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Texto original en formato pdf - La Hoja del Titiritero

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Monum<strong>en</strong>to Número 21 de Bilbao.<strong>La</strong>rraitz Iparragirre.“El teatro que nos espera, el que dejará r<strong>en</strong>ovada señal creadora, será aquel que des<strong>en</strong>trañe y se nutradialécticam<strong>en</strong>te de la historia de la cual forma parte y desde nuestro tiempo se proyecte (…) hacia elfuturo”.Armando MoralesEn noviembre <strong>del</strong> 2007 con mi compañero Rodolfo de León, creamos la compañía vasco-guatemaltecade teatro de títeres <strong>La</strong> Charada Teatro. Como muchas otras compañías <strong>del</strong> mundo y de manera inevitabl<strong>en</strong>os fuimos <strong>en</strong>contrando, <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes publicaciones y conversaciones, con la m<strong>en</strong>ción <strong>del</strong> titiriteroMaya prehispánico de Bilbao, <strong>en</strong> Guatemala. ¿Bilbao <strong>en</strong> Guatemala? No lo <strong>en</strong>contrábamos <strong>en</strong> el mapa.¿Sería una errata? No había fotografías, sólo un dibujo… Todo era difuso, <strong>en</strong>vuelto <strong>en</strong> un halo demisterio. Me causaba dudas el hecho de que no hubiera ningún número de refer<strong>en</strong>cia arqueológicaasociado al dibujo. Un amigo titiritero nos dijo que algui<strong>en</strong> le contó, que se <strong>en</strong>contraba <strong>en</strong> Santa LucíaMilpas Altas, pegadito a la Ciudad de Antigua Guatemala, donde nosotros vivimos. Buscamos pero nirastro. En la web sil<strong>en</strong>cio sepulcral.Poco a poco, e inspirados por el trabajo de recuperación y difusión de la historia de los títeres que otrascompañías realizan <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes partes <strong>del</strong> mundo, se abría paso <strong>en</strong> nosotros la conci<strong>en</strong>cia de laimportancia de recuperar la historia de nuestro oficio <strong>en</strong> Guatemala.En el 2010 cuando nos invitaron a participar <strong>en</strong> el I Coloquio de Títeres (los Títeres a través de laHistoria) <strong>en</strong> el marco <strong>del</strong> XXV Festival de Títeres Rosete Aranda (Tlaxcala México), se nos hizourg<strong>en</strong>te la tarea. El profundo desconocimi<strong>en</strong>to de nuestras raíces titiritescas nos causó vergü<strong>en</strong>za.¿Cómo era posible que ignoráramos las fu<strong>en</strong>tes más cercanas de donde se alim<strong>en</strong>ta nuestro oficio quecon tanta pasión empr<strong>en</strong>dimos? En ese preciso instante se inició el pres<strong>en</strong>te artículo y los que v<strong>en</strong>drán.


El titiritero mexicano radicado <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, Alejandro Jara, fue qui<strong>en</strong> nos dio el dato preciso de que laimag<strong>en</strong> de aquel único dibujo que conocíamos, era una reproducción de una estela maya que se<strong>en</strong>contraba <strong>en</strong> Santa Lucía Cotzumalguapa. Por fin lo pudimos ubicar <strong>en</strong> el mapa. Com<strong>en</strong>zaba el periplo.Después de recopilar un poco de información sobre el monum<strong>en</strong>toy su contexto, salimos la mañana <strong>del</strong> 11 de noviembre <strong>del</strong> 2011,con más preguntas que respuestas. Esperando que a esas alturas <strong>del</strong>a época seca ya estuviera cortada la plantación de caña de azúcarque rodea la estela. Nos habían contado que era un tanto difícil<strong>en</strong>contrarla <strong>en</strong>tre el cañaveral. El dato aunque nos indigna no nossorpr<strong>en</strong>de. Esta estela se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> las tierras de la finca <strong>La</strong>sIlusiones, <strong>en</strong> manos privadas, totalm<strong>en</strong>te desprotegida. ¿Y qué esBilbao? Pues es el nombre <strong>del</strong> paraje donde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra la estela,también conocida como “las piedras” que es parte de la finca, quese <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> Santa Lucía Cotzumalguapa, departam<strong>en</strong>to deEscuintla, al sur <strong>del</strong> país.Tomamos la carretera a Escuintla, pasando por el corredor que seabre hacia la costa <strong>en</strong>tre los volcanes que custodian la ciudad deAntigua Guatemala. El camino lo hicimos <strong>en</strong>vueltos <strong>en</strong> unaespecie de <strong>en</strong>sueño, mi<strong>en</strong>tras veíamos pasar ante nuestros ojosci<strong>en</strong>tos de hectáreas de caña de azúcar <strong>en</strong> flor. Imag<strong>en</strong> hermosa ycruel a partes iguales. Estamos ad<strong>en</strong>trándonos <strong>en</strong> las tierras másfértiles de Guatemala, todas usurpadas por unas pocas manos. Seva disolvi<strong>en</strong>do el <strong>en</strong>sueño.Al poco de pasar el ing<strong>en</strong>io azucarero Pantaleón con sus grandestorres de humo, tomamos el desvío que lleva al interior de laciudad de Santa Lucía Cotzumalguapa y damos con la <strong>en</strong>trada a lafinca <strong>La</strong>s Ilusiones, no sin antes habernos perdido un par de veces.Volcanes Fuego y Acat<strong>en</strong>angoCaña de azúcar <strong>en</strong> florIng<strong>en</strong>io PantaleónParece que hemos retrocedido dos siglos. Es la mítica estampacolonial ¿Seguimos o mejor preguntamos? No se ve a nadie.Preguntamos <strong>en</strong> una de las casas. Nos dic<strong>en</strong> que preguntemos <strong>en</strong>otra de las casas.Detrás de un cerco metálico, veo el almacén que hac<strong>en</strong> llamar“museo”, donde guardan las piezas que son sacadas a la superficiepor la maquinaria de la finca. Se v<strong>en</strong> estelas y esculturas dedifer<strong>en</strong>tes tamaños regadas <strong>en</strong> los alrededores. Saco fotos mi<strong>en</strong>trasRodolfo se acerca a la otra casa y conversa con un señor que seEntrada a la Finca <strong>La</strong>s Ilusiones


