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Revista Científica = Hospital El Cruce

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RC HC<br />

<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

<strong>Revista</strong> del hospital <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

Órgano Oficial del <strong>Hospital</strong> de Alta complejidad en Red<br />

ISSN 1852-3579<br />

La <strong>Revista</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong> es una publicación editada por el Área de<br />

Docencia del <strong>Hospital</strong> en red de alta complejidad <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong>. Está<br />

dirigida a médicos y otros profesionales de la salud. <strong>El</strong> objetivo de la<br />

revista es difundir artículos científicos de todas las áreas del Equipo<br />

de Salud, y a su vez constituir una fuente de intercambio con<br />

distintas instituciones nacionales e internacionales.<br />

Esperamos contar con el aporte de sus experiencias y conocimientos,<br />

para que la revista crezca en calidad y nivel científico.<br />

Año1 Nº 4 - 2009 - Publicación y distribución gratuita<br />

Editorial<br />

Estamos orgullosos<br />

Rubén De Marco<br />

Artículos<br />

Auditoría de accidentes de trabajo:<br />

Una experiencia argentina<br />

Otero, Ricardo A y Riobó, Alberto C.<br />

Guía de prevención de NAV<br />

Fariña, O; Pistillo N.; Garcia, A.; Trozzi, S.;<br />

Galuchi, Tenasczuk, K; Buguero, J.; Lambert, S;<br />

Nuñez, A. y Correger. E.<br />

Interfase Cerebro –Máquina:<br />

¿La rehabilitación del futuro?<br />

Karina A. Tenasczuk<br />

Propiedad del <strong>Hospital</strong> de Alta Complejidad en Red <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

Av. Calchaquí 5401e / Lope de Vega y Rastreador Fournier C.P. (1888) Florencio<br />

Varela. Buenos Aires – Argentina. Tel: 011 4210-7095/7096. Int 1528<br />

bibliotecaelcruce@argentina.com - www.hospitalelcruce.org


RC HC<br />

<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

Comité Editorial<br />

Directores<br />

Director Ejecutivo: Arnaldo Medina<br />

Director Médico: Dr. Juan Marini<br />

Director de Procesos Técnicos Asistenciales: Dr. Mariano Puentes<br />

Director Administrativo : Cdor. Ademar Feccia<br />

Directores de la revista<br />

Prof. Dr. Rubén De Marco<br />

Dr. Daniel Aimone<br />

Directores de redacción<br />

Dr. Leonardo Busso<br />

Dr. Osvaldo Fariña<br />

Dr. Luís Flores Acosta<br />

Dr. Daniel Germino<br />

Dr. Roberto Grinfeld<br />

Dr. Kuo-kuan Hung<br />

Prof. Dr. Jorge Lambre<br />

Dr. Roberto Maida<br />

Dr. Carmen Mucci<br />

Dr. Hugo Nahum<br />

Dr. Marcelo Pereyra<br />

Dr. Osvaldo Romano<br />

Dr. Ariel Saez de Guinoa<br />

Lic. Mirta Seco<br />

Dr. Carlos Tajer<br />

Dr. Oscar Faldutto<br />

Ing. Sabina Fígari<br />

Dr. Martín Garaycoechea<br />

Dr. Jorge Giaccio<br />

Far. Miguel Hermida<br />

Dr. Ricardo Lara<br />

Dr. Héctor Alejandro Machain<br />

Dr. Raúl Matanó<br />

Dr. Emir Musa<br />

Dr. Ricardo Otero<br />

Ing. José Nieto<br />

Dr. Osvaldo Russo<br />

Dr. Ricardo Sarmiento<br />

Bio. Emilia Scandizzo<br />

Dr. Juan Carlos Vogel<br />

Prof. Dr. Javier Gardella<br />

Comité de Corrección<br />

Lic. María Teresa Poccioni<br />

Secretaria de redacción<br />

Bib. Doc. Zulema Zárate Insúa<br />

Área de Comunicación del <strong>Hospital</strong><br />

Lic. Patricia Zarratea<br />

Diseño Web<br />

DCV Diego Lunansky<br />

Propiedad del <strong>Hospital</strong> de Alta Complejidad en Red <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

Av. Calchaquí 5401e / Lope de Vega y Rastreador Fournier C.P. (1888) Florencio<br />

Varela. Buenos Aires – Argentina. Tel: 011 4210-7095/7096. Int 1528<br />

bibliotecaelcruce@argentina.com - www.hospitalelcruce.org


RC HC<br />

<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

Editorial<br />

Estamos orgullosos<br />

Prof. Dr. Rubén De Marco<br />

En estos días nuestra revista tiene su número en el registro de la propiedad intelectual y ha<br />

ingresado al Index Médico Internacional, lo cual nos permite una mayor difusión. Estamos<br />

convencidos de que esta circunstancia incentivará en el futuro el intercambio fluido con otras<br />

publicaciones de diferentes lugares del mundo.<br />

A esta publicación se sumará una revista dedicada a la comunidad cuya difusión se<br />

efectivizará a través de la Red del <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong>. La misma consistirá en difundir aspectos<br />

de atención primaria de la salud, especialmente relacionados con la adopción de actitudes<br />

frente a urgencias pediátricas y de adultos, como así también planes de vacunación y otros<br />

aspectos de interés general relacionados con la medicina.<br />

Estamos abiertos al intercambio con todas las instituciones que quieran difundir aspectos<br />

institucionales y esperamos contar con su participación.


RC HC<br />

<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

Año 1 Nº 4 Junio 2009<br />

AUDITORÍA DE ACCIDENTES DEL TRABAJO:<br />

Una experiencia argentina<br />

OTERO, Ricardo A; RIOBÓ, Alberto C.<br />

Nota previa: Por qué una publicación tardía: el presente trabajo fue escrito originalmente en<br />

