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LA MIRADA A LOS INVISIBLES

Revista que aborda a cinco grupos en condiciones de vulnerabilidad ante la negación de sus derechos humanos.

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<strong>LA</strong> <strong>MIRADA</strong> A <strong>LOS</strong><br />

<strong>INVISIBLES</strong><br />

Revista sobre grupos vulnerables en El Salvador<br />

DIPLOMADO EN CIENCIAS POLÍTICAS Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA UCA 28, 06, 2014


EDITORIAL<br />

Descubrir universos<br />

vulnerables<br />

Los derechos humanos han sido la<br />

bandera que alzan los excluidos y que<br />

logran alcanzarlos a partir de la<br />

organización y la participación ciudadana.<br />

Grupos vulnerables se ven negados de sus<br />

derechos, a pesar que también son seres<br />

humanos.<br />

En primer lugar, la juventud está<br />

estigmatizada, en especial los varones que<br />

son duramente tachados de pertenecer a<br />

grupos criminales como las pandillas, por<br />

el hecho de tener la edad que tienen.<br />

Otros, no gozan de oportunidades básicas<br />

como una buena educación o<br />

sencillamente vivir en un hogar donde<br />

reine la paz y la tranquilidad.<br />

En segundo lugar, (aunque no en orden<br />

cronológico) se ve la niñez. Infantes que<br />

están por las calles ante la mirada de<br />

transeúntes y automovilistas, siendo<br />

víctimas de la explotación y la<br />

displicencia.<br />

También existe una niñez que debe fugar<br />

de un país que le ofrece pocas<br />

oportunidades de crecer. Mujeres y<br />

hombres que en el camino al “sueño<br />

americano” pasan por la más tortuosa<br />

pesadilla.<br />

El Salvador también está vulnerado en<br />

sus principios. Los pueblos originarios<br />

no gozan de mayor reconocimiento y<br />

sufren el flagelo de la negación.<br />

Trabajadoras sexuales y mujeres<br />

transexuales que buscan una forma de<br />

sustento que es señalada ante una<br />

sociedad de matrices conservadoras<br />

ancladas muchas veces a la justificación<br />

religiosa, pero amnésica reconocer que<br />

EL<strong>LA</strong>S también son su prójimo.<br />

En esta edición queremos llevarlo a un<br />

recorrido donde perderá la venda y la<br />

ceguera para ver con ojos de la realidad a<br />

grupos vulnerables que buscan ser<br />

visualizados.<br />

¡Qué disfrute la lectura!<br />

Gabriela Henríquez Valencia, editora.<br />

1


ÍNDICE<br />

04 PROBLEMA Y SOLUCIÓN<br />

La juventud saca sus garras<br />

06 Niñez vulnerada en El<br />

Salvador<br />

08 Migrantes<br />

09 Pueblos originarios<br />

El Salvador es un árbol con<br />

débiles raíces<br />

11 <strong>LA</strong> ENTREVISTA<br />

Karla Quintanilla, trabajadora<br />

sexual<br />

14 Transgénero: una lucha por la<br />

identidad<br />

2


La juventud saca sus garras<br />

Por: Norma Leticia Fernández<br />

La juventud, por ser uno de los sectores<br />

mayoritarios de la población salvadoreña,<br />

merece que el gobierno diseñe políticas<br />

públicas con el propósito de promover el<br />

acceso a sus derechos y alcanzar su máximo<br />

desarrollo. Otra consideración importante es<br />

dar a la juventud las herramientas y los<br />

