Revista CientÃfica = Hospital El Cruce
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RC HC<br />
<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />
<strong>Revista</strong> del hospital <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />
Órgano Oficial del <strong>Hospital</strong> de Alta complejidad en Red<br />
ISSN 1852-3579<br />
La <strong>Revista</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong> es una publicación editada por el Área de<br />
Docencia del <strong>Hospital</strong> en red de alta complejidad <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong>. Está<br />
dirigida a médicos y otros profesionales de la salud. <strong>El</strong> objetivo de la<br />
revista es difundir artículos científicos de todas las áreas del Equipo<br />
de Salud, y a su vez constituir una fuente de intercambio con<br />
distintas instituciones nacionales e internacionales.<br />
Esperamos contar con el aporte de sus experiencias y conocimientos,<br />
para que la revista crezca en calidad y nivel científico.<br />
Año1 Nº 4 - 2009 - Publicación y distribución gratuita<br />
Editorial<br />
Estamos orgullosos<br />
Rubén De Marco<br />
Artículos<br />
Auditoría de accidentes de trabajo:<br />
Una experiencia argentina<br />
Otero, Ricardo A y Riobó, Alberto C.<br />
Guía de prevención de NAV<br />
Fariña, O; Pistillo N.; Garcia, A.; Trozzi, S.;<br />
Galuchi, Tenasczuk, K; Buguero, J.; Lambert, S;<br />
Nuñez, A. y Correger. E.<br />
Interfase Cerebro –Máquina:<br />
¿La rehabilitación del futuro?<br />
Karina A. Tenasczuk<br />
Propiedad del <strong>Hospital</strong> de Alta Complejidad en Red <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />
Av. Calchaquí 5401e / Lope de Vega y Rastreador Fournier C.P. (1888) Florencio<br />
Varela. Buenos Aires – Argentina. Tel: 011 4210-7095/7096. Int 1528<br />
bibliotecaelcruce@argentina.com - www.hospitalelcruce.org
RC HC<br />
<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />
Comité Editorial<br />
Directores<br />
Director Ejecutivo: Arnaldo Medina<br />
Director Médico: Dr. Juan Marini<br />
Director de Procesos Técnicos Asistenciales: Dr. Mariano Puentes<br />
Director Administrativo : Cdor. Ademar Feccia<br />
Directores de la revista<br />
Prof. Dr. Rubén De Marco<br />
Dr. Daniel Aimone<br />
Directores de redacción<br />
Dr. Leonardo Busso<br />
Dr. Osvaldo Fariña<br />
Dr. Luís Flores Acosta<br />
Dr. Daniel Germino<br />
Dr. Roberto Grinfeld<br />
Dr. Kuo-kuan Hung<br />
Prof. Dr. Jorge Lambre<br />
Dr. Roberto Maida<br />
Dr. Carmen Mucci<br />
Dr. Hugo Nahum<br />
Dr. Marcelo Pereyra<br />
Dr. Osvaldo Romano<br />
Dr. Ariel Saez de Guinoa<br />
Lic. Mirta Seco<br />
Dr. Carlos Tajer<br />
Dr. Oscar Faldutto<br />
Ing. Sabina Fígari<br />
Dr. Martín Garaycoechea<br />
Dr. Jorge Giaccio<br />
Far. Miguel Hermida<br />
Dr. Ricardo Lara<br />
Dr. Héctor Alejandro Machain<br />
Dr. Raúl Matanó<br />
Dr. Emir Musa<br />
Dr. Ricardo Otero<br />
Ing. José Nieto<br />
Dr. Osvaldo Russo<br />
Dr. Ricardo Sarmiento<br />
Bio. Emilia Scandizzo<br />
Dr. Juan Carlos Vogel<br />
Prof. Dr. Javier Gardella<br />
Comité de Corrección<br />
Lic. María Teresa Poccioni<br />
Secretaria de redacción<br />
Bib. Doc. Zulema Zárate Insúa<br />
Área de Comunicación del <strong>Hospital</strong><br />
Lic. Patricia Zarratea<br />
Diseño Web<br />
DCV Diego Lunansky<br />
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<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />
Editorial<br />
Estamos orgullosos<br />
Prof. Dr. Rubén De Marco<br />
En estos días nuestra revista tiene su número en el registro de la propiedad intelectual y ha<br />
ingresado al Index Médico Internacional, lo cual nos permite una mayor difusión. Estamos<br />
convencidos de que esta circunstancia incentivará en el futuro el intercambio fluido con otras<br />
publicaciones de diferentes lugares del mundo.<br />
A esta publicación se sumará una revista dedicada a la comunidad cuya difusión se<br />
efectivizará a través de la Red del <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong>. La misma consistirá en difundir aspectos<br />
de atención primaria de la salud, especialmente relacionados con la adopción de actitudes<br />
frente a urgencias pediátricas y de adultos, como así también planes de vacunación y otros<br />
aspectos de interés general relacionados con la medicina.<br />
Estamos abiertos al intercambio con todas las instituciones que quieran difundir aspectos<br />
institucionales y esperamos contar con su participación.
