Programa Conocimiento, Creatividad y Libertad - Ford Foundation

FUNDACIÓN FORD
Programa Conocimiento, Creatividad y Libertad
Un impulso al progreso y el entendimiento

Misión de la Fundación Ford
La Fundación Ford es un recurso para las personas e instituciones innovadoras de todo el mundo.
Nuestras metas son:
Fortalecer los valores democráticos,
reducir la pobreza e injusticia,
promover la cooperación internacional y
fortalecer los logros humanos.
Este ha sido nuestro propósito desde hace más de medio siglo.
Un desafío fundamental que enfrenta toda sociedad es crear sistemas políticos, económicos y
sociales que promuevan la paz, el bienestar humano y la sostenibilidad del medio ambiente
en que se apoya la vida. Creemos que la mejor forma de enfrentar este desafío es fomentando
las iniciativas de aquellos que viven y trabajan ahí, donde están los problemas; así como promoviendo
la colaboración entre los sectores sin fines de lucro, gubernamentales y empresariales, y garantizando
la participación de hombres y mujeres provenientes de diversas comunidades y de todos los niveles
económicos de la sociedad. En nuestra experiencia, actividades como éstas contribuyen a desarrollar
un entendimiento compartido, a alcanzar la excelencia y a que las personas mejoren sus
condiciones de vida y refuercen su compromiso con la sociedad.

El apoyo económico de la Fundación Ford a la escolarización, el sector académico, la vitalidad artística,
los medios de comunicación y la religión ha sido, desde 1996, responsabilidad del programa
Educación, Medios, Artes y Cultura. A medida que este trabajo se expandía internacionalmente, el
personal y los beneficiarios del programa reflexionaban sobre su visión general y su razón de ser. En
el año 2002, Educación, Medios, Artes y Cultura asumió dos nuevas responsabilidades: profundizar
el apoyo económico de la Fundación destinado al fomento del conocimiento y el entendimiento
público de la sexualidad y de los roles de género, y expandir los crecientes esfuerzos por preservar
y asegurar la vitalidad de los conocimientos culturales y los recursos de las comunidades indígenas.
La combinación de estas nuevas responsabilidades con los campos de financiamiento actuales,
crecientemente internacionales, nos condujo a revisar los principios rectores y las estrategias que
animan el trabajo de nuestros becarios y, por consiguiente, nuestros métodos.
En el curso de nuestra investigación surgieron varios temas. Ciertamente, descubrimos que las
aspiraciones del programa se resumen en tres palabras clave: conocimiento, creatividad y libertad. Nos
dimos cuenta de que estas palabras — y los valores que conllevan — constituyen el fundamento
del programa de apoyo económico en cada una de las muchas actividades en las que participamos.
Ya sea que hablemos de un plan de estudios que tome en cuenta el papel y la contribución de la
mujer en la India, la necesidad de entender y apreciar la creciente diversidad de las comunidades
religiosas en los Estados Unidos o acaso la relación de la épica tradicional con el teatro contemporáneo
y la vida cívica en Egipto, el trabajo de nuestro programa apunta a promover el conocimiento,
fomentar la creatividad y asegurar una mayor libertad de expresión para todos, especialmente los
pobres, las mujeres y las minorías. A fin de articular las aspiraciones y valores que respaldan la
nueva estructura del programa Educación, Medios, Artes y Cultura, hemos decidido rebautizarlo
con el nombre de Conocimiento, Creatividad y Libertad (CCyL) y elaborar una nueva declaración
que exprese el sentido del contexto en el que trabajamos.
Por medio de esta publicación damos a conocer el título y la misión del nuevo programa CCyL
a los actuales y potenciales beneficiarios y a otras personas que se dedican a la filantropía y la
política pública. Incluimos algunos testimonios del trabajo de nuestros becarios cuyos esfuerzos
han tenido un impacto significativo. Compartimos historias sobre cómo la innovación y el trabajo
tenaz identificaron nuevas formas de promover el conocimiento y el progreso, en beneficio de la
gente y de las sociedades.
Nuestro objetivo al presentar el contexto — y una muestra de la experiencia práctica — del programa
CCyL es impartir un sentido de los valores y los logros de nuestros becarios y alentar la
reflexión sobre la mejor manera de producir un cambio constructivo en estos importantes campos.
También esperamos que esta publicación contribuya al crecimiento del círculo de personas que
conocen la obra de la Fundación y, particularmente, de nuestros becarios. Invitamos a los lectores
a debatir, criticar y aprender conjuntamente con nosotros.
Alison R. Bernstein
Vicepresidente,
Programa Conocimiento,
Creatividad y Libertad
Fundación Ford

Contexto del programa
Conocimiento, Creatividad y Libertad
El programa de la Fundación Ford Conocimiento, Creatividad y Libertad (CCyL) trabaja en
todo el mundo para promover el entendimiento y el progreso en cinco campos: educación
y saber, sexualidad y salud reproductiva, religión, sociedad y cultura, medios de comunicación
y artes y cultura. Esta estructura de trabajo reconoce que el conocimiento y la
creatividad son esenciales para el enriquecimiento de la vida de las personas, la resolución
de problemas y el progreso de las sociedades. También reafirma la importancia de tener libertad
para pensar y actuar decidida, original y responsablemente, a fin de facilitar la formación de
sociedades pluralistas y justas. Con su enfoque y método, CCyL complementa otros dos
programas de la Fundación Ford: Paz y Justicia Social y Programa para la Generación de
Activos y Desarrollo Comunitario. Estos tres programas persiguen los objetivos generales
de la Fundación: fortalecer los valores democráticos, reducir la pobreza y la injusticia, promover
la cooperación internacional y fortalecer los logros humanos. Esta declaración programática
describe el contexto de las diversas estrategias de apoyo económico que se buscan en los
distintos campos de CCyL.
[2]

“Un espíritu independiente pregunta lo
inimaginable y escucha lo inesperado”.
Eric Barnow
En todo el mundo, el apoyo económico de CCyL ayuda a financiar
diferentes maneras de crear, desarrollar y transmitir conocimiento,
significado, valores e identidad. Esta obra reconoce que en todas
partes, las tradiciones cuentan con recursos culturales e intelectuales
que expanden la idea de lo que significa ser humano, ofrecen
sabiduría y experiencias que nutren el respeto por las diferencias, dan
poder a quienes han sido privados de sus derechos y promueven la
justicia social.
Uno de los principales objetivos del programa es apoyar a las instituciones
de educación, religión, cultura y medios de comunicación a
expandir las oportunidades y promover la inclusión. Esas instituciones
moldean el entendimiento de las personas con respecto a lo que son
y lo que pueden conseguir. CCyL busca formas de ayudar a los
beneficiarios a explorar nuevas interpretaciones de los valores, el
sentido y la identidad, facilitar el acceso de los grupos históricamente
excluidos, crear hábitos de ciudadanía participativa y estimular el
talento y el compromiso necesarios para que las sociedades sean
más justas, pacíficas y creativas.
Al perseguir el cultivo del conocimiento y la creatividad, CCyL busca
organizaciones que respondan al deseo humano de autoconocimiento
y alegría, sean fuente de inspiración y ofrezcan las herramientas
necesarias para lograr el bien público. El programa apoya esfuerzos
que protejan libertades que, acompañadas de un sentido de responsabilidad
cívica, favorezcan el conocimiento y la creatividad capaces
de alentar cambios sociales positivos. En particular, el programa se
propone garantizar las libertades de expresión, religión y conciencia,
[3]

“La libre expresión de las esperanzas y aspiraciones de un pueblo
es la más grande y única garantía de una sociedad sana”.
Emma Goldman
y los derechos a la educación, el conocimiento y la salud sexual.
También promueve el respeto por las diferencias religiosas,
incluyendo la libertad de culto, y suscribe el derecho colectivo de
los pueblos a preservar su idioma y su cultura. Al honrar estos
valores, las sociedades están mejor preparadas para atender a las
aspiraciones de su gente, reivindicar su identidad y su creatividad,
abordar las dificultades que plantea el desarrollo, interactuar más
constructivamente con otras sociedades y compartir sus logros.
La internacionalización de CCyL durante los años 2000 y 2001, con
personal en las 13 oficinas internacionales de la Fundación y en
Nueva York, ofrece nuevas oportunidades de abordar estos temas
en diferentes contextos locales y regionales. Esta situación exige que
el programa incremente su aprendizaje y su impacto, haciéndose deliberadamente
más competitivo a escala mundial y abocándose de
manera sistemática a la tarea de hacer frente a las tendencias globales.
Quizá, la actual ola de globalización sea simplemente la manifestación
más reciente de una larga historia, pero su impacto es tal que se ha
convertido en la característica de la mayoría de los beneficiarios de
CCyL. La globalización es un fenómeno complejo cuyas dimensiones
y dinámica varían enormemente entre problemas y lugares. En su
mejor expresión, puede ser una poderosa fuerza unificadora que
facilita el flujo de personas, bienes e ideas. Es capaz de unir a gente
que durante mucho tiempo ha estado dividida y liberar a quienes han
estado aislados, y puede catalizar movimientos sociales que redefinen
identidades, cuestionan el autoritarismo, desafían el control de
las ideas y ofrecen la posibilidad de soñar.
[4]

