto club La Nómina
De Los Artistas Mantenidos Para
El Fomento De La Rascada Genital.
¡Entre todos vamos a conseguir ganar
mucho dinerito fresco, sí! ¡Dinerito
con el que Angie podrá organizar
más fiestas como estas y así teneros
a todos contentos generando más dinerito!
¡Vamos, que Angie es impaciente,
ha há!
Mientras dan una vuelta por las instalaciones,
Federico y Arnaldo ponen
en práctica un arte en el cual están
más curtidos que las nalgas de Paris
Hilton: F&A la siguen como si se les
fuera la vida en ello mientras que, en
realidad, solo arden en deseos de beberse
un Gin Tonic bien frío con un
platito de cacahuetes en la mesa y un
paquete de Winston recién abierto
retozando en sus bolsillos.
Durante el paseo, mientras F&A se
van fijando en el exacerbado lujo que
inunda todo lo que les rodea, Angie
sigue comentándoles interioridades
y desvelándole detalles sobre donde
se encuentran ahora. Federico se fija
en un tipo, que parece ser David Bisbal,
dando patadas al aire y giros sobre
sí mismo mientras un señor que
tiene pinta de ser de Almería intenta
cortarle las uñas de los pies al vuelo.
Más allá, al fondo, dos garrulos sin
camiseta y con el pecho completamente
bañado en oro (más tarde
supieron que se trataba de Andy &
Lucas) se aplican gomina de forma
pausada mientras se contemplan en
un espejo de 18 m2 y dos enanos con
trajes de arcipreste los piropean incesantemente.
ARCADAS FUERTES.
Tras salir de la zona de la piscina
entran en una pequeña explanada de
césped donde hay montadas varias
hileras de mesas largas, todas fabricadas
en mármol y rematadas con
figuritas de Lladró. Al fondo hay un
pequeño escenario con un enorme
cartel encima, adornado con guirnaldas
en forma de dolar, en el que
se lee “BIENVENIDOS A LA GRAN
FIESTA DE LAS DESCARGAS”. En
el escenario vemos al ínclito Ramoncín,
guitarra en mano y con pose de
cantautor asiduo a practicar el Tacto
Rectal. Sobre una mesa vemos una
fabulosa y opulenta botella de champagne,
varias copas vacías y a tres
señoritas de indudable tonificación
física moviendo sus cuerpos sensualmente
al son de una música, proveniente
de la guitarra de Ramoncín,
que podríamos denominar como
Jodidamente Grotesca. Cuando se
van acercando al escenario pueden
escuchar lo que R. está cantando:
Oh… esta vida tan igual… pero tenemos
el canon digital… oooh oh oh…
y lo pasamos fenomenal…
Pone cara de avestruz en los momentos
previos antes de esconder su cabeza
en la tierra.
Y que le voy a hacer… si yo… oh ooh
ooh… i’m so happy… because Lucy is
in the Sky…
Termina de rasgar la guitarra, levanta
Su Mirada con solemnidad, les
lanza un par de ósculos a las bailarinas
sordas que han contratado y
repara en el grupo de tres que acaba
de pararse delante de él. Esboza una
sonrisa de pícaro lamedor de escrotos.
Habla:
- Hola, mí querida Angie.
- ¡Muy bien Ramón, muy bien! ¿Te
gusta el escenario, los muebles y el
catering? ¡No hemos reparado en
gastos! Eso que cantabas es algo que
estás componiendo, ¿no?
Ramoncín y Angie se miran. Acto
seguido, abren la caja de las carcajadas.
20 Fuerte-flojo Peinarla pa’ dentro
21

- Ay Angie joder, que puta gracia
tienes. Material nuevo… sí, podría
hacerlo. Ya sabes que yo, perfectamente
avalado por mi trayectoria,
podría encararme con Bruce, el Boss,
y decirle “Ey, Springsteen, me comes
el nabo como letrista, y lo sabes muy
bien”. Es más ya lo hice en el 78, en el
Madison Square Garden, en un festival
de… no se joder, iba tan colocado
que no se si estaba en NY o en Rivas
Vaciamadrid.
- ¿Y por qué no compones algo, ya
que estás?
Arnaldo pronuncia la frase de manera
inconsciente, mientras pensaba
en un cigarro y un buen gin tonic.
Cuando se quiere dar cuenta tiene
a 18 personas (Ramoncín, Angie,
Federico, las tres bailarinas sordas y
12 de los masajistas tailandeses que
terminan turno en ese momento)
mirándolo fijamente. La tensión podría
cortarse con un pecho operado
de botox.
