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portovejense, su compañera en la vida y<br />
en las luchas.<br />
El festival comienza, como todos los<br />
años, con el pregón: un desfile con<br />
música y baile, al final del cual la gente<br />
se toma el patio de la “Casa de los<br />
Abuelos” de la familia Pico, y enseguida<br />
se prende la noche con los cuentos<br />
cargados de sabiduría de Duval<br />
Zambrano y los legendarios duelos de<br />
contrapunto entre Mariana Bazurto y<br />
Dumas Mora. Cuando termina el<br />
“primer round” entran los mambos y<br />
cumbias de la Banda de Río Caña y<br />
todos salen a sacarle polvo a la pista. La<br />
noche apenas ha comenzado.<br />
El Festival<br />
Para Sandra y Antonio, organizadores<br />
del evento (y miembros de la Red de<br />
Guardianes de Semillas desde hace unos<br />
4 años), la idea de hacer el Festival de la<br />
Tradición Oral y la Semilla surgió hace<br />
doce años. En ese entonces el festival se<br />
llamaba Encuentro de Cuenteros, y era<br />
el resultado de una propuesta conjunta<br />
con la Universidad Laica Eloy Alfaro de<br />
Manabí. Consistía en llevar caravanas de<br />
artistas al campo, con el objetivo de<br />
“incentivar a la población campesina a<br />
que despierten con su cultura y se<br />
manifiesten”, en palabras de Sandra. Las<br />
caravanas iban cada vez a lugares<br />
distintos de la provincia. Sandra estaba a<br />
cargo de la convocatoria y organización<br />
y Antonio participaba como teatrero y<br />
músico. Sandra recuerda que<br />
que hace justamente once años, con la<br />
caravana lista para salir, el Fenómeno<br />
del Niño bloqueó el acceso a varias<br />
poblaciones. Ya que el acceso a Poza<br />
Honda no corrió dicha suerte, se propuso<br />
que el Encuentro de Cuenteros se<br />
realizara en la Comuna Río Caña, hogar<br />
de Antonio.<br />
Este Encuentro dió realce a las fiestas<br />
patronales (denominadas de las Rosas y<br />
Ramones) de Río Caña, que tenían lugar<br />
del 27 al 29 de Agosto. A los bailes,<br />
rezos y peregrinaciones se unió así el<br />
rescate de la tradición oral. El siguiente<br />
año, a pedido de la comuna, Sandra y<br />
Antonio volvieron a realizar el<br />
encuentro en Río Caña, esta vez sin el<br />
apoyo de la universidad. A partir del<br />
tercer año Sandra, Antonio y el Grupo<br />
Agroecológico La Quijada (fundado por<br />
ellos) asumieron el evento, lo adaptaron<br />
a sus objetivos y lo llamaron Festival de<br />
la Tradición Oral. Adicionalmente<br />
pidieron a la comuna de Río Caña un<br />
espacio para el festival en la<br />
programación de sus fiestas patronales,<br />
para que la comuna se acerque, y<br />
participe en el rescate de su cultura.<br />
Mientras Sandra y Antonio recuerdan la<br />
trayectoria del festival se escucha a Don<br />
Dumas Mora declamando:<br />
Yo no soy de por aquí<br />
Yo soy de Cabito de Hacha<br />
Yo no vengo por las viejas<br />
Yo vengo por las muchachas<br />
A lo que Doña Mariana Basurto<br />
contesta:<br />
Del mar salen las perlas<br />
De las perlas los collares<br />
De la boca de los hombres<br />
Solo salen falsedades<br />
La Agri - Cultura<br />
Al séptimo año de realizar el festival se<br />
le cambió una vez más de nombre. Pasó<br />
a llamarse Festival de la Tradición Oral<br />
y la Semilla. Según Sandra, la semilla<br />
está estrechamente vinculada a la<br />
tradición del campo, es la base del ciclo<br />
de actividades agrícolas. Para ella “El<br />
festival es un incentivo para recuperar<br />
no solo la palabra, sino la actividad”. La<br />
cultura, opinan estos luchadores<br />
incansables, no es un asunto teórico, ni<br />
un objeto folclórico, ni una pieza de<br />
museo. Es la esencia de la vida de las<br />
personas, y se expresa en sus actividades<br />
cotidianas.<br />
Antonio recuerda que hasta hace no<br />
mucho cada hogar ostentaba una bella<br />
era. La era es un huertito dentro del<br />
hogar, pegado como un balcón a las<br />
ventanas de la cocina, manejado por las<br />
mujeres de la casa. En las eras se<br />
sembraban hierbas para cocinar y para<br />
sanar. La madre de Antonio todavía<br />
mantiene su era, aunque es una de las<br />
últimas en hacerlo. En su era ella<br />
siembra perejil, cebollín, cilantro,<br />
albahaca, oreganón, albahaca… De<br />
todas ellas guarda la semilla.<br />
Antonio siembra maíz combinado con<br />
yuca en las vegas del río Portoviejo.<br />
Cuando era más jóven no necesitaba<br />
realizar más labor que una deshierba<br />
durante el crecimiento de las plantas,<br />
pero ahora el uso de agroquímicos ha<br />
causado la aparición de plagas y<br />