RC HC<br />
<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />
Año 1 Nº 4 Junio 2009<br />
AUDITORÍA DE ACCIDENTES DEL TRABAJO:<br />
Una experiencia argentina<br />
OTERO, Ricardo A; RIOBÓ, Alberto C.<br />
Nota previa: Por qué una publicación tardía: el presente trabajo fue escrito originalmente en<br />
1997 y se mantiene inédito. Por lo tanto, es lícito pensar que se encuentra obsoleto. Sin embargo,<br />
creemos que mantiene valor en tanto relata una de las pocas experiencias argentinas en el<br />
llamado “paradigma europeo” de la auditoría médica[1]. Este concepto, absolutamente alejado<br />
del de fiscalización, tan frecuente en nuestro país, se basa en el análisis de la actuación<br />
profesional por parte de especialistas en las mismas modalidades asistenciales auditadas. No se<br />
trata de expertos en nomencladores, facturaciones y contratos prestacionales, cuyo objetivo<br />
consiste en hallar puntos conflictivos del accionar profesional que le permitan excluir de la<br />
responsabilidad económica al tercer pagador. Al contrario, se apoya en el análisis experto de las<br />
acciones asistenciales, con el sólo objeto de mejorar su calidad.<br />
Introducción:<br />
En julio de 1996 se puso en marcha el sistema de cobertura de accidentes y enfermedades del<br />
trabajo establecido por la Ley 24.557 de Riesgos del Trabajo (LRT), sancionada el 13 de<br />
septiembre de 1995 y promulgada el 3/10/1995 [2].<br />
Desde tiempo antes se hizo evidente para la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, -SRT,<br />
autoridad de aplicación del sistema, creada po r el artículo 25 de la mencionada Ley-, la<br />
necesidad de implementar un Programa de Audito ría Médica para evalua r la calidad de las<br />
prestaciones en especie que las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) proporcionan a sus<br />
afiliados. Estas prestaciones están determinadas por el artículo 20 y son: asistencia médica y<br />
farmacéutica, prótesis y ortopedia, rehabilitación, recalificación profesional y servicio<br />
funerario.<br />
<strong>El</strong> objetivo propuesto fue la evaluación de la calidad de atención médica brindada por las<br />
ART. Para ello se diseñaron audi torías concurrentes (presencia del médico auditor en el lugar<br />
de atención)[3], exclusivamente para obtener información y opinar confidencialmente sobre<br />
la asistencia brindada. <strong>El</strong> audi tor no debía actuar por sí ni ejercer ningún tipo de presión<br />
sobre el prestador, salvo la que proviniese de su propia presencia.<br />
<strong>El</strong> principal inconveniente que se debió enfrenta r fue la carencia de antecedentes nacionales<br />
de un programa de ese tipo, además de que la Superintendencia de Riesgos del Trabajo no<br />
contaba con los recursos estructurales necesa rios. Por todo ello, contrató una asesoría<br />
externa para implementar el programa, con el 1 de julio de 1996 como fecha de inicio.<br />
Material y Métodos:<br />
Cálculo de la demanda:<br />
En Argentina no existían estadísticas confiables sobre accidentología laboral, entonces se<br />
analizó la bibliografía internacional, especialmente de México (1988) y Chile (1995), así como
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un trabajo de 1994 en el que se reunía informac ión a nivel mundial, incluyendo algunas cifras<br />
de nuestro país 1 .<br />
Así se calculó que se producirían en todo el territorio unos 3.100 accidentes laborales al mes<br />
(2,21 accidentes por cada 100.000 habitantes por semana). Alrededor del 50% de los casos se<br />
producirían en Capital Federal y provincia de Buenos Aires. Como era imposible para la SRT<br />
evaluar más de tres mil casos mensuales, se redujo el universo a ciertas patologías<br />
seleccionadas y con importantes niveles de gravedad.<br />
Se seleccionaron los siguientes diagnósticos:<br />
?Amputación por encima de carpo o tarso, parcial o total.<br />
?Aplastamiento torácico.<br />
?Castración o emasculación traumática.<br />
?Coma de origen traumático.<br />
?Fractura de uno o más cuerpos vertebrales.<br />
?Fractura expuesta por encima de carpo o tarso.<br />
?Herida abdominal transperitoneal con o sin perforación de víscera.<br />
?Intoxicaciones agudas con alteración de parámetros vitales.<br />
?Lesión de corazón o grandes vasos.<br />
?Perforación o enucleamiento ocular.<br />
?Politraumatismo grave (con riesgo de muerte).<br />
?Quemadura grave, (Tipo AB + 20%; Tipo B +10%).<br />
?Rotura o estallido renal, vesical o esplénico.<br />
?Scalp de cuero cabelludo, de más de 10 cm. de diámetro.<br />
?Traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento.<br />
Quemaduras, intoxicaciones y amputaciones fueron consideradas patologías trazadoras, de<br />
acuerdo con la experiencia internacional al respecto.<br />
Instrumentos para la recolección de datos:<br />
La Resolución SRT Nº 94/96 [4] aprobó las normas para la denuncia de los casos,<br />
estableciendo que las ART debían informar todos los casos de accidentados laborales<br />
internados dentro de las 24 horas de sucedidos, incluyendo datos acerca del establecimiento<br />
asistencial actuante. Incluyó una planilla por medio de la cual efectuar las denuncias.<br />
También se diseñó el Formulario de Auditoría Primaria para Casos Trazadores y Graves para<br />
uso de los Auditores. Este, además de la información del accidentado, empleador y<br />
aseguradora, recoge tipo y gravedad de las lesiones, agentes causales y opinión del Auditor<br />
acerca de la prestación. Se valoran las acc iones tomadas por los prestadores actuantes,<br />
tiempos de respuesta, medios diagnósticos y terapéuticos disponibles y utilizados y opinión<br />
acerca del resultado final.<br />
Recursos Humanos:<br />
Se estableció como necesario contar con especialistas en Terapia Intensiva, Traumatología y<br />
Neurología. Los antecedentes en auditoría médica no fueron excluyentes, pero sí preferentes.<br />
Se conformó un equipo profesiona l formado por tres traumatólogos, cuatro internistas y un<br />
auditor médico 2 , quienes tuvieron a su cargo toda la labor evaluativa.<br />
Previo al inicio de actividades, fueron capacitados acerca de los objetivos del programa y de<br />
la LRT. Para ello, se preparar on dos documentos, uno con el resumen de la legislación y otro<br />
con un análisis de las políticas que le dieron origen.<br />
1 Lamentablemente, el tiempo transcurrido hace imposible recuperar las citas de las fuentes internacionales de información que<br />
fueron consultadas oportunamente.<br />
2 La inclusión de este profesional fue necesaria debido a que los demás especialistas no tenían experiencia en técnicas<br />
generales de auditoría ni en la aplicación de las herramientas de la disciplina.
