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La Voz del Papa - Camino Neocatecumenal

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<strong>La</strong> <strong>Voz</strong> <strong>del</strong> <strong>Papa</strong>Año V - Num. 36 - Enero 2009 - Director: Manuel Pérez - c/ Dr. Fleming 5 - 11207 Algeciras (Cádiz)“<strong>La</strong> existencia <strong>del</strong> Pecado Originales, desgraciadamente, evidente”<strong>La</strong> existencia de aquello que laIglesia llama ‘pecado original’ esdesgraciadamente evidente. Bastamirar alrededor y antes que nada ennuestro interior. <strong>La</strong> experiencia <strong>del</strong> males tan fuerte que se impone por símisma”, dijo el Santo Padre en la solemnidadde la Inmaculada Concepciónal rezar el Ángelus.“<strong>La</strong>s primeras páginas de la Bibliaque narran la creación y la caída denuestros primeros padres –recordó elSanto Padre–, responden a esta preguntafundamental que interpela una trasotra a todas las generaciones de la humanidad.Dios creó todo para la existencia.En particular, creó al ser humanoa su imagen y semejanza. No creó lamuerte, que entró en el mundo por laenvidia <strong>del</strong> diablo que –rebelándose aDios–, engañó también a los hombres,induciéndolos a la rebelión. Es el dramade la libertad, que Dios acepta totalmentepor amor, prometiendo, sin embargo,que vendrá un hijo de mujer queaplastará la cabeza de la antigua serpiente”.“En María Inmaculada –concluyó elpontífice– contemplamos el reflejo <strong>del</strong>a belleza que salva el mundo: la bellezade Dios que resplandece en el rostrode Cristo”. (8-XII).<strong>La</strong> “sonrisa de Dios”En María reconocemos la ‘sonrisade Dios’, el reflejo inmaculado <strong>del</strong>a luz divina. En Ella encontramosla nueva esperanza, incluso en mediode los problemas y los dramas <strong>del</strong>mundo”, afirmó el <strong>Papa</strong> al rendir homenajea la Inmaculada Concepción en laplaza de España de Roma y comentó laofrenda de rosas a la Virgen diciendo:“No hay rosas sin espinas, que paranosotros representan las dificultades,los sufrimientos, los males que hanmarcado y marcan la vida de las personasy de nuestra comunidad. A la Madrese le ofrecen las alegrías, pero tambiénlas preocupaciones, convencidosde encontrar en ella el consuelo para noabatirse y salir a<strong>del</strong>ante”.El <strong>Papa</strong> confió pues a María a los más‘pequeños’ de la ciudad: “los niños,sobre todo los enfermos, los jóvenescon problemas y los que padecen lasconsecuencias de situaciones familiaresdifíciles” y también “a los ancianossolos, a los emigrantes para los que esduro ambientarse, a las familias que nopueden cuadrar las cuentas, los que notienen trabajo o lo han perdido”.“¡Enséñanos María –exclamó el pontífice–a ser solidarios con los que atraviesandificultades, a colmar las desigualdadessociales, cada vez más grandes!¡Ayúdanos a cultivar un sentidomás profundo <strong>del</strong> bien común, <strong>del</strong> respetode los bienes públicos, a aportarcada uno nuestra contribución paraconstruir una sociedad más justa y solidaria!”<strong>La</strong> victoria <strong>del</strong> amor“Tu belleza –afirmó el Romano Pontífice–nos asegura que es posible lavictoria <strong>del</strong> amor. Todavía más: es cierta.Nos garantiza que la gracia es másfuerte que el pecado y por lo tanto esposible el rescate de cualquier esclavitud.¡Oh María!, tú nos ayudas a creercon más confianza en el bien, a apostarpor la gratuidad, por el servicio, por lano violencia, por la fuerza de la verdad.Nos alientas a permanecer despiertos, ano ceder a la tentación de evasiones fáciles,a hacer frente a la realidad con valory responsabilidad”. (8-XII).“Los derechos humanosse fundamentan en últimainstancia en Dios”<strong>La</strong> dignidad de todo hombre sóloestá verdaderamente garantizadacuando todos sus derechos fundamentalesson reconocidos, defendidos ypromovidos”, dijo el Santo Padre en unconcierto que tuvo lugar en el AulaPablo VI con ocasión <strong>del</strong> 60 aniversariode la Declaración Universal de los DerechosHumanos.“Desde siempre –continuó–, la Iglesiasubraya que los derechos fundamentales,más allá de sus diferentes formulacionesy <strong>del</strong> distinto peso que puedentener en el ámbito de las culturas, son undato universal, pues forman parte de lamisma naturaleza <strong>del</strong> hombre. <strong>La</strong> LeyNatural, escrita por el Creador en laconciencia humana, es un denominadorcomún a todos los hombres y a todos lospueblos. Es una guía universal que todospueden conocer y en virtud de lacual todos pueden comprenderse”.Un “test” de humanidadBenedicto XVI subrayó que “los derechoshumanos están fundamentados enúltima instancia en Dios creador, que hadado a cada uno la inteligencia y lalibertad. Si se prescinde de esta sólidabase ética, los derechos humanos sedebilitan, pues pierden su fundamentosólido”.El <strong>Papa</strong> afirmó que el 60 aniversariode esta Declaración “es una oportunidadpara verificar hasta qué punto los ideales,aceptados por la mayor parte de lacomunidad de las naciones en 1948, sonhoy respetados en las diferentes legislacionesnacionales, y más aún, en la concienciade los individuos y de las colectividades”.“Indudablemente ya se ha recorridoun largo camino, pero todavía quedamucho por hacer: los derechos a la vida,a la libertad y a la seguridad de centenaresde millones de hermanos y hermanasnuestros siguen amenazados. No siemprese respeta la igualdad entre todos, nila dignidad de cada uno, mientras selevantan nuevas barreras por motivosligados a la raza, a la religión, a las opinionespolíticas y a otras convicciones”,terminó diciendo el <strong>Papa</strong>. (11-XII).Un seguimiento diario y temático <strong>del</strong> Magisterio <strong>del</strong> Romano Pontífice