<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra tumbado <strong>en</strong> una hamaca. Ni se levanta. Con actitud de capataz responde que la estela se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra d<strong>en</strong>tro de la finca, y que no se puede <strong>en</strong>trar, que están <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a zafra, que no se puede, ¡qu<strong>en</strong>o! Que ahí está el museo, pero que no se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el <strong>en</strong>cargado, por lo que está cerrado, que no sabecuando volverá, que quizás <strong>en</strong> una hora... <strong>en</strong> fin, que no nos quería allí.Con una sobredosis de rabia y de tristeza volvimos al carro y salimos de allí a toda la velocidad que nospermite el empedrado. Cegados por la rabia decidimos tomar el camino a casa. Pero al poco de pasar eling<strong>en</strong>io Pantaleón, ya bajo el furioso sol de mediodía, varados <strong>en</strong> un atasco, me invade la tristeza yv<strong>en</strong>ce a la ira. Conv<strong>en</strong>zo a Rodolfo para que demos la vuelta e int<strong>en</strong>temos de nuevo.Volvemos a la <strong>en</strong>trada de la finca. Nos ati<strong>en</strong>de el <strong>en</strong>cargado <strong>del</strong> “museo”. Dice que si estamosinteresados <strong>en</strong> ver la estela ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una réplica, y que la <strong>en</strong>trada cuesta 25 quetzales. Me palpita elcorazón. ¿Como son capaces de pedir dinero por <strong>en</strong>trar a un almacén donde apilan las piezas que sinningún cuidado han ido sacando de su contexto para poder seguir cultivando? ¡Además se las dan defilántropos desinteresados, cuando queman y rastrillan todos los años importándoles muy poco los dañosque puedan sufrir los vestigios! Salgo <strong>del</strong> carro con la cámara de fotos colgada <strong>del</strong> cuello. Rodolfo ledice que v<strong>en</strong>go desde España a ver esa estela, que estoy muy interesada, que qué p<strong>en</strong>a después de tanlargo viaje.De una u otra forma, el malinchismo siempre funciona <strong>en</strong> estos casos. El <strong>en</strong>cargado hace una mueca, ynos cu<strong>en</strong>ta que no es fácil llegar a la estela. Que t<strong>en</strong>emos que tomar rumbo al norte y cruzar Santa Lucíahasta llegar al conv<strong>en</strong>to. Que allí t<strong>en</strong>dremos que dejar el vehículo y que t<strong>en</strong>dremos que caminar un parde kilómetros por un camino de tierra que se ad<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> la finca, y que después t<strong>en</strong>dremos que alejarnos<strong>del</strong> camino y caminar otro rato hasta llegar a la piedra.Hemos visto los mapas arqueológicos y el área urbana de Cotzumalguapa casi llega hasta la estela. O lasproporciones de los mapas son herradas, o el señor está exagerando las distancias. Otro que int<strong>en</strong>tadesanimarnos.Nos mira con desconcierto cuando le decimos que gracias, que vamos a ver si la <strong>en</strong>contramos.Nos ad<strong>en</strong>tramos <strong>en</strong> el área urbana. Es una ciudad que está registrando un crecimi<strong>en</strong>to espectacular <strong>en</strong> lasúltimas décadas y que am<strong>en</strong>aza con completar la destrucción de la zona arqueológica. De hecho, partede la gran acrópolis de El Baúl ya se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra bajo una colonia habitacional de reci<strong>en</strong>te construcción.En unos diez minutos cruzamos la ciudad y nos topamos con las tierras de la finca. Ya cortaron la caña,parece que vamos a t<strong>en</strong>er suerte, que no va a ser tan difícil dar con la estela. En el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el quellegamos al final <strong>del</strong> camino asfaltado, <strong>en</strong> un recodo, vemos a medio c<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ar de braceros <strong>en</strong>negrecidospor el hollín, que se dispon<strong>en</strong> a ad<strong>en</strong>trarse <strong>en</strong> la finca. Les preguntamos si sab<strong>en</strong> de la piedra. Nadie sab<strong>en</strong>ada, la mayoría llega <strong>del</strong> interior <strong>del</strong> país a trabajar <strong>en</strong> la temporada de zafra. Sus ojos resaltan vivaces<strong>en</strong>tre el hollín y el sudor.


Seguimos por el camino de tierra, no está <strong>en</strong> tan malas condiciones. Para cuando nos damos cu<strong>en</strong>tallegamos a una bifurcación, no hemos hecho ni un kilómetro. ¿Para dónde nos vamos? ¿Izquierda oderecha? En esas estamos, cuando <strong>del</strong> alto cañaveral que t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> fr<strong>en</strong>te, sale un niño de unos 15años. Le preguntamos por el Monum<strong>en</strong>to 21. Nos dice que ahí cerca de donde hemos pasado hay unapiedra grande. Decide acompañarnos. Retrocedemos unos quini<strong>en</strong>tos metros, salimos <strong>del</strong> carro. Ahí está,<strong>en</strong> medio <strong>del</strong> cañaveral devastado. Unos cuantos trabajadores observan la gran piedra. Se alejan alvernos. A unos pocosmetros, detrás <strong>del</strong>promontorio donde se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra la estela, elresto de braceros sub<strong>en</strong> alos buses que los ad<strong>en</strong>tran<strong>en</strong> la finca, sal<strong>en</strong> las grúasy los camiones. Se lesacabó el receso para elalmuerzo.Por fin nos <strong>en</strong>contramos ante el Monum<strong>en</strong>to Número 21 de Bilbao. Irradia una fuerza sobrecogedora y apesar <strong>del</strong> maltrato, el relieve es visible. Lo <strong>en</strong>contramos <strong>en</strong>negrecido por la reci<strong>en</strong>te quema, ycumpli<strong>en</strong>do un discreto papel de letrina improvisada para los ci<strong>en</strong>tos de braceros que pasan todos losdías por aquí.Es uno de los pocosmonum<strong>en</strong>tos que quedanin situ <strong>en</strong> el aéreaarqueológica deCotzumalguapa, <strong>en</strong> sumom<strong>en</strong>to, ocupaba unaposición dominante <strong>en</strong> laacrópolis, localizada <strong>en</strong> laparte este de la Pirámide2, <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro <strong>del</strong> GrupoB. que hoy <strong>en</strong> día estotalm<strong>en</strong>te invisibleRodolfo y nuestro improvisado guía fr<strong>en</strong>te al Monum<strong>en</strong>to 21(mapa1). A primera vistasólo se ve un leve promontorio, la mayoría de estructuras que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran bajo tierra están aplastadaspor el constante paso de maquinaria pesada.Nuestro improvisado guía está sorpr<strong>en</strong>dido de vernos tan emocionados, y nos cu<strong>en</strong>ta que hay g<strong>en</strong>te quele “vi<strong>en</strong>e a poner can<strong>del</strong>as” a la piedra. Le contamos que somos titiriteros y que hay muchísima g<strong>en</strong>teinteresada <strong>en</strong> lo que se ve plasmado <strong>en</strong> la estela. Le <strong>en</strong>señamos donde está el títere, nos mira con ojos


como platos “¿ustedes si <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> todo eso va?” Nos reímos. No es tanto una cuestión de<strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to, si no de percepción, para los vecinos no es más que una piedra, para nosotros una piezaúnica.Seguimos tomando fotos, de cerca, de lejos, observando el relieve con det<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to desde todos losángulos posibles. Al rato nuestro compañero decide abandonarnos. Va a darse un baño <strong>en</strong> la quebrada.El sol cali<strong>en</strong>ta sin piedad y la luz es cegadora. Nosotros también decidimos partir.Ya de salida, como última estampa, vemos como un hombre llega corri<strong>en</strong>do directo a donde se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra la estela. Vi<strong>en</strong>e desabrochándose el pantalón.Esta imag<strong>en</strong> cierra el círculo de devastación que rodea Cotzumalguapa. Decido que mejor me quedo conla emoción de haber podido contemplar de cerca nuestro objeto de estudio y con la esperanza de que estetrabajo contribuya a conci<strong>en</strong>tizar sobre la importancia de conservar, investigar y divulgar la CulturaCotzumalguapa.Por fin pudimos observar in situ el bajo relieve. Ahora tocaba investigar. Ir a las fu<strong>en</strong>tes y recopilar todala información posible sobre el monum<strong>en</strong>to y su contexto.


