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2005 TSPR 78 - Rama Judicial de Puerto Rico

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EN EL TRIBUNAL SUPREMO DE PUERTO RICOIn re:Pedro González Carrasquillo<strong>2005</strong> <strong>TSPR</strong> <strong>78</strong>164 DPR ____Número <strong>de</strong>l Caso: CP-1999-1Fecha: 24 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> <strong>2005</strong>Oficina <strong>de</strong>l Procurador General:Abogado <strong>de</strong>l Peticionario:Lcda. Iris M. Barreto SaavedraProcuradora General AuxiliarPor Derecho PropioMateria: Conducta Profesional(La suspensión será efectiva el 31 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> <strong>2005</strong> fechaen que se le notificó al abogado <strong>de</strong> su suspensióninmediata.)Este documento constituye un documento oficial <strong>de</strong>l TribunalSupremo que está sujeto a los cambios y correcciones <strong>de</strong>l proceso<strong>de</strong> compilación y publicación oficial <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>lTribunal. Su distribución electrónica se hace como un serviciopúblico a la comunidad.


EN EL TRIBUNAL SUPREMO DE PUERTO RICOIn rePedro González CarrasquilloCP-1999-1PER CURIAMSan Juan, <strong>Puerto</strong> <strong>Rico</strong>, a 24 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> <strong>2005</strong>El Lcdo. Luis Francisco Antonetti Zequeira yla Lcda. Ivette De Luna, presentaron ante esteTribunal un escrito en el cual alegaron que elLcdo. Pedro González Carrasquillo 1habíaincurrido en una conducta poco profesional,irrespetuosa y antiética durante la etapa <strong>de</strong><strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> prueba, en específico, en latoma <strong>de</strong> <strong>de</strong>posiciones a la parte <strong>de</strong>mandante, en elcaso Miriam Ayala Ramos v. G.H. Bass CaribbeanInc., Civil Núm. CAC97-0274, dilucidándose ante1El Lcdo. Pedro González Carrasquillo fueadmitido al ejercicio <strong>de</strong> la abogacía el 17 <strong>de</strong>noviembre <strong>de</strong> 1981 y al ejercicio <strong>de</strong>l notariado el15 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1981.


CP-1999-1 2el Tribunal <strong>de</strong> Primera Instancia, Sala Superior <strong>de</strong> Arecibo.A esos efectos, solicitaron la paralización <strong>de</strong> losprocedimientos <strong>de</strong>l referido caso ante el foro primario, y asu vez, una vista evi<strong>de</strong>nciaria para dilucidar losplanteamientos esbozados.Emitimos Resolución concediéndole término al Lic.González Carrasquillo para que expresara su posición encuanto a la moción presentada 2 , y a la misma vez referimosdicho escrito al Procurador General 3 para que realizara unainvestigación y nos sometiera el correspondiente informe.Asimismo, en auxilio <strong>de</strong> nuestra jurisdicción, or<strong>de</strong>namos laparalización <strong>de</strong> los procedimientos en el caso <strong>de</strong> MiriamAyala Ramos v. G.H. Bass Caribbean Inc., ante, hasta queotra cosa dispusiéramos.El Procurador General presentó ante este Tribunal uninforme con sus hallazgos y recomendaciones el 13 <strong>de</strong>noviembre <strong>de</strong> 1998. Examinado el informe, el 11 <strong>de</strong> diciembre<strong>de</strong> 1998 emitimos una Resolución or<strong>de</strong>nando que se presentara2El Lcdo. González Carrasquillo nunca compareció encumplimiento <strong>de</strong> la referida Resolución.3 El Lcdo. Luis Francisco Antonetti ya había presentado unaqueja en contra <strong>de</strong>l Lcdo. Pedro González, el 19 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong>1998, ante el Colegio <strong>de</strong> Abogados por la conducta <strong>de</strong> ésteúltimo en una <strong>de</strong>posición tomada el 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998 enel mismo caso. El 20 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998, el entoncesPresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong> Abogados, Lcdo. Manuel FermínArraiza, le refirió la queja a la Oficina <strong>de</strong>l ProcuradorGeneral ya que había estado presente en la <strong>de</strong>posición don<strong>de</strong>alegadamente el Lcdo. González Carrasquillo había incurridoen la conducta que se le imputa en la queja presentada. El27 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1998 la Oficina <strong>de</strong>l Procurador General leenvió una copia <strong>de</strong> la queja al Lcdo. González Carrasquillo;no obstante, éste nunca la contestó.


CP-1999-1 3la correspondiente querella disciplinaria contra el Lcdo.Pedro González Carrasquillo.En virtud <strong>de</strong> lo anterior, el Procurador Generalpresentó la querella ante este Tribunal el 12 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong>1999. En la referida querella se formulan tres cargoscontra el Lcdo. González Carrasquillo, todos relacionadoscon su comportamiento como abogado <strong>de</strong> la parte <strong>de</strong>mandanteen el caso Myriam Ayala Ramos v. GH Bass Caribbean, ante.En el primer cargo se le imputa haber violado el Canon38 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Ética Profesional durante el curso <strong>de</strong> una<strong>de</strong>posición, tomada el 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998, en el referidocaso, al haberle sacado la lengua a la Lcda. Ivette <strong>de</strong>Luna 4 , y al haber amenazado con “arrancarle la cabeza” alLcdo. Luis F. Antonetti 5 . En el segundo cargo se le imputahaber violado el Canon 9 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Ética Profesionalpor haber <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cido las instrucciones <strong>de</strong>l juez asignadoal referido caso, Hon. Eliseo Gaetán y Mejías, respecto aque no <strong>de</strong>bía interferir con el testimonio <strong>de</strong> la parte<strong>de</strong>mandante durante una <strong>de</strong>posición, para sugerirle lascontestaciones o para instruirla que no contestara laspreguntas. En el tercer cargo se le imputa haber ejercidoilegalmente la profesión <strong>de</strong> abogado, al presentar seis (6)mociones en el caso Myriam Ayala Ramos v. GH BassCaribbean, ante, entre el 12 <strong>de</strong> junio y el 9 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong>4 La Lcda. Ivette De Luna estaba actuando como notario enla <strong>de</strong>posición <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998.5El Lcdo. Antonetti estaba representando a la parte<strong>de</strong>mandada.


