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José Alvarez JuncoRicardo GOnzálezLeandriCOMPILADORESEl populismo en España y América.'... _...6·•.••.• _ .. _._0.'Editorial Catri<strong>el</strong> _.. _...... ,... ... .....o••• I


COLECCION /ENSAYOALVAREZ JUNCO, JoséGONZALEZ LEANDRI. RicardoEl populismo en España y América IJosé Alvarez Junco, comp.;Ricardo González Leandri, comp.;( l Q ed.] - Madrid: Catri<strong>el</strong>, D.L. 19941 v. ; 256 p. ; 23 cm - (Colecci6n Ensayo)ISBN 84-87688-04-7Esta obra ha sido publicada con la ayuda d<strong>el</strong>a Dirección General d<strong>el</strong> Libro y Bibliotecas d<strong>el</strong> Ministerio de Cultura.Pfimera edición: 1994ISBN 84-87688 04-7Depósito Legal: M-30033-1994Diseño gráfico y maquetación: Carmen Almir6nFotomecánica: Aries S.L., A:ü.'i;onio López 74, 28019 Madrid.e Editorial Catri<strong>el</strong> S.L.Barco 40 - Patio28004 Madrid· EspañaFax: (Madrid) 772 SO 60.Impreso en Espafia por Vía Gráfica,Calle Monza 6, Polígono Uranga28940 Fuenlabrada, Madrid.


INDlCE9 Presentación11 El populismocomo problemaJQséAloorezJunco39 Los significados ambiguos. de los populismoslatinoamericanosCarlosde la Torre61 ¿PopuliSmo o captaci6n de élites? Luces y sombrasen la estrategia d<strong>el</strong> ServicioExterior de Falange EspañolaEduardoGonzdlez Ca.lúda91 La formación d<strong>el</strong> sindicaliSmo peroniStaen ArgentinaJuan Carlos Torre109 El populismoen <strong>el</strong> poder: <strong>el</strong> gobiernoperoniSta 1950-1955Ricardo,González Leandri133 Socialización políticay discurso populista: <strong>el</strong> caso de los libros detextopero Distas ..MarimwPlotkin163 La formación de una 8lternativa populista: <strong>el</strong> MovimienroNacionalista Revolucionario de BoliviaFeÍTán Gallego .177 Dudas hamIetianas en verde y amarillo. El ser o no:serde Brasil 1922-1945Waldo Ansaldi199 El populismo.en ChileJe.an. Gr.ug<strong>el</strong>:215 El v~: democraciay políticade.masas en<strong>el</strong> Ecuador de los años 40.Carlos de'la Torre233 El populismoy <strong>el</strong> APRAAldo Mariálqui249 Bibliografia general


ELVELASQUISMO:DEMOCRACIAYPOLITICADEMASASENEL ECUADOR DE LOS AÑos 40Carlos de la T~Drew UniversityPese a los debates conceptuales y a 188 diferentes metodologías usadas en<strong>el</strong> análisis de lospopulismos latinoamerícanos.Ia literatura coincideen seQ.alarque este fenómeno marca <strong>el</strong> iniciode la política de masas.' Este artículo analizalos orígenes de la política de masas en <strong>el</strong> Ecuador comparando la estrategia<strong>el</strong>ectoral y <strong>el</strong> discurso de José María V<strong>el</strong>asco Ibarra con <strong>el</strong> de sus adversariosen las <strong>el</strong>ecciones presidenciales de 1939-40.El trabajo está dividido en cuatro parles. Primero se revisa <strong>el</strong> debate sobr<strong>el</strong>os orígenes y significados d<strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismo. A continuación se analizan las<strong>el</strong>eccionespresidenciales de 1939-40.En éstas, V<strong>el</strong>ascoIbarraluego de_realizarla primera campaña <strong>el</strong>ectora! masiva en la historia ecuatoriana fue derrotado,según él y sus seguidores, con fraude por <strong>el</strong> candidato d<strong>el</strong> Partido LiberalRadical, Carlos Arroyo d<strong>el</strong> Río. Los v<strong>el</strong>asquistas desconocieron los resultados<strong>el</strong>ectorales y organizaron una fallida insurrección militar, analizada en latercera sección de este artículo, que terminó en <strong>el</strong> segundo exilio d<strong>el</strong> caudillopopulista. En las conclusiones se reflexiona sobre los legados ambiguos d<strong>el</strong>populismo v<strong>el</strong>asquista para la democratización en <strong>el</strong> Ecuador.1.- Orígenes y significados d<strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismoEl v<strong>el</strong>asquismo fue <strong>el</strong> fenómeno políticomás importante de la historia ecuatorianaentre los años treinta y principios de los setenta y por eso <strong>el</strong> más estu-I Agradezco las .sugerencias de José Alvarez Junco y de Kim Clark a versiones anteriores deeste artículo,2 La literatura sobre populismo latinoamericano es extensa. Por ejemplo véase las antologíaseditadas por Micha<strong>el</strong> Conniff, 1982; YOctavio Ianni, 1973.