1997 y se mantiene inédito. Por lo tanto, es lícito pensar que se encuentra obsoleto. Sin embargo,<br />

creemos que mantiene valor en tanto relata una de las pocas experiencias argentinas en el<br />

llamado “paradigma europeo” de la auditoría médica[1]. Este concepto, absolutamente alejado<br />

del de fiscalización, tan frecuente en nuestro país, se basa en el análisis de la actuación<br />

profesional por parte de especialistas en las mismas modalidades asistenciales auditadas. No se<br />

trata de expertos en nomencladores, facturaciones y contratos prestacionales, cuyo objetivo<br />

consiste en hallar puntos conflictivos del accionar profesional que le permitan excluir de la<br />

responsabilidad económica al tercer pagador. Al contrario, se apoya en el análisis experto de las<br />

acciones asistenciales, con el sólo objeto de mejorar su calidad.<br />

Introducción:<br />

En julio de 1996 se puso en marcha el sistema de cobertura de accidentes y enfermedades del<br />

trabajo establecido por la Ley 24.557 de Riesgos del Trabajo (LRT), sancionada el 13 de<br />

septiembre de 1995 y promulgada el 3/10/1995 [2].<br />

Desde tiempo antes se hizo evidente para la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, -SRT,<br />

autoridad de aplicación del sistema, creada po r el artículo 25 de la mencionada Ley-, la<br />

necesidad de implementar un Programa de Audito ría Médica para evalua r la calidad de las<br />

prestaciones en especie que las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) proporcionan a sus<br />

afiliados. Estas prestaciones están determinadas por el artículo 20 y son: asistencia médica y<br />

farmacéutica, prótesis y ortopedia, rehabilitación, recalificación profesional y servicio<br />

funerario.<br />

<strong>El</strong> objetivo propuesto fue la evaluación de la calidad de atención médica brindada por las<br />

ART. Para ello se diseñaron audi torías concurrentes (presencia del médico auditor en el lugar<br />

de atención)[3], exclusivamente para obtener información y opinar confidencialmente sobre<br />

la asistencia brindada. <strong>El</strong> audi tor no debía actuar por sí ni ejercer ningún tipo de presión<br />

sobre el prestador, salvo la que proviniese de su propia presencia.<br />

<strong>El</strong> principal inconveniente que se debió enfrenta r fue la carencia de antecedentes nacionales<br />

de un programa de ese tipo, además de que la Superintendencia de Riesgos del Trabajo no<br />

contaba con los recursos estructurales necesa rios. Por todo ello, contrató una asesoría<br />

externa para implementar el programa, con el 1 de julio de 1996 como fecha de inicio.<br />

Material y Métodos:<br />

Cálculo de la demanda:<br />

En Argentina no existían estadísticas confiables sobre accidentología laboral, entonces se<br />

analizó la bibliografía internacional, especialmente de México (1988) y Chile (1995), así como


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<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

un trabajo de 1994 en el que se reunía informac ión a nivel mundial, incluyendo algunas cifras<br />

de nuestro país 1 .<br />

Así se calculó que se producirían en todo el territorio unos 3.100 accidentes laborales al mes<br />

(2,21 accidentes por cada 100.000 habitantes por semana). Alrededor del 50% de los casos se<br />

producirían en Capital Federal y provincia de Buenos Aires. Como era imposible para la SRT<br />

evaluar más de tres mil casos mensuales, se redujo el universo a ciertas patologías<br />

seleccionadas y con importantes niveles de gravedad.<br />

Se seleccionaron los siguientes diagnósticos:<br />

?Amputación por encima de carpo o tarso, parcial o total.<br />

?Aplastamiento torácico.<br />

?Castración o emasculación traumática.<br />

?Coma de origen traumático.<br />

?Fractura de uno o más cuerpos vertebrales.<br />

?Fractura expuesta por encima de carpo o tarso.<br />

?Herida abdominal transperitoneal con o sin perforación de víscera.<br />

?Intoxicaciones agudas con alteración de parámetros vitales.<br />

?Lesión de corazón o grandes vasos.<br />

?Perforación o enucleamiento ocular.<br />

?Politraumatismo grave (con riesgo de muerte).<br />

?Quemadura grave, (Tipo AB + 20%; Tipo B +10%).<br />

?Rotura o estallido renal, vesical o esplénico.<br />

?Scalp de cuero cabelludo, de más de 10 cm. de diámetro.<br />

?Traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento.<br />

Quemaduras, intoxicaciones y amputaciones fueron consideradas patologías trazadoras, de<br />

acuerdo con la experiencia internacional al respecto.<br />

Instrumentos para la recolección de datos:<br />

La Resolución SRT Nº 94/96 [4] aprobó las normas para la denuncia de los casos,<br />

estableciendo que las ART debían informar todos los casos de accidentados laborales<br />

internados dentro de las 24 horas de sucedidos, incluyendo datos acerca del establecimiento<br />

asistencial actuante. Incluyó una planilla por medio de la cual efectuar las denuncias.<br />

También se diseñó el Formulario de Auditoría Primaria para Casos Trazadores y Graves para<br />

uso de los Auditores. Este, además de la información del accidentado, empleador y<br />

aseguradora, recoge tipo y gravedad de las lesiones, agentes causales y opinión del Auditor<br />

acerca de la prestación. Se valoran las acc iones tomadas por los prestadores actuantes,<br />

tiempos de respuesta, medios diagnósticos y terapéuticos disponibles y utilizados y opinión<br />

acerca del resultado final.<br />

Recursos Humanos:<br />

Se estableció como necesario contar con especialistas en Terapia Intensiva, Traumatología y<br />

Neurología. Los antecedentes en auditoría médica no fueron excluyentes, pero sí preferentes.<br />

Se conformó un equipo profesiona l formado por tres traumatólogos, cuatro internistas y un<br />

auditor médico 2 , quienes tuvieron a su cargo toda la labor evaluativa.<br />

Previo al inicio de actividades, fueron capacitados acerca de los objetivos del programa y de<br />

la LRT. Para ello, se preparar on dos documentos, uno con el resumen de la legislación y otro<br />

con un análisis de las políticas que le dieron origen.<br />

1 Lamentablemente, el tiempo transcurrido hace imposible recuperar las citas de las fuentes internacionales de información que<br />

fueron consultadas oportunamente.<br />

2 La inclusión de este profesional fue necesaria debido a que los demás especialistas no tenían experiencia en técnicas<br />

generales de auditoría ni en la aplicación de las herramientas de la disciplina.


