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EVALUACIÓN PRELIMINAR DE GRUPOS FUNCIONALES BACTERIANOS COMOINDICADORES DE CALIDAD DE SUELOS EN ZONA CAFETERAA. Varela 1 , M. P. Aguilera 2 , B. E. Vélez 2 , C. Flórez 31 Profesora Asistente. Laboratorio <strong>de</strong> Ecología <strong>de</strong> Poblaciones y Comunida<strong>de</strong>s,Unidad <strong>de</strong> Ecología y Sistemática, Departamento <strong>de</strong> Biología, Pontificia UniversidadJaveriana, Bogotá. Carrera 7 No 43-82, Edificio 53, Oficina 406 B.avarela@javeriana.edu.co. Tel: 3208320 ext. 4078. Fax: 3208320 ext. 40562 Departamento <strong>de</strong> Microbiología, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Carrera 7No. 40-623 Instituto <strong>de</strong> Investigaciones Biológicas Alexan<strong>de</strong>r von Humboldt, Bogotá. Calle 37No. 8-40RESUMENSe examinó si la abundancia y diversidad <strong>de</strong> <strong>grupos</strong> <strong>funcionales</strong> <strong>de</strong> bacterias(proteolíticas y celulolíticas) podían servir <strong>como</strong> indicadores <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong>l suelo, alcomparar diferentes usos <strong>de</strong> este en una zona cafetera. Adicionalmente, se<strong>de</strong>terminó si estos atributos <strong>de</strong> los <strong>grupos</strong> <strong>funcionales</strong> estaban relacionados conalgunas características físicas y químicas <strong>de</strong>l suelo. Se tomaron muestras <strong>de</strong> suelosen fincas con cuatro tipos <strong>de</strong> uso correspondientes a bosque húmedo andino, bosque<strong>de</strong> guadua, cafetal con sombrío y cafetal sin sombrío. En el bosque <strong>de</strong> Guadua seencontró una menor abundancia <strong>de</strong>l grupo celulolítico, mientras que la <strong>de</strong>l grupoproteolítico no mostró diferencias entre usos. Sin embargo, ni la riqueza ni ladiversidad <strong>de</strong> los dos <strong>grupos</strong> <strong>funcionales</strong> cambió entre usos <strong>de</strong>l suelo. Sólo el pH y lahumedad fueron diferentes, pero no se relacionaron con la abundancia, riqueza y/odiversidad alfa <strong>de</strong> los dos <strong>grupos</strong> <strong>funcionales</strong>. Los resultados iniciales sugieren que laabundancia <strong>de</strong> bacterias celulolíticas podría ser consi<strong>de</strong>rada <strong>como</strong> un indicador <strong>de</strong>cambio <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> suelo. Sin embargo es necesario realizar muestreos frecuentespara <strong>de</strong>terminar la dinámica <strong>de</strong> este grupo para confirmar estos resultados y evaluarotros <strong>grupos</strong> <strong>funcionales</strong> microbianos.


INTRODUCCIÓNLa calidad <strong>de</strong>l suelo es un término cada vez más usado para referirse a atributosfísicos, químicos y biológicos relacionados con la capacidad funcional <strong>de</strong>l suelo parasostener la productividad (Doran & Parkin 1994, Karlen et al. 1997, Brejda et al. 2000,Stehouwer 2003). Dentro <strong>de</strong> los atributos biológicos la microbiota <strong>de</strong>l suelo tiene elpotencial <strong>de</strong> ser indicadores importantes <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong>l suelo (Roper & Ophel-Keller1997). Esto se <strong>de</strong>be a que los microorganismos participan activamente en procesos<strong>de</strong> <strong>de</strong>scomposición <strong>de</strong> la materia orgánica y el ciclaje <strong>de</strong> nutrientes (Alexan<strong>de</strong>r 1981)y a que cambios en el uso <strong>de</strong>l suelo pue<strong>de</strong>n influir sobre sus característicasfísicoquímicas (Bramley & White, 1989). Estas a su vez pue<strong>de</strong>n provocarmodificaciones en la estructura y función <strong>de</strong> la comunidad microbiana (Beare et al.1992, Mikhnovskaya et al. 1993). En Colombia es muy poco lo que se conocerespecto a la microbiota edáfica sobre todo en algunos ecosistemas <strong>como</strong> el bosqueandino y sus coberturas <strong>de</strong> reemplazo, pues los estudios se han enfocado en la faunay la flora (Flórez, 2001). Los diferentes usos <strong>de</strong> suelo que se presentan en el<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong>l Quindío y su asociación con uno <strong>de</strong> los cultivos <strong>de</strong> mayor tradiciónen el país (cultivo <strong>de</strong> café), lo hacen un lugar propicio para examinar si <strong>grupos</strong><strong>funcionales</strong> <strong>bacterianos</strong> que participan en procesos edáficos pue<strong>de</strong>n servir <strong>como</strong>indicadores <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong>l suelo y si están relacionados con algunas característicasfísicas y químicas <strong>de</strong>l suelo.PROBLEMÁTICALos cambios en la capacidad <strong>de</strong>l suelo para funcionar se reflejan en la respuesta <strong>de</strong>diferentes propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l suelo (USDA 2001). Los componentes físicos y químicos<strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong>l suelo se han abordado principalmente <strong>de</strong>bido a su relativa facilidad<strong>de</strong> medición (Parr et al. 1992). El componente biológico ha sido menos consi<strong>de</strong>radopor la dificultad <strong>de</strong> su interpretación y relativa mayor complejidad <strong>de</strong> analizar(Kennedy & Papendick 1996). Sin embargo, las propieda<strong>de</strong>s microbiológicas pue<strong>de</strong>nservir <strong>como</strong> indicadores <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong>l suelo <strong>de</strong>bido a que los microorganismos son


los segundos agentes biológicos más importantes en los agroecosistemas, <strong>de</strong>spués<strong>de</strong> las plantas (Yakovchenko et al. 1996). A<strong>de</strong>más, los procesos biológicos y losmicroorganismos involucrados en estos, que mantienen la estructura y fertilidad <strong>de</strong>lsuelo, son potencialmente más sensibles que a cambios que las propieda<strong>de</strong>s físicaso químicas (Pankrust et al. 1997). Aunque usos diferentes al <strong>de</strong> la cobertura nativamantienen la productividad y fertilidad <strong>de</strong> los suelos, pue<strong>de</strong>n alterar cuantitativa ycualitativamente su comunidad microbiana (Acea & Carballas, 1998) o la actividad <strong>de</strong>esta (González et al. 1999). Esto podría tener consecuencias <strong>de</strong>sfavorables paraciertos <strong>grupos</strong> <strong>bacterianos</strong>, llevando a un <strong>de</strong>terioro en la calidad <strong>de</strong>l suelo y <strong>de</strong>lecosistema terrestre en general, por modificaciones en el flujo y tasa <strong>de</strong> liberación <strong>de</strong>nutrientes. Pero esto se <strong>de</strong>sconoce en gran medida y particularmente en Colombia setienen muy pocas aproximaciones al respecto.OBJETIVOSEl principal objetivo <strong>de</strong> este estudio fue examinar si la abundancia, riqueza y/odiversidad <strong>de</strong> <strong>grupos</strong> <strong>funcionales</strong> <strong>bacterianos</strong> cambiaban con el uso <strong>de</strong>l suelo en lazona cafetera <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong>l Quindío, teniendo <strong>como</strong> referencia el bosquemontano húmedo. Esto con el fin <strong>de</strong> evaluar su potencial uso <strong>como</strong> posiblesindicadores <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong>l suelo. Adicionalmente se exploró si estos cambios podríanestar asociados a variaciones en algunas características físicoquímicas <strong>de</strong>l suelo (pH,textura y humedad).MARCO CONCEPTUALInicialmente la calidad <strong>de</strong>l suelo fue consi<strong>de</strong>rada <strong>como</strong> las propieda<strong>de</strong>s físicas,químicas y biológicas que proveen un medio para el crecimiento <strong>de</strong> las plantas, laregulación <strong>de</strong>l flujo <strong>de</strong> agua y la atenuación <strong>de</strong> la toxicidad <strong>de</strong> compuestos (Larson &Pierce 1991). Posteriormente fue <strong>de</strong>finida <strong>como</strong> la capacidad para su funcionamientoya sea bajo uso antropogénico o bajo ecosistemas naturales, que permite sostener laproductividad biológica, mantener la calidad medio ambiental y promover la salud