ANGELUSCristo ReyJesús rechazó el título derey cuando éste seentendía en sentidopolítico, en el sentido de los‘jefes de las naciones’. Encambio, durante su Pasión,reivindicó una realeza singularante Pilato, el cual leinterrogó explícitamente:‘¿Tú eres rey?’, y Jesús respondió:‘Tu lo dices, soyrey’; poco antes sin embargohabía declarado: ‘mireino no es de estemundo’”, dijo el RomanoPontífice en la solemnidadde Nuestro Señor JesucristoRey <strong>del</strong> Universo“<strong>La</strong> realeza de Cristo, dehecho, es revelación yactuación de la de DiosPadre, que gobierna todaslas cosas con amor y conjusticia”, añadió.“El reino de Cristo no esde este mundo –continuaba–,pero lleva a cumplimientotodo el bien que,gracias a Dios, existe en elhombre y en la Historia. Siponemos en práctica elamor por nuestro prójimo,según el mensaje evangélico,entonces hacemos espacioal señorío de Dios, y sureino se realiza en medio denosotros”. (23-XI).<strong>La</strong> lógica de DiosEn Adviento, el Señorquiere “hablar alcorazón de su Pueblo,y a través suyo, a la humanidadentera, para anunciarla salvación. También hoyse eleva la voz de la Iglesia:‘En el desierto abrid caminoal Señor’”.“Para los pueblos agotadospor la miseria y el hambre,para las multitudes deprófugos, para cuantossufren graves y sistemáticasviolaciones de sus derechos,la Iglesia se ponecomo centinela sobre elmonte alto de la fe y anuncia:‘Ahí está vuestro Dios.Ahí viene el Señor conpoder’”.El Santo Padre proponíapara esos días “entrar plenamenteen la lógica de lafe: creer en Dios, en sudiseño de salvación, y almismo tiempo comprometerseen la construcción desu Reino. <strong>La</strong> justicia y lapaz, de hecho, son un donde Dios, pero requierenhombres y mujeres quesean ‘tierra buena’, dispuestaa acoger la buena semillade su Palabra”. (7-XII).Muerte <strong>del</strong>Patriarca de MoscúEn estos días pasadosha muerto el Patriarcade Moscú y de todaslas Rusias, Su SantidadAlejo II”, recordó el RomanoPontífice después <strong>del</strong>rezo <strong>del</strong> Angelus. “Nos unimosen la oración a nuestroshermanos ortodoxospara recomendar su alma ala bondad <strong>del</strong> Señor, paraque lo acoja en su Reino <strong>del</strong>uz y de paz”. (7-XII).El gozo <strong>del</strong>a cercanía de DiosEn el domingo tercerode Adviento, el <strong>Papa</strong>Benedicto XVI señalódurante el Ángelus que laalegría <strong>del</strong> cristiano tiene sufundamento en la cercanía<strong>del</strong> Señor. “Esta es la razónde nuestra alegría. Pero,¿qué significa: ‘el Señorestá cerca’? ¿Cómo tenemosque entender esta ‘cercanía’de Dios?”, se preguntaba.“El apóstol Pablo, alescribir a los cristianos deFilipos, piensa evidentementeen el regreso deCristo, y les invita a estaralegres pues es seguro. Sinembargo, el mismo Pablo,en su Carta a losTesalonicenses, advierteque nadie puede conocer elmomento de la venida <strong>del</strong>Señor y pone en guardiaante todo alarmismo, comosi el regreso de Cristo fuerainminente. De este modo,ya entonces, la Iglesia, iluminadapor el EspírituSanto, comprendía cada vezmejor que la ‘cercanía’ deDios no es una cuestión deespacio y de tiempo, sinomás bien una cuestión deamor: ¡el amor acerca!”,añadía.“<strong>La</strong> próxima Navidadvendrá para recordarnosesta verdad fundamental denuestra fe y, ante elNacimiento podremos gustarla alegría cristiana, contemplandoen el reciénnacido Jesús el rostro deDios que por amor se hizocomo nosotros”.“Desde esta perspectiva,es para mí un auténtico placerrenovar la hermosa tradiciónde la bendición <strong>del</strong>as imágenes <strong>del</strong> Niño Jesúsque se colocarán en elNacimiento. Me dirijo enparticular a vosotros–decía–, queridos chicos ychicas de Roma, que habéisvenido esta mañana con lasfiguras <strong>del</strong> Niño Jesús queahora bendeciré”. (14-XII).Dios nos da su tiempoDios nos da su tiempo.Nosotros tenemossiempre poco tiempo,especialmente para elSeñor. No sabemos o, aveces, no queremos encontrarese tiempo. Pues bien,¡Dios tiene tiempo paranosotros! Ésta es la primeracosa que el inicio de un añolitúrgico nos hace redescubrircon una emoción siemprenueva”, nos decía el<strong>Papa</strong> durante el Ángelus.“Sí, Dios nos da su tiempo–continuaba diciendo–,pues ha entrado en laHistoria con su palabra ysus obras de salvación paraabrirla a la eternidad, paraconvertirla en Historia dealianza. Desde esta perspectiva,el tiempo es ya en símismo un signo fundamental<strong>del</strong> amor de Dios: undon que el hombre, quecomo sucede con lo demás,es capaz de valorar o por elcontrario de estropear; deacoger su significado, o dedescuidar con superficialidadobtusa”.“El tiempo tiene tres pilaresque marcan el ritmo <strong>del</strong>a Historia de la salvación:al inicio está la creación, enel centro la encarnaciónredención,y al final la‘parusía’, la venida final,que comprende también eljuicio universal. Ahorabien, estos tres momentosno deben ser comprendidossimplemente como unasucesión cronológica. Dehecho, la creación seencuentra ciertamente en elorigen de todo, pero es tambiéncontinua y tiene lugardurante todo el desarrollo<strong>del</strong> devenir cósmico hastael final de los tiempos”,añadía.“Del mismo modo, sibien la encarnación-redenciónacaeció en un determinadomomento histórico, elperíodo <strong>del</strong> paso de Jesússobre la tierra, sigue extendiendosu radio de acción atodo el tiempo precedente yal posterior. A su vez, laúltima venida y el juiciofinal, que precisamentetuvieron en la Cruz deCristo una decisiva anticipación,ejercen su influjosobre la conducta de loshombres de todas las épocas”.(30-XI).