- Hombre, por fin un jodido valiente
o un estúpido ingenuo que aún no
sabe de qué va esto. Pues mira, amigo,
ya no compongo porque no me
sale de las pelotas, ¿te queda claro?
Llevo tantos años en la música, desde
1975 hasta 1977 concretamente,
que lo último que necesito es seguir
trabajando. ¿Para qué? Tenemos
nuestros derechos de autor, tenemos
nuestro retiro pagado por la SGAE,
¡tenemos el jodido canon digital tío!
¿O es que no se lo has contado ya,
Angie? ¡Vamos joder, explícale a los
nuevos lo bien que lo van a poder pasar
a partir de ahora, cojones!
SORPRESA.
Federico, Arnaldo y Angie se despiden
de Ramoncín y sus tres coristas
de escasa agudeza auditiva. Federico
se emociona momentáneamente al
creer ver un bar detrás de una serie
de pantallas gigantes que emiten
capítulos subtitulados al castellano
de “Andalucía Directo”. Nada más
lejos de la realidad que ellos ansían:
se trata de un cibercafé plagado de
Mac’s de 52 pulgadas. Delante de
los ordenadores ven a Sergio Dalma,
Luis Cobos y Ana Belén navegando
como jodidos posesos, gritando y ha-
ciendo aspavientos mientras señalan
hacia la pantalla.
- ¿Y aquellos tres hijos de una mujer
muy bella? ¿Qué hacen?
- ¡Ellos hacen lo que más nos gusta
a todos! ¡Están entrenándose para la
gran fiesta, para el gran momento de
esta noche! ¡Si, Angie está muy contenta
por ellos!
- Explícate, jodida retardada mental.
- Hoy es un gran día para todos ya
que cumpliremos con la máxima de
nuestra comunidad y de la que luego
os hablará El Presidente.
- De qué hablas, Angela Channing.
- ¡Nuestro Presidente quiere conoceros,
y quiere conoceros ya!
- Me parece perfecto, pero ya que
no nos facilitas las viandas y licores
que nos merecemos procederé a introducir
el dedo en la llaga. ¿Todos
esos ordenadores que hemos visto
por aquí, todos esos Mac’s de 4.000
euros, los estáis usando para descargaros
monerías?
- ¡Claro que sí, Angie te lo confirma!
¡El gran momento de esta fiesta
vendrá esta noche, cuando a las 22
comience La Gran Fiesta de las Descargas
y durante 24 horas Nuestros
Queridos Mantenidos se descargue
de manera ilegal de todo! ¡Soulseek!
¡Taringa! ¡Torrent! ¡Películas! ¡Música!
¡Series! ¡El Windows Office
2010! ¡Emuladores de Spectrum!
¡Todo! ¡YO ME LO BAJO TOOODO-
OOO!
- ¿Hemos triunfao? ¿Rapidshare na
más? ¿Sin torrent y sin ná?
- ¿Cómo… cómo conoces nuestro grito
de guerra?
- Soy un tío observador, Angie.
- ¿Y tienes un terrario en los pantalones?
Porque por ahí abajo tiene que
resoplar una buena anaconda.
- ¿Perdona?
- ¿Te apetece descargarte algo en el
disco duro de Angie, que tiene el firewall
chorreando y por los tobillos?
- Angie, por favor.
- ¡Ha há! ¡No pasa nada, Angie tiene
sus recursos!
Federico va a contestarle que se puede
ir a intentar desintoxicar a Keith
Richards, pero no puede dejar de fijarse
en una cosa: unos 300 metros
a la izquierda, ve a una persona desnuda
dándose unos, aparentemente,
baños de barro en las termas del
resort. La persona se afana intensamente
a la hora de untarse semejante
materia prima por todas las partes
de su cuerpo.
- Disculpa, Angie, aquella persona de
allí, la que se baña en barro. ¿Quién
es?
- ¡Si, es nuestro querido Pau Donés,
más conocido como cantautor folk
trashumante y jodidamente oloroso,
disfrutando de uno de sus habituales
baños en mierda de perro!
¡De ahí sale la fuerza para seguir
interpretando sus antiguos temas,
porque…
- Dios santo, Arnaldo, a mí La Santa
Legión y un jodido Gin Tonic ahora
mismo o falleceré en el acto.