<strong>La</strong>s raíces más antiguas <strong>del</strong> arte <strong>del</strong> títere <strong>en</strong> Mesoamérica se hund<strong>en</strong> tan profundam<strong>en</strong>te que es difícilasirlas con certeza. Son pocos los vestigios tangibles <strong>del</strong> uso <strong>del</strong> títere, y estos pocos, son mal conocidos.En este afán de rescatar la historia y las raíces titiriteras nos damos a la tarea de investigar una de laspruebas más antiguas <strong>del</strong> uso de los títeres <strong>en</strong> Mesoamérica: el Monum<strong>en</strong>to 21 de Bilbao <strong>en</strong> Santa LucíaCotzumalguapa.Antes de ad<strong>en</strong>trarnos <strong>en</strong> el estudio, queremos aclarar que nuestra int<strong>en</strong>ción es redactar un docum<strong>en</strong>todonde se m<strong>en</strong>cion<strong>en</strong> las fu<strong>en</strong>tes consultadas para que cualquiera, que quiera profundizar <strong>en</strong> el tema osacar sus propias conclusiones e hipótesis, pueda recurrir a ellas. Creemos que es importante analizar elbajo relieve <strong>en</strong> su totalidad, para que se pueda apreciar el contexto donde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el personaje qu<strong>en</strong>os interesa.En este punto quisiera aclarar que esa imag<strong>en</strong> <strong>del</strong> “titiritero maya” que tanto llamó nuestra at<strong>en</strong>ción, es<strong>en</strong> realidad, un fragm<strong>en</strong>to <strong>del</strong> dibujo hecho por el arqueólogo estadounid<strong>en</strong>se L.A. Parsons <strong>en</strong> la décadade los ses<strong>en</strong>ta <strong>del</strong> siglo pasado (IMAGEN 3).En realidad, el Monum<strong>en</strong>to Numero 21 de Bilbao, ost<strong>en</strong>ta uno de los bajo relieves más complejos ypoco apreciados <strong>del</strong> arte prehispánico de Guatemala. Esculpida <strong>en</strong> un estilo marcadam<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>te <strong>del</strong>conocido para el Área C<strong>en</strong>tral Maya. Vestigio sil<strong>en</strong>cioso de un pueblo que hace dos mil<strong>en</strong>ios fueconformando una cultura propia, con una escritura y un sistema de datación, aún sin descifrar. Nos<strong>en</strong>contramos ante la Cultura Cotzumalguapa, serpi<strong>en</strong>te escurridiza y sil<strong>en</strong>ciosa que aún se niega arevelarnos sus secretos.<strong>La</strong> mayoría de los datos que se incluy<strong>en</strong> <strong>en</strong> este trabajo, provi<strong>en</strong><strong>en</strong> de las investigaciones arqueológicasmás reci<strong>en</strong>tes llevadas a cabo por Lee Parsons durante 1962 y 1963, por la Doctora Marion Pop<strong>en</strong>oe deHatch de la Universidad <strong>del</strong> Valle de Guatemala <strong>en</strong> 1982 y 1983 y las más actuales llevadas a cabo porOswaldo Chinchilla, arqueólogo de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala.Veamos los datos historiográficos que t<strong>en</strong>emos sobre el área arqueológica de Cotzumalguapa.Los datos historiográficos:Son muy escasas las refer<strong>en</strong>cias historiográficas sobre esta área. Sabemos gracias a docum<strong>en</strong>tos de lacolonia que era una gran productora de cacao. En el mom<strong>en</strong>to de la conquista la región se <strong>en</strong>contrabaocupada por los Kaqchikeles que <strong>en</strong> alianza con los españoles v<strong>en</strong>cieron a los Pipiles de Itzcuintlan,localidad que se <strong>en</strong>contraba cerca de la actual ciudad de Escuintla (Polo Sifontes 1989). <strong>La</strong> pres<strong>en</strong>ciaKaqchikel <strong>en</strong> la región era reci<strong>en</strong>te ya que, según relaciones indíg<strong>en</strong>as, fueron tierras conquistadas a losTz´utujil y Pipil (Thompson 1948).<strong>La</strong> región de Cotzumalguapa fue colonizada por frailes franciscanos durante el Siglo XVI fundándose12 poblados (Juarros 1981; Vásquez 1937-44), pero durante los primeros años de la Colonia sus


poblaciones se vieron disminuidas por difer<strong>en</strong>tes pestes y Santa Lucía Cotzumalguapa fue el únicopoblado que sobrevivió.Aunque esta cultura sea una de las grandes desconocidas, ya desde la primera mitad <strong>del</strong> siglo XIX llamóla at<strong>en</strong>ción por la gran cantidad de esculturas que dejaron como legado. Este paraje, hoy conocido comoBilbao, era d<strong>en</strong>ominado la chacra “peor es nada”, ya que la cantidad de estelas de gran tamaño que <strong>en</strong>ella había, lo hacían inservible para la incipi<strong>en</strong>te agricultura latifundista. Así lo atestiguan las acuarelasde Caroline Salvin de la Mina (1874) o los testimonios de av<strong>en</strong>tureros y naturalistas que transitaron porestas tierras. De hecho la primera refer<strong>en</strong>cia al Monum<strong>en</strong>to 21 la <strong>en</strong>contramos <strong>en</strong> el libro de viajes <strong>del</strong>etnólogo y fotógrafo alemán, Caecilie Seler-Sachs <strong>en</strong> 1898.Cotzumalguapa despertó gran interés arqueológico a principios <strong>del</strong> siglo XX, y los primeros estudiosserios inician <strong>en</strong> 1942, cuando J. Eric S. Thompson da comi<strong>en</strong>zo a la era de las investigacionesarqueológicas <strong>en</strong> el sur de Guatemala.El contexto histórico:Lo que hoy conocemos como el área arqueológica de Santa Lucía Cotzumalguapa era una ciudadintermediaria <strong>en</strong>tre el altiplano maya y la costa. Esta ciudad de 10 kilómetros cuadrados aglutinaba a losactuales sitios arqueológicos de Bilbao, El Baúl y El Castillo (mapa2). Chinchilla le da un carácterreligioso, o de culto, al área de Bilbao, ya que sus estructuras son de fácil acceso y ti<strong>en</strong>e amplias plazas,mi<strong>en</strong>tras que El Baúl lo califica como un área más def<strong>en</strong>siva donde parece que se as<strong>en</strong>taban lasvivi<strong>en</strong>das de la élite.<strong>La</strong> región alcanzó su más alto desarrollo durante el Clásico Tardío (650 a 950-1000 d. C.) fue una de lasprincipales ciudades <strong>del</strong> sur de Mesoamérica, un gran c<strong>en</strong>tro de poder político que mantuvo ext<strong>en</strong>sasredes de intercambio, participando activam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los procesos culturales de la época a nivelmesoamericano. Sin embargo, una estela <strong>en</strong>contrada <strong>en</strong> El Baúl, y esculpida <strong>en</strong> un estilo maya tempranoque lleva la fecha de la Cu<strong>en</strong>ta <strong>La</strong>rga equival<strong>en</strong>te a 36 AC, así como el hallazgo de cerámica de lamisma fecha, indican que el sitio ya era importante <strong>en</strong> el Preclásico Tardío (400 a. C.-150 d. C.).<strong>La</strong> ciudad clásica de Cotzumalguapa decayó <strong>en</strong> los albores <strong>del</strong> año 1000 d.C.El desarrollo de Cotzumalguapa debe verse como la culminación de una historia larga y compleja queinvolucró el asc<strong>en</strong>so y la decad<strong>en</strong>cia de varios c<strong>en</strong>tros de poder <strong>en</strong> la franja costera. Esta historia,marcada por cambios profundos, se vuelve más compleja por los movimi<strong>en</strong>tos poblacionales y lastransformaciones registradas <strong>en</strong> la composición etnolingüística de la región.


