13.07.2015 Views

filosofas - DSpace CEU

filosofas - DSpace CEU

filosofas - DSpace CEU

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Ï* .


h• *ir»-?if • r'-v. A:t ¡*/f u. :éV tn . •t,. . »»V»0* >*• . .• • i' *' •'• ;.^W *--.''‘*-r- /l^*;- ■' c *:••■ >. . .A •i •.-,I -V * ¿ VN* • J . ’I».' . .V «I^. iit'. í,• \ ••ì\- •/. ^ i»x4 «I rI'M.. •-./...•‘•I» • V«rr H' ;i* %Í ' /.■.'. ' i ‘ t ' * •. ,.,• v " , ■.. ^;jl::i ;' 'Í =-*u..-- ..>■


tv a à u c to v a s u sLicctorc«-.T j i presente obra, pequcfm en eltamaño, grande en la sustancia, hacejuego con el cuaderno recientementedado á Luz. para instrucciónde los Fletes del E stado dcl SaUvador. En el queda bien sentadala proposicion,, de que en el establecimientoíie la Iglesia de J, C,la Potestad temporal concurrió con6US persecuciones á consolidar loque eolo podia edificar la Divina,,este mismo resultado nos dá lapersecución Jacovina süscitada en laFrancia, y es lo que demuestra ellibro, que traducimos, si á la descriptivanarración de sus priiicipi.os, y progresos, de sus fines, ymedios, asocian nuestros lectores lahermosa perspectiva del restablecíiiiento de la ís^lesia de Fraa-• tci a.Este>Buceso, rio esperado delos ‘perseguidores, es una nuevaprueba del ningún po


«ti óbra laboriosísima de 21. lomos,conduje asegurando (¡ue fueobra de la intriga estrangera, bi.en calculada para hacer dar al J a ­cobinismo el traspié, que lo derrivóen tierra; cabalmente cuandose consideraba mas en la cumbrede su triunfo anti-christiano. Peroen el orden logico, y atendiendoalas (lemas escenas, que prí*para—ron esta, y que el mismo autor trasuntade sus originales, lo que debiaconcluir, era, que correspondiendosiempre los efectos aaus cau ­sas, no podia menos de sucederlo que sncedió, como resultado deuna pasión la mas ciogn, temeraria.y violenta, desde el momentoen que se ia quitan todos los frenos,una vez roto el de la religionverdadera.Pudiéramos también llamaren confirmación las consecuentesescenas Robesperianas y Napoléoniensque no b o u menos demostra,tivas de aqnrlla oculta, pero visibleProvidencia, que todo lo disponeá í^HS fines, forzando á la mismaperversidad sin que esta lo advierta,á que con sus atolondramientos,y furores arme la piedadasta en sus propios agentes, ypartidarios.No lo haremos, por que nieaben eu m i brebe prologo, ni bou


nnenostor pnra ios que han de leernuestra obra: rila en eusiancia essu mejor demostración, y acabaránde achiraría las circunstancins queconcurren en su nntor. Vamos puesá desembolverlns.J, Francisco Labnrpe Pnri-Fien como su Maestro Xolier^ vinoal mundo cuando el filosofismo doeste, ya entronizado por los conjuradosde la septa, comenzabaá exercer el imperio mas absolutosobre todo lo que se llüma Ciencia,y profesores de ella: el Jovenque aspirase al credito de literato,ó á obtener alguno de suslaureles, debia entrar precisamente -en sus escuelas. Arrevatado por elremolino de estas, no podia nuestroLaharpe dejar de hacer granfigura en ellas: tenia talento, no lefaltaba el genio, y sobresalía en loque se llama espíritu, este bullobulle, que todo lo acomete, todolo penetra, y por dó quiera se difundepara dar valor, y aun presenciaa las mismas bagatelas, sobretodo al arte de vestir la mentira,y la calugniá, armas unícadcon que se sostenía dicha escuela.Joven, y ya presunto filosofo,cargó sobre el en mucha parteel peso de la escuela: su Maestrolo havia recomendado com