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Desde la SRT, un equipo administrativo de tres personas dio el apoyo necesario al sistema. Los<br />

datos recogidos fueron procesados por medio de un programa computarizado que permite su<br />

análisis estadístico.<br />

ACCIDENTE<br />

ESTABLECIMIENTO<br />

ASISTENCIAL<br />

ART<br />

ESPECIALISTA<br />

AUDITOR<br />

FORM. DE<br />

DENUNCIA<br />

SRT<br />

FORM. DE<br />

AUDITORÍA<br />

ESTADÍSTICAS<br />

Figura 1: Circuito del Programa de Auditoría.<br />

<strong>El</strong> sistema puede apreciarse en la figura 1: producido el accidente, llega la información<br />

(flechas azules) a la ART y el paciente es de rivado al centro asis tencial correspondiente<br />

(roja). La ART informa vía fax a la SRT, que envía un auditor (flechas verdes) al centro de<br />

internación. <strong>El</strong> profesional completa el formular io de auditoría, que es cargado en el sistema<br />

de la SRT y emite las estadístic as mensuales (flechas naranja) . En los casos en que de la<br />

auditoría surgiera información relevante que just ificase la intervención de la ART sobre el<br />

prestador o el beneficiario, es comunicada inmediatamente (flecha punteada).<br />

La gestión del programa durante el primer trimestre (julio - septiembre de 1996) estuvo a<br />

cargo de un coordinador operativo (médico), ocho médicos auditores, un responsable<br />

administrativo y dos administrativos, cubriendo horario continuo de 12 horas diarias, de lunes<br />

a viernes.<br />

Resultados:<br />

Durante el trimestre se recibieron 946 denuncias, de las que 789, (83,40%), correspondieron a<br />

las patologías enunciadas y fueron, por lo tanto, elegibles para efectuar Auditoría (tabla 1).<br />

Tabla 1: Denuncias por mes<br />

Casos s/fecha Jul Ago Sep. Total<br />

Total 8 294 352 292 946<br />

<strong>El</strong>egibles 7 234 305 243 789<br />

No <strong>El</strong>egibles 1 60 43 36 140<br />

Sin<br />

diagnóstico<br />

0 0 4 13 17<br />

En ocho denuncias (0,84%), no se logró obtener la fecha del accidente y en otras diecisiete<br />

(1,8%) no se incluyó el diagnóstico, por lo que no fue posible definir su elegibilidad.<br />

De las 789 denuncias elegibles se evaluaron ef ectivamente un total de 270 (es decir, el<br />

34,22%). <strong>El</strong> resto (519 casos), no lo fueron por diversas razones, el paciente fue dado de alta<br />

antes de la evaluación o la denuncia ingresó lue go del alta del pacien te: 317 caso s; falleció<br />

prematuramente, 159 y en la última quincena, la SRT redujo los viajes largos por razones<br />

presupuestarias. Esto redujo la muestra en 26 casos. Asimismo hubo casos en los que el<br />

paciente fue trasladado a otro centro asistenc ial antes de ser evaluado, no hubo medios de<br />

transporte disponibles y un caso en el que el prestador no permitió la auditoría.


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La opinión de los Médicos Auditores fue:<br />

Tabla 2: Calificación de la atención brindada.<br />

Casos Jul Ago Set Total<br />

Total 96 96 76 268<br />

Correcta 66,67% 31,25% 5,26% 36,30%<br />

Deficiente 30,21% 23,96% 17,11% 24,81%<br />

Deficiente 0,00% 44,79% 77,63% 37,78%<br />

informacion<br />

S/D 3,13% 0,00% 0,00% 1,11%<br />

Tabla 4 Denuncias por Provincia<br />

Provincia<br />

DENUNCIAS<br />

POBLACIÓN<br />

Jul Ago Set S/F TOTAL % TOTAL %<br />

Relac<br />

Den /<br />

Pob<br />

Buenos 84 111 93 5 293 31,27 12.594.974 37,80 0,827<br />

Aires<br />

Capital 77 72 60 1 210 22,41 2.965.403 8,90 2,518<br />

Federal<br />

Santa Fe 35 40 32 1 108 11,53 2.798.422 8,40 1,372<br />

Córdoba 21 23 29 1 74 7,90 2.766.683 8,30 0,951<br />

Entre Ríos 10 12 8 0 30 3,20 1.020.257 3,06 1,046<br />

Otras 67 94 70 0 231 23,69 11.170.266 33,60 0,705<br />

TOTAL 294 352 292 8 946 100,00 33.316.005 100,00


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Las tres columnas finales reco gen la población de cada jurisdicción (Censo ’91 [5]), el<br />

porcentaje sobre total del país y la relación entre las denuncias y esa población. Si el<br />

resultado es la unidad hay relación directa en tre el número de denuncias y la población. En<br />

Capital Federal (la mayor oferta asistencial) hubo más denuncias que lo que correspondería a<br />

su población, lo que se explica por derivacion es provenientes principalmente del conurbano,<br />

ya que la provincia de Buenos Aires muestra una relación inversa. Algo similar ocurre con<br />

Tucumán, que parece concentrar la atención de la accidentología de Salta, Jujuy, Catamarca<br />

y Santiago del Estero. Sin embargo, debe teners e en cuenta que la población mostrada no es<br />

la económicamente activa, sino la total. Por ello, gran parte de la región patagónica<br />

(Neuquén, Río Negro, La Pampa, Chubut) presenta una alta relación, que no parece<br />

justificarse por las derivaciones que eventual mente pudiera recibir del resto de la región<br />

(Tierra del Fuego y Santa Cruz). La existencia de explotaciones petroleras en esas áreas, con<br />

su alta siniestralidad, podría ser la causa del fenómeno.<br />

Tabla 6: recoge los principales diagnóst icos por su frecuencia de presentación 3 ordenados en<br />

forma descendente, incluyendo su letalidad. Se observa que los traumatismos encéfalo<br />

craneanos con pérdida del conocimiento (TEC c/p) fueron el principal diagnóstico (44,82% del<br />

total). Siguen en orden de frecuencia, aunque muy alejados, los politraumatismos, accidentes<br />

de tránsito y las fracturas expuestas.<br />

Tabla 6: Los diagnósticos y su letalidad<br />

D i a g n ó s t i c o<br />

Casos<br />

Letalidad<br />

N % N %<br />

TEC c/p 424 44,82 33 7,78<br />

Politraumatismo 76 8,03 25 32,89<br />

Accidentes de tránsito 56 5,92 56 100,00<br />

Fractura expuesta 53 5,6 0 0,00<br />

Fracturas 45 4,76 0 0,00<br />

Amputación 33 3,49 0 0,00<br />

Quemadura 27 2,85 3 11,11<br />

Traumatismo ocular 26 2,75 1 3,85<br />

Herida de bala 24 2,54 10 41,67<br />

Otros 158 8,77 31 37,35<br />

S/D 24 2,54 18 75,00<br />

Total 946 100,00 200 21,14<br />

“Otros” incluye electrocución, ruptura de bazo, fractura de cráneo, paro cardíaco, scalp. 24<br />

casos quedaron sin diagnóstico exacto. 158 fueron incluidos como “otros”; muchos no<br />