principios necesarios para que se conviertan<br />

en constructores de una nueva sociedad que<br />

brinde mayores posibilidades de bienestar<br />

social, económico y cultural del país.<br />

A pesar que en el año 2005 El Salvador fue el<br />

Anfitrión de la XVIII Cumbre Iberoamericana<br />

sobre Juventud y Desarrollo, este no ratificó<br />

la Convención Iberoamericana de Derechos<br />

de los Jóvenes (CIDJ), y hasta la fecha no se<br />

tiene conocimiento de tal decisión. Dentro<br />

de las declaraciones emitidas en la Cumbre,<br />

quien en ese entonces era Ministra de<br />

Relaciones Exteriores, Marisol Argueta,<br />

mencionó que: “la Convención tiene<br />

incompatibilidades con nuestra Constitución<br />

y con la moral que es aceptable para la<br />

sociedad salvadoreña, razón por la cual el<br />

gobierno salvadoreño decidió no suscribir el<br />

convenio internacional”. En esta misma línea<br />

también iban las palabras del Presidente<br />

Elías Antonio Saca: “No hemos firmado<br />

ningún compromiso internacional como país<br />

que en primer lugar atente contra la familia<br />

(...) no hemos firmado ningún convenio que<br />

riña con la Constitución de la República”.<br />

Ante tal situación y para no dejar en el vacío<br />

los derechos de los jóvenes en El Salvador se<br />

crea el Instituto Nacional de la Juventud<br />

(INJUVE), bajo la premisa de que el Estado<br />

tiene la obligación de reconocer los derechos<br />

El problema<br />

y deberes de la población joven, así como<br />

promover y garantizar mejores<br />

oportunidades con el fin de lograr su<br />

inclusión con equidad en el desarrollo del<br />

país. Dicha institución nace cuando entra en<br />

vigencia la Ley General de Juventud, el 14 de<br />

febrero del 2012.<br />

Según en el informe brindado<br />

por la Dirección General de<br />

Estadísticas y Censos (DIGESTIC)<br />

junto con el Ministerio de<br />

Economía de la Republica de El<br />

Salvador (MINED) y el Fondo de<br />

Población de las Naciones Unidas<br />

(UNFPA) titulado: “Principales<br />

indicadores, sobre adolescentes<br />

y jóvenes en El Salvador”, se<br />

estimó que en el año 2012 una<br />

de cada 5 personas tenía entre<br />

15 y 24 años<br />

3


La juventud saca sus garras<br />

(continuación).<br />

Es importante destacar que la juventud no<br />

siempre se siente identificada con<br />

organizaciones gubernamentales y que<br />

por iniciativa propia crean esfuerzos y<br />

proyectos para hacer valer sus derechos y<br />

asimismo abonan a su desarrollo<br />

personal y organizativo. Como ejemplo<br />

del compromiso social y la iniciativa de la<br />

población juvenil del país se encuentra: el<br />

Programa de Prevención de Violencia<br />

Juvenil “LÍDERES JAGUARES”.<br />

Se ha desarrollado en 6 años, y se ejecuta<br />

en el Instituto Nacional Albert Camus.<br />

Los beneficiarios han sido estudiantes de<br />

dicha institución. Alrededor de 500<br />

jóvenes han participado a lo largo de este<br />

período.<br />

El objetivo general del programa es<br />

prevenir la violencia juvenil a través del<br />

voluntariado social transformador,<br />

fortaleciendo así el desarrollo del<br />

La solución<br />