'herencia suya en cierta especio dotcstatneiilo que hizo el ano de 1767,cscrivicri'lo á Mannontel con f '-cha de once de Agosto: creíaseentonces cercano á la muerte, quetardó mucho por desgracia de laiimanidad, y asi le decia „O s rpcoraiendoá Laharpe para cuando„ yo no exista: el será una ds /ascolumnas de nuestra l^Íenn'. e^ precisodarle plaza en la Ácademi a, paraque nós devuelba algo de lo muchoque nos ha costado. ( V. Barraci.Iliít. del Jacov. pa^. 230.t . 1.*^)No espresarc yo todo el valorde esta recomendación: ella loespresa mejor, que pudiera hacerlomi pluma: Vqlter es quienhabla, y esto sobra pjira losque supieren algo de su vida, literatura,y empresas diabólicas. Solodiró, por lo mucho que importa saberlo,qne Marmontel no pudo evacuarla tal coiniáion, por que fuetJiio de los primeros» que le volteáron la espalda hic^o que divisólosefectos do su conjuración contraChristo en los primeros pasos de larevolución de franela.Noostante reconocido Laharpe£jeneraljnf»nte por uno de losprimaros disipulos entre todos losMaestros de lasepta, ó como dice


Barriiel, por el hijo malcriado delcorifeo de ella, lo vemos en el añode 1790. (e ra el quincuagésimode su edad ) al frente de la escuelaentera presentarse en la Barrade la A. N. C. pidiendo la plenalibcrtaíl icairaU ó escmica como escuelade las costumbrts ( no se dice buenas )y del pairiotisjno: se entiende cualeia en aquel entonces, y por esono lo califica A. Eymery en surelato tomo 3.°Por dos veces distintas ( dejandosin duda aun lado al teatroal que dio su pluma varias tragedias)aviamanejadoelMercuríodeParis:en1772. \o redactaba á satisfacciónde su Maestro ( V. Sabatierart. Fenelon.) en 1793. volvió á sus manossegún confesion propia. Este periódicoSemanal, tenia entonces, segúnBr.rruel, mas de diez mil subscriptores.y era mayor el numero delos que lo loian: en el se sosteniala escuela Volierana por el mismoque mereció ser distinguido parahacer el elogio fúnebre de tanf^rande Capitan como el propio conliesa;( ss 25. ) se sostenia,digo, con las mismas armas de laescuela, es^to es, manejando con elCetro Dictatorial el elogio ó lacritic^a según los intereses de aquellalo exigían, y los escritores lo


necesitabíin. mismo reconoceque e n t i año de J793 ¡nroríoartículosen q Je „ ataqué dice algunasverdad s eclesiásticas, queentonces no entendía, y que despuésvien examinadas las lié encontra


que haya cargado la mano sobre suanterior critica, por que en iiechos dejuicioH lilem rios lo mismo t^iie en materiade testamentos^ los ultimas son siempre los*mrjores.Este ultimo sentimiento exactoen toJas sus parles, nos autoriz!\para suponer, que habría reformadocon otro juicio mas decoroso Sabatierel que antecede, si iiuviese liogado oportunamente á sus manos laobra, que traducimos. En eil i h br aencontrado méritos tanto para !« vantará mayor altura el literario de L -harpncuantoel iiupvoy justibimo merecimientocontraído con su retractaciónen la parte por dond- m haviaherido á la causa que defiende eiisu obra de ì o s t t a siglos ds la l iir j t u -ra Francesa.Barruel menos áíjrio en su censur.iporlo que hace al merito literario,si bien noalciinzó áver la presenteobra, supo álomeiios la de 6u arrepentiniicntoy co'wer^ion: „ los pa-.} peles públicos del día nos dicen„ ( son sus palabras) que Laharpeha sido convertido en su prisión„ por ol Obispo de Sant-Briei ?.,, no mo sorprenderá mucho la noticia,, í^os ejem^;los de ostí^ (^'•oIoíío v Io^„ frutos del ílTosofi-ímo deben hacer,, impresión ojj nn hombre, que tej,tcuieiJ^o ti espíritu justo, sepa


