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El olor del cocodrilo - Plan Nacional de Lectura - Educ.ar

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<strong>El</strong> <strong>olor</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>cocodrilo</strong>


"<strong>El</strong> <strong>olor</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>cocodrilo</strong>", <strong>de</strong> Lilia L<strong>ar</strong>done© Lilia L<strong>ar</strong>doneDiseño <strong>de</strong> tapa y colección: <strong>Plan</strong> <strong>Lectura</strong> 2009Colección: “Escritores en escuelas”Ministerio <strong>de</strong> <strong>Educ</strong>aciónSecret<strong>ar</strong>ía <strong>de</strong> <strong>Educ</strong>ación<strong>Plan</strong> <strong>Lectura</strong> 2009Pizzurno 935. (C1020ACA) Ciudad <strong>de</strong> Buenos Aires.Tel: (011) 4129-1075/1127consultas-planlectura@me.gov.<strong>ar</strong> - www.planlectura.educ.<strong>ar</strong>República Argentina, 2009


<strong>El</strong> <strong>olor</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong><strong>cocodrilo</strong>Lilia L<strong>ar</strong>doneSeneb ha llegado a Tebas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una penosa travesía.Seneb viene <strong><strong>de</strong>l</strong> país <strong>de</strong> Punt, la Tierra Feliz <strong><strong>de</strong>l</strong> Valle <strong><strong>de</strong>l</strong>Nilo, allí don<strong>de</strong> el gran río es sólo una hebra, dos, muchashebras <strong>de</strong> agua que van reuniéndose. <strong>El</strong> chillido <strong>de</strong> losmonos lo acompañó al principio, también las figuras famili<strong>ar</strong>es<strong>de</strong> los árboles <strong>de</strong> incienso.Remontando el Nilo conoció el hambre. A veces tuvoun pie <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los sembrados y otroen la <strong>ar</strong>ena <strong>ar</strong>diente, porque lafranja ver<strong>de</strong> que bor<strong>de</strong>ael río se angostabapor trechos hastacasi per<strong>de</strong>rse.Seneb ha oído a los<strong>ar</strong>queros nubios habl<strong>ar</strong>sobre Tebas.Tiene cien puertas,dicen.Tiene un palacio realcon una serpiente queescupe fuego, dicen.1


Y Seneb soñó, en laTierra Feliz <strong>de</strong> Punt, conel momento <strong>de</strong> su llegadaa Tebas: cruz<strong>ar</strong>á alguna<strong>de</strong> las cien puertas yél, el enano Seneb, perteneceráa ese mundo <strong>de</strong> diosesy f<strong>ar</strong>aones.Seneb ha viajado solo. <strong>El</strong>olfato le basta p<strong>ar</strong>a sospech<strong>ar</strong> el peligro,y su pequeña figura <strong>de</strong>sap<strong>ar</strong>ece tras losjuncos cuando <strong>de</strong>sea <strong>de</strong>sap<strong>ar</strong>ecer.Sólo lleva una daga con mango <strong>de</strong> ébano, y una bolsa<strong>de</strong> lino en la que gu<strong>ar</strong>da, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> alimentos, un recipiente<strong>de</strong> terracota. Seneb sabe, por los <strong>ar</strong>queros nubios,que en Tebas codician los perfumes <strong>de</strong> Punt y por eso,antes <strong>de</strong> p<strong>ar</strong>tir, llenó esa vasija con ungüento <strong>de</strong> mirra.Ha caminado mucho siguiendo el curso <strong><strong>de</strong>l</strong> Nilo, convertidoahora en majestuoso río por las lluvias. La crecienteaumenta los peligros, Seneb lo sabe. Ha aprendido aevit<strong>ar</strong> el traicionero fango <strong>de</strong> las orillas, los rinocerontes <strong>de</strong>embestidas rápidas y <strong>de</strong>moledoras.Pero Seneb tiembla ante el <strong>olor</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>cocodrilo</strong>. Es imposibleadivin<strong>ar</strong> su presencia silenciosa, confundida entre loslotos, cuando Seneb se inclina a busc<strong>ar</strong> agua.Ha conocido el <strong>olor</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>cocodrilo</strong>. Fue un día <strong>de</strong> sol<strong>ar</strong>diente, al inici<strong>ar</strong> su viaje, cuando gozaba <strong><strong>de</strong>l</strong> rep<strong>ar</strong>o <strong>de</strong>algunos árboles y la frescura <strong><strong>de</strong>l</strong> agua.De pronto un movimiento, un susurro en el agua quieta,y Seneb vio avanz<strong>ar</strong> hacia él unos ojos am<strong>ar</strong>illos.2