CP-1999-1 41998, mientras se encontraba suspendido <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> laprofesión por no haber pagado la cuota <strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong>Abogados.El Lcdo. González Carrasquillo contestó la querellapresentada por el Procurador General. En la misma solicitóla <strong>de</strong>sestimación <strong>de</strong> la querella ya que las <strong>de</strong>posicionessometidas como prueba documental no eran admisibles todavez que el juez <strong>de</strong> instancia había anulado las mismas.Asimismo, argumentó que su comportamiento en la <strong>de</strong>posición<strong>de</strong>l caso <strong>de</strong> Myriam Ayala Ramos v. GH Bass Caribbean, ante,hacia el Lcdo. Antonetti, había sido provocado por el tratoofensivo hacia él por parte <strong>de</strong> ese mismo abogado.Emitimos Resolución <strong>de</strong>signando al Lcdo. Angel Hermidacomo Comisionado Especial en este caso. Éste citó a laspartes a una reunión informal, a los fines <strong>de</strong> fijar uncalendario <strong>de</strong> trabajo, la cual se celebró el 5 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>1999. En dicho día el abogado querellado solicitó que se<strong>de</strong>jara sin efecto la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> paralización <strong>de</strong>l caso MyriamAyala Ramos v. GH Bass Caribbean, ante. Luego <strong>de</strong> estudiarlos documentos pertinentes y <strong>de</strong> dar a los abogados <strong>de</strong> laotra parte en el referido caso la oportunidad <strong>de</strong>expresarse, el comisionado especial Hermida le recomendó aeste Tribunal que la or<strong>de</strong>n paralizando los procedimientosfuese <strong>de</strong>jada sin efecto. Este Tribunal aceptó dicharecomendación, y <strong>de</strong>jó sin efecto la paralización <strong>de</strong>cretada.Luego <strong>de</strong> varios trámites e inci<strong>de</strong>ntes procesales,finalmente, la vista en su fondo se celebró el 7 <strong>de</strong> febrero


CP-1999-1 5<strong>de</strong> 2002. A la misma compareció la Lcda. Iris M. Barreto enrepresentación <strong>de</strong> la Oficina <strong>de</strong>l Procurador General. Elquerellado compareció por <strong>de</strong>recho propio. Por acuerdo <strong>de</strong>las partes, el caso quedó sometido por cierta evi<strong>de</strong>nciadocumental que había sido estipulada el día <strong>de</strong> laconferencia con antelación a la vista, y otra evi<strong>de</strong>nciadocumental presentada durante la vista en su fondo. No serecibió ninguna evi<strong>de</strong>ncia testifical.Luego <strong>de</strong> celebrada la vista, el 8 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2003, elcomisionado especial Hermida emitió su informe. Un examen<strong>de</strong>l mismo <strong>de</strong>muestra que las <strong>de</strong>terminaciones <strong>de</strong> hechos querealizara el comisionado especial confirman lo expresadopor el Procurador General, en el informe que dichofuncionario radicara ante este Tribunal.Habiendo quedado sometido el caso ante nuestraconsi<strong>de</strong>ración, y contando con el informe <strong>de</strong>l ComisionadoEspecial, y los alegatos <strong>de</strong>l Procurador General y <strong>de</strong>labogado querellado, proce<strong>de</strong>mos a resolver.IEn cuanto al primer cargo <strong>de</strong> la querella, según surge<strong>de</strong>l informe <strong>de</strong>l comisionado especial, durante el transcurso<strong>de</strong>l caso Miriam Ayala Ramos v. G.H. Bass Caribbean Inc.,ante, y en específico, durante los trámites <strong>de</strong><strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> prueba, surgió cierta tensión entre elLcdo. González Carrasquillo y el Lcdo. Antonetti. Esatensión llegó a su punto culminante el 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998,


CP-1999-1 6mientras el Lcdo. Antonetti tomaba una <strong>de</strong>posición a la<strong>de</strong>mandante en el referido caso, la Sra. Miriam Ayala.De la transcripción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>posición, <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> marzo<strong>de</strong> 1998, surge que todo comenzó cuando el Lcdo. GonzálezCarrasquillo interrumpió en un sinnúmero <strong>de</strong> ocasiones la<strong>de</strong>posición <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mandante tomada por el Lcdo. Antonettipara sugerirle las contestaciones a su clienta u objetarlase indicarle que no contestara las preguntas. Ante estasituación, la Lcda. Ivette De Luna, que estaba fungiendo enese momento como notaria en la <strong>de</strong>posición, le indicó alLcdo. González Carrasquillo que no podía sugerirle lascontestaciones a su cliente. El intercambio entre losabogados surgió <strong>de</strong> la siguiente manera:LCDA. DE LUNA:El récord <strong>de</strong>be reflejar que ésas no fueron lasinstrucciones que dio el honorable juez.LCDO. GONZÁLEZ:¿Y cuáles fueron? Y que el record refleje queusted pertenece al mismo bufete... contrario.LCDA. DE LUNA:Pero fui testigo <strong>de</strong> la conversación, que...LCDO. GONZÁLEZ:No me importa que sea testigo, pero...LCDA. DE LUNA:...se iban a levantar las objeciones y que latestigo tenía que contestar las preguntas...LCDO. GONZÁLEZ:Cuando yo la asesore...LCDA. DE LUNA:


