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seminario cuadernillo doble faz - Plan Nacional de Lectura

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5<br />

HUMOR E IRREVERENCIA EN LA NARRATIVA INFANTIL<br />

MEXICANA: JORGE IBARGÜENGOITIA COMO EJEMPLO<br />

DE UNA MODALIDAD NEO-SUBVERSIVA DEL FENÓMENO 4<br />

Dra. Laura Guerrero Guadarrama<br />

Hasta el siglo XVIII la infancia en el mundo occi<strong>de</strong>ntal<br />

era poco re l ev a n te, el niño y la niña eran visto s<br />

como adultos pequeños. La mo<strong>de</strong>rnidad vino a darl e<br />

un espacio en la reflexión <strong>de</strong> los mayo res que<br />

d e f i n i e ron sus rasgos <strong>de</strong> manera romántica e i<strong>de</strong>alizada:<br />

la infancia como el paraíso perd i d o, como sinónimo<br />

<strong>de</strong> bondad, inocencia y pureza, rasgos que<br />

e s t a b l e c i e ron un marco común unive r s a l, sin olvidar<br />

resaltar las dife rencias <strong>de</strong> género que la cultura patri a r-<br />

cal había <strong>de</strong>lineado para los sexo s.<br />

La literatura infantil y juvenil fue utilizada como el<br />

espacio pri v i l e giado para mol<strong>de</strong>ar i<strong>de</strong>ologías y valore s :<br />

“Una nueva fo rma <strong>de</strong> didactismo se introdujo así en el<br />

siglo XIX; se trataba <strong>de</strong> confirmar al joven lector en el<br />

papel que le asignaba la sociedad” 5 .<br />

No obstante, los te xtos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> los re l a to s<br />

orales conocidos como cuentos maravillosos se mantenían<br />

en el gusto <strong>de</strong> los/as chicos/as. Los cuento s<br />

m a r avillosos o cuentos <strong>de</strong> hadas son también conocidos<br />

como re l a tos tradicionales, una parte <strong>de</strong>l fo l kl o re<br />

transmitido en un principio por medio <strong>de</strong> la oralidad<br />

a los pueblos o comunida<strong>de</strong>s y transcri to poste ri o r-<br />

m e n te. Son una cate g o ría especial <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los<br />

c u e n to s, como señala Vladimir Pro p p, quien en 1928<br />

publicó un <strong>de</strong>tallado estudio sobre la morfo l o gía <strong>de</strong>l<br />

c u e n to maravilloso y otro sobre sus raíces histó ri c a s.<br />

J. R. R. To l kien enfatiza que los cuentos <strong>de</strong> hadas no<br />

tienen que hablar específicamente <strong>de</strong> personajes<br />

como las hadas o los duen<strong>de</strong>s, sino sobre el País <strong>de</strong> las<br />

h a d a s, el mundo <strong>de</strong> Fantasía; el gran éxito <strong>de</strong> los re l a to s<br />

m a r avillosos resi<strong>de</strong> en la creación <strong>de</strong> “ Ot ro Mu n d o” 6 .<br />

El que habita tranquilas y fé rtiles llanuras pue<strong>de</strong><br />

llegar a oír hablar <strong>de</strong> montañas escabrosas y mares vírgenes<br />

y a suspirar por ellos en su corazón. Po rque el<br />

c o r a zón es fuerte, aunque el cuerpo sea débil 7 .<br />

Para To d o rov los cuentos <strong>de</strong> hadas no son más que<br />

una variedad <strong>de</strong> lo maravilloso por lo que extien<strong>de</strong> el<br />

dominio <strong>de</strong>l género; así los cuentos maravillosos son<br />

h i s to rias con elementos ext r a o rd i n a ri o s, fantásticos o<br />

s o b renaturales que se ubican en un mundo irreal e<br />

i m a gi n a rio don<strong>de</strong> esos hechos no causan asombro ni<br />

a los personajes ni al lecto r 8 .<br />

Esta literatura “recreativa” y gozosa, contrastaba<br />

con la literatura funcional, didáctica o moralista, funciones<br />

diferentes para los libros que aun ahora divi<strong>de</strong>n<br />

a los estudiosos, creadores y lectores pues existen<br />

quienes enfatizan o privilegian uno u otro objetivo.<br />

Detrás <strong>de</strong> este <strong>de</strong>bate, po<strong>de</strong>mos apreciar la<br />

noción <strong>de</strong> “literaturalidad” que subyace sin entrar en<br />

el escenario. La literatura infantil y juvenil <strong>de</strong>be ser,<br />

antes que nada, literatura, arte, vida, ensueño y<br />

conocimiento. Por lo tanto, los libros que se supeditan<br />

a la enseñanza cumplen otro propósito no estético,<br />

no están entretejidos <strong>de</strong> polisemia con lo cual no<br />

motivan a las múltiples lecturas sino son <strong>de</strong>notativos,<br />

claros, referenciales, explícitos. Es cierto que en<br />

este tipo <strong>de</strong> generalizaciones se pier<strong>de</strong>n obras que<br />

logran fundir ambos aspectos; pensemos en textos<br />

como: Ana, ¿verdad <strong>de</strong> Francisco Hinojosa, ilustrado<br />

por Juan Gedovius, narración que es parte <strong>de</strong> una<br />

colección llamada Los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los niños se merecen<br />

un diez, editado por Alfaguara Infantil. Esta historia<br />

se escribe para ilustrar la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que los niños y<br />

niñas tienen “d e recho a un nombre y a una nacionalid<br />

a d.”La habilidad narrativa <strong>de</strong>l autor y la riqueza visual<br />

<strong>de</strong>l ilustrador nos presentan un cuento creativo,<br />

subversivo, fantástico, que cuestiona usos y costumbres<br />

que limitan la libertad <strong>de</strong> las personas, entre<br />

otras cosas, porque el texto es polisémico y se abre<br />

al <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> los intérpretes.<br />

El aspecto educativo o pedagógico <strong>de</strong> la lite r a t u r a<br />

infantil y juvenil sirve para que el mundo adulto<br />

m u e s t re su mundo i<strong>de</strong>al, su utopía; por lo menos, así<br />

era hasta la postmo<strong>de</strong>rn i d a d. Ahora po<strong>de</strong>mos apreciar<br />

un viraje inquietante ya que los llamados te m a s<br />

“t a b ú” se muestran, pero no como una subversión <strong>de</strong>l<br />

mundo ro m á n t i c o, sino como una manera <strong>de</strong><br />

e n s e ñ a rles a los niños, niñas y adolescentes los pro b l e-<br />

m a s que existen en el mundo actual <strong>de</strong> las masas y<br />

<strong>de</strong>l consumismo, para preve n i rlos o alert a rl o s.<br />

Cuestiones como la drogadicción, la violación, la violencia,<br />

la guerra, son trabajadas con un afán didáct i c o.<br />

E s to es lo que se cuestiona, utilizar a la literatura como<br />

30<br />

4<br />

Texto publicado en el libro “Nuevos rumbos en la crítica <strong>de</strong> la literatura infantil y juvenil“, coordinado por Laura Guerrero Guadarrama. Editado por la Universidad Iberoamericana,<br />