elegibles para auditar: paros cardíacos o cardiorrespiratorios, accidentes aéreos, suicidios,<br />

fracturas de pelvis, traumatismos varios, etc.<br />

Entre las grandes causas de mortalidad figuran, en primer término, las lesiones producidas<br />

por accidentes de tránsito, cuya mortalidad alcanzó el 100%. Si bien éste no es un diagnóstico<br />

médico ni se lo mencionaba entr e las patologías a evaluar, su enorme letalidad justifica su<br />

inclusión, puesto que demuestra la necesidad de extremar las medidas preventivas. En<br />

prácticamente todos fue imposible conocer la ca usa de muerte, puesto que fallecieron en el<br />

acto y, por las implicancias le gales, no hubo información disp onible en forma rápida. Estos<br />

accidentes ocurrieron en circunstancias in itinere (el 40,38% de ellos) y en pleno horario<br />

laboral (trabajadores que trabajan en la vía pública o que se accidentaron mientras eran<br />

trasladados de un lugar a otro). En algunos de estos casos los medios de transporte no eran los<br />

más adecuados para el transporte de personas. Por ejemplo, la caja de carga de un camión.<br />

3 Se incluyen los que suman más del 80% del total.


RC HC<br />

<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

La mortalidad de los traumatismos encéfalo craneanos con pérdida de conocimiento fue baja<br />

en relación con otros diagnósticos, 8% en cifras redondas, mientras que cuando no hubo<br />

alteración de la conciencia la mortalidad llegó al 5,56%. Por pa rte de las patologías<br />

trazadoras, las amputaciones no presentaron mortalidad, mientras que las quemaduras<br />

alcanzaron el 11,11% y las intoxicaciones el 23,08%. Sin embargo, los pocos casos no permiten<br />

conclusiones demasiado válidas. Es notable el 75 % de mortalidad en los casos sin diagnóstico.<br />

Muchos de estos accidentados fueron hallados ya fallecidos y, por lo menos durante el lapso<br />

del análisis, no fue posible conocer las causas.<br />

Conclusiones:<br />

Si bien este primer análisis no permitió obtener conclusiones definitivas, demostró la<br />

existencia de algunos problemas sobre los cuales se aconsejó a la SRT actuar rápidamente:<br />

1. Déficit en la calidad de información, (tanto en contenido como oportunidad), lo<br />

suficientemente importante como para concluir qu e la capacidad de anál isis, y con ella la<br />

posibilidad de tomar decisiones , tanto por parte de la SRT co mo de las ART e incluso por<br />

los empleadores, se vería seriamente afectad a a corto plazo, salvo que se tomaran las<br />

medidas necesarias para mejorarla.<br />

2. Sólo un tercio de los casos evaluados fue considerado como de atención correcta,<br />

demostrando la necesidad de mejorar la oferta asistencial de las As eguradoras de Riesgos<br />

del Trabajo y la eficacia de los sistemas de atención y traslado inmediatos.<br />

3. La prevención es imperativa para reducir el riesgo laboral. Para ello se requerirá del<br />

concurso de otras áreas, tanto del Estado como de la comunidad en su totalidad, sumado a<br />

los esfuerzos de la SRT y las ART. Esto fue es pecialmente claro respecto de los accidentes<br />

de tránsito 4 .<br />

4. Es necesario investigar las razones de la gran frecuencia de los traumatismos cráneo<br />

encefálicos, que superan lo esperado, aparentemente incidiendo sobre modalidades<br />

laborales que se suponían de bajo riesgo (las rurales, por ejemplo).<br />

5. Los ejemplos mencionados en los puntos 3 y 4 demostraron que la disponibilidad de<br />

equipos de emergencia entrenados, con capaci dad y medios operativos adecuados es de<br />

fundamental importancia para reducir la morbimortalidad.<br />

Bibliografía:<br />

1. McKEE C.F., LAUGLO M., LESSOF L .: “Medical audit: a review”. Journal of the Royal<br />

Society of Medicine Volume 82 August 1989: pp. 474-478.<br />

2. REPÚBLICA ARGENTINA. LEY 24.557, Sobre Riesgos del Trabajo. BO del 4/10/1995.<br />

3. GROUPE LORRAIN D’AUDIT MÉDICAL: “L’Audit Médical, qu’est ce?”. En www.glamsante.org<br />

4. REPÚBLICA ARGENTINA, SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL TRABAJO: Resolución<br />

94/96.<br />

5. REPÚBLICA ARGENTINA, INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA Y CENSOS: Resultados<br />

del Censo Nacional de Población 1991. En www.indec.gov.ar .<br />

4 Esta aseveración se mantiene absolutamente vigente –en realidad es aún más imperiosa, y no sólo en el ámbito laboral- doce<br />

años después de haber sido enunciada.


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<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

Año 1 Nº 4 Junio 2009<br />

Guía de prevención de NAV<br />

Fariña, O., Pistillo N., Garcia, A., Trozzi, S., Galuc hi, Tenasczuk, K; Bugueiro, J., Lambert, S;<br />

Nuñez, A. y Correger. E.<br />

Servicio de Terapia Intensiva, Servicio de Infectología, Servivio de Nutrición y Kinesiología;<br />

<strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong>, Florencio Varela, Buenos Aires, Argentina<br />

Introducción:<br />

La neumonía intrahospitalaria es la principal causa de muerte entre las infecciones adquiridas<br />

en el hospital. Se estima que la tasa cruda de mortalidad se encuentra en un rango que va<br />

desde el 20% al 50%. La mortalidad atribuible es del 30% al 33%.<br />

Determinar la exacta contribución de la neumon ía intrahospitalaria a la mortalidad atribuible<br />

sigue generando controversias entre los especial istas y puede ser sobrestimada, pues algunas<br />

muertes pueden estar relacionadas con la enfe rmedad de base de los pacientes o con el<br />

estatus de salud de los mismos.<br />

LOS FACTORES QUE SE HAN ASOCIADO CON EL ALTO RIESGO DE MORTALIDAD SON :<br />

· Infección por bacilos Gram negativos.<br />

· Edad.<br />

· Uso de terapia antibiótica inadecuada.<br />

· Shock.<br />

· Cambio en el patrón radiológico: presencia de infiltrados bilaterales.<br />

· <strong>Hospital</strong>ización prolongada.<br />

· Posición supina en pacientes ventilados.<br />

La alteración del reflejo de la tos, las modificaciones por depresión del sensorio, la alteración<br />