216 CARLOS DE LA TORREdiado. José MaríaV<strong>el</strong>asco Ibarra fue presidente d<strong>el</strong> Ecuadoren cinco ocasiones(1934-5, 1944-7, 1952-6, 1960-1 Y1968-72) de las cuales sólo terminó su terceraadministración siendo derrocado por golpes militares en las otras. En torno asus orígenes y significados se ha desarrollado una importante polémica.ParaAgustín Cueva (1988) <strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismo fue un nuevo mecanismo de dominación/manipulaciónal que describe como caudillismo o populismo sin definirninguna de estas categorías. La crisis socioeconómica de los años treinta, señalapara Cueva, <strong>el</strong> fin de las tres formas previas de dominación política: <strong>el</strong> liberalismoque representó los intereses de la burguesía agroexportadora costeña, <strong>el</strong> conservadurismoque representó los intereses de los hacendados serranos y <strong>el</strong> reformismopequeñoburgués de la Revolución Juliana (9 de julio de 1925). Esta crisistambién señaló la entrada de un nuevo actor político: <strong>el</strong> subproletariado. Deacuerdo a Cueva, <strong>el</strong> subproletariado, cuyo comportamiento político podía ser unreto a las clases dirigentes, fue manipulado y engañado porla retórica d<strong>el</strong>caudillo, convirtiéndose en la base social y <strong>el</strong>ectoral d<strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismo. Es por estoque <strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismo es interpretado como un movimiento sociopolíticofuncionala los intereses de las clases dominantes, y V<strong>el</strong>asco, como <strong>el</strong> mediador de losintereses de la burguesía agroexportadora de la costa y de los terratenientesserranos. Pero <strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismo, de acuerdo a Cueva, fue también un nuevofenómeno sociopolíticoque articuló las demandassubproletariasde incorporacióna la comunidad política.Rafa<strong>el</strong> Quintero(1980) cuestionalainterpretaciónde Cueva. ParaQuintero,Cueva es <strong>el</strong> responsable de introducir una serie de mitos sobre <strong>el</strong> populismoecuatoriano. Desde una perspectiva marxista ortodoxa y a través d<strong>el</strong> análisisde las <strong>el</strong>ecciones presidenciales de 1931 y 1933, Quinterodemuestra que debidoal reducido tamaño de las ciudades ecuatorianas (Guayaquil tenía 126.717habitantes en 1933 y Quito 107.192) y con un <strong>el</strong>ectorado de sólo <strong>el</strong> 3,1% de lapoblación, es absurdo dar preeminencia al subproletarlado en los orígenes d<strong>el</strong>fenómeno v<strong>el</strong>asquista. Al contrario, para Quintero las primeras <strong>el</strong>ecciones deV<strong>el</strong>asco representaron <strong>el</strong> triunfo d<strong>el</strong> Partido Conservador y la consolidación d<strong>el</strong>a "víajunker" de desarrollo capitalista. Además, Quintero niega <strong>el</strong> valorexplicativo d<strong>el</strong> concepto de populismo, proponiendo en su lugar <strong>el</strong> análisis d<strong>el</strong>as r<strong>el</strong>aciones y alianzas de clases de los diversos v<strong>el</strong>asquismos.Los errores empíricos de Cueva al explicar los orígenes d<strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismo porsus bases subproletarias y su falta de rigurosidad conceptual al definirlo, a vecescomo populismo, otras como caudillismo, no necesariamente invalidan toda suinterpretación, que ve en <strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismo un fenómeno socio político nuevo.Quintero arbitrariamente proyecta los resultados de la primera <strong>el</strong>ección deV<strong>el</strong>asco a un fenómeno que dura cuarenta años y al no desagregar, a niv<strong>el</strong> local,


EL VELASQUISMO: ECUADOR EN LOS ANOS 40 217quien votó por V<strong>el</strong>asco, desconoce que los pocos marginales que votaron enGuayaquil, porejemplo; lohicierontal vez porV<strong>el</strong>asco(Menéndez-Carrién, 1986).Además, Quintero no diferencia <strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismo como movimiento <strong>el</strong>ectoral, d<strong>el</strong>v<strong>el</strong>asquismo como movimiento políticomás amplio. Pese a que <strong>el</strong> <strong>el</strong>ectorado y laproporción de votantes creció en la época v<strong>el</strong>asquista d<strong>el</strong> 3,10% en la primera<strong>el</strong>ección de V<strong>el</strong>asco en 1933 al 16,83% en la última <strong>el</strong>ección de V<strong>el</strong>asco en 1968,éste fue muy reducido pues se excluía a los analfabetos y de facto a la mayoríade la población indígena. Pero como Mniguashca y North (1991) han observado,a partir de su campaña y gira como presidente <strong>el</strong>ecto, en 1933 V<strong>el</strong>asco recorrió<strong>el</strong> país atrayendo a grandes muchedumbres, muchos de cuyos integrantes noeran votantes. Precisamente, mi argumento es que V<strong>el</strong>asco inaugura un nuevoestilo político, <strong>el</strong> de la política de masas, en la única <strong>el</strong>ección en que fueraderrotado (1939-40). A partir de dichas <strong>el</strong>ecciones, para ganar, todo candidatodebió hacer una campaña masiva recorriendo la mayor parte d<strong>el</strong> territorionacional. Porlo demás, a partirde los años cuarentaV<strong>el</strong>asco adquirió <strong>el</strong> auracasimística de "El Gran Ausente" que lo llevaría al poder en cuatro ocasiones.A diferencia de Cuevay Quintero que ven en <strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquísmo sólo formas dedominación y manipulación y por lo tanto lo interpretan como un fenómenopolítico funcional al sistema, Maiguashca y North destacan sus aspectoscontestatarios. Estos autores interpretan al v<strong>el</strong>asquismo como un fenómenopolítico e ideológico que cuestiona la modernización capitalista d<strong>el</strong> país desdeuna perspectiva moral. Aplicando <strong>el</strong> concepto de E. P. Thompson de "economíamoral de la multitud", estos autores presentan la hipótesis de que <strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismoes una forma de protesta tradicional a las dislocaciones socialesproducidas porlamodernización. Desafortunadamente, los autores no realizand<strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismo <strong>el</strong> análisis thompsoniano que prometen. Además, es necesarioseñalaralgunos reparos al uso de estacategoríatan popularentre antropólogose historiadores sociales. La categoría de "economía moral" se refiere a laspercepciones que tienen d<strong>el</strong> pasado grupos subalternos a través de las cualesinterpretan y se oponen a las dislocaciones de la modernización capitalista.Pero como lo señala Roseberry (1989), los autores que usan la categoría de"economía moral" tienden a presentar al pasado preeapitalista como indiferenciadoy homogéneo, sin tomar en consideración las r<strong>el</strong>aciones de poder dentrode la comunidad, y por lo tanto no pueden captar las múltiples y contradictoriasimágenesy valores que diferentes actorestienend<strong>el</strong> pasado. Porlo tanto,esta categoría no puede dar cuenta d<strong>el</strong> cambio de sociedades precapitalistasheterogéneas a sociedades capitalistas también heterogéneas.Este debate sobre los orígenes d<strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismo ha generado muchaspreguntas. Todavía no ha quedado claro: ¿cuáles son las nuevas formas de


