Las organizaciones de la Sociedad Civil en el modelo caudillo-patrón

1“Las organizaciones de la Sociedad Civil en el modelo caudillo-patrón”Lic. Camisassa, ElenaLic. Moreno, María LauraUniversidad Nacional de La RiojaE-mail: rubele@ciudad.com.ar/E-mail: lic_marialauramoreno@yahoo.com.ar/“Presentado en el VI Congreso Nacional de Ciencia Política, Universidad Nacional deRosario. Noviembre de 2003”1

2ResumenEl objetivo del presente trabajo consiste en cuestionar la actuación de lasOrganizaciones de la Sociedad Civil en el espacio público, en un modelo culturalespecífico, esto es en el modelo caudillo-patrón.De este modo y partiendo de este cuestionamiento, encontramos que estasorganizaciones han adquirido protagonismo como una estrategia del neoliberalismo, hechoque se observa de manera especial en su acelerada proliferación en la década de los ´90.Es por esto que debimos comenzar realizando un análisis de esta estrategia, así fuecomo encontramos que la misma está “vaciada de política”. Este vaciamiento puedecondicionar dos modalidades de actuación encontradas en el seno de la sociedad civil, apartir de sus organizaciones, ya que estas últimas en algunas ocasiones se asumen comoejecutoras y en otras como genuinas.Es nuestro interés, demostrar que en el modelo caudillo - patrón las organizacionesde la sociedad civil se asumen como ejecutoras. En este sentido, estas organizaciones seinstalan como ejecutoras de las políticas sociales adquiriendo un importante protagonismoen la cuestión social, lo que no necesariamente implica el fortalecimiento de la sociedadcivil.2

3JustificaciónEn los años ‘90 asistimos a un extraordinario protagonismo de las Organizacionesde la Sociedad Civil (OSC), fomentado desde el modelo neoliberal y apoyadasfinancieramente por el BID y el Banco Mundial. Este protagonismo nos provoca un “ruido”en el contexto histórico. ¿Por qué? Porque muchos actores que en este momento seencuentras muertos, desaparecidos o sufrieron la cárcel, lo están por haber participado enorganizaciones de la sociedad civil. Esto justifica algunas reflexiones ... ¿Qué pasó queestas organizaciones dejaron de ser consideradas peligrosas y sus integrantes tildados desubversivos? Muchas veces sus actividades debían ser realizadas en la clandestinidad.¿Cuántos adolescentes desaparecieron por colaborar en las villas para la educación, lasalud, la participación popular? ¿Cuántos cooperativistas estuvieron presos odesaparecieron por serlo? ¿Cuántos sindicalistas, cuántos sacerdotes y laicoscomprometidos en las comunidades cristianas de base? ¿No son todas estas organizacionesde la sociedad civil? ¿Por qué ahora se las fomenta? ¿Porque ahora son protagonistas?Más aun, seguimos cuestionándonos, desde nuestra cotidianidad que transcurre en eldenominado modelo caudillo-patrón ¿Cuál es el papel de estas organizaciones en esemodelo?Para abordar y reflexionar acerca de estas cuestiones, tomamos como referenciateórica los conceptos de Espacio Público de Hannah Arendt y de Comunidad Ideal delHabla de Habermas, pretendemos que la mirada que nos proporcionan estas posturas nosofrezcan un lugar desde dónde analizar y cuestionar el fenómeno3

8H. Arendt define el poder como la capacidad de ponerse de acuerdo, en unacomunicación sin coacciones, sobre una acción en común. Para ella el concepto de poder deWeber como “imponer la propia voluntad, aun ante las resistencias”, no es poder es fuerza,violencia o poder instrumental.El fenómeno fundamental del poder no es la instrumentalización de una voluntadajena para los propios fines, sino la formación de una voluntad común en una comunicaciónorientada al entendimiento.La “opinión en la que muchos se han puesto públicamente de acuerdo”, descansa enconvicciones, es legítima, significa poder en la medida que descansa sobre una coacción, nocoactiva con que se imponen las ideas y en que se regula mediante un vínculo institucionalreconocido.Cuando el poder no es realizado, sino que es tratado como algo que se puederecurrir en caso de necesidad, desaparecePara H. Arendt, el poder no es poseído por nadie en realidad, “surge entre loshombres cuando actúan juntos y desaparece cuando se dispersan otra vez” (Arendt,1994:224)El poder tiene más permanencia. El poder instrumental o violencia generacontrapoder por ello está condenado a su destrucción.Desarrollo y argumentaciónTesis 1: El modelo neoliberal está “vaciado de política”Desde nuestra perspectiva sostenemos que el neoliberalismo no es un cuerpo teóricoconsolidado, sino “un conjunto de reglas prácticas que apunta a mantener el equilibrio8