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Desde la SRT, un equipo administrativo de tres personas dio el apoyo necesario al sistema. Los<br />
datos recogidos fueron procesados por medio de un programa computarizado que permite su<br />
análisis estadístico.<br />
ACCIDENTE<br />
ESTABLECIMIENTO<br />
ASISTENCIAL<br />
ART<br />
ESPECIALISTA<br />
AUDITOR<br />
FORM. DE<br />
DENUNCIA<br />
SRT<br />
FORM. DE<br />
AUDITORÍA<br />
ESTADÍSTICAS<br />
Figura 1: Circuito del Programa de Auditoría.<br />
<strong>El</strong> sistema puede apreciarse en la figura 1: producido el accidente, llega la información<br />
(flechas azules) a la ART y el paciente es de rivado al centro asis tencial correspondiente<br />
(roja). La ART informa vía fax a la SRT, que envía un auditor (flechas verdes) al centro de<br />
internación. <strong>El</strong> profesional completa el formular io de auditoría, que es cargado en el sistema<br />
de la SRT y emite las estadístic as mensuales (flechas naranja) . En los casos en que de la<br />
auditoría surgiera información relevante que just ificase la intervención de la ART sobre el<br />
prestador o el beneficiario, es comunicada inmediatamente (flecha punteada).<br />
La gestión del programa durante el primer trimestre (julio - septiembre de 1996) estuvo a<br />
cargo de un coordinador operativo (médico), ocho médicos auditores, un responsable<br />
administrativo y dos administrativos, cubriendo horario continuo de 12 horas diarias, de lunes<br />
a viernes.<br />
Resultados:<br />
Durante el trimestre se recibieron 946 denuncias, de las que 789, (83,40%), correspondieron a<br />
las patologías enunciadas y fueron, por lo tanto, elegibles para efectuar Auditoría (tabla 1).<br />
Tabla 1: Denuncias por mes<br />
Casos s/fecha Jul Ago Sep. Total<br />
Total 8 294 352 292 946<br />
<strong>El</strong>egibles 7 234 305 243 789<br />
No <strong>El</strong>egibles 1 60 43 36 140<br />
Sin<br />
diagnóstico<br />
0 0 4 13 17<br />
En ocho denuncias (0,84%), no se logró obtener la fecha del accidente y en otras diecisiete<br />
(1,8%) no se incluyó el diagnóstico, por lo que no fue posible definir su elegibilidad.<br />
De las 789 denuncias elegibles se evaluaron ef ectivamente un total de 270 (es decir, el<br />
34,22%). <strong>El</strong> resto (519 casos), no lo fueron por diversas razones, el paciente fue dado de alta<br />
antes de la evaluación o la denuncia ingresó lue go del alta del pacien te: 317 caso s; falleció<br />
prematuramente, 159 y en la última quincena, la SRT redujo los viajes largos por razones<br />
presupuestarias. Esto redujo la muestra en 26 casos. Asimismo hubo casos en los que el<br />
paciente fue trasladado a otro centro asistenc ial antes de ser evaluado, no hubo medios de<br />
transporte disponibles y un caso en el que el prestador no permitió la auditoría.
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La opinión de los Médicos Auditores fue:<br />
Tabla 2: Calificación de la atención brindada.<br />
Casos Jul Ago Set Total<br />
Total 96 96 76 268<br />
Correcta 66,67% 31,25% 5,26% 36,30%<br />
Deficiente 30,21% 23,96% 17,11% 24,81%<br />
Deficiente 0,00% 44,79% 77,63% 37,78%<br />
informacion<br />
S/D 3,13% 0,00% 0,00% 1,11%<br />
Tabla 4 Denuncias por Provincia<br />
Provincia<br />
DENUNCIAS<br />
POBLACIÓN<br />
Jul Ago Set S/F TOTAL % TOTAL %<br />
Relac<br />
Den /<br />
Pob<br />
Buenos 84 111 93 5 293 31,27 12.594.974 37,80 0,827<br />
Aires<br />
Capital 77 72 60 1 210 22,41 2.965.403 8,90 2,518<br />
Federal<br />
Santa Fe 35 40 32 1 108 11,53 2.798.422 8,40 1,372<br />
Córdoba 21 23 29 1 74 7,90 2.766.683 8,30 0,951<br />
Entre Ríos 10 12 8 0 30 3,20 1.020.257 3,06 1,046<br />
Otras 67 94 70 0 231 23,69 11.170.266 33,60 0,705<br />
TOTAL 294 352 292 8 946 100,00 33.316.005 100,00
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Las tres columnas finales reco gen la población de cada jurisdicción (Censo ’91 [5]), el<br />
porcentaje sobre total del país y la relación entre las denuncias y esa población. Si el<br />
resultado es la unidad hay relación directa en tre el número de denuncias y la población. En<br />
Capital Federal (la mayor oferta asistencial) hubo más denuncias que lo que correspondería a<br />
su población, lo que se explica por derivacion es provenientes principalmente del conurbano,<br />
ya que la provincia de Buenos Aires muestra una relación inversa. Algo similar ocurre con<br />
Tucumán, que parece concentrar la atención de la accidentología de Salta, Jujuy, Catamarca<br />
y Santiago del Estero. Sin embargo, debe teners e en cuenta que la población mostrada no es<br />
la económicamente activa, sino la total. Por ello, gran parte de la región patagónica<br />
(Neuquén, Río Negro, La Pampa, Chubut) presenta una alta relación, que no parece<br />
justificarse por las derivaciones que eventual mente pudiera recibir del resto de la región<br />
(Tierra del Fuego y Santa Cruz). La existencia de explotaciones petroleras en esas áreas, con<br />
su alta siniestralidad, podría ser la causa del fenómeno.<br />
Tabla 6: recoge los principales diagnóst icos por su frecuencia de presentación 3 ordenados en<br />
forma descendente, incluyendo su letalidad. Se observa que los traumatismos encéfalo<br />
craneanos con pérdida del conocimiento (TEC c/p) fueron el principal diagnóstico (44,82% del<br />
total). Siguen en orden de frecuencia, aunque muy alejados, los politraumatismos, accidentes<br />
de tránsito y las fracturas expuestas.<br />
Tabla 6: Los diagnósticos y su letalidad<br />
D i a g n ó s t i c o<br />
Casos<br />
Letalidad<br />
N % N %<br />
TEC c/p 424 44,82 33 7,78<br />
Politraumatismo 76 8,03 25 32,89<br />
Accidentes de tránsito 56 5,92 56 100,00<br />
Fractura expuesta 53 5,6 0 0,00<br />
Fracturas 45 4,76 0 0,00<br />
Amputación 33 3,49 0 0,00<br />
Quemadura 27 2,85 3 11,11<br />
Traumatismo ocular 26 2,75 1 3,85<br />
Herida de bala 24 2,54 10 41,67<br />
Otros 158 8,77 31 37,35<br />
S/D 24 2,54 18 75,00<br />
Total 946 100,00 200 21,14<br />
“Otros” incluye electrocución, ruptura de bazo, fractura de cráneo, paro cardíaco, scalp. 24<br />
casos quedaron sin diagnóstico exacto. 158 fueron incluidos como “otros”; muchos no<br />
elegibles para auditar: paros cardíacos o cardiorrespiratorios, accidentes aéreos, suicidios,<br />
fracturas de pelvis, traumatismos varios, etc.<br />
Entre las grandes causas de mortalidad figuran, en primer término, las lesiones producidas<br />
por accidentes de tránsito, cuya mortalidad alcanzó el 100%. Si bien éste no es un diagnóstico<br />
médico ni se lo mencionaba entr e las patologías a evaluar, su enorme letalidad justifica su<br />
inclusión, puesto que demuestra la necesidad de extremar las medidas preventivas. En<br />
prácticamente todos fue imposible conocer la ca usa de muerte, puesto que fallecieron en el<br />
acto y, por las implicancias le gales, no hubo información disp onible en forma rápida. Estos<br />
accidentes ocurrieron en circunstancias in itinere (el 40,38% de ellos) y en pleno horario<br />
laboral (trabajadores que trabajan en la vía pública o que se accidentaron mientras eran<br />
trasladados de un lugar a otro). En algunos de estos casos los medios de transporte no eran los<br />
más adecuados para el transporte de personas. Por ejemplo, la caja de carga de un camión.<br />