animal, vegetal y humana (Doran & Parkin 1994, Karlen et al. 1997). La calidad <strong>de</strong>lsuelo es controlada por la interacción <strong>de</strong> componentes físicos, químicos y biológicos(Kennedy & Papendick 1996), lo que reconoce una aproximación más holística alpapel que juega el suelo en ecosistemas naturales y agrícolas (Karlen et al. 1997).Por otra parte, la interacción entre los organismos <strong>de</strong>l suelo y el ambiente abióticodurante los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomposición <strong>de</strong> la materia orgánica <strong>de</strong>terminan en granmedida la fertilidad <strong>de</strong>l suelo (An<strong>de</strong>rson 2003). En este sentido, los indicadores <strong>de</strong>calidad <strong>de</strong> suelo <strong>de</strong>ben buscarse en parámetros que expresen estas interacciones enprocesos relacionados con la funcionalidad <strong>de</strong>l suelo. Esto lleva a consi<strong>de</strong>rar a los<strong>grupos</strong> <strong>funcionales</strong> <strong>como</strong> posibles indicadores <strong>de</strong> los cambios medio ambientales odisturbios (Beare et al. 1992), que están asociados con la calidad <strong>de</strong>l suelo.METODOLOGÍASe escogieron <strong>como</strong> usos <strong>de</strong>l suelo: bosque húmedo montano (uso original), bosque<strong>de</strong> Guadua (Bambusa guadua), cafetal con sombrío (Coffea arabiga - Ingacodonantha - Musa paradisiaca L.) y cafetal sin sombrío (Coffea arabiga). Seescogieron tres fincas distintas con cada tipo <strong>de</strong> uso, ubicadas en varios municipios<strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong>l Quindío). Los suelos <strong>de</strong> estas fincas correspondieron amolisoles y andisoles. En cada finca se tomaron cuatro muestras compuestas <strong>de</strong>suelo <strong>de</strong> los primeros 5 cm (48 muestras en total). A las muestras se les midió el pH(2:10 suelo:agua) <strong>de</strong> acuerdo a Andra<strong>de</strong>s (1996), la humedad gravimétricamente porsecado a 80°C durante 48 h y la textura con el método <strong>de</strong> Bouyoucos (Russell 1968).La abundancia y diversidad <strong>de</strong> los <strong>grupos</strong> <strong>funcionales</strong> <strong>bacterianos</strong> se estimó con elmétodo <strong>de</strong> diluciones seriadas en placa profunda (Wollum 1982, Alexan<strong>de</strong>r 1998) enmedio celulosa modificado y medio proteolítico modificado (Wollum 1982). Lasmorfoespecies más abundantes bajo cada uso <strong>de</strong> suelo se aislaron para sui<strong>de</strong>ntificación mediante pruebas bioquímicas. La riqueza se calculó con base en elnúmero <strong>de</strong> morfoespecies <strong>de</strong> bacterias proteolíticas y celulolíticas. La diversidad secalculó con el índice <strong>de</strong> Brillouin y <strong>de</strong> Simpson para establecer la equidad y ladominancia <strong>de</strong> especies, respectivamente (Segnini 1995, Moreno 2001). La


comparación <strong>de</strong> las variables fisicoquímicas y <strong>de</strong> abundancia microbiana entre usos<strong>de</strong> suelo se realizó con un análisis <strong>de</strong> varianza y una prueba a posteriori <strong>de</strong> Scheffé(Sokal & Rohlf 1982). Los valores <strong>de</strong> diversidad se compararon con una prueba <strong>de</strong>Kruskal-Wallis (Siegel & Castellan 1990). La relación entre las variables edáficas y lasmicrobiológicas se estableció con una regresión múltiple estándar (Sokal & Rohfl1982). Se usó un nivel <strong>de</strong> significancia <strong>de</strong> 0,05.RESULTADOSLa abundancia <strong>de</strong> bacterias celulolíticas cambió en cafetal sin sombrío y bosque <strong>de</strong>Guadua respecto al bosque montano, siendo mayor y menor bajo estos dos tipos <strong>de</strong>uso, respectivamente (F=11,48, gl=35, P0,05, gl=47). La abundancia <strong>de</strong> bacterias proteolíticas fue mayor a la<strong>de</strong> bacterias celulolíticas en todos los casos, probablemente <strong>como</strong> consecuencia <strong>de</strong>que las fuentes proteicas son <strong>de</strong> más