Ciudad <strong>de</strong> México, 2010, quien cedió los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> su reproducción para el Seminario: La formación <strong>de</strong> lectores como sustento para la igualdad. Aportes <strong>de</strong> la Literatura Infantil<br />

y Juvenil, <strong>Plan</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> <strong>Lectura</strong> <strong>de</strong> Argentina.<br />

5<br />

Denise ESCARPIT. “La literatura infantil y juvenil en Europa: Panorama histórico“. 1981. Breviarios 366. México: FCE, 1986, p. 130.<br />

6<br />

John Ronald Reuel TOLKIEN. “Árbol y Hoja y el poema Mitopoeia“. Trad. Julio César Santoyo y José María Santamaría. Barcelona: Minotauro, 1994, p. 10.<br />

7<br />

TOLKIEN, 11.<br />

8<br />

Tzvetan TODOROV. “Introducción a la literatura fantástica“. Trad. Silvia Delpy. México: Premiá, 1980, p. 46.


p a n f l e to, muestre o no el mundo “i d e a l”. Todos sabemos<br />

que <strong>de</strong> suyo la literatura ha sido siempre el espacio<br />

que nos <strong>de</strong>snuda y nos pone bajo una lente <strong>de</strong><br />

a u m e n to, por lo que muestra nuestras inquietu<strong>de</strong>s<br />

más pro f u n d a s, dolore s, pérdidas y te m o re s. Revelar el<br />

mundo es uno <strong>de</strong> sus rasgos más unive r s a l e s.<br />

En Mé x i c o, cuando hablamos <strong>de</strong> los orígenes <strong>de</strong> la<br />

l i teratura infantil y juve n i l, coincidimos en re m o n t a rn o s<br />

hasta la época pre h i s p á n i c a 9 , <strong>de</strong> esa época conserv a-<br />

mos te xtos que se dirigen dire ct a m e n te al público<br />

i n f a n t i l, como los hu e hu e t l a tolli o las “antiguas palabras”<br />

o “pláticas <strong>de</strong> los ancianos”, consejos para la educación<br />

y fo rmación <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> acuerdo con los valores <strong>de</strong>l<br />

mundo náhuatl.<br />

Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir, sin temor a equivocarnos, que los<br />

relatos maravillosos <strong>de</strong> dioses y héroes también eran<br />

parte <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> los pueblos mesoamericanos;<br />

historias que estaban ligadas al mito en su<br />

sentido original <strong>de</strong> iniciación religiosa pero, también,<br />

parte <strong>de</strong> ese Otro Mundo paralelo en don<strong>de</strong> se viven<br />

las aventuras y hazañas. La memoria se vitalizaba al<br />

ser memoria viva, palabra en el acto <strong>de</strong> la reproducción<br />

ficcional y tenemos constancia <strong>de</strong> ello gracias a<br />

los gran<strong>de</strong>s recopiladores como Fray Bernardino <strong>de</strong><br />

Sahagún y su célebre Historia general <strong>de</strong> las cosas <strong>de</strong><br />

la Nueva España.<br />

Esta tradición que ampara tanto la literatura “i n s t r u-<br />

m e n t a l”, con un fin didáctico o re l i gi o s o, y la literatura <strong>de</strong><br />

c reación, seguirá en la época <strong>de</strong> la Colonia, así lo comenta<br />

Arn u l fo Uriel <strong>de</strong> Santiago en su trabajo México: Ra í ce s<br />

m e s o a m e r i cana y colonial <strong>de</strong> una lite ra t u ra infa n t i l. Por un<br />

l a d o, se publicaron los cate c i s m o s, las doct ri n a s, cart i l l a s,<br />

vo c a b u l a rios y gr a m á t i c a s. Re c o r<strong>de</strong>mos que en la<br />

Colonia existía una cédula firmada el 4 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1531<br />

en la cual se prohibía que llegaran a la Nueva España<br />

“[…] libros <strong>de</strong> romance <strong>de</strong> histo rias vanas o <strong>de</strong> prof<br />

a n i d a d, como son <strong>de</strong> Am a d i s e otros <strong>de</strong> esta calidad,<br />

p o rque éste es mal ejercicio para los indios, e cosa en<br />

que no es bien se ocupen ni lean” 1 0 .<br />

Y, por el otro lado, se mantenía la tradición oral<br />

<strong>de</strong> los españoles con sus cuentos <strong>de</strong> hadas que se<br />

unían a la tradición <strong>de</strong> los pueblos prehispánicos. La<br />

oralidad fue recurso para la recopilación, para mantener<br />

viva la memoria, el placer por la ficción y sus<br />

mundos paralelos.<br />

La dicotomía didactismo/recreación, que se<br />

mantiene hasta nuestros días, ha tenido momentos <strong>de</strong><br />

m ayor o menor énfasis, <strong>de</strong> acuerdo con el espíritu <strong>de</strong>l<br />

tiempo o las ten<strong>de</strong>ncias sociales. Un ejemplo muy claro<br />

<strong>de</strong> la importancia que pue<strong>de</strong>n tener estas te n d e n c i a s<br />

culturales nos lo pro p o rcionan las palabras <strong>de</strong>l maestro<br />

A l fonso Reye s, quien en 1942, orientado por toda la<br />

c o rri e n te pedagógica, comenta “[…] que en ninguna<br />

l i teratura es más íntima la clásica relación entre lo útil y<br />

lo dulce que en la literatura infantil; ninguna poesía está<br />

obligada más estre c h a m e n te a los fines educativo s<br />

i n m e d i a tos que la poesía para los niños 1 1 ”.<br />

También lo <strong>de</strong>muestra la lucha incansable <strong>de</strong><br />

A n to n i o rro b l e s, reconocido autor español aclimatado<br />

en nuestras tierr a s, quien buscaba como finalidad <strong>de</strong><br />

su ejercicio lite r a rio la fo rmación valoral <strong>de</strong> los<br />

n i ñ o s / a s, así lo señala en una <strong>de</strong> las seis confe re n c i a s<br />

que confo rman el volumen ¿ Se comió el lobo a<br />

Caperucita (1942): Yo tengo el cri te rio <strong>de</strong> que el que<br />

e s c ribiera con perfección para los niños sin hacer sacrificio<br />

<strong>de</strong> su personalidad lite r a ria, sería un re t a rd a d o<br />

mental; creemos que para escribir literatura i n fa n t i l i s t a ,<br />

hay que co rtarse las puntas <strong>de</strong> la vanidad y las <strong>de</strong>l gusto<br />

l i te ra r i o <strong>de</strong> la edad <strong>de</strong> uno —d i s t i n to <strong>de</strong>l <strong>de</strong> la infancia,<br />

n a t u r a l m e n te—, y hacer la obra un poco achicada y<br />

s i m p l e, o como si dijéramos agachada, para ponern o s<br />

a su altura y alegr a rles o inquietarles dire ct a m e n te con<br />

la narración. Pe ro el que pueda ponerse a tono con los<br />

niños sin sacrificar nada <strong>de</strong> él, va re t a rdado los dos o<br />

t res lustros que le separen en edad 1 2 .<br />

Palabras <strong>de</strong> un escri tor reconocido e import a n te<br />

en nuestra tradición que ejemplifican con claridad la<br />

re l evancia y persistencia <strong>de</strong> la polémica ya plante a d a ,<br />

y nos muestran las inquietu<strong>de</strong>s que dominaban el<br />

panorama <strong>de</strong>l llamado México mo<strong>de</strong>rno en los años<br />

c u a renta. Palabras que contradicen las que han dicho<br />

o t ros auto re s, como Juan Ramón Jiménez, autor <strong>de</strong><br />

Pl a te ro y yo, quien en el prólogo a este volumen sustenta<br />

que no cambia su estilo, ni se adapta al escri b i r<br />

para niños, porque los consi<strong>de</strong>ra muy capaces <strong>de</strong> leer<br />