“Nuestras ideas comienzan
con nuestros deseos”.
Audre Lorde
Por otra parte, la globalización puede engendrar profundos sentimientos
de exclusión, además de generar pobreza, inestabilidad, pérdida
de poder y desconfianza. El campo de juego es ostensiblemente
desparejo para muchos de los pueblos del mundo, que ven cómo los
ricos y poderosos cosechan la mayoría de los beneficios y soportan
sólo algunos costos. Esta clara transferencia de riqueza, acompañada
del acelerado ritmo de cambio, profundiza la inequidad social y hace
que el futuro sea cada vez más incierto. Además, si bien la creciente
mercantilización del conocimiento y la creatividad suele mejorar la
eficiencia y la respuesta a la demanda, introduce nuevos problemas
de acceso, propiedad y propósito. La comercialización también
plantea la cuestión de los derechos de propiedad intelectual sobre el
legado común o comunitario. Por su parte, los avances tecnológicos,
a pesar de su carácter promisorio y sus logros, a menudo aparecen
inexorables e impredecibles.
Así pues, la globalización parece poner en peligro nuestro futuro,
al mismo tiempo que ofrece oportunidades sin precedente para
construirlo colectivamente. Aunque el número de democracias
electorales está creciendo, y las personas y las ideas circulan ahora
más libremente, la globalización ha coincidido con un resurgimiento
del nacionalismo étnico, la intolerancia religiosa y el autoritarismo
político. Pero a pesar de esta apariencia de peligrosidad, la globalización
también abre nuevas posibilidades para la acción colectiva.
El clima de violencia y represión que empaña una gran parte del
mundo actual puede, en última instancia, detenerse para ceder su
lugar a movimientos sociales emergentes en los planos local, nacional
e internacional, que se beneficien de la creciente capacidad para
comunicar y lograr más simpatizantes internacionales.
[5]

“El arte sacude el polvo
de la vida cotidiana”.
Pablo Picasso
En pocas palabras, la globalización simplifica y a la vez complica el
mundo, así como la percepción que la gente tiene de lo que ocurre en
él. Mientras nos adentramos en las nuevas concepciones sobre
el Estado y una nueva sociedad global, y abruptamente nos encontramos
en medio de un diálogo compartido, se hace cada vez
más imperativo cultivar nuevas clases de entendimiento, valores y
sensibilidades que den sentido a nuestra interacción.
El apoyo económico de CCyL se propone sacar ventaja de las nuevas
oportunidades que resultan de la mayor libertad en el flujo de personas
e ideas, ayudando a los innovadores de todo el mundo a
trabajar juntos para abordar más eficazmente los problemas
comunes. También procura ayudar a los académicos y al público en
general a comprender mejor las causas y las consecuencias de las
transformaciones que redefinen el mundo. Tal comprensión puede
ayudar a las personas a obtener mayor control de sus vidas, mayor
participación social y mayor voluntad para encarar un futuro arraigado
en el pluralismo, la inclusión y el internacionalismo. Mientras tanto,
incluso en esta era de globalización, la gente está encontrando un
sentido de pertenencia local, energía y concepciones novedosas para
valorar lo propio. Muchas comunidades se encuentran actualmente
explorando maneras de reafirmar su vitalidad cultural, su idioma y su
identidad, y desarrollando además nuevos e interesantes modos de
compartirlos con otras comunidades alrededor del mundo. Más aún,
existe una creciente conciencia de que los diversos conocimientos y
culturas de otras sociedades, incluyendo los de los pueblos indígenas,
pueden revelar nuevas y diferentes nociones del sentido de
humanidad que son valiosas para todos nosotros.
[6]

Objetivos del programa
En respuesta a las complejidades del mundo contemporáneo, el
objetivo de CCyL es promover cambios evidentes que mejoren la vida
de las personas, satisfagan sus aspiraciones, enriquezcan la sociedad
en general y tengan un efecto duradero. Para lograr este objetivo, el
programa apoya la capacitación, la asistencia técnica, el desarrollo
institucional, el análisis de políticas y la formación de grupos de
interés en los planos local, nacional e internacional. Este trabajo
compromete una amplia variedad de instituciones, como escuelas,
universidades, organizaciones religiosas, institutos de investigación,
agencias de noticias, grupos de interés, museos, grupos artísticos y
organismos culturales.
El personal de CCyL desarrolla estrategias de apoyo económico,
consultando con becarios, académicos, artistas, activistas y otros
interesados. Por lo general, las iniciativas resultantes se ejecutan en
un período de entre cinco y diez años. Una serie de “círculos de
aprendizaje”, por ejemplo, ofrece un foro para compartir experiencias
en diversos campos y para reflexionar sobre los modos de elaborar e
implementar un apoyo económico eficaz. Este enfoque reconoce que
el cambio social es a menudo gradual y difuso, y que se basa en las
acciones y la visión de futuro de individuos y movimientos sociales
que surgen de determinados momentos históricos y culturales. Como
parte de la Fundación Ford, que constituye un recurso para las
personas y las instituciones innovadoras de todo el mundo, la función
de CCyL es facilitar — más que proyectar — sus esfuerzos.
Más específicamente, el programa apoya
esfuerzos por promover:
La producción, preservación, transformación y
diseminación de la creatividad, el patrimonio
cultural, el conocimiento, las ideas y las
tradiciones religiosas y morales que nutren
el espíritu humano, dan alegría y sentido a
la vida, ayudan al entendimiento de nuestros
cuerpos e identidades, cultivan las capacidades
individuales para articular valores y
actuar en consecuencia, y unen a la gente
en una celebración de la diversidad humana
y sus realizaciones.
El desarrollo de identidades que no implique el
menoscabo ni la opresión de otros, para que
las personas tengan el poder de elegir, imaginar,
definir y reafirmar lo que son y puedan
contribuir a sus propias comunidades, más allá
de ellas y como ciudadanos del mundo.
El compromiso cívico de los talentos y mentes
creativas de todos los ciudadanos, desplegando
energía moral en el compromiso con el pluralismo
y los valores democráticos, y con mejores
marcos legales y políticos para los derechos de
expresión, sexualidad, educación, conocimiento,
creencias religiosas, idioma y cultura.
La continua defensa del bienestar y las prioridades
de los marginados por medio de un mayor
entendimiento y respeto por su conocimiento,
idiomas, culturas y logros, y ampliando su
acceso a las oportunidades en educación,
medios de comunicación, artes y cultura.
[7]

Estructura y campos del programa
CCyL, liderado por un vicepresidente y un
director adjunto, está formado por dos
unidades: Educación, Sexualidad y Religión
(ESR) y Medios, Arte y Cultura (MAC).
La unidad ESR trabaja en los campos
de educación y saber, sexualidad y salud
reproductiva y religión, sociedad y cultura.
La unidad MAC trabaja en los campos de
medios de comunicación y arte y cultura.
Los cinco campos que abarca CCyL tienen los siguientes objetivos
principales:
Educación y saber: ampliar el acceso y mejorar la calidad de la educación
para los no privilegiados, formar nuevos líderes y pensadores, perfeccionar
el conocimiento y crear programas de estudio que apoyen la inclusión,
el desarrollo y la vida cívica. El apoyo económico se destina a políticas, investigación
y programas de reforma, tanto en escuelas como en instituciones
de educación superior, con un énfasis particular en el mejoramiento del
desempeño de los sistemas educativos, por medio de una mejor financiación,
gobernabilidad, rendición de cuentas y capacitación. Se ofrecen donativos al
sector académico para profundizar la comprensión de temas como género,
identidad, pluralismo y cambio social, además de determinadas regiones del
mundo y las relaciones entre ellas.
Sexualidad y salud reproductiva: este campo — que es atendido por los tres
programas de la Fundación Ford (Programa para la Generación de Activos,
Paz y Justicia Social y Conocimiento, Creatividad y Libertad) — apoya esfuerzos
por cultivar el conocimiento, crear políticas y profundizar la comprensión
pública de la sexualidad y su relación con la realización humana, la cultura, la
religión y la identidad.
Religión, sociedad y cultura: examinar el papel de las tradiciones religiosas
del mundo en la formación de los valores sociales, con el objetivo de fortalecer
la contribución de esas tradiciones a la creación de sociedades justas,
sanas y pluralistas. El apoyo económico también quiere promover la participación
de grupos históricamente marginados en la interpretación de las
diversas tradiciones religiosas y culturales y los recursos morales que éstas
ofrecen a las sociedades contemporáneas.
Medios de comunicación: promover medios de noticias libres y responsables,
incluyendo el uso de la nueva tecnología, y desarrollar infraestructuras
que sirvan a las necesidades cívicas de la sociedad y sus diversos grupos.
Apoyar producciones de alta calidad que enriquezcan el diálogo público sobre
temas cruciales, como el cultivo de los valores democráticos y el pluralismo.
[8]
Arte y cultura: aumentar las oportunidades de expresión cultural y artística de
gente de todos los orígenes, fomentar la documentación, difusión y transmisión
de formas de arte creativo nuevas y tradicionales, ampliar el acceso y la participación
del público, y mejorar el nivel de vida de los artistas y sus posibilidades
de contribuir a la vida cívica. El apoyo económico se concentra en el fortalecimiento
de la infraestructura para las artes y las organizaciones culturales, la
promoción de la expresión artística, el cuidado del legado cultural y artístico y
la expansión de la diversidad de los representantes académicos y artísticos.

