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2009 TSPR 20 - Rama Judicial de Puerto Rico

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EN EL TRIBUNAL SUPREMO DE PUERTO RICOEl Pueblo <strong>de</strong> <strong>Puerto</strong> <strong>Rico</strong>Recurridovs.Jorge Torres SerranoCertiorari<strong><strong>20</strong>09</strong> <strong>TSPR</strong> <strong>20</strong>175 DPR ____PeticionarioNúmero <strong>de</strong>l Caso: CC-<strong>20</strong>08-637Fecha: 2 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> <strong><strong>20</strong>09</strong>Tribunal <strong>de</strong> Apelaciones:Región <strong>Judicial</strong> <strong>de</strong> Carolina y Guayama, Panel XIIIJuez Ponente:Hon. Rafael Ortiz CarriónAbogado <strong>de</strong> la Parte Peticionaria:Lcdo. Antonio Bauzá TorresOficina <strong>de</strong>l Procurador General:Lcda. Maite D. Oronoz RodríguezMateria: Art. 411-A (S.C.)Este documento constituye un documento oficial <strong>de</strong>l TribunalSupremo que está sujeto a los cambios y correcciones <strong>de</strong>l proceso<strong>de</strong> compilación y publicación oficial <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>lTribunal. Su distribución electrónica se hace como un serviciopúblico a la comunidad.


EN EL TRIBUNAL SUPREMO DE PUERTO RICOEl Pueblo <strong>de</strong> <strong>Puerto</strong> <strong>Rico</strong>Recurridovs. CC-<strong>20</strong>08-637 CertiorariJorge Torres SerranoPeticionarioPER CURIAM(Regla 50)San Juan, <strong>Puerto</strong> <strong>Rico</strong>, a 2 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> <strong><strong>20</strong>09</strong>.En este caso <strong>de</strong>bemos resolver si, pese a laoposición <strong>de</strong>l Ministerio Público, una personaacusada por la simple posesión <strong>de</strong> sustanciascontroladas en un área recreativa pue<strong>de</strong> serreferida a un programa <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío bajo la Regla247.1 <strong>de</strong> Procedimiento Criminal, 34 L.P.R.A. Ap.II. Tras analizar las distintas normas que rigenel asunto, concluimos que dicho beneficio no estádisponible en las circunstancias <strong>de</strong>l presentecaso. Por lo tanto, expedimos el auto solicitadoy confirmamos el dictamen recurrido.


CC-<strong>20</strong>08-637 2I.El Sr. Jorge Torres Serrano fue acusado por infringirel Art. 411-A <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Sustancias Controladas <strong>de</strong> <strong>Puerto</strong><strong>Rico</strong>, 24 L.P.R.A. sec. 2411a, el cual tipifica como <strong>de</strong>litograve la mera posesión <strong>de</strong> sustancias controladas en unainstalación educativa o recreativa, ya sea pública oprivada. 1 En concreto, el Ministerio Público le imputó aTorres Serrano poseer marihuana en las inmediaciones <strong>de</strong> lacancha <strong>de</strong> baloncesto <strong>de</strong> un resi<strong>de</strong>ncial público. Según alegael peticionario, éste renunció a la vista preliminar paraacogerse a un programa <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío.En el día señalado para la celebración <strong>de</strong>l juicio,Torres Serrano solicitó ser referido al Programa <strong>de</strong> SalonesEspecializados en Casos <strong>de</strong> Sustancias Controladas, mejorconocido como “Drug Court”. No obstante, el MinisterioPúblico se opuso a dicha petición por enten<strong>de</strong>r que laspersonas acusadas bajo el Art. 411-A <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong>Sustancias Controladas no cualifican para tal beneficio.Tras escuchar los argumentos <strong>de</strong> ambas partes, el Tribunal1 Ese artículo dispone que toda persona que a sabiendase intencionalmente, en violación a las disposiciones <strong>de</strong> laLey <strong>de</strong> Sustancias Controladas, introduzca, distribuya,dispense, administre, posea o transporte para fines <strong>de</strong>distribución; venda, regale, entregue en cualquier forma, osimplemente posea cualquier sustancia controlada en unaescuela pública o privada, instalación recreativa, públicao privada, o en los alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> las mismas, incurrirá en<strong>de</strong>lito grave y, <strong>de</strong> resultar convicta, será sentenciada conel doble <strong>de</strong> las penas provistas por los Arts. 401(b) ó404(a) <strong>de</strong> dicho estatuto. En síntesis, <strong>de</strong> no haberreincidido, en el primero <strong>de</strong> los casos la persona acusadaenfrentaría una sentencia <strong>de</strong> entre <strong>20</strong> a 60 años <strong>de</strong>reclusión. En el segundo, enfrentaría entre 4 a 10 años. 24L.P.R.A. 2411a.