218 CARLOS DE LA TORREhacer política, si es que se inventan nuevas formas, que se inician con <strong>el</strong>v<strong>el</strong>asquismo?, ¿qué representa y qué significa V<strong>el</strong>asco para estas muchedumbresque por primera vez son tomadas en cuenta en <strong>el</strong> quehacer político?,¿cuáles son, para la democracia, las implicaciones d<strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismo comonuevomecanismo de dominación y resistencia?, ¿cuál fue <strong>el</strong> significado de lademocracia para los v<strong>el</strong>asquistas? A falta de estudios sobre los diferentesv<strong>el</strong>asquismos es apresurado hacer una evaluación general de este fenómeno.En todo caso, este artículo analiza sus significados ambiguos en los inicios d<strong>el</strong>a politica de masas a principios de los años cuarenta.2.- Las <strong>el</strong>ecciones presidenciales de 1939-40Contrastando <strong>el</strong> estilo políticode V<strong>el</strong>ascoIbarracon <strong>el</strong> de sus rivales conservadory liberal en la campaña <strong>el</strong>ectoral de 1939-40, este artículo demuestracómo V<strong>el</strong>asco inauguró la política de masas como un nuevo estilo político<strong>el</strong>ectoral. La muerte repentina d<strong>el</strong> presidente Aur<strong>el</strong>io Mosquera Narváez, <strong>el</strong> 18de noviembre de 1939, sólo once meses después de asumir <strong>el</strong> poder, abrió unnuevo periodo <strong>el</strong>ectoral. Carlos Arroyo d<strong>el</strong> Ríoen su calidad de presidente d<strong>el</strong>Senado, asumió temporalmente la presidencia, para luego renunciar a fin departicipar en las <strong>el</strong>ecciones como candidato por <strong>el</strong> Partido Liberal Radical.Andrés F. Córdova, de acuerdo al mandato constitucional, asumió la presiden.cia de la República. El Partido Conservador nominó como candidato alarqueólogo,historiadory políticoJacintoJijón y Caamaño, quien se encontrabaexiliado en Los Ang<strong>el</strong>es. El tercer contendiente, <strong>el</strong> "candidato popular" segúnla prensa de la época, fue <strong>el</strong> exiliado ex presidente de la República José MariaV<strong>el</strong>asco Ibarra, apoyado por sectores "independientes" d<strong>el</strong> liberalismo, d<strong>el</strong>conservadurismo y d<strong>el</strong> socialismo, así como por "v<strong>el</strong>asquistas". Los partidosSocialista y Comunista se abstuvieron de participaren estacontienda<strong>el</strong>ectoral.En sus manifiestos a la nación, las tres fuerzas políticas presentaronpropuestas similares para resolver los problemas d<strong>el</strong> país. Estaban deacuerdo en respetar los derechos básicos d<strong>el</strong> individuo, entre los cualesdestacaban <strong>el</strong> derecho a la propiedad y la libertad de sufragio, proponíanatraer al capital extranjero y resolver <strong>el</strong> problema social mejorando lasituación económica y cultural de los trabajadores y campesinos medianteuna buena educación, mejores salarios y la sindicalizacién," No obstante~ "Manifiesto que <strong>el</strong> Dr. José Maria V<strong>el</strong>ascolbarra, Candidato Popular a la Presidencia de la


EL VELASQUISMO: ECUADOR EN LOS AÑos 40 219estas coincidencias en las propuestas políticas, sus estilos <strong>el</strong>ectoralesfueron muy disímiles.El estilo <strong>el</strong>ectoral deV<strong>el</strong>asco Ibana:...las calles y las plazas son para que los ciudadanos expresen sus aspiraciones yanh<strong>el</strong>os y no para que los esclavos arrastren sus cadenas. (Quito, 30-12-1939.).Si bien las propuestas de Ve1asco no diferían mucho de las de sus rivales,su estilo <strong>el</strong>ectoral fue único en su forma y contenido. A diferencia de los otroscandidatos, viajó por tierra a la mayoría de lasprovincias d<strong>el</strong> país presentandosu mensaje de incorporación política y su figura misma, como las únicasgarantías para resolver los problemas nacionales. Este novedosoestilo pqlíticode concentraciones masivas fue complementado con manifestaciones ycontramanifestaciones en las que sus partidarios expresaban sus opinionesvehementemente y sin importarles <strong>el</strong> derecho de los otros candidatos a tenercriterios propios.El 23 de noviembre, cincodías después de la muerte de Mosquera Narváez,V<strong>el</strong>asco Ibarra acept6la candidatura para las <strong>el</strong>eccionespresidenciales d<strong>el</strong> 10y 11 de enero de 1940. E129 de noviembre llegó a Quito en avión desde suexilioen Colombia.En la capital de la República se vivía un día de fiesta pararecibir a V<strong>el</strong>aseo,muchos autobuses circulaban adornados con palmas comoen<strong>el</strong> domingo de Ramos, y los transportistas proveyeron medios gratuitos para iral aeropuerto. Una muchedumbre de alrededor de diez mil personas, entrepartidarios y curiosos, en una población de alrededor de ciento treinta y ochomilhabitantes, esperaron a V<strong>el</strong>ascoen <strong>el</strong> aeropuerto. Luego, con un desfile dequinientos coches y autobuses, V<strong>el</strong>ascose dirigió al centro de la ciudad. En <strong>el</strong>trayecto la gente gritaba: "¡Viva V<strong>el</strong>ascoIbarra!", "¡Viva <strong>el</strong> Candidato Populara la presidencia de la República!", (El Universo, 30 de noviembre, 1939).Llegaron a.la Plaza de la Independencia alrededor de las 3 p.m.. Desde unRepública, Dirige a la Ciudadanía" CEl Uniuerso, Guayaquil, 14 de diciembre, 1939);"Manifiesto que<strong>el</strong> Señor Don Jacinto Jijón y Caamaño Candidato d<strong>el</strong> Partido Conservador Ecuatoriano a laPrésidencia de la República Presenta al Pueblo d<strong>el</strong> Ecuador"


