10.2007 Pregón de Fiestas - enlaermita
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Pregón <strong>de</strong> las<br />
<strong>Fiestas</strong> <strong>de</strong><br />
Santibáñez <strong>de</strong> Béjar<br />
Octubre 2007
Pregón <strong>de</strong> las fiestas <strong>de</strong> Santibáñez <strong>de</strong> Béjar,<br />
Octubre 2008.<br />
Buenas noches amigos todos.<br />
Sr. Alcal<strong>de</strong>, señoras y señores concejales <strong>de</strong> la Corporación Municipal,<br />
antes que nada, gracias por haberme distinguido con su confianza y con<br />
el honor <strong>de</strong> pregonar las fiestas <strong>de</strong> Nuestra Sra. De Valparaíso, <strong>de</strong> este<br />
año. No aspiro a mejorar, por casi imposible, el mensaje <strong>de</strong> quienes me<br />
precedieron en esta hermosa tarea <strong>de</strong> pregonera, ni tampoco aspiro a<br />
sentar cátedra sobre algo tan obvio como es el valor patrimonial e<br />
histórico <strong>de</strong> Santibáñez <strong>de</strong> Béjar.<br />
Vaya por <strong>de</strong>lante lo siguiente: esta pregonera aspira esencialmente a dos<br />
cosas en esta responsabilidad que se le ha confiado: a evocar las<br />
vivencias infantiles y juveniles <strong>de</strong> una generación como la <strong>de</strong> su madre y<br />
como la suya, y a exten<strong>de</strong>r una mirada al futuro que se dibuja con<br />
inquietud, pero también con esperanza, en estos albores <strong>de</strong>l siglo XXI.<br />
En un tiempo, cuando las noticias eran en blanco y negro, los guardias y<br />
a veces los días, vestían <strong>de</strong> gris, para mi madre y los niños y niñas <strong>de</strong> esa<br />
época, Santibáñez y su comarca eran el lugar más gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>l mundo.<br />
Tenían lo que los viejos dicen “toda la vida por <strong>de</strong>lante”, y todos los días<br />
cuando salían <strong>de</strong> la escuela en compañía <strong>de</strong> un montón <strong>de</strong> chiquillas, se<br />
acercaban a lugares como el centro parroquial en don<strong>de</strong> junto a unas<br />
amigas como Piedi, Deli, Tere, Inmaculada, Merce y tantas otras<br />
disfrutaban <strong>de</strong> las obras <strong>de</strong> teatro que dirigía Nati; allí daban rienda<br />
suelta a la imaginación y quemaban las calorías <strong>de</strong> los alimentos que<br />
tanto les costaba proporcionar a sus padres. Y ello, en una época <strong>de</strong><br />
escasez <strong>de</strong> todo, menos <strong>de</strong> ganas <strong>de</strong> conocer, explorar y experimentar lo<br />
que la vida les ofrecía y regalaba diariamente.<br />
Sus padres, es <strong>de</strong>cir, mis abuelos Máximo y Petra, al igual que la mayoría<br />
<strong>de</strong> las familias que estáis aquí, trabajaban duramente para sacar la<br />
familia a<strong>de</strong>lante. Los hombres salían por largas temporadas <strong>de</strong> sus casas<br />
<strong>de</strong>dicándose a la venta <strong>de</strong> productos tan típicos como la miel, el pimiento<br />
o las velas. Iban montados en mulas recorriendo los Campos <strong>de</strong> Castilla,<br />
ataviados con manta y capa negra para librar los duros inviernos,<br />
llevando sobre los hombros la alforja y la romana. Eran hombres<br />
valientes, llenos <strong>de</strong> esperanza y <strong>de</strong> ilusión por volver a sus casas<br />
llevándoles lo mejor. Al contrario <strong>de</strong> lo que ocurre en la actualidad, la<br />
vida se hacía fuera <strong>de</strong> casa, o mejor dicho, en las calles. Las mujeres<br />
trabajaban en le taller <strong>de</strong> zapatillas y chaquetas en el Centro parroquial,
lavaban y tendían la ropa en el río, don<strong>de</strong> se reunían con las vecinas e<br />
intercambiaban algún que otro chisme y los domingos disfrutaban <strong>de</strong> los<br />
bailes en el salón <strong>de</strong> Julio.<br />
La falta <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> recursos hace que muchos <strong>de</strong> nuestros<br />
padres emigren por toda la geografía española, en busca <strong>de</strong> mejores<br />
trabajos que les permitan ayudar a sus padres.<br />
Al igual que mi madre corrió y disfrutó por estas calles <strong>de</strong> Santibáñez en<br />
su niñez, también ha querido que estas calles, hoy ya asfaltadas viesen<br />
correr a sus hijos.<br />
Al igual que muchos niños y niñas <strong>de</strong> los que hoy estáis aquí y que pasáis<br />
junto a vuestro abuelos todo el verano, yo también he pasado junto a los<br />
