the berliner issue

SIN JULIO 2014
Es imprescindible empezar por la fotografía por supuesto. En Berlín, los fotógrafos
tenemos nuestra Meca, no en vano se encuentra el Museum für fotografie, que no
necesita traducción, y es a la vez la Fundación Helmut Newton (ver artículo sobre
el más famoso fotógrafo de moda de todos los tiempos). Encontraremos exposiciones
permanentes del difunto fotógrafo y otras temporales de él mismo y de otros
brillantes artistas. En la planta baja veremos un museo de objetos personales que
harán las delicias de los aficionados que van desde la Hasselblad y Rollei que empleaba,
su biblioteca… hasta su correspondencia, pasando por los pezones y vello
púbico postizos que empleó en alguno de sus más afamados trabajos.
Es obligada la visita a la Bauhaus Archive. Muebles, pinturas, esculturas, fotografías,
fotogramas, diseños, grabados, etc. dentro de un edificio de líneas puras tan
típico de la escuela fundada por Walter Gropius. Podremos admirar obras de, entre
muchos otros, Kandinsky o Laszlo Moholy-Nagy.
Los amantes de la pintura clásica y de las civilizaciones antiguas disfrutarán en la
isla de los museos (literalmente una isla en mitad del río Speer) visitando el Altes
Museum, Neues Museum, Bode Museum, Galería Nacional. Pero, sin duda, el mayor
reclamo es el Museo de Pérgamo, que acoge como su principal atracción la
impresionante puerta de Ishtar babilonia, el altar de Pérgamo y la puerta del mercado
de Mileto. Es imprescindible deleitar los sentidos con estas obras.
El arte urbano (no confundir con los grafittis) tiene en Berlín una de sus capitales
y los artistas más aclamados y reivindicativos emplean a fondo sus edificios como
lienzos. Podemos admirar los trabajos de Banksy, Obey, Blu, Victor Ash… el listado
es infinito y la calidad de las obras únicamente la puede juzgar el espectador, es
su labor distinguir la paja del grano. Está última, la paja, por lo democrático de esta
disciplina, abunda en las paredes.
Podemos pasar por delante de Tacheles, una antigua galería creada por una comunidad
de artistas que ocuparon un edificio y formaron un punto artístico y social
de referencia en Berlín y Europa. Por desgracia está cerrado y solo podemos ver su
fachada.