Monum<strong>en</strong>to Número 21 de Bilbao:<strong>La</strong> gran roca de 3.87 m de alto y 2.34 m de ancho fue esculpida <strong>en</strong> el Clásico Tardío, periodo <strong>en</strong> el cualse fecha el principal florecimi<strong>en</strong>to de Cotzumalguapa, y la mayor parte de las esculturas de esta antiguaciudad.No t<strong>en</strong>emos refer<strong>en</strong>cias sobre el sistema de cre<strong>en</strong>cias que se desarrolló <strong>en</strong> Cotzumalguapa, por lo quehacer una interpretación concisa de la iconografía no es tarea fácil. Sin embargo los investigadorestoman refer<strong>en</strong>cias de otras culturas que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> común el sustrato cultural mesoamericano, para poderplantear algunas hipótesis sobre lo que vemos repres<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> el Monum<strong>en</strong>to 21.Uno de los autores que más ha profundizado <strong>en</strong> la iconografía <strong>del</strong> monum<strong>en</strong>to 21 ha sido OswaldoChinchilla, que basa sus interpretaciones <strong>en</strong> varios trabajos reci<strong>en</strong>tes de Hill (1992), López Austin(1994) y Taube (2004) sobre los lugares paradisíacos <strong>en</strong> la mitología y el arte mesoamericano.Imag<strong>en</strong> <strong>del</strong> Monum<strong>en</strong>to Número 21 de Bilbao. 18-11- 2011.


El relieve repres<strong>en</strong>ta una esc<strong>en</strong>a narrativa, donde se pued<strong>en</strong> distinguir cuatro individuos:-Figura 1: Personaje c<strong>en</strong>tral, que ha sido id<strong>en</strong>tificado como “Cantor, danzante sacrificador”.-Figura 2: Personaje s<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> la parte derecha <strong>del</strong> relieve id<strong>en</strong>tificado como “Diosa anciana oGobernante extranjero”-Figura 3: Personaje situado <strong>en</strong> la parte izquierda <strong>del</strong> monum<strong>en</strong>to id<strong>en</strong>tificado como “Brujo,Sacerdote, Músico”.-Figura 4: Personaje que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra a los píes <strong>del</strong> “sacerdote”, justo detrás <strong>del</strong> personajec<strong>en</strong>tral, que ha sido id<strong>en</strong>tificado como “Enano”.<strong>La</strong> esc<strong>en</strong>a está rodeada por una gran <strong>en</strong>redadera de donde p<strong>en</strong>d<strong>en</strong> frutas con rostro humano y objetospreciosos como cuchillos y joyas, algunos de los cuales ca<strong>en</strong> <strong>en</strong> forma de lluvia. Cabe destacar tambiénla pres<strong>en</strong>cia de pájaros distribuidos por toda la esc<strong>en</strong>a.Dibujo <strong>del</strong> Monum<strong>en</strong>to Numero 21 de Bilbao, por Oswaldo Chinchilla.


Com<strong>en</strong>cemos la descripción por la Figura 1:Situado <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro de la estela vemos al personaje principal que ha sido id<strong>en</strong>tificado como “Cantor,Danzante y Sacrificador”.Viste un taparrabotrapezoidal amarradocon una faja, Estáricam<strong>en</strong>teadornado con unost<strong>en</strong>toso tocado<strong>en</strong> la cabeza y ungran disco plano <strong>en</strong> la oreja.Parsons observa que ti<strong>en</strong>ecallosidades <strong>en</strong> la rodilla, porlo que lo id<strong>en</strong>tifica como jugador depelota; <strong>en</strong> una rodilla ti<strong>en</strong>e una rodilleraadornada y la otra está amarrada con unaserpi<strong>en</strong>te. Lleva sandalias y ti<strong>en</strong>e las muñecasadornadas con moñas.Lo vemos danzando (la cabeza mira para unlado y los pies al otro), y haci<strong>en</strong>do sonar loscascabeles que ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> las sandalias, <strong>en</strong> lasrodillas y <strong>en</strong> el tocado. De su boca y <strong>del</strong> cráneodescarnado que ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> el pecho, sal<strong>en</strong> s<strong>en</strong>das volutasde habla que se conviert<strong>en</strong> <strong>en</strong> la <strong>en</strong>redadera que rodeatoda la esc<strong>en</strong>a y de donde cuelgan los frutos con rostrohumano, aves y objetos preciados, que Chinchillaid<strong>en</strong>tifica como repres<strong>en</strong>tación <strong>del</strong> mundo florido.Al tiempo que baila y canta, con el cuchillo quelleva <strong>en</strong> su mano derecha va cortando losfrutos que ofrece a la figura que está s<strong>en</strong>tada<strong>en</strong> la parte derecha <strong>del</strong> monum<strong>en</strong>to.En la esc<strong>en</strong>a vemos trece aves, <strong>en</strong>tre ellas seis quetzalesque pueblan las <strong>en</strong>redaderas, atraídas por la abundancia defrutas y flores. <strong>La</strong>s joyas que brotan <strong>en</strong> estas plantas <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran cercanos paralelos <strong>en</strong> los lugaresparadisíacos Uto-Aztecas, ll<strong>en</strong>os de objetos preciosos.Algunas frutas y objetos parec<strong>en</strong> haberse despr<strong>en</strong>dido de las <strong>en</strong>redaderas y ca<strong>en</strong> como una lluvia <strong>en</strong> lospocos espacios libres. Thompson (1948:19) lo id<strong>en</strong>tifica con la “niebla florida” de Tamoanchan, quetambién se repres<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> los lugares paradisíacos <strong>del</strong> arte Maya, bajo la forma de flores y joyas que ca<strong>en</strong>como una lluvia preciosa.


