Versión PDF - Construyendo nuestra Interculturalidad
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Revista cultural electrónica<br />
www.interculturalidad.org Nº4. Sept.2007<br />
_________________________________________________<br />
La Iglesia bendice condones<br />
Arturo Quispe Lázaro<br />
A diferencia de algunas iglesias que se<br />
sienten con el derecho de regir la vida<br />
sexual de todas las personas, como la<br />
Iglesia Católica que aún sostiene que los<br />
jóvenes deben de llegar vírgenes al<br />
matrimonio, la Misión San Juan Bautista<br />
de la iglesia Episcopal ubicada en el sur<br />
del Bronx (Nueva York) brinda<br />
información para que el ejercicio de la<br />
sexualidad sea libre y responsable. Del<br />
mismo modo, en contraste con la mayoría<br />
de las iglesias cristianas, la iglesia<br />
Episcopal no discrimina por género a los<br />
miembros de la jerarquía religiosa. Es así<br />
que quien está a cargo de la Misión San<br />
Juan Bautista es una mujer, la Reverenda<br />
María Isabel Santiviago. Para<br />
contrarrestar las muertes causadas por el<br />
SIDA y las infecciones del VIH, la<br />
Reverenda María Isabel señala que una<br />
forma de ayudar a salvar vidas es<br />
proveyendo información sobre cómo<br />
La Reverenda María Isabel Santiviago bendiciendo<br />
condones, Bronx, Nueva York.<br />
Foto: Hyden RogerCelestin.
2<br />
protegerse responsablemente y evitar el contagio de las enfermedades de transmisión<br />
sexual. Una de las formas efectivas para salvar vidas es que las personas se protejan a<br />
través del uso del condón. Frente a la eventualidad de una relación sexual, la Reverenda<br />
María Isabel propugna el uso del condón como una alternativa de protección. “Nuestra<br />
misión es salvar vidas” y el uso del condón es el mejor medio para ello, nos dice, y tiene<br />
que ser de látex, nos recuerda, porque son los más adecuados y resistentes ante cualquier<br />
circunstancia amatoria.<br />
La Reverenda oficia misas en la Misión San Juan Bautista todos los domingos para sus<br />
feligreses del Sur del Bronx. En plena misa dominical, ella tiene al lado izquierdo del altar<br />
una canastilla en la que contiene condones bendecidos. Ella los bendice para que pueda<br />
proteger la vida de los que sostienen relaciones sexuales y así evitarles cualquier infección<br />
que pueda poner en riesgo su salud y sus vidas. La Reverenda María Isabel también reparte<br />
condones cuando va a desarrollar su trabajo pastoral en las calles del Bronx. En su trabajo<br />
comunitario en Westchester Square, en el Bronx, donde los trabajadores jornaleros esperan<br />
ser recogidos/contratados por un posible empleador, ella les reparte condones diciéndoles<br />
“tengan estos condones, están bendecidos, para que se protejan y eviten cualquier riesgo en<br />
su salud”. Los jornaleros -la mayoría mexicanos, también hondureños, guatemaltecos,<br />
nicaragüenses, algunos dominicanos, puertorriqueños, y pocos peruanos- la ven con cierta<br />
extrañeza porque no es frecuente ver que una Reverenda con cuello blanco (característico<br />
de la iglesia) vaya entregando condones por las calles, y mucho menos saber que los<br />
condones que reciben están bendecidos. Se trata de algo doblemente inusual. La cara de<br />
incertidumbre de los jornaleros es evidente, pero con el transcurrir de los minutos, ellos se<br />
convencen efectivamente que es una Reverenda y que está entregando condones. Entre<br />
risas y bromas entre los trabajadores, algunos piden que se les dé unos cuantos más, algún<br />
otro un tanto más renuente decía “yo no necesito, yo no los uso”. Es que la tarea de repartir<br />