3 Se incluyen los que suman más del 80% del total.
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La mortalidad de los traumatismos encéfalo craneanos con pérdida de conocimiento fue baja<br />
en relación con otros diagnósticos, 8% en cifras redondas, mientras que cuando no hubo<br />
alteración de la conciencia la mortalidad llegó al 5,56%. Por pa rte de las patologías<br />
trazadoras, las amputaciones no presentaron mortalidad, mientras que las quemaduras<br />
alcanzaron el 11,11% y las intoxicaciones el 23,08%. Sin embargo, los pocos casos no permiten<br />
conclusiones demasiado válidas. Es notable el 75 % de mortalidad en los casos sin diagnóstico.<br />
Muchos de estos accidentados fueron hallados ya fallecidos y, por lo menos durante el lapso<br />
del análisis, no fue posible conocer las causas.<br />
Conclusiones:<br />
Si bien este primer análisis no permitió obtener conclusiones definitivas, demostró la<br />
existencia de algunos problemas sobre los cuales se aconsejó a la SRT actuar rápidamente:<br />
1. Déficit en la calidad de información, (tanto en contenido como oportunidad), lo<br />
suficientemente importante como para concluir qu e la capacidad de anál isis, y con ella la<br />
posibilidad de tomar decisiones , tanto por parte de la SRT co mo de las ART e incluso por<br />
los empleadores, se vería seriamente afectad a a corto plazo, salvo que se tomaran las<br />
medidas necesarias para mejorarla.<br />
2. Sólo un tercio de los casos evaluados fue considerado como de atención correcta,<br />
demostrando la necesidad de mejorar la oferta asistencial de las As eguradoras de Riesgos<br />
del Trabajo y la eficacia de los sistemas de atención y traslado inmediatos.<br />
3. La prevención es imperativa para reducir el riesgo laboral. Para ello se requerirá del<br />
concurso de otras áreas, tanto del Estado como de la comunidad en su totalidad, sumado a<br />
los esfuerzos de la SRT y las ART. Esto fue es pecialmente claro respecto de los accidentes<br />
de tránsito 4 .<br />
4. Es necesario investigar las razones de la gran frecuencia de los traumatismos cráneo<br />
encefálicos, que superan lo esperado, aparentemente incidiendo sobre modalidades<br />
laborales que se suponían de bajo riesgo (las rurales, por ejemplo).<br />
5. Los ejemplos mencionados en los puntos 3 y 4 demostraron que la disponibilidad de<br />
equipos de emergencia entrenados, con capaci dad y medios operativos adecuados es de<br />
fundamental importancia para reducir la morbimortalidad.<br />
Bibliografía:<br />
1. McKEE C.F., LAUGLO M., LESSOF L .: “Medical audit: a review”. Journal of the Royal<br />
Society of Medicine Volume 82 August 1989: pp. 474-478.<br />
2. REPÚBLICA ARGENTINA. LEY 24.557, Sobre Riesgos del Trabajo. BO del 4/10/1995.<br />
3. GROUPE LORRAIN D’AUDIT MÉDICAL: “L’Audit Médical, qu’est ce?”. En www.glamsante.org<br />
4. REPÚBLICA ARGENTINA, SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL TRABAJO: Resolución<br />
94/96.<br />
5. REPÚBLICA ARGENTINA, INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA Y CENSOS: Resultados<br />
del Censo Nacional de Población 1991. En www.indec.gov.ar .<br />
4 Esta aseveración se mantiene absolutamente vigente –en realidad es aún más imperiosa, y no sólo en el ámbito laboral- doce<br />
años después de haber sido enunciada.
