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EJECUCIÓN DE LA QUEMA
Vigilancia de la quema: una vez que se inicia la quema, el responsable
deberá estar presente desde el inicio de la quema hasta el final de la misma,
con el fin de mantener el fuego bajo control, verificar que existe una extinción
total y reducir el riesgo de reigniciones que favorezcan la presencia de
incendios no deseados o daños a la propiedad vecina.
Monitoreo de las condiciones del tiempo atmosférico: el responsable de
la quema, deberá monitorear las condiciones meteorológicas, tales como la
velocidad y dirección del viento, la época de quema y la técnica de ignición, a
fin de evitar que el humo de la quema perjudique las actividades de las
personas o poblaciones, vecinas al lugar de quema.
Horarios para realizar la quema: las quemas
deben realizarse por las mañanas, como máximo
hasta las 11:00 horas; con vientos menores a 10 km
por hora (ver 3-3-3) y humedades relativas mayores
a 40 %.
Cuándo detener la quema: con el fin de evitar el escape de la quema, el
responsable evaluará las condiciones meteorológicas, principalmente la
velocidad del viento, las temperaturas y la sequía; si éstas resultaran
extremas, deberá posponer la quema hasta que las condiciones sean
similares a las señaladas anteriormente. El responsable de la quema deberá
reconocer que durante el día y conforme pasan las horas, el tiempo
atmosférico cambia; la temperatura se eleva paulatinamente durante la
mañana y parte de la tarde, los combustibles ligeros pierden humedad y el
comportamiento del fuego se hace más complejo.
Duración de la quema: el responsable de la quema, deberá tener siempre
presente que la duración de la quema, no deberá hacerse durante horas
cuando los factores del tiempo atmosférico son extremos durante el día, lo
cual ocurre normalmente entre las 12:00 a las 17:00 horas.
Manejo de la dispersión del humo: en las quemas en donde los terrenos
estén a menos de 10 km de las poblaciones cercanas, el responsable deberá
esperar a que la dirección del viento vaya en sentido contrario en donde
están dichas poblaciones, para evitar que el humo de la quema los afecte.
Así también se deberá tener en cuenta que el humo de la quema no produzca
contaminación visual en rutas o caminos con tráfico considerable.