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ESPECIAL SÁBADO 9 DE JUNIO DE 2012 9MUNDIAL•FOTOS AFPando los griegos buscaban con todo el empate.e manifiesto en la ceremonia de inauguración.a los 17’ abrieron el marcador graciasa un tanto de su figura, RobertLewandowski, quien no tuvo problemaspara introducir el balón tras uncentro que no pudo ser embolsadopor el arquero Chalkias. Por si fuerapoco, cerca del final de la primeramitad, los griegos se quedaron condiez, luego que el árbitro españolCarlos Velasco le mostrara la segundaamarilla a Papastathopoulos.Sin embargo los helénicos apostaronpor su histórica garra y a los51’ pusieron el empate definitivopor intermedio de Salpingidis, quiendesaprovechó una gran desatencióndel fondo polaco. Con la igualdad enel tablero electrónico, los griegos pudieron,incluso, quedarse con los trespuntos. El portero local, Szczesny, lecometió un penal al propio Salpingidis,hecho que propició que fueraexpulsado. Lamentablemente paraellos, Karagounis remató sin muchaconvicción y el golero Tyton, que acababade ingresar, detuvo el esférico.GRUPO ‘B’:PARTIDOS DE HOY11:00 Holanda vs Dinamarca13:45 Alemania vs PortugalAlegato a favor de la intoleranciaJorge Secada KoechlinEstá de moda discurrir sobre la tolerancia.Recientemente han aparecidovarios volúmenes dedicados al temay no faltan los artículos y editorialesen diarios y revistas que se ocupen de esteconcepto. Hace algunos días un conocidojurista publicó uno en "El Comercio" al cualvolveremos en un momento. Da la impresiónde que estos autores creen conveniente recomendary resaltar esta virtud; parecen pensarque la reflexión sobre la tolerancia, y supráctica, nos ayudará a construir una mejorsociedad. Discrepo. A nosotros no nos faltatolerancia. Nos faltan otras virtudes y nos sobranvicios que no se corrigen con tolerancia.¿Qué es la tolerancia? Según el Diccionario,"tolerar" significa "respetar las ideas, creencias,o prácticas de los demás cuando son diferenteso contrarias a las propias". Esta descripciónbastará para nuestros propósitos. Conocer algoimplica creerlo, y creerlo es tomarlo por verdadero.Tolerar creencias distintas a las propiases respetar lo que otros consideren verdaderoaunque nosotros creamos o incluso sepamosque es falso. Igualmente, tolerar prácticas distintasa las nuestras puede exigir el respetohacia acciones que nosotros no adoptamos,tal vez porque las consideramos inapropiadaso incluso incorrectas.Tolerar no es alentar. Elrespeto que impone la tolerancia es solamenteun trato educado y permisivo hacia ideas y accionescon las que discrepamos.En los siglos XVI y XVII varios pensadoreseuropeos consideraron oportuno enfatizar lavirtud de la tolerancia, en particular tratándosede prácticas y creencias religiosas. En buenamedida, los Estados Unidos se originancomo refugio para quienes huyen de las persecucionesreligiosas en Europa. La toleranciaes también una bandera de la oposición aregímenes totalitarios que censuran las ideasy la conversación pública, permitiendo solo loque los tiranos consideren apropiado.En el artículo que mencioné al comienzode esta columna, Fernando de Trazegnies,excanciller bajo Fujimori, sostiene que la toleranciaimplica necesariamente un "relativismoliberal". Su razonamiento es que la toleranciareduce toda creencia a una mera opinión. Suerror es evidente. Más propiamente toleraquien cree con firmeza que lo que él piensaes verdad y que los demás están errados, quequien cree que no hay verdad ni corrección yque toda creencia y todo principio, tanto lossuyos como los contrarios, son meras opinionesde igual valor.La tolerancia tiene límites evidentes.Las leyes imponen algunos de esos límites:muchas acciones se consideran criminales ydignas no de respeto sino de censura radical.Igualmente, los padres de familia pueden conderecho no tolerar la ignorancia de un profesorcuando está en juego la educación desus hijos. Nosotros los peruanos, sin embargo,tendemos a tolerar mucho que es propiamenteintolerable. En el Perú lo que falta esmás bien consciencia de los límites de la tolerancia.Nuestra vida pública es campo fértilpara cosechar ejemplos, algunos de los cualeshemos mencionado en entregas anteriores.En general, nosotros no perseguimos porideas o prácticas. Nuestra historia y la diversidadde nuestras culturas nos llevan a tolerarhasta lo que nos impacta como radicalmentedistinto. Esto es positivo. Cuando comparomi país con otros que conozco, con un paísliberal y desarrollado como Estados Unidos,encuentro menos tolerancia allá que acá.Allá, por ejemplo, no se tolerarían muchasprácticas culturales andinas y amazónicasque nosotros buscamos acoger y respetar.Por otro lado, nuestro espacio públicoestá marcado por la desigualdad y el cinismo.Como hemos articulado anteriormente, los peruanosno nos tratamos anónimamente conigualdad y confianza. Puesto en otros términos,nuestros problemas son la prepotencia yel racismo, problemas que no se combaten contolerancia. El racismo no es falta de toleranciahacia otros, ¡como si el negro debiese tolerar alblanco, el indio al negro y el blanco al indio!Ni el prepotente ni su víctima sufren de faltade tolerancia. Lo que nos falta es generosidady amor propio como peruanos. Nos falta construirun espacio público justo. Nos falta igualdadanónima, integración, trato ciudadano.Tolerancia, en todo caso, nos sobra; ynos falta intolerancia hacia la deshonestidady la viveza, intolerancia hacia la muerte y lapobreza evitables, hacia la arbitrariedad excluyente.Toleramos el racismo cuando nosnegamos a verlo en nosotros mismos, y buscamosminimizar sus expresiones porque lasproferimos en broma. No solamente "entendemos"y toleramos que se rompa la ley, sinoque incluso la rompemos nosotros mismoscuando "conviene". Toleramos lo intolerablecuando decimos "no importa si fue asesinoy corrupto, hizo obra y nos dejó trabajar".¿Qué límites consideramos absolutos? ¿Quéno puede pasar en el Perú porque no lo toleramos?La recta tolerancia es una virtud. Pero ladiscusión sobre la tolerancia no está en elcentro de nuestra agenda y más bien puedeservir para confundir. No sorprende que unmiembro de un gobierno arbitrario y criminalcomo el de Fujimori la invoque. De Trazegniessí acierta cuando la asocia al liberalismo,no porque haya que ser liberal para ser tolerante,sino porque lo que la ha convertido enparte de nuestra discusión política es la modaliberal.Nuestros temas son otros: la luchacontra el racismo y la desigualdad ciudadana;la articulación de una concepción auténticadel bien común; el reconocimiento de nuestraradical diversidad cultural; la creación deun Estado inclusivo y justo.