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Nuñez, A. y Correger. E.<br />
Servicio de Terapia Intensiva, Servicio de Infectología, Servivio de Nutrición y Kinesiología;<br />
<strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong>, Florencio Varela, Buenos Aires, Argentina<br />
Introducción:<br />
La neumonía intrahospitalaria es la principal causa de muerte entre las infecciones adquiridas<br />
en el hospital. Se estima que la tasa cruda de mortalidad se encuentra en un rango que va<br />
desde el 20% al 50%. La mortalidad atribuible es del 30% al 33%.<br />
Determinar la exacta contribución de la neumon ía intrahospitalaria a la mortalidad atribuible<br />
sigue generando controversias entre los especial istas y puede ser sobrestimada, pues algunas<br />
muertes pueden estar relacionadas con la enfe rmedad de base de los pacientes o con el<br />
estatus de salud de los mismos.<br />
LOS FACTORES QUE SE HAN ASOCIADO CON EL ALTO RIESGO DE MORTALIDAD SON :<br />
· Infección por bacilos Gram negativos.<br />
· Edad.<br />
· Uso de terapia antibiótica inadecuada.<br />
· Shock.<br />
· Cambio en el patrón radiológico: presencia de infiltrados bilaterales.<br />
· <strong>Hospital</strong>ización prolongada.<br />
· Posición supina en pacientes ventilados.<br />
La alteración del reflejo de la tos, las modificaciones por depresión del sensorio, la alteración<br />
de deglución y la presencia de vía aérea artificial predisponen al paciente a la aspiración y<br />
colonización pulmonar y aumentan la susceptibilidad a las infecciones.<br />
<strong>El</strong> uso generalizado de procedimientos invasivos, como la intubación endotraqueal y la<br />
asistencia respiratoria mecánica, alteran la primera línea de defensa de los pacientes<br />
internados en unidades de cuidados intensivos (UCI) e incrementan el riesgo para el desarrollo<br />
de neumonía.<br />
La neumonía aguda se desarrolla cuando los mi croorganismos patógenos alcanzan el pulmón<br />
distal, se multiplican y producen enfermedad invasiva o por inoculación accidental<br />
sobreañadida, superando las defensas naturales del huésped.<br />
Las defensas naturales del huésped incluyen:<br />
Filtración y humidificación del aire en las vías aéreas superiores, epiglotis y reflejo de<br />
la tos, transporte ciliar, epitelio respiratorio, fagocitos y opsoninas en el pulmón<br />
distal, y el sistema inmunitario celular-humoral.<br />
La invasión bacteriana del tracto respiratorio inferior puede aparecer por inhalación,<br />
aspiración, por extensión, por colonización en lugares próximos, por inoculación directa y por<br />
vía hematógena.<br />
Otras causas son:<br />
Infección pulmonar por foco a distancia.<br />
Reactivación de infección latente (M. tube rculosis o citomegalovirus) en pacientes<br />
inmunocomprometidos.<br />
Se considera que el mecanismo predominante para la adquisición de neumonía nosocomial es<br />
la aspiración.<br />
<strong>El</strong> método más frecuente de infe cción es la microaspiración de bacterias colonizantes de la<br />
orofaringe o del tracto gastrointestinal superior del paciente.<br />
Los tubos endotraqueales facili tan la colonización bacteriana del árbol traqueobronquial<br />
predisponiendo a la aspiración de secreciones en vía aérea a través de pasaje entre la mucosa<br />
y el manguito del tubo. La di sminución del reflejo faríngeo, la instrumentación de la vía<br />
aérea, la anestesia general y la enfermedad esofágica predisponen a la aspiración de<br />
microorganismos.
RC HC<br />
<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />
La traslocación de microorganismos del tracto gastrointestinal ha sido considerada como una<br />
hipótesis de probable inoculación y actualmente está siendo investigada. Se postula que la<br />
traslocación ocurre en pacien tes con inmunosupresión, cáncer o quemaduras, pero los datos<br />
son insuficientes para describir estos mecanismos en seres humanos. <strong>El</strong> rol del estómago,<br />
como reservorio de microorganismos, depende de l grado de severidad de la enfermedad del<br />
paciente y, en otras circunstancias, del tratamiento profiláctico prequirúrgico. Pocas son las<br />
bacterias que sobreviven al ácido clorhídric o y a un pH menor de 2. Cuando el pH se<br />
incrementa por sobre los niveles normales (pH > 4), las bacterias se multiplican en altas<br />
concentraciones en el estómago. Esto se puede observar, sólo en ciertos pacientes con íleo,<br />
en pacientes que reciben alimentación enteral, antiácidos, histamina o antagonistas (H-2).<br />
Las neumonías asociadas a Asistencia Ventilatoria Mecánica (AVM) requieren de dos procesos:<br />
· Colonización bacteriana de la orofaringe o tracto gastrointestinal.<br />
· Microaspiración de las secreciones contaminadas del tracto respiratorio inferior.<br />
La presencia de métodos invasivos es un factor im portante en la patogenia y desarrollo de las<br />
neumonías nosocomiales.<br />
Para los pacientes con asistencia respiratoria mecánica, el mecanismo probable de aspiración<br />
es la superficie externa del tubo endotraqueal y no el lumen interior. La intubación de la<br />
tráquea abre circuitos naturales entre la orofar inge y la tráquea dañando la mucosa de las<br />
vías aéreas a través del trauma local. Otros mecanismos que favorecen el ingreso de bacterias<br />
al tracto respiratorio inferior son la inhalación de aerosoles de equipos de terapia respiratoria<br />
o anestésica y nebulizadores contaminados. <strong>El</strong> fluido de los reservorios contaminados<br />
favorece la dispersión de las bacterias por med io de aerosoles, con lo cual se depositan los<br />
microorganismos en el tracto respiratorio inferior del paciente. La inhalación es<br />
particularmente grave en pacientes intubados, ya que estos dispositivos tienen acceso directo<br />
al pulmón distal.<br />
La traqueostomía y la colocación de sonda nasogástrica aumentan la probabilidad de riesgo,<br />
ya que es factible el trauma mecánico de la laringe o la faringe. Los patógenos provenientes<br />
de la orofaringe, del estómago, la nariz y senos paranasales pueden inocular el pulmón distal.<br />
La posición del paciente (se misentado), disminuye el riesgo de aspiración del contenido<br />
gástrico, pero no reduce las secreciones orofaríngeas.<br />
La colonización del equipo de terapia respiratoria se produce principalmente por las<br />
secreciones del mismo paciente y no por la má quina propiamente dicha, cuando se siguen<br />
adecuadas medidas de control. Los lugares con mayor probabilidad de contaminación son el<br />
tubo endotraqueal y luego la tubuladura adyacente.<br />
Factores de riesgo<br />
Del paciente<br />
Edades extremas de la vida.<br />
Enfermedad subyacente.<br />
Falta de movilidad del paciente.<br />
Factores que favorecen la colonización de la orofaringe y el estómago por<br />
microorganismos.<br />
Internación en unidades de cuidados intensivos.<br />