9fiscal”. 2 Dado que el principio rector del Estado en el neoliberalismo es un principioeconómico afirmamos que el Estado en el modelo neoliberal está “vaciado de política”Como es sabido, los ´90 en Argentina, se caracterizaron por un fuerte cambio afavor del mercado y de la sociedad civil, en oposición a la fusión entre estas esferas y elEstado propias del anterior modelo de bienestar. De este modo se propiciaron políticas delibre mercado que orientaron a los individuos hacia lo privado, reduciendo sus expectativassobre el sector estatal. Cambio que se generó, en parte, por la presión de los acreedoresinternacionales y el auge del neoliberalismo o neoconservadurismo a nivel mundial.Bajo estas consignas se inicia durante el menemismo, el desmantelamiento delEstado benefactor vía privatizaciones, terciarización y descentralización. Se trata de buscarla apertura, flexibilidad y desregulación para articular la economía anteriormente cerrada aun capitalismo globalizado. Estas exigencias económicas tuvieron su correlato en el planopolítico, el cual quedó subordinado a las primeras. En este sentido, la combinación dedemocracia liberal y ajuste, terminó convirtiendo a la primera en una democracia formal,asociada cada vez más a instituciones, procedimientos y formas que a emergentes de lasacciones políticas de los actores sociales (García Delgado,1994: 59) Esto nos lleva asostener que el modelo neoliberal está “vaciado de política” .Otro ámbito donde se observa este “vaciamiento político” es en el Legislativo, yaque partimos del supuesto de que la Legislatura es el espacio de debate en una democraciarepresentativa, según el liberalismo político tradicional. Sin embargo, en la ejecución delas políticas públicas se privilegiaron formas coercitivas de implementación, garantizandola preeminencia del Ejecutivo en relación al Poder Legislativo, como es el caso de latendencia prevaleciente de llevar a cabo el ajuste mediante los decretos-ley. Una2 Seguimos aquí a Miguel Trotta, quien destaca las dificultades teóricas para conceptualizar al neoliberalismo,ya que si bien se basa en una corriente teórica paradigmática, como lo es el liberalismo clásico, se trata de unconjunto variable de medidas aplicables para cada caso, que algunos autores mencionan como sistema derecetas para gestión pública, cuya génesis está directamente relacionada con el combate contra el Estado debienestar keynesiano (Trotta, 2003: 64-65)9

10proliferación de políticas públicas impopulares fueron tomadas por un puñado de instanciasde la alta burocracia, situadas fuera del control y del debate público de los ciudadanos.Tesis 2: Las organizaciones de la sociedad civil acusan el impacto del modeloneoliberal “vaciado de política”A nivel discursivo, el modelo neoliberal retoma el viejo ideario liberal de separaciónentre Estado y sociedad, fomentando el regreso al Estado mínimo y el protagonismo de lasociedad civil, especialmente a través de sus organizaciones. En este modelo las OSCcumplen una función política y otra, económica-social. La función política estaría dada porla expresión de la diversidad de intereses de los ciudadanos organizados, fortaleciendo lademocracia pluralista; en tanto que la función económica-social, sería la de brindar ciertosservicios a la sociedad. Los que se presupone, viniendo de la iniciativa privada, seránsiempre más eficientes que su provisión por parte del Estado.Presentamos a continuación la visión acerca de las organizaciones de la sociedadcivil de dos posturas que proceden de dos tradiciones diferentes: una que podríamosdenominar “Democracia liberal” que responde al más genuino espíritu liberal; y la otrapostura que llamamos “Democracia Participativa” que emerge de los trabajos con lossectores populares en América Latina.Desde la primera de acuerdo a la concepción de Alexis de Tocqueville, en suestudio de la democracia americana, se señala la importancia de la existencia de libertadeslocales y asociaciones libres, las cuales constituyen los cuerpos intermedios necesarios paraponer frenos al poder del estado, por un lado, además de obligar a los individuos a salirsede sí mismos, a olvidar sus asuntos personales y preocuparse de los asuntos públicos. DiceTocqueville, “las instituciones comunales, son a la libertad lo que las escuelas primariasson a la ciencia. Sin instituciones libres una nación puede darse un gobierno libre, pero notiene el espíritu de la libertad”.Desde la segunda postura, M. Montero afirma que el concepto de democraciaparticipativa sería un corrector de los errores y debilidades de la democracia representativa,10