Universidad de ParmaLos riesgos de los jóvenes universitarios<strong>La</strong>s nuevas generaciones –ha dicho el <strong>Papa</strong> a profesores y alumnos de laUniversidad de Parma– están hoy expuestas a un doble riesgo, debidosobre todo a la difusión de las nuevas tecnologías informáticas. Por unaparte, el peligro de una reducción cada vez mayor de la capacidad de concentracióny de aplicación mental en el plano personal. Por otra, el de aislarseindividualmente en una realidad cada vez más virtual. De este modo, la dimensiónsocial se resquebraja en miles de fragmentos, y la personal tiende aevitar relaciones constructivas con los demás”.Tras recordar que el santo monje PedroDamián “fue uno de los grandes reformadoresde la Iglesia después <strong>del</strong> año1000”, el <strong>Papa</strong> subrayó que “toda reformaauténtica debe ser sobre todo espiritualy moral, es decir, debe partir de lasconciencias. Si queremos que un ambientehumano mejore en calidad y eficiencia,antes que nada es necesario quecada uno comience con reformarse,corrigiendo lo que puede dañar al biencomún u obstaculizarlo en cualquiermodo”.“El fin de la obra reformadora de sanPedro Damián y de sus contemporáneos–continuaba– era que la Iglesia fuesemás libre, sobre todo en el ámbito espiritual,pero también en el histórico”.“Análogamente, la validez de una reformade la universidad tiene que tenercomo respuesta su libertad: libertad deenseñanza, de investigación, de instituciónacadémica en relación con lospoderes económicos y políticos. Estono significa aislamiento de la universidadcon respecto a la sociedad, nimucho menos la prosecución de interesesprivados aprovechando recursospúblicos. Es realmente libre, según elEvangelio y la tradición de la Iglesia, lapersona, comunidad o institución queresponde plenamente a la propia naturalezay al propio fin”. (1-XII).Proteger a la infanciaAl niño se le debe el máximo respeto.Los antiguos ya reconocíanla importancia de respetar alniño, don y bien precioso para la sociedad,al que hay que reconocer su dignidadhumana, que posee plenamentedesde que, sin haber nacido, se encuentraen el seno materno”, ha dicho elSanto Padre a los participantes de unaconferencia internacional convocadapor el Consejo para la Pastoral de laSalud.“Todo ser humano tiene un valor en símismo, pues ha sido creado a imagende Dios, a cuyos ojos es todavía másprecioso cuando más débil resulta a lamirada <strong>del</strong> hombre. ¡Con qué amor hayque acoger, entonces, a un niño quetodavía no ha nacido y que padece patologíasmédicas!”, señalaba el <strong>Papa</strong>.A continuación señalaba algunospasajes en los que Jesucristo mostrabasu predilección por los niños, en dondese muestra “cómo debe ser la actitud derespeto y acogida al atender a todo niño,especialmente cuando es débil o atraviesadificultades, cuando sufre y estáindefenso. Pienso sobretodo en lospequeños huérfanos o abandonados acausa de la miseria o de la disgregaciónfamiliar; pienso en los niños víctimasinocentes <strong>del</strong> sida o de la guerra y detantos conflictos armados que tienenlugar en diferentes partes <strong>del</strong> mundo;pienso en la infancia que muere a causade la miseria, de la sequía y <strong>del</strong> hambre”.“<strong>La</strong> Iglesia no se olvida de sus hijosmás pequeños y, si bien por una parteaplaude las iniciativas de las nacionesmás ricas para mejorar las condicionesde su desarrollo, por otra, siente intensamenteel deber de invitar a prestar unamayor atención a estos hermanos nuestros,para que gracias a nuestra solidaridadconjunta puedan ver la vida conconfianza y esperanza”. (17-XI).No hay mo<strong>del</strong>o político idealAveces la diversidad da miedo,por eso no hay que maravillarsesi el ser humano prefiere lamonotonía de la uniformidad. Algunossistemas político-económicos, atribuyéndoseo reivindicando orígenes paganoso religiosos, han afligido a la humanidaddurante demasiado tiempo, intentandouniformarla con demagogia yviolencia”, ha dicho el Santo Padre a losnuevos embajadores ante la Santa Sedede Malawi, Suecia, Sierra Leona, Islandia,Luxemburgo, República de Madagascar,Belice, Túnez; República deKazajistán; el Reino de Bahrein y laRepública de Fiyi.Y añadía que “han reducido y reducenal ser humano a una esclavitud indignaal servicio de una única ideología o deuna economía inhumana y pseudo-científica”.“Todos sabemos que no hay un mo<strong>del</strong>opolítico único, un ideal a realizar absolutamente”,les decía. Y a continuaciónles habló sobre la figura <strong>del</strong> embajador,resaltando “uno de los aspectosde su actividad: la búsqueda y la promociónde la paz”.