, „ confrontarlos con las lecciones, y„ |iro-nesas de sus antiguos Maes-„ tro s„ .La hicieron €on efecto, y Barruelno se engaño indicándolas causas,aque podían atribuirse efectosde esta naturaleza; mas debe añadirse,que á los ejemplos de aquelPrelado y frutos del filosofismo contribuyótamvien el examen seriode los principios de la ReligiónChristiana, única, que los tiene ciertosy demostrables. Asi lo reconoceel mismo Laharpe diciendo: ywe ásu examen es deudor de esta gracia delcielo en su conversión, ss. 30.Noostante en una larga notaque pone al ss. 19. con que contestaá varios cargos, que le hacían losantiguos amigos, resentidos de sureceso, reconoce no haver juradojam as tan absolutamente como ellospor los principios del común MaestroVolter , lo he contradicho for—„ malmente, ,dice, en la primera carta que le dirigí sobre un punto de„ critica mui importante en seguida al„ Conde WarvvÍK ( tragedia suya );„ viviendo aun alabe algunas obras,„ en que se demostraban sus errores„ y es bien savido, cuanto murmuraronlos <strong>filosofas</strong> m is amibos esta„ falta de atención mía al espíritu de„ la sepia, que por mas que se diganunca íue el mío . . . . ea 1788. há-


„ciendo justicia alas cualidadespersonales de Helvecio ocup^tres„ sesioires en el Liceo( daba leccioaesde filosofía ) refutando su li-„ bro del espíritu como uno de los„ mas malos, qne han salido alüz, comoun tegido de paralogismos, ro-„ fiamas, y abuelos de palabras con-„ trarias ai buen Sentido, y ala ino-,, ral etc. Helvecio era todo el que-„ rer de Voiter.Con el apoyo de estás, y otrasconfesiones suyas, que verá el lectoren su obra, yá podremos esplicar¿ como siendo tan intimo de la septay uno de los adalides mas aventajadosen ella, pudo por tanto tiemposostener sus intereses, sin profesarsus principios todos, y no compromstersocon ella ? „ era proyecto suyo„ (dice ss. 11.) concevido de mui„ atras de la revolución el abolir to-„ da religión; mas yo no crei jamas„ que fuese posible, el que este sue-„ ño de la íiloscfia, viniese aser una„ operacion del Govierio, y un aetolegislativo „ etc. es decir, que aunqueesta operacion entraba y entradesde luego en el plan del filosofismocuyo cliente era, tubo la fortuna demirarlo como uno ds los muchossueños adopta


inconvenientes en moral, y en polilica;pero viatos los progresos rápidosque hacia su atheismo con í>udescarada predicación, se a6rmó ruque era realizable, según aquellaprotesta de Volter a su Catodraticael Jusuita le Jai cuando advirtiendusu juvenil, é impioarrojo, le reconvinosobre que el enarbolaría el estandartede la impiedad, pero inutilraeiitejaqae atrevido repuso diciendo, eso loveremos.Veiánlo pues de vulto en susprimeros ensayos contra el Catolicisrao:este ediíicjo viejo como ellos decían,se deja minar; algunos desú sv.'dunrícs han cedido á nuestros ataí^tics^ por que no cederán losdemás al paso que nos'otroaacerquemos á sus muros nuestrosaproches, y asestemos nuestra escogida,y gruesa artilleria ? este modode razonar, que en lo humano tiene»tanta fuerza no queriun ver que enlo Divino ñaquéa en un todo: la esperieneiade 18 siglos, que enseñamas qup la vazon, podia dese. ganará (os que la ccn-ultan, pcio euningún mo 'o á los que de ia rüzoiilormarou su única Deidad, despojandoal ci' iü de su Omn potoncia, paravestir á este nu# vo ídolo con ella.De rí-lo modo rs con^otnarchn siriopo^icion en Ion prineipiüs,precij^ituLa á k s coijuiados de