11y un complemento de la misma. Ya que su práctica supondría una mayor injerencia de lasociedad civil, no sólo a través de las formas convencionales sino también de otros modosde acción política alternativos, como las marchas, boycots, paros, etc., y fundamentalmentela participación organizada de la ciudadanía, más allá de la militancia partidista o de lamovilización de protesta (Montero,2003:153-154) Como sería la participación enorganizaciones de base, ONGs, asociaciones voluntarias, etc.Ambas posturas coinciden en el valor e importancia de las organizaciones de lasociedad civil para la democraciaNosotras creemos que el vaciamiento de política del modelo neoliberal produjo dosreacciones encontradas en el seno de la sociedad civil. Por un lado, algunas organizacionesse insertaron en el aparato estatal de un modo su generis, esto es, no forman parten de laestructura del Estado pero sí dependen económicamente de él y ejecutan sus políticas. Aquílas OSC también se encuentran “vaciadas de política” y se convierten en meras ejecutorasde las políticas sociales.Pensándolas desde el concepto del espacio público, su función no es laargumentación y la crítica sino más bien la de legitimar y garantizar la estabilidad delmodelo neoliberal y hacer posible la dominación.Por otro lado, otras organizaciones de la sociedad civil como reacción a laformalización de la democracia, reclaman protagonismo en la esfera pública. A estas lahemos denominado OCS genuinas, ya que estas sí develan la máscara, la distancia entre elpretendido discurso democrático liberal y la existencia, da lugar a la crítica y laargumentación.Las acciones de estas organizaciones para reclamar que se discutan susreivindicaciones y se escuche a sus representantes, y su exigencia de participación en lavida política pueden ser consideradas acciones políticas.11

12Desde esta mirada, las OSC genuinas soportan una dimensión organizacionalpropia que no se encuentra presente en el resto de las organizaciones de la sociedad civil ycuya especificidad estaría dada por un tipo de acción política, cuyos indicadores son lossiguientes: capacidad de instaurar discursos en la opinión pública, la agenda política y losmedios de comunicación; visibilidad pública e imagen; intención y capacidad de influir enlos marcos legales; capacidad de control social defensa de los derechos del ciudadano;intención y capacidad de influir en las políticas publicas (no sólo ejecutarlas). 3Solo estas organizaciones, las menos, dentro del heterogéneo espacio de la sociedadcivil, llevan a cabo acciones políticas y logran escapar al “vaciamiento de política” delmodelo neoliberal.Tesis 3. En el modelo caudillo-patrón las organizaciones de la sociedad civil seinstalan como ejecutorasPese a que la ofensiva antiestatista lanzada por la estrategia neoliberal, por la cuallos Estados de diversos continentes tuvieron que remodelar sus funciones, retirándose dealgunos terrenos y actuando con más celeridad y agresividad en otros, predomina entre loslatinoamericanos una defensa del papel protagónico del Estado. ¿A que se debe estadefensa? Los Estados latinoamericanos desempeñaron un papel muy importante en eldesarrollo de la región, mediatizaron los contrastes sociales entre clases y estratos. Además,organizaron a los grupos esenciales de la sociedad en distintas agrupaciones ycorporaciones. Procedieron, asimismo a instrumentar reformas sociales esenciales. LosEstados latinoamericanos impulsaron el bienestar social a través de políticas de salud,educación, seguridad social que tienen efectos redistributivos. En algunos países, losEstados pusieron en marcha políticas de reforma agraria, para propiciar así una mayorredistribución del producto. (Lerner,1996:78)3 Los indicadores de la acción política han sido tomados de un trabajo anterior de las autoras, donde destacanque la calificación como “política” de una acción obedece a “una construcción simbólica en la que colaboranlos agentes que se unen a ella y le dan sentido” y cuyos efectos son perceptibles en la politización de losagentes y problemas.(Camisassa,Moreno,2003: 366)12

