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DOMINGO 28 DE AGOSTO DE 2011
Odebrecht, el controvertido
gigante brasile– o de
ingenier’ a civil, goza de una
extraordinaria bonanza
en este pa’ s durante los
œ ltimos seis a– os: el Estado
desembols— 6 mil 100
millones de soles (m‡ s
de 2 mil 200 millones de
d— lares) para pagar obras
en las que Odebrecht es
el socio dominante. Es, de
lejos, el primer proveedor
del Estado. El problema es
que las obras que ejecuta
terminan invariablemente
multiplicando su costo
original; y los cientos
de millones de d— lares
adicionales que el Estado
le paga provienen, hasta el
œ ltimo centavo, de nuestros
impuestos.
III EMILIO CAMACHO III
Para IDL Reporteros
Cuando se hace un examen somero
de las principales obras
civiles que Odebrecht ejecuta
en contrato con el Estado, lo que salta
a la vista es que todas registran gigantescos
sobrecostos sobre los montos
calculados originalmente.
À Por quŽ À Acaso no se puede calcular
razonablemente los costos de los
proyectos de obras de ingenier’a civil
Odebrecht tiene una respuesta, y la
dio Jorge Barata, el principal directivo
de la empresa en el Perœ , cuya figura se
hizo familiar, frecuentemente al lado
del ex presidente Alan Garc’a, durante
el rŽ gimen anterior. Barata asegur— , en
un correo electr— nico a IDL-Reporteros,
que Ò en la industria de la construcci— n
pesada la caracter’stica de incertidumbre,
por ejemplo, al atravesar un macizo
rocoso o al cortar un cerro para comenzar
una carretera es mucho mayor que
en otras industrias m‡ s previsibles. Son
variables que muchas veces est‡ n fuera
del alcance de previsi— n de los mejores
tŽ cnicos, o del manejo o previsi— n
del contratistaÓ .
El problema es que esa incertidumbre
representa, en el cien por ciento
de los casos que revis— IDL-Reporteros,
siempre un gran sobrecosto para el Estado,
nunca un ahorro.
La suma de estos costos adicionales
(la Ô caracter’stica de incertidumbreÕ de
Odebrecht) pareciera revelar, si todas
las constructoras operaran igual, que
al lado de la ingenier’a civil la poes’a es
una ciencia exacta.
Si se agregan todos los adicionales
cargados al Estado, luego de la adjudicaci—
n y la firma del contrato, en los
cuatro proyectos m‡ s importantes
entregados a la empresa brasile– a, el
diario16
q POLê TICA
1¼ ANIVERSARIO r
Las cuentas con
levadura de Odebrecht
resultado es m‡ s de 750 millones de
d— lares (Ver ilustraci— n).
En una presentaci— n de fines del
a– o pasado, el presidente de Ositr‡ n,
Juan Carlos Zevallos, puso como ejemplo
el caso de la Carretera Interoce‡ -
nica Sur. Entre el 2005 y el 2009, los
tramos 2 y 3 de esta v’a, adjudicados a
Odebrecht con un costo calculado en
253 y 350 millones de d— lares, pasaron
a costar 602 y 508 millones de d— lares,
respectivamente.
•PASAJE EN TREN
No se trata solo de terminar pagando
mucho m‡ s de lo proyectado sino
de hacerlo por obras que en realidad
cuestan menos de lo que se cobra. Y
en las obras de Odebrecht ese es por lo
menos un tema en discusi— n.
El pasado 18 de julio, d’as despuŽ s
de que el ex presidente Alan Garc’a decidiera
inaugurar a la carrera el Tramo
1 del Tren ElŽ ctrico, el contralor Fuad
Khoury inform— que el valor de esta
•JENNIFER TORREALVA
obra se hab’a incrementado en 100
millones de d— lares y anunci— el inicio
de una auditor’a. Un d’a despuŽ s, y en
respuesta a Khoury, el entonces ministro
de Transportes, Enrique Cornejo,
asegur— que Ò cada sol del tren elŽ ctrico
est‡ justificadoÓ . Pero la tercera veedur’a
efectuada por la Contralor’a al
tramo 1 del Tren ElŽ ctrico, de junio de
este a– o, en la que se bas— Khoury para
anunciar el inicio de su auditor’a, pone
en duda la aseveraci— n del ex ministro.
El Tramo 1 del Tren ElŽ ctrico fue
concesionado en diciembre de 2009
y su costo original era de 410 millones
de d— lares, pero ahora es de 519 millones.
Es decir, hubo un incremento de
26.55% en el costo de la obra, algo que
se refleja en el expediente definitivo
entregado por la empresa, en el que ya
se incluyen los 109 millones adicionales.
De la revisi— n de este documento,
la Contralor’a advirti— del riesgo de que
se efectœ en Ò pagos duplicadosÓ . Por
ejemplo, el expediente incluye la partida
Ô Interferencias contractualesÕ (por
7 millones 494 mil d— lares), concepto
que, de acuerdo a las bases del concurso,
ya estaba incorporado en la partida
Ô Obras civilesÕ .
Cuando se revisa cada una de las
Ô interferenciasÕ hay m‡ s sorpresas. La
empresa realiz— trabajos adicionales
en el cruce de la avenida Grau con
Aviaci— n, y de la Aviaci— n con Joaqu’n
Madrid. Segœ n Odebrecht, en estos
lugares se gast— en movimiento de tierras,
demolici— n del pavimento y aprovisionamiento
de tuber’as y accesorios,
pero present— el costo de cada una de
estas actividades de manera global, sin
precisar los precios unitarios. La Contralor’a
considera que esto no permite
Ò determinar la razonabilidad de los
costos aprobados, generando el riesgo
del pago de montos no sustentadosÓ .
Pasa lo mismo con los insumos requeridos
por la empresa. Por ejemplo,
se consigna un costo de 439 mil d— lares
por el cerco provisional del viaducto
del Tren ElŽ ctrico, pero no se precisa
cu‡ nto cuesta cada metro del cerco,
a pesar de que este detalle deb’a incluirse.
Se habla de un costo de 63 mil
d— lares por Ò equipamiento para taller
de instalaciones fijasÓ , pero no se indica
en quŽ consiste este equipo, ni los
precios unitarios de las herramientas.
TambiŽ n se menciona un costo de 408
mil d— lares por Ò equipamiento para
taller de M.R.Ó y otro de 213 mil d— lares
por Ò equipamiento adicional en patio
tallerÓ , pero no se dice en quŽ consisten
espec’ficamente estas compras. Ò No es
posible conocer la cantidad de equipos,
materiales y otros, ni la calidad de los
mismos que se van a adquirirÓ , dice la
Contralor’a.
Es m‡ s, hay partidas que son una
total inc— gnita, como la de Ò instalaciones
variasÓ , valorizada, segœ n Odebrecht,
en 505 mil d— lares, sin que se tenga
ningœ n detalle de la misma. À As’ contrata
el Estado
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