liderazgo y habilidades sociales en los y<br />

las jóvenes de bachillerato; además para<br />

que, quienes participan en el programa,<br />

asuman su compromiso de ser una nueva<br />

generación comprometida al servicio<br />

integral de los sectores más vulnerables<br />

de nuestra sociedad.<br />

Para la ejecución general del programa se<br />

toman como base las experiencias<br />

anteriores en relación al voluntariado y<br />

participación juvenil. No es un simple<br />

programa de prevención de violencia, se<br />

trata de promover cambios de<br />

comportamientos en los y las jóvenes<br />

participantes a través de nuevas formas de<br />

relacionarse. Se les brindan herramientas<br />

que les permiten comprender la dinámica<br />

de la violencia, pero también se les<br />

enseñan formas alternas de responder ante<br />

tal dinámica.<br />

Es curioso el origen de su nombre como<br />

organización. Los “jaguares” han sido<br />

animales ancestrales que, históricamente,<br />

han sido líderes en su especie. Sin<br />

embargo, con el pasar del tiempo, el<br />

desarrollo económico, la globalización, la<br />

caza, etc. han ido desapareciendo por la<br />

extinción. al igual que los jaguares, los y<br />

las jóvenes líderes y lideresas positivos/as<br />

han ido desapareciendo; pero quedan<br />

unos pocos, y lo que se busca es proteger<br />

y promover a estos/as jóvenes, que con su<br />

liderazgo buscan transformar su entorno,<br />

y por ende, la sociedad en general. Lo que<br />

resta por decir es: ¡A sacar las garras por<br />

la juventud!<br />

4


La niñez vulnerada en<br />

El Salvador<br />

Por: Beatriz Rivas<br />

Hay niños pidiendo limosna, niñas<br />

cargando con sus hermanitos menores,<br />

niños con sus bolsas de tomates y chiles<br />

vendiendo en los mercados, niños que se<br />

paran en medio de la calle a hacer algún<br />

truco para los automovilistas cuando el<br />

semáforo está en rojo, niños que no tienen<br />

acceso a la educación, a una vivienda<br />

digna, a una familia amorosa, a una buena<br />

alimentación, que sufren de<br />

desintegración y violencia intrafamiliar.<br />

El artículo 38 de la Ley de Protección de<br />

la Niñez y la Adolescencia (LEPINA), se<br />

refiere a que el “maltrato es toda acción u<br />

omisión que provoque o pueda provocar<br />

dolor, sufrimiento o daño a la integridad<br />

física, psicológica, moral o sexual de una<br />

niña, niño o adolescente (…) Se<br />

considera, asimismo, como maltrato el<br />

descuido en el cumplimiento de las<br />

obligaciones relativas a la prestación de<br />

alimentación nutritiva y balanceada,<br />

atención médica, educación o cuidados<br />

diarios y la utilización de las niñas, niños<br />

y adolescentes en la mendicidad”. 1<br />

Toda acción y expresión violenta son una<br />

violación a los derechos de los niños y<br />

niñas, ya que afecta su integridad<br />

psicológica puede ser grave y se<br />

considera un delito.<br />

En cifras de la Policía Nacional Civil<br />

(PNC), 279 niñas y niños fueron víctimas<br />

de maltrato. 137 personas del sexo<br />

femenino y 139 del sexo masculino. 1<br />

La Convención sobre los Derechos del<br />

Niño dice en el art. 32 que “El Estado<br />