“[...] los libros que lee el hombre, con <strong>de</strong>te rm i n a d a s<br />

e xcepciones que a todos se les ocurre n 1 3 .<br />

Este breve libro, en don<strong>de</strong> la alegría y la pena son<br />

gemelas, cual las orejas <strong>de</strong> Platero, estaba escrito<br />

para... ¡Qué sé yo para quién!... para quien escribimos<br />

los poetas líricos... Ahora que va a los niños, no le<br />

quito ni le pongo una coma ¡Qué bien!‘Don<strong>de</strong>quiera<br />

que haya niños —dice Novalis—, existe una edad <strong>de</strong><br />

oro.’ Pues por esa edad <strong>de</strong> oro, que es como una isla<br />

espiritual caída <strong>de</strong>l cielo, anda el corazón <strong>de</strong>l poeta,<br />

y se encuentra allí tan a su gusto, que su mejor <strong>de</strong>seo<br />

sería no tener que abandonarla nunca 14 .<br />

Pri v i l e giar lo lite r a rio en la literatura infantil y juvenil<br />

podría ser la clave para re s o l ver la cuestión.<br />

9<br />

Así lo asienta Blanca Lydia Trejo en su volumen <strong>de</strong> 1950 “La literatura infantil en México“; lo reitera Mario Rey en su “Historia y muestra <strong>de</strong> la literatura infantil mexicana“ (2000) y<br />

Beatriz Donnet y Guillermo Murray en “Palabra <strong>de</strong> juguete“ (1999). También es importante dar cuenta <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> Arnulfo Uriel <strong>de</strong> Santiago Gómez: México: “Raíces mesoamericana<br />

y colonial <strong>de</strong> una literatura infantil“ (1999).<br />

10<br />

Carlos GONZÁLEZ PEÑA. “Historia <strong>de</strong> la literatura mexicana: Des<strong>de</strong> los orígenes hasta nuestros días“. 1928. “Sepan cuantos…” 44. México: Porrúa, 1981, p. 46.<br />

1 1<br />

A l fonso REYES. Pró l o g o. Anto n i o rrobles 9-10. Anto n i o rro b l e s. “¿ Se comió el lobo a Caperucita Seis confe rencias para mayo res con temas <strong>de</strong> literatura infantil “. México: América, 1942, p. 9<br />

12<br />

ANTONIORROBLES. “¿Se comió el lobo a Caperucita Seis conferencias para mayores con temas <strong>de</strong> literatura infantil “. México: América, 1942, p. 25.<br />

13<br />

Juan Ramón JIMÉNEZ. “Prologuillo”, Platero y yo. Por Jiménez. Barcelona: Bruguera, 1981, p. 8.<br />

14<br />

JIMÉNEZ, 7<br />

31


En los años ochenta pero, sobre todo, a partir <strong>de</strong><br />

la década <strong>de</strong> los noventa, el aspecto neo-subversivo<br />

<strong>de</strong> la narrativa infantil mexicana fue cobrando fuerza.<br />

El punto clave era romper con el presupuesto <strong>de</strong><br />

que los textos <strong>de</strong>bían cumplir, fundamentalmente,<br />

con una función didáct i c o- m o r a l i z a n te. Au to re s<br />

como Francisco Hinojosa y Gilberto Rendón Ortiz,<br />

inspirados en autores contemporáneos como Roald<br />

Dahl, comenzaron a modificar los esquemas, transfo<br />

rm a ron las fó rmulas establecidas, alte r a ron los<br />

contenidos y se ejercitaron en hacer buena literatura,<br />

a veces lúdica, irreverente o provocativa.<br />

Es importante señalar que no toda la literatura<br />

infantil y juvenil mexicana ha sufrido esta transformación,<br />

siguen vigentes los viejos esquemas conformando<br />

un amplio acervo <strong>de</strong> literatura instrumental<br />

o didáctica. También nos po<strong>de</strong>mos encontrar con<br />

relatos tradicionales y <strong>de</strong> calidad artística, aunque no<br />

po<strong>de</strong>mos negar la existencia <strong>de</strong> una gran cantidad<br />

<strong>de</strong> textos mal escritos. Creemos, no obstante, que<br />

está surgiendo una nueva escuela que utilizando<br />

recursos como el humor, inicia a los chicos en el<br />

camino <strong>de</strong> la lectura literaria como valor clave, una<br />

lectura que colabora en la formación <strong>de</strong> personas<br />

imaginativas y críticas.<br />

LA NEO- S U BVERSIÓN DE LA POSTM O D E R N I DA D<br />

La subversión que implica rebelión y ruptura con<br />

los cánones establecidos es un rasgo que po<strong>de</strong>mos<br />

reconocer en muchas <strong>de</strong> las obras lite r a rias escri t a s<br />

para la infancia y la adolescencia. Aparece en los<br />

gran<strong>de</strong>s clásicos como Las ave n t u ras <strong>de</strong> Tom Sa wye r<br />

(1876) y H u c kl e b e r ry Fi n n (1885) <strong>de</strong> Ma rk Twain, Pe te r<br />

Pan y Wendy (1911) <strong>de</strong> James Ma t t h ew Barri e, Las ave n-<br />

t u ras <strong>de</strong> Pi n o c h o (1883) <strong>de</strong> Ca rlo Collodi, te xtos don<strong>de</strong><br />

los personajes actúan en contra <strong>de</strong>l re l a to adulto <strong>de</strong> la<br />

infancia que implica obediencia y mansedumbre; mas<br />

e s te elemento subve r s i vo en la postmo<strong>de</strong>rnidad ha<br />

sido re s i gn i f i c a d o, como lo han sido los cuentos <strong>de</strong><br />

h a d a s. La subversión afe cta, ahora, a la misma subve r-<br />

sión; po<strong>de</strong>mos hablar <strong>de</strong> una neo- s u bversión que se<br />

cuestiona también lo cuestionado, que no admite e l<br />

re g reso a la normalidad <strong>de</strong> los personajes re b e l d e s, que<br />

maneja valores no convencionales y una visión <strong>de</strong>l<br />

mundo que se burla <strong>de</strong> los pre s u p u e s tos comunes.<br />

Una <strong>de</strong> las nociones que pone en duda es la <strong>de</strong> los<br />

l í m i tes entre la literatura infantil/juvenil y la <strong>de</strong> los adultos:<br />

la que establece la brevedad para los/as niños/as,<br />

el manejo <strong>de</strong>l lenguaje legi b l e, las temáticas compre n-<br />

s i b l e s, los fo rm a tos sencillos…<br />

El mundo i<strong>de</strong>al está siendo cuestionado y modific<br />

a d o. La obra que se reconoce como la pre f i g u r a c i ó n<br />

<strong>de</strong> la postmo<strong>de</strong>rnidad en la literatura infantil y juve n i l<br />

es Alicia en el país <strong>de</strong> las maravillas (1865) <strong>de</strong> Lewis<br />

