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culturas critica de la <strong>ar</strong>gentinaJueves 13 de noviembre de 2008 37cine / CRÍTICA / che, el <strong>ar</strong>gentino<strong>El</strong> backstage de la Revolución Cubana<strong>El</strong> inobjetable film de Soderbergh hace de lafalta de pasión una virtud p<strong>ar</strong>a acerc<strong>ar</strong>se al Che.MARIANA MACTASChe, el <strong>ar</strong>gentinoThe Argentine (a.k.a. Che 1)Estados Unidos - Francia - España(2008), 137’Director: Steven SoderberghCon: Benicio del Toro, DemianBichir, Santiago Cabrera,<strong>El</strong>vira Mínguez, JorgePerugorría, Catalina SandinoMoreno.cine / CRÍTICA / el nuevo novio de mi mamá7Esa cosa en la que se transformó Meg Ryanm. p.Patria o muerte. Benicio del Toro y Catalina Sandino Moreno (Aleida, antes de ser Guev<strong>ar</strong>a) en las b<strong>ar</strong>ricadas y dispuestos a morir.Como una monografía, unaprolija tesis preocupadapor el rigor de cada palabrainvolucrada, así se construyenlas imágenes de Che, el <strong>ar</strong>gentino.Es decir, de forma inobjetable, dadala magnitud del objeto: <strong>com</strong>osi el director Steven Soderberghse hubiera tirado a la pileta queimplicaba llev<strong>ar</strong> al cine una versiónde la vida de Guev<strong>ar</strong>a con voluntaddefinitiva, pero lo hubierahecho con chaleco salvavidas. Peroel suyo es un trabajo de alumnoaplicado que, sin emb<strong>ar</strong>go, noc<strong>ar</strong>ece de tensión: al fin y al cabo,la vida del Che no fue una vida,sino una película de acción, quéduda cabe.Lo hizo, Soderbergh, con el asesoramiento–les dio contactos, lessirvió de guía, revisó versiones delguión, corrigió, miró y a<strong>com</strong>pañó–del periodista estadounidenseJon Lee Anderson, maestro deperiodistas y autor de la más importantebiografía sobre Guev<strong>ar</strong>aque se ha escrito. Sumando lostextos del propio Che, el aportede Anderson fue la brújula p<strong>ar</strong>aSoderbergh y Benicio del Toro,el actor que motorizó el proyectoaños atrás.Con <strong>El</strong> <strong>ar</strong>gentino p<strong>ar</strong>ece que,por fin, el cine hace justicia conla figura de Guev<strong>ar</strong>a, con un filmdigno de la causa. Será que el personajedebió perder, con el tiempoy otros desastres, su aura de peligrocontagioso p<strong>ar</strong>a transform<strong>ar</strong>se,miles de camisetas después, enuno digerible por Hollywood.Poco ap<strong>ar</strong>ece en este film sobreel enemigo contra el que el Cheluchaba o las condiciones en quevivía el pueblo cubano durantela dictadura de Batista, a las queapenas se refiere en el preámbulo,cuando Guev<strong>ar</strong>a conoce a unya mítico Fidel Castro durante elexilio de éste, en México. Luego,al recort<strong>ar</strong> a su Che en la SierraMaestra, donde transcurre la mayorp<strong>ar</strong>te de las dos horas de metraje,sigue siendo poco lo que seve sobre el enemigo –enc<strong>ar</strong>nadoen soldados del ejército tan cubanosy tan pobres <strong>com</strong>o los guerrillerosrevolucion<strong>ar</strong>ios, y muchomenos convencidos. Así, p<strong>ar</strong>ecepoco lo que de este Che, el <strong>ar</strong>gentinopuede ofender a alguien.Pero ésta no es una películade denuncia a la Oliver Stone, nitampoco se quiso construir unpanfleto político con la excusa delsujeto histórico. Che no es, en fin,una película roja, si es que la palabratiene todavía algún sentido.Su objetivo es p<strong>ar</strong>adójico: en laambiciosa propuesta de un dípticode cuatro horas sobre el ascensoy la caída del Che –un hombre,no un símbolo, por muy r<strong>ar</strong>o quehaya sido este hombre– el film sepropone uno más modesto y, a lavez, difícil de logr<strong>ar</strong>: acerc<strong>ar</strong>se alsujeto de su relato con todas lasherramientas de la informaciónhistórica p<strong>ar</strong>a traslad<strong>ar</strong> su esencia–su respiración, jaqueadapor el asma que lo atormentaba.Y llev<strong>ar</strong>la al primer plano de lasimágenes, sin “invent<strong>ar</strong> nada”de lo expuesto, <strong>com</strong>o ha contadoSoderbergh. Pero cl<strong>ar</strong>o, conun material tan cinematográficopor naturaleza, quién necesita<strong>ar</strong>tilugios de guión que sumensuspenso. Un tipo que dejó a susseres queridos p<strong>ar</strong>a irse a pele<strong>ar</strong>por la justicia social sigue siendoalgo tan inaprensible, tan pocode este mundo, que no hay herramientashoy