debe evitar la explotación de niños y<br />

niñas, más si este les impide ir a estudiar,<br />

dañe su salud o ponga en riesgo su<br />

desarrollo físico, mental, moral y<br />

espiritual.” 2<br />

Lastimosamente esa es la realidad de<br />

nuestros niños y niñas, por lo menos no<br />

de una gran mayoría. El no saber<br />

defenderse y desconocer sus derechos los<br />

hace vulnerables.<br />

“El desarrollo humano de El Salvador<br />

puede estar comprometido si la política<br />

de la violencia infantil no es considerada<br />

con urgencia”, manifestó la representante<br />

especial del Secretario General de<br />

Naciones Unidas sobre Violencia contra<br />

los niños, Marta Santos Pais, al presentar<br />

el informe de su visita a El Salvador, la<br />

semana pasada. En concreto señaló que la<br />

niñez salvadoreña sigue siendo víctima de<br />

violencia en la comunidad y en la<br />

1<br />

http://observatoriodelosderechosdelaninezylaad<br />

olescencia.org/Maltrato_Infantil.php<br />

2<br />

http://www.isna.gob.sv/ISNA/phocadownload/cd<br />

in/CUADERNO%201%20web.pdf<br />

5


intimidad del hogar. También mencionó<br />

que en el caso de los varones, muchos<br />

están propensos a caer en la<br />

manipulación de las pandillas o ser<br />

víctimas de homicidio, entre otros<br />

peligros. 3<br />

En El Salvador, las voces de los niños se<br />

ahogan en súplicas y lamentos: "¡no me<br />

mates, mamita!", "¡no me viole, señor!",<br />

"¡por favor, no le haga daño a mi papá!".<br />

Pero sus "no"<br />

son tan débiles<br />

como sus<br />

cuerpos, a<br />

menudo<br />

maltratados,<br />

ultrajados y<br />

lastimados<br />

hasta la<br />

muerte. 4<br />

En el país existe una ONG que se encarga<br />

de contrarrestar cualquier violación a los<br />

derechos humanos, llamado: Observatorio<br />

de los Derechos de la Niñez y<br />

Adolescencia.<br />

de estos grupos poblacionales y<br />

sobretodo, visibilizar la grave situación<br />

de violencia que los afecta, especialmente<br />

en cuanto a los crímenes contra la vida,<br />

agresiones sexuales y discriminación<br />

entre pares y por razones de género.<br />

Además, el Observatorio produce<br />

informes periódicos, estudios e<br />

investigaciones que son entregados<br />

regularmente a las autoridades del país,<br />

con la finalidad que sean tomados en<br />

cuenta para mejorar las condiciones de<br />

vida de la niñez, adolescencia y juventud<br />

en El Salvador. 1<br />

Es importante que velemos por la<br />

integridad de nuestros niños y niñas y<br />

seamos sus voces y respaldo.<br />

Erradiquemos el miedo de hablar y<br />

reclamar sus derechos, en las escuelas<br />

principalmente se tienen que dar a<br />

conocer.<br />

El Observatorio es un mecanismo que<br />

realiza una labor de monitoreo, incidencia<br />

en políticas públicas y propuestas para<br />

mejorar el respeto y cumplimiento de los<br />

derechos humanos de las niñas, los niños,<br />

adolescentes y jóvenes en El Salvador.<br />

Entre sus objetivos, está informar y<br />

concientizar sobre las condiciones de vida<br />

3 http://www.contrapunto.com.sv/ddhh/onuviolencia-contra-ninos-compromete-desarrolloen-el-salvador<br />