de deglución y la presencia de vía aérea artificial predisponen al paciente a la aspiración y<br />

colonización pulmonar y aumentan la susceptibilidad a las infecciones.<br />

<strong>El</strong> uso generalizado de procedimientos invasivos, como la intubación endotraqueal y la<br />

asistencia respiratoria mecánica, alteran la primera línea de defensa de los pacientes<br />

internados en unidades de cuidados intensivos (UCI) e incrementan el riesgo para el desarrollo<br />

de neumonía.<br />

La neumonía aguda se desarrolla cuando los mi croorganismos patógenos alcanzan el pulmón<br />

distal, se multiplican y producen enfermedad invasiva o por inoculación accidental<br />

sobreañadida, superando las defensas naturales del huésped.<br />

Las defensas naturales del huésped incluyen:<br />

Filtración y humidificación del aire en las vías aéreas superiores, epiglotis y reflejo de<br />

la tos, transporte ciliar, epitelio respiratorio, fagocitos y opsoninas en el pulmón<br />

distal, y el sistema inmunitario celular-humoral.<br />

La invasión bacteriana del tracto respiratorio inferior puede aparecer por inhalación,<br />

aspiración, por extensión, por colonización en lugares próximos, por inoculación directa y por<br />

vía hematógena.<br />

Otras causas son:<br />

Infección pulmonar por foco a distancia.<br />

Reactivación de infección latente (M. tube rculosis o citomegalovirus) en pacientes<br />

inmunocomprometidos.<br />

Se considera que el mecanismo predominante para la adquisición de neumonía nosocomial es<br />

la aspiración.<br />

<strong>El</strong> método más frecuente de infe cción es la microaspiración de bacterias colonizantes de la<br />

orofaringe o del tracto gastrointestinal superior del paciente.<br />

Los tubos endotraqueales facili tan la colonización bacteriana del árbol traqueobronquial<br />

predisponiendo a la aspiración de secreciones en vía aérea a través de pasaje entre la mucosa<br />

y el manguito del tubo. La di sminución del reflejo faríngeo, la instrumentación de la vía<br />

aérea, la anestesia general y la enfermedad esofágica predisponen a la aspiración de<br />

microorganismos.


RC HC<br />

<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

La traslocación de microorganismos del tracto gastrointestinal ha sido considerada como una<br />

hipótesis de probable inoculación y actualmente está siendo investigada. Se postula que la<br />

traslocación ocurre en pacien tes con inmunosupresión, cáncer o quemaduras, pero los datos<br />

son insuficientes para describir estos mecanismos en seres humanos. <strong>El</strong> rol del estómago,<br />

como reservorio de microorganismos, depende de l grado de severidad de la enfermedad del<br />

paciente y, en otras circunstancias, del tratamiento profiláctico prequirúrgico. Pocas son las<br />

bacterias que sobreviven al ácido clorhídric o y a un pH menor de 2. Cuando el pH se<br />

incrementa por sobre los niveles normales (pH > 4), las bacterias se multiplican en altas<br />

concentraciones en el estómago. Esto se puede observar, sólo en ciertos pacientes con íleo,<br />

en pacientes que reciben alimentación enteral, antiácidos, histamina o antagonistas (H-2).<br />

Las neumonías asociadas a Asistencia Ventilatoria Mecánica (AVM) requieren de dos procesos:<br />

· Colonización bacteriana de la orofaringe o tracto gastrointestinal.<br />

· Microaspiración de las secreciones contaminadas del tracto respiratorio inferior.<br />

La presencia de métodos invasivos es un factor im portante en la patogenia y desarrollo de las<br />

neumonías nosocomiales.<br />

Para los pacientes con asistencia respiratoria mecánica, el mecanismo probable de aspiración<br />

es la superficie externa del tubo endotraqueal y no el lumen interior. La intubación de la<br />

tráquea abre circuitos naturales entre la orofar inge y la tráquea dañando la mucosa de las<br />

vías aéreas a través del trauma local. Otros mecanismos que favorecen el ingreso de bacterias<br />

al tracto respiratorio inferior son la inhalación de aerosoles de equipos de terapia respiratoria<br />

o anestésica y nebulizadores contaminados. <strong>El</strong> fluido de los reservorios contaminados<br />

favorece la dispersión de las bacterias por med io de aerosoles, con lo cual se depositan los<br />

microorganismos en el tracto respiratorio inferior del paciente. La inhalación es<br />

particularmente grave en pacientes intubados, ya que estos dispositivos tienen acceso directo<br />

al pulmón distal.<br />

La traqueostomía y la colocación de sonda nasogástrica aumentan la probabilidad de riesgo,<br />

ya que es factible el trauma mecánico de la laringe o la faringe. Los patógenos provenientes<br />

de la orofaringe, del estómago, la nariz y senos paranasales pueden inocular el pulmón distal.<br />

La posición del paciente (se misentado), disminuye el riesgo de aspiración del contenido<br />

gástrico, pero no reduce las secreciones orofaríngeas.<br />

La colonización del equipo de terapia respiratoria se produce principalmente por las<br />

secreciones del mismo paciente y no por la má quina propiamente dicha, cuando se siguen<br />

adecuadas medidas de control. Los lugares con mayor probabilidad de contaminación son el<br />

tubo endotraqueal y luego la tubuladura adyacente.<br />

Factores de riesgo<br />

Del paciente<br />

Edades extremas de la vida.<br />

Enfermedad subyacente.<br />

Falta de movilidad del paciente.<br />

Factores que favorecen la colonización de la orofaringe y el estómago por<br />

microorganismos.<br />

Internación en unidades de cuidados intensivos.<br />

De la aspiración por reflujo<br />

Intubación traqueal.<br />

Intubación nasal prolongada mayor a 48 hs.<br />

Inserción de sonda nasogástrica.<br />

Posición supina.<br />

De la exposición potencial al equipo de terapia respiratoria contaminado<br />

Diversos dispositivos biomédicos utilizados para la terapia respiratoria, desde nebulizadores a<br />

elementos empleados para examen diagnóstic o como broncoscopios y espirómetros, pueden<br />

ser reservorios potenciales y vehículos de microorganismos infecciosos. Las formas de<br />

contaminación son:


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1. Del dispositivo biomédico al paciente.<br />