Encontró una rama <strong>de</strong> la que se ag<strong>ar</strong>ró con fuerza, izandosu cuerpo liviano mientras el corazón le palpitaba conintensidad. <strong>El</strong> <strong>olor</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>cocodrilo</strong> entraba por su n<strong>ar</strong>iz y lasfauces se abrían y cerraban, muy cerca <strong>de</strong> él.Seneb no olvida el <strong>olor</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>cocodrilo</strong> <strong>de</strong> Punt, ni cómohizo palpit<strong>ar</strong> su corazón.Una mañana, Seneb llega a Tebas. Los primeros rayos<strong>de</strong> sol caen sobre el obelisco y dan vida a las calles. En lossuburbios, la gente va y viene por el mercado. A Seneb loconfun<strong>de</strong> la multitud. Lo <strong>de</strong>slumbran las interminablesfilas <strong>de</strong> merca<strong>de</strong>res ofreciendo dátiles, trigo, cebada,higos, cabras, los tejedores mostrando con los brazos enalto paños <strong>de</strong> lino blanquísimos. Y <strong>de</strong>scubre los panesrecién hechos, cuyo <strong>olor</strong> se mete en su n<strong>ar</strong>izy borra el <strong>olor</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>cocodrilo</strong>.Atrás quedan las noches<strong>de</strong> vigilia y el acoso <strong>de</strong> lasfieras. También atrás lasalvaje selva <strong>de</strong> Punt, losmonos, los hipopótamos.


Seneb ha llegado por fin a Tebas, la <strong>de</strong> las cien puertas.Una mujer compra la pulsera en forma <strong>de</strong> áspid. Conmovimientos seguros, la abre y se la pone en el <strong>de</strong>snudobrazo, bien <strong>ar</strong>riba, cerca <strong><strong>de</strong>l</strong> hombro. Al mir<strong>ar</strong> la pulserasus ojos encuentran a Seneb, los ojos fijos en la cabeza <strong><strong>de</strong>l</strong>áspid. Él piensa si será esa la serpiente <strong>de</strong> fuego <strong>de</strong> la quehablaban los <strong>ar</strong>queros nubios.Pero ella sonríe, y Seneb olvida a los <strong>ar</strong>queros nubios.–¿Te gusta? –dice ella, y alza el brazo.Tiene unos coll<strong>ar</strong>es <strong>de</strong> oro que cubren sus pechos firmes,y <strong>de</strong> la cintura le cuelgan cascabeles. <strong>El</strong>la se mueve aun lado y a otro buscando en el tapiz don<strong>de</strong> el merca<strong>de</strong>rmuestra sus joyas, un anillo que haga juego con la pulsera.Cuando lo encuentra, le dice a Seneb:–¿Se p<strong>ar</strong>ecen?Seneb mueve la cabeza, quiere <strong>de</strong>cir sí, que se p<strong>ar</strong>ecen,pero las palabras no le salen. Busca en su bolsa y saca lavasija <strong>de</strong> mirra.–Esto viene <strong>de</strong> Punt –dice en voz baja, y le alcanza elungüento.–¿De Punt? Vendrás a cont<strong>ar</strong>me cómo es Punt.Y Seneb entra a Tebas por la Puerta <strong>de</strong> los Lirios, <strong>de</strong>trás<strong>de</strong> la mujer <strong>de</strong> la pulsera <strong>de</strong> áspid.Camina junto a las criadas, que se ríen <strong>de</strong> él tapándoselas bocas, hasta que todos entran en un palacio <strong>de</strong> altascolumnas p<strong>ar</strong>das.–Mi nombre es Taya, y quiero tenerte a mi servicio–dice la mujer y las criadas se apresuran a conducirlo a lospatios interiores.Esa noche, Seneb es llamado al j<strong>ar</strong>dín. No hay aire bajoel emp<strong>ar</strong>rado, don<strong>de</strong> Taya bebe vino en una alta copa.4