4<br />

http://www.elsalvador.com/noticias/edicionesan<br />

teriores/junio6/NACIONAL/nacio10.html<br />

6


“…los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera… Los<br />

eternos indocumentados…” (Roque Dalton)<br />

Por: Fidel Cornejo<br />

El Salvador es un país de tránsito para<br />

centroamericanos, sudamericanos,<br />

asiáticos y africanos que se dirigen hacia<br />

Estados Unidos, de destino cuando<br />

alberga a nicaragüenses y hondureños, y<br />

de origen cuando 150 hijos de esta patria<br />

salen a diario en busca de un empleo,<br />

reunificarse con su familia, entre otros<br />

motivos.<br />

La ruta del migrante es un camino lleno<br />

de peligros como: explotación, asaltos,<br />

secuestros y la muerte. Quienes pasan<br />

largos meses presos por el frío sistema<br />

migratorio de Estados Unidos fingen ser<br />

mexicanos para que su segundo intento<br />

sea menos agotador.<br />

Vienen con el dolor de haber sido<br />

engañados. Muchos firman, sin leer, un<br />

documento que les hace renunciar a sus<br />

derechos, por ejemplo; ser representados<br />

por un abogado.<br />

Así es como llegan “los suertudos” a<br />

algún punto mexicano, donde son carne<br />

de carroña para los cárteles de la droga.<br />

Los Zetas y El Cártel del Golfo se<br />

disputan a los migrantes por los<br />

cuantiosos rescates que pueden pedir por<br />

ellos.<br />

Los coyotes llevan como encargo a<br />

menores de edad para que crucen la<br />

frontera. El pasado 12 de junio, el<br />

Ministerio de Relaciones Exteriores<br />

reportaba que 1,154 menores, entre ellos<br />

165 niñas y 214 niños estaban en un<br />

centro para migrantes indocumentados en<br />

Arizona.<br />

Mujeres que son vistas como monedas<br />

para trueques a cambio que el grupo no<br />

pase mayores penas con los criminales<br />

que puedan salirles al encuentro. O su<br />

mismo “pollero” que las fuerza a tener<br />

relaciones bajo la amenaza que las pueden<br />

dejar en el camino. Madres e hijos que<br />

son raptados porque los hampones saben<br />

que tienen una familia que responderá por<br />

ellos.<br />

Esa es la travesía del salvadoreño, que en<br />

busca del sueño americano encuentra una<br />

tortuosa pesadilla. Son ellos los<br />

indeseables, los explotados. Como bien<br />

dijo la periodista mexicana Marcela<br />

Turati: “las víctimas de Tamaulipas, cuya<br />

vida no valió ni siquiera una bala”.<br />

¿Quién borraría de su mente aquel<br />

hallazgo grotesco en San Fernando donde<br />

Los Zetas mataron a golpes a gente<br />

inocente cuyo único pecado fue luchar<br />

para sobrevivir?<br />

¿Cuántos de nuestros hermanos estarán<br />

pasando hambre, frío, zozobra,<br />

incertidumbre?, ¿cuántas de nuestras<br />

hermanas estarán siendo abusadas?,<br />

¿cuándo podría ser el día que tuviéramos<br />

la potestad para cambiar nuestro discurso:<br />

“Bienvenido a casa” por: “Quedaté en<br />

casa, querido guanaco”?<br />

7


El Salvador es un árbol con<br />

débiles raíces<br />

oportunidades de vida, sin embargo, no<br />

pudieron lograr nada puesto que los<br />

militares de esa época terminaron<br />

aniquilándoles. Murieron miles de<br />

indígenas, con ellos, sus costumbres, su<br />

idioma, el folklor, la gastronomía, su<br />

cultura, etc.<br />

Por: Maribel Torres Hernández<br />

Es triste pensar, que nuestros pueblos<br />

originarios, desde la conquista española,<br />

hasta hoy en día, son más y más<br />

vulnerables en esta sociedad. Han sido<br />

blanco de toda violación en contra de sus<br />

derechos: salud, alimentación, vivienda,<br />

educación, trabajo, libre expresión, etc.<br />

Poco se ha hecho por dignificarlos y<br />

darles el valor que se merecen como seres<br />

humanos que son. La historia ha<br />

demostrado que lejos de garantizarles sus<br />

derechos, lo que han obtenido es<br />