220 CARLOS DE LA TORREbalcón d<strong>el</strong> hot<strong>el</strong> Majestic, V<strong>el</strong>asco dio un discurso de 25 minutos "en términosque en numerosos pasajesllegaban al sentimiento d<strong>el</strong> público arrancando consus frases, estruendosos aplausos". (El DCa, 30 de noviembre, 1939). Luego demanifestar que estaba "conmovido por pisar su<strong>el</strong>o d<strong>el</strong>a patria", V<strong>el</strong>asco saludóal pueblo ecuatoriano "que con tanta constanciaen<strong>el</strong> dolor ha sabido mantenerestaesperanza". Saludó a los miembros d<strong>el</strong> gobierno, de la prensa y d<strong>el</strong> ejército,pero su interlocutor fue <strong>el</strong> pueblo ecuatoriano. "Necesitamos canalizar vuestrapasión para obtener <strong>el</strong> triunfo y la f<strong>el</strong>icidad d<strong>el</strong> Ecuador, ... [para] salvar lapatria d<strong>el</strong> caos y postración en que se encuentra.". VeJasco creyó ser la personaque podíacanalizar estas energías, por eso aceptó este deber patriótico sin qu<strong>el</strong>e importaran su bienestar y f<strong>el</strong>icidad. "Más cómodo me hubiera sido estaralejado de la disputa y mantenerme enun ambiente de tranquilidad en que hevivido fuera de la patria, peromi deberera afrontarla responsabilidad." Luegode todos estos años de sufrimiento, su triunfo traeríala liberación. Como en lacosmología católica, dijo: "<strong>el</strong> dolor es un acicate purificador, es <strong>el</strong> momento deabrir los ojos a la luz de la esperanza" y él era la esperanza. Su programa degobierno fue simple: 1) respetar la libertad de sufragio; 2) promover <strong>el</strong>desarrollo económico porque "la libertad política es una quimera, si no exist<strong>el</strong>a libertad económica"; y, 3) transformar a los trabajadores en ciudadanos. (ElDta, 30 de noviembre, 1939).El sábado 2 de diciembre vi~6 por tierra a Ambato para continuar su viajeen autoferro al puerto principal y ciudad más poblada d<strong>el</strong> país, Guayaquil.Durante <strong>el</strong> viaje fue aplaudido y vivado por muchedumbres. A primeras horasde la tarde V<strong>el</strong>asco llegó a Guayaquil.Estrechamente apretujado por la muchedumbre y haciendo grandes esfuerzospudo salir <strong>el</strong> doctor V<strong>el</strong>asco Ibarra al malecón, donde recibió una estruendosasalva de aplausos de parte d<strong>el</strong> pueblo, que lo aclamaba d<strong>el</strong>irante. como<strong>el</strong> sallJa·dor de la patria, baluartede sus derochos, factor de su progreso y sallJaguardiade la moral,<strong>el</strong> ordeny la justicia: (El T<strong>el</strong>égrafo. 4-12- 1939, la cursiva es mía.),La procesión siguió hasta <strong>el</strong> hot<strong>el</strong> Ritz, en <strong>el</strong> centro de Guayaquil, donde entreocho y diezmil personas de los aproximadamente doscientos mil habitantes d<strong>el</strong>puerto principal d<strong>el</strong> Ecuador, escucharon y aplaudieron su discurso.V<strong>el</strong>asco permaneció en Guayaquil durante tres días para luego continuarsu gira <strong>el</strong>ectoral por varias provincias de la costa y de la sierra. Cuando <strong>el</strong> 23de diciembre V<strong>el</strong>asco regresó a Guayaquil, la campaña <strong>el</strong>ectoral tenía un tonode confrontacionesviolentasentre liberales y v<strong>el</strong>asquistas, y los carabinerosreprimíana estos últimos. Al anochecer V<strong>el</strong>asco llegó a Guayaquil donde con un


EL VELASQUTSMO: ECUADOR EN LOS AÑOS 40 221desfile marchó hasta la Plaza Rocafuerte en la que un sistema de sonido habíasido instalado. "Con voz clara y estentórea y ademán enérgico, <strong>el</strong> Candidatopronunció su discurso.". Se refirió a las cualidades viriles y heroicas d<strong>el</strong> puebloguayaquileño que demandaba sus derechos legítimos de soberanía. Luegoexaltó su cruzaday la d<strong>el</strong> pueblo por la democracia en contra de la oligarquía.Todcs los pueblos d<strong>el</strong> Ecuador se han puesto de pie, d<strong>el</strong> Carehi al Macará, paraimpedirque una vez más <strong>el</strong> fraude <strong>el</strong>ectoral escarnezca<strong>el</strong> libre y genuino quererde la colectividad nacional.La hora es de lucha entre la democracia y la oligarquía, entre la libertad y latiranía, entre <strong>el</strong> desinterés y <strong>el</strong> lucro.El pueblo exige gobierno-servicio en vez de gobierno-explotación; gobierno ­libertad en vez de gobierno-tiranía; administración-sacrificio en vez de administración-lucro;gobierno democrático en vez de gobierno oligárquico.Fustigó al Partido Liberal por traicionar sus principios transfonnándose enuna "camarilla". En estas <strong>el</strong>ecciones, decía, participan <strong>el</strong> pueblo y la camarillaen <strong>el</strong> poder. Además, "...es una expresión de audacia <strong>el</strong> pretender enfrentar alcandidato popular con <strong>el</strong> candidato de las oligarquías, un <strong>el</strong>emento repudiadopor <strong>el</strong> pueblo ecuatoriano". La coyuntura es una revolución cívica. "D<strong>el</strong>resultado de estos comicios dependen la tranquilidad o <strong>el</strong> desasosiego quesobrevendrá después.". Concluyó pidiendo serenidad a sus partidarios, pues"tenemos la razón" (El T<strong>el</strong>égrafo, 24 de diciembre, 1939):Este discurso de V<strong>el</strong>asco presenta la contienda <strong>el</strong>ectoral como la lucha entre<strong>el</strong> candidato que representa al pasado de opresión y <strong>el</strong> que encarna al futurode libertad. El siguiente cuadro ilustra la diferenciación maniquea que haceV<strong>el</strong>asco entre <strong>el</strong> candidato popular y <strong>el</strong> candidato oligárquico en términosmorales y de respeto a la voluntad.popular.Cuadro 1Candidato Popular-libertad <strong>el</strong>ectoral-democracia-libertad-desinterés-gobíemo-servicío-gobierno-libertad-a~ción~crificio-gobiemo democráticoCandidato Oligárquico-fraude-oligarquía-tiranía-lucro-gobiemo-explotaci6n-gobiemo-tiranía-administración-lucro-gobierno oligárquico