CP-1999-1 8Arrancarte la cabeza si tú me vuelves a faltar elrespeto. (énfasis suplido).De la transcripción anterior surge claramente que elLic. González Carraquillo hizo las expresiones que se leimputan en la querella. El abogado querellado, en sucomparecencia, admitió haber hecho esas expresiones. Noobstante, sostiene que con esa expresión no estabaproponiendo literalmente el recurrir a la violencia, puesel Lcdo. Antonetti es una persona físicamente mucho másgran<strong>de</strong> que él. Argumenta, por el contrario, que se tratómeramente <strong>de</strong> una reacción no premeditada a lo que élconsi<strong>de</strong>ró tratamiento previo, reiteradamente ofensivo, <strong>de</strong>parte <strong>de</strong>l Lcdo. Antonetti hacia él.Concretamente, tanto durante su argumento el día <strong>de</strong> lavista como en escritos presentados en diversas etapas <strong>de</strong>este caso, el querellado menciona la forma en que, durantela etapa <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> prueba <strong>de</strong>l caso, el Lcdo.Antonetti contestó un requerimiento <strong>de</strong> admisiones,negándose a contestar muchas preguntas, tildándolasrepetidamente <strong>de</strong> “incoherentes.” 6Señala también como6 Del expediente <strong>de</strong>l caso surge que es cierta la alegación<strong>de</strong>l abogado querellado <strong>de</strong> que el Lcdo. Antonetti habíacontestado ciertas preguntas <strong>de</strong> un requerimiento <strong>de</strong>admisiones tildándolas <strong>de</strong> incoherentes. De una lectura <strong>de</strong>lrequerimiento <strong>de</strong> admisiones que el Lcdo. GonzálezCarrasquillo le envió al Lcdo. Antonetti po<strong>de</strong>mos notar quemuchas <strong>de</strong> las preguntas efectivamente son difíciles <strong>de</strong>enten<strong>de</strong>r. Aunque el Lcdo. Antonetti pudo haber escogido unlenguaje un poco más neutral para objetar las preguntas,ciertamente ello no constituye una ofensa que justifiqueque el abogado querellado lo amenazara con “arrancarle la(Continúa . . .)


CP-1999-1 9evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> actos impropios <strong>de</strong>l Lcdo. Antonetti que eljuez a cargo <strong>de</strong>l caso anuló ciertas <strong>de</strong>posiciones tomadaspor el Lcdo. Antonetti por razón <strong>de</strong> que éste no permitió alLcdo. González Carrasquillo contrainterrogar al testigo queestaba siendo <strong>de</strong>puesto, y que ese mismo juez <strong>de</strong>negó unamoción <strong>de</strong> <strong>de</strong>scalificación presentada contra él por el Lcdo.Antonetti. 7De entrada <strong>de</strong>bemos señalar que la actuación <strong>de</strong>l Lcdo.González Carrasquillo fue <strong>de</strong>sproporcionada, inaceptable,e injustificada. El Canon 29 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> ÉticaProfesional, 4 L.P.R.A. Ap. IX, dispone que <strong>de</strong>be evitarseescrupulosamente toda cuestión personal entre los abogadosy proscribe conducta impropia entre abogados al tramitarlos pleitos. In re Martínez, O<strong>de</strong>ll I, 148 D.P.R. 49 (1999).El Código <strong>de</strong> Ética Profesional le impone a todo abogado el<strong>de</strong>ber <strong>de</strong> mantener relaciones cordiales y respetuosas consus compañeros abogados. Ibíd. “A fin <strong>de</strong> cuentas, la_____________________cabeza” en la <strong>de</strong>posición <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998. Más aun,cuando las actuaciones <strong>de</strong>l Lcdo. Antonetti a las que serefiere el abogado querellado fueron en fechas anteriores ala <strong>de</strong>posición que nos ocupa, y a<strong>de</strong>más, no había motivo paraque las mismas provocaran un súbito arrebato <strong>de</strong> cólera enese momento.7En cuanto a la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las <strong>de</strong>posiciones, <strong>de</strong>lexpediente <strong>de</strong>l caso no surge cuales son las que fueronanuladas por el juez <strong>de</strong> instancia. No obstante, enten<strong>de</strong>mos--para los fines <strong>de</strong> la discusión-- que aunque la <strong>de</strong>posición<strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998 hubiera sido anulada, latranscripción <strong>de</strong> ésta pue<strong>de</strong> ser utilizada en esteprocedimiento disciplinario toda vez que va dirigida aestablecer cuál fue el comportamiento <strong>de</strong> un abogado duranteel curso <strong>de</strong> la misma, y no el contenido <strong>de</strong> lo <strong>de</strong>clarado porla persona <strong>de</strong>puesta conforme a las Reglas <strong>de</strong> ProcedimientoCivil, que reglamentan el uso <strong>de</strong> las <strong>de</strong>posiciones en losprocedimientos civiles ordinarios.