Carroll con su carga lúdica, el nonsense, y el humor.<br />

EL HUMOR Y LA IRREV E R E N C I A<br />

La risa en el ser humano brota en absoluta libert<br />

a d, no hay manera <strong>de</strong> conte n e rla o <strong>de</strong> provo c a rla sin<br />

apelar a la <strong>de</strong>codificación <strong>de</strong>l re c e p to r, <strong>de</strong>l sonri e n te,<br />

<strong>de</strong>l ri e n te, <strong>de</strong>l carc a j e a n te. Así como la risa pue<strong>de</strong> ser<br />

el resultado <strong>de</strong> lo cómico, <strong>de</strong> lo ri d í c u l o, <strong>de</strong>l absurd o ;<br />

también pue<strong>de</strong> surgir ante la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las te rri b l e s<br />

contradicciones <strong>de</strong> la existencia humana. El ser<br />

humano ejercita su libertad en la risa que es posible<br />

c o m p a rtir con otros miembros <strong>de</strong> la comunidad, <strong>de</strong><br />

su ento rno y entrampar a todos en el dive rt i d o<br />

mundo <strong>de</strong> la complicidad. Si sabes <strong>de</strong> qué me río es<br />

p o rque compartimos códigos que nos hermanan en<br />

la inte rp retación gozosa <strong>de</strong> las palabras o las situaciones<br />

que se nos presentan.<br />

El sentido <strong>de</strong>l humor es el legado <strong>de</strong> Dios, <strong>de</strong> los<br />

dioses o <strong>de</strong> la naturaleza (según se crea) para los sere s<br />

h u m a n o s. Nos perm i te captar la tenue gasa que cubre<br />

la vida con los matices <strong>de</strong>l humor, sin este ext r a o rd i-<br />

n a ri o sentido los mejores chiste s, las más hábiles<br />

i ro n í a s, los juegos <strong>de</strong> palabras, las parodias y hasta las<br />

sátiras pier<strong>de</strong>n su riqueza y se conv i e rten en te xt u a l i-<br />

da<strong>de</strong>s lineales, <strong>de</strong>notativas, sin fuerza alguna para<br />

apelar a la conciencia o transfo rmar el mundo al <strong>de</strong>snudar<br />

su contradicción o absurd o. Así, en su complejidad<br />

po<strong>de</strong>mos señalar que:<br />

El humor es una poética, un discurso centrado<br />

s o b re el código. Más que un <strong>de</strong>cir, es manera <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir.<br />

Emplea todas las figuras <strong>de</strong> la re tó rica, pero no es<br />

ninguna <strong>de</strong> ellas. Frecuenta las que implican contradicción,<br />

como la antíte s i s, el ox í m o ron, la comparación,<br />

la metáfora ext re m a 1 5 .<br />

El catálogo <strong>de</strong> la risa es muy dive r s o, está ligado al<br />

e fe cto y así los estudiosos intentan clasificarla <strong>de</strong> dife re n te s<br />

fo rm a s. Para Bajtin, la risa, antes que nada, posee un<br />

c a r á cter no oficial “[…] y en la literatura, los género s<br />

cómicos siempre han sido los más libre s, los menos<br />

sometidos a re g l a m e n t a c i ó n” 1 6 . Palabras que subray a n<br />

el hecho <strong>de</strong> que el humor se contrapone con lo estátic<br />

o, el acarto n a m i e n to y lo establecido por la tradición,<br />

sea ésta social, política o artística. La risa es mov i m i e n-<br />

to, es dinámica y mueve al cambio. Cuando ri d i-<br />

32<br />

15<br />

Luis BRITO GARCÍA. “Golpe <strong>de</strong> gracia: El humor en siete pecados capitales y una letanía.” Del humor en la literatura:<br />

Compilación. México: CONARTE Nuevo León, 2001, p. 17. (énfasis es mío).<br />

16<br />

Mijail BAJTIN. “Teoría y estética <strong>de</strong> la novela“. Trad. Helena S. Kriúkova y Vicente Cazcarra. Madrid: Taurus, 1989, p. 38.


culizamos símbolos, valores o mitos estamos comenzando<br />

a <strong>de</strong>rrumbar los cimientos <strong>de</strong> la seriedad y <strong>de</strong>l<br />

mundo que la acompaña.<br />

La risa pue<strong>de</strong> pert u rb a r, pue<strong>de</strong> ser agridulce o<br />

ácida como la que emana <strong>de</strong>l género satírico o <strong>de</strong>l<br />

modo irónico <strong>de</strong> la literatura, cuando el blanco <strong>de</strong> las<br />

c ríticas <strong>de</strong>l te xto es la sociedad misma, cuando ese<br />

l e ctor o lectora que inte rp reta y da vida al escri to se<br />

i<strong>de</strong>ntifica y se reconoce en los personajes. Ro s a ri o<br />

Ca s tellanos hablaba <strong>de</strong> una “risa <strong>de</strong> conejo”que es disimul<br />

a d a , lo que quiere <strong>de</strong>cir que no es explosiva, sino una<br />

s o n risa solapada.<br />

La risa fre n te al mundo es una fo rma <strong>de</strong> liberación<br />

y, al mismo tiempo, es una reacción fre n te a los estímulos<br />

<strong>de</strong>l ento rno; por eso tiene rasgos <strong>de</strong> su época<br />

y matices que la distinguen, “Act u a l m e n te, otros especialistas<br />

consi<strong>de</strong>ran que existe una correlación entre la<br />

c re c i e n te complejidad <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l hombre en la<br />

sociedad industrial —y las dificulta<strong>de</strong>s con que se<br />

d e s a rrolla la vida cotidiana— y el <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> un<br />

humor ácido, sarc á s t i c o, punzante” 1 7 .<br />

El humor pue<strong>de</strong> variar <strong>de</strong> una cultura a otra; no<br />

existe una comunidad que no tenga sus propios<br />

chistes, sus propias i<strong>de</strong>as y ejercicios <strong>de</strong> lo cómico.<br />

En ocasiones, el humor proviene <strong>de</strong> las minorías<br />

oprimidas quienes burlan su dolor, le restan importancia<br />

al reírse <strong>de</strong> él y hacen más soportable la vida.<br />

“La gente que sufre o que ha sufrido suele tener un<br />

mayor talento para reírse <strong>de</strong> sí misma y <strong>de</strong> lo que le<br />

ro<strong>de</strong>a. El humor es como un antídoto” 18 . Quizá por<br />

eso se alía a textos antiautoritarios en los que se<br />

e j e rcita la crítica y la subversión a los mo<strong>de</strong>los patri a r-<br />

c a l e s <strong>de</strong> dominación sobre los grupos minoritarios,<br />

entre otros, las niñas y los niños.<br />

En nuestro país, Jo rge Po rtilla escribió toda una<br />

fenomenología <strong>de</strong>l relajo para <strong>de</strong>finir este té rmino ( re l a-<br />

j o ) como una “[…] fo rma <strong>de</strong> burla colectiva, re i terada y<br />

a veces estruendosa que surge esporádicamente en la<br />

vida diaria <strong>de</strong> nuestro país” 19 . Él se re f i e re a un comport<br />

a m i e n to, una manera <strong>de</strong> actuar que suspen<strong>de</strong> la<br />

s e riedad “[…] fre n te a un valor pro p u e s to a un gr u p o<br />

<strong>de</strong> personas” 20<br />

. Se crea una atmósfera <strong>de</strong> <strong>de</strong>sord e n<br />

don<strong>de</strong> “[…] la realización <strong>de</strong>l valor es imposible” 21 .<br />