enfermedades, de las cuales la que más<br />
La Casa Pico, o Casa de los Abuelos, hogar<br />
del Festival. La familia Pico trata de<br />
rescatarla y convertirla en un museo de la<br />
cultura manabita y un lugar de actividades<br />
culturales y ecológicas. La estructura se<br />
mantiene recia, pero requiere algunas<br />
afecta es el gusano cogollero. Desde<br />
hace algunos años Antonio ha<br />
mantenido al cogollero a raya usando<br />
una planta tradicional: la zorrilla.<br />
“Ahora la gente está sembrando mucho<br />
el Neem, un árbol de la India con<br />
propiedades insecticidas. Hay lugares<br />
donde se hace monocultivo de este<br />
árbol, con las consecuencias que<br />
podemos imaginarnos. En todo caso, el<br />
neem requiere siempre de más cuidados<br />
que nuestra zorilla, que es una planta de<br />
monte y de llano, una planta que crece<br />
sola y se reproduce en cantidades.<br />
Nuestros campesinos ignoran su poder,<br />
ignoran que es más fuerte que el neem,<br />
que en otros países la están investigando<br />
por su poder para curar enfermedades<br />
como el cáncer; aquí la desprecian como<br />
mala hierba, allá la tratan como un<br />
tesoro. Yo hago control de cogollero<br />
machacando zorrilla con un poco de<br />
ortiga para a la vez nutrir la planta,<br />
obtengo cero cogollero”.<br />
El maíz es un importante cultivo de<br />
sustento para Antonio, pero sus<br />
verdaderas pasiones son la caña y el<br />
mango. Del mango nos dice: “Antes a<br />
los portovejenses se les conocía como<br />
los chupamangos, por la cantidad de<br />
mango que se producía en estos valles.<br />
Conversando con los viejos se averigua<br />
que había como 40 variedades distintas,<br />
de todo tamaño, color y forma. Hoy la<br />
producción ha bajado, y solo se<br />
encuentran unas dos o tres variedades.<br />
Yo he logrado rescatar unas 17, de las<br />
antiguas, y mi sueño es recuperar las 40.<br />
Además de eso, cada año hacemos un<br />
1<br />
La imagen del montubio del ayer y<br />
del mañana: Antonio Pico trabaja en el<br />
trapiche de su abuelo. El guarapo, en sus<br />
tantas formas y sabores tradicionales, se ha<br />
convertido en un símbolo de identidad y<br />
resistencia. Foto: JCarrera<br />
Sandra Moreira, el espíritu que mantiene<br />
vivo al Festival.<br />
"Es fundamental que la gente sepa de donde<br />
viene nuestra cultura, en donde están<br />
nuestras raíces. Sin eso no hay futuro."<br />
Foto: José Antonio Donoso.<br />
evento grande en la época de la cosecha<br />
del mango, al que llamamos Festival de<br />
los Chupamangos y el Río. La idea es<br />
promocionar el rescate a la vez del<br />
mango, su cultura, y del río, que está en<br />
un estado lamentable de<br />
contaminación.”<br />
Respecto a la caña, nos dice: “La caña es<br />
el otro gran producto tradicional de la<br />
zona. Caña para panela, pero sobre todo<br />
2<br />
para guarapo. Mis dos abuelos eran<br />
guaraperos, cada uno tenía su trapiche.<br />
Una de las cosas más importantes que he<br />
logrado en los últimos años ha sido<br />
rescatar esos trapiches, que ha sido<br />
como recuperar a mis dos abuelos; al<br />
uno lo tengo en la casa Pico, donde se<br />
hace el festival, y al otro en la de mi<br />
madre. Ahí he reconstruido también los<br />
pondos para cocinar el dulce.” Antonio<br />
es un personaje conocido en Santa Ana y<br />
en Portoviejo, por su costumbre de<br />
recorrer las calles en su carreta<br />
vendiendo guarapo, al ritmo de su<br />
caballo y al sonido de su vozarrón de<br />
montubio bravo. También lo conocen<br />
por su pasión por la música campesina:<br />
es autor de varias canciones que<br />
fusionan los ritmos antiguos con letras<br />
de corte atrevidamente político y<br />
activista. El arte y la vida cotidiana son<br />
una sola cosa, la actuación de Antonio<br />
impresiona sobre todo porque es real y a<br />
tiempo completo. Es la personificación<br />
del arte (la actuación y la música, en este<br />
caso) como instrumento para sostener la<br />
cultura ancestral y el activismo<br />
progresista.<br />
Sandra, una “chupamango” de corazón<br />
firme, es quien rige, organiza y controla<br />
los hilos de las actividades que realiza el<br />
grupo La Quijada. Feminista de corazón<br />
y de obra, incansable y sin temores,<br />
Sandra ha logrado cada año, casi de la<br />
nada, sacar adelante el festival, como<br />
1.- Cogollero: Este es un gusanito que se come<br />
los cogollos del maíz, y es una de las plagas<br />
más comunes de esta planta.<br />
2.- Guarapo: trago tradicional, qe se produce a<br />
partir de jugo de caña fermentado.<br />
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