- … porque, como Angie iba diciendo,
Pau ya no escribe nada nuevo! Es
más, ¡ninguno de Nuestros Mantenidos
escribe nada nuevo desde hace 6
años! ¡Y eso es algo lovely, ha há!
NECESITO UN CIGARRO Y UN GIN
TONIC.
Al lado de Pau Dones ven a Alejandro
Sanz y Chenoa, ambos vestidos
con largas túnicas color dorado y
un pulpo vivo en la cabeza a modo
de tocado, increpando a una pobre
masajista a mandíbula batiente porque
no ha sido capaz de quitarles las
durezas de los pies con la única ayuda
de sus dientes. Chenoa, además,
esgrime en su mano izquierda una
langosta cocida a la cual va lanzándole
dentelladas entre improperio e
improperio.
NECESITO UN CIGARRO Y UN GIN
TONIC, POR FAVOR.
Un poco más allá ven a alguien que
se acerca dando tumbos, gesticulando,
babeando intensamente, con los
pantalones empapados en orín y hablando
por los codos con un amigo
imaginario. Se trata, efectivamente,
de Melendi. Y, como no podría ser
de otra forma, es el orgulloso propietario
de una sublime, jugosa y
grandilocuente borrachera. Se para
delante de ellos e intenta articular
palabra. Mira al suelo, traga saliva,
mira hacia la izquierda, balbucea, da
un traspiés, se agarra al poste de una
sombrilla, los mira y sonríe.
- Angie… tengo mucha hambre…
gruñe Melendi mientras se señala la
cabeza como si le doliera.
- ¿Perdona cariño, qué dices?
- Angie… hola… me estoy meando
mucho… gruñe de nuevo mientras,
esta vez, se echa la mano al estómago.
- ¡Ay sí, claro! ¡Vete un ratito a dormir
eh, que esta noche tenemos la
gran fiesta!
Melendi, les explica Angie, tiene un
pequeño problemilla con el alcohol
que le ha llevado a sufrir una especie
de dislexia gestual. Admite que está
entre los elegidos porque, al principio,
les cayó bastante bien gracias a
hits como “El caballo la mató”.
NECESITO UN CIGARRO Y UN GIN
TONIC, POR EL AMOR DE DIOS.
Angie se para. Los mira fijamente,
y en sus ojos se vislumbra un brillo
especial. Los coge de las manos y habla.
Les dice que “ha llegado el momento
de que conozcáis a Nuestro
Presidente ¿Os apetece conocerlo?”,
y ellos asienten con un fingido afecto
que desmonta a Angie. Acto seguido
los guía por un arco de palmeras que
se lleva hasta una especie de jaima
instalada en la zona más alta del resort.
[VOZ EN OFF] Federico y Arnaldo,
por si no habéis caído en la cuenta,
están desesperados. Necesitan un
buen gin tonic resbalando por sus
resecas gargantas y un humeante
cigarrilllo colgando de sus temblorosos
dedos. Lo están pasando peor
que Bill Murray en ‘Atrapado en el
tiempo II: encerrado en el plató de
Sálvame’. ¿El motivo? En 32 años
de vida NUNCA JAMÁS han estado
más de 12 horas sin disfrutar de
alguno de estos dos placeres de la
vida. Solo piensan en que se acabe
semejante tortura a la que se están
viendo sometidos. Es por ello que
aceptan todas y cada una de las soflamas
que estos soplapollas les están
soltando: lo único que desean es
tumbarse en una hamaca. Por ellos
como si La Horda de Mantenidos
defienden que la Sanidad Pública
sea sustituida por bonos descuento
en el Primark: sus ideales los pueden
encontrar en el reverso de una
botella de Beffeater, y sus principios
éticos en el plástico de un paquete de
Winston.
Federico y Arnaldo, guiados por Angie,
entran en una lujosa jaima custodiada
por dos enanos con caretas
de Enrique Dans.
- ¿Os gusta la jaima? ¡Está hecha
con piel de internauta! Como podéis
comprobar, no hemos reparado en
gastos.
Al fondo de una tenuemente iluminada
jaima, Federico y Arnaldo distinguen
a una figura canosa sentada
en un trono. La atmósfera, sorprendentemente
limpia, huele intensamente
a Ambipur y billetes de 500
usados. El Presidente se levanta y los
invita a sentarse con un gesto hosco
y decidido.
- Siéntate, mi niño. Sentaos, oíste.
Teddy Bautista, 40 años después, sigue
forzando el acento canario.
