Zonas protegidas - Confederación Hidrográfica del Tajo

vinculación a las masas de agua delimitadas, el grado de naturalidad del entorno,
a influencia de factores antropogénicos (vertidos, embalses) y el estado ecológico.
3.8.2 Concepto de reserva natural fluvial
El Reglamento de la Planificación Hidrológica (aprobado por el RD 907/2007, de 6
de julio), determina en su artículo 4.b.c’. como contenido obligatorio de los planes
hidrológicos de cuenca las reservas naturales fluviales, que tendrán por finalidad la
preservación sin alteraciones de tramos de río con escasa o nula actividad
humana, y se circunscribirán estrictamente a bienes de dominio público hidráulico.
El artículo 22 de dicho Reglamento concreta más la figura de la Reserva Natural
Fluvial, estableciendo como características principales:
De aplicación a ecosistemas acuáticos fluviales con un alto grado de
naturalidad. Para su identificación se tendrán en cuenta la naturalidad de su
cuenca, las actividades humanas que puedan influir en sus características
fisicoquímicas e hidrológicas, la incidencia de la regulación del flujo de
agua y la presencia de alteraciones morfológicas.
Su estado ecológico debe ser muy bueno, por lo que podrán considerarse
como sitios de referencia.
Su declaración corresponde a las administraciones competentes de la
demarcación, o al Ministerio de Medio Ambiente. Una vez declaradas se
incorporarán al Registro de Zonas Protegidas de la demarcación.
Las actividades humanas que puedan suponer una presión significativa
sobre las zonas declaradas reserva natural fluvial se someterán a un análisis
específico de presiones e impactos, y sólo podrán ser autorizadas cuando
los efectos negativos no sean significativos ni supongan un riesgo a largo
plazo. Los criterios para determinar dichas presiones significativas se
establecerán en el plan hidrológico.
Con anterioridad, la Ley del Plan Hidrológico Nacional (Ley 10/2001, de 5 de julio)
contemplaba en su artículo 25 una figura similar, las denominadas “Reservas
Hidrológicas por Motivos Ambientales”, cuyas características, en gran parte
coincidentes con las de las reservas naturales fluviales, son en síntesis:
Su finalidad es la protección y conservación de bienes de dominio público
hidráulico que, por sus especiales características o su importancia
hidrológica, merezcan una especial protección.
Específicamente puede aplicarse para reservar determinados ríos, tramos de
ríos, acuíferos o masas de agua con objeto de su conservación en estado
natural, pudiendo implicar la prohibición de otorgar autorizaciones o
concesiones sobre el bien reservado.
Su declaración compete al Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio
de Medio Ambiente, previo informe de las Comunidades Autónomas
afectadas
Los planes hidrológicos de cuenca incorporarán las referidas reservas, y las
considerarán como limitaciones a introducir en los análisis de sus sistemas de
explotación.
Por su parte, el Texto Refundido de la Ley de Aguas no contemplaba las reservas
naturales fluviales en su primitiva redacción aprobada por el Real Decreto
Legislativo 1/2001, de 20 de julio. Dicha figura de protección fue introducida por la
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