Testimonios
En un intento por explicar en qué consiste el trabajo de los becarios, hemos seleccionado
diez historias de entre los miles de donaciones que hemos otorgado a lo largo de los
años. Estos testimonios provienen de diferentes regiones del mundo y representan cada
uno de los cinco campos de CCyL. Pensamos que ilustran vívidamente la clase de trabajo
que realizan nuestros becarios y el impacto que producen.
Por lo general, las historias comienzan con individuos que anhelan un cambio y combinan
su energía y optimismo con el don de ver la mejor manera de aplicar el conocimiento y la
creatividad a la resolución de problemas difíciles y persistentes. También por lo general,
estos individuos están impulsados por dos valores fundamentales y complementarios: el
principio universal de que todo ser humano debe tener la oportunidad de llevar una vida
decente, significativa y gratificante, y el respeto por la cultura y la sociedad en la que
trabajan y dentro de las cuales buscan lograr el progreso.
Estos testimonios relatan las experiencias de algunos de nuestros becarios que trabajan
alrededor del mundo en pos del conocimiento, la creatividad y la libertad. Confiamos en que
demostrarán la manera en que, a través de los sueños y los esfuerzos de los becarios,
nuestra Fundación intenta contribuir al cambio social positivo.
[9]

El Warsha:
Tradición y modernidad en Egipto
El Warsha es una original compañía de teatro egipcio cuyo
excelente trabajo se aparta de las corrientes escénicas dominantes.
Tanto en las presentaciones que realiza en su estudio
de El Cairo como en las tiendas de los pueblos a lo largo del
Nilo, la compañía infunde una nueva vida a importantes tradiciones
culturales como la danza de los palos y los títeres de
sombras, que son tan poco celebradas en el Egipto actual.
La característica de El Warsha, cuyo nombre en árabe significa “el taller”,
es tratar el patrimonio cultural como herramienta creativa y no como icono
inerte. Por lo general, antes de presentar su obra al público, sus miembros
exploran durante dos o tres años la esencia de cada manifestación artística
e improvisan en el estudio. El resultado — como en el caso de su dramatización
del “Hilaliyya”, un poema épico del Alto Egipto transmitido oralmente
desde hace más de 700 años — es a menudo una estimulante visión en la
que las formas tradicionales de arte se combinan de un modo que las hace
ostensiblemente nuevas.
“Lo que hemos hecho es eliminar la extravagancia, las piruetas, las
poses y todos los elementos efectistas añadidos por las compañías folclóricas
para agradar al público occidental”, dice Hassan El Geretly, que fundó El
Warsha en 1987. “Nosotros trabajamos como plomeros, limpiando las
cañerías”. Durante muchos años, El Geretly ha sostenido que Egipto debería
separar su legado artístico de los organismos estatales que tienden a encasillar
a las artes en formatos predecibles y estériles. “Esto ha provocado una
devaluación de la cultura tradicional”, explica. “Si el arte popular y el teatro
no interactúan a través de la experiencia viva, ambos corren el riesgo de
degenerar en rituales vacíos”.
El Warsha, que es la compañía teatral independiente más antigua de
Egipto, está menos interesada en preservar el pasado que en revivir su espíritu
creativo. Para mantener sus producciones frescas y relevantes, rutinariamente
el grupo abre su estudio al público para mostrar su trabajo en progreso y celebra
veladas de cuentos. Sus veinticinco actores, bailarines y músicos
incluyen musulmanes y cristianos coptos, trabajadores semianalfabetos y
graduados de prestigiosas universidades, adolescentes prodigio y virtuosos
veteranos como Sayid El Dawi, un renombrado cantor de baladas que, según
se dice, es el último artista egipcio capaz de recitar todo el “Hilaliyya”.
El esfuerzo de El Warsha por combinar el pasado y el presente ha tenido
gran resonancia en Egipto, donde la tradición y la modernidad se conciben a
menudo como incompatibles. La tensión entre estos enfoques permea casi
todas las esferas de la sociedad, más sorprendentemente en el impasse
entre la liberalización económica y el conservadurismo religioso. El Warsha ha
abierto nuevos caminos para la expresión creativa, dando lugar a un
“movimiento de teatro libre” en El Cairo. En años recientes, la compañía se
ha vinculado con artistas, educadores y organizaciones no gubernamentales
en todo el país. Por ejemplo, en Minia ha abierto clases de canto, ampliado
un coro de niños y enseñado clases de actuación,
dirección, títeres de sombras y caricaturas en
escuelas primarias.
El Warsha también está a la vanguardia de
una creciente red de organizaciones artísticas
independientes del mundo árabe. Además
de presentar su propio trabajo, la compañía ha
ayudado a organizar un festival internacional
de teatro en Jordania y una coalición regional de
artistas de teatro llamada Proyecto de Artes
Árabes. Muchos de estos artistas comparten la
convicción de que la expresión artística independiente
— por medio del cultivo del pensamiento
crítico, la experimentación y la toma de riesgos —
puede desempeñar una función crítica en la
construcción de sociedades abiertas y sólidas.
“Estamos creando un espacio propio”, dice El
Geretly, “no para hacer obras coherentes con la
agenda política del desarrollo, sino para dar lugar
a la expresión, el sentimiento y la imaginación”.
La Fundación Ford otorgó el primer donativo a principios
de los años noventa. Reconociendo que este
precedente debía mantenerse para que el proyecto
sobreviviera y creciera, la Fundación ha seguido
brindando su apoyo económico para que El Warsha
consolide su capacidad institucional y como parte de
un amplio esfuerzo por apoyar la expresión artística
independiente en el mundo árabe.
“Si el arte popular y el
teatro no interactúan a través
de la experiencia viva, ambos
corren el riesgo de degenerar
en rituales vacíos”.
Hassan El-Geretly
[ 11]

Alvin Ailey:
Nuevas danzas y nuevos espacios
Cuando Alvin Ailey fundó el Alvin Ailey American Dance
Theater en 1958, su futuro era incierto. En estos primeros
años, la pequeña compañía — fundamentalmente negra, con un
trabajo que se arraigaba y la vez promovía la singularidad de la
expresión cultural afroamericana como parte de una más amplia
y rica herencia estadounidense en danza moderna — tenía un
mercado desconocido y muy poco prometedor. Sin embargo,
en la actualidad está llevando a cabo una campaña financiera
para construir un nuevo edificio en su ciudad natal (Nueva
York), y es una de las embajadoras internacionales más aclamadas
de la cultura norteamericana.
La misión de la compañía Ailey es enriquecer el legado de la danza moderna
estadounidense con coreografías innovadoras que honren la belleza y la
humanidad de la cultura afroamericana y de otras culturas. El propósito del
Ailey no fue crear un repositorio de sus propios trabajos, sino una muestra de
múltiples talentos. En las últimas cuatro décadas, la compañía ha presentado
más de 195 obras de más de sesenta coreógrafos, creando uno de los repertorios
más grandes y variados del mundo. Cada temporada el programa New
Works (Nuevas Obras) encarga creaciones a coreógrafos principiantes o
establecidos. El programa promueve la colaboración entre talentosos músicos,
destacados diseñadores y los 31 miembros de la compañía, cuyo
virtuosismo técnico, versatilidad y riguroso entrenamiento la han convertido
en una de las mejores compañías de baile del mundo.
A través de New Works, importantes y nuevas coreografías aclamadas por
la crítica hacen su debut internacional frente a públicos multiétnicos en comunidades
de todo el país y alrededor del mundo. Por ejemplo, el público que
presenció la temporada de otoño de 2001 o asistió a los Juegos Olímpicos de
Invierno de 2002 disfrutó la inusual y novedosa coreografía de Judith Jamison,
actual directora artística del grupo, acompañada por una partitura original de
Wynton Marsalis de Jazz en el Lincoln Center. Encargada por el Comité
Olímpico, Here... Now (Aquí... Ahora) rinde homenaje a la simbólica y elegante
velocista Florence Griffith Joyner, también conocida como “Floja”, que ganó
tres medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988. El público y los
críticos quedaron encantados por la presentación, que expresa la competitividad,
el desafío, el estilo, el dolor y la alegría del deporte y la danza.
Detrás de la belleza y creatividad que caracterizan a esta compañía de
baile hay una historia de manejo responsable y crecimiento fiscal. El establecimiento
de un importante fondo de reserva de capital de trabajo en 1997
proveyó seguridad financiera que le permitió aceptar comisiones artísticas e
introducir innovaciones en su repertorio sin poner en riesgo la liquidez de la
organización. Al tiempo que se ha usado este fondo de capital de trabajo para
estabilizar su programa y operaciones, la compañía ha incorporado nuevos
miembros directivos, se ha concentrado en incrementar
tanto el número de donantes individuales
como el monto de sus contribuciones, y las donaciones
anuales han aumentado un noventa por
ciento en los últimos cinco años.
La actual campaña financiera de 66 millones
de dólares se destinará a la renovación de un
nuevo edificio para la escuela Ailey y salas de
ensayos para la compañía, y a comenzar una
dotación. “Durante muchos años, mi sueño ha
sido construir un hogar permanente para el programa,
un sueño que se está haciendo realidad.
Este edificio es un salto hacia el futuro, y espero
que nuestro público se alegre con nosotros”,
dice Judith Jamison.
La Fundación Ford ha sido el principal apoyo económico
del Alvin Ailey American Dance Theater desde 1974.
Alvin Ailey fue una de las 28 organizaciones artísticas
ejemplares sin fines de lucro de los Estados Unidos
seleccionadas en diferentes disciplinas para sumarse a
la iniciativa New Directions/New Donors (Nuevas
Direcciones y Nuevos Donantes), y recibió un donativo
motivador en el año 2000 destinado a crear dotaciones
para apoyar nuevos emprendimientos artísticos, capacitación,
actividades de divulgación y educación.
“Durante muchos años, mi
sueño ha sido construir un
hogar permanente para el
programa, un sueño que se está
haciendo realidad. Este edificio
es un salto hacia el futuro, y
espero que nuestro público se
alegre con nosotros”.
Judith Jamison
[ 12]

