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El manejo de las fichas<br />
OK. Ya tienes o vas a conseguir chamba. O sea, que ya tienes o vas a tener<br />
lana, o sea un ingreso que salió de tu esfuerzo.<br />
Antes de correr a la primera “barata de primavera” o “venta de invierno” o al<br />
antro para festejar, acuérdate del primer chamba-tip: maneja bien tu dinero,<br />
o sea, mueve bien tus fichas.<br />
Para lograrlo, no hay nada mejor que un “presupuesto”, que es como si<br />
tuvieras el tablero de tu vida en chiquito: ahí tienes un panorama de dónde te<br />
mueves, dónde te quieres mover y las fichas con las que cuentas para hacerlo.<br />
Hay de presupuestos a presupuestos. Por ejemplo habrás visto en la tele o<br />
escuchado en el radio como los diputados se agarran del moño por el famoso<br />
presupuesto, proponiendo y aprobando o desaprobando. Y es que ese tablero es<br />
el de la vida de todos los mexicanos, o sea, otro nivel.<br />
Tu caso es más sencillo: tú propones y tú apruebas.<br />
¿Un pre qué?<br />
Aunque la palabra suene complicada, el presupuesto no es más que una resta<br />
entre lo que te entra de dinero (ingresos) y los gastos que planeas tener en el<br />
futuro (egresos).<br />
Si la diferencia es negativa, es decir que tus números son rojo-criminal, hasta<br />
la vista baby, no puedes hacer los gastos que deseas, es decir, no juegas, así<br />
de sencillo.<br />
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