No obstante, aunque con rasgos específicos en los<br />

d i versos pueblos, también es cierto que el sentido <strong>de</strong>l<br />

humor o la percepción <strong>de</strong> lo cómico es una experi e n-<br />

cia humana común que mueve a la humanidad: […]<br />

una <strong>de</strong> las funciones sociales import a n tes <strong>de</strong>l humor<br />

p a rece haber sido siempre escandalizar los sentimientos<br />

morales conve n c i o n a l e s. Si bien el humor se<br />

pue<strong>de</strong> utilizar claramente para buenos o malos fines,<br />

lo cómico en sí parece estar curi o s a m e n te por encima<br />

<strong>de</strong>l bien y <strong>de</strong>l mal. 2 2<br />

En la literatura mexicana el humor es escaso,<br />

aunque aparece en la ya consagrada primera nove l a<br />

a m e ricana: El Periquillo Sa r n i e n to (1816) <strong>de</strong> Jo s é<br />

Joaquín Fe rnán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Lizardi. Una sátira gozosa contra<br />

la sociedad <strong>de</strong> la Colonia que parodia crí t i c a m e n te<br />

su fanatismo, ignorancia y corrupción. Novela <strong>de</strong> cost<br />

u m b re s, picaresca, realista, <strong>de</strong> ave n t u r a s, que tiene en<br />

el centro <strong>de</strong> la trama a un joven, a un niño pri m e ro<br />

que llega <strong>de</strong>spués a la pubertad conflictiva y a la<br />

j u ventud sin guía y sin conte n to, que pasa <strong>de</strong> Pe d ro<br />

S a rm i e n to a Pe riquillo Sarn i e n to y que vive sucesos<br />

h i l a r a n te s, don<strong>de</strong> es la víctima, narrados mediante un<br />

h i p e rrealismo cómico, así leemos su estancia en un<br />

“a rr a s t r a d e ri to” un “i n fe rnal gari to” para dorm i r:<br />

Como el cuarto era pequeño y los compañero s<br />

g e n te que cena sucio y frí o, bebe pulque y chinguiri to,<br />

estaban haciendo una salva <strong>de</strong> los <strong>de</strong>monios, cuyo s<br />

p e s t i l e n tes ecos sin tener por dón<strong>de</strong> salir re m a t a b a n<br />

en mis pobres nari c e s, y en un instante estaba yo con<br />

una jaqueca que no la aguantaba, <strong>de</strong> modo que no<br />

pudiendo mi estómago sufrir tales incensari o s, arro j ó<br />

todo cuanto había cenado pocas horas ante s. 2 3<br />

Pese a las posibilida<strong>de</strong>s humorísticas <strong>de</strong>l te xto que<br />

p resenta situaciones y diálogos cómicos, po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar<br />

esta novela como “l i teratura ganada” p o rque no<br />

fue escrita para un público infantil pero ya existen dive r-<br />

sas adaptaciones para este secto r; esta obra se afana en<br />

lo moralista y pedagógi c o, así mitiga su efe cto irreve re n te.<br />

No obstante, es una obra satírica, por sus juicios y con<strong>de</strong>nas<br />

sociales, por estas implicaciones moralistas que<br />

emanan <strong>de</strong> ella. El Pe r i q u i l l o nos lega un re t r a to<br />

humano y social que entra en diálogo con nuestro p res<br />

e n te y nos perm i te compre n d e rnos mejor. Las cari c a t u r a s<br />

<strong>de</strong> los malos pro fe s o re s, los pésimos médicos, clérigos o<br />

b o t i c a rios son parte <strong>de</strong> un dire cto rio nacional que<br />

to d avía perv i ve.<br />

JORGE IBARGÜENGOITIA COMO EJ E M P LO<br />

DE UNA MODA L I DAD NEO- S U BV E R S I VA<br />

DEL FENÓMENO<br />

Ot ro gran humorista <strong>de</strong> nuestro país fue Jo rg e<br />

Ib a rgüengoitia, escri tor iró n i c o, fundamentalmente ;<br />

se ha <strong>de</strong>finido a la ironía como i n versión semántica ,<br />

como a n t í f rasis y tropo ve r b a l que dice lo contrario <strong>de</strong><br />

17<br />

William DAVIS. “Entrevista con William Davis.” El humorismo. Biblioteca Salvat <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s temas 73. Barcelona: Salvat, 1979, p. 9.<br />

18<br />

DAVIS, 17<br />

19<br />

Jorge PORTILLA. “La fenomenología <strong>de</strong>l relajo“. 1966. México: FCE, 1986, p. 13.<br />

20<br />

PORTILLA, 25.<br />

21<br />

PORTILLA, 25.<br />

22<br />

Peter BERGER. “Risa re<strong>de</strong>ntora: La dimensión cómica <strong>de</strong> la experiencia humana“. Barcelona: Kairos, 1998, p. 16.<br />

23<br />

José Joaquín FERNÁNDEZ DE LIZARDI. “El Periquillo Sarniento“. México: Promesa, 1979, p. 167.<br />

33


lo que manifiesta expre s a m e n te, o como una superposición<br />

estructural <strong>de</strong> conte xtos semánticos entre l o<br />

que se dice/lo que se quiere que se entienda: un sign i f i-<br />

c a n te y dos sign i f i c a d o s. Más allá <strong>de</strong> esta ironía ve rb a l<br />

que estudia la re tó rica, existen ironías que nacen <strong>de</strong><br />

las situaciones, que son observables; el toque iró n i c o<br />

lo aporta la ignorancia <strong>de</strong> la víctima y la presencia <strong>de</strong><br />

un observador con sentido <strong>de</strong> la iro n í a . 24<br />

La ironía pue<strong>de</strong> ser parte <strong>de</strong> otras modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />

discurso lite r a rio como la parodia o la sátira. Linda<br />

H u tcheon señala que la parodia trabaja con te xto s, los<br />

s u p e rpone: en un te xto paro d i a n te se incorpora un<br />

te xto parodiado (en segundo plano): “un engarce <strong>de</strong><br />

lo viejo en lo nuevo” 2 5 con un efe cto humorí s t i c o. En<br />

o t ro momento, la misma te ó rica canadiense, al hablar<br />

<strong>de</strong> la parodia en la postmo<strong>de</strong>rn i d a d, resalta que es<br />

una fo rma <strong>de</strong> la repetición irónica con distancia crí t i-<br />

ca, que marca tanto la dife rencia como la similitud,<br />

con lo que revoluciona el té rmino al subrayar la prox i -<br />

midad más que la semejanza entre un te xto y otro (A<br />

Th e o ryXII). También se aparta <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a pre p o n d e r a n -<br />

te <strong>de</strong> que la parodia mueve al efe cto ri d i c u l i z a n te o<br />

p eyo r a t i vo. Me pare c e, no obstante, que no es así en<br />

todos los casos. La parodia es un instrumento <strong>de</strong>l<br />

h u m o r, está ahí, pre s e n te, <strong>de</strong>sacreditando la seri e d a d<br />