Erudición y activismo:
Estudios sobre la mujer y el género en la India
El crecimiento de los estudios sobre la mujer y el género
como áreas formales de enseñanza e investigación fue uno de
los principales logros de las mujeres en el último cuarto del
siglo XX. En ningún lugar este fenómeno ha sido más evidente
que en la India, donde los estudios sobre la mujer como campo
interdisciplinario de conocimiento académico comenzaron en
1975, en respuesta a los resultados de las investigaciones del
Comité sobre el Status de la Mujer en la India, una entidad
gubernamental que incluía prominentes académicos, tanto hombres
como mujeres. Además de producir la primera compilación
de investigaciones existentes sobre las mujeres de la India, los
miembros del Comité visitaron diferentes regiones, a fin de
escuchar a los grupos de mujeres que discutían sus problemas
y prioridades y realizaban un análisis de su condición.
Esta masa de información recopilada contradijo muchas de las nociones
establecidas sobre el papel de las mujeres hindúes y demostró que, allí donde
el gobierno hablaba del status universal “de las mujeres”, había más bien una
gran diversidad de ocupaciones, clases sociales de la familia, regiones,
idiomas, comunidades y castas. Más aún, generalmente, esa diversidad era
invisible para los funcionarios de gobierno que tenían la responsabilidad de
establecer políticas y ejecutarlas en el ámbito local. En consecuencia, los
primeros intentos de estudios sobre la mujer se propusieron documentar la
multiplicidad de las experiencias femeninas y atraer la atención sobre éstas,
tanto del gobierno como de los organismos no gubernamentales dirigidos por
mujeres, que formaban la columna vertebral del creciente movimiento en pro
de la mujer, que ya despuntaba hacia finales de los años setenta.
Durante la siguiente década, entendiendo que “la lucha por establecer la
justicia de género debe ocurrir simultáneamente a través del conocimiento y
la práctica”, la Dra. Neera Desai, una eminente socióloga hindú que se convertiría
en directora del Centro de Investigación para los Estudios sobre la
Mujer de la Universidad Femenina Shreemati Nathibai Damodar Thackersey
(SNDT), de Mumbai (antes Bombay), junto a otras investigadoras en este
emergente campo de estudios interdisciplinarios, trabajó por cerrar la brecha
entre la erudición y el activismo, por medio de oportunidades para el intercambio
y la participación. La SNDT, conjuntamente con el Centro de Estudios
sobre el Desarrollo de la Mujer, de Nueva Delhi, encabezado por la distinguida
académica, Dra. Vina Mazumdar — que ha logrado obtener apoyo para
los estudios sobre la mujer en el prestigioso Consejo Hindú para la
Investigación de Ciencias Sociales, dependiente del gobierno — impulsó el
estudio sobre la mujer por medio de la enseñanza y la colaboración con otras
colegas y universidades, tanto en la India como en el extranjero.
La función de la SNDT sigue siendo crítica en el
planeamiento e implementación de los programas
de estudios sobre la mujer en el sistema universitario
hindú, que llevó a la creación de la Asociación
Hindú para los Estudios sobre la Mujer en 1982.
La presión de la Asociación sobre el sistema
universitario y el gobierno nacional ha permitido
el establecimiento de un programa de donativos de
la Comisión Universitaria de Donativos, así como
la inclusión de los estudios sobre la mujer en el
Capítulo de Educación para la Igualdad, que forma
parte de la Política Nacional sobre Educación
adoptada por el Parlamento hindú en 1986.
Es así como en la India, los estudios sobre la
mujer han logrado asegurar su legitimidad en los
más altos niveles gubernamentales, manteniéndose
como un vibrante campo interdisciplinario, a
la vez que continúan vinculando sus preocupaciones
con las organizaciones no gubernamentales
en el ámbito local. Además, la atención de las
académicas hindúes a la diversidad de experiencias
femeninas ha influido en el curso de los
estudios sobre la mujer en el plano global. El cambio
crucial, en los Estados Unidos y en todas
partes, desde una teoría universalizadora del
género hacia el examen de múltiples y complejos
contextos sociales de la mujer, ha abierto un
vasto terreno de debates académicos y políticos
en los que el género se aprecia — en su mejor
expresión — como una manera burda de comprender
la diversidad humana.
El apoyo de la Fundación Ford a la investigación
y enseñanza en el ámbito de los estudios sobre la mujer
y el género en la India y otras partes del mundo comenzó
en 1970 y se mantiene como una parte vital del programa
CCyL. Hasta el momento, el financiamiento total en el
mundo entero ha superado los 25 millones de dólares.
“La lucha por establecer la
justicia de género debe ocurrir
simultáneamente a través del
conocimiento y la práctica”.
Dra. Neera Desai
[ 15]

Brasil:
Descentralización y mejoramiento escolar
En las últimas dos décadas, el pueblo brasileño ha dado
grandes pasos para restaurar la democracia y enmendar el
doloroso legado del régimen militar. Sus esfuerzos por estimular
el desarrollo económico y social, sin embargo, han sido
menos exitosos. Este fracaso proviene en gran medida de los
defectos que persisten en el sistema educativo del país,
incluyendo salones de clase venidos a menos, profesores con
poca capacitación y políticas administrativas y financieras que
han sido especialmente severas con los brasileños de origen
africano, que componen casi la mitad de la población.
En años recientes, educadores del estado nororiental de Bahía han comenzado a
rectificar estas deficiencias al adoptar un modelo más participativo para el manejo
de las escuelas. Académicos de la Universidad Federal de Bahía iniciaron esta
tendencia en 1995 cuando comenzaron a forjar asociaciones no convencionales
de maestros y administradores en escuelas de Salvador, la tercera ciudad más
grande del país. Convencidos de que la descentralización administrativa puede
mejorar la efectividad de las escuelas públicas, Robert Henriques Girling, Sherry
Keith y Katia Siqueira de Freitas se propusieron enseñar a los educadores
locales técnicas gerenciales más acordes con las realidades sociales de la
región. Específicamente, ofrecieron capacitación en materia de liderazgo, trabajo
de equipo, solución de problemas, financiamiento escolar, evaluación y principios
de gestión compartida. Como dice Girling, “este proyecto lleva la universidad
y sus estudiantes a la escuela pública ofreciéndoles experiencia práctica en
administración escolar, al tiempo que presenta a los maestros nuevas ideas y
posibilidades para la transformación de sus escuelas y sus vidas”.
Ahora en su octavo año, el Programa de Liderazgo Escolar Participativo
recluta profesores y graduados universitarios para entrenar al personal de las
escuelas públicas mientras realiza estudios sobre la descentralización.
Pequeños equipos de graduados universitarios trabajan junto a maestros,
directores y superintendentes para identificar las necesidades de las escuelas
e introducir cambios tendientes a resolver esas necesidades. Los resultados
muestran que las escuelas mejoran cuando sus directivos aprenden a permitir
que los padres y maestros opinen sobre el manejo de la escuela y la manera
de impartir las clases. Simultáneamente, los graduados adquieren una mejor
comprensión sobre el funcionamiento de las escuelas y aprenden promisorias
metodologías para fortalecer los servicios públicos.
El programa, que comenzó con sólo diez graduados universitarios que
brindaban apoyo a seis escuelas municipales, se ha convertido en un imán de
educadores progresistas de todo el noreste del Brasil. Actualmente trabaja
con 80 escuelas que suman un total de 40.000 estudiantes, y debido a sus
resultados en términos de progreso estudiantil, las autoridades locales han
pedido recientemente al programa que extienda el adiestramiento en liderazgo
a las 200 escuelas de su jurisdicción.
Mientras tanto, el programa también ha atraído
nuevos graduados a la Universidad Federal de
Bahía para continuar sus estudios. Desde junio
de 2002, unos cinco estudiantes de doctorado y
quince de maestría han completado sus postgrados,
y otras 17 disertaciones doctorales y 11
tesis de maestría están en proceso. Los recién
graduados enseñan ahora en la Universidad
Católica de Salvador y un número de universidades
estatales. Además, algunas universidades
regionales han creado programas de postgrado
en administración educativa con la asistencia del
personal del programa.
La experiencia obtenida en este proyecto
también posibilitó la producción de un libro de
texto publicado en 1998, A escola participativa
(La escuela participativa), escrito por Girling,
Keith, Siqueira y Eloisa Lück. La UNICEF ha
distribuido 1.000 copias entre superintendentes y
directores de escuelas en el Brasil y el libro,
ahora en su cuarta edición, ha sido incorporado a
los programas estatales para el adiestramiento
de administradores escolares en todo Bahía.
La Fundación Ford ha apoyado el Programa de
Liderazgo Escolar Participativo de la Universidad
Federal de Bahía desde 1995, con donativos que
ascienden a los 947.000 dólares. Este apoyo reconoce
que la educación puede servir tanto como piedra angular
de la democracia y como catalizador del desarrollo.
“Este proyecto lleva la universidad
y sus estudiantes a la
escuela pública ofreciéndoles
experiencia práctica en administración
escolar, al tiempo que
presenta a los maestros nuevas
ideas y posibilidades para la
transformación de sus escuelas
y sus vidas”.
Robert Girling
[ 16]