222 CARLOS DE LA TORREV<strong>el</strong>asco continu6 SU gira <strong>el</strong>ectoral por las provincias costeñas y d<strong>el</strong> surd<strong>el</strong> país, concluyéndola <strong>el</strong> 30 de diciembre con una gran concentraci6n enla Plaza de San Francisco, en <strong>el</strong> coraz6n de Quito. El contenido de suoraci6n fue agresivo. Atac6 al candidato liberal presentándose como laantítesis de todos los pecados de los liberales. La lucha era entre <strong>el</strong>candidato de las mayorías y <strong>el</strong> de las minorías. "Frente a la candidaturapopular, se levanta y quiere imponerse, a toda costa, la candidatura de unreducido grupo, pretencioso y altanero, que desprecia a las muchedumbres,gloriándose de no tener ningún contacto con <strong>el</strong>los.". Se pregunta retóricamente:si <strong>el</strong> pueblo de los diferentes lugares que ha recorrido está con él,¿quiénes rodean al candidato liberal?Los partidarios d<strong>el</strong> candidatod<strong>el</strong> Partido Iáberal-Radical son <strong>el</strong> Gobernador,<strong>el</strong> Jefe Político,las autoridades de losestancos,1as autoridades de las oficinasde pesquisa, ciertas autoridades de policía; en suma: la alta burocracia quepersigue, encanalla, amenaza, cohibe en toda forma.Estos son los responsables de la persecuci6n al pueblo y de la brutalidadpolicial. "Entodas partes, las calles,mantenidas con<strong>el</strong> presupuesto que se sacaal pueblo, sirven para que los hombres libres expresen sus anh<strong>el</strong>os y no paraque los esclavos arrastren sus cadenas.". Además, "<strong>el</strong> pueblo no es rebañosujeto a la explotaci6n de un propietario sino conjunto de hombres libres quepiensan y quieren".El es <strong>el</strong> candidato popular, la encamaci6n de un ideal y la garantía paraestablecer un nuevo tipo de régimen político. Refiriéndose a cuando seautoproclam6 dictador en 1935 en su primera administraci6n dijo: "yo mesacrifiqué,sabiendo <strong>el</strong> p<strong>el</strong>igroque corría en sacrificarme". Sehabía sacrificadopor <strong>el</strong> bienestar de la colectividad, que no podía ser gobernada con laConstituci6n vigente, pues <strong>el</strong> pueblo y él como su encarnaci6n, estaban porencima de constituciones mal redactadas y políticos inmorales.Como contrapartida, <strong>el</strong> candidato liberal, Carlos Arroyo d<strong>el</strong> Río, eratotalmente antipopular. Por lo tanto, "la soluci6n es clara. No hay queoscurecerla. Nadie pretenda crear <strong>el</strong> caos para sacar ventajas personales eimpensadas: <strong>el</strong> pueblo ecuatoriano quiere que yo sea presidente de laRepública". Advierte al presidente Córdova: "respetad algo más al pueblo. Sino lo respetáis, loharemos respetar. O nos fusiláis, o no os daremos un solodíade tregua"(El Día, 31 de diciembre 1939).Una primeracaracteristica de este discursodeV<strong>el</strong>ascoy de losque han sidoanalizados conanterioridad, es la falta de referencias al candidato conservador.


EL VELASQUJ5MO: ECUADOR EN LOS AÑos 40 223Esto puede atribuirse al hecho de que Jacinto Jijón y Caamaño regresó al paísun mes después de V<strong>el</strong>asco, <strong>el</strong> 31 de diciembre, y al "poco entusiasmo quedespertó su candidatura" (El Dta, 9 de diciembre, 1939).V<strong>el</strong>asco concentró susataques en Arroyo d<strong>el</strong> Río presentándose como la encarnación d<strong>el</strong> idealdemocrático tantas veces burlado por <strong>el</strong> Partido Liberal. Las <strong>el</strong>eccionesaparecían como la lucha entre dos opciones morales y políticas: <strong>el</strong> fraude<strong>el</strong>ectoral de los gobiernos liberales contra la honestidad d<strong>el</strong> gobierno de lasmayorías. Pero, además, la escena política fue personalizada como la luchamaniquea y moral entre Arroyo d<strong>el</strong> Río y V<strong>el</strong>asco. El cuadro 21a resume.Cuadro 2V<strong>el</strong>asco Ibarra-eandídatura popular-ciudadanoslhombres libres-altruismo; sacrificio-dignidad de todos-justicia para todos-nacionalismoArroyo d<strong>el</strong> Río-candidatura de un reducido grupo-esclavos-egoísmo-dígnidad para un reducido grupo~usticia hacia los pobres-antinacionalismoLa segunda característica de la estrategia <strong>el</strong>ectoral de V<strong>el</strong>asco fue lademocratización de los espacios públicos. En <strong>el</strong> Ecuador, al igual que en otrospaíses latinoamericanos, la plaza pública era <strong>el</strong> lugar de reunión de losciudadanos que, a finales de los años treinta y principios de los cuarenta,estaba limitado a las élites. Al ocupar simbólicamente los espacios públicosrestringidos, V<strong>el</strong>asco y sus seguidores extendían la definición de ciudadanía.Pese a que esta democratización fue más simbólica que real, pues la mayoríade la población seguía excluida d<strong>el</strong> derecho al voto, la ampliación de losespacios públicos y la consecuente expansión de la política, desde los cafés ysalones de las élites y las oficinas de la alta burocracia, fue entusiastamenteapreciada por sus seguidores. Los v<strong>el</strong>asquistas usaron las calles paramanifestar.<strong>el</strong> apoyo a su líder, lo que, en algunas ocasiones, incluía la falta derespeto por <strong>el</strong> derecho de los otros candidatos a expresar sus programas," Al4 El uso v<strong>el</strong>asquista de 10Ii espacios püblíeesa finales de los años treinta y principios de loscuarenta. a diferencia de otras experiencias populistas latinoamericanas de la época no fuereportado en la prensa como la invasión de la chusma. Vale la pena destacar la ausencia de


224 CARLOS DE LA TORREtransformar a los rivales en enemigos morales, la salvación d<strong>el</strong> pueblo sebasaba en la destrucción de los adversarios de V<strong>el</strong>asco. Esta incorporaciónpolítica autoritaria, además, transformó a V<strong>el</strong>ascoIbarra en la encamación d<strong>el</strong>as demandas y aspiraciones populares, que estaban por encima de lasmediaciones, las instituciones y los procedimientos democráticos.El estilo <strong>el</strong>ectoral de los rivales de V<strong>el</strong>nscoA diferencia de V<strong>el</strong>asco,los candidatos conservador y liberal limitaron susactos públicosa lugares donde su popularidad estaba garantizada o a pequeñoscirculos oficialesde sus partidos y sitios frecuentados por personas de las élites.Además, en lugar de afrontar las malas condiciones d<strong>el</strong> transporte terrestre,viajaban por avión. Esta secciónanaliza losestilos <strong>el</strong>ectorales de los candidatosconservador y liberal.a) JacintoJijón y Caamaño: "restablecer <strong>el</strong> imperio d<strong>el</strong> orden en este país quese hunde"


