PROGRAMA DE FORMACIÓN AL DIACONADO PERMANENTE

INSTITUTO DE
LIDERAZGO PASTORAL
PROGRAMA DE FORMACIÓN AL DIACONADO PERMANENTE
Diaconado viene de la palabra griega “diakonia”. En
comunión con el obispo, los diáconos son ordenados
para un ministerio distintivo de servicio, tal como
lo indica su nombre. Se desempeñan en tres
áreas de la vida de la Iglesia: en la proclamación de
la palabra, la celebración de los sacramentos y en la
entrega amorosa a la comunidad (caridad); pero su
carisma específico es ser signo eficaz del servicio de
la Iglesia en las obras directas de apostolado, caridad
y de justicia en el mundo.
Los diáconos no están solos en el servicio; la Iglesia
entera es servidora; somos una Iglesia diaconal,
donde cada miembro cumple de manera diferente
con las enseñanzas de Jesús: “El hijo del Hombre no
vino a ser servido sino a servir y a dar su vida por el
rescate de muchos” (Marcos 10,45). En la familia,
en el lugar de trabajo, en las esferas de la economía
y de la política, en instituciones como hospitales,
prisiones y universidades, los diáconos son signos
de la vocación de servicio de toda la Iglesia.
El diácono también puede extender su ministerio formativo
de otras maneras, especialmente a través de
la catequesis y la formación en la fe. Viviendo la Palabra
en el servicio a los demás, el diácono se transforma
para ellos en sacramento viviente de esa palabra.
MINISTERIO DE LITURGIA
El diácono no preside la Eucaristía pero sirve y ayuda
al Obispo y/o sacerdote. Las otras funciones litúrgicas
del diácono emanan de ese papel. El diácono
puede administrar el sacramento del bautismo, presidir
la celebración del sacramento del matrimonio y
dirigir la asamblea en sepelios/funerales y otras celebraciones
de la Iglesia. Parte de su ministerio puede
ser llevar la comunión a los enfermos y a los deshabilitados.
El diácono manifiesta la identidad de la Iglesia como
pueblo al servicio del Reino de Dios. Su servicio es
distinto debido al carácter sacramental y a su estrecha
colaboración con el obispo y el presbiterio. Sin
embargo, su ministerio no reemplaza al ministerio
del laicado, sino que participa, reconoce y anima la
diversidad de ministerios.
¿CÓMO EJERCEN SU MINISTERIO
MINISTERIO DE LA PALABRA
Este ministerio se realiza principalmente en la proclamación
del Evangelio y, para aquellos con
facultades de hacerlo, en la predicación de esa
Palabra.
INSTITUTO DE LIDERAZGO PASTORAL
1000 E. Maple Ave., Mundelein, IL 60060-1174 TEL: 847-837-4556 E-mail: ilp@usml.edu

CRITERIOS DE SELECCIÓN:
MINISTERIO DE LA CARIDAD
Para muchos, el mayor testimonio del diácono
radica en su ministerio de presencia. Para el anciano,
el enfermo en los hospitales y en los hogares,
los prisioneros, los pobres y los marginados,
el diácono es alguien que se interesa por
ellos; él trae fortalecimiento desde el corazón
de la comunidad cristiana. En todos estos
encuentros el diácono es alguien que viene a
dar profundo sentido a la vida Cristiana y cuyas
obras inspiran y fortalecen su apostolado y anima
el servicio de los demás.
REQUISITOS PARA APLICAR ALPROGRAMA DEL
DIACONADO PERMANENTE
El Programa del Diaconado Permanente consta
de dos partes: una primera parte es el Año de
Aspirantado, y la otra son los Años de Candidatura.
El año de Aspirtantado es un año de discernimiento
y crecimiento espiritual. Los futuros
candidatos al programa del Diaconado
Permanente deben ser hombres de fe y compasión
que han demostrado un deseo genuino
de servir en sus comunidades parroquiales o
agencias arquidiocesanas, y sensibles a la realidad
de justicia y paz de nuestra sociedad.
Haber cursado y concluído exitosamente el programa
de Formación para el Ministerio Laico.
Tener entre 32 y 60 años de edad al tiempo de
admisión.
Ser recomendado por el párroco y cuente con el
apoyo de la administración parroquial y de la comunidad.
Tener el pleno consentimiento de la esposa y la
familia.
Poseer integridad moral.
Tener un historial de servicio pastoral.
Seguridad de empleo y estabilidad financiera.
Buena salud física y mental, y libre de adicciones.
Tener diploma de escuela superior o su equivalencia
(GED).
Tener aptitud para realizar el trabajo que
requieren los cursos y el programa de formación.
Si es casado, debe ser un matrimonio estable y
válido según el derecho canónico de por lo
menos cinco años.
Si es soltero, tiene que estar dispuesto a hacer la
promesa del celibato al momento de la or-
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