NECESITO UN CIGARRO, UN GIN
TONIC Y UN HOMBRO SOBRE EL
QUE LLORAR.
Arnaldo sufre un amago de infarto
de paladar. Federico mira a Angie.
Angie, visiblemente emocionada,
presenta a El Presidente.
- Bueno, no hace falta que Angie os
diga delante de quien estáis, ¿no?
- Déjalo, Angie mi niña, ¿sí? Bien,
ustedes, siéntense. Estoy muy cansado
y necesito darme ya un masajito
con una de esas lindas señoritas que
ustedes también podrán disfrutar en
cuanto firmen el contrato, oíste.
- ¿Contrato?
- Angie mi niña, ¿le has explicado a
estos señores los términos del contrato
que deben firmar para entrar a
formar parte de Los Mantenidos, mi
niña se lo has explicado?
Angie, acongojada a más no poder,
se queda petrificada mirándo a
Teddy.
- No sabemos nada de un contrato,
señor Bautista. ¿Podrían darnos algo
de beb…
- Bien, se lo explico yo mi niño y terminamos
antes. Seré breve: o firman
el contrato de adhesión a nuestro
Grupo de Mantenidos, cediéndonos
todos sus derechos con la idea de
que cualquier ingreso vaya a parar a
nuestras arcas, de las cuales ustedes
también se alimentarán de por vida,
o me temo que tendré que expulsarlos
de este resort y putearlos de por
vida. ¿Oíste?
Arnaldo sufre un golpe de lucidez
momentánea debido a la falta de riego
que sufre su hígado.
- Pero señor Bautista, quizás no estamos
totalmente de acuerdo con sus
planteamientos, con toda este festín
de descargas ilegales, aprovecharnos
del dinero del contribuyente y… y…
Arnaldo recupera la cordura. Federico
lo mira con ojos encendidos.
Teddy, repentinamente, levanta la
voz.
- A ver si os queda esto claro de una
vez y lo podéis disfrutar delante de
esos pequeños adoradores de Linus
Torvalds y demás mierdas de código
libre que tanto bien nos están haciendo
a nosotros, La Élite. Esto no
lo hacemos por inflar las estadísticas
de piratería y así tener manga ancha
para lucrarnos con estúpidos impuestos
que además nos dan dinero,
oíste. No lo hacemos por odio, ni por
venganza, ni por cualquier otro de
esos argumentos estúpidos y falaces
que adjudica El País a los pobres y
piojosos piratas de tres al cuarto. No,
nuevos camaradas. Esto lo hacemos
porque simplemente nos flipa, nos
pone cachondos, sufrimos orgasmos
múltiples cuando hacemos ‘click’ y
vemos como se inicia una puta descarga.
Si, Nuevos Mantenidos, sí.
Somos adictos y actuamos como tales,
oíste. Cualquiera de los que está
aquí, en este jodido paraíso que va a
cargo de los bolsillos del iluso contribuyente,
siente lo mismo. ¡Cualquiera!
Cualquiera de nosotros se puede
jactar de que NUNCA jamás en su
vida ha comprado un disco físico o
ha ido al cine pagando la entrada.
22 Acariciar el gatito de Angora Cambiarle el tóner
23

No, amigos. Todo lo descargamos de
Internet. Jamás se nos ocurriría usar
Spotify, ¿qué cojones es esa basura
comunista de alquilar música legalmente
y a un precio razonable? ¡Por
Cristo bendito, no! ¡Jamás! ¡Solo
yo poseo la verdad absoluta, y esta
se resume en una única y poderosa
máxima que tendréis que grabaros
a fuego!
- ¿Y cuál es esa máxima, querido
Teddy?
Teddy los mira con los ojos más rojos
que los de Bob Marley después de ir
a natación.
- No es lo que tengo, es lo que me
puedo descargar.
Angie empieza a llorar. Arnaldo sufre
un amago de desfallecimiento.
Teddy se pone en pie, se aferra a
su bastón y comienza a reírse fuertemente.
Federico mira al suelo y
aprecia cómo Angie ha mojado sus
bragas. Arnaldo se incorpora, pero
tiene la mirada más perdida que los
inspectores del Caso Marta del Castillo.
Teddy rezuma orgullo.
- Y bien, ¿tienes alguna pregunta
ahora? ¿Alguna duda antes de que
firméis el contrato?
Federico, como siempre, sienta cátedra.
- Mire, sí que tengo una. De cara a
hacer esto de la firma más solemne…
¿podríais darnos un cigarro y prepararnos
un buen Gin Tonic de Blackwoods?