represión. El 22 de enero de 1932, el<br />

gobierno del General Maximiliano<br />

Hernández Martínez fue responsable del<br />

mayor etnocidio ocurrido en la historia de<br />

nuestro país, y a lo mejor uno de los más<br />

grotescos del mundo.<br />

Ese levantamiento que protagonizaron<br />

nuestros indígenas y que acabó con sus<br />

vidas, surgió a raíz del deseo de<br />

organizarse y exigir sus derechos, porque<br />

ya estaban cansados de ser tratados como<br />

bestias, como ignorantes y querían que se<br />

les tratara bien, que se les diera mejores<br />

En la actualidad, son muy pocos los<br />

pueblos en los que se ve una pequeña<br />

población de indígenas, y por culpa de<br />

ese atroz acontecimiento, muchos de<br />

ellos no hablan el Náhuatl, no se visten<br />

con sus trajes, no visibilizan su cultura,<br />

entre otras cosas, por temor a que se<br />

repita ese hecho.<br />

Todavía existe una gran desigualdad e<br />

indiferencia hacia ellos. El gobierno no<br />

los toma en cuenta, no los reconoce ni les<br />

dan la mínima importancia que se merece.<br />

Ellos, junto a algunas ONGs, desde hace<br />

8


muchos años, han venido organizándose y<br />

exigiendo sus derechos, pero no eran<br />

escuchados, y no se les daba la mínima<br />

importancia.<br />

Pero al final de hacer tantos esfuerzos,<br />

han visto una luz de esperanza, ya que el<br />

13 de junio del presente año, la Asamblea<br />

Legislativa de El Salvador; con 56 votos a<br />

favor, se aprobó la ratificación de la<br />

reforma al artículo 63 de la Constitución,<br />

en el que se establece el reconocimiento<br />

de los pueblos originarios en El Salvador.<br />

Para ellos y para la mayoría de<br />

salvadoreños ha sido un gran logro,<br />

puesto que han sacrificado demasiado<br />

para que en este país se les reconozca y<br />

ya no se les siga violentando sus<br />

derechos.<br />

Sabemos que esta es una manera de<br />

reivindicación hacia ellos, pero<br />

esperamos que se siga haciendo mucho<br />

más por ellos y por preservar nuestra<br />

historia, nuestras raíces. Ojalá que los<br />

nuevos gobiernos y la sociedad en<br />

general, pongamos de nuestra parte para<br />

rescatar y preservar lo poco que nos<br />

queda de nuestros pueblos indígenas; es<br />

una población muy pequeña, muy valiosa<br />

y rica en cultura, la cual debe perdurar<br />

para siempre.<br />

9


Karla Quintanilla:<br />

“Quienes estamos ejerciendo<br />

el trabajo sexual debemos<br />

crear alianzas para luchar por<br />

nuestros derechos”.<br />

La entrevista<br />

Por: Laura Rodríguez<br />

El trabajo sexual es un oficio duramente<br />

señalado y criticado, por ello las personas<br />

que ejercen el trabajo sexual han sido<br />

estigmatizadas y discriminadas. “putas”,<br />

“rameras”, “deshonradas”, “las de la vida<br />

fácil”, entre otros son apelativos que la<br />

sociedad ha utilizado para llamar a las<br />

mujeres que, como el resto en este país,<br />

solo prestan un servicio para ganar el<br />

sustento diario.<br />

No existen condiciones dignas para<br />

quienes ejercen el trabajo sexual, puesto<br />

que no es visto como un empleo. Existen<br />

situaciones precarias en los lugares de<br />

trabajo: algunas mujeres son explotadas<br />

por los/as dueños/as de los negocios en<br />

los que ellas trabajan, por ejemplo; no<br />

tienen prestaciones de ley. Además, son<br />

maltratadas en las instituciones de salud y<br />

otros servicios.<br />

A pesar de ello, existe un gran número de<br />

trabajadoras sexuales que han decidido<br />

organizarse y luchar por sus derechos<br />

como mujeres y como gremio. Karla<br />

Quintanilla es una de esas mujeres, quien<br />

ya lleva más de 20 años en el oficio y es<br />

Trabajadoras sexuales organizadas por la<br />

defensa de sus derechos: Liquid Ambar.<br />