“El embajador puede y debe ser constructorde la paz. Es artífice de la paz–continuaba diciendo–, si actúa de esemodo, no es sólo una persona de temperamentotranquilo y conciliador quedesea vivir en acuerdo con todos y evitar,si es posible, los conflictos, sino quese pone además totalmente al serviciode la paz y se compromete activamenteen su construcción, en ocasiones, hastael don de su vida”. (18-XII).Ecumenismo con los Armenos<strong>La</strong> fe y la devoción <strong>del</strong> pueblo armeniohan sido apoyadas constantementepor el recuerdo de losnumerosos mártires que testimoniaronel Evangelio en el transcurso de lossiglos”, recordó el <strong>Papa</strong> ante Su SantidadAram I, catholicós de Cilicia <strong>del</strong>os Armenios, durante el encuentro quemantuvieron en la capilla RedemptorisMater <strong>del</strong> Palacio Apostólico Vaticano.“Que la gracia de ese testimonio sigaplasmando la cultura de su nación e inspirandoa los seguidores de Cristo unaconfianza cada vez mayor en el podersalvífico de la cruz”, le dijo.“El crecimiento en la comprensión, elrespeto y la cooperación experimentadopor el diálogo ecuménico es muy prometedorpara el anuncio <strong>del</strong> Evangeliode nuestro tiempo. En el mundo, losarmenios viven junto a los fieles de laIglesia católica. Una comprensión y unaprecio mayores de nuestra común tradiciónapostólica contribuirá a un testimoniocomún más eficaz de los valoresespirituales y morales, sin los que unorden social realmente justo y humanono puede existir”. (24-XI).Pésame por Alexis IIHe recibido con profunda conmoción–dijo el <strong>Papa</strong> BenedictoXVI– por la triste noticia de lamuerte de Su Santidad Alexis II, deMoscú y de todas las Rusias y con afectofraternal quiero manifestar al SantoSínodo y a todos los miembros de laIglesia Ortodoxa Rusa mi más sentidopésame”, dijo el Santo Padre. (5-XII).


AdvientoAnte el Dios que llegaEl Adviento es por excelenciala estación espiritualde la esperanzay en él la Iglesia entera estállamada a convertirse en esperanza,para ella misma ypara el mundo”, señaló el<strong>Papa</strong> Benedicto XVI al presidirla celebración de las vísperas<strong>del</strong> primer domingo deAdviento en la Basílica desan Pedro <strong>del</strong> Vaticano.“Todo el pueblo de Dios sepone en marcha atraído poreste misterio: nuestro Dioses el ‘Dios que llega’ y nosllama a salir a su encuentro.¿Cómo? Ante todo con esaforma universal de esperanzay de la espera que es laoración, que encuentra suexpresión eminente en losSalmos, palabras humanasen las que el mismo Dios hapuesto y pone continuamenteen los labios y enlos corazones de loscreyentes la invocaciónde su venida”,seguía diciendo.El Romano Pontíficecomentó entonceslos salmos 141 y142. “Estos dos Salmos–decía por último– nosponen a salvo de cualquiertentación de evasión y defuga de la realidad; nos preservande una falsaesperanza, quequerría pasar elAdviento y entrar enNavidad olvidandoel carácter dramáticode nuestra existenciapersonal ycolectiva”. (29-XII).Ante el libro de Marcello PeraEl <strong>Papa</strong> ha enviado una carta alfilósofo y senador italiano MarcelloPera que sirve de introduccióna su libro “Por qué tenemos quedecirnos cristianos. El liberalismo,Europa, la ética”.Comienza el Santo Padre diciendoque el libro <strong>del</strong> senador italiano le haresultado una “lectura fascinante”. Alabael análisis de la esencia <strong>del</strong> liberalismo,“mostrando que en la esencia <strong>del</strong>liberalismo se encuentra el enraizamientode la imagen cristiana de Dios:su relación con Dios, de quien el hombrees imagen y de quien hemos recibidoel don de la libertad”.“Es de importancia fundamental –siguediciendo el <strong>Papa</strong>– su análisis sobrelo que pueden ser Europa y una Constitucióneuropea en la que Europa no setransforme en una realidad cosmopolita,sino que encuentre, a partir de sufundamento cristiano-liberal, su propiaidentidad”.Especialmente significativo le parecenal Santo Padre “su análisis de losconceptos de dialogo interreligioso eintercultual”. “Un diálogo interreligiosoen el sentido estricto de la palabra no esposible, mientras que es particularmenteurgente el diálogo intercultural, queprofundiza en las consecuencias culturalesde la decisión religiosa de fondo”.“Con su sobria racionalidad, su ampliaformación filosófica y la fuerza desu argumentación, el presente libro es–desde mi punto de vista–, de importanciafundamental en este momento deEuropa y <strong>del</strong> mundo”, termina diciendo.