CC-<strong>20</strong>08-637 3<strong>de</strong> Primera Instancia, Sala Superior <strong>de</strong> Guayama, <strong>de</strong>claró conlugar la solicitud <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío y or<strong>de</strong>nó la evaluación <strong>de</strong>rigor.Luego <strong>de</strong> varios inci<strong>de</strong>ntes procesales, el MinisterioPúblico presentó finalmente su oposición por escrito. En sucomparecencia adujo que Torres Serrano no cualificaba parael <strong>de</strong>svío <strong>de</strong>l Art. 404(b) <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> SustanciasControladas, supra, ya que había sido acusado bajo el Art.411-A <strong>de</strong> dicho estatuto. Según el Fiscal, tampoco eraelegible para el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la Regla 247.1 <strong>de</strong> ProcedimientoCriminal, supra, pues ésta requiere la anuencia <strong>de</strong>lMinisterio Público –elemento que no estaba presente en estecaso. A<strong>de</strong>más, señaló que bajo ambas disposiciones la personaacusada tiene que cualificar para el beneficio <strong>de</strong> libertad aprueba establecido por la Ley <strong>de</strong> Sentencias Suspendidas, 34L.P.R.A. sec. 1026 et seq. Sin embargo, a su enten<strong>de</strong>r, dichaley excluye expresamente los <strong>de</strong>litos como el <strong>de</strong> autos. Véase34 L.P.R.A. sec. 1027(6).En vista <strong>de</strong> la oposición <strong>de</strong>l Ministerio Público, y trasescuchar los argumentos <strong>de</strong> la Defensa, el Tribunal <strong>de</strong>Primera Instancia <strong>de</strong>negó la solicitud <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío. En esencia,dicho foro resolvió que como el <strong>de</strong>lito tipificado por elArt. 411-A <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Sustancias Controladas estabaexcluido <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> libertad a prueba, Torres Serranono era elegible para el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la Regla 247.1 <strong>de</strong>Procedimiento Criminal. Del mismo modo, <strong>de</strong>bido al tipo <strong>de</strong>


CC-<strong>20</strong>08-637 4<strong>de</strong>lito por el que fue acusado, tampoco cualificaba para el<strong>de</strong>svío <strong>de</strong>l Art. 404(b) <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Sustancias Controladas.Inconforme, Torres Serrano recurrió al Tribunal <strong>de</strong>Apelaciones, pero dicho foro <strong>de</strong>negó el auto solicitado. Deesa <strong>de</strong>cisión éste recurre ante nos y argumenta que laacusación formulada en su contra sólo le imputa la meraposesión <strong>de</strong> marihuana. Según éste, no hay evi<strong>de</strong>ncia alguna<strong>de</strong> que haya tenido la intención <strong>de</strong> distribuirla o ven<strong>de</strong>rla.Por en<strong>de</strong>, aduce que la Regla 247.1 <strong>de</strong> Procedimiento Criminalno excluye <strong>de</strong> su aplicación a las personas acusadas <strong>de</strong>poseer marihuana para consumo propio en un área recreativacuando, como ocurre en su caso, es la primera vez que se leprocesa por un <strong>de</strong>lito <strong>de</strong> tal naturaleza.Con el fin <strong>de</strong> aclarar la normativa aplicable a estetipo <strong>de</strong> casos, expedimos el auto y confirmamos el dictamenrecurrido sin ulterior trámite, <strong>de</strong> conformidad con la Regla50 <strong>de</strong> nuestro Reglamento, 4 L.P.R.A. Ap. XXI-A.II.Como es sabido, los mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío existentes ennuestro or<strong>de</strong>namiento tienen el propósito <strong>de</strong> implementar lapolítica pública <strong>de</strong> rehabilitación que establece nuestraConstitución. Const. ELA, art. VI, sec. 19. Aparte <strong>de</strong> suvínculo con ese mandato, sin embargo, estos procedimientostambién están atados a una serie <strong>de</strong> criterios y condicionesestatutarias. Dicha normativa <strong>de</strong>limita la discreción <strong>de</strong>ljuez <strong>de</strong> instancia al <strong>de</strong>terminar si conduce el proceso penalseguido en contra <strong>de</strong> una persona por alguna vía alterna a la