•victoria en victoria, asta crcrla ya«n Jos últimos escalones del triunfoy (lar por realizado su proyecto. Siiiembargoentres« multitud embriagadacon el vino ode ellosy si bien mas tardo que Mai-nK>nCely otros, en su desenrredo,recom|/ensasu tardanza con la ventaja delmerecimiento qneha contraido en de,feelarcon mnyoraliento laconjuraci* afilosófica, según mas y mas se fue desarrollandocon sus propios progresos:toro, digámoslo así. el terminode estos, y su mismo nefando orrorJe causó el espanto, de que apenasíudo desacerse con la obra en queÍoesplica para desengaño de susconsortes, amigos y hermanos.Hemos visto que en el año de93. dirigía el Mercurio; que en el de97. est rivia esta obra y mui á losprtiKíipios del nño según se advierteen su ss. 19, por las citas que ha­


ce: en el intermedio de estas fechaísucedió su prisión: de aquí resulta,haver tocado, como deciamos antesel termino de los progresos Jacovinos,cifrado eik la Apoteosis deMarat, en la ruina de los Republicanospuros de la Gironda, y en elentronizamiento de Robespierre; sucesostodos capaces de despertar almas dormido en el sueño de laeternidad.Laharpe á despertado en fuerzade tamaño estruendo; pero revestidode un corage evangélico quepupera en un todo, y deja mui atrasel que manifestó en su contra avonandoal íilosofismo: Su palinodiaes la muerte de este: jamas se vioherido con mas punzantes cuchillos:sin hacer sangre penetran estos lomas intimo de su corazon: le rob ínsus secretos, evidencian sus maquinaciones:descubren la quilla, y quedaencallada su nave. Si el tonode su locucion fuese tan fácil, y llenocomo penetrante su espíritu, ytan suaves sus modos, como convincenteslas cosas que espresan,daríamos en nuestra pequeña obray en unión de su convencimiento, unmodelo también de la mas altaeIocuf*ncia.Qui&'íera delinear todos susprincipales rasgos, mas esto equival-


(J ríaá Irasponrrcn el prólogoci todocíe ia obra dando masque leer sin aumeiitnrotro^eríiolumento que el deltravaja Por esta re«zon me atendré ácoiiciuircon el mismocc n que concluyeel antor su obra.liavia este reservado para elfin de ella el coíitestar todas las objecionespuramentepersonates, y la quemas directamente lo atacaba era lasiguiente Por que eres tu chrístia-„ no tu que no lo eras ? Por que ha-„ ces tu la apologia deí Sacerdocio;„ tu que has atacado sus abusos .„ Sin embargo que la objecií,on es en todo personal, y en nin-„ gun modo del resorte de la causa,, que defiendo voi á contestarla, por„ que está hecha con el objeto de en-„íerm arn ii defensa por la inoci-„ encía cíe los perseguidos.„ En primer lugar ^ es menester„ ser christiano para tomar ta defen-„ sa por el oprimido? con fé^ ó sin„ ella, dó quiera semejante causa fué„siem pre mui sa n ta .... y quienes„ son los que me preguntan sobre„ mi religión ? son los rerolu-„ cionarios ( Jacovinos) respec-„ to de ellos podría limílarme á es-„ ta sola respuesta, que sí asi se qui-Mere. solo será buena para elfos, y,ytfil que no sufre rep lica... Si;y. y a $oi C hristiana, n or solo gue voso^


