Pablo Neruda y una familia de lobos - Youkali
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ISBN: 1885-477X YOUKALI, 11 página 102 ANÁLISIS / RESEÑAS<br />
/–mientras se fun<strong>de</strong>n los hielos <strong>de</strong>l planeta / y siguen muriendo personas torturadas– / con todo lo que hay<br />
que llorar / y luchar / y besar / y celebrar». E inci<strong>de</strong> en <strong>de</strong>smontar el cinismo posmo<strong>de</strong>rno: «Qué fácil reírse<br />
<strong>de</strong> todo esto / en el registro craneal <strong>de</strong> la farsa / si no fuera porque la tragedia / nos hiela la risa en los labios».<br />
Sin embargo, a pesar <strong>de</strong> plantear pautas que dan pie a la esperanza y <strong>de</strong> lanzar la necesidad <strong>de</strong> combatir<br />
por lo que hoy se consi<strong>de</strong>ra utópico, plasma su pesimismo sobre la situación actual: «ahora que sólo vamos<br />
pudiendo elegir / entre lo peor y lo catastrófico / ¿qué adjetivo emplearemos para estos tiempos / nuestros».<br />
Y concluye que «ahora / ya va siendo <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong> / para casi todo». Con ello, lleva a cabo observaciones<br />
sobre el rumbo <strong>de</strong> la esperanza en nuestro sociedad, partiendo <strong>de</strong> que vivimos «en el mundo <strong>de</strong> la alienación<br />
total».<br />
En ese sentido, advierte <strong>de</strong>l peligro <strong>de</strong> continuar ejecutando políticas reformistas, lo que nos lleva a proseguir<br />
«aplicando tiritas / tan aplicadamente / sobre el absceso obscenamente abierto / <strong>de</strong>l cáncer que nos mata».<br />
Por ello, <strong>de</strong>smonta las técnicas <strong>de</strong> adormecimiento <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, <strong>de</strong> control <strong>de</strong> pensamiento, y <strong>de</strong>nuncia el<br />
papel que juega el engaño en todo ello: «Se va secando la boca / <strong>de</strong> tanto mor<strong>de</strong>r mentiras empapadas».<br />
En los poemas se aprecia el discurrir filosófico, se recogen los razonamientos que lleva a cabo Riechmann,<br />
aunque no llegan a <strong>una</strong> conclusión específica, sino que revelan su lógica y <strong>de</strong>jan en manos <strong>de</strong>l lector la respuesta<br />
(en numerosas ocasiones, a través <strong>de</strong> conclusiones plasmadas como preguntas retóricas).<br />
Por otro lado, el poeta aborda los problemas <strong>de</strong> nuestro planeta ligando <strong>de</strong>strucción medioambiental con<br />
afán <strong>de</strong>sarrollista humano. En ese sentido, Riechmann apuesta por el <strong>de</strong>crecimiento («se pue<strong>de</strong> retroce<strong>de</strong>r un<br />
peldaño / en la escala asesina <strong>de</strong>l confort») y, frente a la sociedad <strong>de</strong>l espectáculo <strong>de</strong>bordiana imperante, resalta<br />
que «la naturaleza como nexo / entre los seres humanos / y el resto <strong>de</strong> los seres / no admite sucedáneo».<br />
A<strong>de</strong>más, realiza <strong>una</strong> reivindicación <strong>de</strong> la condición <strong>de</strong> animal <strong>de</strong>l ser humano, en tanto parte <strong>de</strong> ecosistemas,<br />
para remarcar los vínculos con el resto <strong>de</strong> especies. De esta manera, expone la aceptación <strong>de</strong> las condiciones<br />
naturales <strong>de</strong>l ser humano (no <strong>de</strong> las impuestas política o culturalmente) como especie animal: «Eres<br />
mortal // Eso quiere <strong>de</strong>cir que no tienes mucho tiempo / ni poco: // tienes el tiempo exacto / el tiempo tuyo».<br />