<strong>de</strong>l te xto paro d i a d o. En el caso <strong>de</strong> Ib a rgüengoitia por<br />

e j e m p l o, es un recurso <strong>de</strong>smitificador y conte s t a t a ri o.<br />

Ya que no sólo se parodian te xtos lite r a ri o s, sino aquellos<br />

que se puedan concebir como discursos codificad<br />

o s, entre los que están los discursos <strong>de</strong> la Hi s to ri a<br />

Oficial y los <strong>de</strong> la tradición.<br />

La sátira, por su parte, apela a la sociedad; ahí está<br />

su “b l a n c o”, su gusto por mostrar y ridiculizar los vicios<br />

h u m a n o s, un tono humorístico y hasta mordaz que<br />

l l eva implícito un juicio y una intención <strong>de</strong> cambio.<br />

Pa rodia, sátira e ironía se pue<strong>de</strong>n entre te j e r, los<br />

g é n e ros se alían y resalta el uso <strong>de</strong> la ironía. As í ,<br />

H u tcheon comenta que existe la sátira paródica y la<br />

p a rodia satírica: “ Po te n c i a l m e n te se trata <strong>de</strong>l punto<br />

máximo <strong>de</strong> subve r s i ó n” 2 6 .<br />

Ib a rgüengoitia hace uso <strong>de</strong> la parodia satírica en<br />

su vo l u m e n Pi e zas y cuentos para niños (1989). Se trata<br />

<strong>de</strong> un libro que antologa tres piezas breves <strong>de</strong> te a t ro<br />

y siete cuentos pensados para un público infantil. El<br />

e d i tor nos señala con mucha clarivi<strong>de</strong>ncia al empezar<br />

el te xto: […] lejos <strong>de</strong> suponer a un lector cándido y<br />

d e s p re j u i c i a d o, cuentos y piezas están diri gidos a los<br />

niños que <strong>de</strong>sconfían <strong>de</strong> las moralejas y a los que —<br />

p u e s tos a elegi r—, al menos vacilarían en tomar partido<br />

por la Ca p e r u c i t a . 27<br />

Los cuentos mencionados llevan títulos lúdicos.<br />

Los conocedores <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Ib a rgüengoitia saben<br />

que los títulos son guiños al lector que sirven para<br />

anticipar el juego <strong>de</strong>l re l a to, si no, re c o rd e m o s Lo s<br />

relámpagos <strong>de</strong> agosto (1965), parodia <strong>de</strong> la llamada<br />

N ovela <strong>de</strong> la Revolución Mexicana, es, a<strong>de</strong>más, una<br />

sátira punzante <strong>de</strong> la sociedad revo l u c i o n a ria. Pa ro d i a<br />

s a t í rica que lleva a la <strong>de</strong>smitificación, a la caída <strong>de</strong> la<br />

Hi s to ria Of i c i a l, al distanciamiento irónico que nos<br />

p e rm i te reír y, también, compren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> otra manera.<br />

En la irrisión los hechos y los personajes encuentran<br />

el justo lugar que la histo ria y la leyenda había<br />

m i t i f i c a d o. El humor es el gran <strong>de</strong>smitificador que<br />

<strong>de</strong>snuda <strong>de</strong>jando la ve rd a d, no importa si ésta re s u l te<br />

d o l o rosa o inaceptable. 2 8<br />

Los títulos <strong>de</strong> los cuentos son: “ Cu e n to <strong>de</strong> los hermanos<br />

Pi n zo n e s”, una clara alusión a los herm a n o s<br />

que llegaron con Colón a <strong>de</strong>scubrir el Nuevo Mu n d o ;<br />

uno era capitán <strong>de</strong> La Pinta y, el otro, <strong>de</strong> La Ni ñ a .<br />

“ Cu e n to <strong>de</strong> la niña con<strong>de</strong>corada”, “ El cometa Fr a n c i l l ó”,<br />

“ El niño Triclinio y la bella Do ro te a”, “ Pa l e tón y el elef<br />

a n te musical”, “ Los puercos <strong>de</strong> Nicolás Ma n g a n a” y “ El<br />

r a tón <strong>de</strong>l superm e rcado y sus primos <strong>de</strong>l campo”, una<br />

clara alusión a la tradicional fábula “ El ratón <strong>de</strong> campo<br />

y el ratón <strong>de</strong> ciudad.”<br />

En el primer re l a to, la alusión histó rica sirve para<br />

<strong>de</strong>sviar la atención <strong>de</strong>l re c e p to r, el narrador nos va a<br />

contar la histo ria <strong>de</strong> Manuel “ Me m e” Pi n zón y<br />

G u i l l e rmo “ Me m o” Pi n zón que no tienen nada que ve r<br />

con el mar ni con el <strong>de</strong>scubri m i e n to <strong>de</strong> América, sino<br />

que son dos hijos <strong>de</strong> un zapate ro que pier<strong>de</strong>n sus<br />

n o m b res fre n te a los diminutivos jocosos. Los dos personajes<br />

llegan al mundo con “s e ñ a l e s”que la tía lee y le<br />

s i rven para pro fe t i z a r. Ib a rgüengoitia comienza a confeccionar<br />

las paradojas para crear lo contrario <strong>de</strong> lo que<br />

se espera en una clara ironía <strong>de</strong>l sino o <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino:<br />

Cuando nació el mayor <strong>de</strong> los herm a n o s<br />

Pinzones se agrió la leche en la olla y se cayó el<br />

primer chayote <strong>de</strong> la enreda<strong>de</strong>ra. La tía Socorrito, a<br />

quien le gustaba hacer pro fe c í a s, aprovechó el<br />

momento para <strong>de</strong>cir: —La leche agria y el chayote<br />

indican que este niño que acaba <strong>de</strong> nacer va a tener<br />

un carácter agrio y espinoso. Es <strong>de</strong>cir, va a ser insoportable.<br />

Se equivocaba. 29<br />

Memo es tan odioso que logra conseguir todo lo<br />

que <strong>de</strong>sea mediante el llanto o la violencia, así acaba<br />

m i l l o n a rio y “t ri u n f a d o r”. El otro es tan noble y bueno<br />

que no se aleja <strong>de</strong> su familia y te rmina como zapate ro.<br />

Al final, Ib a rgüengoitia juega con el recurso <strong>de</strong> la<br />

34<br />

24<br />

MUECKE. Irony and the Ironic. 2ª ed. Londres: Methuen, 1982, p. 21.<br />

25<br />

Linda HUTCHEON. “Ironía, sátira y parodia: Una aproximación pragmática a la ironía.” De la ironía a lo grotesco (en algunos textos literarios hispanoamericanos).<br />

México: UAM, 1992, p. 177.<br />

26<br />

HUTCHEON, Ironía, sátira y parodia, 185.<br />

27<br />

Jorge IBARGÜENGOITIA. “Piezas y cuentos para niños: Obras <strong>de</strong> Jorge Ibargüengoitia“. 1989. México: Joaquín Mortiz, 2002, p. 1.<br />

