28.11.2014 Views

El rumbo de las reformas. Hacia una nueva agenda para America ...

El rumbo de las reformas. Hacia una nueva agenda para America ...

El rumbo de las reformas. Hacia una nueva agenda para America ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Publicado en la R E V I S T A D E L A C E P A L 8 0 • A G O S T O 2 0 0 3, p. 18<br />

excesos <strong>de</strong> optimismo y pesimismo irracionales. A<strong>de</strong>más,<br />

en el caso <strong>de</strong> los países en <strong>de</strong>sarrollo, generalmente<br />

los gran<strong>de</strong>s déficit <strong>de</strong> la cuenta corriente, sea cual sea<br />

su origen, no son sostenibles, y los ajustes que es preciso<br />

hacer <strong>para</strong> eliminarlos —modificaciones drásticas<br />

<strong>de</strong> los tipos <strong>de</strong> cambio o disminuciones importantes <strong>de</strong>l<br />

ingreso, o ambas cosas a la vez— reducen <strong>las</strong> importaciones.<br />

En muchos países <strong>de</strong> América Latina han sucedido<br />

ambas cosas. 24 Cuando entran gran<strong>de</strong>s corrientes<br />

<strong>de</strong> capital <strong>de</strong> corto plazo, los cambios <strong>de</strong> actitud pue<strong>de</strong>n<br />

reflejarse rápidamente en <strong>una</strong> negativa a renovar<br />

préstamos o en un retiro <strong>de</strong> capital <strong>de</strong> cartera. (En el<br />

caso <strong>de</strong> <strong>una</strong> liberalización total <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> capital,<br />

aunque no haya gran<strong>de</strong>s corrientes <strong>de</strong> capital <strong>de</strong><br />

corto plazo, pue<strong>de</strong> haber <strong>una</strong> fuga <strong>de</strong> capitales <strong>de</strong><br />

inversionistas nacionales).<br />

Sin embargo, la entrada <strong>de</strong> capitales no impulsó<br />

un resurgimiento <strong>de</strong> la inversión real. Según ciertos<br />

cálculos, gran parte <strong>de</strong> ese capital se utilizó simplemen- te<br />

<strong>para</strong> financiar un aumento <strong>de</strong>l consumo. 25 La entra- da<br />

<strong>de</strong> capitales fue en parte resultado <strong>de</strong> la privatización,<br />

<strong>de</strong> la venta <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> los países a extranjeros.<br />

26<br />

3. Los efectos <strong>de</strong> <strong>una</strong> contabilidad ina<strong>de</strong>cuada:<br />

la proyección <strong>de</strong> <strong>una</strong> falsa imagen <strong>de</strong> éxito en<br />

los primeros años <strong>de</strong> la reforma<br />

Las prácticas contables contribuyeron a dar <strong>una</strong> falsa<br />

impresión <strong>de</strong> éxito. Los países <strong>de</strong>bían haber centrado<br />

la atención en el ingreso nacional neto, pensando en<br />

<strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> bienestar futuro <strong>de</strong> los ciudadanos y<br />

tomando en cuenta la <strong>de</strong>preciación <strong>de</strong> los recursos<br />

físicos <strong>de</strong>l país y el agotamiento <strong>de</strong> sus recursos natu-<br />

24 En trabajos recientes sobre macroeconomía, que hacen hincapié<br />

en el papel <strong>de</strong> <strong>las</strong> variables balance y flujo <strong>de</strong> efectivo, se explica<br />

por qué los <strong>de</strong>scensos importantes <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio pue<strong>de</strong>n, en el<br />

corto plazo, estar asociados a un <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> la<br />

macroeconomía. Véase, por ejemplo, Greenwald (1999), Greenwald y<br />

Stiglitz (1993) y Furman y Stiglitz (1998a).<br />

25 Por ejemplo, entre 1990 y 1996, mientras que la inversión aumentó<br />

en 166.400 millones <strong>de</strong> dólares, el ahorro sólo se incrementó<br />

en 132.400 millones <strong>de</strong> dólares. Si la tasa <strong>de</strong> ahorro se hubiera<br />

mantenido constante al nivel <strong>de</strong> 1990 (como porcentaje <strong>de</strong>l PIB), el<br />

ahorro hubiera aumentado casi en el mismo monto que la inversión<br />

(la diferencia habría sido sólo <strong>de</strong> 300 millones <strong>de</strong> dólares), lo que<br />

significa que América Latina no hubiera tenido que pedir préstamos<br />

en ese período. Es fácil imaginar, por en<strong>de</strong>, que la casi totalidad<br />

<strong>de</strong> los 34.000 millones <strong>de</strong> dólares <strong>de</strong> <strong>las</strong> corrientes <strong>de</strong> capital<br />

