Folclor Urbano Latinoamericano

Chamamé le canta al amor, a la región, a la familia, se detiene a cantarle
a una flor, al viento, pero bueno, tiene eso de los guaraníes no? muy
romántico, pero también tiene esa garra, vos podés tocar el Chamamé
mas triste y con el dolor tan grande en el alma y podés tocar uno que te
haga bailar de alegría, son muchos estados. Yo en mis composiciones
soy bastante romántica. Si tenemos que hablar como trasciende el
Chamamé, bueno, hay muchos intérpretes que han ido rompiendo
amalgamas que son como las capas de la cebolla, que se tienen que ir
cayendo, pero sin dejar de estar lo anterior porque todas vienen del
centro. Yo lamentablemente no la pude conocer a mi abuela ni mi
abuelo, que también tocaban acordeón, si conocí a mi “Nono Octavio”
que es el padre de mi mamá y que tocaba la armónica. Cuando yo tenía
9 a 10 años, nos sentábamos bajo la higuera, me pedía que trajera mi
guitarra y agua del aljibe, por que se le secaba la boca. Yo lo
acompañaba como a mí me nacía, tres o cuatro temas, por que luego se
cansaba y era lo que le nacía. A él nadie le había enseñado. A mí me
preguntan es difícil tocar el acordeón y yo les digo, que se yo, siempre
estuvo ahí, como la música, no sabría decirte como seria la vida de otra
manera, por que siempre estuvo.
Julio 2013, Córdoba.
Desde el radio de los autos, en kioscos, y facultades, percibo no solo la tonada
particular del cordobés, sino también este ritmo alegre y festivo llamado
“Cuarteto” que me he propuesto conocer. Es mi idea asistir a un baile donde
pueda familiarizarme con el ritmo, por supuesto bailarlo y por que no, conocer a
alguien que le interese contarme de que trata esta expresión tan arraigada.
Es así como conozco a “Charly”, Braian Cisternas del Barrio Bella Vista, quien
estudia letras en la Universidad de Córdoba y que también toca Cuarteto. Con
guitarra en mano se toca un cuarteto y así parte nuestra conversación:
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