(4-IX).Con la luz de la feOs invito a cultivar una intensavida interior y de fe profunda,porque en el trato íntimo con elMaestro en la oración, maduran lasmejores iniciativas pastorales para respondera las necesidades espirituales<strong>del</strong> pueblo fiel y, así, partiendo de Diospodremos llegar hasta nuestros hermanoscon una palabra eficaz de esperanza”,ha dicho el <strong>Papa</strong> a los obispos deChile en su visita ad limina.“Conozco la gran labor que habéisrealizado para que los laicos asumancon responsabilidad y madurez las exigenciasde su bautismo, participandosegún su propia condición laical en lamisión de toda la Iglesia. Continuadofreciéndoles una adecuada educaciónen la fe, así como un contacto más asiduocon la Palabra de Dios, que leslleve a un mayor compromiso misioneroen sus vidas”, les dijo. “Ellos hanrecibido como vocación específica lasantificación <strong>del</strong> mundo, transformándolodesde dentro según el proyecto deDios”.“Todos los sectores de la sociedadpueden ser iluminados con la luz de lafe. Pienso, entre otros, en el mundo <strong>del</strong>a cultura, de la ciencia y la política, enla promoción de la familia, fundada sobreel matrimonio entre un hombre yuna mujer, en la creación de condicionesde trabajo más justas y en la ayudaa los más desfavorecidos, en el cuidado<strong>del</strong> medio ambiente, en la defensa de lavida humana en todas las etapas de suexistencia y en el derecho y obligaciónde los padres a la educación moral yespiritual de sus hijos”. (4-XII).El racionalismo y la VerdadEn el contexto social actual, unacierta cultura parece mostrarnosel rostro de una humanidad autosuficiente,deseosa de realizar sus proyectospor sí sola, que elige ser la artíficeúnica de su propio destino y que, enconsecuencia, cree que la presencia deDios no influye y por ello la excluye dehecho de sus elecciones y decisiones”,ha dicho el <strong>Papa</strong> a los amigos de losseminarios regionales de las Marcas,Puglia y Abruzzo-Molise.“En un clima marcado por un racionalismocerrado en sí mismo –dijo–, queconsidera el de las ciencias prácticascomo único mo<strong>del</strong>o de conocimientomientras que lo demás es subjetivo, yque por tanto corre el riesgo de ver laexperiencia religiosa como una elecciónsubjetiva, no esencial y determinantepara la vida”.“Ciertamente hoy, por estas y otrasrazones, creer es cada vez más difícil,cada vez es más difícil acoger la Verdadque es Cristo, cada vez es más difícilgastar la propia existencia por causa <strong>del</strong>Evangelio. Sin embargo, el hombrecontemporáneo parece a menudo desorientadoy preocupado por su futuro, enbusca de certezas y deseoso de puntosseguros de referencia”.“El hombre <strong>del</strong> tercer milenio, comoen todas las épocas, tiene necesidad deDios y lo busca quizás aún sin darsecuenta. El deber de los cristianos, demodo especial de los sacerdotes, es recogereste anhelo profundo <strong>del</strong> corazónhumano”. (2-XII).<strong>Camino</strong> de oración y diálogo<strong>La</strong>s relaciones entre nosotros hanalcanzado un nivel más profundo,mientras renovamos nuestro compromisode continuar en el camino de laoración y el diálogo”, ha dicho el <strong>Papa</strong>al patriarca ecuménico de Constantinopla,Bartolomé I, con ocasión de sumensaje realizado con motivo de lafiesta de san Andrés. (30-XII).


Al embajadador de las islas Seychelles“<strong>La</strong> solidaridad es una virtud socialcuando hay estructuras solidarias”<strong>La</strong> solidaridad se eleva al rango de virtud social cuando puede apoyarseal mismo tiempo en estructuras de solidaridad, pero también en ladeterminación firme y perseverante de cada persona que trabaja por elbien común de la mayoría, porque todos somos responsables de todos”, hadicho el <strong>Papa</strong> en su discurso al nuevo embajador de las Islas Seychelles antela Santa Sede.“Para suscitar este sentido duradero <strong>del</strong>a solidaridad, la educación de los jóveneses ciertamente el mejor camino”,indicaba. Destacó los esfuerzos de estepaís por ofrecer un sistema educativo decalidad. “No obstante, esta preocupaciónpor la educación será vana si lainstitución familiar se debilita excesivamente.<strong>La</strong>s familias necesitan ser animadasy sostenidas constantemente porlos poderes públicos. Debe haber unaarmonía profunda entre las tareas de lafamilia y los deberes <strong>del</strong> Estado. Favorecerentre ellos una buena sinergia,es trabajar eficazmente por un futuro deprosperidad y de paz social”.