condones tiene un significado mucho más profundo que toca la fibra más sensible e íntima<br />
de las personas: la sexualidad. La Reverenda sabe perfectamente que va a encontrar<br />
reacciones de ese tipo y en todos los niveles, porque el tema de la sexualidad o no se habla,<br />
o se habla en voz baja, o se le ha restringido al ámbito privado. Mientras tanto, mucha<br />
gente sigue muriendo de SIDA porque no se protege y es renuente al uso del condón. Ella<br />
es la primera en reconocer que la iglesia ha jugado un papel no muy bueno en ese sentido.<br />
La iglesia Católica, se mantiene aun a espaldas de la realidad, sigue prohibiendo el uso del<br />
condón aun sabiendo que sus propios feligreses católicos también están en riesgo de<br />
infectarse de alguna enfermedad de transmisión sexual y que muchos han muerto de SIDA.<br />
Pero la idea de bendecir los condones no ha sido fácil. Incluso los primeros días que la<br />
Reverenda María Isabel llegó a la iglesia San Juan Bautista y mencionó la palabra condón,<br />
se le escarapeló el cuerpo a muchos de los presentes en las misas que oficiaba. Fue todo un<br />
proceso de concientización de la gente que hoy va teniendo buenos resultados. La<br />
Reverenda nos cuenta con entusiasmo y satisfacción su trabajo: “La bendición de<br />
condones fue un proceso gradual. Cuando llegue a mi iglesia no comencé así. Primero<br />
hablar y decir la palabra condón durante el servicio, ya sea en una reflexión, etc., ponía<br />
nerviosa a la gente. Después traía información sobre el VIH en los periódicos murales<br />
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informativos, en las ferias de salud que organizábamos con otras instituciones traíamos<br />
personas que hacían la prueba del VIH. Luego hubo un camino más largo, que al mismo<br />
tiempo comencé, fue a poner en mi oficina los frascos con condones. Inicialmente eran los<br />
condones de colores que llamaban la atención de los niños que creían que eran caramelos<br />
y me los pedían y yo les decía que no eran caramelos que eran condones y que no eran<br />
para niños/as sino para los adultos. Los dejábamos allí en mi oficina y tenían el letrerito<br />
con el nombre “condones”. Luego como hacíamos los 7 días de oración y otros servicios,<br />
un día trajimos<br />
Los condones bendecidos<br />
son ubicados al lado<br />
izquierdo del altar mientras<br />
la Reverenda María Isabel<br />
Santiviago oficia la misa<br />
dominical en la Misión San<br />
Juan Bautista en el Sur del<br />
Bronx, Nueva York.<br />
Foto: Yanira Arias (de<br />
LCOA)<br />
el canasto al altar, junto con las demás ofrendas y lo dejábamos en el altar durante la<br />
consagración y hasta terminar la misa. Cuando los poníamos después a disposición de<br />
todos, nadie los cogía, entonces yo les decía que no tuvieran vergüenza si los cogían no los<br />
íbamos a juzgar o chismear, diciendo "mira María, cuantos cogió”, o algo así, sino que al<br />
contrario podían llevarlos para hablar con otras personas y a jóvenes sobre el problema del<br />
VIH y del sexo seguro. Así les fui ofreciendo los condones. Entonces, medio en broma y<br />
en serio, yo les decía que eran los mejores condones de la ciudad de Nueva York porque<br />
estaban bendecidos. De esa manera empezamos a bendecir los condones.”<br />
La Reverenda María Isabel es paraguaya de nacimiento y desde algunos años radica en<br />
Nueva York. Brinda servicios en dos iglesias: La Misión San Juan Bautista en el Sur del<br />
Bronx, y la iglesia para sordos St. Ann’s Church for the Deaf, en Manhattan. Ella está muy<br />
comprometida en la defensa de los derechos de los inmigrantes en Nueva York. Una de sus<br />