CC-<strong>20</strong>08-637 5encarcelación. Véase Ford Motor Credit Co., Jiménez Otero v.ELA, <strong>20</strong>08 T.S.P.R. 137, res. 11 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> <strong>20</strong>08.El caso <strong>de</strong> autos está relacionado, precisamente, conuna <strong>de</strong> esas alternativas: la Regla 247.1 <strong>de</strong> ProcedimientoCriminal. La regla citada establece un procedimientoespecial <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío, afín a la concesión <strong>de</strong> libertad aprueba, con miras a lograr la rehabilitación y tratamiento<strong>de</strong> las personas adictas a sustancias controladas. Enesencia, este proceso requiere que la persona acusada hagauna alegación <strong>de</strong> culpabilidad, a instancias <strong>de</strong>l Estado, paraque el tribunal acceda a que ésta se someta a un programa <strong>de</strong>tratamiento y rehabilitación sin pronunciarse sobre suculpabilidad. Véanse Ford Motor Credit, Jiménez Otero v.ELA, supra, págs. 8-9; Pueblo v. Texidor Seda, 128 D.P.R.578, 584 (1991).Mediante este trámite se suspen<strong>de</strong> todo procedimiento yse somete a la persona acusada a un período <strong>de</strong> libertad aprueba durante el cual <strong>de</strong>be cumplir con todos los términos ycondiciones que le imponga el tribunal. Luego <strong>de</strong> completarexitosamente su proceso <strong>de</strong> rehabilitación, la personaacusada queda exonerada, el caso se archiva sin ulteriorconsi<strong>de</strong>ración y el expediente <strong>de</strong>l mismo se clasifica comoconfi<strong>de</strong>ncial. Su contenido solamente pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse para<strong>de</strong>terminar si en el futuro la persona es elegible para un<strong>de</strong>svío bajo la regla citada. A<strong>de</strong>más, se tiene que suprimir<strong>de</strong>l registro correspondiente cualquier referencia a dichoproceso que obre en sus antece<strong>de</strong>ntes penales. Por último, el