De la aspiración por reflujo<br />
Intubación traqueal.<br />
Intubación nasal prolongada mayor a 48 hs.<br />
Inserción de sonda nasogástrica.<br />
Posición supina.<br />
De la exposición potencial al equipo de terapia respiratoria contaminado<br />
Diversos dispositivos biomédicos utilizados para la terapia respiratoria, desde nebulizadores a<br />
elementos empleados para examen diagnóstic o como broncoscopios y espirómetros, pueden<br />
ser reservorios potenciales y vehículos de microorganismos infecciosos. Las formas de<br />
contaminación son:
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1. Del dispositivo biomédico al paciente.<br />
2. De un paciente a otro.<br />
3. De un sitio del cuerpo al tracto respiratorio bajo del mismo paciente, a través de las manos<br />
del personal o de los dispositivos utilizados.<br />
Del personal de salud<br />
COLONIZACIÓN Y/O CONTAMINACIÓN DE LAS MANOS<br />
Generalmente ocurre luego de la aspiración traq ueal y de la manipulac ión de los circuitos de<br />
aire o del tubo endotraqueal. Estos riesgos se reducen con el lavado de manos previo a la<br />
manipulación de cualquier parte del sistema de terapia respirat oria. <strong>El</strong> empleo de guantes,<br />
después del lavado de las manos, actúa como mecanismo de barrera; pero, éstos se deben<br />
remover luego de usarlos y se debe realizar, a continuación, un nuevo lavado de manos.<br />
FALTA DE EDUCACIÓN Y ENTRENAMIENTO<br />
<strong>El</strong> personal asistencial, especialmente si se desempeña en unidades de cuidados intensivos,<br />
debe contar con una educación especial relacionada con los riesgos de in fección inherentes al<br />
manejo de la terapia respiratoria y con las me didas de prevención y control que debe aplicar<br />
para minimizarlos.<br />
Recomendaciones:<br />
Medidas generales<br />
Educación del personal respecto de medidas de prevención y control de infecciones.<br />
Lavado de manos antes y después del cont acto con el paciente (lavado social +<br />
alcohol al 70% o lavado antiséptico).<br />
Controlar la posición de la cabeza, la cu al debe estar a 45°. Se excluyen: cirugías<br />
abdominales, pacientes neurológicos, shock refractario (1).<br />
Aspirar el lago faríngeo.<br />
Adecuada relación entre el número de enfermeros y kinesiólogos por paciente.<br />
Medidas de aislamiento de contacto para disminuir infecciones cruzadas con<br />
patógenos multiresistentes si existe sospecha o confirmación de infección o<br />
colonización (2, 3) y precauciones estándar en todos los casos.<br />
Higiene oral usando Clorhexidina en gasa.<br />
Vigilancia de infecciones nosocomiales en la unidad.<br />
Al identificar un caso de neumonía asociada al ventilador, dar a conocer al Comité de<br />
Respiratorio de UTI adultos.<br />
Identificación de patógenos endémicos y nue vos, con una guía de antibioticoterapia<br />
empírica revisada periódicamente relacionada con la epidemiología derivada de la<br />
denuncia de los casos al Comité (4, 5).<br />
Intubación y ventilación mecánica<br />
- Siempre que esté indicado, debe utilizarse la VNI (ventilación no invasiva)(6).<br />
- La presión del manguito debe ser medida en forma sistemática debiendo ser la suficiente<br />
para prevenir el pasaje de microorganismos alrededor del tubo y no superar los 25cm H 2<br />
O (7).<br />
- Controlar que no exista líquido condensado en los circuitos del ventilador (8).<br />
- Utilizar aerosolterapia o soluciones para ne bulizar en el circuito sólo cuando estén<br />
indicadas. Su utilización rutinaria y no justificada aumenta la manipulación y como<br />
consecuencia los riesgos de contaminación (8).<br />
Aspiración, posición del paciente y nutrición enteral<br />
- La cabecera de la cama siempre debe esta r, excepto contraindicación, elevada a más de<br />
30º, aún durante el transporte, sobre todo mi entras reciben alimentación para prevenir<br />
aspiración (9).
RC HC<br />
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- No se debería utilizar HME (humidificadores pasivos) en pacientes con abundantes<br />
secreciones o hemoptisis.<br />
- Los HME se pueden cambiar cada 48 horas o en caso de que se encuentren visiblemente<br />
sucios o interfiera en el monitoreo ventilatorio observado en el respirador.<br />
- En caso de alimentación enteral, monitorear el residuo gástrico para evitar la regurgitación<br />
(10).<br />
- Evaluar uso de Metroclorpramida en caso de residuo gástrico aumentado.<br />
- Suspender nutrición enteral, en caso de que se deba cambiar al pacien te a posición supina,<br />
como monitoreo hemodinámico o alguna otra maniobra.<br />
- Usar sucralfato en los pacientes en AVM (ven tilación mecánica) de ba jo o moderado riesgo,<br />
versus ranitidina.<br />
Bibliografía:<br />
1. Drakulovic- Lancet 1999;354:1851<br />
2. Tablan OC, Anderson LJ, Besser R, Bridges C, Hajjeh R, Healthcare Infection Control<br />
Practices Advisory Committee, Centers for Dise ase Control and Prevention. Guidelines for<br />
preventing health-care–associated pneumonia , 2003: recommendations of the CDC and the<br />
Healthcare Infection Control Practices Advi sory Committee. MMWR Recomm Rep 2004; 53(RR-<br />
3):1–36<br />
3. Kollef MH. The prevention of ventilator-associated pneumonia. N Engl J Med 1999; 340:627–<br />
634.<br />
4. Celis R, Torres A, Gatell JM, Almela M, Ro driguez-Roisin R, Agusti-Vidal A. Nosocomial<br />
pneumonia: a multivariate analysis of risk and prognosis. Chest 1988; 93:318–324<br />
5. Pittet D, Hugonnet S, Harbarth S, Mourouga P, Sauvan V, Touveneau S, Perneger TV.<br />
Effectiveness of a hospital-wide programmed to improve compliance with hand hygiene:<br />
Infection Control Programme. Lancet 2000; 356:1307–1312.<br />
6. Nava S, Ambrosino N, Clini E, Prato M, Orland o G, Vitacca M, Brigada P, Fracchia C, Rubini<br />
F. Noninvasive mechanical ventilation in the we aning of patients with respiratory failure due<br />
to chronic obstructive pulmonary disease: a randomized, controlled trial. Ann Intern Med<br />
1998;128:721–728.<br />
7. Rello J, Sonora R, Jubert P, Artigas A, Ru e M, Valles J. Pneumonia in intubated patients:<br />
role of respiratory airway care. Am J Respir Crit Care Med 1996;154:111–115.<br />
8. Craven DE, Lichtenberg DA, Goularte TA, Make BJ, McCabe WR. Contaminated medication<br />
nebulizers in mechanical ventilator circuits: source of bacterial aerosols. Am J Med<br />
1984;77:834–838.<br />
9. Drakulovic MB, Torres A, Bauer TT, Nicolas JM , Nogue S, Ferrer M. Supine body position as<br />
a risk factor for nosocomial pneumonia in me chanically ventilated patients: a randomized<br />
trial. Lancet 1999; 354:1851–1858.<br />
10. Bonten MJ, Bergmans DC, Ambergen AW, de Leeuw PW, Van Der Geest S, Stobberingh EE,<br />
Gaillard CA. Risk factors for pneumonia, and co lonization of respiratory tract and stomach in<br />
mechanically ventilated ICU patients. Am J Respir Crit Care Med 1996; 154:1339– 1346.