“Por su parte, la Iglesia local no debeescatimar sus esfuerzos para acompañara las familias, ofreciéndoles la luz <strong>del</strong>Evangelio, que pone de relieve la grandezay la belleza <strong>del</strong> ‘misterio’ de lafamilia, y ayudándoles a asumir sus responsabilidadeseducativas. Con respectoa las que sufren dificultades, es importanteayudar a la pacificación de lasrelaciones y educar los corazones a lareconciliación”, terminó diciendo elRomano Pontífice. (19-XII).Sobre el Vaticano IIJuan Pablo II y el ConcilioEl Concilio brotó <strong>del</strong> corazón deJuan XXIII, pero sería más exactodecir que, en última instancia,como todos los grandes acontecimientosde la Historia de la Iglesia, brotó <strong>del</strong>corazón de Dios, de su voluntad salvífica”,ha dicho el <strong>Papa</strong> al ministro general<strong>del</strong> los Frailes Menores Conventualescon motivo <strong>del</strong> congreso internacionalcelebrado sobre “el Vaticano IIen el pontificado de Juan Pablo II”.“Los documentos conciliares no hanperdido su actualidad con el paso de losaños. Al contrario, sus enseñanzas se revelanparticularmente pertinentes antelas nuevas instancias de la Iglesia y <strong>del</strong>a actual sociedad globalizada”, añadía.“Juan Pablo II acogió prácticamenteen cada uno de sus documentos, y sobretodo en sus opciones y en su comportamientocomo Pontífice, las instanciasfundamentales <strong>del</strong> Concilio ecuménicoVaticano II, convirtiéndose así en suintérprete cualificado y en su testigocoherente. Su preocupación constante–explicaba– fue dar a conocer a todoslas ventajas que podían derivar de laacogida de la visión conciliar, no sólopara el bien de la Iglesia sino tambiénpara el de la sociedad civil y de las personasque actúan en ella”.“<strong>La</strong> múltiple herencia doctrinal queencontramos en sus constituciones dogmáticas,en sus declaraciones y en susdecretos, nos estimula todavía a profundizaren la palabra <strong>del</strong> Señor para aplicarlaal hoy de la Iglesia, teniendo muypresentes las numerosas necesidades <strong>del</strong>os hombres y de las mujeres <strong>del</strong> mundocontemporáneo, sumamente necesitadode conocer y experimentar la luz de laesperanza cristiana”. (22-XI).Comisión Teológica InternacionalEl valor de la Ley Moral NaturalReafirmo la necesidad y la urgencia,en el contexto actual, decrear en la cultura y en la sociedadcivil y política las condiciones indispensablespara una conciencia plena<strong>del</strong> valor irrenunciable de la Ley MoralNatural”, ha dicho el Santo Padre a losmiembros de la Comisión TeológicaInternacional.“Gracias al estudio que vosotros habéisemprendido sobre este tema fundamental,resultará claro que la LeyNatural constituye la verdadera garantíaofrecida a cada uno para vivir librey respetado en su dignidad de persona,y para sentirse defendido de cualquiermanipulación ideológica y de cualquieratropello perpetrado apoyándose en laley <strong>del</strong> más fuerte”, señalaba el <strong>Papa</strong> alos miembros de esta Comisión.“Todos sabemos bien que, en unmundo formado por las ciencias naturales,el concepto metafísico de la LeyNatural está prácticamente ausente yresulta incomprensible. Tanto máscuanto que, viendo su importancia fundamentalpara nuestras sociedades,para la vida humana, es necesario queen el contexto de nuestro pensamientose vuelva a proponer y se haga comprensibleeste concepto: el hecho deque el ser mismo lleva en sí un mensajemoral y una indicación para las sendas<strong>del</strong> Derecho”, añadía el SantoPadre. (16-XII).ArgentinaRespaldar la familiaEs preciso “forjar la vida personal,familiar y social” según unos“valores irrenunciables que enaltecena la persona y a toda la comunidad”,dijo el <strong>Papa</strong> al nuevo embajadorde Argentina ante la Santa Sede.“Entre ellos –señaló– hay que destacarel respaldo a la familia basada en elmatrimonio entre un hombre y unamujer, la orientación por una moralcuyas notas principales están inscritasen lo más íntimo <strong>del</strong> alma humana, elespíritu de sacrificio y pródiga solidaridad,que se manifieste de modo especialcuando las circunstancias sean particularmenteadversas, la defensa de lavida humana desde su concepciónhasta su término natural, la erradicaciónde la pobreza, el cultivo de la honradez,la lucha contra la corrupción, laadopción de medidas que asistan a lospadres en su derecho inalienable deeducar a sus hijos en sus propias conviccioneséticas y religiosas, así comola promoción de los jóvenes, para quesean hombres y mujeres de paz y reconciliación”.Recordó cómo “la fe en Cristo haimpulsado en Argentina numerosas iniciativasbenéficas y asistenciales tantoen las diócesis como a través de institutosreligiosos y asociaciones laicales.<strong>La</strong> solicitud y actividad eclesial, centrándoseparticularmente en el campoespiritual y moral, se ha irradiado también,y con peculiar intensidad, en ámbitossanitarios, culturales, educativos,laborales y de atención a los menesterosos”.(5-XII).