iglesias, la Misión San Juan Bautista, forma parte del movimiento Santuario, grupo de<br />
organizaciones que se han constituido para defender los derechos de los inmigrantes en los<br />
Estados Unidos.<br />
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La Misión San Juan Bautista, “La casita” como la llaman, es el lugar donde la Reverenda<br />
María Isabel impulsa y desarrolla actividades a favor de la comunidad del Sur del Bronx,<br />
uno de los lugares más pobres de E.U. “En la Misión, nos dice, desarrollamos varios<br />
programas como el Proyecto Vida, educación sobre el VIH/SIDA donde proveemos<br />
servicios prácticos y sin prejuicios sobre reducción de riesgo del VIH a mujeres y hombres<br />
del Sur del Bronx. Nuestro lema es: “Dejemos que Dios salve almas, nosotros salvaremos<br />
vidas”. Ese lema los llevamos a cabo a través de dos iniciativas, brindamos la oportunidad<br />
de examinar los roles sexuales y de género comunes, y considerar la mejor manera de<br />
integrar una intimidad y sexualidad más saludable en <strong>nuestra</strong>s vidas”<br />
“La Casita”. Misión San<br />
Juan Bautista, Iglesia<br />
Episcopal, Sur del<br />
Bronx. 948 East, 156th<br />
Street, Bronx, New<br />
York.<br />
Foto: Arturo Quispe L.<br />
La Misión San Juan Bautista también desarrolla un programa para jóvenes llamado Zona<br />
de Paz, que es una alternativa para enfrentar la violencia juvenil. En es un programa de<br />
negociación de conflictos para jóvenes de 13 a 17 años. Zona de Paz ha creado un espacio<br />
neutral donde jóvenes que pertenecen a diferentes grupos pandilleros que viven en<br />
confrontación pueden relacionarse positivamente y sin conflictos.<br />
De la misma manera, la Misión tiene otro programa dirigido a mujeres, Hablando Claro; y<br />
otro dirigido a varones, Hablando Sin Rodeos. En el programa para varones se desarrolla el<br />
taller Pene Saludable y Feliz. Este es un taller en el que se habla sobre masculinidad,<br />
género y sexualidad, y está dirigido a la población latina del Sur del Bronx. Nos cuenta que<br />
el taller Pene Saludable y Feliz se desarrolla tanto en la propia iglesia, Misión San Juan<br />
Bautista, como en otras instituciones donde lo requieran.<br />
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En todos sus programas aplican el lema “Salvar vidas”, y por ello promueven el uso de<br />
condones. La Reverenda nos dice “mientras otras organizaciones dan estampitas para que<br />
la gente ore o dan medallitas para que el santo/a les proteja, nosotros les damos los<br />
condones benditos para salvar vidas. Ese es nuestro compromiso. Luego Dios y ud.se<br />
arreglarían en lo referente a la salvación.”<br />
La Reverenda<br />
María Isabel en la clausura<br />
del taller<br />
Salud Sexual y Prevención<br />
del VHI/SIDA,<br />
Bronx, New York.<br />
La mayoría de participantes<br />
fueron mexicanos, un<br />
ecuatoriano y un peruano.<br />
[Foto: Arturo Quispe]<br />
Toda la experiencia de vida de la Reverenda María Isabel Santiviago en su tierra natal<br />
Paraguay, y como hispana en Nueva York, la vuelca en su trabajo de apoyo y contribución<br />
a la población del Sur del Bronx, en especial a los latinos.<br />
Finalmente agrega “es en realidad una forma radical de decir ‘nosotros no te juzgamos,<br />
nosotros te aceptamos, y como iglesia vamos a caminar contigo’". En definitiva, en los<br />
tiempos actuales algunas iglesias se encuentran más cerca de la gente y de sus necesidades<br />
que otras. Mientras tanto, los condones bendecidos estarán ahí, al lado izquierdo del altar<br />
de la Misión San Juan Bautista esperando por alguien que desee protegerse y salvar su<br />
vida.<br />
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