CP-1999-1 10estatura moral e intelectual inherente al ejercicio <strong>de</strong> laabogacía impone un <strong>de</strong>bate jurídico libre <strong>de</strong> personalismos yposiciones subjetivas que lo <strong>de</strong>gra<strong>de</strong>n a vulgar diatriba.”In re Martínez Texidor, 130 D.P.R. 905, 916 (1992).Del mismo modo, el Canon 38 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> ÉticaProfesional, ante, dispone que el abogado <strong>de</strong>beráesforzarse, al máximo <strong>de</strong> su capacidad, en la exaltación <strong>de</strong>lhonor y la dignidad <strong>de</strong> su profesión. Conforme a ello,reafirmamos una vez más que la preservación <strong>de</strong>l honor y ladignidad <strong>de</strong> la profesión legal exige una buena relacióninterpersonal entre abogados, toda vez que esresponsabilidad ineludible <strong>de</strong> cada togado observar con suscompañeros y con el tribunal una actitud respetuosa,sincera, honrada, cordial y <strong>de</strong> cooperación profesional,velando siempre por el buen ejercicio <strong>de</strong> tan honrosaprofesión. In re Martínez Texidor, ante; In re Pagán, 116D.P.R. 107 (1985); In re Roldán González, 105 D.P.R. 498(1976); Deberes <strong>de</strong>l Abogado en Relación con sus Compañerosy Su Profesión, Criterio General, Cánones <strong>de</strong> ÉticaProfesional, 4 L.P.R.A. Ap. IX.“La cordialidad, la amabilidad, <strong>de</strong>ben ser el estilo <strong>de</strong>trato con los colegas. Si el ardor <strong>de</strong> las <strong>de</strong>fensas, en<strong>de</strong>terminadas circunstancias, acaloran los ánimos y provocandistanciamientos, ello no <strong>de</strong>be perdurar; sobrevenida lacalma reflexiva, <strong>de</strong>be reanudarse sin <strong>de</strong>mora ese estilo,para mantener la dignidad y jerarquía <strong>de</strong> la profesión.”R.H. Viñas, Ética y <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> la abogacía y <strong>de</strong> la


CP-1999-1 11procuración, Buenos Aires, Eds. Pannedille, 1972, págs.262-263.Al amparo <strong>de</strong> este imperativo <strong>de</strong> civilidad, es evi<strong>de</strong>nteque el uso por un abogado <strong>de</strong> amenazas y <strong>de</strong> gestos <strong>de</strong> burlacontra otros compañeros <strong>de</strong>valúa la dignidad <strong>de</strong> suprofesión, pone en entredicho su temperamento y capacidadprofesional, y, en última instancia, le resta fuerzapersuasiva a sus argumentos.El hecho que el Lcdo. González no fuera a cumplir consu amenaza no justifica que pueda dirigirse <strong>de</strong> esa manerahacia un compañero abogado. Amenazar a un compañero con“arrancarle la cabeza”, es sencillamente conductainaceptable que <strong>de</strong>valúa el honor y la dignidad <strong>de</strong> laprofesión. De igual modo, sacarle la lengua a una compañeraabogada durante una <strong>de</strong>posición --que, si bien no es unavista ante el juez, es parte <strong>de</strong>l proceso judicial-- es unafalta <strong>de</strong> respeto y es un acto que no ejemplifica lasobriedad y la solemnidad que <strong>de</strong>be prevalecer en todos losprocesos judiciales, incluyendo la etapa <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrimiento<strong>de</strong> prueba.En fin, concluimos que el Lcdo. González Carrasquilloefectivamente violó el Canon 29 y 38 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> ÉticaProfesional, ante, al actuar <strong>de</strong> esa manera respecto a unoscompañeros <strong>de</strong> la profesión. Su comportamiento <strong>de</strong>nigra laprofesión legal y atenta contra la dignidad <strong>de</strong> los abogadosy <strong>de</strong> la profesión en general.


CP-1999-1 12IIEn el segundo cargo <strong>de</strong> la querella se le imputa alLcdo. González Carrasquillo violaciones al Canon 9 <strong>de</strong>lCódigo <strong>de</strong> Ética Profesional, ante, toda vez que, durantelas <strong>de</strong>posiciones tomadas a la <strong>de</strong>mandante --su cliente-- el18 <strong>de</strong> marzo y 3 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1998, él <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>ció lasinstrucciones <strong>de</strong>l juez a cargo <strong>de</strong>l caso, Hon. Eliseo Gateany Mejias, al efecto <strong>de</strong> que no <strong>de</strong>bía interferir con eltestimonio <strong>de</strong> su cliente durante la <strong>de</strong>posición, parasugerirle las contestaciones que <strong>de</strong>bía dar, o parainstruirle que no contestara las preguntas. Para tener unmejor entendimiento <strong>de</strong> las imputaciones hechas al Lcdo.González Carrasquillo, consi<strong>de</strong>ramos necesario hacer unbreve resumen sobre lo que aconteció durante las referidas<strong>de</strong>posiciones.Surge <strong>de</strong> las <strong>de</strong>terminaciones <strong>de</strong> hechos <strong>de</strong>l comisionadoespecial, y <strong>de</strong> la transcripción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>posición <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong>marzo <strong>de</strong> 1998, que al comienzo <strong>de</strong>l interrogatorio <strong>de</strong>l Lcdo.Antonetti a la <strong>de</strong>mandante, Sra. Myriam Ayala, surgió ciertadiscrepancia entre los abogados <strong>de</strong> las partes por motivo <strong>de</strong>que el Lcdo. González Carrasquillo intentó darinstrucciones a su cliente en cuanto a como contestarciertas preguntas que se le habían formulado a ésta.La situación provocó una consulta por teléfono al juez<strong>de</strong>l caso, Hon. Eliseo Gaetán y Mejías. Luego <strong>de</strong> dichaconsulta la <strong>de</strong>posición continuó, pero hubo ciertadivergencia entre los abogados en cuanto a cuáles habían


