02.04.2015 Views

comex_210

comex_210

comex_210

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

26<br />

COMEXPERU<br />

NEGOCIOS<br />

INTERNACIONALES<br />

Yo soy Nisman:<br />

la marcha del silencio<br />

que unió a la sociedad<br />

argentina<br />

Por Ramón Diego Abásolo<br />

Presidente del Instituto de Estudios Estratégicos<br />

“La verdad se<br />

corrompe tanto con<br />

la mentira como con<br />

el silencio”.<br />

La frase, atribuida a Cicerón, escritor y<br />

político romano, grafica lastimosa pero<br />

certeramente el sentir del pueblo argentino,<br />

luego de casi 14 años de gobierno<br />

kirchnerista. No caben dudas de que a<br />

lo largo de dicho periodo la impunidad<br />

se ha convertido en moneda corriente,<br />

sin que parezca existir alguien o algo<br />

que pueda revertir la situación. Y ese<br />

sentimiento ha encontrado su punto culminante<br />

en la terrible muerte del fiscal<br />

general Natalio Alberto Nisman, ocurrida<br />

en circunstancias que aluden más a<br />

un thriller político-policial que a un evento<br />

de ordinaria cotidianidad.<br />

Nisman, como se sabe, falleció a escasas<br />

horas de su presentación en el<br />

Congreso de la Nación, al que estaba<br />

citado para sustentar, ante la Comisión<br />

de Legislación Penal de la Cámara de<br />

Diputados, la extensa denuncia que<br />

había preparado y presentado en contra<br />

de la presidente Cristina Fernández<br />

de Kirchner y de otros funcionarios del<br />

Gobierno argentino, a quienes acusaba<br />

de pretender desviar, a través de<br />

un presunto encubrimiento urdido para<br />

favorecer a oficiales del gobierno iraní,<br />

las investigaciones por el atentado terrorista<br />

contra la Asociación Mutual Israelí<br />

Argentina (AMIA), que acabó con la vida<br />

de 85 personas en 1994. Dicho atentado,<br />

a pesar de su magnitud, continúa<br />

impune hasta el día de hoy.<br />

El “¿suicidio?” del fiscal (parafraseando<br />

a la mandataria argentina, en una<br />

irresponsable declaración por Facebook<br />

que lanzaba un manto de dudas sobre<br />

las circunstancias que precedieron a<br />

su muerte) ha generado tal conmoción<br />

social y política en diversos estamentos<br />

de la sociedad argentina, que no se<br />

recuerda otro episodio similar desde el<br />

regreso de dicho país a la democracia,<br />

en 1983. Y eso es mucho decir para una<br />

nación que ha convivido con monumentales<br />

episodios de descomposición política<br />

e institucional de la mano de ese<br />

engendro organizativo e ideológico denominado<br />

peronismo, lo que demuestra<br />

claramente por qué la Argentina no ha<br />

logrado cuajar un proyecto nacional que<br />

aglutine las grandísimas riquezas materiales<br />

y el excepcional capital humano<br />

del que dispone.<br />

Y es justamente la conmoción que ha<br />

tocado íntimamente a la gran mayoría<br />

de argentinos lo que ha sobrepasado<br />

los umbrales de estupor e indignación<br />

en una sociedad ya descreída de sus<br />

instituciones, que convive con el apriete<br />

mafioso, el engaño y la tergiversación<br />

de la realidad por parte de quienes ostentan<br />

el poder. La Marcha del Silencio,<br />

desarrollada el 18 de febrero, a un mes<br />

de la muerte del fiscal, logró agrupar a<br />

líderes políticos, artistas y académicos<br />

en torno a una manifestación que fue<br />

primariamente convocada para honrar<br />

la muerte de Nisman, pero que rápidamente<br />

adoptó un cariz que trascendió<br />

cualquier personalismo, ubicándose en<br />

sí misma más como un anhelo de cambio<br />

que como un homenaje.<br />

Dicha marcha, denominada 18F (que<br />

alude precisamente a la fecha, en una<br />

suerte de acrónimo tanto simbológico<br />

como “marketero”), contó con la presencia<br />

de más de 400,000 personas que<br />

desfilaron por las calles de Buenos Aires<br />

bajo una lluvia torrencial, lo que le agregó<br />

dramatismo a las ya de por sí conmovedoras<br />

imágenes de familias enteras<br />

cobijadas por paraguas y “pilotos”<br />

(abrigos) amarrados a la cintura.<br />

Pero esta manifestación no solo demuestra<br />

el hartazgo de un vasto sector<br />

de la sociedad argentina frente a la división<br />

y el amedrentamiento, frente a la<br />

proliferación de prácticas mafiosas que<br />

sus propias autoridades exhiben sin empacho,<br />

desconociendo flagrantemente<br />

el imperio de la ley en cada uno de los<br />

actos públicos de quienes son los primeros<br />

llamados a respetarla. Tampoco permite<br />

únicamente empoderar a un grupo<br />

de jueces y fiscales que se resiste a sucumbir<br />

ante el poderoso andamiaje político<br />

de la presión y la amenaza. Lo que<br />

la manifestación parece haber logrado,<br />

desde lo trascendental, es que el pueblo<br />

argentino se ponga por fin de pie en torno<br />

a un proyecto común y aglutinante,<br />

que atañe directamente a las bases más<br />

primarias de la construcción social: la tolerancia,<br />

el respeto a las ideas ajenas,<br />

cimientos de todo proceso de institucionalización<br />

republicano.<br />

Reducir la marcha a un mero enfrentamiento<br />

entre oficialismo y oposición,<br />

como pretende el gobierno de Cristina<br />

Fernández de Kirchner y sus acólitos<br />

(quienes han llegado hasta a denominarla<br />

un golpe blando), es no comprender<br />

la magnitud del sentimiento que la<br />

muerte del fiscal ha producido en la<br />

sociedad argentina. Como señala el<br />

periodista Luis Majul, la multitudinaria<br />

y estruendosa Marcha del Silencio no<br />

fue contra la presidenta, sino que pasó<br />

“por encima” de ella. La manifestación<br />

fue y es tan trascendente que reducirla<br />

a una pelea entre el Gobierno y la oposición<br />

no solo deja “fuera de escuadra”<br />

a la mandataria, sino que la empequeñece<br />

todavía más.<br />

Y ES JUSTAMENTE LA<br />

CONMOCIÓN QUE HA<br />

TOCADO ÍNTIMAMENTE<br />

A LA GRAN MAYORÍA<br />

DE ARGENTINOS LO<br />

QUE HA SOBREPASADO<br />

LOS UMBRALES<br />

DE ESTUPOR E<br />

INDIGNACIÓN EN<br />

UNA SOCIEDAD YA<br />

DESCREÍDA DE SUS<br />

INSTITUCIONES.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!