2. De un paciente a otro.<br />

3. De un sitio del cuerpo al tracto respiratorio bajo del mismo paciente, a través de las manos<br />

del personal o de los dispositivos utilizados.<br />

Del personal de salud<br />

COLONIZACIÓN Y/O CONTAMINACIÓN DE LAS MANOS<br />

Generalmente ocurre luego de la aspiración traq ueal y de la manipulac ión de los circuitos de<br />

aire o del tubo endotraqueal. Estos riesgos se reducen con el lavado de manos previo a la<br />

manipulación de cualquier parte del sistema de terapia respirat oria. <strong>El</strong> empleo de guantes,<br />

después del lavado de las manos, actúa como mecanismo de barrera; pero, éstos se deben<br />

remover luego de usarlos y se debe realizar, a continuación, un nuevo lavado de manos.<br />

FALTA DE EDUCACIÓN Y ENTRENAMIENTO<br />

<strong>El</strong> personal asistencial, especialmente si se desempeña en unidades de cuidados intensivos,<br />

debe contar con una educación especial relacionada con los riesgos de in fección inherentes al<br />

manejo de la terapia respiratoria y con las me didas de prevención y control que debe aplicar<br />

para minimizarlos.<br />

Recomendaciones:<br />

Medidas generales<br />

Educación del personal respecto de medidas de prevención y control de infecciones.<br />

Lavado de manos antes y después del cont acto con el paciente (lavado social +<br />

alcohol al 70% o lavado antiséptico).<br />

Controlar la posición de la cabeza, la cu al debe estar a 45°. Se excluyen: cirugías<br />

abdominales, pacientes neurológicos, shock refractario (1).<br />

Aspirar el lago faríngeo.<br />

Adecuada relación entre el número de enfermeros y kinesiólogos por paciente.<br />

Medidas de aislamiento de contacto para disminuir infecciones cruzadas con<br />

patógenos multiresistentes si existe sospecha o confirmación de infección o<br />

colonización (2, 3) y precauciones estándar en todos los casos.<br />

Higiene oral usando Clorhexidina en gasa.<br />

Vigilancia de infecciones nosocomiales en la unidad.<br />

Al identificar un caso de neumonía asociada al ventilador, dar a conocer al Comité de<br />

Respiratorio de UTI adultos.<br />

Identificación de patógenos endémicos y nue vos, con una guía de antibioticoterapia<br />

empírica revisada periódicamente relacionada con la epidemiología derivada de la<br />

denuncia de los casos al Comité (4, 5).<br />

Intubación y ventilación mecánica<br />

- Siempre que esté indicado, debe utilizarse la VNI (ventilación no invasiva)(6).<br />

- La presión del manguito debe ser medida en forma sistemática debiendo ser la suficiente<br />

para prevenir el pasaje de microorganismos alrededor del tubo y no superar los 25cm H 2<br />

O (7).<br />

- Controlar que no exista líquido condensado en los circuitos del ventilador (8).<br />

- Utilizar aerosolterapia o soluciones para ne bulizar en el circuito sólo cuando estén<br />

indicadas. Su utilización rutinaria y no justificada aumenta la manipulación y como<br />

consecuencia los riesgos de contaminación (8).<br />

Aspiración, posición del paciente y nutrición enteral<br />

- La cabecera de la cama siempre debe esta r, excepto contraindicación, elevada a más de<br />

30º, aún durante el transporte, sobre todo mi entras reciben alimentación para prevenir<br />

aspiración (9).


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- No se debería utilizar HME (humidificadores pasivos) en pacientes con abundantes<br />

secreciones o hemoptisis.<br />

- Los HME se pueden cambiar cada 48 horas o en caso de que se encuentren visiblemente<br />

sucios o interfiera en el monitoreo ventilatorio observado en el respirador.<br />

- En caso de alimentación enteral, monitorear el residuo gástrico para evitar la regurgitación<br />

(10).<br />

- Evaluar uso de Metroclorpramida en caso de residuo gástrico aumentado.<br />

- Suspender nutrición enteral, en caso de que se deba cambiar al pacien te a posición supina,<br />

como monitoreo hemodinámico o alguna otra maniobra.<br />

- Usar sucralfato en los pacientes en AVM (ven tilación mecánica) de ba jo o moderado riesgo,<br />

versus ranitidina.<br />

Bibliografía:<br />

1. Drakulovic- Lancet 1999;354:1851<br />

2. Tablan OC, Anderson LJ, Besser R, Bridges C, Hajjeh R, Healthcare Infection Control<br />

Practices Advisory Committee, Centers for Dise ase Control and Prevention. Guidelines for<br />

preventing health-care–associated pneumonia , 2003: recommendations of the CDC and the<br />

Healthcare Infection Control Practices Advi sory Committee. MMWR Recomm Rep 2004; 53(RR-<br />

3):1–36<br />

3. Kollef MH. The prevention of ventilator-associated pneumonia. N Engl J Med 1999; 340:627–<br />

634.<br />

4. Celis R, Torres A, Gatell JM, Almela M, Ro driguez-Roisin R, Agusti-Vidal A. Nosocomial<br />

pneumonia: a multivariate analysis of risk and prognosis. Chest 1988; 93:318–324<br />

5. Pittet D, Hugonnet S, Harbarth S, Mourouga P, Sauvan V, Touveneau S, Perneger TV.<br />

Effectiveness of a hospital-wide programmed to improve compliance with hand hygiene:<br />

Infection Control Programme. Lancet 2000; 356:1307–1312.<br />

6. Nava S, Ambrosino N, Clini E, Prato M, Orland o G, Vitacca M, Brigada P, Fracchia C, Rubini<br />

F. Noninvasive mechanical ventilation in the we aning of patients with respiratory failure due<br />

to chronic obstructive pulmonary disease: a randomized, controlled trial. Ann Intern Med<br />

1998;128:721–728.<br />

7. Rello J, Sonora R, Jubert P, Artigas A, Ru e M, Valles J. Pneumonia in intubated patients:<br />

role of respiratory airway care. Am J Respir Crit Care Med 1996;154:111–115.<br />

8. Craven DE, Lichtenberg DA, Goularte TA, Make BJ, McCabe WR. Contaminated medication<br />

nebulizers in mechanical ventilator circuits: source of bacterial aerosols. Am J Med<br />

1984;77:834–838.<br />

9. Drakulovic MB, Torres A, Bauer TT, Nicolas JM , Nogue S, Ferrer M. Supine body position as<br />

a risk factor for nosocomial pneumonia in me chanically ventilated patients: a randomized<br />

trial. Lancet 1999; 354:1851–1858.<br />

10. Bonten MJ, Bergmans DC, Ambergen AW, de Leeuw PW, Van Der Geest S, Stobberingh EE,<br />

Gaillard CA. Risk factors for pneumonia, and co lonization of respiratory tract and stomach in<br />

mechanically ventilated ICU patients. Am J Respir Crit Care Med 1996; 154:1339– 1346.