Sin pepino por favor, que
se me repite bastante después.
Angie abre la boca de la misma manera
que la abrió mi primo Manuel
cuando le dijeron que era padre de
trillizos el mismo día que fue despedido
de los astilleros. Teddy, impertérrito
y con la mirada más fría que
las mejillas de Walt Disney a día de
hoy, asiste imperturbable a la escena.
Arnaldo toma aire y se yergue al
lado de Federico.
- ¿Wiston, Wiston tenéis? ¿Y unas almendritas
podría ser también?
Angie intenta articular palabra, pero
su atenazada epiglotis solo le permite
emitir una serie de graznidos
cíclicos y repetitivos. Federico mira
a Teddy. Teddy mira a Federico.
Arnaldo mira una maleta de ordenador,
de cuero duro, con el membrete
de la SGAE y astutamente escondida
detrás de una silla, de cuyo bolsillo
exterior asoma un paquete de cigarrillos.
- Angie mi niña, creía que habías dejado
claro a estos caballeros que, en
esta Comunidad de Mantenidos, en
estricto cumplimiento de la normativa
legal y, lo más importante, por
encima de mi cadáver, jamás, repito
jamás…
El triángulo de las Bermudas
AL
- … jamás…
LORO
- … JAMÁS MIENTRAS YO VIVA…
CANTIMPLORO.
- SE FUMARÁ O BEBERÁ GINE-
BRA EN ESTA ISLA. ¡¡¡JAMÁS!!!
¡¡¡¡¡¡¡¡JAMAAAAAAAASSSSSSSS’aa
aaa!!! ¿Oíste mi niño?
Un silencio sepulcral, digno de la
Convención Mundial de Mimos,
inunda la jaima. Angie sale corriendo
dejando un reguero de flujo tras
de sí. Arnaldo desfallece sobre la silla,
con una mano sobre la frente y
la otra agarrándose la cartera, por si
acaso. Teddy les ofrece sendos contratos
y estilográficas Montblanc,
mientras los mira con la confianza
personal que otorgan 25 años al
frente de la segunda institución más
odiada del mundo, por detrás de La
Iglesia.
Federico, con mirada melancólica,
no puede más que sentarse en la
silla, coger los papeles y reparar de
nuevo en el maletín oculto que deja
asomar un delicioso cigarrillo.
- o -
Este afable personaje ha sido responsable de la desaparición
de numerosos barcos y aviones a lo largo de la
historia
Por Caballo Maera
24 Vaciarle la bandeja de entrada Desenvainar la espada
25

Antes de llover siempre chispea, por Cafelito / Caballo Maera
26 Pintar con brocha gorda Sacarle punta al lápiz
27

El tenista nihilista y su sobrino Julen, el mejillón vasco.
Por Kitschic / Caballo Maera
Sainetes y elucubraciones de Federico F.
Acto 14. Epílogos en el
mar.
- ¿Me das fuego, querido amigo?
- Nunca te diré que no a eso.
Federico aspira fuertemente y traga
una buena bocanada de humo.
- Dios…
- ¿Sabes qué es lo mejor, camarada?
- No puede haber nada mejor que la
brisa marina y un buen cigarro al sol.
Arnaldo mete la mano en la maleta
que, dos horas atrás, se encontraba
oculta en la jaima de Teddy bautista.
Saca una botella de ginebra, 6 latas
de tónica, 3 limones, 2 vasos de
culo ancho y una bolsa de hielo que
estaba oculta en un compartimento
térmico.
- Parece ser que El Presidente tenía
algo que ocultar, sí señor.
Arnaldo sirve sendos gin tonics, enciende
un Winston para él, brindan
y ponen rumbo a no saben dónde. El
motor de la Zodiac, recién robada del
puerto del resort, ruge con fuerza.
Sin embargo, a nuestros amigos
(concretamente a Arnaldo) se les
escapa un detalle: la fatídica noche
que conocemos como La Noche de
los Hojaldres Rotos, Rosario introdujo
un micro en la cavidad anal de
Arnaldo, bajo petición expresa de
Teddy Bautista. El Presidente no se
fía nunca de Los Nuevos Mantenidos,
por lo que siempre aplica estas
“medidas de seguridad” a modo de
prueba de fe.