míos la mayoría <strong>de</strong> ellos. Recuerdo cómo íbamos todas las noches a<br />
buscar la leche recién or<strong>de</strong>ñada a casa <strong>de</strong> Domingo casquero y Rosario.<br />
Aprendía a coser <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> la prima Montse en casa <strong>de</strong> su tía Marta,<br />
la modista. También aprendía amontar en bicicleta y mi abuelo me<br />
enseñó a jugar ala brisca y al tute. Eran otros tiempos.<br />
Soy consciente <strong>de</strong> que me <strong>de</strong>jo muchos nombres en el tintero, pero<br />
cualquier relación que se haga será siempre incompleta. A todos, mi<br />
reconocimiento, mi recuerdo y mi gratitud.<br />
Quisiera dar las gracias a nuestros padres, por sabernos transmitir ese<br />
amor hacia el pueblo y sobre todo, a la Virgen <strong>de</strong> Valparaíso, ya que no<br />
habiendo nacido aquí nos sentimos hijos <strong>de</strong> este pueblo por el buen<br />
acoger que siempre nos han <strong>de</strong>mostrado las gentes <strong>de</strong> aquí.<br />
El progreso <strong>de</strong> cualquier pueblo pasa por la suma <strong>de</strong> esfuerzos: <strong>de</strong> sus<br />
ciudadanos y <strong>de</strong> sus instituciones, sin menosprecio <strong>de</strong> ninguno <strong>de</strong> ellos.<br />
Así todo esto ha dado como resultado la construcción <strong>de</strong> importantes<br />
fábricas en nuestro pueblo que proporcionan empleo a muchas familias<br />
ya no sólo <strong>de</strong> Santibáñez, sino también <strong>de</strong> otras localida<strong>de</strong>s. Fábricas y<br />
empresas como Francisco Gutiérrez, Vimael, Embutidos Alonso, Maher,<br />
Quejusa, Entrecierras, Antigüeda<strong>de</strong>s José Luis y Daniel, y tantas otras,<br />
que hacen que por su honra<strong>de</strong>z se siga el nombre <strong>de</strong> Santibáñez más allá<br />
<strong>de</strong> nuestra provincia.<br />
También mi mas sincero recuerdo a los bares, porque sean conscientes o<br />
no <strong>de</strong> ello, contribuyen ala convivencia y al diálogo, a la cultura, a la<br />
gastronomía y ala economía <strong>de</strong>l pueblo y <strong>de</strong> sus gentes, y en la <strong>de</strong> los<br />
que, como es mi caso, vivimos fuera y obsesivamente volvemos a sus<br />
calles.
El reto, en síntesis, no es otro que garantizar el progreso y el bienestar<br />
social <strong>de</strong> la población santibañeja, noble objetivo que, presumiblemente,<br />
anhela todo Ayuntamiento que se precie, en este caso el que presi<strong>de</strong><br />
Ricardo Benito.<br />
A modo <strong>de</strong> conclusión, podríamos afirmar hoy con esperanza,<br />
parafraseando a Azaña, cuando se refería ala España <strong>de</strong> su tiempo que<br />
“en Santibáñez hay alientos sobrados para todos los vuelos……, y en el<br />
corazón <strong>de</strong>l pueblo santibañejo yace, como en el pe<strong>de</strong>rnal, la chispa <strong>de</strong>l<br />
fuego veni<strong>de</strong>ro, <strong>de</strong>l que sus gobernantes están obligados a sacar la<br />
llama”.<br />
Esa llama tiene que ser la <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> todos, la solidaridad <strong>de</strong> todos, la<br />
unión <strong>de</strong> todos, para que nuestro municipio afronte los retos <strong>de</strong>l siglo XXI<br />
con garantías <strong>de</strong> éxito y prosperidad para todos los santibañejos. Y así<br />
<strong>de</strong>be ser, a la sombra <strong>de</strong> la Virgen que durante siglos ha guiado a su<br />
pueblo hasta hoy, merecedora por tanto <strong>de</strong> que la rindamos, con júbilo y<br />
respeto, el homenaje que cada año se reedita el primer domingo <strong>de</strong><br />
Octubre.<br />
A todos Uste<strong>de</strong>s, gente <strong>de</strong> Santibáñez, a los que estás aquí <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace<br />
generaciones, a los que vinieron con sus padres y abuelos o bisabuelos,<br />
los que acaban <strong>de</strong> llegar, los que vienen sólo por el ocio o las vacaciones,<br />
a los turistas, a los curiosos a los interesados por nuestro pueblo y<br />
nuestro talante, a todos, tengo el honor <strong>de</strong> darles la bienvenida a las<br />
fiestas <strong>de</strong> Nuestra Patrona, la Virgen <strong>de</strong> Valparaíso, precisamente yo, que<br />
vivo lejos, pero que la añoro cada día con la misma constancia.<br />
¡Que empiecen las fiestas¡<br />
Gema Hernán<strong>de</strong>z Campos.<br />
Octubre <strong>de</strong> 2007