La Luna
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De tal manera que no debe pensarse que el calendario<br />
lunar se dio aislado, solo. Por el contrario, conformó,<br />
prácticamente desde su inicio, una unidad dual con el<br />
de los 260 días.<br />
<strong>La</strong>s dos mujeres, Ixmucane e Ixquic, se unen y establecen<br />
la primera rueda calendárica, o sea la unión de<br />
dos calendarios que a partir de ahí siempre se dará en<br />
nuestra cultura.<br />
Los astrónomos mayas se deciden a investigar el cielo<br />
y dan cuenta que los ciclos de la Tierra coinciden con<br />
los de la <strong>Luna</strong>, e inclusive con los del Sol. Por tanto, lo<br />
que sigue es claro: debe establecerse la coordinación entre<br />
los dos astros representantes del sexo femenino: la<br />
Tierra y la <strong>Luna</strong>, la abuela y la madre. Para empezar, recordemos<br />
que las cuatro fases de la <strong>Luna</strong> concuerdan con<br />
las cuatro etapas de la vida de la mujer, expresadas en<br />
forma clara y bella en el Pop Wuj. Ixmucane, la abuela,<br />
que al envejecer pasa a ser el cuarto menguante; luego<br />
Ixquic, que como doncella representa el cuarto creciente<br />
y que al estar embarazada representa la luna llena; y finalmente<br />
Ixbalanque, su hija que representa la luna nueva.<br />
Esta última, además de luna, representa al fríjol, cultivo<br />
también de características femeninas en la cultura<br />
maya.<br />
En la cultura maya el jaguar también es tierra y luna,<br />
así como cielo estrellado.<br />
Si bien la Tierra con su fertilidad se asemeja a la mujer,<br />
también en el calendario se encuentran números sagrados,<br />
que unen a la mujer con la <strong>Luna</strong>. El nueve es el<br />
número sagrado maya que representa la reproducción,<br />
nueve son las bebidas que elabora Ixmucane para crear<br />
al hombre de maíz y nueve son las energías terrestres<br />
que participan en el crecimiento de las plantas. De tal<br />
manera que durante nueve días se entierran los héroes<br />
civilizadores, Hunahpue e Ixbalamque, en Xibalba, el<br />
inframundo, hasta que derrotan a las fuerzas de la oscuridad<br />
en el juego de pelota. Por eso a los nueve días se<br />
rinde un homenaje a los muertos, ya que es entonces<br />
cuando han pasado por las pruebas impuestas en Xibalba<br />
y se aprestan a convertirse en energías lumínicas.<br />
Esta tradición de los nueve días se observa en la actualidad<br />
en toda América latina, inclusive en las iglesias<br />
cristianas. Pues bien, después de nueve lunaciones<br />
también la mujer da a luz, porque nueve son los meses<br />
del período de embarazo. Si multiplicamos 29.5 días,<br />
como promedio del mes lunar, por el número sagrado<br />
de nueve, entonces obtenemos como resultado la cifra<br />
de 265.5. Si a esta cantidad le restamos cinco días propios<br />
del mes especial obtendremos 260.5 días. Que redondeado<br />
nos lleva a la cantidad de los 260 días. Entonces,<br />
basándonos en estas cifras podemos notar que<br />
la marcha de la <strong>Luna</strong> y la fertilidad de la mujer concuerdan<br />
con el transcurso del año de 260 días. Nueve<br />
también son los planetas del sistema solar. Este nueve<br />
se descompone en siete, como representación celestial<br />
y en dos como la Tierra y la <strong>Luna</strong> juntas. El siete adquiere<br />
carácter masculino, el dos el femenino, juntos<br />
hacen el nueve. Siete también son los astros que más<br />
brillan en el firmamento y que más fácilmente se pueden<br />
observar. El Sol, la <strong>Luna</strong>, Saturno, Marte, Júpiter,<br />
Venus y Mercurio. Siete son igualmente las pléyades o<br />
siete cabritas, que se ven en el firmamento; siete las<br />
Los<br />
astrónomos<br />
mayas se<br />
deciden a<br />
investigar<br />
el cielo y dan<br />
cuenta que los<br />
ciclos de la<br />
Tierra<br />
coinciden con<br />
los de la <strong>Luna</strong>,<br />
e inclusive con<br />
los del Sol. Por<br />
tanto, lo que<br />
sigue es claro:<br />
debe<br />
establecerse la<br />
coordinación<br />
entre los dos<br />
astros<br />
representantes<br />
del sexo<br />
femenino: la<br />
Tierra y la<br />
<strong>Luna</strong>, la abuela<br />
y la madre.<br />
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