Ergo hay una cosa que nuestros atolondrados
amigos no saben: están
siendo escuchados. Reunidos en la
jaima de Teddy, todos los asistentes
a La Gran Fiesta de Las Descargas
se encuentran delante de unos
altavoces escuchando la sarta de
sandeces que nuestros amigos van
soltando. ¿El objetivo? Qué más da,
nadie espera nada de dos pájaros
que huyen del paraíso en la tierra
única y exclusivamente porque no
se puede fumar o no hay gin tonics.
Transcribamos lo que están escuchando
la panda de sanguijuelas
reunidos en torno a Teddy. El sonido,
disculpad las molestias, no es el
mejor del mundo.
………… nte otro gin tonic,
mi jodido gran amigo Arnald…………………………….
clinc
clinc fssshhhhhh pssssshhhhh
mmmmmh………………… dre que
me parió, como está esta jodida
mierd………………………. tro
cigarrito, compadre? Marchando,
que paga el canario con
acento forz……………………………
ajajajajajajajajaja que asco de
acent………………… jajajajajaja………………………….ajajajajaajaja…………………..
¿Y ese maldito pelo
de mofeta que me lleva, eh? Anda
y que te fol……………………………
as a vomitar hazlo por la borda,
Feder……………….. jor, estás mejor?
…………………. enido, a emborracharno,
er resurtaaaaado
nos d……………….. coooooooool,
aaaaaaalcoooooooooool aaaaaalcooo……………………………………………….
oma ya, pelo mofeta!!! ¡¡Pelo mofeta!!
Aaaaaahhhhhh……………………………..
ralo el tío, con la botellita de ginebra
en la maletita y el paquete
de tabaco escondido en el
desp………………………………………
la vuelta Arnaldo, da la vuelta que
le vamos a contar a todos esos
mierd……………….. jajajajajajajajaja………
Las Sanguijuelas se mueven incómodas
y miran de refilón a Teddy,
Su Presidente. Bautista, imperturbable,
mira los altavoces. Rosario,
que es quien lo conoce mejor, se percata
de una cosa: una ligera gotita
de pipí ha asomado en su blanco e
inmaculado pantalón de lino. Algo,
sin duda, va mal.
………………………….. iiiirrrrr assssíiii
esssss mooooorrrrrrriiiiiir de amooooooooor,
naaaa nananaaannaaaa
……………………………. canta
Arnaldo, canta coño! ¿Por el amor
de esa mujer somos dos hombres
con un mismo destino? Venga,
vam………………………….. to queda?
Media botella aún, ¿no? Per-
fec………………… jame que mee por la borda,
coño, que no puedo hac……………………
y qué pasó al final con el abogao, Arnald………………….
bogao? ¿Qué es eso
del abog…………………….. que tengo aquí
colgao!! Ay Arnaldo, 10 años de amistad y
aún caes en est……………………………………
ay mi gran amigo, la felicidad me supura,
me supura……………………………….
aco y ginebra a cargo de un maldito canario
con acento forz……………….. parece
un chiste. Oye, mira a ver si hay
más tabaco en la mochila que nos estam…………………………………………………….
te gusta un cigarrazo, puñet
e r … … … … … … … … … … … … … … … … … . .
un sobre tío. ¿Qué? Eso, que
hay un sobre acolchado aquí
dent…………………………………………………..
cen papeles, alguna mierda de los contratos
estos que nos…………………………………………
Las Sanguijuelas prestan atención. El
silencio es irrespirable. Rosario mira a
Teddy. El Presidente traquetea en la mesa
con los dedos. Por primera vez en su historia,
en su rostro se esboza una mueca
similar a la del MIEDAZO.
………………….. ja eso y mira a ver si hay
más tabac………………………………… ra
que mire más al fondo, espérate que
mire más al fon…………………………………
arece que no hay nada más compadr…………………..
no, solo están los papeles
est……………………………
Teddy emite un gruñido y apaga los altavoces.
Alejandro Sanz los vuelve a encender.
Todos miran a Teddy con venenosa
desconfianza. Teddy toma aire profundamente
y esgrime su más rocosa mueca de
indiferencia. Rosario tiembla y dice “Ay
ay ay ay”.
………………………. uda mierda, Federico.
Ahora que hacemos sin tabac………………………..
se compañero, no sé.
Has mirado bien, ¿no? Si sí, solo he encontrado
los papel……………………….. ro otra
vez, va. A ver……………….. da, solo el sobre
con los papeles est………………………. solo
hay papeles entonces, ¿no? Eso es. ¿Y qué
hacemos con el sobre este lleno de papeles?