CP-1999-1 13sido las ór<strong>de</strong>nes telefónicas impartidas por el juez. Laversión <strong>de</strong> los abogados <strong>de</strong> la parte <strong>de</strong>mandada, segúnrecogida en la transcripción, fue que el juez habíadispuesto que el Lcdo. González Carrasquillo podía objetarlas preguntas, pero sin elaborar en cuanto a losfundamentos <strong>de</strong> la objeción, y que no podía sugerircontestaciones a las preguntas. Mientras que el Lcdo.González Carrasquillo sostenía que, conforme lo que el juezhabía indicado, él podía objetar las preguntas, y vertirpara el récord los fundamentos para su objeción.No obstante lo dispuesto por el juez <strong>de</strong>l caso sobrelas intervenciones <strong>de</strong> los abogados durante la <strong>de</strong>posición,el Lcdo. González Carrasquillo instruyó a su cliente, enrepetidas ocasiones a lo largo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>posición, cómo ella<strong>de</strong>bía contestar diversas preguntas que le eran hechas porel Lcdo. Antonetti.Así por ejemplo, con relación a si la señora Ayalahabía firmado un contrato <strong>de</strong> empleo, aparte <strong>de</strong> su primercontrato probatorio, el Lic. González Carrasquillorepetidamente interrumpió el interrogatorio instruyéndolasobre cómo <strong>de</strong>bía contestar. A<strong>de</strong>más, cuando en contestacióna una pregunta ella expresó que había firmado un contrato<strong>de</strong> empleo in<strong>de</strong>finido, el Lcdo. González Carrasquillointerrumpió los procedimientos para <strong>de</strong>cirle que no hubofirma pues fue un contrato oral. Luego el querellado leexpresó al Lcdo. Antonetti que su cliente se habíaequivocado al contestar y que por eso no quería que ella


CP-1999-1 14contestara, instruyendo directamente a la testigo,expresando “dile que tú firmaste un contrato oral”. Cuandola Lcda. De Luna, dirigiéndose al Lcdo. GonzálezCarrasquillo, le señaló que él no podía sugerir lascontestaciones a la testigo, él contestó “Pues claro quesí.”Más a<strong>de</strong>lante, en un momento en que hubo una preguntapendiente <strong>de</strong> ser contestada, con relación al contrato <strong>de</strong>empleo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mandante, el Lcdo. González Carrasquilloinstruyó a su cliente: “Pi<strong>de</strong> asesoramiento, pi<strong>de</strong> un ‘time’y asesoramiento, eso es lo que tienes que hacer.” Como era<strong>de</strong> esperar luego <strong>de</strong> la anterior sugerencia <strong>de</strong> su abogado,la testigo pidió tiempo para asesorarse con él. A pesar <strong>de</strong>las quejas <strong>de</strong>l Lcdo. Antonetti, el Lcdo. GonzálezCarrasquillo se levantó, se llevó a su cliente, y secomunicó con ella fuera <strong>de</strong> récord. Cuando regresó con ella,explicó que no podía permitir que ella contestara “unapregunta hábil.” La testigo, entonces, contestó lapregunta, diciendo que ella tenía “un contrato oral conunas expectativas <strong>de</strong> trabajo hasta la jubilación.” Cuandoel Lcdo. Antonetti le preguntó a la testigo si “esacontestación se la dio su abogado cuando se levantó”, elLcdo. González Carrasquillo interrumpió e instruyó a sucliente: “Usted le dice que eso...que usted tiene unprivilegio, lo que usted habla con su abogado. Así es lacontestación, privilegio.”


CP-1999-1 15Luego, y en el contexto <strong>de</strong> unas preguntas sobre uncambio en las funciones <strong>de</strong> la testigo en su empleo, y<strong>de</strong>spués que la testigo contestó que su nuevo puesto se<strong>de</strong>bió a que las funciones <strong>de</strong>l puesto anterior habían sidotransferidas a Estados Unidos, el Lic. Antonetti lepregunta “o sea, que usted se iba a quedar sin trabajo”, yla testigo respon<strong>de</strong> “eso es correcto.” Aquí el Lcdo.González Carrasquillo vuelve a interrumpir, e increpa a sucliente diciéndole “¿Cómo tu sabes que tú te ibas a quedarsin trabajo?” Cuando el Lcdo. Antonetti le pregunta a latestigo que cómo ella sabía que se iba a quedar sintrabajo, el Lcdo. González Carrasquillo interrumpió a latestigo que ya había comenzado a contestar, y le dijo:“Objeción, tú no sabes.” Como se podría esperar, la testigoentonces contestó “OK, pues no sé.”El comportamiento <strong>de</strong>l Lic. González Carrasquillo,durante la <strong>de</strong>posición <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998, motivó quelos abogados <strong>de</strong> la parte <strong>de</strong>mandada se quejaran ante el juez<strong>de</strong>l caso en el foro <strong>de</strong> instancia, Hon. Eliseo Gaetán yMejías. Para evitar confrontaciones entre las partes y conel fin <strong>de</strong> agilizar los procedimientos, el juez <strong>de</strong> instanciaemitió una resolución, el 2 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1998, en la cualdispuso que las <strong>de</strong>posiciones posteriores se llevarían acabo en un salón <strong>de</strong>l propio tribunal. A<strong>de</strong>más, nombró alLcdo. Ángel M. Bonnet Rosario como “comisionado <strong>de</strong>ltribunal”, para dirigir las <strong>de</strong>posiciones y le concedió“discreción para imponer aquellas otras normas y guías que