,,/roí no lo sois. Una religión que tie-„ ne por enemigos mortales á los„ mas mortales enemigos de toda moral,de toda virtud, de toda human -„ dad, há de ser necesariamente ami-„ ga de la moral, de la virtud, j„ de la humanidad: buena en fm contales partidas ¿ y esta lógica no„ será buena también ? ...........„ Si los que piden razón de„ mi fé, son hombres desapasionados,y sin partido, me bastará decirles„ estas dos palabras; yo hé creído desdeque hé examinado: examinad voso-,, tros y crereis.Basta, basta; no digas mas 1esas dos palabras son la espada dedos filos, con que el primer Apostolrasgó de una vez los velos de lamentira, para dejar en claro la verdad,asegurando que la evangélicasiempre esta dispuesta á dar razónde su exitjtencia, y de la fe Santa enque se apoya. ( 1.» Pet. C. 3. V. 15.)el que teme, ó duda de sus pruevasno es Christiano: es un ruin, unmentecato^i los sofismas de la impiedadpueden asustarle ¿que tiene quetemer bsaiendorazonarmaiiejando lostestimonios que lleva consigo la Santidaddel evangelio? No ha sido siempresuya la victoria ? Pudieron j a ­mas oscurecerla la bufa y el sarcas-Dio, con quela acometen los impioseadefecto de mejores razones?ol evangeliono es couio el filosofismo: la perse-


oucionlodepura,lasangre vertida porél laehnoblece, y ensalza, las burlasacrisdlan, y ponen á mas clara luztodas sus prueva?; es como el oro áquien el crisol devuelve todop susquilates separándolos de los falsosmetales, que lo empañan.Exam inad, incrédulos, y creereis: estudiadlos fudamentos de la Divinidadevangélica: no la insultéis sin conocerla:en buena razón no es permitidomaldecir de lo que se ignora, ymucho menos en ne£j;ociode tanta trascendencia¿Sois Jilerotos ? manifestadloen el examen, que justamentese os pide corao preliminar devuestra ciencia anti-chrietiana: hacedel examen, y despues resolved:vuestro delito será menor, si aun lapasión os ciega. Literato y de primerorden era Laharpe: el examen lo háganado para Christo por que no háde hacer igual conquista con vosotros,no habiendo como él ocupadoel trono de la maledicencia.^? Pero que diremos á esa multitudde Petulantes incrédulos, que sin literatura,y sin ciencia alguna, sin masarma que su ignorancia, insultan laReligión en que nacieron con igualatrevimiento, al que pudiera caveren un hombre cocido en las ciencias,y trastornado por ellas mismas en fuerzade 2U poca ó mala digescion? • • • •


ftl examen supone ciencia; no puedehacerse sino despues de iiaverestudiado: precede á un juicio, quedebe hacerse con conocimiento decausa,y paravenirá obtenerlo, hadeser bien meditado todo su proceso,r Cotfio pues podriamos decirles queexaminasen una causa tan remota desus alcances?... contentémonos puescon aconsejarles, que reconociendoeu ignofaucia confiésen su juvenilatrevimiento, y éntren luego en elestudio que les falta para poder hacerelexamen de su religión, y mientras,cierren su boca ó se la cosaiic-


