3.2. Biología, ecología e impactos que provocaen los medios que inva<strong>de</strong>El conocimiento <strong>de</strong> la biología y la ecología <strong>de</strong> una especieinvasora es fundamental <strong>para</strong>:a) Establecer priorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> intervención.y en su primera estación <strong>de</strong> crecimiento se <strong>de</strong>sarrollanverticalmente y producen únicamente tejido fotosintético.Estos tallos jóvenes conviven con otros <strong>de</strong> diversas eda<strong>de</strong>s,<strong>de</strong> modo que en un cañaveral po<strong>de</strong>mos encontrar:a) Tallos o cañas <strong>de</strong> primer año enteramente ver<strong>de</strong>s durantesus primeros meses <strong>de</strong> vida.16b) Determinar cuáles son los mejores métodos <strong>de</strong> <strong>control</strong>.c) Incrementar la resistencia a la invasión <strong>de</strong> los ecosistemasnativos mediante técnicas <strong>de</strong> restauración que minimicenlos recursos disponibles <strong>para</strong> la especie invasoraque se preten<strong>de</strong> combatir.Por estas razones, esta sección ofrece una síntesis <strong>de</strong> losaspectos conocidos <strong>de</strong> su ciclo vital y <strong>de</strong> los factores qu<strong>el</strong>o gobiernan. En este sentido, hay que subrayar que existencuestiones r<strong>el</strong>ativas a la biología <strong>de</strong> esta especie quetodavía han sido poco estudiadas o sobre las que diferentesexperiencias arrojan resultados que podrían consi<strong>de</strong>rarsecontradictorios. No en vano, buena parte d<strong>el</strong>conocimiento disponible sobre su ecología proviene <strong>de</strong>experiencias <strong>de</strong> laboratorio o <strong>de</strong> cultivo y las observaciones<strong>de</strong> campo en ocasiones contradicen esos resultados.Pero también es cierto que la variabilidad <strong>de</strong> la respuesta<strong>de</strong> la caña a diversos factores podría ser interpretadacomo una muestra más <strong>de</strong> su plasticidad, lo cual, si setiene en cuenta su <strong>el</strong>evada productividad y capacidad <strong>de</strong>dispersión, supone un reto añadido <strong>para</strong> cualquier intento<strong>de</strong> <strong>control</strong> <strong>de</strong> esta especie invasora.A pesar <strong>de</strong> las lagunas <strong>de</strong> conocimiento que como se indicatodavía existen —algo sorpren<strong>de</strong>nte si se tiene en cuentala cantidad <strong>de</strong> recursos que se invierten en <strong>el</strong> <strong>control</strong> <strong>de</strong> A.<strong>donax</strong> en todo <strong>el</strong> mundo— es posible extraer información<strong>de</strong> r<strong>el</strong>evancia <strong>para</strong> su gestión, tal y como se comprobaráen los siguientes apartados.3.2.1. BiologíaEn las regiones <strong>de</strong> clima mediterráneo, A. <strong>donax</strong> exhibeun crecimiento estacional, gobernado por la temperatura.Según Spencer y Ksan<strong>de</strong>r (2006) por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> 7 °C <strong>el</strong> rizoma<strong>de</strong>ja <strong>de</strong> emitir tallos, mientras que por encima <strong>de</strong> los30 °C también se produce una inhibición <strong>de</strong> la brotación.Por <strong>el</strong> contrario, otros autores consi<strong>de</strong>ran que la producción<strong>de</strong> brotes es gobernada por factores intrínsecos,como <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> <strong>de</strong> carbohidratos almacenados, más quepor factores externos (Quinn y Holt 2009). En cualquiercaso, en los territorios con alternancia <strong>de</strong> estaciones, losnuevos tallos emergen durante la primavera y <strong>el</strong> verano,b) Cañas <strong>de</strong> dos o más años, ya lignificadas y ramificadassecundariamente.c) Abundantes cañas muertas, ramificadas o no.La proporción <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> estos grupos <strong>de</strong>ntro d<strong>el</strong>cañaveral <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá, entre otras cosas, <strong>de</strong> su edad o d<strong>el</strong>as condiciones ambientales en las que crezca, pero esun aspecto poco estudiado. De igual modo, tampoco seconoce la longevidad <strong>de</strong> las cañas, si bien se sabe quepue<strong>de</strong>n vivir más <strong>de</strong> dos años.Hacia finales <strong>de</strong> agosto, las hojas inferiores <strong>de</strong> las cañasen su primer año <strong>de</strong> vida comienzan a secarse. Esteproceso continúa durante <strong>el</strong> otoño, cuando <strong>el</strong> contenidoen agua <strong>de</strong> la parte aérea disminuye, en <strong>para</strong>l<strong>el</strong>o a unagradual lignificación, pérdida d<strong>el</strong> color ver<strong>de</strong> y reducción<strong>de</strong> su actividad fisiológica. Esto es <strong>de</strong>bido a unas temperaturasprogresivamente más bajas, entre otros factores.También en esta época se produce la floración y los tallosaparecen coronados por inflorescencias plumosas (figura7). Estos procesos son acompañados por un transporte<strong>de</strong> carbohidratos solubles a través d<strong>el</strong> floema, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laparte aérea hacia los órganos <strong>de</strong> almacenamiento subterráneos,lo que se traduce en un menor contenido enestos compuestos en las hojas si se com<strong>para</strong>n con losniv<strong>el</strong>es medidos en primavera y verano (Decruyenaere yHolt 2001). De hecho, en la caña se produce una alternanciaentre asignación <strong>de</strong> nutrientes a la parte aérea enprimavera y verano, y a la parte subterránea en otoñoe invierno (Dudley 2000). Por esta razón, la fumigacióncon herbicidas sistémicos transportados por <strong>el</strong> floemaserá más eficaz si se realiza a finales <strong>de</strong> verano, ya quealcanzará <strong>el</strong> sistema radicular con mayor probabilidad.Transcurrido <strong>el</strong> invierno, con <strong>el</strong> inicio <strong>de</strong> la segunda estación<strong>de</strong> crecimiento, se produce la emisión <strong>de</strong> ramaslaterales a partir <strong>de</strong> las yemas axilares presentes en losnudos (Decruyenaere y Holt 2001). Estas ramas constituyen<strong>el</strong> 75% d<strong>el</strong> área foliar <strong>de</strong> un cañaveral maduro (figura8). A pesar <strong>de</strong> esta ramificación, la estructura d<strong>el</strong> cañaveralcontinúa siendo la <strong>de</strong> una formación poco intricada yhomogénea, integrada esencialmente por <strong>el</strong>ementos verticalesy <strong>de</strong>sprovista <strong>de</strong> un estrato arbustivo, <strong>de</strong>splazado
Figura 7. Arriba. Dos aspectos <strong>de</strong> las inflorescencias plumosas <strong>de</strong> A. <strong>donax</strong>, que aparecen en <strong>el</strong> extremo <strong>de</strong> los tallos hacia finales <strong>de</strong> agosto. Imágenes: SimónFos Martín. Abajo. Aspecto invernal <strong>de</strong> un cañaveral en reposo vegetativo con su característico color pardo. Imágen: DGA (MAGRAMA) – TRAGSA.17