CP-1999-1 16sean necesarias a fin <strong>de</strong> que las <strong>de</strong>posiciones se lleven acabo en forma or<strong>de</strong>nada, respetuosa y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l itinerariodispuesto.” 8 Asimismo, en la referida resolución se dispusoexpresamente que <strong>de</strong> haber objeción a alguna pregunta en la<strong>de</strong>posición se anotaría la misma, pero que, excepto con lasobjeciones <strong>de</strong> privilegio, el testigo tendría que contestarla pregunta objetada, haciéndose constar que, el tribunalposteriormente <strong>de</strong>cidiría si la objeción era válida.La continuación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>posición <strong>de</strong> la señora Ayala sellevó a cabo el 3 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1998. Según surge <strong>de</strong> latranscripción, el comisionado <strong>de</strong>signado, el Lcdo. BonnetRosario, leyó en voz alta la resolución emitida por eltribunal al inicio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>posición. Luego <strong>de</strong> otros asuntospreliminares se procedió a la <strong>de</strong>posición como tal, duranteel curso <strong>de</strong> la cual el Lcdo. González Carrasquillorepetidamente interrumpió el interrogatorio para instruir asu cliente que no contestara ciertas preguntas, o parasugerirle la contestación que <strong>de</strong>bía dar, no obstante, losreiterados señalamientos en contrario <strong>de</strong>l comisionado<strong>de</strong>signado por el Tribunal, el Lcdo. Bonnet Rosario.Al comienzo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>posición, el Lcdo. GonzálezCarrasquillo insistió en que él tenía que asesorar a sucliente porque él entendía que las preguntas <strong>de</strong>l Lcdo.Antonetti estaban dirigidas a confundirla. Así por ejemplo,8 No pasamos juicio, en este momento, sobre la proce<strong>de</strong>nciay corrección <strong>de</strong> ese nombramiento y <strong>de</strong> las instrucciones quele fueron impartidas.


CP-1999-1 17cuando la testigo se extendió brevemente al dar unacontestación, el Lcdo. González Carrasquillo le dice: “Túno tienes que dar esa explicación.” Luego que elcomisionado <strong>de</strong>l tribunal le indicara que él no podíainstruir a la testigo sobre cómo contestar <strong>de</strong>terminadaspreguntas, el Lcdo. González Carrasquillo amenazó conabandonar la <strong>de</strong>posición, porque según indica, él no es “unapared.” Cuando se le explica que cualquier asesoramiento asu cliente lo tenía que haber llevado a cabo antes <strong>de</strong> la<strong>de</strong>posición, y no durante la misma, él contestó que ya lohabía hecho, pero señala que su cliente no le hacía caso.Poco <strong>de</strong>spués, el Lcdo. González Carrasquillo se queja<strong>de</strong> que su cliente no mira hacia don<strong>de</strong> él y luego le indicaal comisionado que quiere un receso “para ver si le daba uncocotazo a mi cliente ... pa’que me haga caso.” Cuando elLcdo. Bonnet le volvió a recordar al Lcdo. GonzálezCarrasquillo que él no podía conversar con la testigo enmedio <strong>de</strong>l interrogatorio, él reiteró que sí, porqueentendía que el Lcdo. Antonetti “está metiéndola en lacueva.” Un poco <strong>de</strong>spués, cuando la testigo comenzó acontestar una pregunta, el Lcdo. González Carrasquillo ledijo: “No”; y cuando el Comisionado volvió a llamar laatención, él justificó su actuación diciendo: “Es que[ella] se pone a explicar ... y eso es lo que no permito.”El comportamiento <strong>de</strong>l Lcdo. González Carrasquillo, <strong>de</strong>scrito


CP-1999-1 18en el párrafo anterior, se repitió muchas veces más duranteel resto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>posición. 9 IIIDel cuadro fáctico anteriormente esbozado po<strong>de</strong>mosllegar a dos conclusiones. En primer lugar, que el Lcdo.González Carrasquillo incurrió en una conductairrespetuosa durante el transcurso <strong>de</strong> las <strong>de</strong>posiciones enel referido caso, en total menosprecio <strong>de</strong> la autoridad <strong>de</strong>ltribunal y la seriedad que <strong>de</strong>be imperar en todos losprocesos judiciales. En segundo lugar, que elinjustificable <strong>de</strong>sprecio <strong>de</strong>l Lcdo. González Carrasquillo <strong>de</strong>las reglas que rigen los procesos judiciales lo incapacitapara ejercer la profesión <strong>de</strong> la abogacía.En cuanto a su conducta irrespetuosa, conforme alCriterio General <strong>de</strong> la Parte II <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> ÉticaProfesional, el buen funcionamiento <strong>de</strong>l proceso judicial"es responsabilidad ineludible <strong>de</strong> todo miembro <strong>de</strong> laprofesión legal". Por lo tanto, es <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> todo abogadoprocurar un ambiente <strong>de</strong> <strong>de</strong>coro y solemnidad en los9Cuando la testigo indicó no recordar cierto dato, elLcdo. González Carrasquillo le recordó el dato en cuestión,y cuando el Comisionado volvió a <strong>de</strong>cirle que no podía hacereso, él insistió que sí podía hacerlo “porque las normastienen que seguir el due process y eso es una cuestiónconstitucional sustancial.” Ahí surgió una discusión entreel Lcdo. Bonnet y el Lcdo. González Carrasquillo en la queéste insistió en que él podía asesorar a su cliente, que niel Lcdo. Bonnet, “ni el juez, ni Cristo que se meta en elmedio, nadie me paraliza a mí la Constitución porprocedimientos técnicos.”


CP-1999-1 19tribunales con el fin <strong>de</strong> mejorar la calidad <strong>de</strong> la justiciaque en éstos se imparte. Ibíd.De igual forma, el Canon 9 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> ÉticaProfesional, ante, le impone a los miembros <strong>de</strong> la clasetogada la obligación <strong>de</strong> observar para con los tribunalesuna conducta que se caracterice por el mayor respeto. Estepostulado ético incluye indubitadamente el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> todoprofesional <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r con igual diligencia yseriedad las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l Tribunal <strong>de</strong> Primera Instancia. Inre Soto Colón, res. el 9 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2001, 2001T.S.P.R. 166; In re Díaz Grau, res. 1 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2001, 2001T.S.P.R. 70. Anteriormente hemos señalado que la<strong>de</strong>satención a las ór<strong>de</strong>nes emitidas por los tribunales <strong>de</strong>justicia constituye un grave insulto a la autoridad <strong>de</strong>éstos en directa violación al <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> conducta exigido porel referido Canon 9. Véanse: In re Otero Fernán<strong>de</strong>z, 145D.P.R. 582 (1998); In re Claudio Ortiz, 141 D.P.R. 937(1996); In re Colón Torres, 129 D.P.R. 490 (1991); In reDíaz García, 104 D.P.R. 171 (1975).La forma y manera en que el Lcdo. GonzálezCarrasquillo se condujo durante la toma <strong>de</strong> las <strong>de</strong>posicionesconstituye una falta <strong>de</strong> respeto hacia los tribunales, porlo que la misma es violatoria <strong>de</strong>l Canon 9 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong>Ética Profesional. Aunque la toma <strong>de</strong> una <strong>de</strong>posición no estan formal como una vista ante un juez, sigue siendo parteesencial <strong>de</strong>l proceso judicial. Conforme a ello, para subuen funcionamiento, los abogados siempre <strong>de</strong>ben procurar