Qué hacemos con un sobre lacrado lleno de
papeles que no sabemos lo que contienen,
¿eh? Pues a sab………………………………..
qué mal……………….. solo unos papeles en
un sobre lacrado donde pone “TOP SE-
CRET”…………….. gran película, por cierto.
28 Meterle de todo menos dinero en el banco Liberar a Willy
29

Anda y que no……………………………. es que no se, Arnaldo. ¿Qué hacemos con el sobre? ¿Lo abrimos a ver qu……………….
Teddy arruga con inusitada fuerza una pelotita antistress que hay sobre su mesa. Rosario rompe a sollozar. Una de
Las Sanguijuelas sube el volumen. Durante dos minutos se pierde la señal, y solo se escucha el crepitar de los altavoces.
Federico y Arnaldo se están alejando, por lo que la intensidad de la señal es cada vez menor. En la jaima nadie respira.
……………………… ega el solazo, amigo Arnaldo, estoy medio maread………………ca esos folios……. ………………………………a
ver que tenemos por aqu…………………………… es una declaración jurad………………………………………. déjame leer, a
ver…………………….. sí……………..ostia Arnaldo, madre del amor hermoso. ¿Qué pasa, Federico? Pues aquí, literalmente,
dice que Teddy Bautista………………………………………………………. ¿En serio? Pero, ¿y eso que quiere decir? Pues, amigo Arnaldo,
yo entiendo que eso significa que………………………¡¡No jodas!! ¿No será falso? ¿Crees de verdad que Teddy Bautista………………………………………
Imagino que sí, lo peor es que si de verdad el……………………………………… no se qué pasará en
el futuro. ¡¡Es increíble esto Federico, increíble!!........................................... qué hacemos con esto? ¿Lo guardamos y se lo
enviamos a los pobres chavales que desconoc………………….. mejor rompamos todos estos papeles, amigo Arnaldo, que no
se si estas pobres criaturas podrían aguantar semejante disgusto, disgusto que seguramente los conduciría al suicidio, la
esquizofrenia o, aún peor, los llevaría a intentar componer de nuevo. ¡Así que brindemos Arnaldo, brindemos por el hecho
de que Teddy Bautista … ¡¡Si señor, por Teddy Bautista!! … menudo cabrón, como se le ocurre hacer semejante cosa a estas
pobres personas, no se merecen que Teddy haya…
Los altavoces crepitan de nuevo, y ya no se volverá a escuchar nada más: Federico y Arnaldo se encuentran ya demasiado lejos.
Teddy Bautista acerca lentamente la mano a los altavoces y los apaga con semblante triste, de derrota. Las Sanguijuelas
lo miran con un sentimiento común de ira, sorpresa, desprecio y desolación, similar a lo que perciben día a día las azafatas
de Ryanair en el desempeño de su trabajo.
Teddy se levanta de su silla con dificultad como si hubiera envejecido 20 años de golpe. Las sanguijuelas se apartan. En sus
rostros se agolpan preguntas, ganas de asesinar e imbecilidad congénita, todo en el mismo pack. Teddy coge el bastón y,
con dificultad, empieza a andar. La Turba Mantenida lo deja pasar, se para delante de un cuadro suyo en el que acaricia a
un tigre albino, suspira profundamente, encoge los hombros, agarra una Les Paula Abdul y se gira hacia Las Sanguijuelas.
Los mira a los ojos y rompe a cantar ante la estupefacta audiencia:
El llegó en un mercante,
que provenía de Malabo.
Acaramelados pedimos los entrantes,
y en un pim pam ya me había metido el nabo.
Y que le voy a hacer si yo,
FIN.
que no sufro de amnesia,
aquella noche de verano
le soplé la nuca a Alex de la Iglesia.
ZRZ7 LOVES CM, por Mariano
30 Montarse en el toro mecánico Pasar por la piedra
31

El DVD que nunca tendrán en Forocoches, por Cafelito
Fragmento de las memorias de Dori
32 Poner el bacalao en remojo Soltar lastre
33

La entrevista capciosa
HOY:
Entrevista a El Adri, un
hombre de Sevilla que
en alguna ocasión ha
trabajado.
Caballo Maera: ¿Adrián?
El Adri: No está, deje un mensaje en
cuanto escuche la señal.
CM: Pero oiga, si le estoy tocando el
hombro.
EA: ¿Ah, sí? ¿Pero has llamao al
Lope?
CM: Oiga... ¿qué Lope?