28<br />

Jaime CASTAÑEDA. “El humorismo <strong>de</strong>smitificador <strong>de</strong> Jorge Ibargüengoitia“. Guanajuato: Gobierno <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Guanajuato, 1988, p. 53.<br />

29<br />

Jorge IBARGÜENGOITIA. “Piezas y cuentos para niños: Obras <strong>de</strong> Jorge Ibargüengoitia.“ 1989. México: Joaquín Mortiz, 2002, p. 101.


moraleja para burl a rla; en este te xto no aparece la<br />

moraleja <strong>de</strong> la fábula o <strong>de</strong>l cuento didáctico tradic<br />

i o n a l, al contrari o, parodia estas modalida<strong>de</strong>s y burl a<br />

la noción que tenemos <strong>de</strong>l hombre afo rt u n a d o :<br />

El día que juntó 100 millones, salió en la te l ev i s i ó n<br />

y el entrev i s t a n te le pre g u n tó si estaba satisfecho con<br />

ésos o si to d avía quería más. Memo Pi n zón conte s tó :<br />

— Ni me basta con lo que te n g o, ni quiero más. Yo<br />

lo que hubiera querido ser toda mi vida es zapate ro,<br />

como mi herm a n o. 30<br />

“ Cu e n to <strong>de</strong> una niña con<strong>de</strong>corada” comienza con<br />

una frase dilapidaria, una frase que la permuta inmediatam<br />

e n te: “Había una niña que era gente gr a n d e” 3 1 . De<br />

ahí se <strong>de</strong>riva que las caracte rísticas <strong>de</strong> este personaje<br />

llamada Mandolina están investidas con el aura <strong>de</strong>l<br />

disfraz, simula ser y para lograr su pro p ó s i to sigue las<br />

reglas que la adultez pone para las “niñas buenas”: es<br />

chismosa “apuntaba con el <strong>de</strong>do y <strong>de</strong>cía […] ¡Yo la vi,<br />

yo la vi!” 3 2 . No jugaba, vigilaba a sus herm a n i to s, era la<br />

más aplicada <strong>de</strong> la clase, ganó la medalla <strong>de</strong><br />

Aplicación y otras más, en total ¡seis medallas que le<br />

puso la dire ctora! Y, entre la escuela y la casa, había un<br />

b o s q u e. La inte rte xtualidad se hace explícita, el narr a d o r<br />

nombra a Caperucita Roja así como el <strong>de</strong>scre i m i e n to<br />

<strong>de</strong> Mandolina porque no cree en el lobo fe roz. Las<br />

medallas <strong>de</strong>l éxito en el mundo adulto son las que llevan<br />

a la perdición <strong>de</strong> la niña en el mundo infantil. El l a<br />

no cree en el lobo, pero el lobo existe y ha escuchado<br />

el tin, tin <strong>de</strong> las medallas. El narrador rompe el ev i-<br />

d e n te final fatal, fractura las expectativas <strong>de</strong>l lector y<br />

v u e l ve a jugar con él: “Y pasó <strong>de</strong> largo junto al árb o l<br />

tras <strong>de</strong>l que estaba escondida Mandolina. No la vio<br />

p o rque era un lobo to n t í s i m o” 3 3 .<br />

“ El Cometa Fr a n c i l l ó” comienza por romper con la<br />

i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que va a hablar <strong>de</strong> un cometa en el sentido<br />

t r a d i c i o n a l, no, es el apodo <strong>de</strong> un hombre que se<br />

a p a rece pocas ve c e s, como un cometa. Pa rodia y satiriza<br />

las ocurrencias <strong>de</strong> los que pre ten<strong>de</strong>n ser humorí s-<br />

ticos y hacen bufonadas para conseguirlo; pero, sobre<br />

to d o, <strong>de</strong> quien <strong>de</strong>nigra al otro para re í r s e. Los juegos<br />

<strong>de</strong>l personaje duran hasta que él cae víctima <strong>de</strong> su<br />

p ropia ignorancia. Después <strong>de</strong> burlarse <strong>de</strong> varios personajes<br />

import a n te s, al hacerlos caer en una bro m a<br />

como catadores <strong>de</strong> vino, se <strong>de</strong>scubre que: “ Fr a n c i l l ó<br />

tramposo sabía <strong>de</strong> vinos. Mu rió en esos días <strong>de</strong><br />

ingestión <strong>de</strong> aguarr á s” 3 4 .<br />

Final abierto que <strong>de</strong>ja el enigma ¿bebió por equivoc<br />

a c i ó n o le hicieron pagar sus chascarrillos Sátira y<br />

p a rodia <strong>de</strong> las bromas to n t a s, personaje irónico que<br />

c ree ser gr a c i o s o, narrador que juega con nosotro s<br />

para que leamos entre líneas la estupi<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l personaje<br />

que cari c a t u ri z a .<br />

En “El niño Triclinio y la bella Dorotea”, el niño protagonista<br />

es un ser solitario porque los otros <strong>de</strong> su<br />

edad se burlan <strong>de</strong> él por su nombre, Triclinio, y<br />

encuentra su razón <strong>de</strong> ser en actuar como chaperón<br />

<strong>de</strong> sus cuatro hermanas casa<strong>de</strong>ras. Los novios lo<br />

tratan bien y lo lisonjean y él es feliz. Un día llega <strong>de</strong><br />

la capital la Bella Dorotea: “La Bella Dorotea venía<br />

vestida color salmón, era blanca como la leche, tenía<br />

ojos <strong>de</strong> azabache, y dientes <strong>de</strong> perlas. Pero lo mejor<br />

era el cabello: rubio platinado y arreglado en forma<br />

<strong>de</strong> panal <strong>de</strong> abejas” 35 .<br />

Es un te xto que parodia el manejo hiperbólico <strong>de</strong>l<br />

realismo mági c o, Bella conquista a todos los varo n e s<br />

<strong>de</strong>l pueblo, incluyendo a los novios <strong>de</strong> las herm a n a s<br />

<strong>de</strong> Triclinio quien sufre la pérdida <strong>de</strong> sur pri v i l e gi o s<br />

como chaperón y, una noche, cuando ve re gresar a la<br />

p rima <strong>de</strong> un baile <strong>de</strong>scubre el gran secre to <strong>de</strong> la diva<br />

y corre por toda la casa <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> comentarl o,<br />

“Tomó la concha que estaba atrancando la puerta y<br />

poniéndosela cerca <strong>de</strong> los labios, dijo: —La Be l l a<br />

Do ro tea es calva como mis nalgas” 3 6 .<br />

Llega el viento caracte rístico <strong>de</strong> las catástro fes <strong>de</strong>l<br />

realismo mági c o, re c o r<strong>de</strong>mos el final <strong>de</strong> Macondo en<br />

Cien años <strong>de</strong> soledad <strong>de</strong> Ga b riel Ga rcía Má rquez; así el<br />

v i e n to llega al pueblo <strong>de</strong> Triclinio para propagar a los<br />

c u a t ro vientos la calvicie <strong>de</strong> la Bella Do ro tea: “ — L a<br />

