De cómo el microrrelato se ha convertido en

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ACADEMIAconvertido la ficción breve enun fenómeno socio-culturalcomplejo.En relación con estaperspectiva crítica e investigadorase encuentra la aproximaciónal género con fines didácticos,lo que indirectamente provocasu difusión entre un alumnadoheterogéneo formado porpotenciales lectores e inclusofuturos creadores. Las principaleslíneas de trabajo en quese ha empleado la minificcióny, en especial, el microrrrelatoson cuatro. En primer lugar, lohemos visto como recurso destinadoa desarrollar las competenciasbásicas del alumnadoen Educación Secundaria yBachillerato, sobre todo aquellasrelacionadas con la comprensión, la expresión,la reflexión lingüística y literaria. En la enseñanzauniversitaria se utiliza como útil herramienta en clasede Literatura española e hispanoamericana, asícomo de Teoría literaria. También ha habido múltiplespropuestas en cuanto a su utilización en elaprendizaje del español como lengua extranjera. Y,por último, proliferan los talleres de escritura creativa,unas veces con carácter presencial y otras enplataformas virtuales, como se puede rastrear fácilmenteen internet.Libros, librosA pesar de que las empresas editorialesvan cediendo terreno a otros soportes de difusión,al libro todavía se le concede mayor reconocimientoy prestigio social. Entre otrasrazones, esto se debe a que sepresuponen ciertas exigenciasde calidad y oportunidad paraque la publicación salga a laluz. Y no creemos que el librodigital haya modificado estepanorama sustancialmente, yaque el usuario de lector electrónicose sigue fiando más dela publicación amparada porun sello editorial, con independenciade que el soporte sea elpapel o la pantalla.Por tanto, es significativoque hayan surgido editorialescon un especial interéspor el microrrelato y con unaamplia distribución comercial,como ocurre en España conThule, Menoscuarto, Páginasde Espuma o Cuadernos del Vigía. Además, algunasde ellas no se limitan a publicar volúmenes deautores o antologías, sino también ensayos, monografíasy actas de congresos, que ya no se encuentranrestringidos a los servicios de publicacionesde las universidades. Y tampoco es desdeñableque un sello consagrado a la edición de clásicosanotados como Cátedra haya publicado la recienteantología preparada por Irene Andres-Suárez,El cuarto género narrativo. El microrrelato español(1906-2011) (Madrid: Cátedra, 2012).Uno de los pilares de este fenómenocultural en torno al microrrelato está constituidopor la proliferación de antologías colectivas queestos y otros muchos sellos editoriales han publicado.Partimos de que toda antología se erige64
ACADEMIAcomo eje de un proceso circular y multidireccionalque parte de una elaboración en que se hacenecesaria la lectura, interpretación, recontextualizacióny redifusión por parte del antólogo; y enla recepción de esa obra, lectores, futuros creadores,críticos e investigadores captan y compartenlos nuevos sentidos que adquieren los textosrecopilados. Por ello, se puede afirmar que lasantologías de microrrelatos se han convertido enrelevantes instrumentos de divulgación y popularización,propician la imitación entre los nuevoscreadores, son valiosas herramientas para queprofesores, críticos e investigadores delimiten uncorpus textual que les ayude a asentar principiosteórico-críticos y esta formulación teórica influye,a su vez, en los criterios con que se concibennuevas antologías. En definitiva, han favorecidola identificación de un género diferenciado y, portanto, su canonización.Para apreciar su relevancia, proponemosel ejemplo de España, donde se pueden encontrarfácilmente unos cincuenta volúmenes antológicosde microrrelatos publicados entre 1990 y 2012.Muchos de ellos surgen vinculados a otras iniciativasque mencionamos en este ensayo, como congresos,talleres, publicaciones periódicas, blogs oconcursos, con lo que se incrementa y “dignifica”la difusión de estas actividades. Pero otros se puedenconsiderar auténticos hitos en el camino haciala consolidación y normalización del microrrelatoen nuestro país. Así, La mano de la hormiga. Loscuentos más breves del mundo y de las literaturashispánicas (Madrid: Fugaz, 1990), de AntonioFernández Ferrer, revela la existencia de una formaliteraria diferenciada de alcance universal, aunquecon especial representatividad en la literatura hispánica.La otra mirada. Antología del microrrelatohispánico (Palencia: Menoscuarto, 2005), de DavidLagmanovich, define su estatuto genérico y acotaun corpus representativo y canónico del microrrelatohispanoamericano y español, que se sistematizacronológicamente según las principales etapas ensu evolución. Más por menos. Antología de microrrelatoshispánicos actuales (Madrid: Sial, 2011),de Ángeles Encinar y Carmen Valcárcel, refleja lavitalidad del género hispánico en la actualidad. Yen 2012 se publican dos volúmenes en los que,por fin, el microrrelato español recibe la atenciónque merecía: en El cuarto género narrativo. El microrrelatoespañol (1906-2011) (Madrid: Cátedra,2012), Irene Andres-Suárez esclarece y sistematizael desarrollo del microrrelato en nuestro paísy establece una amplia nómina de cultivadores; ycon Mar de Pirañas. Nuevas voces del microrrelatoespañol (Palencia: Menoscuarto, 2012), FernandoValls da cuenta de la pujanza del género entre losnuevos narradores españoles.Y llegó internet…En nuestros días difícilmente se puedegestar un fenómeno cultural como este sinel apoyo de los medios de comunicación. Y elmicrorrelato se ha hecho fuerte en medios condiferentes soportes, intenciones y destinatarios.Encontró un espacio importante en algunas revistasespecializadas, como se puede comprobar,por ejemplo, en las entregas que Quimeraofreció desde febrero de 2003 y a lo largo detreinta números, de las que surgió la antologíaCiempiés. Los microrrelatos de Quimera(Barcelona: Montesinos, 2005), preparada porNeus Rotger y Fernando Valls. Y saltó con granpopularidad a los suplementos culturales, losde fin de semana y a los programas de radio,65
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