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<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

Año 1 Nº 4 Junio 2009<br />

Interfase Cerebro –Máquina: ¿ La rehabilitación del futuro?<br />

Lic. Karina A. Tenasczuk<br />

Servicio de Kinesiología. <strong>Hospital</strong> Alta complejidad en Red <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong>.<br />

Resumen<br />

Las neurociencias y la robótica han encontrado una línea de colaboración mutua. Esto<br />

constituye el punto de partida de un vasto horizonte de desarrollo conjunto, posible y no muy<br />

lejano, si observamos el desarrollo de las experiencias llevadas actualmente en la Universidad<br />

de Berkeley, California, en el laboratorio de robótica aplicada dirigido por el Prof. José<br />

Carmena, cuyas líneas de trabajo tuve la op ortunidad de conocer durante marzo último al<br />

visitar su universidad.<br />

Palabras claves:<br />

Interfase cerebro –máquina, rehabilitación, sistemas híbridos<br />

Un esquema de trabajo es observar y estudiar un sistema biológico para luego definir un<br />

modelo comparativo de este dicho modelo simulado o implementado, lo que permite crear la<br />

plataforma de desarrollo de los denominados Sistemas Híbridos Biónicos (HBS) aplicables en:<br />

Ortesis, utilizando un exoesqueleto inteli gente para mejorar posición, resistencia y<br />

movimientos<br />

Prótesis, integrando estructuras artificiales pero manejadas con circuitos neuronales<br />

en la misma vía fisiológica.<br />

En el departamento de bioingeniería de Berkeley, se está estudiando un proyecto denominado<br />

interfase cerebro-maquina que si bien se encuentra en etapa de investigación básica, ha dado<br />

pasos fundamentales y sentado las bases para la plena integración entre la biología y la<br />

tecnología más avanzada.<br />

En los estudios realizados por Carmena se ha conseguido que dos primates aprendan a<br />

alcanzar objetos en la pantalla de un computad or mediante la utilización de un joystick, al<br />

igual que los utilizados en los videojuegos. Una vez aprendido este movimiento, los primates<br />

mueven el objeto utilizando esta vez la de nominada interfase cerebro-máquina, es decir<br />

mueven el objeto en la pantalla con su pensamiento.<br />

<strong>El</strong> dispositivo insertado en la corteza cerebral capta los campos de pote ncial emitidos por las<br />

neuronas corticales las cuales poseen el aprendizaje y siguiendo un patrón determinado<br />

transmiten a un circuito que permite movilizar el joystick. (Fig. 1)<br />

(Fig. 1)


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<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

Esto abre un panorama en la rehabilitación motora integrando circuitos de computadoras a<br />

circuitos neuronales remplazando las zonas afectadas o permite transmitir impulsos cuando su<br />

vía estuviera impedida de hacerlo (Fig. 2)<br />

(Fig. 2)<br />

Una de las principales líneas de trabajo a futuro es aplicar la detección y transmisión de la<br />

interfaz cerebro-máquina reproduciendo movimientos y acciones de complejidad creciente.<br />

Las investigaciones del Profesor Carmena muestr an las infinitas posibilidades que deparan en<br />

años venideros la integración de diferentes disciplinas en pos de recuperar o reemplazar las<br />

estructuras neuronales dañadas.<br />

Cierto es que la velocidad con la que los co nocimientos avanzan hace n pensar como hechos<br />

plausibles cosas que hasta no hace tanto tiempo eran terreno de la ciencia ficción.<br />

Bibliografía<br />

Methods for Neural Ensemble Recordings. Miguel Nicolelis (Ed.). CRC Press 1999.<br />

Neuroprosthetics: Theory and Practice. Horch and Dillon (Eds.). World Scientific<br />

http//www.neurosciecie institute University of California –Berkeley. Prof Jose Carmena


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Todos aquellos que deseen publicar en nuestra revista deben enviar sus artículos al Área<br />

de Docencia-Biblioteca bibliotecaelcruce@argentina.com respetando las siguientes<br />

pautas de publicación.<br />

Reglamento de publicaciones<br />

A) Trabajos originales: deberán reunir las siguientes condiciones:<br />

1. Los trabajos deberán ser escritos en castellano, en papel carta/A4, en Word for<br />

Windows (versión 98 en adelante), en hojas numeradas correlativamente y de un solo<br />

lado, con margen de 25mm, fuente Times Arial, tamaño 12, a simple espacio.<br />

2. Se mantendrá el siguiente ordenamiento:<br />

a. Título: En la primera hoja del manuscrito se pondrá el título, el cual deberá ser<br />

preciso reflejando el contenido principal del artículo, en la misma hoja los autores<br />

deberán identificarse por el apellido seguido los nombres completos. Se identificará el<br />

lugar de trabajo o los lugares de cada uno de los autores si el mismo se realizó en forma<br />

cooperativa. Se precisará la dirección, número de teléfono o Fax, y correo electrónico<br />

del autor a quien se deba dirigir la correspondencia inherente al trabajo. Se agregará un<br />

título abreviado para cabeza de las páginas interiores de no más de 30 caracteres y hasta<br />

5 palabras clave en español e inglés.<br />

b. Resumen en castellano e inglés (por la posibilidad de indización de la revista; no<br />

excluyente); contendrá solamente datos demostrados en el trabajo y su extensión será<br />

de 150 a 200 palabras.<br />

c. Introducción; explicar propósito del estudio y antecedentes importantes vinculados a<br />

la realización del mismo;<br />

d. Material y Métodos, explicitando los métodos y procedimientos utilizados, y la<br />

evaluación estadística utilizada;<br />

e. Resultados: se presentará el detalle de los hallazgos sin realizar observaciones,<br />

comparaciones o comentarios con respecto a resultados de otros autores. Esto último se<br />

reservará para la sección Discusión;<br />

f. Discusión: se jerarquizarán los resultados del trabajo, su significado y se realizarán las<br />

comparaciones u observaciones pertinentes con respecto a hallazgos de otros autores.<br />

g. Abreviaturas y símbolos: se definirán la misma la primera vez que sean utilizadas,<br />

intentando no incluirlas en exceso.<br />

h. Tablas: Las tablas o cuadros, presentados en hojas separadas, deberán estar<br />

numeradas correlativamente con números romanos, ser comprensibles por sí mismas y<br />

poseer un texto claramente explicativo de su contenido.<br />

i. Figuras: Las fotografías serán enviadas junto con el trabajo, llevando una leyenda<br />

suficientemente explicativa en la parte inferior.<br />

j. Bibliografía: Las citas bibliográficas se harán en el texto mediante números y se<br />

ordenarán correlativamente al final del trabajo por orden de aparición.