El VELASQUISMO: ECUADOR EN lOS AÑOS 40 225<strong>el</strong> bienestar de los artesanos y de los trabajadores rurales. Concluyó con lafrase: "invoquemos a Cristo Rey de las Naciones y de los pueblos y hagamos unsolo eslabón para la grandeza de la Patria. ¡Viva <strong>el</strong> Ecuador!" (El Día, 10 deenero, 1940).Pocos días después partió al norte donde fue bien recibido. En Tulcán,por ejemplo, "fue ovacionado por cinco mil personas" (El Día, 4 de enero,1940). El 3 de enero se dirigió por avión a Guayaquil donde conversódurante algunas horas con dirigentes d<strong>el</strong> partido y con sus simpatizantes.Más tarde viajó, también por avión, a Cuenca donde los v<strong>el</strong>asquistasrepitieron los mismos episodios de Quito, siendo más numerosos que losconservadores y boicoteando los discursos de éstos. En la tarde Jijón yCaamaño regresó a Guayaquily no participó en ningún acto masivo. Volvióa Quito <strong>el</strong> día 4, donde permaneció durante <strong>el</strong> resto de su campaña <strong>el</strong>ectoral(El T<strong>el</strong>égrafo, 4 de enero, 1940).b) Carlos Arroyo d<strong>el</strong> Río: "todo <strong>el</strong> país reclamaba paz, orden y establidadgubernativa, en 1939" (1946: 26).Luego de meditar por <strong>el</strong> lapso de algunos días, <strong>el</strong>6 de diciembre CarlosArroyo d<strong>el</strong> Río aceptó la nominación d<strong>el</strong> Partido Liberal Radical a la presidenciade la República. El 19, Arroyo d<strong>el</strong> Río inició su campaña <strong>el</strong>ectoral por lasierra central. Para su sorpresa, fue recibido por contramanifestantes enAmbato y Riobamba. En Ambato "estruendosos vivas y mueran atronaban <strong>el</strong>aire e interrumpían <strong>el</strong> discurso d<strong>el</strong> doctor Arroyo d<strong>el</strong> Río, contra quien aún s<strong>el</strong>anzarontérminos ofensivos"(El Día, 23 de diciembre, 1939).La policía arrestóa varios v<strong>el</strong>asquistas. En Riobamba los chóferes habían declarado un paro deun día. "Cuando <strong>el</strong> doctor Arroyo d<strong>el</strong> Río trató de hablar desde uno de losbalcones de la Municipalidad, fue impedido a gritos y silbos por los v<strong>el</strong>asquistas"(El Día, 22 de diciembre, 1939). Los carabineros atacaron a los eontramanifestantesque p<strong>el</strong>earon con piedras contra la policía. Mástarde los v<strong>el</strong>asquistasdestrozaron <strong>el</strong> alumbrado público y apedrearon veinte casas. El candidatoliberal tuvo que contentarse con dar un discurso en <strong>el</strong> Club Chimborazo a '10más distinguido de la sociedad riobambeña". (El Día, 29 de diciembre, 1939.).Los enfrentamientos entrev<strong>el</strong>asquistas y arroyistas se repitieron en casi todoslos lugares visitados por Arroyo, inclusive en aqu<strong>el</strong>los en los que no aparecióen actos de masas.Carlos Arroyo d<strong>el</strong> Río era impopular entre amplios sectores de la población.Se lo acusaba de haber participado en la masacre obrera de Guayaquil d<strong>el</strong> 15de noviembre de 1922. Por <strong>el</strong>lo, <strong>el</strong> 15 de noviembre de 1939 en hojas volantesse manifestaba:


226 CARLOS DE LA TORREEl asesino d<strong>el</strong> pueblo guayaquiJeño no puede subiral poder en <strong>el</strong> aniversario d<strong>el</strong> trágico 15 de Noviembre.Pueblo de Quito:Por solidaridad con <strong>el</strong> pueblo de Guayaquil, debemos impedir que ocupe <strong>el</strong> soliopresidencialquien masacró a nuestros hermanos costeños e115 denoviembre de1922.(BAEP, Hojas Volantes 1939-45'N 23.).El ambiente políticose tornó cada vez másviolento. Había enfrentamientosentre v<strong>el</strong>asquístas y arroyistas. Se acusaba a los vclasquistas de usar tácticasfascistas ya los liberales de usar a la policía para acallar las aspiracionesdemocráticas d<strong>el</strong> pueblo. Además, conservadores y v<strong>el</strong>asquistas pedían a susseguidores mantenerse en alerta pues, decían, se fraguaba un nuevo fraude<strong>el</strong>ectoral.s.- La insurrección de Guayaquil d<strong>el</strong> 11 de enero de 1940Para los v<strong>el</strong>asquistas su candidato era la única alternativa popular. Enpalabras de un líder de una organización obrera, V<strong>el</strong>asco "haría un gobiernonetamentenacional, ajeno a banderíasy contrario a los regímenes oligárquicos,que son los que han mantenido siempre ese distanciamiento entre gobernantesy gobernados" (El DCa, 9 de diciembre, 1939). Una hoja volante decía: "losecuatorianos alejados de la mesa presupuestívora saben que <strong>el</strong> único hombrecapaz de enfrentarse a la trinca masónica y sus secuaces, es <strong>el</strong> doctor V<strong>el</strong>ascoIbarra" (Hablemos Claro y Alto, Ciudadanos Independientes, BAEP, HojasVolanl:es1939-45,N43). Por último, la hoja volante "LaGran Farsa" definía asíal v<strong>el</strong>asquismo:...<strong>el</strong> V<strong>el</strong>asquismo no es una chusma ignara ni una mesnada reclutada con <strong>el</strong> villicor ni la denigrante soldada.V<strong>el</strong>asquismo es sentimiento popular. Es Idea. Es acción. Es emporio de noblezay dignidad.Pueblo: a las URNAS. A cubrirnos de gloria o a morir con honor.(DAEP, Hojas Volantes 1939-45 N 5).No deja de llamar la atención que un lenguaje antiguo y aristocratizante contérminos como:"ignara", 'Vil", "denigrante", "gloria", "honor", haya tenido éxitoen movilizar a sectores populares urbanos a principio de los años cuarenta.Los v<strong>el</strong>asquistas no exageraban cuando manifestaban estar dispuestos a