LA PAZ YLA JUSTICIA<strong>La</strong> pobreza y la paz<strong>La</strong> pobreza se encuentrafrecuentementeentre los factores quefavorecen o agravan losconflictos, incluidas la contiendasarmadas. Estas últimasalimentan a su vez trágicassituaciones de penuria”,ha escrito BenedictoXVI en su mensaje para laJornada Mundial de la Paz.El Santo Padre consideraatentamente “el fenómenocomplejo de la globalización”,que “debería abarcartambién la dimensión espiritualy moral, instando amirar a los pobres desde laperspectiva de que todoscomparten un único proyectodivino”. “Hay pobrezasinmateriales, que no sonconsecuencia directa yautomática de carenciasmateriales”, apunta.<strong>La</strong> pobreza se ha relacionadocon frecuencia con elcrecimiento demográfico.El <strong>Papa</strong> denuncia que “seestán llevando a cabo campañaspara reducir la natalidaden el ámbito internacional,incluso con métodosque no respetan la dignidadde la mujer ni el derecho <strong>del</strong>os cónyuges a elegir responsablementeel númerode hijos y, lo que es másgrave aún, frecuentementeni siquiera respetan el derechoa la vida. El exterminiode millones de niños nonacidos en nombre de lalucha contra la pobreza es,en realidad, la eliminaciónde los seres humanos máspobres”. Concluye aquí que“la población se está confirmandocomo una riqueza yno como un factor depobreza”.<strong>La</strong> atención se centraluego en las enfermedadespandémicas, como “lamalaria, la tuberculosos y elsida”. Denuncia tambiénque “los países aquejadosde dichas pandemias, a lahora de contrarrestarlas,sufren los chantajes dequienes condicionan lasayudas económicas a lapuesta en práctica de políticascontrarias a la vida”.Así, “es difícil combatirsobre todo el sida, causadramática de pobreza, si nose afrontan los problemasmorales con los que estárelacionada la difusión <strong>del</strong>virus. Es preciso, ante todo,emprender campañas queeduquen especialmente alos jóvenes a una sexualidadplenamente concordecon la dignidad de la persona”.Considera luego la pobrezade los niños, “la víctimasmás vulnerables” de lapobreza. “Casi la mitad dequienes viven en la pobrezaabsoluta son niños”, señala.Afecta también a lapobreza “la relación entre eldesarme y el desarrollo”,considerados “desde elpunto de vista moral”. “Unincremento excesivo <strong>del</strong>gasto militar –advierte elSanto Padre– corre el riesgode acelerar la carrera dearmamentos, que provocabolsas de subdesarrollo y dedesesperación, transformándoseasí, paradójicamente,en factor de inestabilidad,tensión y conflictos”. Ellocontribuye a crear “bolsasde subdesarrollo y de desesperación,transformándoseasí, paradójicamente, enfactor de inestabilidad, tensióny conflictos”.<strong>La</strong> actual crisis alimentariaes otro aspecto de lalucha contra la pobrezamaterial. “Esta crisis secaracteriza no tanto por lainsuficiencia de alimentos,sino por las dificultadespara obtenerlos y por fenómenosespeculativos y, portanto, por la falta de unentramado de institucionespolíticas y económicascapaces de afrontar lasnecesidades y emergencias”,afirma el SantoPadre.Otros temas que aborda elRomano Pontífice es lanecesidad de una “fuertesolidaridad global”, elcampo <strong>del</strong> comercio internacionaly de las transaccionesfinancieras, la finanzasy la globalización.Los pobres, “exigen elderecho de participar ygozar de los bienes materialesy de hacer fructificar sucapacidad de trabajo, creandoasí un mundo más justoy más próspero para todos”,dice el <strong>Papa</strong> y concluyedestacando que “en elmundo global actual, aparececon mayor claridad quesolamente se construye lapaz si se asegura la posibilidadde un crecimiento razonable”.(8-XII).Los acuerdosde Montevideo<strong>La</strong> decisión de ponersolemnemente en elMonte Aymond, fronteraentre Argentina yChile, la primera piedra deun monumento conmemorativo<strong>del</strong> acuerdo alcanzadopara determinar los límitesen la Zona Austral <strong>del</strong>Continente, ha sido la ocasiónpara que el <strong>Papa</strong> enviaraun mensaje a la presidentade Argentina.“Conociendo los profundosdeseos de paz de ambasnaciones, que desde hacíatiempo habían sido presentadosal Sumo Pontífice porlos respectivos Pastores deesos dos países de arraigadatradición católica, JuanPablo II, impulsado por suespecial sensibilidad paraconcretar la misión recibida<strong>del</strong> Príncipe de la Paz, sintióla necesidad de ofreceruna nueva y peculiar intervenciónsuya, de caráctermás personal”, recordóBenedicto XVI.Aquello “fue un ejemplode como, ante cualquiercontroversia, se debe vencersiempre el desánimo yno dar nunca por agotado elcamino <strong>del</strong> diálogo pacientey de la negociación conducidacon sabiduría y prudencia,para alcanzar unasolución justa y digna a travésde medios pacíficos,propios de pueblos civilizados,sobre todo cuando susmiembros se saben, además,hermanos e hijos deun único Dios y Padre”. (5-XII).India y NigeriaQuisiera invitaros auniros en la oraciónpor las numerosasvíctimas tanto de los ataquesterroristas de Bombay,en la India, como de losenfrentamientos estalladosen Jos, Nigeria, así comopor los heridos y por todoslos que de cualquier manerahan quedado afectados”,dijo el <strong>Papa</strong> después <strong>del</strong>rezo <strong>del</strong> Angelus.“<strong>La</strong>s causas y circunstanciasde esos trágicos sucesosson diferentes, perodebe ser común el horror yel rechazo de tanta violenciacruel e insensata”, continuaba.“Pidamos al Señor quetoque el corazón de quienescreen que éste es el caminopara resolver los problemaslocales e internacionales, ysintámonos todos impulsadosa dar ejemplo de mansedumbrey de amor paraconstruir una sociedaddigna de Dios y <strong>del</strong> hombre”.(30-XI).


