Saber jugar: el don del analista - Editora Escuta
Saber jugar: el don del analista - Editora Escuta
Saber jugar: el don del analista - Editora Escuta
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
36 Pulsional Revista de Psicanálise<br />
L<br />
a cura psicoanalítica, en términos<br />
sencillos y generales, sería aqu<strong>el</strong>la<br />
experiencia que posibilita a un sujeto encontrar<br />
<strong>el</strong> modo en que su satisfacción<br />
pueda realizarse con la de los otros en<br />
una actividad compartida. Ubico en <strong>el</strong><br />
centro de esta reflexión las cuestiones<br />
de satisfacción y alteridad.<br />
No se trata por supuesto de proponer<br />
algún ideal de satisfacción en común. Ni<br />
mucho menos un ideal de f<strong>el</strong>icidad compartida.<br />
Al decir la de cada uno con la<br />
de los otros estamos haciendo referencia<br />
a que no tienen que ser la misma.<br />
Lo que sí queda claro es que la práctica<br />
analítica incide en <strong>el</strong> orden de la<br />
satisfacción. Se propone abrir caminos<br />
que restituyan en <strong>el</strong> sujeto en análisis su<br />
capacidad de amar, trabajar y crear. Es<br />
decir aqu<strong>el</strong>lo que hace que la vida valga<br />
la pena ser vivida. Esta es la cuestión<br />
fundamental.<br />
Camus decía que no hay sino un problema<br />
filosófico realmente serio: <strong>el</strong><br />
suicidio. Juzgar que la vida vale o no la<br />
pena ser vivida equivale a responder a<br />
la cuestión fundamental. El resto, si <strong>el</strong><br />
mundo tiene tres dimensiones, si las categorías<br />
d<strong>el</strong> espíritu son nueve o doce<br />
viene después.<br />
Pero hay una problemática aún previa a<br />
la formulación de esta cuestión. Me refiero<br />
a si ésta puede efectivamente ser<br />
enunciada y si hay orejas para escucharla.<br />
Creo que es por ahí <strong>don</strong>de deberíamos<br />
buscar <strong>el</strong> malestar propio de<br />
nuestra época. En cierto acallamiento y<br />
cierto desoir. Cierto desfallecer d<strong>el</strong> síntoma<br />
y contrariamente y no tan paradojalmente<br />
como se pudiera creer, un incremento<br />
de la enfermedad. No tenemos<br />
que confundir al síntoma con la enfermedad.<br />
Los síntomas en <strong>el</strong> sentido analítico d<strong>el</strong><br />
término, ponen en juego una palabra anudada,<br />
una verdad subjetiva que quiere<br />
hacerse oír. Son enunciaciones fallidas<br />
que buscan su restitución en <strong>el</strong> discurso.<br />
El psicoanálisis vino a prestar oídos a<br />
esa forma cifrada en que <strong>el</strong> deseo reprimido<br />
busca darse a conocer. El<br />
síntoma entonces interp<strong>el</strong>a al sujeto y<br />
viene a introducir en la monotonía de la<br />
repetición de lo mismo, en la monotonía<br />
de la insatisfacción alienada a una<br />
demanda, una interrogación teñida de<br />
asombro, que promueve un nuevo movimiento<br />
hacia <strong>el</strong> otro.<br />
Estamos en un tiempo marcado más por<br />
la enfermedad que por <strong>el</strong> síntoma. Un<br />
tiempo, signado por esa enfermedad que<br />
para estar a tono con la época quiere<br />
también ser única y globalizada. Enfermedad<br />
que voy a llamar: de la desesperación<br />
no lúcida, d<strong>el</strong> desaliento malhumorado.<br />
Enfermedad muda que tiene<br />
su cara agónica en los episodios de desintegración<br />
yoica, de despersonalización<br />
y de angustias catastróficas que podemos<br />
observar cada vez más en nuestra<br />
clínica. Lo que nos está indicando un<br />
señoreo de la pulsión de muerte, una<br />
intensificación de su acción muda, que<br />
sin constituir ninguna escena histérica,<br />
se manifiesta en <strong>el</strong> incremento d<strong>el</strong> goce<br />
masoquista, de las lesiones corporales y<br />
de los montajes tóxicos.<br />
El superyo prohibe <strong>el</strong> deseo y ordena <strong>el</strong>