De la Ciencia de la Complejidad a la Fe Cristiana Carlos E. Puente ...
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tro dimensiones, <strong>de</strong> x al espacio (y,z,w), y sus respectivas sombras<br />
en diversos p<strong>la</strong>nos. Simi<strong>la</strong>rmente, y esto es algo que intentamos investigar<br />
en <strong>de</strong>talle, <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as permiten <strong>de</strong>finir patrones <strong>de</strong> diversos<br />
procesos geofísicos que incluyen en particu<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> lluvia, y todo esto<br />
se logra P<strong>la</strong>tónicamente sin <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> emplear el azar.<br />
Página 46. En el límite, cuando <strong>la</strong> magnitud <strong>de</strong> los esca<strong>la</strong>mientos<br />
r’s tien<strong>de</strong> a 1, el a<strong>la</strong>mbre llena el volumen en el que habita, y<br />
en esta dimensión superior siempre se hal<strong>la</strong>n campanas in<strong>de</strong>pendientemente<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong>s iluminaciones dx. Aquí ven cómo a partir <strong>de</strong> un<br />
multifractal dx y mediante un a<strong>la</strong>mbre <strong>de</strong> x a(y,z), dibujado a <strong>la</strong><br />
<strong>de</strong>recha, se hal<strong>la</strong> una campana bi-dimensional sobre (y,z), mostrada<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba en dyz y por los <strong>la</strong>dos en dy y dz.<br />
Como lo ven, estos casos transmutan espinas y polvos arbitrarios<br />
en <strong>la</strong> armónica y lisa curva normal. Dado que <strong>la</strong> campana se re<strong>la</strong>ciona<br />
con <strong>la</strong> conducción <strong>de</strong>l calor mediante el proceso <strong>de</strong> difusión<br />
y <strong>la</strong> ley <strong>de</strong> Fourier, los a<strong>la</strong>mbres que llenan el espacio terminan invirtiendo<br />
el or<strong>de</strong>n físico prescrito, pues transforman vívidamente <strong>la</strong><br />
disipación implícita en <strong>la</strong>s cascadas multiplicativas turbulentas y<br />
sus multifractales por el mantenimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> energía.<br />
Estos resultados, cuando aparecieron por primera vez, me instaron<br />
a pensar en qué podían ser dichos a<strong>la</strong>mbres. Fue al meditar en<br />
su universalidad que concluí que tenían propieda<strong>de</strong>s como <strong>la</strong>s <strong>de</strong>l<br />
amor. Pues, ¿qué pue<strong>de</strong> transformar el polvo y <strong>la</strong> disipación en<br />
algo armónico y conductivo sino el amor<br />
Con el paso <strong>de</strong>l tiempo, logramos con mis co<strong>la</strong>boradores comprobar<br />
matemáticamente <strong>la</strong> veracidad <strong>de</strong>l límite Gaussiano en el caso unidimensional,<br />
pero el caso bi-dimensional nos fue esquivo. Fue así<br />
como otro buen día se nos ocurrió el estudiar cómo se formaban los<br />
círculos, dibujando no el resumen final aquí expuesto y que correspon<strong>de</strong><br />
a 15 millones <strong>de</strong> puntos, sino grupos sucesivos <strong>de</strong> iteraciones,<br />
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