En la poesía Náhuatl, Tamoanchan es descrito como un lugar de niebla florida donde se yergue un granárbol h<strong>en</strong>dido o torcido sobre sí mismo Xochitlicacan, “cargado de joyas y oro, cubierto de flores dediversas clases, embriagantes, sin raíces, que se derraman como si llovieran, y de las ramas se esparc<strong>en</strong>también plumas de quetzal.... El árbol florido está rodeado de aves de plumas preciosas. Songobernantes muertos, transformados, que vuelan <strong>en</strong>tre las flores <strong>del</strong> árbol y se posan <strong>en</strong> sus ramas”(López Austin 1994:72-73). Los mitos Mexicas también describ<strong>en</strong> otros lugares paradisíacos: Tlalocanera el paraíso <strong>del</strong> dios de la lluvia, pl<strong>en</strong>o de alim<strong>en</strong>tos y vegetación y Tonatiuh Ichan, la casa <strong>del</strong> sol, eraun desierto ll<strong>en</strong>o de fulgor, poblado por los espíritus de los guerreros y los sacrificados, que al cabo decuatro años se convertían <strong>en</strong> mariposas y aves de plumas preciosas que se nutrían <strong>del</strong> néctar de las flores(Sahagún 1978:47-49).También se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran paralelismos <strong>en</strong> otras culturas. Karl Taube (2004; 2005) ha docum<strong>en</strong>tadoext<strong>en</strong>sam<strong>en</strong>te el motivo de la “montaña florida”, <strong>en</strong> el arte Maya Clásico y <strong>en</strong> el arte Teotihuacano. Setrata de un cerro colmado de flores y aves de brillante plumaje, <strong>en</strong>tre las que destacan los quetzales. Éstese asocia con la música, el sol y los ancestros de los reyes (IMAGEN 4).Algunas repres<strong>en</strong>taciones <strong>del</strong> mundo florido y el sacrificio simbólico sigu<strong>en</strong> vig<strong>en</strong>tes hoy <strong>en</strong> día(IMAGEN 5). En las prácticas religiosas tradicionales de Santiago Atitlán, <strong>en</strong>contramos la “tierra de lamontaña florida”, Kotz’eej Juyu Ruchulew <strong>en</strong> Tz’utujil. Es un lugar primig<strong>en</strong>io, donde crecía un árbol <strong>en</strong>el que crecían como frutas todos los productos naturales, seres vivi<strong>en</strong>tes, objetos e incluso f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>osmeteorológicos como el rayo. El árbol se rompió por su propio peso y sus frutos se esparcieron ymultiplicaron por todo el mundo. El ritual donde se repres<strong>en</strong>ta el árbol se hace <strong>en</strong> Semana Santa, fr<strong>en</strong>teal altar mayor de la iglesia de Santiago Atitlán, el cual repres<strong>en</strong>ta la tierra de la montaña florida (Carls<strong>en</strong>y Prechtel 1991; Tarn y Prechtel 1990; Christ<strong>en</strong>son 2001; Stanzione 2003). El ritual comi<strong>en</strong>za con laperegrinación a Chicacao (Costa Sur), de donde se tra<strong>en</strong> las frutas y flores que adornarán el armazón,que sirve como esc<strong>en</strong>ario para el sacrificio de Jesucristo. Según la interpretación de Stanzione(2003:245), las frutas <strong>del</strong> monum<strong>en</strong>to son reminisc<strong>en</strong>cias de los cautivos que debieron ser sacrificados<strong>en</strong> tiempos prehispánicos. El paralelo de la esc<strong>en</strong>a <strong>del</strong> Monum<strong>en</strong>to 21 con la “tierra de la montañaflorida” y su árbol prodigioso es notable -según Chinchilla- y seguram<strong>en</strong>te se deriva de cre<strong>en</strong>cias muyantiguas pres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la religión de los pueblos <strong>del</strong> sur de Guatemala y de toda Mesoamérica.Figura 4 “Enano”:En este contexto de los difer<strong>en</strong>tes mundos floridos mesoamericanos, <strong>en</strong>cajamuybi<strong>en</strong> el cuarto personaje. Un ser pequeño y de vi<strong>en</strong>tre voluminoso que aparecea los pies <strong>del</strong> sacerdote, justo detrás <strong>del</strong> personaje c<strong>en</strong>tral. Lo vemosataviado con un taparrabo, un collar de cu<strong>en</strong>tas y adornos <strong>en</strong> la cabeza.Oswaldo Chinchilla plantea la hipótesis de que pueda ser un <strong>en</strong>ano,personaje que es parte de algunos mundos floridos. Así describe DiegoMuñoz la corte de la diosa Xochiquetzal, que residía <strong>en</strong> TamoanchanXochitlicacan: “...<strong>en</strong> su servicio, había muy gran número de <strong>en</strong>anos ycorcovados, truhanes y chocarreros, que le daban solaz con grandesmúsicas y bailes y danzas...” (1984:203).


Figura 2“Diosa anciana o Gobernante extranjero”:Este personaje está s<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> un trono <strong>en</strong> la parte derecha de la estela. En la cabeza ti<strong>en</strong>e una serpi<strong>en</strong>tetr<strong>en</strong>zada, y otra cuya cabeza con l<strong>en</strong>gua bífida aparece <strong>en</strong>trelas piernas. Lleva un adorno tubular <strong>en</strong> la nariz y una orejera,así como brazaletes y adornos <strong>en</strong> los tobillos. De su bocasale una voluta <strong>del</strong> habla, y parece estar recibi<strong>en</strong>do losproductos ofrecidos por el personaje c<strong>en</strong>tral, que deposita<strong>en</strong> el recipi<strong>en</strong>te que ti<strong>en</strong>e a sus pies. En él se pued<strong>en</strong> ver:una muñeca, un cuchillo bipolar con una cabeza <strong>en</strong> elc<strong>en</strong>tro, vainas de cacao personificadas, y frutas.También hay una borla amarrada al recipi<strong>en</strong>te, quealgunos autores han id<strong>en</strong>tificado como el símbolo <strong>del</strong>grupo local.<strong>La</strong>s interpretaciones sobre este personaje sonbastante confusas. Parsons lo define como ungobernante varón que no pert<strong>en</strong>ece a la CulturaCotzumalguapa, ya que viste difer<strong>en</strong>te, por lo quesupone que los pobladores r<strong>en</strong>dían tributo a unjefe extranjero. Oswaldo Chinchilla sin embargolo define como anciana y le da un carácterdivino.Esta última interpretación nos parece más factible,ya que podemos afirmar que lo que el personajec<strong>en</strong>tral ofrece no son tributos terr<strong>en</strong>ales, si no quevíctimas de sacrificio. Al cortarlas, el personajec<strong>en</strong>tral reitera la gloriosa muerte de los guerreros<strong>en</strong> el campo de batalla o <strong>en</strong> el altar sacrificial.Como otras grandes obras <strong>del</strong> arte mesoamericano,el Monum<strong>en</strong>to 21 conjuga varios mom<strong>en</strong>tos de unasecu<strong>en</strong>cia ritual: la muerte de los guerreros, eldestino de sus espíritus <strong>en</strong> el mundo florido y laevocación <strong>del</strong> mismo por medio <strong>del</strong> canto y la música(Chinchilla).El corte y ofr<strong>en</strong>da de los frutos con rostro humano, sonuna clara analogía <strong>del</strong> sacrificio por decapitación. En todaMesoamérica es muy importante el sacrificio. Muchos dioses sesacrifican para que surja o siga la vida y así como lo hicieron los dioses t<strong>en</strong>íanque hacerlo los seres humanos también.Thompson (1956:101) y Parsons (1969:102-103) id<strong>en</strong>tificaron las frutas con rostro <strong>del</strong>Monum<strong>en</strong>to 21 como mazorcas de cacao, aunque sólo una pres<strong>en</strong>ta las estrías onduladas