13Esta situación es el emergente de un modelo cultural propio de los paísesperiféricos. Para introducirnos en este apartado, haremos una muy breve referencia a laextensa y profundamente tratada problemática sobre lo cultural, desde una perspectivapsicosocial.La cultura otorga respuestas elaboradas para los problemas de la vida, modelos deprácticas cotidianas. Pero como establece una modalidad específica y distintiva en estasrespuestas, es fuente de identidad.Así la cultura proporciona las representaciones simbólicas, que permiten a lossujetos organizar un enfoque cognitivamente consistente acerca de la realidad, pero nosolamente se refiere a aspectos simbólicos, también brinda modelos de estrategias desubsistencia.Además, establece las modalidades vinculares y las prácticas sociales. En relacióncon esto, también establece los ordenamientos sociales y los modelos de ejercicio delpoder.A través de los procesos de comunicación, los individuos adquieren el sentido de unsignificado y un propósito comunes, sin los cuales se hallarían perdidos. Este proceso sehalla reforzado de modo considerable por ese poderoso recurso que es el lenguaje. Laspalabras que aprendemos para designar y categorizar la experiencia poseen gransignificación en la transmisión de la cultura. Por ello, algunos autores la definen como undiscurso social.El carácter simbólico de la cultura, garantiza la existencia de determinada improntacultural en el propio campo psicológico de los individuos. Por ello, un aspecto significativode la influencia de una cultura reside en sus generalizados efectos psicológicos sobre laspercepciones, las actitudes y los valores, de este modo, inculca una perspectiva paraconcebir el mundo.13

14La cultura no podría conservar su coherencia y continuidad si la mayoría de susmiembros no compartieran ciertos valores significativos. Pero, de hecho existen diferenciasen el grado de adhesión a los valores y conflictos entre distintos valores.Todas estas afirmaciones abonan la idea de la cultura como un modelo dereproducción acrítica de prácticas, estrategias, discursos, modos vinculares, ordenamientosocial, ejercicio del poder, etc. Sin embargo existen dimensiones relacionadas con elcambio. Así, un proceso fundamental que actúa en el cambio social, y que puede producirsignificativos efectos sobre una cultura, es la percepción de nuevas alternativas. Elcontraste entre lo que es y lo que podría ser, es un poderoso impulso para el cambio. Encondiciones de necesidad este proceso adquiere caracteres muy apremiantes. Los factoresinterrelacionados del contacto cultural y la innovación tecnológica facilitan ladisponibilidad de alternativas.Pero como la cultura es una forma de herencia social, que fluye del pasado,generación tras generación, nos introduciremos en la cuestión de la cultura riojana desdeuna perspectiva histórica. Así encontramos el modo de interacción del “Chacho” Peñaloza 4con los gauchos a través de tres pasajes de De La Fuente:“El Chacho mantenía una presencia importante en la vida cotidiana de los gauchos,a quienes asistía en sus momentos de necesidades materiales. Por ejemplo era común queles prestara mulas o bueyes o algunos de los habitantes más pobres de los Llanos, que losusaban para trabajar en beneficio propio transportando leña o para cultivar sus pequeñossembrados, en otros casos, cuando las familias de los Llanos no tenían alimento suficientepara subsistir, el Chacho les permitía matar un animal de su propiedad para carne, como sedecía”.“El caudillo también protegía y asistía a los gauchos en sus conflictos con otrosmiembros de la sociedad de los Llanos. En algunas ocasiones intercedía informalmente en4 Angel Vicente Peñaloza, apodado el “Chacho”, caudillo federal, integrante de las montoneras. De jovenparticipó en el ejército de Facundo Quiroga. Nació en 1798, en los llanos riojanos y fue muerto en 1863 enLoma Blanca.14

15favor de una de las partes, y si se trataba de una demanda legal usaba su influencia con losjueces para favorecer a sus clientes, aunque implicara, interferir en la administración dejusticia. El caudillo era consciente de la importancia que la asistencia y la protección quebrindaba, tenían en la formación de su clientela”.“...cuando se le preguntó a un montonero de los Llanos con qué promesa habíansido movilizados algunos de los gauchos que siguieron al Chacho en la rebelión de 1863,aquel labrador analfabeto respondió que los caudillos Pueblas y Ontiveros les habían hechola oferta de 10 pesos por mes a cada soldado; que también les habían prometido que en laspoblaciones que invadieran en las provincias de Córdoba y San Luis iban a tomar a todoslos empleados (del gobierno unitario) y pasarlos por las armas y, finalmente, secomprometían a colocar autoridades de ellos mismos, es decir del partido federal” (De LaFuente,1999:337)Aquí se pueden observar, estrategias de supervivencia, modos vinculares, prácticassociales, modelos de ejercicio del poder, etc. Como puede advertirse, estos procesos noestán solamente anclados en demandas materiales de subsistencia, sino también en procesossimbólicos.Es en este contexto que se inserta el modelo que denominamos “caudillo-patrón”, elcual consideramos, es un modelo cultural es decir un modelo de reproducción acrítica deprácticas, estrategias, discursos, modos vinculares, ordenamiento social, ejercicio del poder,etc.En la literatura política se lo define como “caudillismo”, considerando que el mismohace referencia “al sistema político y social, estructurado alrededor de la persona delcaudillo que, por ausencia de un ordenamiento general con consenso, asume la autoridad,impuesta o aceptada, en la región en donde puede extender su influencia.” Merecedestacarse que si bien este sistema de autoridad fue posible gracias a las particularescondiciones de dispersión y ausencia de poder político devenidas luego de la independenciade las colonias españolas en América, muchas de sus características continuaron luego de la15