CC-<strong>20</strong>08-637 6Superinten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Policía <strong>de</strong>be <strong>de</strong>volverle toda aquellafotografía o huella digital que se le haya tomado durante eltranscurso <strong>de</strong>l mismo. 34 L.P.R.A. Ap. II, R. 247.1.De lo anterior se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> la naturaleza temporera ycondicionada <strong>de</strong> este mecanismo <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío, pues la suspensión<strong>de</strong>l procedimiento y las condiciones <strong>de</strong> la libertad a pruebason recogidas en una resolución <strong>de</strong>l foro <strong>de</strong> instancia, no enuna sentencia con<strong>de</strong>natoria. Si la persona acusada cumplesatisfactoriamente con el acuerdo <strong>de</strong> tratamiento, entoncesel tribunal <strong>de</strong>be archivar el caso penal con impedimento parael inicio <strong>de</strong> un nuevo proceso. Ahora bien, si la personaacusada incumple con las condiciones <strong>de</strong>l <strong>de</strong>svío o comete un<strong>de</strong>lito grave mientras está en libertad a prueba, el tribunalpue<strong>de</strong> revocar dicho beneficio sumariamente según lo disponela Ley <strong>de</strong> Sentencias Suspendidas, supra.Por otra parte, el procedimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la Regla247.1 <strong>de</strong> Procedimiento Criminal <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, por lo general, <strong>de</strong>un referido inicial <strong>de</strong>l Ministerio Público. Esto es elresultado <strong>de</strong>l propio texto <strong>de</strong> la regla, que requiere laanuencia <strong>de</strong>l Secretario <strong>de</strong> Justicia o <strong>de</strong>l Fiscal antes <strong>de</strong>iniciar un proceso bajo su amparo. Claro está, aun <strong>de</strong>contarse con dicha aceptación, el tribunal <strong>de</strong> instanciatiene discreción para rechazar la alegación <strong>de</strong> culpabilidadque dio base a la solicitud <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío. Del mismo modo, todaoposición <strong>de</strong>l Ministerio Público <strong>de</strong>be estar plenamentefundamentada, pues en esta zona no pue<strong>de</strong> recurrirse acriterios arbitrarios o irrazonables. Después <strong>de</strong> todo, no


CC-<strong>20</strong>08-637 7po<strong>de</strong>mos olvidar que la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> si se <strong>de</strong>be aceptaruna alegación <strong>de</strong> culpabilidad o si una persona acusada eselegible para participar en un programa <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío eseminentemente judicial. Cf. Pueblo v. Santiago Agricourt,147 D.P.R. 179, 198-99 (1998); Pueblo v. Figueroa García,129 D.P.R. 798, 810 (1992).La exigencia <strong>de</strong>l consentimiento previo <strong>de</strong>l MinisterioPúblico a una petición <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío tramitada bajo la reglaantes citada no está presente en disposiciones análogascomo, por ejemplo, la que establece el mecanismo <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío<strong>de</strong>l Art. 404(b) <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Sustancias Controladas, supra.Véase, a<strong>de</strong>más, 33 L.P.R.A. sec. 4679. Ahora bien, comoseñalamos anteriormente, la anuencia <strong>de</strong>l Fiscal es unelemento importante en la evaluación <strong>de</strong> una solicitud <strong>de</strong><strong>de</strong>svío al amparo <strong>de</strong> la Regla 247.1 antes citada. En vista <strong>de</strong>ello, <strong>de</strong>bemos examinar primeramente si el mismo estápresente en el caso <strong>de</strong> autos.III.En su resolución <strong>de</strong>negatoria <strong>de</strong> la solicitud <strong>de</strong> <strong>de</strong>svíoinstada por Torres Serrano, el foro <strong>de</strong> instancia consignóque en ningún momento éste presentó una alegación <strong>de</strong>culpabilidad por el <strong>de</strong>lito imputado en su contra, ni tampocosometió un convenio firmado por todas las partes, incluidoel Fiscal, dirigido a proveerle servicios <strong>de</strong> rehabilitacióny tratamiento por sus problemas <strong>de</strong> adicción. De un examen <strong>de</strong>los escritos anexos al presente recurso, po<strong>de</strong>mos constatarque el único documento sobre ese convenio que obra en el