EL VELASQUISMO: ECUADOR EN LOS AÑos 40 227entregarsusvidas por la pureza d<strong>el</strong> sufragio. En una entrevista V<strong>el</strong>ascohabíadicho:Los ciudadanos v<strong>el</strong>asquistas l...] deberán mantenerse en pie, protestando yexigiendo hasta obtenerque impere en <strong>el</strong> país la democracia y la decencia. Lospueblos no son rebaños. Una candidatura que triunfa a sablazos es unavergüenzay una ignominia que no puedentolerarloshombres libres. Elpaís nopuedeconsentirqueenesta horade granagitación moraly dedesastre económico,se establezca un gobiernoefimerosin respaldo popular, sin bases éticas,condenado a vivirreprimiendo sediciones y porconsiguiente a cavarla sepulturade la Patria El Ecuadorvale más que la vanidad y <strong>el</strong> orgullo de un hombre ymucho más que la vanidad y <strong>el</strong> orgullo de una camarilla[Ya la preguntad<strong>el</strong> -¿Usted, señor, que haría?- respondió: Yo teqgo quedar <strong>el</strong> ejemplo de cumplirloque usted acabade escribir.(El T<strong>el</strong>égrafo, 6-1·1940).Luego de dos días de votación y según cálculos d<strong>el</strong> Congreso, los resultados<strong>el</strong>ectorales fueron:Arroyo d<strong>el</strong> Río 43.642 votosV<strong>el</strong>asco Ibarra 22.061 votosJijón y Caamaño 16.376 votos( Córdova slf: 227).La noticia d<strong>el</strong> triunfo de Arroyo provocó actos de protesta masivos envarias ciudades d<strong>el</strong> país en contrade lo que se percibió como fraude <strong>el</strong>ectoral.Por ejemplo, en Quito multitudes trataron de quemar la casa d<strong>el</strong> presidented<strong>el</strong> comité <strong>el</strong>ectoral pro Arroyo d<strong>el</strong> Río. Pero Guayaquil fue <strong>el</strong> lugar de lasexplosiones de iramásviolentas contra lo que se juzgó como fraude <strong>el</strong>ectoral."Parece que la intención de los v<strong>el</strong>asquistas era asaltar todo lo que tuvieraalguna r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> candidato liberal" (El Uniuerso, 12 de enero, 1940).Intentaron quemar las oficinas de la Central Arroyista. Otros marcharondesafiantemente frente a la casa d<strong>el</strong> gobernador d<strong>el</strong> Guayas que estabaprotegida por carabineros. Sin éxito atacaron la casa de Arroyo d<strong>el</strong> Río y suoficina, donde p<strong>el</strong>earon con militantes liberales. Asaltaron la oficina deestancos capturando armas. También dispararon contra <strong>el</strong> teniente decarabineros, Luis Mosquera.Los civiles v<strong>el</strong>asquistas no fueron los únicos enfurecidos por <strong>el</strong> fraude<strong>el</strong>ectoral. La base de esta insurrección fallida fueron los oficiales de la BaseAérea Simón Bolívar donde se encontraba V<strong>el</strong>asco Ibarra. Su manifiesto deda:


228 CARLOS DE LA TORRELos Oficiales, Clases y Tropade la Base Aérea "Simón Bolívar", no han podidomirar con indiferencia la manera como se ha consumado <strong>el</strong> actual fraude<strong>el</strong>ectoral, haciendo burla de las más C8J'88 y justas aspiraciones d<strong>el</strong> pueblo.... en<strong>el</strong> caso actual no ha habido lucha de partidos sino que <strong>el</strong> pueblo en masa ha sidovíctima d<strong>el</strong> atrop<strong>el</strong>lo de políticos sin conciencia (El Universo, 12 de enero, 1940).Mientras, los aviadores reb<strong>el</strong>des trataban de conseguir <strong>el</strong> apoyo de otrasbases militares, numerosos grupos de manifestantes v<strong>el</strong>asquistas fueronatacados a tiros y sablazos por los carabineros dejando un saldo de cuatromuertos y alrededor de treinta y nueve heridos, todos civiles y representandogran variedad de ocupaciones populares en la que predominaron jornaleros,albañiles, y artesanos (El Universo, 12 de enero, 1940; El Comercio, 13 deenero, 1940). Este episodio terminó a las cuatro y veinte de la madrugadacuando los aviadores reb<strong>el</strong>des se rindieron y V<strong>el</strong>asco se entregó para partir asu segundo exilio políticoen Colombia.Está en disputa si hubo o no fraude en las <strong>el</strong>ecciones de 1940. En todo caso,con muy pocas excepciones <strong>el</strong> Congreso de 1940 ratificó los resultados<strong>el</strong>ectorales. Los liberales siempre han defendido la pureza de los resultados(Arroyo d<strong>el</strong> Río, 1946; Córdova s/O. En todo caso y más allá de la discutidahonestidad de los resultados, lo que importa es que muchos sectores de lapoblaciónvieron estas <strong>el</strong>eccionescomoun ejemplo más de la inmoralidad y d<strong>el</strong>fraude liberal.4.- CONCLUSIONESLa campaña <strong>el</strong>ectoral de 1939-40 presentó dos estilos políticos diferentes:la política oligárquica y la política de masas. Primero, es obvio que los políticosno podían seguir reduciendo su campaña a pequeños círculos de notables. Loscandidatos liberal y conservador trataron de llevar a cabo campañas masivas,pero fallaron. Su falta de éxito se debe, en parte, a que todavía dudaban entreformas políticas oligárquicas y de masas. Por ejemplo, Jacinto Jijón sóloorganizó actos masivos en lugares de conocidapopularidad. Arroyo d<strong>el</strong> Río, porsu parte, luego de los fracasos en Ambato y Riobamba, suspendió estaestrategia <strong>el</strong>ectoral. En conclusión, estos candidatos hicieron campañastradicionales frente a círculos reducidos de notables.La segunda causa y tal vez la más importante fue la presencia de losv<strong>el</strong>asquistas en las calles. Para los v<strong>el</strong>asquistas los espacios públicos eranlugares paraexpresarsus opiniones políticas,y aúnorganizareontramanifesta-


