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¡ Silencio, por favor !<br />
Intentad realizar el mismo juego sólo que ahora con las siguientes modificaciones en las reglas:<br />
Acción “¡ Estoy aquí… !“<br />
Mientras el niño en el centro intenta <strong>de</strong>terminar quién está imitando los gritos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lfín, todos los otros pue<strong>de</strong>n zapatear con los<br />
pies y aplaudir con las manos.<br />
Comparad los resultados con lo que habéis obtenido en la primera vuelta. ¿ Qué podéis comprobar ?<br />
¿Quién hace aquí<br />
Solución: Ya no es tan fácil <strong>de</strong>terminar a los chicos que gritan. El niño en el medio ya no se orienta bien.<br />
tanto ruido?<br />
© Karina Waedt<br />
Lamentablemente, la mayoría <strong>de</strong> las veces el ser humano es responsable<br />
por el ruido en el mar.<br />
Mira atentamente quién ocasiona el ruido.<br />
¡ DELFINES EN PELIGRO !<br />
Para los <strong>de</strong>lfines el ruido en los mares es una catástrofe. Ya no pue<strong>de</strong>n enten<strong>de</strong>rse<br />
y pier<strong>de</strong>n la orientación. Intentan evitar el ruido y así pier<strong>de</strong>n su territorio <strong>de</strong><br />
alimentos. A veces, luego <strong>de</strong> semejante ruido los <strong>de</strong>lfines quedan sordos hasta el fin<br />
<strong>de</strong> sus vidas. Su oído sensible ha quedado dañado para siempre. Los amigos <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong>lfines exigen :<br />
B Ejercicios militares con poco ruido y sin que haya <strong>de</strong>lfines en las proximida<strong>de</strong>s.<br />
B Nuevas leyes que reduzcan el ruido en nuestros mares.<br />
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