16unificación de la nación y se extienden hasta la actualidad, como la personalización delpoder y el paternalismo de los dirigentes políticos. (De la Vega, 1994:48-49)Este modelo cultural está basado en las relaciones de dependencia personal,legitimadas por un real o supuesto origen carismático del caudillo y apoyado por ladistribución de bienes materiales y simbólicos.En este modelo el espacio publico está reducido y las organizaciones de la sociedadcivil no cumplen con su función política, por lo que afirmamos que se instalan comoejecutoras de las políticas públicas, particularmente de las sociales.En el modelo de relaciones de dependencia personal caudillo-patrón, el espaciopúblico entendido como ámbito de intercambio de opiniones y argumentaciones, no esutilizado por las OSC para una acción política. Ni siquiera las asambleas de socios, espacioinstituido legalmente para el debate y discusión de los cursos de acción a seguir por laorganización, son utilizados para este fin, reproduciendo de este modo al interior de lasmismas el modelo de autoridad imperante en su entorno.La característica fundamental del modelo caudillo-patrón es justamente la falta de ladistinción entre la esfera estatal y la social, y la colonización de la sociedad civil por partedel estado. Colonización que fue posible en principio, por la escasa capacidad deintegración sistémica que demostró tener el mercado en nuestra sociedad.Afirmación que es particularmente válida para el modelo caudillo patrón, donde lascarencias del mercado han determinado que la mayoría de la población dependa del empleoestatal, al tiempo que condicionó las posibilidades de un desarrollo autónomo de lasasociaciones civiles.(González Bombal, 1995:68-69)El espacio público se convierte entonces no en el ámbito especifico de la pluralidadhumana y la idea de individuo, sino en un espacio de competencia para la obtención de losfavores del Estado, constituyendo las OSC ejecutoras, una estrategia para ello.16

17Frente a la pretensión neoliberal de mayor diferenciación entre Estado y sociedadcivil, en el modelo caudillo-patrón la mayoría de las organizaciones sociales soncontroladas y forman parte del patrimonio personal de los funcionarios de turno.Por otro lado, al analizar la estructura del “supuesto” Estado mínimo, es fácilcomprobar que la retirada del Estado es parcial, toda vez que se mantiene la provisión derecursos humanos, físicos y financieros por parte del sector estatal. En tanto que latransferencia de recursos públicos hacia las entidades no gubernamentales se lleva a cabosiguiendo criterios partidarios y clientelares, a tal punto que muchas de estasorganizaciones son controladas y administradas, de facto, por miembros del PoderEjecutivo.ConclusionesLa subordinación de la política a la economía en el modelo neoliberal, nos lleva aafirmar en este trabajo que el mismo es un modelo “vaciado de política”, al menos lapolítica tal como la entendía Arendt, esto es, como disciplina que tiene como su telos un finpráctico: la conducción de la vida buena y justa en la polis (Arendt, 1994:VII)Las organizaciones de la sociedad civil no actualizan la función política declamadadesde el discurso neoliberal, observándose una distancia entre el contenido y la existencia.Esta función política, quedó subordinada a los objetivos económicos del modelo. Pues, apartir del objetivo de mantener el equilibrio fiscal, se implementan políticas económicasimpopulares, a las cuales se busca legitimar, utilizando para ello a las organizaciones de lasociedad civil. Esto ocurrió cuando se las redujo a meras ejecutoras de la política social.En el modelo caudillo-patrón, las OSC son ejecutoras, amplían de un modo suigeneris la base de sustentación del Estado Aquí el Estado consigue el efecto contrario al porlo menos explícitamente deseado, esto es achicarse, ya que en realidad se agranda a travésde su relación con las OSC ejecutoras y a su vez esta relación pasa a ser una nueva formade clientelismo político “fino” (Trotta,2003:23)17

