APORTES PARA EL DEBATEdurante <strong>la</strong>s recientes campañas electorales de Perú y Ecuador. Entre otros antecedentesde <strong>la</strong> tensión regional, vale recordar que riquísimos yacimientos mineros de Perú nopudieron desarrol<strong>la</strong>rse debido a conflictos con los pob<strong>la</strong>dores locales. Que el Estadoecuatoriano canceló algunas concesiones petroleras otorgadas a empresas extranjeras,tanto por discusiones vincu<strong>la</strong>das con <strong>la</strong>s inversiones, como por los daños al <strong>ambiente</strong>y los conflictos sociales que generaban. Que los sin <strong>tierra</strong> brasileños, ocupantes deestablecimientos privados tanto en su país como en territorios vecinos, reflejan nivelesde exclusión y miseria desesperantes. Que –mientras renegocia sus contratos deexploración con <strong>la</strong>s petroleras multinacionales– Bolivia discute con Brasil y Argentinael precio de sus hidrocarburos y de su gas, y le impone a nuestro país <strong>la</strong> condición deno reexportar hacia Chile el último de los fluidos. Que, al mismo tiempo, Argentina yChile han tenido roces por <strong>la</strong>s dificultades del primero <strong>para</strong> cumplir con suscompromisos de abastecimiento gasífero al país trasandino. Que, asimismo, <strong>la</strong>discusión sobre el futuro de un g<strong>la</strong>ciar demora el inicio de un gran proyecto minerocompartido entre ambos países.La lista de situaciones y problemas derivadas de <strong>la</strong> gestión de los recursos naturalesy del <strong>ambiente</strong> en Sudamérica es interminable y su actualidad marca <strong>la</strong> <strong>agenda</strong> políticaregional.Sucede que en <strong>la</strong> mayoría de nuestros países, <strong>la</strong> economía y el empleo se vincu<strong>la</strong>ncon actividades primarias y –tras muchos años de achicamiento de los estadosnacionales, apertura de los mercados, desregu<strong>la</strong>ciones y privatizaciones– <strong>la</strong> sociedadsudamericana, cansada de esperar los efectos del prometido derrame de bienestar,rec<strong>la</strong>ma un cambio que le permita superar <strong>la</strong> miseria y <strong>la</strong> marginación. Sin duda, estostemas mantendrán plena vigencia durante los próximos años y, sin ape<strong>la</strong>r atremendismos, es sensato suponer que el cauce que se les dé influirá en gran medidasobre nuestro destino como naciones.Argentina no es ajena a estas situaciones: el rechazo a <strong>la</strong>s papeleras uruguayas,el fracaso del proyecto de oro en Esquel, los problemas que en su momento generóel trazado de los gasoductos a Chile, el accionar de los grupos contra <strong>la</strong> minería enCatamarca, Chubut, Río Negro y Mendoza, por mencionar sólo los más conocidos,<strong>la</strong>s resistencias contra <strong>la</strong> transferencia de tecnología nuclear realizada por INVAP aAustralia, el impacto que produjo el hal<strong>la</strong>zgo de contenidos supuestamenteanómalos de uranio en el subsuelo de Ezeiza (posteriormente demostradosperfectamente naturales), entre tantos otros ejemplos, expresan que <strong>la</strong> temática de<strong>la</strong> preservación y sustentabilidad ambiental se ha insta<strong>la</strong>do con mucha fuerza ennuestro país. Si bien cada uno de los incidentes seña<strong>la</strong>dos ha sido encauzado en elmarco de <strong>la</strong> ley y <strong>la</strong> razonabilidad, a nadie escapa que nuestro país debeperfeccionar su estrategia, no sólo <strong>para</strong> estar en condiciones de reaccionar antehechos consumados, sino también <strong>para</strong> establecer un p<strong>la</strong>n estratégico específico yfijar un rumbo superador.APORTES • página 54
APORTES PARA EL DEBATEAPUNTES PARA LA AGENDA POSIBLEPor fortuna, parecería que lentamente <strong>la</strong> sociedad post industrialtrata de desarrol<strong>la</strong>r prácticas ambientales más cuidadosas yrespetuosas. Por eso, algunos países han dado un saltocualitativo en el cuidado del <strong>ambiente</strong> y <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificaciónterritorial se ha impuesto en ellos como actividad insustituible<strong>para</strong> conciliar intereses y facilitar un nuevo modelo dedesarrollo sustentable, armónico y razonablemente equilibradocon <strong>la</strong> naturaleza. Así, esta transición de Argentina hacia suestrategia de desarrollo final y hacia <strong>la</strong> construcción de unEstado menos pasivo y más creíble es un buen momento <strong>para</strong>repensar principios y estrategias.En tal sentido los puntos siguientes se presentan como unmodesto aporte encaminado a perfeccionar <strong>la</strong> estrategia <strong>posible</strong>puesto que –tal vez– ésta debería comenzar por precisarconceptos, definiciones y prioridades:1. En el corto y mediano p<strong>la</strong>zo es im<strong>posible</strong> implementarun modelo de desarrollo totalmente armónico con <strong>la</strong>naturaleza. Para ser gráfico, suponer que puedaprohibirse el uso de motores de combustión internaporque emiten gases tóxicos no sólo es im<strong>posible</strong> sinohasta ridículo. Asimismo, sería ingenuo creer que <strong>la</strong>sociedad pueda garantizar que todas <strong>la</strong>s aguassuperficiales sean tan limpias que puedan beberse sinperjuicio a <strong>la</strong> salud. Absurdos por extremos, estosejemplos remiten a <strong>la</strong> necesidad de comprender que eltema afecta indisolublemente al modelo de desarrollode nuestra civilización, por lo que –al margen de <strong>la</strong>sideologías– todo camino destinado a superarlo,<strong>la</strong>mentablemente por lo complejo y débil de <strong>la</strong>situación inicial, debe comenzar por establecer cuál es<strong>la</strong> medida del impacto ambiental mínimo aceptable<strong>para</strong> <strong>la</strong> sociedad organizada.2. Para iniciar un camino consistente es indispensableincorporar los conceptos de razonabilidad ygradualidad; ya que –como se vio– aplicar en estostemas algo parecido a <strong>la</strong> tolerancia cero puede serinviable. Considerando <strong>la</strong> magnitud de los intereses yopiniones en juego, un proceso de este tipo comenzaráAlgunos paíseshan dado unsalto cualitativoen el cuidadodel <strong>ambiente</strong> y<strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificaciónterritorial se haimpuesto enellos comoactividadinsustituible<strong>para</strong> conciliarintereses yfacilitar unnuevo modelode desarrollosustentable,armónico yrazonablementeequilibrado con<strong>la</strong> naturaleza.APORTES • página 55