fácil <strong>de</strong>gradación que la celulosa, ya que es unpolímero más complejo. La abundancia <strong>de</strong> bacterias proteolíticas fue particularmentemayor bajo cultivo <strong>de</strong> café, tal vez por el uso <strong>de</strong> fertilización nitrogenada, <strong>como</strong> lo hansugerido en otros casos Bolton et al. (1985), o por el uso <strong>de</strong> insecticidas que pue<strong>de</strong>nestimular la mineralización y disponibilidad <strong>de</strong> carbono, fósforo y nitrógeno orgánicos(Das & Mukherjee, 2000).El pH, humedad y textura no estuvieron relacionadas con la abundancia o riqueza <strong>de</strong>alguno <strong>de</strong> los <strong>grupos</strong> <strong>funcionales</strong> <strong>bacterianos</strong>. Debido a la variación <strong>de</strong>l pH en unrango tan estrecho y <strong>de</strong> acuerdo con los estudios <strong>de</strong> otros investigadores (Brookes etal. 1983, Singh, et al. 1997), es posible que otros factores <strong>como</strong> el porcentaje <strong>de</strong>materia orgánica, la concentración <strong>de</strong> nitrógeno y fósforo y/o el nivel <strong>de</strong> aireación en


el suelo, que no fueron medidos en este estudio, sean los que influyan en el número ytipo <strong>de</strong> bacterias que se presentan en los suelos. Se reconocieron 42 morfoespecies<strong>de</strong> bacterias celulolíticas y 43 <strong>de</strong> proteolíticas y se i<strong>de</strong>ntificaron los géneros Bacillus,Clostridium, Micromonospora, Micrococcus, Corynebacterium, Agrobacterium yArthrobacter. La riqueza <strong>de</strong> bacterias celulolíticas varió entre 4 y 15morfoespecies/muestra y la <strong>de</strong> bacterias proteolíticas entre 3 y 12morfoespecies/muestra, las cuales no fueron significativamente diferentes entre usos(F=0,94, P>0,05 para bacterias celulolíticas y F= 0,95, P>0,05 para proteolíticas).Aunque los valores <strong>de</strong> los índices <strong>de</strong> diversidad mostraron que esta era ligeramentemayor bajo bosque húmedo, no se encontraron diferencias significativas en ladominancia ni en la equidad <strong>de</strong> las morfoespecies bacterianas celulolíticas yproteolíticas. Por tanto el cambio <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> suelo, <strong>de</strong> bosque a otros tipos, parecierano influir sobre la diversidad <strong>de</strong> estos <strong>grupos</strong> <strong>bacterianos</strong>. Pero, ya que lasmorfoespecies <strong>de</strong> bacterias encontradas no fueron las mismas en cada tipo <strong>de</strong> uso,se podría <strong>de</strong>cir que el cambio <strong>de</strong> uso <strong>de</strong>l suelo favorece morfoespecies distintas a lasfavorecidas por la cobertura original.El pH, el porcentaje <strong>de</strong> humedad y el porcentaje <strong>de</strong> arcilla, limo y arena <strong>de</strong> lasmuestras indican que los suelos fueron mo<strong>de</strong>radamente ácidos, que el porcentaje <strong>de</strong>humedad se encontró en un rango <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rado a alto y que la textura fue <strong>de</strong> trestipos: franco, franco arcillo arenoso y franco arenoso. Se encontraron diferencias enlos valores <strong>de</strong> pH entre usos <strong>de</strong> suelo, que pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>berse al tipo <strong>de</strong> vegetación, latopografía y/o el manejo <strong>de</strong> los cultivos respecto al bosque montano y al <strong>de</strong> Guadua.Aunque las diferencias en el pH fueron significativas, biológicamente no lo son ya quelas bacterias pue<strong>de</strong>n crecer en rangos <strong>de</strong> pH amplios (Alexan<strong>de</strong>r 1981), y porque lasdiferencias no llegaron a ser <strong>de</strong> una unidad (0,9). La humedad fue más alta en elbosque húmedo andino y en el bosque <strong>de</strong> Guadua, lo que sugiere que esteparámetro edáfico está en <strong>de</strong>trimento en los cultivos <strong>de</strong> café, pudiendo afectarnegativamente otros <strong>grupos</strong> <strong>de</strong> organismos más sensibles y los procesos edáficos enlos que están involucrados.


