catálogo del L'Erbolario

LOS BRONCEADORES
CONSEJOS PARA
UN BRONCEADO
PERFECTO
El sol es uno de los mejores
amigos de nuestra belleza, de
nuestra salud y de nuestra forma
física. Su energía es euforizante y
estimulante.
Pero hay que saber disfrutarlo
con inteligencia para evitar
los pequeños inconvenientes que
todos conocemos y los grandes
desastres como el envejecimiento
prematuro de la dermis, que se
ocasionan por diferentes causas,
entre ellas, por la exposición inconsciente
al sol, sin una adecuada
protección.
La alarma desencadenada en los
últimos años por el deterioro de
la capa de Ozono que rodea la
tierra debería habernos convencido
a todos de mantener una
actitud prudente valorando el
propio fototipo, la estación, la
latitud del lugar y la necesidad
de una idónea protección antes de
exponernos al calor y a la luz del
¡Dios Sol!
Por lo tanto, para beneficiarse de
una óptima manera, sin abusar y
sin privarnos, nos confiaremos a
productos eficaces y seguros. Antes
de hablar de nuestros bronceadores,
nos permitimos recordaros
las reglas de un ideal “código de
comportamiento al sol”:
1) Asumir categóricamente la
obligación de evitar a toda costa
las quemaduras
2) No exponeros demasiado
al sol durante los primeros
dos o tres días e ir prolongando
gradualmente el tiempo de
exposición: esta progresión os
permitirá obtener rápidamente
un bronceado óptimo, sin correr
riesgos inútiles.
3) Elegir la protección adecuada
en función de vuestro fototipo
(piel-cabello-ojos) del clima, de
la estación y de la latitud; ante
la duda optar por un SPF más
alto.
4) Recordar que es mejor no
permanecer demasiado tiempo
inmóviles bajo el sol y no
descuidéis los riesgos de la brisa,
por lo tanto, usar un buen
producto solar incluso si estáis
sentados debajo de la sombrilla
y si el cielo está ligeramente
cubierto.
5) No uséis perfumes y aguas
de colonia alcohólicas antes de
exponeros al sol y, si estáis
ingiriendo medicamentos (sulfamidas,
antibióticos, tranquilizantes),
consultar con vuestro
médico, para evitar el riesgo de
sensibilizaciones o reacciones
alérgicas.
6) Los rayos solares entre las
11 y las 15 horas son más
irritantes que bronceantes, pero
si no podéis evitar ese horario,
protegeros con productos con un
elevado poder filtrante.
7) Renovar la aplicación de
vuestro bronceador cada hora
aproximadamente y siempre
después del baño, la ducha, el
ski acuático, etc.
8) No olvidaros que los bronceadores
no hay que aplicarlos como
otras cremas de belleza:
sobre todo los primeros días, es
mejor que formen una película
generosa sobre la epidermis: es
inútil, mejor dicho, dañino masajear
mucho.
9) Recordar que, al igual que
la piel, vuestro cabello también
hay que protegerlo idóneamente.
10) Inmediatamente después
del baño, y siempre, al final del
día, ducharos con agua dulce
pare remover los restos de sal
marina y del cloro de la piel y
del cabello.
11) Todas estas precauciones
hay que enfatizarlas en los niños,
que beneficiándose enormemente
de la helioterapia, exigen
atenciones particulares.
Si son muy pequeños, aún mas
los recién nacidos, no deben exponerse
nunca directamente al
sol.
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