Un trampolín al éxito para estudiantes
poco favorecidos en los Estados Unidos
A principios de los años setenta, la tasa de deserción escolar
alrededor de los 16 años en la ciudad de Nueva York era
alarmante. En esa época, se creía que la mayor parte de los
estudiantes simplemente carecía de aptitud para el trabajo
académico. Pero Janet Lieberman, psicóloga en educación del
Instituto de Enseñanza Superior Fiorello H. La Guardia, de
Queens, vio las cosas de un modo diferente. “Queríamos
proyectar un tipo de escuela donde todos los estudiantes se
convirtieran en triunfadores, donde pudieran progresar e ir a la
universidad”, señala Lieberman. Sentía que muchos de los
estudiantes que se iban quedando en el camino eran considerablemente
prometedores, pero que las presiones sociales y
los rígidos programas de las escuelas tradicionales de
enseñanza secundaria, disminuían su apetito de conocimiento.
En lugar de exigir trabajo de recuperación en restringidas disciplinas,
Lieberman concibió un escenario más estimulante — que en parte era colegio
secundario y en parte universidad — donde los estudiantes fueran tratados
como jóvenes adultos. Este ambiente híbrido incluiría grupos pequeños, profesores
capacitados, cuidadoso asesoramiento, pasantías relacionadas con la
especialización y altas expectativas. Más aún, los estudiantes podrían cursar
algunas materias de la universidad como parte de su educación secundaria.
El colegio de bachillerato universitario abrió sus puertas en el campus de
La Guardia en 1974 y durante estas tres décadas ha probado ser notablemente
exitoso. En el año académico de 1998–1999, por ejemplo, el 88 por ciento
de los estudiantes se graduó del colegio secundario y el 65 por ciento fue
aceptado por distintas universidades, en comparación con los promedios de
la ciudad en ese año, que fueron de 50 y 44 por ciento respectivamente.
El colegio ha ayudado a más de mil estudiantes en situación de riesgo en
su transición a la universidad. Al mismo tiempo, ha permitido que sectores
populares poco favorecidos tengan mayor acceso a la educación superior.
A finales de los años ochenta, se formó un consorcio nacional para
reproducir el modelo del colegio universitario. Desde entonces, educadores
de todo el país han tratado de imitar el éxito de La Guardia. En los Estados
Unidos, el consorcio de 31 escuelas tiene aproximadamente 7.000 estudiantes
en diferentes ciudades, desde Seattle, en Washington, y San Mateo,
en California, hasta East Peoria, en Illinois. Los directivos de La Guardia
quedaron tan satisfechos con los resultados de su primer colegio que inauguraron
otro en 1987, retomando el esquema de Lieberman. El Colegio
Secundario Internacional recluta inmigrantes recién llegados a Queens, un
condado cuyos habitantes caracterizan como “el más diverso del planeta”.
Sus alumnos provienen de 52 países y hablan un total de 39 idiomas, aunque
las clases se enseñan en inglés.
La siguiente etapa del experimento contempla
modos de ayudar a los estudiantes a acelerar su
educación y a obtener una “temprana experiencia
universitaria” formal. Jóvenes matriculados en
determinados colegios universitarios podrán
obtener un diploma de educación secundaria y
suficientes horas cátedras equivalentes a un año
de universidad, o incluso un grado de Associate of
Arts (A.A.) en el mismo tiempo que muchos de sus
compañeros (que no hayan desertado o no se
hayan quedado atrás) concluyen su educación
secundaria. La idea ha ayudado a aumentar las
contribuciones de muchos donantes, incluyendo la
Fundación Bill y Melinda Gates, que recientemente
donó más de 40 millones de dólares para crear
programas similares, destinados a estudiantes
secundarios poco favorecidos en todo el país. Esta
suma incluye aproximadamente 7,6 millones de
dólares para apoyar los esfuerzos de los directivos
de los colegios universitarios por reproducir el
nuevo modelo educativo.
El apoyo financiero de la Fundación Ford a los colegios
universitarios, que empezó en 1986, reconoce la importancia
de brindar a los estudiantes oportunidades para
progresar en la cadena educativa y mejorar el acceso a
la educación superior, principalmente entre las poblaciones
poco favorecidas. La nueva iniciativa llamada
Caminos a la Educación Superior, promueve estos
mismos objetivos para estudiantes de otros países
donde funciona la Fundación Ford.
“Queríamos proyectar
un tipo de escuela donde todos
los estudiantes se convirtieran
en triunfadores”.
Janet Lieberman
[ 19]

La investigación y el cambio de
perspectivas en las sociedades rurales de Vietnam
El Dr. Ngo Duc Thinh, director del Instituto de Estudios
Folclóricos del Centro Nacional de Ciencias Sociales
y Humanidades de Hanoi, es un académico que reiteradamente
ha identificado oportunidades donde la detallada
investigación de campo puede contribuir al cambio de actitudes
y a mejores políticas.
A finales de los años setenta, los pueblos empezaron a resurgir de la estructura
cooperativa como cuerpos sociales capaces de organizarse a sí mismos.
Paralelamente, las costumbres e instituciones anteriormente prohibidas
revivieron de manera paulatina. Incapaces de determinar la dirección de estos
cambios, las autoridades políticas comenzaron a inquietarse por lo que
percibían como el colapso de las estructuras organizacionales rurales.
Respetados historiadores y etnólogos, incluyendo el Dr. Thinh, respondieron
a estas incertidumbres por medio de la investigación de formas históricas y
resurgentes de organización. A través de sus escritos, este influyente grupo
forjó una nueva representación de las instituciones sociales rurales bajo una
luz positiva y abrió el camino para un importante cambio de políticas.
Con esta experiencia, Thinh y varios colegas del Instituto de Estudios
Folclóricos formaron un grupo de investigaciones sobre religión, creencias y
cultura. Como en su trabajo anterior, la investigación de Thinh sobre los
pactos, las fiestas de los pueblos y sus prácticas chamánicas ha influido tanto
los debates académicos como los políticos.
Desde mediados de los años noventa, el personal del instituto ha utilizado
su experiencia con los pactos de los pueblos para realizar investigaciones
sobre derecho consuetudinario entre los grupos étnicos minoritarios de las
tierras altas. El resultado de esta investigación se ha plasmado en ocho completos
volúmenes de gran difusión, cada uno escrito en vietnamita y en alguno
de los idiomas de las minorías étnicas. Con el apoyo del gobierno de Vietnam
y, en particular, de la Comisión Jurídica de la Asamblea Nacional, el personal
del instituto también trabaja en estos pueblos con el propósito de adecuar el
derecho consuetudinario a las actuales condiciones sociales.
La colección y publicación de las leyes consuetudinarias han tenido otra
importante consecuencia. Como explica Thinh, “las autoridades locales
(pertenecientes a la mayoría étnica) que trabajan en las zonas donde habitan
las minorías creían que éstas no tenían reglas y que sus culturas eran pobres.
Después de leer las leyes, se dieron cuenta de que las minorías tienen
muchas más regulaciones que el código legal vietnamita”. Como ejemplos,
Thinh cita que los raglai tienen prohibiciones sobre la pesca de peces con
huevos o sobre el uso de veneno para pescar, y los tai tienen aproximadamente
200 regulaciones sobre diferentes formas de robo. “Ahora”, dice Thinh,
“algunos funcionarios están conscientes de que las culturas minoritarias
pueden ser mucho más desarrolladas que las suyas”.
En la actualidad, el principal proyecto del Instituto Folclórico consiste
en compilar las epopeyas de las minorías étnicas, registros culturales que se
remontan a miles de años atrás, muchos de
los cuales se relatan en cuentos y canciones en
cientos de episodios. El Instituto está enseñando
a los investigadores métodos especializados para
trabajar con tradiciones literarias orales, formando
una nueva generación de personas pertenecientes
a minorías étnicas para que puedan conservar
su tradición oral y ofreciendo entrenamiento
académico formal para estudiantes de las
minorías, a fin de que continúen con investigaciones
similares a largo plazo.
Como ocurrió con el trabajo sobre derecho
consuetudinario, este proyecto también contribuye
a modificar la percepción sobre las
minorías étnicas de las tierras altas, ante sus propios
ojos y ante los de la mayoría predominante
en las tierras bajas. A medida que estas
epopeyas se transcriben y se traducen al vietnamita,
más personas aprenden a apreciar la cultura
y las tradiciones de los habitantes de las tierras
altas, mientras comienzan a entender las conexiones
culturales entre sus propios antepasados
y los de las minorías.
Los diversos programas del Centro Nacional de
Ciencias Sociales y Humanidades de Hanoi han recibido
alrededor de 27 donativos de la Fundación Ford en los
últimos 20 años, especialmente para investigación,
capacitación e importantes congresos y talleres. El
apoyo financiero al trabajo de derecho consuetudinario
del Instituto de Estudios Folclórico comenzó en 1998.
“Después de leer
la compilación de derecho
consuetudinario, algunos funcionarios
están conscientes de
que las culturas minoritarias
pueden ser mucho más desarrolladas
que las propias”.
Ngo Duc Thinh
[ 20]

Periodismo en una sociedad cambiante:
Raza y etnicidad en los Estados Unidos
Según el censo del año 2000, los Estados Unidos son un
conglomerado de 281 millones de personas que comparten
muchos intereses comunes y abarcan numerosas y
diferentes identidades. Aproximadamente 87 millones de estadounidenses
(casi uno de cada tres) son afroamericanos,
asiático-americanos o hispanos, 56 millones (uno de cada cinco)
son inmigrantes o hijos de inmigrantes, y casi siete millones se
autodenominan multirraciales, una nueva categoría que refleja
percepciones cambiantes sobre la identidad racial y étnica.
A pesar de estos cambios culturales y demográficos, los medios de noticias
rara vez tratan en detalle temas de raza y etnicidad. Si bien hay periodistas
cuyo trabajo disipa estereotipos, dilucida problemas sociales, atrae nuevos
lectores y televidentes y promueve el diálogo público, constituyen raras
excepciones en la cultura de las salas de noticias que a menudo son mejores
en polarizar que clarificar los problemas.
Después de 26 años en The Milwaukee Journal, incluyendo ocho como
editor en jefe, Sig Gissler sabía que para que ocurra un cambio significativo
es necesario apelar a las autoridades políticas clave. En 1999, como profesor
adjunto de la Facultad de Postgrado en Periodismo de la Universidad de
Columbia, Gissler comenzó un taller anual destinado a promover enfoques
innovadores para hacer reportajes sobre raza y etnicidad. La estrategia es
simple: identificar y homenajear a los periodistas que están haciendo un buen
trabajo y pedirles que enseñen a otros.
Los premios tienen diversas funciones. A los ojos de los editores y productores
de noticias, confieren legitimidad sobre un tema difícil que a menudo
se quiere evitar. Reconocen a periodistas cuyo trabajo constituye una mirada
fresca e imaginativa de la diversidad en los Estados Unidos, la aborda con
franqueza, la ubica en su contexto, evita los estereotipos y establece conexiones
que ayuden a explicar los problemas sociales. Por último, al demostrar
métodos creativos para hacer reportajes sobre raza y etnicidad, los premios
ofrecen una variedad de interesantes casos de estudio para el Taller de
Periodismo, Raza y Etnicidad de la Universidad de Columbia.
El objetivo del taller es mejorar los reportajes comprometiendo a los
“guardianes” de la industria, es decir los editores de nivel intermedio y los
directores de programación, que tienen poder para delegar la redacción de
notas, asignar recursos y autorizar promociones. Durante tres o cuatro días,
estas autoridades comparten experiencias y discuten sus técnicas con los
premiados. Juntos, los participantes identifican modos prácticos de abordar
proyectos importantes sobre temas raciales, explorar las comunidades étnicas
y escribir “fuera de la propia raza”.
Recientemente, los organizadores del taller plasmaron estas lecciones en
un manual sobre las mejores técnicas para cubrir noticias sobre raza y etnicidad.
Se han distribuidos 1.200 copias entre los miembros de la Asociación de
Editores de la Associated Press, y se han vendido
más de 50 a editores de los periódicos más importantes.
El texto también puede conseguirse en el
portal del taller en Internet.
Hasta la fecha, el taller ha atraído a más
de 140 “guardianes” y premiados, tanto de
pequeños periódicos como de las principales
cadenas de televisión. Además, ha dado origen a
una red informal de apoyo. Los estudios evaluativos
demuestran que los participantes continúan
compartiendo ideas, poniendo en práctica las
estrategias discutidas en el taller, emprendiendo
nuevos proyectos sobre raza y etnicidad y
sintiéndose más seguros para encarar temas
controvertidos y delicados. También hay señales
de que las enseñanzas del taller están teniendo
repercusiones en las salas de noticias.
“Me enorgullece decir que 11 de los 20
ganadores de 2002 fueron producidos por organizaciones
de noticias que habían enviado
guardianes o presentadores a talleres previos”,
dice Arlene Morgan, que sucedió a Gissler como
directora del taller. Morgan, que anteriormente
había sido directora asistente de The Philadelphia
Inquirer, señala que el taller ha demostrado que los
modelos positivos pueden tener repercusiones
tangibles en la cobertura de noticias.
La Fundación Ford ha financiado los talleres sobre
periodismo, raza y etnicidad de la Universidad de
Columbia desde su creación, incluyendo un donativo
para planificación en 1998.
“El taller ha demostrado
que los modelos positivos pueden
tener repercusiones tangibles
en la cobertura de noticias”.
Arlene Morgan
[ 23]

