P A N O R A M A M U N D I A LEs, sin duda, la oración más famosapronunciada alguna vez: «Padrenuestro que estás en el cielo,santificado sea tu nombre» (Mat. 6:9).Conocida como «El Padrenuestro»,este pasaje de las Escrituras registrala oración simple pero profunda queJesús enseñó a sus discípulos durante elSermón del Monte.«Cuando ores –advirtió Jesús a cadauno de sus seguidores–, no seas comolos hipócritas […]. Entra en tu cuarto,cierra la puerta y ora a tu Padre queestá en secreto; y tu Padre, que ve en losecreto, te recompensará en público»(Mat. 6:5, 6).Otras oraciones de Jesús incluyenaquella en la que alabó a Dios por la reve lación dada a los niños (Mat. 11:25, 26),la oración para levantar a Lázaro de losmuertos (Juan 11:41, 42), una oraciónpara gloria del Padre (Juan 12:28),oraciones por la iglesia (Juan 17:1-26),de liberación (Mat. 6:9-13), de perdón alos demás (Luc. 23:34) y de obediencia(Luc. 23:46).Un pueblo de oraciónAdemás de las hermosas oracionesde Jesús, la Biblia registra las oracionesde otros setenta y cuatro individuos.Estas oraciones abarcan toda la gama deemociones humanas. Habacuc oró porliberación (Hab. 3:1-19); los discípulosde Cristo clamaron pidiendo valor(Hech. 4:24-31); Agar oró pidiendoconsuelo (Gén. 21:14-20); mientras queJosafat oró pidiendo victoria (2 Crón.18:31); Cornelio oró por iluminación(Hech. 10:1-33); y Daniel oró pidiendoconocimiento (Dan. 2:17-23); tantoPedro como Elías oraron (con éxito)para resucitar a un muerto (Hech. 9:40;1 Rey. 17:17-22); Ana oró de corazón porun hijo (1 Sam. 1:10-17); y Rebeca oróTed N. C. WilsonoraciónLapersistenteJamás debemosdarnos por vencidos8 Adventist World | <strong>Sept</strong>iembre <strong>2014</strong>fotografía: Joel Joseph
¿Hadescubiertousted elgozo y elprivilegiode laoración?para poder entender (Gén. 25:22, 23);Josué rogó por ayuda y misericordia(Jos. 7:6-9); y un leproso oró para sersanado (Mat. 8:2,3).La sanidad, la orientación, la justicia,la misericordia, las bendiciones y lasabiduría: estas son algunas de las cosasque a lo largo de las edades han experimentadolos creyentes al acercarse aDios mediante la oración.El gozo y el privilegio de orar¿Ha descubierto usted el gozo y elprivilegio de orar? «Orar es el acto deabrir nuestro corazón a Dios como aun amigo –se nos dice en un familiarpasaje de la clásica obra El camino aCristo, de Elena White (p. 93)–. No esque se necesite esto para que Dios sepalo que somos, sino a fin de capacitarnospara recibirle. La oración no bajaa Dios hacia nosotros, antes bien noseleva a él».Necesitamos orar por muchas cosas,lo que incluye la humildad de reconocera Dios como el líder de nuestra vida ydel movimiento adventista. Este movimientofue establecido para anunciarel gran amor de Dios por este mundo ysu pueblo, según se revela en el plan desalvación.Necesitamos orar por la lluvia tardíadel Espíritu Santo y la preparación dela iglesia de Dios para el clamor final.Se necesitan oraciones por nuestrosproyectos misioneros, y por la proclamaciónde los mensajes de los tresángeles de Apocalipsis 14 y el mensajedel cuarto ángel de Apocalipsis 18.Deberíamos también acordarnos deorar por el reavivamiento y la reformapersonal y la que debe suceder en laiglesia. Con nuestras oraciones podemosapoyar las diversas iniciativas de«Misión a las ciudades» y el ministerioabarcador de salud. Otros ministeriosmisioneros de la iglesia que pueden serbendecidos y alentados con nuestrasoraciones son el evangelismo integradode comunicaciones y medios, losministerios de las publicaciones, la promociónde la mayordomía y la fidelidaden todo el mundo, los encuentros pastoralesy de evangelización, y el programa«Un año en misión» de los jóvenes.Tanto el Concilio Anual que tendrálugar el mes próximo, como el Congresode la Asociación General de 2015, soneventos y actividades que necesitan sercircundados por nuestras oraciones,para que puedan lograr los propósitosdivinos.¿Importan realmente misoraciones?En su mente puede surgir uninterrogante: ¿Pueden mis oracionesrealmente hacer una diferencia en lavida de la iglesia, o mi vida personal? EnSantiago 5:16, se nos recuerda que «laoración eficaz del justo puede mucho».Y Jesús mismo expresa: «Si algo pedísen mi nombre, yo lo haré» (Juan 14:14).Cristo nos garantiza que nuestro Padrecelestial dará buenos dones a los que selos pidan (Mat. 7:11).Se nos dice: «La oración de fe es lagran fortaleza del cristiano y ciertamenteprevalecerá contra Satanás. Poreso él insinúa que no necesitamos orar.Detesta el nombre de Jesús, nuestroAbogado; y cuando acudimos sinceramentea él en busca de ayuda, la huestesatánica se alarma. Cuando descuidamosla oración actuamos de acuerdocon su propósito, porque entonces susmaravillas mentirosas se reciben conmás facilidad» (E. White, Testimoniospara la iglesia, t. 1, p. 267).En el mes de junio nos reunimosen las oficinas de la Asociación Generalpara orar una hora por día, durante unasemana de énfasis especial en la oración.Oramos de corazón para que Dios noscontrole, tanto en forma individualcomo al movimiento adventista. Fueronmomentos muy alentadores. Entre el 5y el 8 de enero de 2015, tendremos unaactividad similar en la sede central dela iglesia. Únase a nosotros en oración.Dios ha prometido grandes bendicionescuando su pueblo ora.Oremos por el Espíritu SantoSi aún no lo hecho, lo invito aunirse a nosotros en oración. Durantelos últimos tres años, los adventistasde todo el mundo hemos sido parte deuna cadena mundial de oración, en laque elevamos nuestras plegarias cadadía a las 7.00 y a las 19.00. Pedimospor la presencia del Espíritu Santo ennuestra familia, los líderes, las iglesiasVol. 10 No. 9 | Adventist World 9