EL VELASQUlSMO; ECUADOR EN LOS AÑOS 40 229ciones para recibir a sus adversarios. Además, cuando percibieron que las<strong>el</strong>ecciones fueron una burla, salieron a las calles para exigirjusticia a losresponsables d<strong>el</strong> fraude. El proyectofalló porque actuaron precipitadamente ysin <strong>el</strong> apoyo de las fuerzas armadas. Mas;.esta insurrección fallida no seríaolvidada. La revancha y la justiciallegarían cuatro años después con lallamada RevoluciónGloriosa d<strong>el</strong> 28 y 29 de mayo de 1944 en la que <strong>el</strong> ejércitoy sectores populares se reb<strong>el</strong>aron contra Arroyo d<strong>el</strong> Ríoy los carabineros ennombre de V<strong>el</strong>asco Ibarra/'V<strong>el</strong>ascoinauguró un estilo políticonuevo y diferente. Sus mítines eran actosfestivos a los que la gente asistía en carros alegóricos, con música y otrossímbolos de fiesta y regocijo. V<strong>el</strong>asco trató de estar cerca de sus seguidorespresidiendo caravanasmotorizadas, caminando rodeado de muchedumbres quequerían estrecharle la mano y tocarlo. Además, trató de visitar <strong>el</strong> mayornúmerode ciudades y pueblosafrontando las terriblescondicionesd<strong>el</strong> transporteterrestre, para presentar su mensaje políticoque propugnaba la libertad d<strong>el</strong>sufragio y <strong>el</strong> uso de los espacios públicos,reiterando que su candidatura era laúnica garantía para alcanzar las expectativas populares y transformar enrealidades las aspiraciones populares tanto de sus partidarios comod<strong>el</strong> puebloen general. En resumen, su nuevo estilo políticodemocratizó por primera vezlos espacios públicos e incluyó a sectores previamente excluidos de lasdecisiones políticas. La política salió a las calles y plazas y los v<strong>el</strong>asquistasvivieron esta democratización como reconocimiento de sus derechos deciudadanos. Demandaron <strong>el</strong> derecho al voto y la honestidad <strong>el</strong>ectoral. Pero noimportó tanto <strong>el</strong> poder votar, fue fundamental salir a las calles, gritar porV<strong>el</strong>asco y amedrentar a quienes se oponían a las reivindicaciones popularesencarnadas en <strong>el</strong> líder populista.Esta incorporación de sectores previamente marginados de la política fuemás simbólica que real pues las mayorías seguían excluidas d<strong>el</strong> voto. Peroademás, fue autoritaria. Los v<strong>el</strong>asquistas al verse como <strong>el</strong> verdadero y únicopueblo no permitieron que sus rivales manifestaran sus opiniones. Altransformar a los opositores políticosen enemigos morales, los v<strong>el</strong>asquistas seapartaron de los canales democráticos imponiendo autoritariamente sudictamen de quiénes eran <strong>el</strong> ''verdadero" pueblo,y éste era definidopor <strong>el</strong> líder,Quienes no estaban de acuerdo con V<strong>el</strong>asco fueron transformados en susenemigos que, por ende, eran hostiles a toda la nación. Además, <strong>el</strong> populismov<strong>el</strong>asquista transformó a V<strong>el</strong>asco en la encarnación de todas las aspiraciones6 Para un análisis de esta revu<strong>el</strong>ta populista, ronsúltese C. de la 1brre, 1993.


230 CARLOS DE LA TORREpopulares. V<strong>el</strong>asco fue la persona con la capacidad de decidir y definir <strong>el</strong>bienestarcolectivosintenerque respetarlas instituciones y las reglas de juegodemocráticas, pues <strong>el</strong> pueblo y él como su encarnación'estaban más allá detodas estas limitaciones a su verdadera liberación.V<strong>el</strong>ascoy sus seguidores no fueron los únicos actores políticos no democráticos.Los liberales habían seguido <strong>el</strong> consejo d<strong>el</strong> líder de la Revolución Liberalde 1895 Eloy Alfaro: "loque hemos ganado con lasarmas no lo-perderemos conpap<strong>el</strong>itos". La falta de respeto a los procedimientos democráticos, por lo demás,ha sido una constante en la historia ecuatoriana con muy pocas excepciones.Pero los legados d<strong>el</strong> v<strong>el</strong>asquismo no sólo se reducen a la falta de respeto a lasinstituciones democráticas. El lenguaje populista inaugurado a principios d<strong>el</strong>os años cuarenta, todavía tiene gran resonancia en <strong>el</strong> Ecuador. Grandessectores de la población en los años ochentay noventavotanpor personalidadesy no por programas políticos,y la transformación maniquea de los adversariospolíticos en enemigos morales sigue caracterizando al discurso de ampliossectores políticos.BibliografíaPERIomCOS y HOJASVOLANfESEl Comercio, Quito.El Día, Quito.El U1ifverso, Guayaquil.El T<strong>el</strong>égrafo, Guayaquil. .Hojas Volantes,Biblioteca Aur<strong>el</strong>io Espinosa Pólit (BAEP), Cotocollao.LIBROS Y ARTICULOSArroyo d<strong>el</strong> RíoCarlos, Bajo <strong>el</strong>Imperio de/. Odio. ÚlS Sanciones eu <strong>el</strong> Ecuador. PrimeraParte. Volumen 1, Bogotá,1946, Editorial El Gráfico.Conniff, Micha<strong>el</strong> L. (ed.), Latin American Populism in Comparatioe Perspective,Albuquerque, 1982,University of New MexicoPress.Córdova, Andrés P.,s/f, Mis Primeros 90 Ajios, Quito, Editorial Epoca.Cueva, Agustín, El Proceso de Dominación Política en <strong>el</strong> Ecuador, Quito, 1988;Editorial Planeta (Publicadooriginalmente en 1972).De la Torre, Carlos, La Seducción V<strong>el</strong>asq"ista, Quito, 1993, FLA~Libri-Mundi.Ianni. Octavio (ed.), Popuiismo y Contradicciones de C/~e en Últilloamérica, México,


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