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<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

Para las citas de:<br />

<strong>Revista</strong>s:<br />

a) Número correlativo; b) apellido completo e iniciales de los 3 primeros autores. Si hay<br />

más se pone "y col."; c) título del trabajo; d) abreviatura del nombre de la revista; e)<br />

volumen, página inicial y final, año.<br />

Ejemplos:<br />

1) Quabbe, H.J. Treatment of acromegaly by transphenoidal operation. 90-yttrium<br />

implantation and bromocriptine: results in 230 patients. Clin Endocrinol (Oxf) 16: 107-<br />

119, 1982.<br />

2) Muls, E.; Rosseneu, M.; Lesaffre, E. y col. Serum lipids and apolipoproteins A-I, A-II<br />

and B in primary hypothyroidism before and during treatment. Eur J Clin Invest 14: 12-<br />

15, 1984.<br />

Libros:<br />

a) Autor; b) título; c) editorial; d) lugar de impresión; e) página inicial y final f) año.<br />

Ejemplo:<br />

Yen, S.S.C.; Jaffe, R.B. Reproductive Endocrinology (Third Edition). W.B. Saunders<br />

Company, Philadelphia, USA, 1991.<br />

Capítulo de un libro:<br />

a) Autor del capítulo; b) título del capítulo; c) título del libro; d) autores del libro; e)<br />

editorial; f) lugar de impresión; g) página inicial del capítulo; h) año.<br />

Ejemplos:<br />

Catt, K.J.; Dufau, M.L. Gonadotropic hormones: biosynthesis, secretion, receptors and<br />

actions. En: Reproductive Endocrinology (Third Edition). Yen, S.S.C.; Jaffe, R.B. W.B.<br />

Saunders Company, Philadelphia, USA, pag. 105, 1991.<br />

k. Los trabajos recibidos serán revisados en sus aspectos formales por el Comité<br />

Editorial, devueltos al autor en caso de necesitar correcciones o agregados. Serán<br />

enviados seguidamente al Comité Científico, sin autores ni afiliación de los mismos,<br />

para que éste designe a los Revisores correspondientes a cada tema abarcado.<br />

B) Publicaciones de especialistas de reproducción argentinos en revistas extranjeras:<br />

todos aquellos autores que lo deseen podrán presentar trabajos publicados en los 2<br />

últimos años, total o parcialmente, a su criterio, para ser reproducidos en nuestra<br />

revista. <strong>El</strong> autor solicitará autorización al Editor responsable de la revista donde fue<br />

publicado originalmente.<br />

C) Comunicación de Casos clínicos: las mismas condiciones que para los trabajos<br />

originales más las que se detallan a continuación: la longitud no deberá exceder 4<br />

páginas, constará de: i) Título; ii)Resumen en español e inglés (no excluyente), iii)<br />

Introducción centralizada en el interés que genera el caso en particular, por ejemplo:<br />

especial fisiopatología, por su casuística nacional o internacional, o como aporte a<br />

nuevas conductas diagnóstica o terapéuticas; iv) Caso Clínico: detalle de historia clínica<br />

y/o descripción del paciente, vi) Métodos diagnósticos: describirlos en aquellos casos<br />

que sea significativos; vii) Métodos Terapéuticos y Resultados; y viii) Comentario final.,<br />

que se realizará al terminar la comunicación.<br />

D) Actualizaciones y revisiones: Serán realizadas a solicitud del Comité Editorial. Se<br />

mantendrá el siguiente ordenamiento: a) Titulo del trabajo, b) Apellido y nombre


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<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />

completo del/los autor/es, lugar de trabajo, dirección electrónica de contacto; c)<br />

Resumen en castellano e inglés; d) Introducción; e) Conclusión; y f) Bibliografía.<br />

E) Trabajos publicados recomendados y comentarios de libros: <strong>El</strong> Comité Editorial<br />

seleccionará dos a tres trabajos por número, publicados en revistas tanto nacionales<br />

como extranjeras, que sean de alto valor científico y correcto desarrollo metodológico<br />

para recomendar a los lectores, con un breve resumen del contenido. En el caso de<br />

libros, será semejante.<br />

F) Trabajos comentados por expertos: <strong>El</strong> Comité Editorial seleccionará un trabajo<br />

recientemente publicado en revistas internacionales por número, para enviarlo a dostres<br />

especialistas en el área quienes harán un comentario respecto del mismo.<br />

G) Cartas al editor: No deben exceder 1 página tamaño carta/A4 escrita a doble espacio<br />

incluyendo texto y bibliografía. Las mismas se referirán a comentarios sobre trabajos<br />

publicados por otros autores en Reproducción. La Directora de Publicaciones enviará<br />

dicha Carta al autor principal del trabajo referido para que tenga la opción de<br />

contestarla, debiendo hacerlo dentro de los 20 días corridos de recibida. La réplica<br />

deberá seguir los lineamientos generales precisados en este ítem. Tanto la Carta al<br />

Editor como su contestación, si la efectuare el autor del trabajo, se publicarán en el<br />

mismo número de Reproducción. La Carta al editor y su respuesta serán publicadas sin<br />

ser sometidas a arbitraje por el Comité Editorial de Reproducción. Las cartas al editor<br />

también podrán estar referidas a comentarios sobre temas profesionales,<br />

preferentemente en relación a artículos aparecidos en revista. En estos casos el Editor<br />

se reserva el derecho de publicación de aquellas consideradas pertinentes.<br />

H) Consideraciones generales:<br />

1.Bajo ningún aspecto se aceptarán como originales, trabajos publicados, en<br />

prensa o que hayan sido enviados simultáneamente a más de una revista.<br />

2.<strong>El</strong> material publicado en esta revista no podrá ser reproducido total o<br />

parcialmente sin previa autorización del Comité Editorial.<br />

3.La revista no se hace responsable de las opiniones emitidas por los autores.<br />

I) Los autores deberán, una vez revisado y aceptado el trabajo, enviar por coreo<br />

electrónico, o mediante un diskette o CD conteniendo el texto completo que se<br />

presente para publicación. Utilizar solamente computadoras compatibles con Windows<br />

Office 1998 en adelante.

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