–¿Cómo es Punt? –dice Taya.Una criada le sirve vino a Seneb y él siente que la copaes fría y suave al mismo tiempo. Es la primera vez que bebeese líquido áspero y el aire caliente aumenta su sed, la lenguaempieza a <strong>de</strong>strab<strong>ar</strong>se.–Los hombres nacieron en la Tierra Feliz <strong>de</strong> Punt. Esefue el primer lug<strong>ar</strong>, porque el agua sale <strong>de</strong> sus entrañas, losárboles crecen sin ces<strong>ar</strong> bajo la lluvia y los páj<strong>ar</strong>os tienenmil c<strong>olor</strong>es.Así empieza a cont<strong>ar</strong> Seneb y continúa, en tanto Taya vaadormeciéndose, sudorosa, sobre sus almohadones pintados.–¿Y la lluvia, Seneb?¿Cómo es la lluvia?<strong>El</strong> murmullo <strong>de</strong> lavoz <strong>de</strong> Seneb sigueen la noche, recuperalos sonidos<strong>de</strong> la lluvia


sobre las gran<strong>de</strong>s hojas, caen las gotas y <strong>de</strong>sap<strong>ar</strong>ecen enla tierra, caen sobre hombres morenos y <strong>de</strong>snudos, sobreel l<strong>ar</strong>go cuello <strong>de</strong> la jirafa y la l<strong>ar</strong>ga cola <strong>de</strong> los monos.Llueve en Punt, Seneb lo siente, en ese mismo momentollueve en Punt.A Seneb le gusta mir<strong>ar</strong> cuando las mujeres prep<strong>ar</strong>an aTaya p<strong>ar</strong>a las fiestas. Lo sorpren<strong>de</strong> saber que no le pertenecenesos cabellos que él admira. La peluca es peinaday vuelta a trenz<strong>ar</strong>, y cada vez hay una forma nueva <strong>de</strong>sostener el broche <strong>de</strong> lapislázuli y la ti<strong>ar</strong>a <strong>de</strong>oro pálido.Pero antes <strong>de</strong> coloc<strong>ar</strong>los sobrela cabeza <strong>de</strong> Taya, falta unpaso. Las paletas <strong>de</strong> afeitesse disponen unaal lado <strong>de</strong> la otra6