una de las más activas de su gremio en la<br />

lucha por la reivindicación de sus<br />

derechos.<br />

¿Cuáles son, desde tu experiencia, las<br />

causas del trabajo sexual?<br />

El trabajo sexual es multicausal y<br />

depende de varios factores internos y<br />

externos de cada mujer. Por ejemplo; la<br />

pobreza, la falta de empleo, la falta de<br />

educación, condiciones familiares<br />

inestables, situación económica precaria,<br />

etc. pero cada mujer toma la decisión<br />

personal de hacerlo independientemente<br />

de estos factores que influyen pero no<br />

determinan la decisión de ser trabajadora<br />

sexual.<br />

10


Entonces, ¿el ejercicio del Trabajo<br />

Sexual no depende tanto de las<br />

condiciones externas sino de la decisión<br />

personal de cada mujer? ¿En tu caso<br />

así fue?<br />

Sí. En mi caso yo decidí hacerlo porque<br />

me considero buena en este trabajo y<br />

decidí que ésta iba a ser mi forma de<br />

ganarme la vida. Nadie me obligó, ni me<br />

mintió para<br />

meterme al trabajo<br />

sexual. Yo ejerzo<br />

el trabajo sexual<br />

desde hace más de<br />

20 años, y no me<br />

arrepiento de haber<br />

tomado esa<br />

decisión. La sociedad es la que no acepta<br />

el trabajo sexual como un trabajo más y<br />

lo ve como algo negativo, pero en<br />

realidad todas nosotras tenemos los<br />

mismos derechos como trabajadoras que<br />

somos.<br />

Yo he sacado adelante, sola, a todos mis<br />

hijos gracias al trabajo sexual, y este<br />

oficio me ha dado muchas satisfacciones<br />

a lo largo de mi vida. Tengo condiciones<br />

económicas estables gracias al trabajo<br />

sexual y todos mis hijos están en la<br />

universidad gracias a mi trabajo. Como ya<br />

dije, no me arrepiento de mi decisión.<br />

¿Qué se puede hacer para terminar con<br />

el estigma y la discriminación que gira<br />

en torno al trabajo sexual? ¿Cómo<br />

trabajas para reivindicar los derechos<br />

que como Trabajadoras Sexuales<br />

deberían tener?<br />

La entrevista<br />

Primero, es importante despejar la mente<br />

de esos prejuicios que no permiten ver las<br />

cosas de manera objetiva. El trabajo<br />

sexual es un trabajo como cualquier otro:<br />

prestamos un servicio y cobramos por él.<br />

Y así de manera objetiva debe verse el<br />

trabajo sexual. Quienes<br />

estamos ejerciendo el<br />

trabajo sexual debemos<br />

crear alianzas para luchar<br />

por nuestros derechos,<br />

pero no pelearlos, sino<br />

exigirlos. En segundo<br />

lugar, la educación es<br />

muy importante. Hay que educar a todas<br />

las personas desde un enfoque de<br />

derechos humanos para que comprendan<br />

que ninguna persona es igual, pero se<br />

deben crear condiciones de desarrollo<br />

iguales y con equidad para todos y todas.<br />

En mi caso yo pertenezco a una<br />

organización que trabaja por reivindicar<br />

los derechos de las trabajadoras sexuales,<br />

esa organización se llama Liquid Ambar<br />

y yo soy actualmente la presidenta. Todas<br />

las personas debemos entender la<br />

importancia de organizarse para<br />

educarnos, educar a los y las demás y así<br />

exigir los derechos que nos corresponden.<br />

Sin la organización es muy difícil que se<br />

logren cambios y transformaciones en la<br />

sociedad, por eso yo he decidido<br />

organizarme y abrir espacios para la<br />

reivindicación y defensa de los derechos<br />

de las trabajadoras sexuales.<br />

11


¿Qué le dirías a las personas que ven el<br />

trabajo sexual como un mal social?<br />

La entrevista<br />

A esas personas yo les diría que se<br />

eduquen, que se acerquen al sector de<br />

trabajadoras sexuales y que conozcan<br />

sobre nosotras como sector pero sobre<br />

todo como mujeres y que vean las<br />

necesidades que nosotras tenemos. Vean<br />