CP-1999-1 20que en las <strong>de</strong>posiciones prevalezca un ambiente <strong>de</strong> <strong>de</strong>coro ysolemnidad.Asimismo, la <strong>de</strong>sobediencia <strong>de</strong>l Lcdo. GonzálezCarrasquillo <strong>de</strong> las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l tribunal, en cuanto a laforma en que <strong>de</strong>bía conducirse la <strong>de</strong>posición, resulta en unaclara violación al Canon 9 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Ética Profesional,ante.De igual manera, enten<strong>de</strong>mos que el Lcdo. GonzálezCarrasquillo violó el Canon 38 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> ÉticaProfesional 10 , ante, al <strong>de</strong>nigrar con su conducta el honor yla dignidad <strong>de</strong> la profesión. Resulta sorpren<strong>de</strong>nte que elLcdo. González Carraquillo insistiera, constantemente,durante las <strong>de</strong>posiciones sugerirle a su clienta lascontestaciones, o, en la alternativa, que no contestara alas preguntas que le formulara el abogado <strong>de</strong> la otra parte.Peor aun, es el hecho <strong>de</strong> que el Lcdo. González indicara quetenía <strong>de</strong>recho así actuar. Ello resulta en una claraviolación a todas las reglas que regulan los procedimientosante los tribunales, a la buena práctica <strong>de</strong> la abogacía,a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser contrario al buen funcionamiento <strong>de</strong> nuestrosistema adversativo <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho.En virtud <strong>de</strong> lo antes expuesto, no albergamos duda quela conducta <strong>de</strong>splegada por el Lcdo. González Carrasquillo,10El Canon 38 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Ética Profesional, ante,dispone en lo pertinente que:El abogado <strong>de</strong>berá esforzarse, al máximo <strong>de</strong> sucapacidad, en la exaltación <strong>de</strong>l honor y dignidad<strong>de</strong> su profesión...


CP-1999-1 21durante las <strong>de</strong>posiciones <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998 y <strong>de</strong>l 3 <strong>de</strong>junio <strong>de</strong> 1998, violó tanto <strong>de</strong>l Canon 9 como <strong>de</strong>l Canon 38<strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Ética Profesional, ante, al no <strong>de</strong>mostrar elmás mínimo respeto hacia los procesos judiciales y faltarleal honor y la dignidad <strong>de</strong> la profesión.IVEl Lcdo. González Carrasquillo fue suspendido comoabogado por este Tribunal el 12 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1998, por nohaber pagado las cuotas <strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong> Abogados. 11 El 9 <strong>de</strong>octubre <strong>de</strong> 1998 fue reinstalado, luego <strong>de</strong> que presentaraevi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que se había puesto al día en el pago <strong>de</strong>dichas cuotas.Según surge <strong>de</strong>l informe <strong>de</strong>l comisionado especial, y<strong>de</strong>l expediente <strong>de</strong>l caso, durante el periodo en que el Lcdo.González Carrasquillo estuvo suspendido <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> laprofesión, el actuó como abogado en varios inci<strong>de</strong>ntesrelacionados con el caso <strong>de</strong> Myriam Ayala v. GH BassCaribbean, Inc., ante. En específico, el Lcdo. GonzálezCarrasquillo presentó varias mociones en el referido caso.El total <strong>de</strong> las mociones presentadas fueron seis, asaber: (a) una “Moción sobre Continuación <strong>de</strong> Deposición”,el 11 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1998; (b) una “Moción solicitando seor<strong>de</strong>ne pago”, el 18 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1998; (c) una “MociónSolicitando se or<strong>de</strong>ne a Empleados <strong>de</strong> la Demandada a11 La sentencia disponiendo dicha suspensión fue notificadaal Lcdo. González Carrasquillo el 25 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1998.


CP-1999-1 22Comparecer a toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>posición”, el 18 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1998;(d) una “Moción Solicitando Documentos”, el 18 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>1998; (e) una “Moción para Enmendar Epígrafe...”, el 18 <strong>de</strong>agosto <strong>de</strong> 1998; (f) una “Solicitud <strong>de</strong> Reconsi<strong>de</strong>ración...”,el 8 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1998.Durante la vista que se celebró en este caso ante elComisionado Especial Hermida, el Lcdo. GonzálezCarrasquillo admitió que había presentado las seismociones, sabiendo que estaba suspendido <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong>la profesión, y expresó que se sentía arrepentido <strong>de</strong>haberlo hecho, pero explicó que cuando ello ocurrió sehabía sentido en la necesidad <strong>de</strong> actuar en beneficio <strong>de</strong> sucliente, pues <strong>de</strong> otra forma ella hubiese quedado totalmentein<strong>de</strong>fensa.Por otro lado, y aun cuando el Comisionado EspecialHermida no lo discute en su informe, <strong>de</strong>l expediente <strong>de</strong>lcaso surge claramente que el Lcdo. González Carrasquillo,estando suspendido <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> la abogacía, comparecióel 7 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1998 a una toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>posición <strong>de</strong> laparte <strong>de</strong>mandante, Sra. Miriam Ayala. 12 No sólo estuvo en la12 Es norma trillada que la regla <strong>de</strong> <strong>de</strong>ferencia a las<strong>de</strong>terminaciones <strong>de</strong> hecho <strong>de</strong>l Comisionado Especial, igualque en el caso <strong>de</strong> los jueces <strong>de</strong> instancia y los oficialesexaminadores, se aplica exclusivamente a la pruebatestifical vertida en su presencia, ya que es éste quienobserva la actitud <strong>de</strong> los testigos, su forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>clarar,sus gestos, y en general, su conducta al prestar<strong>de</strong>claración. In re Ortiz Brunet, 152 D.P.R. 542, 549. Noobstante, cuando estamos ante prueba documental, esteTribunal está en igual posición que el Comisionado Especial(Continúa . . .)