<strong>de</strong>be <strong>de</strong> haber ido a <strong>para</strong>r al consumo, habida cuenta <strong>de</strong>l crecimiento<br />

que se registró en éste.<br />

26 Esto no mejoró la capacidad <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> la economía, salvo<br />

en la medida en que la gestión extranjera aumentó la eficiencia<br />

con la que se emplearon los activos.<br />

rales, la <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong>l medio ambiente, la venta <strong>de</strong><br />

los activos nacionales en el exterior y el agravamiento<br />

<strong>de</strong> la sensación <strong>de</strong> inseguridad y vulnerabilidad económicas.<br />

Hay <strong>una</strong> serie <strong>de</strong> pasos que <strong>de</strong>ben darse <strong>para</strong> pasar<br />

<strong>de</strong>l PIB al ingreso nacional neto: si no per<strong>de</strong>mos <strong>de</strong><br />

vista la diferencia entre <strong>las</strong> dos medidas, po<strong>de</strong>mos<br />

enten<strong>de</strong>r mejor por qué el PIB dio <strong>una</strong> falsa impresión<br />

<strong>de</strong> éxito en el período inicial <strong>de</strong> la reforma.<br />

En primer lugar, existen varias diferencias entre<br />

el producto interno bruto y el producto interno neto.<br />

Toda empresa sabe que <strong>de</strong>be tomar en cuenta la <strong>de</strong>preciación<br />

<strong>de</strong> su capital. Sin embargo, si un país ven<strong>de</strong><br />

sus bosques <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra dura, podrá contabilizar lo<br />

que reciba a cambio como “ingresos”, pero habrá reducido<br />

el patrimonio <strong>de</strong>l país. 27 Un método <strong>de</strong> contabilidad<br />

correcto habría diferenciado entre la venta <strong>de</strong><br />

un activo y lo que es realmente ingreso. Por lo tanto,<br />

el producto nacional o interno neto habría <strong>de</strong>ducido esa<br />

pérdida <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong>l bosque.<br />

De manera similar, el producto interno bruto y el<br />

producto interno neto se basan en los bienes que se<br />

producen en el país, y no en el bienestar <strong>de</strong> sus ciudadanos.<br />

Es <strong>una</strong> medida útil <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> actividad económica<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un país, pero no lo es <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> bienestar<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> personas que viven en él. Lo importante<br />

<strong>para</strong> los ciudadanos <strong>de</strong> un país es el ingreso nacional<br />

neto. Si un país ven<strong>de</strong> sus activos en el extranjero, y<br />

como resultado <strong>de</strong> la venta se lanza a consumir en<br />

forma <strong>de</strong>senfrenada, sus ciudadanos se volverán más<br />

pobres. Sus perspectivas futuras habrán empeorado.<br />

Por consiguiente, la venta <strong>de</strong> empresas estatales a extranjeros<br />

en el marco <strong>de</strong> <strong>las</strong> privatizaciones <strong>de</strong>be contabilizarse<br />

como <strong>una</strong> disminución <strong>de</strong>l patrimonio <strong>de</strong> los<br />

ciudadanos, que <strong>de</strong>be <strong>de</strong>ducirse <strong>de</strong>l ingreso nacional<br />

neto; si la entrada <strong>de</strong> fondos generada por <strong>las</strong> privatizaciones<br />

se <strong>de</strong>stina a realizar inversiones <strong>de</strong> tipo totalmente<br />

nuevo, la pérdida registrada en <strong>una</strong> cuenta se<br />

compensa con la ganancia contabilizada en la otra. En<br />

cambio, si esto no suce<strong>de</strong> —y por lo menos hasta cierto<br />

punto no sucedió—, significa que el país se ha empobrecido.<br />

Por en<strong>de</strong>, <strong>una</strong> contabilidad correcta habría<br />

27 Del mismo modo, pue<strong>de</strong> resultar muy engañoso no tomar en<br />

cuenta la <strong>de</strong>preciación <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> capital públicos. Un país<br />

que recorta sus gastos <strong>para</strong> mantener los activos públicos pue<strong>de</strong><br />

mostrar un déficit menor, y un inversionista financiero corto <strong>de</strong><br />

miras podría pensar, por ello, que <strong>las</strong> perspectivas futuras <strong>de</strong> la<br />

economía son mejores. Sin embargo, <strong>las</strong> pérdidas <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>terioro <strong>de</strong> la infraestructura pública pue<strong>de</strong>n más que compensar<br />

los aparentes beneficios <strong>de</strong> la reducción <strong>de</strong>l déficit, sin que ello se<br />

refleje en los estados contables.<br />

EL RUMBO DE LAS REFORMAS. HACIA UNA NUEVA AGENDA PARA AMERICA LATINA • JOSEPH E. STIGLITZ

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!