características (IMAGEN 6). Chinchilla advierte que “la mayoría ti<strong>en</strong><strong>en</strong> amplias hojas que nocorrespond<strong>en</strong> con el cacao; algunas podrían ser pataxte o incluso otras frutas tales como zapotes. Sinembargo, la pres<strong>en</strong>cia <strong>del</strong> cacao es significativa”. Por otra parte, Thompson (1956) advirtió una estrecharelación <strong>del</strong> cacao con el sacrificio humano <strong>en</strong> el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to mesoamericano. El fruto simbolizacorazones o cabezas humanas y la bebida, la sangre <strong>del</strong> sacrificado.En el sur de Guatemala, el sacrificio de cautivos de guerra era concebido y repres<strong>en</strong>tado comoequival<strong>en</strong>te a la cosecha de cacao. En el cal<strong>en</strong>dario Kaqchikel <strong>del</strong> siglo XVII, la cosecha de cacaotodavía se caracterizaba como “tiempo de degollar”, clara analogía <strong>en</strong>tre el corte de la fruta y el corte decabezas humanas (Crespo 1957). Los cautivos de guerra eran conducidos al sacrificio con sartas decacao <strong>en</strong> el cuello, práctica que se refleja <strong>en</strong> efigies de cerámica <strong>del</strong> periodo Clásico y que aún sepracticaba <strong>en</strong> el siglo XVI <strong>en</strong>tre los Pipiles de El Salvador: “los cautivos de guerra vi<strong>en</strong><strong>en</strong> maniatadosde pies y manos, adornados con plumas y con sartas de cacao <strong>en</strong> el pescuezo” (Don Diego García dePalacio)Figura 3. “Mago, sacerdote, hechicero, Músico”:Los investigadores han id<strong>en</strong>tificado al personaje que aparece a laizquierda <strong>del</strong> observador, como “Mago, Sacerdote oHechicero y Músico” (Krickeberg 1961:12; Parsons1969:102; Hatch 1987:478; Chinchilla). Y loid<strong>en</strong>tifican como el mismo personaje que aparece<strong>en</strong> el monum<strong>en</strong>to numero 1 de Bilbao con rasgosesqueléticos y llevando <strong>en</strong> brazos una cabeza(IMAGEN 7). Ambos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> amplios collares conpicos y de sus bocas sal<strong>en</strong> cuchillos puntiagudos, quees interpretado como un atributo sobr<strong>en</strong>atural.En el Monum<strong>en</strong>to 21 lo vemos ataviado conun complejo tocado y un taparrabostrapezoidal. Está percuti<strong>en</strong>do con unfémur humano un timbal ((IMAGEN8), mi<strong>en</strong>tras sosti<strong>en</strong>e un títere <strong>en</strong> sumano derecha. <strong>La</strong> id<strong>en</strong>tificaciónprecisa <strong>del</strong> instrum<strong>en</strong>to lo hace Chinchilla gracias ala colaboración de Vanessa Rod<strong>en</strong>s, qui<strong>en</strong> haseñalado el cercano paralelo de este objeto con lostimbales de cerámica de los lacandones modernos(Chiapas, México). Debido a que la posición <strong>del</strong>personaje es dinámica se podría afirmar que puedeestar moviéndose al compás <strong>del</strong> instrum<strong>en</strong>to.El elem<strong>en</strong>to que parece hacer de pu<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre la tierra yel mundo florido <strong>en</strong> esta estela es, precisam<strong>en</strong>te, la


música. Hill defi<strong>en</strong>de que el canto es el medio es<strong>en</strong>cial para conjurar imág<strong>en</strong>es <strong>del</strong> mundo florido, tanto<strong>en</strong> el sustrato Mexica como <strong>en</strong> otras sociedades Uto-Aztecas (Hill 1992). En el Monum<strong>en</strong>to 21 seplasma esta noción de una manera muy clara. <strong>La</strong>s plantas, las flores y los objetos preciosos que ll<strong>en</strong>an elespacio surg<strong>en</strong> <strong>del</strong> canto <strong>del</strong> personaje principal. A cada paso <strong>del</strong> cantor, el retintín de los cascabelesdebió acompañar su canto, al compás <strong>del</strong> timbal ejecutado por el sacerdote. Podríamos afirmar queestamos ante una repres<strong>en</strong>tación <strong>del</strong> baile sacrificial, donde el sacerdote juega un papel importante <strong>en</strong> laconexión con el mundo mágico, <strong>en</strong> este caso el mundo florido.¿Y el títere?Lo primero que llama la at<strong>en</strong>ción decualquier titiritero, es que lo que vemos <strong>en</strong>la estela es una figura muy similar al de untítere de guante, o un marote. No se conoc<strong>en</strong>inguna otra repres<strong>en</strong>tación de este tipo <strong>en</strong>toda la antigua Mesoamérica. Sedocum<strong>en</strong>tan figurillas articuladas de barro<strong>en</strong>contradas <strong>en</strong> Kaminal Juyú (Ciudad deGuatemala) y <strong>en</strong> otras regionesmesoamericanas (Tlaxcala, México)(IMAGEN 9), así como también t<strong>en</strong>emos elposterior relato de Fray Bernardino deSahagún, <strong>en</strong> su libro Historia G<strong>en</strong>eral <strong>del</strong>as cosas de la nueva España, queevid<strong>en</strong>cian el uso de los títeres <strong>en</strong> estastierras. T<strong>en</strong>emos otra refer<strong>en</strong>cia máscercana geográficam<strong>en</strong>te que hace BernalDiaz <strong>del</strong> Castillo <strong>en</strong> su “Historia VerdaderaDetalle <strong>del</strong> Títere. Foto tomada el 18-11- 2011.de la Conquista de la Nueva España”. Encapitulo CLXXIII donde nos relata lascostumbres y oficios que han <strong>en</strong>señado a los naturales y dificultades a la hora de <strong>en</strong>señarles ciertosoficios, dice: “(…) más yo los t<strong>en</strong>go por de tan bu<strong>en</strong>os ing<strong>en</strong>ios, que lo apr<strong>en</strong>derán muy bi<strong>en</strong>, porquealgunos son cirujanos, y herbolarios y sab<strong>en</strong> jugar manos y hacer títeres y hac<strong>en</strong> vihuelas muy bu<strong>en</strong>as”.Sin embargo ninguno de los investigadores de la cultura Cotzumalguapa plantea hipótesis <strong>en</strong> cuanto a lapres<strong>en</strong>cia <strong>del</strong> títere. De hecho, sólo Chinchilla lo id<strong>en</strong>tifica como tal. En su trabajo sobre el Monum<strong>en</strong>to21 de Bilbao, lo designa como “marioneta”, pero como él mismo lo relata <strong>en</strong> una de sus confer<strong>en</strong>cias,tras <strong>en</strong>contrarse con Sergio Mercurio (<strong>Titiritero</strong> de Banfield, Arg<strong>en</strong>tina), corrige marioneta por títere yespecula con que pudiera ser uno de guante. El resto de investigadores lo define simplem<strong>en</strong>te como“muñeco”.Es difícil definir el tipo de títere que es, ya que no <strong>en</strong>contramos ningún títere con estas características <strong>en</strong>las culturas adyac<strong>en</strong>tes a la zona de Cotzumalguapa. Me tomo la libertad de hacer conjeturas queseguram<strong>en</strong>te nunca se podrán probar sobre la posición de la mano <strong>del</strong> sacerdote d<strong>en</strong>tro <strong>del</strong> títere, ya que