. » E Z F A y 'A T IS .M O E X L A L E . W U A R T V O ^ .U C l O y A R L Ì .F O R J U M F R A . \ C J S C O l A l U R P E .TERCERA EDICION.EN p .íR rs AÑO 5 . - - 1 7 9 7 .F irnuiverunt sibi sprmonem npQw.im P s. 6 3 .Se njirinríron en el luihilo dr. uii leiiguage perverso.E l fanatismo hablando con propiedad és un zeloexaltado, y ciego por la religión. Ceñido á opinionesihisori is. y exageradas es un error del espíritu, que enespecie se llama entusiasmo. Cuando se esplica poreoíns practicas minuciosas viene á ser una pequenezdel ánimo que se nombra superstición. Si produce desvariosde iluminados de todas clases es un estravíodela imaginación exaltada, una especie de locura, quetoca en ridiculez. Todas estas necedades se encientran,y se encontrarán siempre en cualquiera religión,por que el error es del hombre; y los cristianos mismosno están mas escntos del, que los demas hombres:los cristianos lo son; y aquel Dios que reveló algénero humano lo que debía creer, no pudo quitar ásu criatura el sér esencialmente libre con que la haviaagraciado; de consiguiente, ni la libertad de preferirla mentira á ia verdad, y el mal al bien, segúnsu vanidad, ó sus pasiones; por (pie D iO S no puedeiiHidar las eséncias de las cosas. Esta es una verdadconocida de lodos aquellos, para quienes no es cstrangerala sana filosofìa.Vada de cuanto acavo de expresar pobre el fanatismopertenece al orden legal. Es pormilido á todool mundo el desvarrar en su creencia religiosa, siempreá su costa y riesgo, con tal que no se propaseá quererlo predicar; por que entonces la autoridad


en to?/ío todo esceso en unsentimiento bueno, y laudable en si mismo (hablamos con los gramáticos); porque todo esceso que »e sobrepone á la medida del bien^ lo convierte en mui#A ‘i Carlos 12- de Suecia estaba poseído dA /unaiism o de Ja giuria» imaginándoseque no havia otra en el mundo que la de vencer en la guerra.Jíoracio era un patrióla fanático cuando atravesó con la espada (x su hermana,porque le reprovó una victoria, que á ella privaba de un amante, deun esposo; y fué menester todo el sen’icio eminente, que acababa de hacer¿ la Patria^ para que el Pueblo compensando su falta con su beneficio» loabsolviese de la pena i que lo condenó la justicia. Los romanos no eran r«-volucionarios^ y entre estos habría pasado Horacio por un Palriota tnírgicoxse le habría paseado en triunfo à este fratricida, llevando por delante, y enla punta de una picata cabt^za de su hennina^ Bs verlad» que tntre tantashembras palrioticamenlt acuchilladas por nuostra revolución no ha havidouna siquiera^ que haya dicho ai con mudiQ; lo que h licrmaua de Horacioatrebió í proauociar»


Los qne han leí


la libertaí] es un don harto mnlo. puesto que el hombreabu-ia de el con tanta facilidad; que el honor estíimhien una m'o e¡ que crea ca un Dios Creador de una .Ima, que b i/o iinmortalpara un otro mundo distmto del presenie y pa


al mundo entero, siéntelo en mi corazon por vosotrosfilosofos soveranos; poique vosotros sois quienes la havcisprovocailo de cincuenta años á eata parte. Al menospor esta vez no diréis ya „que la filosofía no tiene ahu-„ sos peligrosos; que no pufde hacer mal alguno á los».hombres; que jamas ha turbado el muiido” ¿ osareisnegar que vuestra filosofía ha efectuado la revolucióndespues de haberos coronado tantas veces con su triun«fo, vanagloriandoos (antes de que ella os sumiese ensu abismo) de que ya no hnbia medio de lelroceder de sumarcha m ajestuosa? No, no lo negareis; por qno la impudenciajil)sófica y revolucionaria asi como todas las cosas,tiene un límite que no lá es dado traspasar hastael estremo de negarse á sí misma.Con todo entiendo, que me salis al encuentro,reconviniéndome, con que la acusación ea injusta,que se ha abusado enormemente de vuestros principios llevandola revolución mucho mas allá de donde vosotros (lueriuis quellegase &*c. asi lo haveis dicho, asi lo dcvuiis decir;sincmbargo yo podria demostraros en todo rigor, quementía, y que no sí^ h i liecho en ella otra cosa, queaplicar con exáctituJ todas vuestras maxímas. Pero noes este el lugar de semejante demostración; quiero sí alpresente cogeros de vuestras mismas palabras prefiriendohaceros el argumento a d horainem como sueledecirse.¿Con que, señores mios. se pnede abusar de lomejor.y mas bello que tiene el mundo? de la fdosofia^y llevar su abuso hasta un estremo de atrocidad y demencia,de que no temarnos idea ?.. ¿Y á pesar de todoesto cotícluireis que este abuso sea la filosofía en sítnisma como no lo es en efecto? Y que «i tampoco loes vuestra filoiofia? (Esto no es verdad bajo ninguuconcepio.) Pero bien, pasemos por ello. ^*Cómo quereisentonces que el abuso de la religión sea I * religiónSiisma? Qu6 dccis ácsto señores mios? Cs coiiciuyeat^


