4 COLABORACIONES• CONCILIOS <strong>de</strong> la iglesiaPÍO IXJosé Carlos VizueteLA GRAN RESPUESTA ALA VOCACIÓN LAICALLa fama <strong>de</strong> «liberal» al nuevo Papa,¿<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> le venía? En 1827 LeónXII lo había nombrado arzobispo<strong>de</strong> Spoleto y allí, durante las revueltas<strong>de</strong> 1831, <strong>de</strong>fendió a los revolucionariositalianos frenteal general austriaco queexigía su entrega inmediata. Al año siguientefue trasladado a la diócesis <strong>de</strong>Imola, en la que acometió numerosasreformas. Fue aquí don<strong>de</strong> se ganó elaprecio <strong>de</strong> los liberales y una reputación<strong>de</strong> «liberal» con la que entró en el cónclave<strong>de</strong> 1846.Los testimonios <strong>de</strong> la época indicanque el car<strong>de</strong>nal Mastai <strong>de</strong>bía tal famamás a su abierta crítica al gobierno temporal<strong>de</strong> Gregorio XVI sobre los EstadosPontificios, que a su afinidad i<strong>de</strong>ológicacon los neogüelfos -partidarios <strong>de</strong> queel Pontífice fuera la cabeza <strong>de</strong> la confe<strong>de</strong>raciónitaliana- o los liberales y nacionalistasrevolucionarios. Pero paramuchos con Pío IX se sentaba en la cátedra<strong>de</strong> San Pedro un liberal.Las primeras medidas que tomóparecían confirmarlo: reformó la administración,concedió un cierto grado <strong>de</strong>libertad <strong>de</strong> prensa, <strong>de</strong>cidió construir unferrocarril e iluminar las calles <strong>de</strong> Romacon gas, se habló <strong>de</strong> liberalizar el CódigoPenal y, sobre todo, concedió unaamnistía a los adversarios políticos.Pero su primera encíclica, «Quipluribus»(9-XI-1846), enlazaba directamentecon el magisterio <strong>de</strong> los Papasprece<strong>de</strong>ntes.Durante el año 1848 tuvo lugar latercera oleada revolucionaria en Europa,en la que confluyeron los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong>la burguesía <strong>de</strong> conquistar el po<strong>de</strong>r políticocon las primeras manifestaciones<strong>de</strong>l movimiento obrero y el sentimientonacional en los países plurinacionales oen los divididos. La revolución tambiénllegó a Roma y Pío IX hubo <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar laciudad para refugiarse en Gaeta.La breve y violenta experiencia revolucionariafue <strong>de</strong>cisiva en el cambio<strong>de</strong> actitud <strong>de</strong>l Pontífice que en los añossiguientes se empeñará en clarificar larelación que <strong>de</strong>be existir entre la Iglesiay el «mundo mo<strong>de</strong>rno», es <strong>de</strong>cir, elque se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong>l principio liberal <strong>de</strong> laautonomía <strong>de</strong>l individuo.Una conciliaciónque no pareceposible y que haproducido gran<strong>de</strong>sdivisiones entre loscatólicos.•José Díaz RincónLos interesantes objetivos <strong>de</strong>l PlanPastoral Diocesano <strong>de</strong> este cursonos <strong>de</strong>ben llevar a impulsar lacoherencia entre la fe y la vida, que estoes la santidad, <strong>de</strong>spertando en todoslos creyentes la respuesta a la vocacióno llamada que cada uno recibimos <strong>de</strong>Dios. Los seglares <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>scubrir,como contenido <strong>de</strong> esta vocación, la necesidad<strong>de</strong>l asociacionismo. El incorporarsea una asociación católica suponela mejor respuesta a nuestra vocación,el medio más eficaz para la formación yayuda mutua. Es la forma más eficaz <strong>de</strong>trabajar apostólicamente. Así <strong>de</strong> claro.Si siempre fue necesario en la Iglesia, lavida mo<strong>de</strong>rna lo hace más inexcusable.Me permito recordaros una Asociaciónsingular, profundamente eclesialy nítidamente seglar, con una finalida<strong>de</strong>ducativa y evangelizadora, que llevamás <strong>de</strong> un siglo y medio trabajandoen la Iglesia y en el mundo, con frutosespectaculares. Nació en el seno <strong>de</strong> laIglesia, porque el Espíritu Santo la suscitóen el Pueblo <strong>de</strong> Dios, por eso carece<strong>de</strong> fundador humano. Tiene una estrecharelación con el ministerio pastoral.Es maestra <strong>de</strong> formación a todos los nivelesy en todas las eda<strong>de</strong>s. Ha superadotodas las vicisitu<strong>de</strong>s, pruebas, crisisy