capaces de ayud<strong>ar</strong> ajuzg<strong>ar</strong>lo.La película sale airosa de esedesafío gracias a algunas eleccionesinteligentes <strong>com</strong>o la desu estructura, de nuevo sobre labase de un esquema casi escol<strong>ar</strong>,simple pero sólo en ap<strong>ar</strong>iencia:la mitad en blanco y negro se enhebracon las imágenes de unaentrevista concedida por Guev<strong>ar</strong>aen Nueva York, durante suvisita a la ciudad p<strong>ar</strong>a brind<strong>ar</strong>su famoso discurso en la sede deNaciones Unidas. La otra mitades en color y sucede unos añosantes, al filo de los 70, en la SierraMaestra. Color igual acción; yblanco y negro igual pensamiento,ideología, discurso teórico.En la sierra es donde esta película,más bien fría, consigue sumayores intensidades, sumergiendoal espectador en la vidacotidiana de los <strong>com</strong>batientescon tan meticuloso detalle queSin química. Colin Hanks, su novia Selma Blair, mamá Meg Ryan y su novio, Banderas.Antonio Banderas es Tommy,un ladrón de guante blancopescado in fragantirobando una estatua. Meg Ryan,M<strong>ar</strong>tha, una mujer muy gorda ydescuidada. Henry (Colin Hanks)es hijo de M<strong>ar</strong>tha, agente del FBIy más un padre que un hijo.Cuando el muchacho se va atrabaj<strong>ar</strong> a la central del organismopor tres años, a su vueltamamá ya no es M<strong>ar</strong>tha sino M<strong>ar</strong>ty,tiene muchos kilos menos, laoperada (p<strong>ar</strong>a mal) c<strong>ar</strong>a de MegRyan y una nueva actitud quecampea entre el espíritu libre yla atorrantez. P<strong>ar</strong>a Henry, quevolvió a<strong>com</strong>pañado de su novia(Selma Blair), la flamante vida desu mamá es motivo de vergüenza:a ella le encanta v<strong>ar</strong>e<strong>ar</strong>se conchicos más jóvenes que él. Hastaque en una salida de madre, hijoy nuera, conocen a Tommy. Y sucedelo previsible: los chicos venen ese galante señor un candidatomás acorde a las necesidades de ladesatada M<strong>ar</strong>ty. Cl<strong>ar</strong>o, Tommy esladrón, quiere reincidir y Henrylo sabe más temprano que t<strong>ar</strong>de.p<strong>ar</strong>ece transmitir por momentoshasta los olores y dolores de esavida salvaje, llena de privación ein<strong>com</strong>odidad, animada sólo porun sueño de cambio. Como enuna versión guerrillera de Lost, elChe y su gente caminan exhaustospor las montañas interminablesy llenas de peligros hasta queemergen, sucios y lastimados, a laluz de Santa Cl<strong>ar</strong>a, preludio deltriunfo final.Es cierto que Benicio del Torodisfruta, a todas luces, de estasuerte de one man show, <strong>ar</strong>mandoa su Che a través de grandesdiscursos pero también de gestosnimios. En la Sierra Maestra, esComienza una investigación, queincluye escuchas de Tommy y deM<strong>ar</strong>ty, y eso hace recost<strong>ar</strong> la tramaen la p<strong>ar</strong>eja de veteranos. Hastaallí el film se movía <strong>com</strong>o una<strong>com</strong>edia casi amable, con Hanksun gran disciplinador, es capazde fusil<strong>ar</strong> a los traidores sin másmiramientos que el de un últimotrago de ron. Pero tambiénun hombre honesto e interesado–profundamente, de veras, sinpúblico ni, por tanto, demagogia–en la gente. Primero <strong>com</strong>o médico,después <strong>com</strong>o <strong>com</strong>andanterevolucion<strong>ar</strong>io. Siempre con ganasde escuch<strong>ar</strong> sus historias y unreflejo casi involunt<strong>ar</strong>io por sentirsu sufrimiento. No hay discursoni reducción a póster ni sistemapolítico capaz de hacer que eseinterés por el otro pierda, algunavez, ni una pizca de su poderoso,peligroso sentido. •5<strong>El</strong> nuevo noviode mi mamáMy Mom’s New BoyfriendUSA, 2008, 97’Director: George GalloCon: Meg Ryan, AntonioBanderas, Colin Hanks,Selma Blair.<strong>com</strong>o máximo atractivo. Sin químicaalguna entre Banderas yRyan (es increíble a qué tipo deactriz ha quedado ella reducida;de él mejor ni habl<strong>ar</strong>), el directory autor del guión, que apuesta aellos, pierde la oportunidad conlos personajes menores, más interesantes.Ya había elegido cont<strong>ar</strong>lecasi todo al espectador antes deque lo supieran los personajes sintener el más mínimo timing p<strong>ar</strong>ala sorpresa. En Estados Unidossalió directo a video. Después deverla, es fácil adivin<strong>ar</strong> por qué.•

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