nuestras condiciones económicas y vean<br />

los beneficios que nosotras hemos tenido<br />

ejerciendo el trabajo sexual. Solo así<br />

comprenderían las decisiones que hemos<br />

tomado.<br />

Nosotras no tenemos la culpa de la<br />

explotación sexual comercial, ni de las<br />

Infecciones de transmisión sexual, ni del<br />

VIH, ni de la incapacidad que los<br />

gobiernos han tenido para manejar la<br />

situación económica. Nosotras ejercemos<br />

un trabajo tan digno como cualquier otro<br />

y queremos que se nos reconozca como<br />

gremio. No somos causa de nada ni<br />

consecuencia de nada, solo somos<br />

mujeres que hemos decidido ejercer este<br />

trabajo y exigimos condiciones laborales<br />

dignas para nosotras.<br />

12


Por: Heidi Guardado<br />

T<br />

odo es blanco o negro, bueno o malo,<br />

aceptado o prohibido. El mundo es<br />

una dicotomía y polarización. El género<br />

no se escapa de ello, o se es hombre o se<br />

es mujer. La lucha por el reconocimiento<br />

tiene rostro: las personas transgénero.<br />

Durante años ha existido un circo donde<br />

“los raros” son el fenómeno de atracción<br />

y la ignorancia es el aplauso de una<br />

audiencia inhumana. Desde el<br />

descubrimiento de la propia identidad,<br />

todo ser humano atraviesa dificultades,<br />

pero nacer en el cuerpo equivocado puede<br />

ser un drama bastante cruel que<br />

irónicamente continúa una vez que se<br />

reconocen tal y como son.<br />

Grupos defensores<br />

de derechos<br />

humanos amparan<br />

el verdadero<br />

respeto hacia la<br />

dignidad de<br />

quienes son parte<br />

de la diversidad<br />

sexual. De hecho,<br />

la negación de los<br />

derechos se vuelve<br />

otra forma de<br />

ataque. Ante un<br />

Estado de brazos cruzados, muchas<br />

mujeres trans en América Latina se han<br />

dado a la tarea de reivindicar por sí<br />

mismas lo que para ellas significa un<br />

nuevo horizonte de oportunidades, no<br />

obstante, son violentadas por grupos<br />

oficiales y hasta criminales.<br />

El informe “La noche es otro país:<br />

“Ahora no ejerzo el trabajo sexual, pero hasta<br />

hace un año, la policía me conocía por mi<br />

activismo. En cuanto me veían por la calle, me<br />

detenían sin razón, me llevaban a la ‘posta’<br />

(comisaría de policía), me obligaban a limpiar<br />

los baños o las patrullas, me trasladaban de<br />

una celda a otra, me metían con hombres<br />

sabiendo del hostigamiento que sufrimos las<br />

mujeres trans en esas celdas” (Dirigente trans<br />

de derechos humanos en San Pedro Sula,<br />

Honduras. Investigación RED<strong>LA</strong>CTRANS).<br />

Impunidad contra las mujeres transgénero<br />

defensoras de derechos humanos en<br />

América Latina” realizado por la Red<br />

Latinoamericana y del Caribe de Personas<br />

Trans (RED<strong>LA</strong>CTRANS) evidencia que<br />

en El Salvador las pandillas a menudo<br />

exigen que sus nuevos reclutas ataquen a<br />

la comunidad LGBTI como su iniciación.<br />

Los procesos de re victimización,<br />

vulnerabilidad, exclusión de la agenda<br />

política,<br />

impunidad ante<br />

crímenes de odio<br />

y otra cantidad de<br />

agresiones no<br />

opacan el sentido<br />

de optimismo que<br />

persiste en las<br />

activistas trans<br />

por lograr el<br />

triunfo de esta<br />

batalla, pero<br />

necesitan más apoyo de los funcionarios<br />

públicos, la sociedad civil y la comunidad<br />

internacional. Se trata entonces de una<br />

tarea de reconocimiento legal de la<br />

identidad de género. Quienes la han<br />

emprendido padecen en carne propia la<br />

discriminación, exclusión, intimidación,<br />

hostigamiento y hasta la muerte. Ganar<br />

esta lucha sería la primera de tantas que<br />

aún faltan por librar.<br />

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