problemas que surgen en la vida convulsa<strong>de</strong> nuestras socieda<strong>de</strong>s contemporáneas.Se llama «Acción Católica».Todos la conocemos por sus obras, comoel fruto <strong>de</strong>l árbol <strong>de</strong>l que nos hablaJesús. Muchos cristianos, en distintasgeneraciones, hemos sido formados porella. De su fecundidad han surgido nuevasrealida<strong>de</strong>s eclesiales y sociales. Elparticipar en esta asociación es la granrespuesta a la vocación laical.No se trata <strong>de</strong> algo pasadoAlgunas personas, cuando se les habla opropone la Acción Católica, la asocianal pasado o lo que es peor, al «nacionalcatolicismo».Esto sólo refleja superficialida<strong>de</strong> ignorancia. La AcciónCatólica vivió en esa y otras etapas muycomplicadas, sin que se pueda i<strong>de</strong>ntificarsu i<strong>de</strong>ntidad con ninguna situacióno realidad política. Por supuesto, susmiembros, como laicos, pue<strong>de</strong>n tenersus legítimas opciones. La Acción Católicacomo le ocurre a otras institucionesvitales, como la Iglesia, las ór<strong>de</strong>nesreligiosas, la familia, el ejército, la escuela,la universidad... viven las situacioneshistóricas que se suce<strong>de</strong>n, peroson algo muy distinto, que superan esascontingencias, y sus objetivos se renuevany adaptan a su misión y a sus principiosen cada época.Soy testigo que en anteriores situacionesla Acción Católica ha sido la mejorayuda espiritual y humana en todoslos sentidos. En la guerra fue el mejoralcázar para la permanencia y <strong>de</strong>fensa<strong>de</strong> la fe. En la posguerra fue el gran baluarte,la más eficiente organización <strong>de</strong>la caridad para tantas necesida<strong>de</strong>s y laconciencia más crítica <strong>de</strong> los políticos<strong>de</strong> turno. Como ocurre exactamente enla actualidad.Reclamamos mucho respeto y atencióna esta organización. La visión profética<strong>de</strong> Isaías (43,18) se cumple hoyen la Acción Católica: «Mirad que algoestá surgiendo, ya está brotando ¿nolo notáis?» Os invito a los que os sintáisllamados y queráis ser testigos <strong>de</strong>Jesucristo a que os incorporéis a estaasociación laical y jerárquica que aglutinaa todas las eda<strong>de</strong>s y clases sociales.Tendréis la gracia <strong>de</strong> militar en unaOrganización que se caracteriza por suapostolicidad-seglaridad-organicidadjerarquicidad(AS 20).Todos los Papas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que surgiócon el beato Pío IX hasta hoy, la hanrespaldado, mimado y orientado. Le oípersonalmente a Pablo IV, dos mesesantes <strong>de</strong> morir, algo apasionante y quesigue siendo verdad: «La Acción Católicaes la fórmula <strong>de</strong>l apostolado seglarno superada». Los últimos discursos<strong>de</strong> Juan Pablo II y Benedicto XVI a laAcción Católica son impresionantes y<strong>de</strong> interés excepcional.A mí me llegan aestremecer, me estimulany confortan. Avosotros igual, os loaseguro.•PADRE NUESTRO / <strong>23</strong> DE MARZO DE 2014
• obispos en el cONCILIO Vaticano IICOLABORACIONES 5Karol Wojtyla (5)Juan Carlos Mateos GonzÁlezLa cuarta etapa <strong>de</strong>l Concilio comienzacon el <strong>de</strong>bate sobre la libertad religiosa.Wojtyla interviene con unagran alocución, que divi<strong>de</strong> en tres partes:la primera, no ve bien separar drásticamentelos capítulos segundo y tercero <strong>de</strong>lesquema, que trataban sucesivamente <strong>de</strong>la libertad religiosa a la luz <strong>de</strong> la razón y ala luz <strong>de</strong> la revelación; la segunda, insisteen la responsabilidad <strong>de</strong> la libertad religiosa.La libertad busca la verdad y no esuna mera libertad <strong>de</strong> opinión: «Si en esteasunto soy libre, también soy responsable».Y, la última, alu<strong>de</strong> a los límites <strong>de</strong> lalibertad religiosa. El <strong>de</strong>recho a la libertadreligiosa no pue<strong>de</strong> ser pisoteado por unaley positiva, pues es un <strong>de</strong>recho natural<strong>de</strong> la persona, cuyos límites los marca laley moral. Algunos aspectos concretos <strong>de</strong>aquella «excelente intervención» –segúnla califica De Lubac–, entraron en la redacciónfinal <strong>de</strong>l documento.El Esquema XIII, la futura Gaudiumet Spes, se presentó al Aula el 21 <strong>de</strong> septiembre.Wojtyla tomó la palabra el 28 <strong>de</strong>septiembre. Subraya con fuerza la índolepastoral <strong>de</strong>l texto y, precisamente enese tono pastoral se fundamenta la granatención que el Esquema <strong>de</strong>dica a la personahumana en la sección doctrinal. Ensu intervención no oculta «el déficit soteriológico»<strong>de</strong>l documento, teniendo encuenta el poco énfasis que le da a la obra<strong>de</strong> la Re<strong>de</strong>nción, realizada en la Cruz.