CONCLUSIONESAunque el tipo <strong>de</strong> uso <strong>de</strong>l suelo en las fincas muestreadas lleva más <strong>de</strong> 10 años, esteno parece incidir sobre la riqueza o diversidad <strong>de</strong> bacterias celulolíticas niproteolíticas, sino sólo sobre la abundancia <strong>de</strong> bacterias celulolíticas. En este sentido,sólo la abundancia <strong>de</strong> bacterias celulolíticas podría sugerirse para posterioresestudios <strong>como</strong> posible indicador <strong>de</strong> cambios en la calidad <strong>de</strong>bido al uso <strong>de</strong>l suelo,sobre todo en cambios <strong>de</strong> vegetación que impliquen un aporte <strong>de</strong> material vegetal <strong>de</strong>calidad distinta a la <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> la cobertura nativa o un uso contrastante en términos<strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> agroquímicos. Sin embargo no <strong>de</strong>be esperarse necesariamenteuna disminución respecto al valor <strong>de</strong> la abundancia <strong>de</strong>l bosque húmedo, por lo queaumentos o disminuciones podrían consi<strong>de</strong>rarse <strong>como</strong> indicadores <strong>de</strong> cambio. El pHy la humedad fueron distintos entre los usos <strong>de</strong> suelo, pero con variacionespequeñas. Estas variables edáficas junto con la textura no se asociaron con laabundancia y diversidad <strong>de</strong> las bacterias <strong>de</strong> los dos <strong>grupos</strong> <strong>funcionales</strong> <strong>bacterianos</strong>consi<strong>de</strong>rados. Esto sugiere que son otros factores fisicoquímicos (materia orgánica,<strong>de</strong> nitrógeno y <strong>de</strong> fósforo) los que influyen sobre la diversidad bacteriana. Es probableque la diversidad varíe en el tiempo, por cambio en condiciones climáticas, edad <strong>de</strong>los cultivos, y manejo <strong>de</strong> los mismos. Por esta razón, es importante realizar estudios amediano plazo y consi<strong>de</strong>rando otras condiciones <strong>como</strong> las mencionadasanteriormente, para conocer cómo es esta diversidad, cómo es su dinámica y cómose altera por cambios en el uso <strong>de</strong> la tierra. Estudios <strong>como</strong> este son el punto <strong>de</strong>partida <strong>de</strong> investigaciones futuras sobre la exploración <strong>de</strong> microorganismos edáficos<strong>como</strong> indicadores <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> suelos.LITERATURA CITADA


Acea, M. J. & T. Carballas. 1996. Microbial response to organic amendments in aforest soil. Applied Soil Ecology 6:193- 198.Alexan<strong>de</strong>r, M. 1981. Introducción a la Microbiología <strong>de</strong>l suelo. 1ra. edición. EditorialLibros y Editoriales, S.A. México D. F., México.Alexan<strong>de</strong>r, D. B. 1998. Principles and Applications of Soil Microbiology. First edition.Prentice Hall. New Jersey, U.S.A.An<strong>de</strong>rson, T. 2003. Microbial eco-physiological indicators to assess soil quality.Agriculture, Ecosystems and Environment 98: 285-293.Andra<strong>de</strong>s, M. 1996. Prácticas <strong>de</strong> edafología y climatología. Editado por Servicios <strong>de</strong>Publicaciones, Universidad <strong>de</strong> la Rioja. Rioja, España.Beare, M.H., R.W. Parmelee, P.F. Hendrix & W. Cheng. 1992. Microbial and faunalinteractions and effects on litter nitrogen and <strong>de</strong>composition in agroecosystems.Ecological Monographs 62:569-591.Bolton, H., L.F. Elliot, R.I. Papendick & D.F. Bezdicek. 1985. Soil microbial biomassand selected soil enzyme activities: effect of fertilization and cropping practices. SoilBiology and Biochemistry 17(3):297-302.Bramley, R.G.V. & R.E. White. 1989. The effect of pH, liming, moisture andtemperature on the activity of nitrifiers in a soil un<strong>de</strong>r pasture. Australian Journal ofSoil Research 27:711-724.Brejda, J.J., T.B. Moorman, D.L. Karlen & T.H. Dao. 2000. I<strong>de</strong>ntification of regionalsoil quality factors and indicators: I. Central and southern high plains. Soil ScienceSociety American Journal 64:2115-2124.Das, A.C. & D. Mukherjee. 2000. Soil application of insectici<strong>de</strong>s influencesmicroorganisms and plant nutrients. Applied Soil Ecology 14:55-62.Doran, J.W. & T.B. Parkin. 1994. Defining and assessing soil quality. In: Doran, J.C.,D.C. Coleman, D.F. Bezdicek & B.A. Stewart (eds.). Defining soil quality for asustainable environment. SSSA Special Publication. Vol 35. Soil Science Society ofAmerica. Madison, W.I. U.S.A. p. 3-21.Flórez, C. 2001. Pautas y priorida<strong>de</strong>s en la investigación <strong>de</strong> la diversidad microbiana.Biosíntesis. Boletín No. 28. 4 p.González, X., L. González, A. Varela & J. Ahumada. 1999. Inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la cobertura


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