FENÓMENOS SOCIALES EMERGENTES

CULTURA ALTERNATIVA
La pasión por el manga y anime está creciendo en el nordeste
No soy raro,
dime Otaku
Las redes sociales y la realización de eventos, permite albergar miles de personas que se
reúnen una vez por mes para compartir gustos en común
Mirar dibujitos, disfrazarse y jugar
videojuegos son actividades que
uno hace de niño. A medida que
una persona crece, estas actividades
quedan en el recuerdo de la infancia.
Sin embargo, hay un numeroso
grupo de personas que siguen
consumiendo lo mismo en la adolescencia
y juventud. Se transformó
en un movimiento llamado Otaku y
para muchos, es considerado un estilo
de vida.
Nació en los años 80 en Japón, y su
terminología puede tener varias interpretaciones.
Para los japoneses
es utilizado como un insulto, para
definir a aquellas personas con una
obsesión muy marcada. Para el resto
del mundo, este término apunta
al fan del manga (comic) y anime
(dibujos animados realizados en Japón).
A partir del 2003 comenzaron a realizarse
los primeros encuentros de
forma sencilla, pero en el 2008 los
eventos empezaron a tomar su forma.
Los comercios también crecieron
y surgieron cada vez más cosplayer,
como se conoce a las personas
que realizan tributos a sus personajes
favoritos a través de un disfraz.
Gran responsable de esta evolución
surgió con los inicios de las redes
sociales. Los organizadores de eventos
empezaron a crear sus propios
grupos. “Friki Mode Nea”, “Imperio
Otaku” y “Fananime” son las
páginas más populares nacidas en
Corrientes. Albergan más de 2000
personas que comparten todos los
días noticias, videos, comentarios e
imágenes.
En 2013, el movimiento Otaku aumentó
de forma masiva. Se empezaron
a realizar una vez por mes, y
si bien la mayoría son en Corrientes,
Chaco realiza tres encuentros por
año.
Se podría decir que ser Otakus dejó
de ser cosas de niños para pasar a
ser un movimiento que cada día tiene
más seguidores entre los 10 y 30
años.
A nivel social aún no son del todo
aceptados por considerarse algo puramente
infantil. Pero si uno comparte
un solo día con ellos, se puede
ver que son personas normales, que
estudian o trabajan y su admiración
es tan fuerte que puede traspasar
las barreras de la realidad.
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