«Por ello, –dice Wojtyla– al texto le faltarealismo cristiano». Y a continuaciónaña<strong>de</strong>: «La Iglesia quiere prestar al mundoun servicio, pero sobre todo el servicio<strong>de</strong> la salvación eterna, que trascien<strong>de</strong>toda la finalidad inmanente <strong>de</strong>l mundo».La segunda parte <strong>de</strong> su discurso la <strong>de</strong>dicóal problema <strong>de</strong>l ateísmo, una cuestióncomplementaria <strong>de</strong> la libertad religiosa.El hombre ateo –dice Wojtyla– es el quevive en una «soledad escatológica». Fuesu última intervención oral en el Concilio,a la que adjuntó dos textos escritos.La puesta en prácticaEl 26 <strong>de</strong> octubre concluye el <strong>de</strong>bate sobreel <strong>de</strong>creto <strong>de</strong>dicado al ministerio y lavida <strong>de</strong> los presbíteros. El arzobispo <strong>de</strong>Cracovia, acogiéndose a una posibilidadque ofrecía el reglamento, envió un «voto»por escrito, en el que propone: a) lasantificación <strong>de</strong> los sacerdotes se realizapor medio <strong>de</strong>l ministerio pastoral o, dichocon palabras <strong>de</strong> Wojtyla: «La eficacia <strong>de</strong>lministerio pastoral se basa en la santidadpersonal <strong>de</strong>l sacerdote, pero ha <strong>de</strong> estarprecavido, porque la excesiva actividad,a veces, disminuye y aun extingue su personalvida interior»; b) exhorta a que «lossacerdotes tengan una profunda vivencia<strong>de</strong> su participación ontológica en el Sacerdocio<strong>de</strong> Cristo» y c) pi<strong>de</strong> que «los sacerdotestengan una verda<strong>de</strong>ra solicitudpastoral no solo con y hacia losseglares, sino también hacia susmismos hermanos sacerdotes».Des<strong>de</strong> la clausura <strong>de</strong>l VaticanoII, Wojtyia se esforzó <strong>de</strong>nodadamentepor la puesta enpráctica <strong>de</strong>l Concilio. «Sobre labase <strong>de</strong> la experiencia conciliar–dice el arzobispo <strong>de</strong> Cracovia– escribíel libro ‘La renovación en sus fuentes’. Alcomienzo afirmaba que éste quería ser unintento <strong>de</strong> pagar la <strong>de</strong>uda contraída con elEspíritu Santo por participar en el Concilio.Sí, el Concilio tuvo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí algo<strong>de</strong> Pentecostés: dirigió al episcopado <strong>de</strong>todo el mundo, y por tanto a la Iglesia, porlas vías por las que había que proce<strong>de</strong>r alfinal <strong>de</strong>l segundo milenio. En aquellaspáginas procuré recoger, por así <strong>de</strong>cir, elnúcleo <strong>de</strong> las enseñanzas <strong>de</strong>l Concilio…Nuestra fe en la Iglesia ha sido renovaday profundizada por el Concilio. La fe enla Iglesia, como enseña el Vaticano II, noslleva a replantearnos ciertos esquematismosrígidos, teniendo muy en cuenta quetodo bautizado participa <strong>de</strong> la misión profética,sacerdotal y regia <strong>de</strong> Cristo». Wojtylaconcluye: «No se trata <strong>de</strong> cambiar <strong>de</strong>conceptos, sino <strong>de</strong> renovar las actitu<strong>de</strong>s».El libro se publicó en 1972, con ocasión<strong>de</strong>l décimo aniversario <strong>de</strong> la inauguración<strong>de</strong>l Vaticano II. Des<strong>de</strong> el mismomomento que tomó posesión como arzobispo,siempre quiso que Cracovia se impregnara«<strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong>l Concilio y <strong>de</strong>lespíritu <strong>de</strong> la Iglesia». Wojtyla, obispo enel Concilio, escribe como un maestro <strong>de</strong>la fe: «No tratamos <strong>de</strong> dar una explicación<strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong>l Vaticano II comotal, sino más bien buscar en elmagisterio conciliar la respuestaa las preguntas <strong>de</strong> carácter existencial:¿Qué significa ser creyente,ser cristiano y estar en laIglesia?»n<strong>23</strong> DE MARZO DE 2014 / PADRE NUESTRO