En relación con ello, el autor recoge la belleza <strong>de</strong> lo sencillo, y aporta <strong>una</strong> mirada plena que evoca la magia<br />
<strong>de</strong>l misterio, <strong>de</strong> la inminencia; que sabe releer el mundo en clave <strong>de</strong> maravilla y <strong>de</strong> sorpresa. Expresa entonces<br />
la fascinación por la belleza <strong>de</strong> lo pequeño, <strong>de</strong> lo sencillo, con ímpetu indagador: «Somos <strong>de</strong> aquellos<br />
/ que juntan <strong>una</strong> pena y un estambre / sólo por el placer <strong>de</strong> investigar / la pequeña <strong>de</strong>flagración fosfórica».<br />
Esa actitud la traslada a todos los niveles, y se erige con fundamento vital: «uno escribe buscando / y buscándose<br />
/ mas todo lo que encuentra es recibido, / viene <strong>de</strong> fuera: regalo, don, encargo». De esta manera, alu<strong>de</strong><br />
también a la generosidad, que es <strong>una</strong> pieza clave en nuestras relaciones: «ayudar un poco y como premio /<br />
no merecido / la frecuente belleza». Con todo, exalta lo comunitario; «la belleza <strong>de</strong>l trabajar en común / actuar<br />
en común / vivir en común».<br />
El volumen incluye un tramo sobre poética, en el cual explora las posibilida<strong>de</strong>s y la función <strong>de</strong> la poesía.<br />
Se trata <strong>de</strong> <strong>una</strong> búsqueda, pero no <strong>de</strong> <strong>una</strong> individual, sino en común, en unión con la naturaleza y el resto <strong>de</strong><br />
personas que pueda <strong>de</strong>sembocar en el verso. De hecho, explica que «la poesía es lo contrario <strong>de</strong> la humillación».<br />
Por tanto, se concibe entonces como un espacio en el que se realiza <strong>una</strong> dignificación.<br />
También incorpora varios textos sobre la propia composición <strong>de</strong>l poema. Así, afirma que «en el poema /<br />
ni <strong>una</strong> sola palabra / sobrante / ni un silencio». Concluye que «el poeta es el reportero <strong>de</strong> la vida» y que «la<br />
poesía / no es juego / <strong>de</strong> palabras». Por tanto, arremete contra la poesía frívola, que rehuye <strong>de</strong> su irrenunciable<br />
carga filosófica e i<strong>de</strong>ológica. En ese sentido, Riechmann otorga a la poesía las siguientes cualida<strong>de</strong>s: «es<br />
el aire <strong>de</strong>l mundo / la nuez roja para el hambriento / y el vaso <strong>de</strong> agua para nuestra sed».<br />
Por otra parte, concibe la cultura como <strong>una</strong> práctica cooperativa, más allá incluso <strong>de</strong> la comprensión <strong>de</strong>l<br />
papel <strong>de</strong>l receptor en la configuración <strong>de</strong> la obra literaria (como apuntaran Iser, Jauss o Eco). De esta manera,<br />
afirma que «la cultura es <strong>una</strong> práctica <strong>de</strong> reciclado en un 99%» y resuelve que «los poemas / no son nunca<br />
<strong>de</strong>l todo / <strong>de</strong> quien los escribe».<br />
En relación a ello, se <strong>de</strong>be señalar que <strong>Pablo</strong> <strong>Neruda</strong>, presente en el título <strong>de</strong> la obra, aparece como personaje,<br />
mención o cita originaria en alg<strong>una</strong>s piezas, aunque no constituye un eje vertebrador (ni <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l<br />
tono) <strong>de</strong> la obra.<br />
Por todo ello, este poemario avanza en la obra <strong>de</strong> Jorge Riechmann con coherencia, asentado y afilando<br />
su lúcida mirada sobre nuestro alre<strong>de</strong>dor y nuestros corazones. Porque, ante cuestiones filosóficas y políticas<br />
clave, «no se contesta / con un discurso // se contesta / viviendo <strong>de</strong> otra forma».