no podemos saber si con sus dedos movía las manos o no, pero el que no t<strong>en</strong>ga brazos nos deja abiertaesa posibilidad. ¿Por qué razón no le hicieron unos brazos que se pudieran moverse sólo con que fueraagitado? ¿Cómo puede mant<strong>en</strong>er sus grandes manos abiertas? ¿Es todo el títere rígido, o los dedos <strong>del</strong>“sacerdote” son los que los manti<strong>en</strong>e abiertos? Lo que es innegable es que el antebrazo y la mano <strong>del</strong>manipulador casan perfectam<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>tro <strong>del</strong> títere, casi <strong>en</strong> las mismas proporciones que lo hace un títerede guante actual.Sigui<strong>en</strong>do las pautas de la iconografía Cotzumalguapa, se podría afirmar que repres<strong>en</strong>ta algunapersonalidad, no se sabe si de carácter divino o terr<strong>en</strong>al, pero si de alto rango ya que lo vemos ricam<strong>en</strong>teadornado con una especie de diadema, una orejera de tamaño considerable, un collar con colgante,muñequeras y su fal<strong>del</strong>lín ribeteado <strong>en</strong> la base. <strong>La</strong>s dos figuras que asoman bajo sus manos, podrían serparte de las muñequeras, aunque Chinchilla interpreta una de ellas como una de las frutas que cae de la<strong>en</strong>redadera.Parsons excavó ext<strong>en</strong>sam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los alrededores <strong>del</strong> monum<strong>en</strong>to, pero ni estas excavaciones ni lasposteriores llevadas a cabo por Hatch o Chinchilla <strong>en</strong> el área arqueológica, han obt<strong>en</strong>ido ninguna piezaque nos pueda ayudar a la hora de determinar de qué materiales podría estar hecho el títere. No se han<strong>en</strong>contrado vestigios de tejidos ni de madera, pero es seguro que las usaban. <strong>La</strong> exuberante vegetaciónque crecía <strong>en</strong> la zona de Cotzumalguapa debió de proveer todo tipo de fibras y maderas para elaborartejidos, útiles o tallas. En las difer<strong>en</strong>tes prospecciones se ha recuperado una considerable cantidad decerámica, por lo que podemos afirmar que t<strong>en</strong>ían profundo conocimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> técnicas de alfarería.Tomando <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta lo anterior, me av<strong>en</strong>turo a p<strong>en</strong>sar que el vestido puede ser de tejido o cuero y lacabeza y las manos, de madera o cerámica. Pero también podría ser que todo el títere fuera de cerámicao de madera.Lo que si podemos afirmar es que, el que lo hayan repres<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> la talla significa que jugaba un papeltrasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tal d<strong>en</strong>tro <strong>del</strong> ritual de sacrificio, y el que lo t<strong>en</strong>ga calzado el “sacerdote”, que cumple elpapel de intercesor <strong>en</strong>tre lo divino y lo humano, confirma su sacralidad. Así sintetizó esta idea el directorde esc<strong>en</strong>a y esc<strong>en</strong>ógrafo británico Gordon Craig “<strong>La</strong> marioneta no es el resultado de la evolución <strong>del</strong>juguete o <strong>del</strong> muñeco, sino de la imag<strong>en</strong> sagrada”. Lo vemos con sus manos abiertas, vi<strong>en</strong>do haciaarriba, su cabeza ladeada respecto al cuerpo. ¿Estará bailando, invocando, repres<strong>en</strong>tando a algunadeidad?En este punto quisiera volver a citar al Maestro Armando Morales, cuando dice que “la animación <strong>del</strong>as figuras, <strong>en</strong> las prácticas mágico-religiosas, ha sido y es una constante imprescindible <strong>del</strong> hombre <strong>en</strong>su afán por ext<strong>en</strong>der su acción cognoscitiva hacia lo desconocido. Lograr trasc<strong>en</strong>der la dim<strong>en</strong>sión de su<strong>en</strong>torno real y apoderarse de la realidad otra, fantástica y asequible, ha sido función fundam<strong>en</strong>tal <strong>del</strong>títere y su teatro.”Son muchas las culturas que han usado el títere <strong>en</strong> sus repres<strong>en</strong>taciones mágico-religiosas y estasprácticas perduran <strong>en</strong> algunos casos <strong>en</strong> la actualidad. “En las sociedades donde el vínculo con la magiano se ha roto, el chamán o el brujo juegan un papel es<strong>en</strong>cial para establecer unas relacionesequilibradas <strong>en</strong>tre difer<strong>en</strong>tes compon<strong>en</strong>tes <strong>del</strong> universo, visibles e invisibles. En tales contextos, el títerefunciona como instrum<strong>en</strong>to ritual que garantiza dichos contactos.” (Brunella Eruli).Jamás podremos pres<strong>en</strong>ciar ese mom<strong>en</strong>to mágico que se plasmó <strong>en</strong> el Monum<strong>en</strong>to Número 21 de


Bilbao, sólo nos queda imaginarlo, recrearlo.Este sin duda es un primer acercami<strong>en</strong>to al Monum<strong>en</strong>to 21 de Bilbao desde una inquietud titiritera. Aquíse abr<strong>en</strong> las vías para las investigaciones más profundas que unan esa lejana esc<strong>en</strong>a con la actualidad.Que rescat<strong>en</strong> la historia de los títeres <strong>en</strong> estas latitudes.Sólo me queda agradecer a Elvia Mante, Cesar Tavera y Alejandro Jara por sembrar <strong>en</strong> nosotros lasemilla de la inquietud, y a todos los que nos ayudaron o apoyaron <strong>en</strong> este proyecto.<strong>La</strong>rraitz Iparraguirre<strong>La</strong> Charada Teatro<strong>La</strong> Antigua Guatemala. 15-I-2012