18De este modo las organizaciones de la sociedad civil ejecutoras se convierten engarantes de la estabilidad y de la gobernabilidad en el modelo neoliberal. Así como lacarencia de recursos exigía serios ajustes estructurales para mantener el equilibrio fiscal delEstado, las exigencias de la gobernabilidad democrática determinaron la necesidad de unajuste o reducción del espacio público, haciendo asimilables por el Estado la crecientecomplejización de las demandas sociales y la mayor densidad organizacional que adquirióen las últimas décadas este sector. Lo cual se logró mediante la cooptación de estasorganizaciones, y la subordinación de su función política a la económica.Para concluir creemos necesario discriminar entre la extraordinaria proliferación delas OSC en los ‘90 y el fortalecimiento “real” de la sociedad civil. Ya que este últimoimplica una actualización política de las OSC, en el sentido utilizado por Arendt yHabermas. Sentido que sólo lo estarían actuando aquellas organizaciones de las sociedadcivil que hemos dado en llamar genuinas.Bibliografia ARENDT, Hannah (1994):La Condición Humana. BISKOWSKI, Lawrence J. (1995): “Fundamentos Prácticos del juiciopolítico. Arendt acerca de la acción y el mundo”, en Agora Cuaderno de EstudiosPolíticos, num. 3, Invierno de 1995. CAMISASSA, Elena y MORENO, María Laura (2003): “Análisisorganizacional en las Organizaciones de la Sociedad Civil. El espacio de la acciónpolítica en la Democracia Participativa” en Memorias de las X Jornadas deInvestigación Salud, educación, justicia y trabajo. Aportes de la investigación enpsicología. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Psicología.Tomo I. DE LA FUENTE, Alfredo. (1999): “Peñaloza” en LAFFORGUE, J. (Ed):Historias de Caudillos Argentinos, Edit. Alfaguara, Bs. As.18

19 DE LA VEGA, Julio César (1994): Diccionario Consultor Político,Librograf Editora S.R.L., Santa Fe de Bogotá, Tomo Verde. GARCIA DELGADO, Daniel (1994) Estado y Sociedad. La nueva relacióna partir del cambio estructural, FLACSO-SOCIALES-TESIS NORMA GrupoEditorial, Buenos Aires. GARCIA, José. (1994): La racionalidad en política y en ciencias socialesCentro Editor de América Latina – Bs. As. GONZALEZ BOMBAL, Inés (1995) “¿ENTRE EL ESTADO Y ELMERCADO? ONGs y sociedad civil en la Argentina”, en THOMPSON, Andrés(comp.) Público y Privado. Las organizaciones sin fines de lucro en Argentina, Edit.UNICEF/LOSADA, Buenos Aires. LERNER, Bertha. (1996): América Latina: los debates en política social,desigualdad y pobreza, Edit. MAP, México MONTERO, Maritza (2003): Teoría y Práctica de la PsicologíaComunitaria. La tensión entre comunidad y sociedad, Edit. Paidos, Buenos Aires-Barcelona-México. TROTTA, Miguel (2003): La metamorfosis del Clientelismo Político.Contribución para el análisis institucional, Espacio Editorial, Buenos Aires.19

20“Resumen del trabajo presentado en el VI Congreso Nacional de Ciencia Política de laSociedad Argentina de Análisis Político”. Del 5 al 8 de noviembre de 2003Apellido y Nombre: Lic. Camisassa, ElenaDNI: 13.539.029E-mail/Tel: rubele@ciudad.com.ar/ 03822-435390Entidad a la cual pertenece o representa: Universidad Nacional de La RiojaApellido y Nombre: Lic. Moreno, María LauraDNI: 25.225.409E-mail/Tel: lic_marialauramoreno@yahoo.com.ar/ 03822-425366Entidad a la cual pertenece o representa: Universidad Nacional de La RiojaPanel:Opción 1: Políticas Públicas y Participación de la Sociedad CivilOpción 2: Participación y control ciudadano en el rediseño del EstadoTítulo: “Las organizaciones de la Sociedad Civil en el modelo caudillo-patrón”Rosario. Noviembre de 200320