CC-<strong>20</strong>08-637 8expediente no contiene la firma <strong>de</strong>l Fiscal a cargo <strong>de</strong>l caso.Como reseñamos anteriormente, ello es consecuencia <strong>de</strong> que elMinisterio Público se opuso <strong>de</strong> manera fundamentada a lasolicitud aludida por enten<strong>de</strong>r que quienes poseen sustanciascontroladas en un área recreativa no <strong>de</strong>ben ser referidos aun programa <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío. Ante tales circunstancias, resultaforzoso concluir que Torres Serrano no es elegible pararecibir los beneficios <strong>de</strong>l procedimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> laRegla 247.1 <strong>de</strong> Procedimiento Criminal.En el caso particular <strong>de</strong>l procedimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>svíocontemplado por dicha regla, el Legislador estimó que elconsentimiento <strong>de</strong>l Fiscal es un elemento importante alevaluar si se admite a una persona acusada al trámite <strong>de</strong>rehabilitación que ésta contempla. Se trata, pues, <strong>de</strong> unrequisito <strong>de</strong> índole estatutaria dirigido a implementar, <strong>de</strong>manera razonable, la política pública <strong>de</strong> rehabilitaciónplasmada en nuestra Constitución. En cierta medida, el mismobusca darle voz a los intereses <strong>de</strong> seguridad <strong>de</strong> nuestrasociedad a través <strong>de</strong> la figura <strong>de</strong>l Fiscal. Por lo tanto, siel Ministerio Público presenta una oposición fundamentada auna solicitud <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío bajo la regla aludida, el tribunal<strong>de</strong> instancia tiene discreción para <strong>de</strong>negarla. Precisamente,este último fue el curso <strong>de</strong> acción seguido por el fororecurrido en el caso <strong>de</strong> autos.Por último, Torres Serrano también argumenta quecualifica para el <strong>de</strong>svío regulado por el Art. 404(b) <strong>de</strong> laLey <strong>de</strong> Sustancias Controladas. Sin embargo, coincidimos con


CC-<strong>20</strong>08-637 9la conclusión <strong>de</strong>l foro recurrido en el sentido <strong>de</strong> que dichoprocedimiento solamente está disponible para las personasacusadas, por primera vez, <strong>de</strong> poseer sustancias controladasbajo el Art. 404(a) <strong>de</strong> dicho estatuto. De hecho, en casoscomo el <strong>de</strong> autos, la Asamblea Legislativa prohibió que sereclasificara una acusación <strong>de</strong> <strong>de</strong>lito bajo el citado Art.411-A, para imputar meramente una posesión bajo el Art.404(b) <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Sustancias Controladas. Con ello seexcluyó totalmente la posibilidad <strong>de</strong> que una persona acusadainicialmente por tal <strong>de</strong>lito se beneficie <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong><strong>de</strong>svío al amparo <strong>de</strong> dicha ley. 34 L.P.R.A. Ap. II, R. 72.En atención a todo lo anterior, proce<strong>de</strong> confirmar la<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l Tribunal <strong>de</strong> Primera Instancia, que <strong>de</strong>nególa solicitud <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío presentada por Torres Serrano.IV.Por los fundamentos que antece<strong>de</strong>n, expedimos el autosolicitado, confirmamos el dictamen recurrido y <strong>de</strong>volvemosel caso al Tribunal <strong>de</strong> Primera Instancia, Sala Superior <strong>de</strong>Guayama, para que continúe con los procedimientos <strong>de</strong> formacompatible con lo aquí resuelto.Se dictará la correspondiente Sentencia.


EN EL TRIBUNAL SUPREMO DE PUERTO RICOEl Pueblo <strong>de</strong> <strong>Puerto</strong> <strong>Rico</strong>Recurridovs. CC-<strong>20</strong>08-637 CertiorariJorge Torres SerranoPeticionarioSENTENCIASan Juan, <strong>Puerto</strong> <strong>Rico</strong>, a 2 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> <strong><strong>20</strong>09</strong>.Por los fundamentos expuestos en la Opinión PerCuriam que antece<strong>de</strong>, la cual se hace formar parteíntegra <strong>de</strong> la presente, se expi<strong>de</strong> el auto solicitado,se confirma el dictamen recurrido y se <strong>de</strong>vuelve elcaso al Tribunal <strong>de</strong> Primera Instancia, Sala Superior<strong>de</strong> Guayama, para que continúe con los procedimientos<strong>de</strong> forma compatible con lo aquí resuelto.Así lo pronuncia y manda el Tribunal y certificala Secretaria <strong>de</strong>l Tribunal Supremo.Aida Ileana Oquendo GraulauSecretaria <strong>de</strong>l Tribunal Supremo

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