Refer<strong>en</strong>cias-Morales, Armando¿En la Luz o <strong>en</strong> la Sombra? El Títere. Ediciones Unión. Cuba 2002.-Díaz <strong>del</strong> Castillo, BernalHistoria Verdadera de la Conquista de la Nueva España. Tomo II, pp 692. Editorial <strong>del</strong> Valle de México S.A. 1974-Eulli, BrunellaPapeles de Tornasol. Articulo editado <strong>en</strong> Puck. Éditions Institut International de la Marionnette/ C<strong>en</strong>tro deDocum<strong>en</strong>taci’on de Títeres de Bilbao. N3. 1990-Chinchilla Mazariegos, Oswaldo1996b “Peor es Nada”: El Orig<strong>en</strong> de las Esculturas de Cotzumalguapa <strong>en</strong> el Museum für Völkerkunde, Berlin.Baessler-Archiv, Neue Folge 44:295-357.2008 El Monum<strong>en</strong>to 21 de Bilbao, Cotzumalguapa. En XXI Simposio de Investigaciones Arqueológicas <strong>en</strong>Guatemala, 2007 (editado por J. P. <strong>La</strong>porte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.1210-1226. Museo Nacional deArqueología y Etnología, Guatemala.-Chinchilla Mazariegos, Oswaldo, Frederick J. Bove y José Vic<strong>en</strong>te G<strong>en</strong>ovezs.f. <strong>La</strong> Cronología <strong>del</strong> periodo Clásico <strong>en</strong> la Costa Sur de Guatemala y el Fechami<strong>en</strong>to <strong>del</strong> Estilo EscultóricoCotzumalguapa. Pon<strong>en</strong>cia pres<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> el V Coloquio Pedro Bosch Gimpera, Instituto de InvestigacionesAntropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México.-Pop<strong>en</strong>oe de Hatch, Marion1987 Un análisis de las esculturas de Santa Lucía Cotzumalguapa. En Mesoamérica 14:467-509.Crespo, Mario-Crespo, Mario1957 Cal<strong>en</strong>dario Cakchiquel de los Indios de Guatemala, 1685. Antropología e Historia de Guatemala 9(2):17-29.-García de Palacio, Diego


2000 Relación hecha por el Lic<strong>en</strong>ciado Palacio al Rey D. Felipe II, <strong>en</strong> la que describe la Provincia de Guatemala,las costumbres de los indios y otras cosas notables. En Cartas de Relación y Otros Docum<strong>en</strong>tos (editado porPedro Escalante Arce), pp.33-55. CONCULTURA, San Salvador.-López Austin, Alfredo1994 Tamoanchan y Tlalocan. Fondo de Cultura Económica, México.-Medrano, Sonia1992 Culto al Dios Mundo de Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla: Un ritual realizado por indig<strong>en</strong>asemigrantes. En IV Simposio de Investigaciones Arqueológicas <strong>en</strong> Guatemala, 1990 (editado por J.P. <strong>La</strong>porte, H.Escobedo y S. Brady), pp.355-360. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.-Meritxell TousCacao y <strong>en</strong>comi<strong>en</strong>da <strong>en</strong> la Alcaldía Mayor de Sonsonate, siglo XVI1. Anuario de Estudios Americanos, 68, 2,julio-diciembre, 513-537, Sevilla (España), 2011. ISSN: 0210-5810-Taube, Karl2005 Repres<strong>en</strong>taciones <strong>del</strong> Paraíso <strong>en</strong> el Arte Cerámico <strong>del</strong> Clásico Temprano de Escuintla, Guatemala. EnIconografía y Escritura Teotihuacana <strong>en</strong> la Costa Sur de Guatemala y Chiapas (editado por Oswaldo ChinchillaMazariegos y Bárbara Arroyo), pp.35-54. Utz’ib, Serie Reportes, 1(5). Asociación Tikal, Guatemala.-Parsons, Lee1963 Excavaciones <strong>en</strong> Bilbao, Santa Lucía Cotzumalguapa, Guatemala: Informe Preliminar. EnAntropología e Historia de Guatemala, Vol. XV, No.1, págs. 3-9. IDAEH, Guatemala.-Thompson, Eric1948 An Archaeological Reconnaissance in the Cotzumalguapa Region, Escuintla, Guatemala. Contributions toAmerican Anthropology and History, No. 44.


Apéndice de imág<strong>en</strong>es:Mapa 1: área arqueológica de Bilbao <strong>en</strong> Santa Lucia Cotzumalguapa


IMAGEN 1: Fragm<strong>en</strong>tos de las acuarelas de Caroline Salvin de la Mina (1874)


Mapa <strong>del</strong> área arqueológica de Cotzumalguapa


IMAGEN 3: Dibujo <strong>del</strong> relieve <strong>del</strong> Monum<strong>en</strong>to Numero 21 (Oswaldo Chinchilla)Ilustración 1Dibujo <strong>del</strong> Monum<strong>en</strong>to 21 Por Parsons <strong>en</strong> 1967Cabe destacar, que muchos de los detalles que se aprecian <strong>en</strong> el dibujo (collares de cu<strong>en</strong>tas, <strong>en</strong>tramados) <strong>en</strong> laactualidad no se v<strong>en</strong> <strong>en</strong> la estela. No sabemos si son parte de la interpretación que hizo a la hora de dibujar o sidesaparecieron a causa de la erosión


IMAGEN 4: Repres<strong>en</strong>taciones de la Montaña FloridaRepres<strong>en</strong>taciones de quetzales y montañas floridas <strong>en</strong> la Costa Sur de Guatemala y Teotihuacán. (a) Tapadera deinc<strong>en</strong>sario, con quetzal posado sobre la montaña florida. (b) Dos quetzales flanquean una probable montaña.Detalle <strong>del</strong> diseño estampado <strong>en</strong> un cilindro trípode de la Costa Sur de Guatemala, colección <strong>del</strong> Museo PopolVuh, Universidad Francisco Marroquín. (c) Detalle de inc<strong>en</strong>sario de estilo Teotihuacano proced<strong>en</strong>te de Montana,Escuintla, colección <strong>del</strong> Museo Nacional de Arqueología y Etnología. (d) Quetzal posado sobre un árbol que crece<strong>en</strong> una montaña. Detalle de un vaso estucado y pintado <strong>en</strong> estilo Teotihuacano (Dibujos de Karl Taube) (Fu<strong>en</strong>te:Oswaldo Chinchilla).


IMAGEN 5: Parte de la ritualidad <strong>del</strong> Kotz’eej Juyu RuchulewNoticia tomada <strong>del</strong> periódico Nuestro Diario.http://digital.nuestrodiario.com/Olive/ODE/NuestroDiario/<strong>La</strong>ndingPage/<strong>La</strong>ndingPage.aspx?href=R05ELzIwMTAvMDMvMjk.&pag<strong>en</strong>o=NTQ.&<strong>en</strong>tity=QXIwNTQwMQ..&view=ZW50aXR5Santiago Atitlán. Los 24 alguaciles y 5 mayores que realizaron unviaje a pie a Chicacao, Suchitepéquez, como parte de una tradiciónque se realiza <strong>en</strong> la Semana Santa, fueron recibidos el sábado porlos pobladores y autoridades locales.Los voluntarios llevaron 24 redes de pita o cacaxtes, cada unoequival<strong>en</strong>te a unas 75 libras, de fruta, plátano y cacao.También llevaron hojas de corozo, que con la fruta será colocada<strong>en</strong> el altar mayor y fachada de la iglesia. “<strong>La</strong> guerra interna impidióesta tradición, pero se volvió a retomar”, indicó Pedro Ixtulul,alcalde de la cofradía.Pie de foto: Alguaciles y mayores con la fruta traída de la fincaBartolo, Chicacao, Suchitepéquez.IMAGEN 6: Algunas frutas con rostro humano <strong>del</strong> Monum<strong>en</strong>to 21


IMAGEN 7: Fragm<strong>en</strong>to <strong>del</strong> monum<strong>en</strong>to Numero 1 de BilbaoIMAGEN 8: Timbal repres<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> el Monum<strong>en</strong>to 21 de Bilbao (Dibujo de Oswaldo Chinchilla)


IMAGEN 9: Figurilla articulada de barro de la colección de Topic Tolosa

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