Cielos abiertos: Documentales
para televisión y democracia en Rusia
Internews de Rusia, una agencia de noticias dedicada principalmente
a las difusoras, funciona desde 1992 con el
mandato de promover y apoyar económicamente a los
medios independientes, que son un componente importante
en la transición de la sociedad rusa a la democracia. En sus
comienzos, fue una sucursal local de la red Internews de los
Estados Unidos, y desde 1993 es una organización autónoma
no comercial inscripta en Rusia, equivalente a una organización
no gubernamental. Sus proyectos abarcan desde el entrenamiento
a corto y largo plazo para periodistas, gerentes,
presentadores, productores y técnicos de los cientos de
nuevas estaciones de radio y televisión que han aparecido
en Rusia desde 1990, hasta el apoyo legal para medios de
comunicación e Internet y concursos nacionales de medios.
Uno de los principios fundamentales de Internews es que la función y la
importancia de los documentales es equivalente a las novelas de no ficción
en el campo de la literatura. ¿Qué tipo de sociedad abierta y pluralista podría
construirse si todos los libros de ciencia, historia o conocimientos generales
desaparecieran repentinamente de las librerías, y sólo los libros de ficción, las
historietas y los periódicos estuvieran a disposición de los lectores? Pues ese
es el equivalente de lo que ha ocurrido en Rusia con la llegada de la difusión
comercial en 1990, cuando los documentales de alta calidad prácticamente
desaparecieron de la televisión. Según Manana Aslamasyan, directora general
de Internews de Rusia, “lo que sucede es que estamos cosechando los
frutos de nuestras románticas ilusiones sobre la democracia”. Para que la
democracia trabaje para la gente y la sociedad, es preciso incluir en los
medios contenidos de interés público. De ahí que el proyecto más antiguo de
Internews, Cielos abiertos, ahora en su noveno año, se esfuerce por compensar
esta carencia. Hasta la fecha, Cielos abiertos ha distribuido más de
2.000 de los mejores documentales, tanto de Rusia como de todo el mundo,
y ha ayudado a producir y difundir más de 70 películas testimoniales rusas.
El proyecto Cielos abiertos: cultura para el nuevo milenio, que comenzó
en el año 2000, incluyó un concurso de producciones nacionales en el que los
seis ganadores recibían como premio un presupuesto completo para producir
documentales sobre el arte ruso en el siglo XX, y creó un proceso de
distribución que por primera vez utilizó conjuntamente grandes canales y
cadenas nacionales y pequeñas estaciones regionales.
Este concurso de producciones tuvo éxito en muchos niveles. Por primera
vez en la historia de los documentales en Rusia, y de un modo significativo para
los cineastas, las películas fueron juzgadas por un jurado internacional de eminentes
expertos en televisión. El grado de participación fue excepcional y los seis
trabajos producidos ya han ganado varios premios, incluyendo el Nika (que es el
equivalente ruso al Oscar de los Estados Unidos) al
mejor documental del año. Esos trabajos atrajeron
un notable público durante sus estrenos en la televisión
rusa y han generado considerable interés
entre los difusores y distribuidores internacionales.
Internews de Rusia también adquirió, adaptó
al mercado ruso, preparó y difundió en estaciones
nacionales 65 horas de los mejores
documentales internacionales sobre arte y cultura
de países que incluían a Francia, Italia, México y
los Estados Unidos. El estreno de la sobresaliente
serie documental de Ken Burns “Jazz”
en el canal número uno de la televisión rusa, fue
un importante acontecimiento en el que veinte
millones de espectadores siguieron cada capítulo,
una cifra significativa para la televisión rusa.
La tradición de Cielos abiertos de difundir programas
culturales en los planos nacional y regional
continúa prosperando.
Si bien los cambios de legislación han impedido
cumplir el deseo de emprender proyectos
documentales autosustentables, Cielos abiertos
ha alcanzado casi todos sus objetivos originales.
Los directivos de la televisión rusa han creído
hasta ahora que los documentales de calidad no
pueden prosperar en su país. Internews ha
probado exitosamente lo contrario.
La Fundación Ford ha apoyado los proyectos de
Internews en todo el mundo desde 1994, especialmente
en Palestina, Indonesia y los Balcanes, y también
ha apoyado a Internews de Rusia desde 1996, por
medio del financiamiento para su proyecto de películas
documentales en el año 2000.
“Lo que sucede es que
estamos cosechando los frutos
de nuestras románticas ilusiones
sobre la democracia”.
Manana Aslamasyan
[ 24]

Nueva composición religiosa
en los Estados Unidos
Un reciente artículo publicado en la revista de egresados de
la Universidad de Harvard se titula “La mezquita de al lado”,
refiriéndose al hecho de que en los Estados Unidos casi cada
diez días se inaugura una nueva mezquita. Esta estadística
puede sorprender al ciudadano corriente, pero no a Diana L.
Eck, directora del proyecto Pluralismo de la Universidad de
Harvard. Eck es profesora de religión comparada y estudios
hindúes y lidera un equipo de académicos y estudiantes de postgrado
que investigan la creciente diversidad religiosa en los
Estados Unidos, especialmente entre los nuevos inmigrantes. El
proyecto, que se ha convertido en una fuente nacional sin paralelo
para académicos, autoridades políticas, líderes religiosos,
activistas y medios de comunicación, comenzó hace más de una
década, cuando pocos advertían los dramáticos cambios que
tenían lugar en el panorama religioso norteamericano.
Estos cambios, causados en gran medida por la Ley de Inmigración de 1965,
que eliminó las cuotas de nacionalidades, han resultado en la llegada a los
Estados Unidos de musulmanes, practicantes de Yoruba y otras religiones tradicionales
africanas, budistas, hinduistas, sijs, jainistas, zoroástricos y nuevos
grupos de judíos y católicos procedentes de países de todo el mundo, que han
contribuido a la rica diversidad de la vida espiritual estadounidense. Junto a las
minorías religiosas firmemente establecidas — tanto oriundas como extranjeras
— estos nuevos inmigrantes complementan las tradiciones cristianas y
judías que llegaron principalmente de Europa. Arraigándose rápidamente en
los planos comunitario y nacional, estas tradiciones que los nuevos migrantes
trajeron consigo — y que en el pasado se calificaban de “no occidentales” —
ahora son también religiones estadounidenses, y cambian en respuesta a la
vida de esta nación. Una de las dimensiones de dicha transformación es
que formas culturales tan diversas como el islamismo, el budismo y otras
religiones, ampliamente separadas en el resto del mundo, hoy son vecinas
en Nueva York, Los Ángeles, Chicago y otras ciudades estadounidenses.
Al mismo tiempo, estas religiones están cambiando la sociedad norteamericana.
Existen centros islámicos y mezquitas, templos budistas e hinduistas y
centros de meditación en numerosos pueblos, áreas rurales y casi todas las
grandes ciudades estadounidenses. Personas de diferentes religiones, razas y
culturas se conocen en las calles, en las escuelas y universidades, en los lugares
de trabajo y en una amplia variedad de instituciones públicas y privadas. Como ha
señalado Eck, “los Estados Unidos están convirtiéndose en una de las naciones
religiosamente más diversas del mundo”, sin embargo, “el pluralismo no ocurre
espontáneamente; es un logro”. Cómo es que norteamericanos de todas las
creencias — e incluso los laicistas — van más allá de la mera diversidad y comienzan
a asumir genuinamente sus respectivas diferencias, y si acaso podrán formar
una nueva y saludable sociedad pluralista, son algunos de los principales interrogantes
que hoy y en los años venideros enfrentarán los Estados Unidos.
El proyecto Pluralismo difunde los resultados de
su investigación a través de medios de comunicación
y publicaciones, por medio de una red de
académicos y mediante simposios que exploran
las implicaciones de la creciente diversidad
religiosa en las políticas y el discurso públicos. El
CD-ROM On Common Ground: World Religions
in America (Sobre un terreno común: religiones
del mundo en los Estados Unidos) y el portal del
proyecto brindan una visión general de las muchas
tradiciones religiosas del país, recurriendo a textos,
imágenes, voces y música. También ofrecen
perspectivas sobre las cuestiones fundamentales
de la libertad y la diversidad religiosas y sobre los
contactos interreligiosos que han moldeado
la historia de los Estados Unidos y continúan
planteando desafíos en la actualidad. Además, la
publicación World Religions in Boston (Religiones
del mundo en Boston) ha creado un modelo que
ahora se utiliza en muchas ciudades de los
Estados Unidos y que puede conseguirse en su
totalidad en el portal del proyecto.
Pluralismo sigue expandiendo su alcance a
otras actividades de estudio en todo el país y,
crecientemente, también en el extranjero, al tiempo
que extiende su investigación para incluir la participación
de otros departamentos religiosos, escuelas
de teología e investigadores afiliados, ofreciéndoles
becas de desarrollo profesional a maestros de
escuela. El principal objetivo del proyecto es
asegurarse de que en el futuro, los Estados Unidos
sigan manteniendo su compromiso de defender
todas las formas de práctica religiosa y de culto,
como un baluarte de la libertad democrática.
Desde 1997 la Fundación Ford ha realizado tres contribuciones
significativas para financiar la investigación
del proyecto Pluralismo, la divulgación por medio de
simposios, publicaciones y medios de comunicación, y
la creación de una red de académicos.
“El pluralismo no ocurre
espontáneamente; es un logro”.
Diana L. Eck
[ 27]

