Leonardo Favio se fue de Ñuñoa con una bandera chilena en el ...

“Si tuviera que recordar un momento
especial, distinto, de esta visita a Chile, es el
instante en que el alcalde de Ñuñoa me entregó
una bandera chilena. Eso me llegó al alma”,
dice Leonardo Favio cuando se refiere a su
emotiva presentación en el parque posterior
de la Casa de la Cultura, durante la última
jornada de los Festivales de Verano 2003.
Allí, ante unas siete mil personas que
repletaron el escenario levantado entre los
árboles, Favio lo cantó todo: sus éxitos de
siempre, tales como Simplemente una Rosa,
Muchacha de Abril, Ella ya me Olvidó y también
nuevas canciones. Todas románticas, que
hablan de amor, de lugares, de rincones... Su
recia voz conmovió una vez más a los chilenos,
que lo escucharon extasiados, especialmente
ellas, que le pedían a viva voz más
interpretaciones.
Dos regalos inolvidables
Hace 34 años ocurrió un fenómeno parecido,
cuando cantó por primera vez en Chile, entre
los árboles de la Quinta Vergara, en Viña del
Mar. Y hay más semejanzas, como recuerda
en el hotel de la comuna de Providencia donde
conversó con El Ñuñoíno: “Yo recibí, en 1969,
un regalo que tengo guardado entre
mis mejores recuerdos. Fue una
cajita metálica q u e m e
obsequiaron durante mi
presentación
en Viña del
Mar. Ahora
Festivales de Verano 2003
recibí algo más simbólico y que realmente me
impactó: una bandera chilena”.
Leonardo Favio cuenta que para él estar
en Chile es volver a su segunda patria. “Es
que yo soy mendocino. Crecí al lado de las
montañas, cerquita de ustedes. En Luján de
Cuyo conocí a un chileno que me enseñó a
puntear la guitarra. Otto, se llamaba. Y nosotros
le decíamos Don Arroyo. Era un zapatero, que
hacía zapatos y sacaba brillo al cuero con
puntas de vidrio”.
Por eso y por el cariño que le demostró el
público que repletó el anfiteatro levantado en
la Casa de la Cultura de Ñuñoa, afirma que
se lleva la bandera chilena que le regaló el
alcalde Pedro Sabat como el mejor de los
trofeos que ha recibido en su carrera.
Canto lo que me nace
En estos 34 años de carrera no ha parado
de componer ni de cantar.
Pronto saldrá a la venta
un nuevo disco con
nuevas canciones,
muchas de las cuales
ya son parte de su
repertorio cuando
sale en giras
como la que
ahora lo trajo
Página 10
La que le regalaron en Ñuñoa
Favio con la bandera chilena en el corazón
hasta Ñuñoa. Un trabajo que hasta ahora no
tiene título y el que mantiene en reserva a la
espera de la campaña promocional.
-¿En qué te inspiras para componer y
cantar?
-En el bolsillo. Es mi trabajo y tengo que
ganarme la vida cantando, así es que debo
componer lo que le guste al público -dice
pragmático.
Sin embargo, reconoce que le gusta
componer canciones que tengan un buen nivel,
con letras que digan algo, que describan
situaciones, sentimientos. Que sean
entretenidas. “Escribo sobre lo que todos nos
pasa en la vida. El amor, las pequeñas cosas,
la gente... Y lo que hago le gusta a las personas
que me escuchan”.
Aunque afirma no ser político, admite ser
justicialista. Y expresa que lo que está pasando
en su país, los niños muertos, la crisis
económica, le da mucha pena y rabia. “Y
cuando tengo rabia no puedo inspirarme”, dice
explicando que la situación Argentina no le
sirve de fuente de inspiración para nada. Pero
es optimista: “Ya estamos saliendo, de a poco.
Creo que si empleamos buen criterio, este
sacudón va a tener su lado positivo, porque
nos hará recapacitar a los argentinos para no
seguir viviendo en el país de ficción que
creíamos tener. Ahora tenemos que
enfrentarnos a la dura realidad: a lo que somos
y no lo que pretendíamos ser”.
Dice que todo lo que ha ocurrido lo enoja.
“Y cuando estás enojado no puedes
escribir con fluidez ni abundancia,
a menos que sea para protestar. Y
yo prefiero observar los
acontecimientos en silencio. Otros,
como Víctor Heredia si tienen un
estilo de protesta. Yo no: no me saldría
veraz. En cambio son otras pequeñas
cosas las que me dan pretexto para poder
cantar”, concluye.
Leonardo Favio parte de Chile para
realizar una gira por diversas ciudades
de Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia,
Centroamérica y Estados Unidos. Y en
agosto estará de vuelta, para recorrer Chile
de Iquique a Punta Arenas con sus
canciones.
Recorrerá el mundo llevándose en el
corazón esa bandera chilena que recibió
en Ñuñoa. “Me sentí muy bien en Ñuñoa
y me voy profundamente agradecido de
que los ñuñoínos me hayan acogido tan
bien”, se despide.