EA: El que la tiene como el Nintendo
Scope, cabesa.
CM: Me parece que usted tiene mucha
guasa.
EA: ¿Más que el Oliva?
CM: Eh... ¿el Oliva?
EA: Si picha, el que te dejó el culo en
carne viva.
CM: Bien, creo que es suficiente. Vámonos
a la calle que te voy a partir
la boca.
EA: No hombre, tranquilo. Paz, haya
paz.
CM: ¿Padilla? ¿Vega?
EA: Mira, compadre, vamos a darnos
prisa que se me está enfriando
el cazón en adobo y eso en Triana es
pelea, delito, eres carne muerta.
CM: Así que usted también es de
Triana.
EA: ¿Conoces a alguien más de Triana,
killo?
CM: Bueno, el 95 % de los sevillanos
que he conocido en toda mi vida
como entrevistador dicen que son de
Triana.
EA: ¿Me estás vacilando?
CM: Claro. Bien, entonces es usted
andaluz.
EA: Sólo cuando voy borracho, es decir,
siempre.
CM: Y usted afirma que, siendo andaluz,
ha trabajado alguna vez.
EA: Alguna cosita he hecho, sí.
¿Quiere un porrito cabesa?
CM: No, que tengo alergia al gluten.
¿Y qué tipo de trabajo hace un andaluz?
Es que es algo bastante novedoso
y hay interes por parte de nuestros
lectores, ¿sabe?
EA: Pues mira, hice de sastre de Tarzán
una temporadita. Mu rico.
CM: Ah, mira. ¿Alguna cosita más?
EA: Pues mira, un tiempo hice también
de cobrador de impuestos en
Sevilla.
CM: Pero si en andalucía no los pagáis.
EA: Alguna cosita caía. También fui
yo quien liberó a Willy. Fundé The
Refrescos allá por los años 80, cuando
llevaba el pelo de Mogli cuando
escuchaba Manowar. Debo de admitir
además que, no sin pesar, fui yo
quien convirtió a La Sirenita en toda
una Señora Sirena, tu me entiendes
cabesa. Por cierto, bonito pantalón.
¿Son de nylon?
CM: No, son de lino.
EA: Pos agárrame el pepino. ¿Quieres
que siga?
CM: Por mí como si te bebes un ron
con cemento. Pero sigue, sigue.
EA: Pues mira killo, yo fui quien dijo
eso de “Be water my friend”. Además,
cuando nadie daba un duro
por ello, puse de moda la pesca de
botas al más puro estilo Carpanta,
con chambel y carná fresca. Ahí en el
Guadalquivir, killo.
CM: ¿Alguna tontería más de la que
vanagloriarte, jodido tío guapo?
EA: Ya que preguntas, decirte que yo
enseñé a Jacques Cousteau a respi-
34 El chu-cu-chú del tren
rar bajo en agua con un tubo de plástico,
allá por los 90. Esto fue justo
antes de irme a trabajar a los Lagos
de Covadonga, que estuve dos años
buscando a Nemo. El caso es que no
lo encontré porque en aquella época
bebía mucho y en verdad me acuerdo
de poco.
CM: Si si, muy bien. Toda esta mierda
andaluza está perita. Ahora vamos
a tratar la verdadera razón por
la que te hemos convocado.
EA: Convócame la polla si tienes
huevos.
CM: No meemos fuera del tiesto. Vamos
a llevarnos bien. Ahora, mírame
fijamente. ¿Sí?
EA: Claro, killo.
CM: Ahora cierra los ojos, respira
hondo, piensa en Curro de la Expo
del 92, relaja los hombros, muerde
esta frutita que te acerco, dobla las
rodillas hacia adentro, estira los brazos
hacia adelante y no pienses en
nada más que en el último disco de
Enya, cuando susurra.
EA: Perdona, ¿me estás intentando
quitar el reloj?
CM: Pero, ¿cómo te has dado cuenta?
EA: Porque me has arañado la muñeca
con la uña asquerosa esa que
tienes.
CM: Es que está la cosa muy mala,
Adri, que tengo que tocar canciones
de Chambao en el metro para sacarme
unas monedas para comprar los
congelados de La Sirena.
EA: ¿Has probao las samosas? Buenísimas.
¿Quieres un eurito? Que a
mí el dinero me sale por los ganglios
linfáticos.
CM: No podría aceptarlo viniendo de
un andaluz.
EA: Sports. It’s in the game…
[Y se va]

Ahora sin condón
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