CP-1999-1 23<strong>de</strong>posición ejerciendo sus funciones como representantelegal <strong>de</strong> la Sra. Ayala sino que éste llevó a cabo unextenso contrainterrogatorio a ésta.Debemos señalar que no existe justificación algunapara que un abogado suspendido ejerza la profesión. Sipermitiéramos que un abogado suspendido <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> laprofesión <strong>de</strong>termine, a su discreción, qué tipo <strong>de</strong> gestionesprofesionales pue<strong>de</strong> realizar y <strong>de</strong> cuáles <strong>de</strong>be abstenerse,estaríamos consintiendo “en una anarquía impermisible en unsistema <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n, como <strong>de</strong>be ser el sistema judicial.” In reCepeda Parrilla, 108 D.P.R. 527 (1979).Resulta totalmente inexcusable que el Lcdo. GonzálezCarrasquillo, no obstante estar suspendido <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong>la abogacía, haya presentado escritos en los tribunales yhaya participado en la toma <strong>de</strong> una <strong>de</strong>posición, durante lavigencia <strong>de</strong> dicha suspensión. Ello, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> constituiruna burla al po<strong>de</strong>r disciplinario <strong>de</strong> este Tribunal,constituye una violación a la Sección 7 <strong>de</strong> la Ley Núm. 17<strong>de</strong>l 10 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1939, 4 L.P.R.A. sec. 740, sobre elejercicio ilegal <strong>de</strong> la profesión <strong>de</strong> abogado en nuestrajurisdicción.Indudablemente el querellado transgredió variosprincipios éticos <strong>de</strong> suma importancia. La naturaleza y_____________________para hacer sus propias <strong>de</strong>terminaciones y no po<strong>de</strong>mosrenunciar a ello sin afectar la efectividad <strong>de</strong> nuestrafunción disciplinaria. Ibíd.


CP-1999-1 24gravedad <strong>de</strong> las infracciones éticas incurridas por el Lcdo.González Carrasquillo <strong>de</strong>notan su incapacidad para ejercertan honrosa profesión, como es la <strong>de</strong> abogado. En vista <strong>de</strong>ello, proce<strong>de</strong> la imposición <strong>de</strong> severas medidasdisciplinarias al Lcdo. González Carrasquillo.VPor los fundamentos antes expresados, proce<strong>de</strong> <strong>de</strong>cretarla suspensión <strong>de</strong> Pedro González Carrasquillo <strong>de</strong>l ejercicio<strong>de</strong> la abogacía y <strong>de</strong> la notaría en nuestra jurisdicción porel término <strong>de</strong> tres (3) años.Se dictará Sentencia <strong>de</strong> conformidad.


EN EL TRIBUNAL SUPREMO DE PUERTO RICOIn rePedro González CarrasquilloCP-1999-1SENTENCIASan Juan, <strong>Puerto</strong> <strong>Rico</strong>, a 24 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> <strong>2005</strong>Por los fundamentos expuestos en la OpiniónPer Curiam que antece<strong>de</strong>, la cual se hace formarparte íntegra <strong>de</strong> la presente, se dicta Sentencia<strong>de</strong>cretando la suspensión <strong>de</strong> Pedro GonzálezCarrasquillo <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> la abogacía y <strong>de</strong> lanotaría en nuestra jurisdicción por el término <strong>de</strong>tres (3) años, contado el mismo a partir <strong>de</strong> lafecha <strong>de</strong> notificación <strong>de</strong> la presente Opinión PerCuriam y Sentencia.Le imponemos a éste el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> notificar atodos sus clientes <strong>de</strong> su presente inhabilidad paraseguir representándolos, les <strong>de</strong>vuelva cualesquierahonorarios recibidos por trabajos no realizados, einforme oportunamente <strong>de</strong> su suspensión a losdistintos foros judiciales y administrativos <strong>de</strong>lPaís. Deberá, a<strong>de</strong>más, certificarnos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>ltérmino <strong>de</strong> treinta (30) días, a partir <strong>de</strong> lanotificación <strong>de</strong> la presente Opinión Per Curiam ySentencia, el cumplimiento <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>beres.El Alguacil <strong>de</strong> este Tribunal proce<strong>de</strong>rá aincautarse <strong>de</strong> la obra y sello notarial <strong>de</strong> PedroGonzález Carrasquillo, <strong>de</strong>biendo entregar los mismosa la Oficina <strong>de</strong> Inspección <strong>de</strong> Notarías para elcorrespondiente examen e informe a este Tribunal.


CP-1999-1 2Así lo pronunció, manda el Tribunal y certifica laSecretaria <strong>de</strong>l Tribunal Supremo. El Juez Asociado señorFuster Berlingeri no intervino.Aida Ileana Oquendo GraulauSecretaria <strong>de</strong>l Tribunal Supremo

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