CEREBRO, COGNICIÃN Y MATEMÃTICAS - SciELO
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228 LUIS RADFORD, MÉLANIE ANDRÉ<br />
Figura 7. El etólogo alemán Otto Koehler mostró cómo su cuervo Jackob<br />
pudo identificar las figuras que tenían la misma cantidad de objetos:<br />
“5” a la izquierda y “3” a la derecha (Butterworth, 1999, p. 151).<br />
“uno”, “dos”, “tres”, etc. en el vocabulario del niño y después en la aritmética<br />
simbólica (que se basa en el cálculo y la representación del número con<br />
la ayuda de dígitos; por ejemplo, 12+25) surgen nuevas posibilidades que van más<br />
allá de la comparación perceptual de objetos y su cálculo limitado. La transición<br />
de la aritmética “perceptual” o concreta (que se funda en objetos) a la aritmética<br />
abstracta (cuyos sustentos son el lenguaje y los dígitos) está lejos de ser clara y<br />
probablemente repose en una activación de las diferentes partes del cerebro.<br />
Butterworth (1999, p. 203) menciona el caso de un paciente, estudiado por<br />
Margerete Delazer, que no podía hacer tareas simples, como realizar adiciones<br />
simples presentadas simbólicamente (como “2+2”) o multiplicaciones expresadas<br />
verbalmente (como “2 por 2”). Sin embargo, podía efectuar la suma si se le<br />
mostraba de manera concreta; por ejemplo, con la ayuda de círculos. El paciente<br />
llevaba a cabo la suma contando todos los círculos.<br />
Debido a su complejidad, puede ser que el funcionamiento del pensamiento<br />
aritmético abstracto ocupe diferentes partes del cerebro. En un ejemplo que<br />
refiere Butterworth, un paciente podía leer números escritos de dos dígitos (como<br />
cincuenta y cuatro), pero no la expresión simbólica “54”. Otro paciente que tuvo<br />
una hemorragia en el lóbulo parietal izquierdo tuvo, como el paciente anterior,<br />
muchas dificultades al leer los números de dos dígitos, pero los podía leer si<br />
estaban escritos con palabras (Butterworth, 1999, p. 203). Parecería entonces que el<br />
procesamiento cerebral de números es diferente, según su forma simbólica (“54”)<br />
o lingüística (“cincuenta y cuatro”). Estos resultados, al ser comprobados en otros<br />
pacientes, causaron que Stanislas Dehaene hablara de una especialización en<br />
las diferentes regiones corticales, correspondientes a diferentes sentidos numéricos<br />
(Dehaene, 1997; ver en particular el capítulo 7).<br />
Una pregunta interesante, desde el punto de vista didáctico, radica en entender<br />
las partes del cerebro que garantizan la transición de una aritmética concretaperceptual<br />
a una abstracta-simbólica, practicada con la ayuda de dígitos.<br />
Relime, Vol. 12(2), Julio de 2009