RC HC<br />
<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />
Año 1 Nº 4 Junio 2009<br />
Interfase Cerebro –Máquina: ¿ La rehabilitación del futuro?<br />
Lic. Karina A. Tenasczuk<br />
Servicio de Kinesiología. <strong>Hospital</strong> Alta complejidad en Red <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong>.<br />
Resumen<br />
Las neurociencias y la robótica han encontrado una línea de colaboración mutua. Esto<br />
constituye el punto de partida de un vasto horizonte de desarrollo conjunto, posible y no muy<br />
lejano, si observamos el desarrollo de las experiencias llevadas actualmente en la Universidad<br />
de Berkeley, California, en el laboratorio de robótica aplicada dirigido por el Prof. José<br />
Carmena, cuyas líneas de trabajo tuve la op ortunidad de conocer durante marzo último al<br />
visitar su universidad.<br />
Palabras claves:<br />
Interfase cerebro –máquina, rehabilitación, sistemas híbridos<br />
Un esquema de trabajo es observar y estudiar un sistema biológico para luego definir un<br />
modelo comparativo de este dicho modelo simulado o implementado, lo que permite crear la<br />
plataforma de desarrollo de los denominados Sistemas Híbridos Biónicos (HBS) aplicables en:<br />
Ortesis, utilizando un exoesqueleto inteli gente para mejorar posición, resistencia y<br />
movimientos<br />
Prótesis, integrando estructuras artificiales pero manejadas con circuitos neuronales<br />
en la misma vía fisiológica.<br />
En el departamento de bioingeniería de Berkeley, se está estudiando un proyecto denominado<br />
interfase cerebro-maquina que si bien se encuentra en etapa de investigación básica, ha dado<br />
pasos fundamentales y sentado las bases para la plena integración entre la biología y la<br />
tecnología más avanzada.<br />
En los estudios realizados por Carmena se ha conseguido que dos primates aprendan a<br />
alcanzar objetos en la pantalla de un computad or mediante la utilización de un joystick, al<br />
igual que los utilizados en los videojuegos. Una vez aprendido este movimiento, los primates<br />
mueven el objeto utilizando esta vez la de nominada interfase cerebro-máquina, es decir<br />
mueven el objeto en la pantalla con su pensamiento.<br />
<strong>El</strong> dispositivo insertado en la corteza cerebral capta los campos de pote ncial emitidos por las<br />
neuronas corticales las cuales poseen el aprendizaje y siguiendo un patrón determinado<br />
transmiten a un circuito que permite movilizar el joystick. (Fig. 1)<br />
(Fig. 1)
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<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />
Esto abre un panorama en la rehabilitación motora integrando circuitos de computadoras a<br />
circuitos neuronales remplazando las zonas afectadas o permite transmitir impulsos cuando su<br />
vía estuviera impedida de hacerlo (Fig. 2)<br />
(Fig. 2)<br />
Una de las principales líneas de trabajo a futuro es aplicar la detección y transmisión de la<br />
interfaz cerebro-máquina reproduciendo movimientos y acciones de complejidad creciente.<br />
Las investigaciones del Profesor Carmena muestr an las infinitas posibilidades que deparan en<br />
años venideros la integración de diferentes disciplinas en pos de recuperar o reemplazar las<br />
estructuras neuronales dañadas.<br />
Cierto es que la velocidad con la que los co nocimientos avanzan hace n pensar como hechos<br />
plausibles cosas que hasta no hace tanto tiempo eran terreno de la ciencia ficción.<br />
Bibliografía<br />
Methods for Neural Ensemble Recordings. Miguel Nicolelis (Ed.). CRC Press 1999.<br />
Neuroprosthetics: Theory and Practice. Horch and Dillon (Eds.). World Scientific<br />
http//www.neurosciecie institute University of California –Berkeley. Prof Jose Carmena
RC HC<br />
<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />
Todos aquellos que deseen publicar en nuestra revista deben enviar sus artículos al Área<br />
de Docencia-Biblioteca bibliotecaelcruce@argentina.com respetando las siguientes<br />
pautas de publicación.<br />
Reglamento de publicaciones<br />
A) Trabajos originales: deberán reunir las siguientes condiciones:<br />
1. Los trabajos deberán ser escritos en castellano, en papel carta/A4, en Word for<br />
Windows (versión 98 en adelante), en hojas numeradas correlativamente y de un solo<br />
lado, con margen de 25mm, fuente Times Arial, tamaño 12, a simple espacio.<br />
2. Se mantendrá el siguiente ordenamiento:<br />
a. Título: En la primera hoja del manuscrito se pondrá el título, el cual deberá ser<br />
preciso reflejando el contenido principal del artículo, en la misma hoja los autores<br />
deberán identificarse por el apellido seguido los nombres completos. Se identificará el<br />
lugar de trabajo o los lugares de cada uno de los autores si el mismo se realizó en forma<br />
cooperativa. Se precisará la dirección, número de teléfono o Fax, y correo electrónico<br />
del autor a quien se deba dirigir la correspondencia inherente al trabajo. Se agregará un<br />
título abreviado para cabeza de las páginas interiores de no más de 30 caracteres y hasta<br />
5 palabras clave en español e inglés.<br />
b. Resumen en castellano e inglés (por la posibilidad de indización de la revista; no<br />
excluyente); contendrá solamente datos demostrados en el trabajo y su extensión será<br />
de 150 a 200 palabras.<br />
c. Introducción; explicar propósito del estudio y antecedentes importantes vinculados a<br />
la realización del mismo;<br />
d. Material y Métodos, explicitando los métodos y procedimientos utilizados, y la<br />
evaluación estadística utilizada;<br />
e. Resultados: se presentará el detalle de los hallazgos sin realizar observaciones,<br />
comparaciones o comentarios con respecto a resultados de otros autores. Esto último se<br />
reservará para la sección Discusión;<br />
f. Discusión: se jerarquizarán los resultados del trabajo, su significado y se realizarán las<br />
comparaciones u observaciones pertinentes con respecto a hallazgos de otros autores.<br />
g. Abreviaturas y símbolos: se definirán la misma la primera vez que sean utilizadas,<br />
intentando no incluirlas en exceso.<br />
h. Tablas: Las tablas o cuadros, presentados en hojas separadas, deberán estar<br />
numeradas correlativamente con números romanos, ser comprensibles por sí mismas y<br />
poseer un texto claramente explicativo de su contenido.<br />
i. Figuras: Las fotografías serán enviadas junto con el trabajo, llevando una leyenda<br />
suficientemente explicativa en la parte inferior.<br />
j. Bibliografía: Las citas bibliográficas se harán en el texto mediante números y se<br />
ordenarán correlativamente al final del trabajo por orden de aparición.