Desigualdad de géneros,
sexualidad y VIH/SIDA: El trabajo del Centro
Internacional para la Investigación sobre la Mujer
Cuando habla sobre la propagación del SIDA en los países en
desarrollo, Geeta Rao Gupta, presidenta del Centro
Internacional para la Investigación sobre la Mujer (ICRW, por
sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro con
sede en Washington, DC, subraya el hecho de que la desigualdad
de géneros es una causa tan importante de la epidemia
como la pobreza, la guerra, el genocidio, el abuso de drogas y
la prostitución.
La desigualdad de géneros es especialmente evidente en los países en desarrollo,
donde las mujeres constituyen el grupo de más rápido crecimiento con
infecciones de VIH y donde el ICRW lleva a cabo sus investigaciones
y procura asistencia técnica y apoyo legal. Gupta afirma que la desigualdad
de géneros aumenta la vulnerabilidad al SIDA tanto de hombres como
mujeres, y explica que “género no es sexo. Es el modo en que la sociedad
define los roles, las responsabilidades y los rasgos de conducta de mujeres
y hombres”. Esas definiciones incuban un trato social desigual entre ambos
sexos, impidiendo no sólo que muchas personas puedan protegerse a sí mismas
— y a otros — del SIDA, sino que lleven vidas seguras y sexualmente
gratificantes. Dado el afianzamiento de la desigualdad entre los géneros,
parecería que sólo una completa transformación cultural podrá erradicarla,
perspectiva que fácilmente puede invitar a la resistencia. Pero Gupta es optimista:
“quiero creer que dar poder a las mujeres, no significa quitarle poder
a los hombres, sino aumentar el poder del hogar, de la comunidad y del país”.
La cultura no es inmutable, pero el cambio tiene que venir desde dentro
de la sociedad, desde la necesidad de la gente. Como ejemplo, Gupta evoca
uno de los primeros proyectos de investigación del ICRW. En un tugurio
de Bombay hace varios años, cuando la epidemia del SIDA todavía no era
evidente en la India, investigadores del ICRW se dispusieron a averiguar qué
tanto sabían las jóvenes acerca de su sexualidad y el VIH, y cómo el ICRW
podía ofrecer educación sexual. Su plan era reunirlas en pequeños grupos
para hablar acerca de sus cuerpos y prácticas sexuales, sobre sus temores y
las cosas que querían saber. Los padres y las mujeres mayores de la comunidad
no dejaron que sus hijas asistieran a los grupos de discusión,
preocupados de que estos foros fomentaran la promiscuidad. Los investigadores
tuvieron entonces la idea de hablar con toda la comunidad sobre lo
que se significa ser una mujer joven y qué sucede cuando no pueden expresar
su opinión en el matrimonio o no pueden defenderse si sus esposos las
maltratan o las ponen en riesgo. Cuando comenzaron los grupos de discusión
en las comunidades, los padres querían saber si sus hijas podían participar.
Posteriormente, cuando los investigadores empezaron las clases de
educación sexual, se encontraron con salas llenas.
El trabajo del ICRW parte de la suposición de que
muchos años de vergüenza y silencio sobre la
sexualidad han dejado un saldo oculto y que,
debido a la epidemia de VIH/SIDA, es importante
superar este silencio. El Centro está realizando
investigaciones en Tanzanía, Zambia, Etiopía
y Vietnam para entender la estigmatización y
discriminación sociales, las experiencias de la
gente con VIH y las formas de combatir esta
estigmatización. Conscientes de la necesidad de
involucrar a la comunidad, el centro ha aconsejado
a la UNICEF que establezca órganos
comunitarios de asesoramiento donde hombres,
mujeres mayores y representantes de todos los
segmentos de la comunidad encuentren maneras
de reducir la estigmatización y aumentar el uso
de los servicios de prevención, tratamiento y
cuidado del SIDA.
Según señala Gupta, “el SIDA nos está
enseñando la importancia de la participación
comunitaria, las asociaciones entre gobiernos
y organizaciones no gubernamentales, y el hecho
de no marginar ni discriminar. Nos está
enseñando a trabajar en pos de la igualdad de
géneros. La desigualdad cobra vidas humanas.
Ya no sólo es costosa. Es fatal”. La constante
labor del ICRW en materia de sexualidad y
VIH/SIDA ayuda a disminuir la perspectiva de
este futuro sombrío.
En las últimas dos décadas, la Fundación Ford ha apoyado
programas de salud reproductiva para las mujeres
y ha incrementado su apoyo a la investigación y la
defensa de la salud sexual y el bienestar.
“La desigualdad
de géneros ya no sólo es
costosa. Es fatal”.
Geeta Rao Gupta
[ 28]

Programas de la Fundación Ford
El programa Conocimiento, Creatividad y Libertad trabaja en
colaboración con los otros dos programas de la Fundación
Ford: Paz y Justicia Social y Programa para la Generación de
Activos y Desarrollo Comunitario. Juntos apoyamos instituciones,
activistas, académicos, practicantes y líderes en doce
campos en todo el mundo.
Conocimiento, Creatividad y Libertad
Educación y saber
Sexualidad y salud reproductiva
Religión, sociedad y cultura
Medios de comunicación
Arte y cultura
Los funcionarios de la Fundación Ford
desarrollan carteras de donaciones que
responden a condiciones y oportunidades
en diferentes contextos regionales y
nacionales. Las carteras de donaciones
suelen incluir una combinación de apoyo a
la investigación y prueba de proyectos,
desarrollo organizacional, formulación de
políticas y creación de grupos de interés
necesarios para enfrentar problemas clave y
conseguir un cambio social a gran escala.
Programa para la Generación de Activos y Desarrollo Comunitario
Desarrollo comunitario
Financiamiento del desarrollo y seguridad económica
Medio ambiente y desarrollo
Desarrollo de la fuerza de trabajo
Sexualidad y salud reproductiva
Paz y Justicia Social
Derechos humanos
Gobernabilidad
Sociedad civil
Sexualidad y salud reproductiva
[ 30]

