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Son, por tanto, los impuestos y la calidad los que <strong>de</strong>bilitan la<br />
competencia que se pue<strong>de</strong> ejercer frente al fenómeno <strong>de</strong>l botellón. Al<br />
tener los bares que subir los precios a causa <strong>de</strong> los tributos y recortar la<br />
calidad, son los supermercados los que tienen la posibilidad <strong>de</strong> ven<strong>de</strong>r<br />
más barato mejores productos.<br />
Es conveniente se comprenda que a los jóvenes <strong>de</strong> hoy no les gusta más<br />
el alcohol que a los <strong>de</strong> antes. Los jóvenes <strong>de</strong> hoy, al igual que los <strong>de</strong><br />
antes buscan un lugar don<strong>de</strong> encontrarse, charlar y conocerse. Es fácil<br />
equivocarse y razonar que como los jóvenes <strong>de</strong>mandan más alcohol que<br />
antes, su función <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda respecto al alcohol es mayor hoy que<br />
antes, es <strong>de</strong>cir, que tal y como se dice en economía, las preferencias por<br />
el alcohol han aumentado, pero eso no es cierto. Lo que ocurre es que al<br />
disminuir los precios (sobre una <strong>de</strong>manda constante), el alcohol es más<br />
asequible y a través <strong>de</strong> una aplicación directa <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda<br />
obtenemos como resultado un mayor consumo. Por tanto, el aumento<br />
<strong>de</strong>l consumo <strong>de</strong> alcohol no implica que hoy en día guste más que antes,<br />
sólo que han bajado los precios.<br />
Con estos argumentos, todavía cabe pensar en ciudadanos que razonen<br />
<strong>de</strong> la siguiente manera: si los bares son caros y no se pue<strong>de</strong> beber en la<br />
calle, ¿por qué no compran bebidas y las toman en su casa? Porque<br />
cada persona va a tener un incentivo a no quedarse en su propia casa<br />
ya que <strong>de</strong>spués hay que limpiarla, en tanto que la higiene <strong>de</strong> la calle es<br />
un bien público y los incentivos a estar en ella son mayores, pues<br />
ninguno <strong>de</strong> los presentes se va a esforzar (en el sentido estricto) en<br />
limpiarla. El problema <strong>de</strong>l botellón presenta muchísimas características<br />
que <strong>de</strong>bería po<strong>de</strong>r resolver un buen economista.<br />
Yahoo Noticias, 19/04/09<br />
La <strong>de</strong>sidia <strong>de</strong> la Administración ante el ruido <strong>de</strong>sespera a los<br />
ciudadanos<br />
El ruido <strong>de</strong>l vecino, el botellón, bares y discotecas, el tráfico y hasta las<br />
campanas <strong>de</strong> la iglesia generan miles <strong>de</strong> <strong>de</strong>nuncias cada año. Una<br />
cuarta parte <strong>de</strong> los españoles sufre el estruendo <strong>de</strong> la calle o <strong>de</strong>l que<br />
vive al lado, pero sus quejas no son oídas hasta que no llegan a los<br />
tribunales, según los afectados<br />
Las gran<strong>de</strong>s ciuda<strong>de</strong>s dan i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l problema. Sólo en Madrid, la Policía<br />
Municipal atendió 50.000 avisos por exceso <strong>de</strong> ruidos en 2008. Aunque<br />
no siempre las quejas terminan en <strong>de</strong>nuncia.<br />
Somos una sociedad ruidosa, pero cada día hay mayor percepción <strong>de</strong><br />
que es "un problema grave que inci<strong>de</strong> en la vida <strong>de</strong> las personas y que<br />
hay que erradicar", señala el catedrático <strong>de</strong> Sociología Benjamín García<br />
Sanz, director <strong>de</strong> una investigación sobre "La contaminación acústica<br />
en nuestras ciuda<strong>de</strong>s". Sin embargo, "las políticas no van en<br />
consonancia con la conciencia ciudadana".<br />
guía <strong>de</strong> actuación 41