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SINERGIA>Sumario> Eventos/Noticias/Opinión>Exposición<br />
cos, niños, etc. y escuchar cómo resuenan bajo las arquerías los<br />
gritos de El cacharrero, las risas de los jóvenes en El juego de la<br />
pelota a pala…<br />
Pero la relación de Goya con Aranjuez no se limita a la coincidencia<br />
temporal sino que Goya preparó o ejecutó aquí<br />
algunas de sus más importantes obras. En la primavera de 1800,<br />
por consejo del primer ministro Godoy, los reyes encargan a<br />
Goya un retrato de la familia real con sus miembros reunidos en<br />
torno a Carlos IV y María Luisa. Para evitar los largos tiempos de<br />
pose habituales, la reina pide a Godoy que desplace a Goya<br />
a Aranjuez, donde residía la Corte. El pintor se trasladó para<br />
tomar estudios del natural a cada uno de ellos, entre el 15 de<br />
mayo y el 10 de junio, dedicando una mañana a cada estudio.<br />
A mediados de junio volvió a su taller madrileño y en noviembre,<br />
el cuadro, con su marco y bastidores, estaba terminado.<br />
Hoy se puede admirar La familia de Carlos IV en el Museo del<br />
Prado, así como cinco de los citados estudios, destacando<br />
entre estos el del Infante Francisco de Paula por la ternura y<br />
vivacidad de su expresión, que a mi parecer se perdió levemente<br />
en el óleo final.<br />
En Aranjuez retrató Goya también a Jovellanos en su calidad<br />
de ministro de Gracia y Justicia, cargo que ocupaba entonces<br />
(1798). La pintura muestra el aprecio de Goya por su protector,<br />
así como la melancolía por la que éste era conocido. Goya<br />
pasó a la historia de la pintura por sus retratos “psicológicos”,<br />
esto es, la capacidad que tenía de reflejar en el lienzo no sólo<br />
el aspecto sino el interior del retratado. El visitante del Museo<br />
del Prado puede constatar la altanería que destila el retrato<br />
ecuestre de la Reina, la indolencia en la pose de Godoy o la<br />
doblez en la mirada de Fernando VII (me pregunto si recibiría<br />
algún reproche de sus modelos).<br />
No se sabe mucho más de la presencia de Goya en Aranjuez:<br />
¿aprovecharía su estancia para cazar o asistir a los toros, dos<br />
de las aficiones de las que solía informar a su confidente Martín<br />
Zapater? (se sospecha que el majo que mira al espectador en<br />
el cartón de La novillada es el propio Goya).<br />
Quizá sí haya quedado en Aranjuez una muestra de la pasión<br />
por pintar de Goya, que no dejaba pasar oportunidad para<br />
plasmar su arte en cualquier soporte u ocasión (incluyendo los<br />
novedosos medios en su época como el aguatinta, etc.), pues<br />
a él se atribuyen unos dibujos a carboncillo que decoran las<br />
paredes de una estancia en la casa de jornada de los duques<br />
de Alba. Dicha estancia se encuentra en lo que hoy es un<br />
inmueble privado y que, por cierto, esperamos poder visitar<br />
pronto gracias a la amabilidad de la propietaria, para poder<br />
contárselo “en exclusiva” a los lectores de Sinergia.<br />
de piezas de compositores del S. XVIII, entre ellos uno que pasó<br />
por Aranjuez: Luigi Boccherini. Y si nos da pereza acercarnos a<br />
Madrid, siempre podemos visitar La Asunción de la Virgen en<br />
la cercana Iglesia homónima de Chinchón o La aparición de<br />
la Virgen a San Julián en la Iglesia Parroquial de la Asunción de<br />
Valdemoro.<br />
Agradecimientos: El autor desea agradecer a Pilar Álamo y<br />
Daniel Ruiz sus comentarios para la redacción del artículo.<br />
Aconsejo no dejar pasar esta oportunidad para admirar la obra<br />
de Goya en el Museo del Prado en una exposición especialmente<br />
recomendable para visitar con niños, gracias al material<br />
didáctico que se ofrece gratuitamente al visitante y a los<br />
temas lúdicos y cotidianos de los cartones. Hay que mencionar<br />
también que durante la visita podemos escuchar una selección