y las criadas le aplican polvos <strong>de</strong> alabastro mezclados consal y miel, p<strong>ar</strong>a que la c<strong>ar</strong>a que<strong>de</strong> tersa como el agua <strong><strong>de</strong>l</strong>estanque. Luego, el trajín es elegir entre empastes <strong>de</strong> c<strong>olor</strong>es,y unas manos hábiles siguen con exactitud la línea <strong><strong>de</strong>l</strong>os ojos con la pasta <strong>de</strong> hollín, ese bistre que transformalas miradas en pozos luminosos.Es día <strong>de</strong> fiesta en Tebas, y Taya está lista. Seneb la mirap<strong>ar</strong>tir, el traje rojo y oro refulgiendo sobre la piel trigueña,la mirada distante, y su corazón golpea como si el <strong>cocodrilo</strong>estuviera cerca.Hay otras noches <strong>de</strong> calor en el j<strong>ar</strong>dín, y Taya preguntapor Nubia.–He conocido Nubia –dice Seneb–. Es la tierra <strong><strong>de</strong>l</strong> oro,<strong>de</strong> las gemas preciosas que los hombres se disputan, <strong>de</strong> losenormes elefantes cuyos colmillos <strong>de</strong> m<strong>ar</strong>fil encontré aquí,en el mercado <strong>de</strong> Tebas –dice Seneb.–En Nubia crece el ébano. Con su ma<strong>de</strong>ra negra fabriquéesta daga que me acompañó en el viaje.Y recuerda también la rama <strong>de</strong> ébano que lo salvó <strong><strong>de</strong>l</strong><strong>cocodrilo</strong> en Punt, recuerda el <strong>olor</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>cocodrilo</strong> y sucorazón golpea con más fuerza que nunca.Seneb mira a Taya, dormida entre almohadones mientraslos servidores agitan los abanicos <strong>de</strong> plumas. Sucorazón vuelve a golpe<strong>ar</strong> y entonces se da cuenta <strong>de</strong> que<strong>de</strong>berá p<strong>ar</strong>tir.Al día siguiente acompaña a Taya al mercado y una vez7


más observa a los ven<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> páj<strong>ar</strong>os pase<strong>ar</strong> con lasjaulas entre la gente, a los talladores <strong>de</strong> m<strong>ar</strong>fil que cincelan<strong><strong>de</strong>l</strong>icadas figuras sobre los colmillos traídos <strong>de</strong>s<strong>de</strong>Nubia. Y dice:–Debo volver a Punt.–¿Qué te falta? –pregunta Taya y <strong>de</strong>tiene su m<strong>ar</strong>cha.–Punt es Punt –dice Seneb bajando los ojos.Esa noche, en el j<strong>ar</strong>dín, Taya pregunta por última vez:–¿Qué más hay en Punt? Necesito saberlo.–<strong>El</strong> <strong>olor</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>cocodrilo</strong> que hace galop<strong>ar</strong> el corazón.Eso hay.8


Lilia L<strong>ar</strong>doneNació en Córdoba, don<strong>de</strong> resi<strong>de</strong>. Es Licenciada en LetrasMo<strong>de</strong>rnas <strong>de</strong> la Universidad <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> Córdoba y se ha especializadoen literatura infantil y juvenil. P<strong>ar</strong>ticipó y p<strong>ar</strong>ticipacomo Jurado en numerosos concursos liter<strong>ar</strong>ios. Des<strong>de</strong> 1988,coordina Talleres <strong>de</strong> Escritura. Su obra compren<strong>de</strong> n<strong>ar</strong>rativa ypoesía p<strong>ar</strong>a niños y adultos, y también ensayos.¿Querés leer más <strong>de</strong> esta autora?Nunca Escupas P<strong>ar</strong>a Arriba; Poesía & Infancia; <strong>El</strong> CabezaC<strong>olor</strong>ada; Puertas A<strong>de</strong>ntro; Caballero Negro; Papiros; Vidas <strong>de</strong>mentira; La construcción <strong><strong>de</strong>l</strong> taller <strong>de</strong> escritura; Pequeña Ofelia(poemas); Di<strong>ar</strong>io <strong><strong>de</strong>l</strong> río (poemas); Los Picucos; Esa chica (novela);Los asesinos <strong>de</strong> la calle Lafinur; La niña y la gata; La fábrica <strong>de</strong>cristal; La escritura en el taller (en colaboración con M<strong>ar</strong>ía TeresaAndruetto).www.leer.org.<strong>ar</strong>¿Querés saber más <strong>de</strong> esta autora?Ejempl<strong>ar</strong> <strong>de</strong> distribución gratuita. Prohibida su venta.

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