El Niño en el pesebre<strong>La</strong> contemplación <strong>del</strong>Niño Dios en el pesebrenos hace pensaren los niños pobres, en losque, concebidos, son rechazadoso, apenas nacidos, notienen medios para sobrevivir”,dijo el <strong>Papa</strong> BenedictoXVI en su CatequesisSemanal.“Incluso quien no se profesacreyente, de hecho,puede percibir en esta celebracióncristiana anual algoextraordinario y trascendente,algo íntimo que habla alcorazón. Es la fiesta quecanta el don de la vida. Elnacimiento de un niñodebería ser siempre –decía–un acontecimiento que traealegría: el abrazo de unrecién nacido suscita normalmentesentimientos deatención y de premura, deconmoción y de ternura”.“En Navidad recordamosalgo muy concreto e importantepara los hombres, algoesencial para la fe cristiana,una verdad que san Juanresume en estas pocas palabras:‘El Verbo se hizocarne’”. Además “laNavidad es una oportunidadprivilegiada para meditarsobre el sentido y el valorde nuestra existencia”.“Descubramos los auténticosvalores de la Navidad,dejando de lado todo lo queensombrece su genuino significado.En estos días santos,los cristianos no conmemoramosel surgir de ungran personaje, y menosaún el comienzo de unanueva estación. <strong>La</strong> Navidadrecuerda un hecho fundamental:en la oscuridad <strong>del</strong>a noche de Belén se hizouna gran luz. El Creador <strong>del</strong>universo se encarnó uniéndoseindisolublemente a lanaturaleza humana y, sindejar de ser realmente Diosde Dios y luz de luz, sehizo al mismo tiempo verdaderohombre. El Verboencarnado es una Personaque se interesa por cadapersona, es el Hijo de Diosvivo, que se hizo pequeñopara vencer nuestra soberbiay hacernos auténticamentelibres, libres paraamarlo”. (17-XII).Del amoral dominio de síLos frutos <strong>del</strong> Espírituque surgen de la feson “el amor, alegría,paz, paciencia, afabilidad,bondad, fi<strong>del</strong>idad, mansedumbre,dominio de sí”.“Al inicio de esta lista devirtudes se cita al ágape, elamor, y en la conclusión <strong>del</strong>dominio de sí. En realidad,el Espíritu, que es el Amor<strong>del</strong> Padre y <strong>del</strong> Hijo, infundesu primer don, el ágape,en nuestros corazones; y elágape, el amor, para expresarseen plenitud exige eldominio de sí”, puntualizóel <strong>Papa</strong>.“Los creyentes saben queen el amor mutuo se encarnael amor de Dios y deCristo, por medio <strong>del</strong>Espíritu”, dijo, para referirseluego al “llamado himnoa la caridad: ‘Aunquehablara las lenguas de loshombre y de los ángeles, sino tengo caridad, soy comobronce que suena o címbaloque retiñe... <strong>La</strong> caridad espaciente, es servicial; lacaridad no es envidiosa, noes jactanciosa, no se engríe;es decorosa; no busca suinterés’. El amor cristiano–abundaba– es tan exigenteporque surge <strong>del</strong> amor totalde Cristo por nosotros: esteamor que nos reclama, nosacoge, nos abraza, nos sostiene,hasta atormentarnos,porque nos obliga a no vivirmás para nosotros mismos,cerrados en nuestro egoísmo”.(26-XI).El abuso de la libertadNuestra historia humanadesde el principioestá contaminadapor el abuso de la libertadcreada, que pretende emanciparsede la Voluntad divina.Y así no se encuentra laverdadera libertad, sino quese opone a la verdad y falsifica,en consecuencia, nuestrasrealidades humanas”,ha dicho el <strong>Papa</strong> en suCatequesis Semanal.Falsifica sobre todo lasrelaciones fundamentales:la relación con Dios, larelación entre hombre ymujer, y la relación entre elhombre y la Tierra”. “Estacontaminación de nuestrahistoria se difunde en todosu tejido, y este defectoheredado ha ido aumentandoy es ahora visible entodas partes. Esto es lo primero.Lo segundo es esto:por san Pablo hemos aprendidoque existe un nuevocomienzo en la historia y <strong>del</strong>a historia en Jesucristo,aquel que es hombre yDios. Con Jesús, que vienede Dios, comienza unanueva historia formada porsu sí al Padre, y por ello yano fundada en la soberbiade una emancipación falsa,sino en el amor y la verdad”.Por otra parte, “para SanPablo, la predicación de laPalabra de Cristo es eficaz,provoca la fe y convierte alos creyentes en miembrosde un único cuerpo”.“Los sacramentos –dijo–son una actuación diferenciadade este dinamismofundamental. Así, por elBautismo, el creyente participade la muerte y resurrecciónde Cristo y, portanto, lleva en sí el germende una vida nueva, recibe lagracia que lo libera <strong>del</strong>pecado, se reviste de CristoCATEQUESISSEMANALy se hace hijo de Dios poradopción”.Después, añadía, “por elsacramento de laConfirmación, los bautizadosse configuran más plenamentecon Cristo comonuevas criaturas puestasbajo la ley <strong>del</strong> Espíritu.Además, están llamados avivir el mismo sentido decomunión con Cristo y, através de Él, con su cuerpo,que es la Iglesia, en elsacramento de la Eucaristía,al participar como hermanosde un único Pan”. (10-XII).Cristo y AdánEn la carta a losRomanos, San Pablo,poniendo en relaciónlas figuras de Adán yCristo, traza las líneas esencialesde la doctrina sobreel pecado original”, señalóel <strong>Papa</strong> en su CatequesisSemanal.“El pecado de Adán–puntualizó– ha de ser contempladosiempre en elcontexto de la verdad sobrela salvación y la justificaciónrealizada en Cristo.Como escribe el Apóstol:‘donde abundó el pecado,sobreabundó la gracia’.Sólo Cristo, como nuevoAdán, ha liberado a lahumanidad <strong>del</strong> pecado y <strong>del</strong>a muerte, mediante el donde la gracia de la justificación”.“El bautismo no sólo libra<strong>del</strong> pecado original sino quepone al hombre en unanueva relación con Dioshaciéndolo hijo suyo. Elbautizado es introducido enuna vida totalmente nueva,sostenida por el don <strong>del</strong>Espíritu Santo”. (2-XII).

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