Bibliografía seleccionada y lista de contactos
El Warsha: Tradición y modernidad en Egipto
Malpede Karen. “A Role for Theater in Fighting
Terror.” New York Times, 18 de octubre de 1998,
Arts and Leisure.
Rakha Youssef. “Hasan El Geretly: Playing it Up.”
Al-Ahram Weekly, 2–8 de septiembre de 1999.
Selaiha Nehad. “Taking Stock.” Al-Ahram Weekly,
31 de diciembre de 1998–6 de enero de 1999.
Contacto:
Stiftelsen El Warsha Arts Foundation
Hassan El Geretly, Artistic Director
17 Sherif Street, Apt. 8
Cairo, Egypt
T: 20-2-3950592
T/F 20-2-3959286
E: elwarsha@starnet.com.eg
Alvin Ailey: Nuevas danzas y nuevos espacios
Bagwell, Orlando y Jac Venza, productores.
Dance in America; A Hymn to Alvin Ailey (Vídeo).
Roxbury, MA: Roja Productions, 1999.
Dunning, Jennifer, Alvin Ailey: A Life in Dance.
Nueva York: Da Capo Press, 1998.
Jamison, Judith, con Howard Kaplan.
Dancing Spirit: An Autobiography. Nueva York:
Anchor Books, 1994.
Contacto:
Alvin Ailey American Dance Theater
Judith Jamison, Artistic Director
Sharon Luckman, Executive Director
211 West 61st Street, 3rd Floor
New York, NY 10023
T: 212-767-0590
F: 212-767-0625
www.alvinailey.org
Erudición y activismo: Estudios sobre la mujer y
el género en la India
Basu, Amrita, “Introduction.” The Challenge of Local
Feminisms: Women’s Movements in Global Perspective.
Boulder CO: Westview, 1995.
Women’s Studies: A World View. Women’s Studies
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Tharu, Susie y K. Lalita. Women Writing in India.
Volúmenes 1 y 2. Nueva York: The Feminist Press
at The City University of New York, 1991.
Contactos:
Centre for Women’s Development Studies
Dr. Vina Mazumda, Chairperson
Mr. Naryan K. Banerjee, Director
25 Bhai Vir Sing Margh
New Delhi 11001
India
T: 91-11-23345530, 23365541
E: cwds@cwds.org
Research Centre for Women’s Studies
Neera Desai (Retired Director)
Dr. Veena Poonacha, Director
Sir Vithaldas Vidyavihar
SNDT University Juhu Campus, Juhu Road
Mumbai, India 400 049
T: 91-022-26610751
E: desaineera@hotmail.com
www.sndt.edu
Brasil: Descentralización y mejoramiento escolar
Contacto:
Katia Siqueira de Freitas, Coordinator
PGP/LIDERE - ISP - UFBA
Universidade Federal da Bahia
Av. Adhemar de Barros, Pavihão IV s/n
Campus Universitário de Ondina,
Pavilhão IV, Sala 219
Bairro de Ondina
40170-110 Salvador, Brasil
T/F: 71-235-8290
E: katiasf@ufba.br
www.ufba.br/~liderisp
Un trampolín al éxito para estudiantes poco
favorecidos en los Estados Unidos
Hungar, Julie Yearsley y Janet Lieberman.
The Road to Equality: Report on Transfer for the
Ford Foundation, 2001.
Wechsler, Harold. Access to Success in the Urban High
School. Nueva York: Teacher’s College Press, 2001.
Contacto:
Middle College HS National Consortium
Cecilia Cunningham, Director
La Guardia Community College/CUNY
31–10 Thomson, Avenue
Long Island City, NY 11101
T: 718-349-4000
F: 718-349-4003
E: CECCUNNIN@aol.com
www.earlycolleges.org
La investigación y el cambio de perspectivas en
las sociedades rurales de Vietnam
Institute of Folk Culture. Tay Nguyen Epic
(en vietnamita e inglés). Hanoi, Vietnam:
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Thinh, Ngo Duc. “Len Dong (A Form of Spirit
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Vietnam).” Society and Culture of Vietnam 1 (1999)
Thinh, Ngo Duc y Phan Dang Nhat.
Customary Law and Rural Development in Vietnam
Today. Hanoi, Vietnam: The National Political
Publishing House, 2000.
Contacto:
Institute of Folk Culture
Professor Dr. Ngo Duc Thinh, Director
Institute of Cultural Studies
Vietnamese Academy of Social Sciences
27 Tran Xuan Soan
Hanoi, Vietnam
P: 978-4871
F: 972-5903
E: thinhdangian@fpt.vn
Periodismo en una sociedad cambiante:
Raza y etnicidad en los Estados Unidos
Whose Llife Is Worth Covering? (Vídeo).
Programa sobre perfilación racial. Fred Friendly
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productores (Marzo de 2002).
Merina, Victor. Let’s Do It Better. The Columbia
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University, 11–13 de junio de 1999; 9–11 de junio
de 2001.
Morgan, Arlene. Let’s Do It Better. A Best Practices
Guide to Diversity. Nueva York: Graduate School of
Journalism, Columbia University y Associated Press
Managing Editors, 2002.
Contacto:
Graduate School of Journalism
Arlene Morgan
Columbia University
2950 Broadway
New York, NY 10027
T: 212-854-5377
F: 212-854-7837
E: am494@columbia.edu
www.jrn.columbia.edu/workshops
Cielos abiertos: Documentales para televisión y
democracia en Rusia
Aslamazyan, Manana. “Not by Ratings Alone:
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Manana Aslamazyan, directora general de Internews
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Meier, Andrew. “The Russian (Media) Revolution.”
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Contacto:
Internews Russia
Tsentralnyi Dom Zhurnalista
8A Nikitskii Boulevard, 3rd Floor
Moscow 121019. Russia
T: 7-095-956-2248
F: 7-095-291-2174
www.internews.ru
Nueva composición religiosa en los Estados
Unidos
Eck, Diana L. A New Religious America: How a
“Christian Country” Has Become the World’s Most
Religiously Diverse Nation. San Francisco:
HarperSanFrancisco, 2001.
Levitt, Peggy. The Transnational Villagers, Berkeley:
University of California Press, 2001.
Contacto:
Pluralism Project
Professor Diana L. Eck
Harvard University
Committee on the Study of Religion
Barker Center
12 Quincy Street
Cambridge, MA 02138-0279
T: 617-495-5781
F: 617-493-1602
E: Dianaeck@fas.harvard.edu
www.pluralism.org
Desigualdad de géneros, sexualidad y
VIH/SIDA: El trabajo del Centro Internacional
para la Investigación sobre la Mujer
Gupta, Geeta Rao. “Gender, Sexuality, and HIV/AIDS:
The What, the Why, and the How.” Sesión plenaria.
XIII Conferencia Internacional sobre el SIDA.
Durban, Sudáfrica, 12 de julio de 2000. ICRW,
Washington, DC.
Weiss, E., Whelan y G. Rao Gupta. “Gender,
Sexuality, and HIV: Making a Difference in the Lives
of Young Women in Developing Countries.” Sexual
and Relationship Therapy 15, no. 3 (2000): 233–245.
Contacto:
International Center for Research on Women
Geeta Rao Gupta, President
1717 Massachusetts Avenue, NW
Suite 302
Washington, DC, 20036
T: (202) 797-0007
F: (202) 797-0020
E: info@icrw.org
www.icrw.org [ 31]

El programa Conocimiento, Creatividad y Libertad
cuenta con personal en las siguientes
oficinas de la Fundación Ford:
ÁFRICA Y ORIENTE MEDIO
África Oriental: Nairobi, Kenya
Trabaja en: Kenya, Uganda, Tanzanía
Ford Foundation
P.O. Box 41081
Nairobi, Republic of Kenya
T: 254-2-710444
F: 254-2-712203
E: ford-nairobi@fordfound.org
Medio Oriente y Norte de África:
El Cairo, Egipto
Trabaja en: Egipto y Palestina
Ford Foundation
P.O. Box 2344
Cairo, Arab Republic of Egypt
T: 20-2-795-2121
F: 20-2-795-4018
E- ford-cairo@fordfound.org
Sudáfrica: Johannesburgo, Sudáfrica
Trabaja en: Mozambique, Namibia,
Sudáfrica, Zimbabwe
Ford Foundation, Southern Africa
P.O. Box 30953
Braamfontein 2017
Johannesburg, South Africa
T: 27-11-403-5912
F: 27-11-403-1575
E: ford-johannesburg@fordfound.org
África Occidental: Lagos, Nigeria
Trabaja en: Ghana, Nigeria, Senegal
Ford Foundation
P.O. Box 2368
Lagos Nigeria
T: 234-1-262-3971
F: 234-1-262-3973
E. ford-lagos@fordfound.org
ASIA
Beijing, China
Trabaja en: China
International Club Office
Building – Suite 501
Jianguomenwai Dajie No. 21
Beijing, 100020, China
T: 86-10-6532-6668
F: 86-10-6532-5494
E: ford-beijing@fordfound.org
Nueva Delhi, India
Trabaja en: India, Nepal, Sri Lanka
Ford Foundation
55 Lodi Estate
New Dheli, India 110 003
T: 91-11-461-9441
F: 91-11-462-7147
E: ford-delhi@fordfound.org
Yakarta, Indonesia
Trabaja en: Indonesia
Ford Foundation
P.O. Box 2030
Jakarta, 10020, Indonesia
T: 62-21-252-4073
F: 62-21-252-4078
E: ford-jakarta@fordfound.org
Hanoi, Vietnam
Trabaja en: Vietnam, Tailandia
Ford Foundation
Suites 1502-1503-1504, 15th Floor
Vietcombank Tower
198 Tran Quang Khai Street
Hoan Kiem District
Hanoi, Vietnam
T: 84-4-934-9767
F: 84-4-934-9765
E: ford-hanoi@fordfound.org
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Región Andina y Cono Sur: Santiago,
Chile
Trabaja en: Colombia, Perú, Chile,
Argentina
Ford Foundation
Mariano Sánchez Fontecilla 310
Piso 14
Las Condes
Santiago, Chile
T: 562-232-5454
F: 562-204-9385
E: ford-santiago@fordfound.org
Río de Janeiro, Brasil
Trabaja en: Brasil
Ford Foundation
Praia do Flamengo 154, 8o.andar
22207-900 Rio de Janeiro, RJ, Brasil
T: 55-21-2556-1586
F: 55-21-2285-1250
E: ford-rio@fordfound.org
Ciudad de México, México
Trabaja en: México, América Central
Ford Foundation
Apartado 105-71
11560 México, D. F.
T: 52-55-5280-3047
F: 52-55-5280-3882
R. fordmexico@fordfound.org
RUSIA
Moscú, Rusia
Trabaja en: Rusia
Ford Foundation
Tverskaya Ulitsa 16/2, 5th floor
103009 Moscow, Russia
T: 7-095-935-7051
F: 7-095-935-7052
E: ford-moscow@fordfound.org
ESTADOS UNIDOS
Nueva York, NY (sede principal)
Trabaja en: Estados Unidos
Ford Foundation
320 East 43rd Street
New York, NY 10017
T: 212-573-5000
F: 212-351-3677
E: ford@fordfound.org
[ 32]

• Moscú
• Nueva York
Beijing •
Ciudad de México
•
• El Cairo
Nueva Delhi
•
Hanoi
••
Lagos •
• Nairobi
• Yakarta
Río de Janeiro
•
• Johannesburgo
Santiago
•
Editor
Susan Heath
Diseño
Carla Hall Design Group
Fotografía
Ken Wilson
Fotografías adicionales
Portada, extrema izquierda: Stephen Shames/Matrix
Pág. 3, arriba: AJ Wolfe/Impact Visuals
Pág. 3, abajo: David Lamb
Pág. 5, arriba izquierda: Nguyen Hong Sam
Pág. 5, arriba derecha: colección del Fondo Nacional
para la Preservación Histórica, Nelson
Rockefeller Bequest, Pocantico, zona
histórica
Pág. 5, abajo: cortesía de la Academia de Música
de Brooklyn
Pág. 6, abajo: Shames/Matrix
Pág. 8, arriba: cortesía de la Biblioteca Nacional
de Indonesia y la Fundación Lontar
Pág. 8, abajo: Stephen Shames/Matrix
Pág. 12: Hazel Hankin
Pág. 14: cortesía de Feminist Press/Universidad
de la Ciudad de Nueva York
Pág. 17: Rhodri Jones/Panos Pictures
Pág. 18: Philip Greenberg
Pág. 21: Tran Thi Hoa
Pág. 22: cortesía de la Universidad de Columbia
Pág. 25: Vladimir Myshkin
Pág. 26: cortesía de Diana Eck y Pluralism Project
Pág. 29: Ilene Perlman
Pág. 30: Neka Wilson
Contraportada interior, derecha: Nguyen Hong Sam
Agradecemos a:
Ken Wilson, Chris Reardon, David Anderson,
Kathy Donovan, Dayna Bealy, Lori Matia,
Oona Sullivan y el personal de CCyL en todo
mundo.
Impreso en papel reciclado con
20 por ciento de desperdicio
y con tintas a base de soya.

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