RC HC<br />
<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />
Para las citas de:<br />
<strong>Revista</strong>s:<br />
a) Número correlativo; b) apellido completo e iniciales de los 3 primeros autores. Si hay<br />
más se pone "y col."; c) título del trabajo; d) abreviatura del nombre de la revista; e)<br />
volumen, página inicial y final, año.<br />
Ejemplos:<br />
1) Quabbe, H.J. Treatment of acromegaly by transphenoidal operation. 90-yttrium<br />
implantation and bromocriptine: results in 230 patients. Clin Endocrinol (Oxf) 16: 107-<br />
119, 1982.<br />
2) Muls, E.; Rosseneu, M.; Lesaffre, E. y col. Serum lipids and apolipoproteins A-I, A-II<br />
and B in primary hypothyroidism before and during treatment. Eur J Clin Invest 14: 12-<br />
15, 1984.<br />
Libros:<br />
a) Autor; b) título; c) editorial; d) lugar de impresión; e) página inicial y final f) año.<br />
Ejemplo:<br />
Yen, S.S.C.; Jaffe, R.B. Reproductive Endocrinology (Third Edition). W.B. Saunders<br />
Company, Philadelphia, USA, 1991.<br />
Capítulo de un libro:<br />
a) Autor del capítulo; b) título del capítulo; c) título del libro; d) autores del libro; e)<br />
editorial; f) lugar de impresión; g) página inicial del capítulo; h) año.<br />
Ejemplos:<br />
Catt, K.J.; Dufau, M.L. Gonadotropic hormones: biosynthesis, secretion, receptors and<br />
actions. En: Reproductive Endocrinology (Third Edition). Yen, S.S.C.; Jaffe, R.B. W.B.<br />
Saunders Company, Philadelphia, USA, pag. 105, 1991.<br />
k. Los trabajos recibidos serán revisados en sus aspectos formales por el Comité<br />
Editorial, devueltos al autor en caso de necesitar correcciones o agregados. Serán<br />
enviados seguidamente al Comité Científico, sin autores ni afiliación de los mismos,<br />
para que éste designe a los Revisores correspondientes a cada tema abarcado.<br />
B) Publicaciones de especialistas de reproducción argentinos en revistas extranjeras:<br />
todos aquellos autores que lo deseen podrán presentar trabajos publicados en los 2<br />
últimos años, total o parcialmente, a su criterio, para ser reproducidos en nuestra<br />
revista. <strong>El</strong> autor solicitará autorización al Editor responsable de la revista donde fue<br />
publicado originalmente.<br />
C) Comunicación de Casos clínicos: las mismas condiciones que para los trabajos<br />
originales más las que se detallan a continuación: la longitud no deberá exceder 4<br />
páginas, constará de: i) Título; ii)Resumen en español e inglés (no excluyente), iii)<br />
Introducción centralizada en el interés que genera el caso en particular, por ejemplo:<br />
especial fisiopatología, por su casuística nacional o internacional, o como aporte a<br />
nuevas conductas diagnóstica o terapéuticas; iv) Caso Clínico: detalle de historia clínica<br />
y/o descripción del paciente, vi) Métodos diagnósticos: describirlos en aquellos casos<br />
que sea significativos; vii) Métodos Terapéuticos y Resultados; y viii) Comentario final.,<br />
que se realizará al terminar la comunicación.<br />
D) Actualizaciones y revisiones: Serán realizadas a solicitud del Comité Editorial. Se<br />
mantendrá el siguiente ordenamiento: a) Titulo del trabajo, b) Apellido y nombre
RC HC<br />
<strong>Revista</strong> Científica = <strong>Hospital</strong> <strong>El</strong> <strong>Cruce</strong><br />
completo del/los autor/es, lugar de trabajo, dirección electrónica de contacto; c)<br />
Resumen en castellano e inglés; d) Introducción; e) Conclusión; y f) Bibliografía.<br />
E) Trabajos publicados recomendados y comentarios de libros: <strong>El</strong> Comité Editorial<br />
seleccionará dos a tres trabajos por número, publicados en revistas tanto nacionales<br />
como extranjeras, que sean de alto valor científico y correcto desarrollo metodológico<br />
para recomendar a los lectores, con un breve resumen del contenido. En el caso de<br />
libros, será semejante.<br />
F) Trabajos comentados por expertos: <strong>El</strong> Comité Editorial seleccionará un trabajo<br />
recientemente publicado en revistas internacionales por número, para enviarlo a dostres<br />
especialistas en el área quienes harán un comentario respecto del mismo.<br />
G) Cartas al editor: No deben exceder 1 página tamaño carta/A4 escrita a doble espacio<br />
incluyendo texto y bibliografía. Las mismas se referirán a comentarios sobre trabajos<br />
publicados por otros autores en Reproducción. La Directora de Publicaciones enviará<br />
dicha Carta al autor principal del trabajo referido para que tenga la opción de<br />
contestarla, debiendo hacerlo dentro de los 20 días corridos de recibida. La réplica<br />
deberá seguir los lineamientos generales precisados en este ítem. Tanto la Carta al<br />
Editor como su contestación, si la efectuare el autor del trabajo, se publicarán en el<br />
mismo número de Reproducción. La Carta al editor y su respuesta serán publicadas sin<br />
ser sometidas a arbitraje por el Comité Editorial de Reproducción. Las cartas al editor<br />
también podrán estar referidas a comentarios sobre temas profesionales,<br />
preferentemente en relación a artículos aparecidos en revista. En estos casos el Editor<br />
se reserva el derecho de publicación de aquellas consideradas pertinentes.<br />
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