Bella Do ro tea es calva como mis nalgas… la Be l l a<br />

Do ro tea es calva como… etc.” 3 7 . La mujer “[…] to m ó<br />

un camión al amanecer, nadie volvió a saber <strong>de</strong> ella y<br />

en a<strong>de</strong>lante todos vivieron fe l i c e s” 3 8 .<br />

La caricatura <strong>de</strong> Pa l e tón en “ Pa l e tón y el elefante<br />

m u s i c a l”lo tipifica como el clásico tipo rico y aburri d o ;<br />

el absurdo <strong>de</strong>l te xto, que es uno <strong>de</strong> los elementos lúdicos<br />

<strong>de</strong>l re l a to, se instala <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las primeras líneas,<br />

“ Cada mañana, antes <strong>de</strong> levantarse <strong>de</strong> la cama, Pa l e tó n<br />

se rascaba la barriga, miraba al techo y se pre g u n t a b a :<br />

— Pa l e tón, Pa l e tón, ¿qué quieres comprar hoy ” 3 9 .<br />

De una pregunta absurda surgen re s p u e s t a s<br />

i nve ro s í m i l e s, tenía colección <strong>de</strong> carro s, <strong>de</strong> pianos, <strong>de</strong><br />

p e rillas <strong>de</strong> puerta y animales <strong>de</strong> bestiario fantástico<br />

como Eloísa, la pulga vestida o Po rrón, el oso<br />

m a te m á t i c o. El nuevo “a n to j o” es Pa c o, el elefante<br />

musical <strong>de</strong> Chapulte p e c, un pianista virtuoso que no<br />

está a la venta por lo que planea el robo con “l o s<br />

g a n g s ters <strong>de</strong> Chicago” que en realidad no son <strong>de</strong><br />

Chicago y quieren cinco millones por el trabajito.<br />

A p rovechan que Paco está por ir a Bellas Artes a un<br />

30<br />

IBARGÜENGOITIA, 103.<br />

31<br />

IBARGÜENGOITIA, 107.<br />

32<br />

IBARGÜENGOITIA, 107.<br />

33<br />

IBARGÜENGOITIA, 109.<br />

34<br />

IBARGÜENGOITIA, 115.<br />

35<br />

IBARGÜENGOITIA, 120<br />

36<br />

IBARGÜENGOITIA, 122.<br />

37<br />

IBARGÜENGOITIA, 122.<br />

38<br />

IBARGÜENGOITIA, 122.<br />

39<br />

IBARGÜENGOITIA, 125.<br />

35


c o n c i e rto y se lo llevan a casa <strong>de</strong>l millonari o. Pa c o, al<br />

ver la colección <strong>de</strong> pianos, comienza a to c a rl o s, arm a<br />

tal escándalo que llega la policía y manda a Pa l e tón y<br />

a la pandilla a la cárc e l. El pobre Paco se queda en su<br />

jaula <strong>de</strong>l zo o l ó gico que es lo mismo que estar en la<br />

c á rcel y, <strong>de</strong> vez en cuando, da concierto s.<br />

El narrador ubica re fe re n c i a l m e n te la acción, es la<br />

ciudad <strong>de</strong> Mé x i c o, no hay duda, y en ella existe n<br />

Pa l e tones que se aburren y compran o roban cosas<br />

a b s u rd a s. Re c o rdamos el robo <strong>de</strong> las famosas “rejas <strong>de</strong><br />

C h a p u l te p e c”o las estatuas <strong>de</strong> la urbe que han <strong>de</strong>sap<br />

a re c i d o. La risa ante el absurd o, la ironía entre lo que<br />

espera Pa l e tón y lo que recibe <strong>de</strong> la vida son parte <strong>de</strong>l<br />

entramado irónico humorí s t i c o.<br />

“ Los puercos <strong>de</strong> Nicolás Ma n g a n a”es una clara paro d i a<br />

a las fábulas clásicas en las que se pon<strong>de</strong>raba el sacri f i-<br />

c i o, el ahorro, la previsión. El protagonista, Ni c o l á s<br />

Mangana, es un pobre hombre que sueña con comprar<br />

un puerco para hacerse ri c o. Nos re c u e rda perfe c-<br />

t a m e n te a la Lechera que carga su mercancía rumbo al<br />

m e rcado y sueña con todo lo que va a obtener al<br />

ven<strong>de</strong>r la leche y, al final, se cae y tira la leche. El homb<br />

re atesora su sueño, su familia se convence y, cuando<br />

va al mercado con lo ahorr a d o, un billete <strong>de</strong> mil pesos,<br />

ve un hermoso caballo y, sin pensarl o, lo compra y<br />

re gresa con él a su casa: “—No somos ri c o s, ni vamos a<br />

s e rl o, pero ya tenemos caballo blanco. Toda la familia<br />

a p rendió a montar y vivieron muy fe l i c e s” 4 0 .<br />

Uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s logros <strong>de</strong> estos breves re l a to s<br />

e s, como se ha señalado, la ruptura <strong>de</strong> las expect a t i-<br />

v a s, cómo el autor les da un gi ro y sorp ren<strong>de</strong> jocosam<br />

e n te, con una risa malign a .<br />

En “El ratón <strong>de</strong>l supermercado y sus primos <strong>de</strong>l<br />

campo”, el narrador sigue la estructura <strong>de</strong> la fábula “El<br />

ratón <strong>de</strong> ciudad y el ratón <strong>de</strong> campo” y tenemos a un<br />

joven ratón que viaja para visitar a sus parientes en el<br />

campo. La diferencia entre vivir en el supermercado,<br />

que es toda abundancia, hasta <strong>de</strong> chocolates, y la<br />

troje, don<strong>de</strong> sólo comen maíz, es tan gran<strong>de</strong>, que<br />

todos emigran al supermercado, asustan a las señor<br />

a s, comen <strong>de</strong> todo sin precauciones y al final el gere n te<br />

<strong>de</strong>ci<strong>de</strong> exterminarlos con veneno por lo que, advertidos<br />

a tiempo, salen corriendo <strong>de</strong>l lugar, nos dice el<br />

narrador la moraleja <strong>de</strong>l relato: “De este cuento se<br />

<strong>de</strong>duce que don<strong>de</strong> comen cinco pue<strong>de</strong>n comer seis<br />

y pro b a b l e m e n te hasta siete, pero no cien” 4 1 .<br />

Aprovecha para criticar las costumbre mexicana <strong>de</strong><br />

la hospitabilidad que ha naturalizado la frase,“don<strong>de</strong><br />

come uno, come dos”.<br />

Ib a rgüengoitia, en estos siete cuentos breve s, sati<br />

riza las moralinas que se les ven<strong>de</strong>n a los niños y<br />

n i ñ a s, juega con las fábulas clásicas para darles la<br />

vuelta y reírse <strong>de</strong> ellas. Los personajes cari c a t u re s c o s<br />

son hipérboles que buscan <strong>de</strong>senmascarar el absurd o<br />

y nos mueve a pensar en la infancia <strong>de</strong> otra manera,<br />

una que rompe el esquema romántico <strong>de</strong> la candi<strong>de</strong>z<br />

e ingenuidad que algunos llevan a la ñoñez.<br />

B I B L I O H E M E R O G RA F Í A<br />

A N TO N I O R ROBLES. ¿Se comió el lobo a Ca pe r u c i t a <br />

Seis co n f e rencias para mayo res con temas <strong>de</strong> lite ra t u ra<br />

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