Gmi ^rijaTionto? Es rxílcfa la p'\rif'


sís)íi*r0, y conla:;uo aiui ron q'i? sub.'istr'. Por nn 1rnvemoirionto pareció hw or pcdriJo f\lü


apoyo contra los r(>fmctaños. Si huviesr» pensado nadamas que enrred.ir y dividir, su pensaiiiiríito era admirable:pero Mirabrau, (jue aun se lo proinet a lodo, queríaedificar y con-truir; y á este iiilento no podia servirlesu política falsa, ni su lógica inconseruente. Por quepara llenar su idea era menester roiitir cotí que el altoclero, de propietario reducido á peiisionista. de rico convertidoen pobre, pudiese en algún modo abruzarse conuna rovolucion, que le dcspojava de lodo, honores, eredito.yopulencia. Es muy natural, que el hombre despojadomire menos á lo que se le dej i, que á loque se le quita; yfuera de esto era preciso contar también con lo que se deciabajo c/ero(5)en quien havia sobrada sensatez, para percivirquela sostitucion de una pemion nacional á los diezmosestaría siempre subordinada á todas las variacionesdel gobierno; que una pensión de mil escudos incierta yprecaria no compensaría jamas su congrua beneficíal, quecuando menos es segnrn, si fuere mediocre, y un eventual,que nunca puede faltarle. vSobre todo se atravesavauna inconsecuencia manifiesta en no querer reconoceren Francia una RcU(fion dominante, cuando de hechoera reconocida, pues es cosa bien efectiva, que nnareligión cuyos ministros costea el erario público, y c u ­yos gastos sufraga la nación, no puede dejar de reputarsepor nacional, por Religion del Estado, y por(5) Espresion iodfccnte, qno. ha introdticido la corrupción y el orgulla I^ag;emrquía eclcsiastirn, como cuahjuicra otra, admite sin duda los grados queinodian entre superiores, é inferioras. K1 .sacerdocio es siemqrc \in caracterix’spetable; y de !a mayor importancia en la sociedad el que sea respetado.L a autoridad misma no d o e jam is pcrn>¡tin.c facultad alguna c|ue la com*prometa en nada con la


odominante en él, no significando esta palabra otra cosaque aquello mismo, que ton ostinadainente se queríaborrar de la idea. El mas, ó menos de tolerancia respectoá los demas cultos, nada anadia, ni quitaba á dichapalabra en su verdadera acepción. Mírabeau pues, elùnico hombre de gran talento que tubo la revolución,debió haver visto en aquella época, q\ie nunca sería dueñode contener, ó encaminar el movimiento una vez dadoá esta maquina, cuya única fuerza real en manos deun pueblo depravado, solo sirve á destruir, y en maneraalguna para edifr^ar. Es bien sabido, que tardó muypoco en convencerse de esta verdad, y que sus ultimaspalabras en el lecho de la muerte fueron una profecíacontra la franciay un juicio al mismo tiempo contrasi mismo. Me considero absolutamente dispensado deexaminar si esta constitución civd del clero era ó no eraconforme al catolicismo; ya porque ha quedado sinefeto, ya porque el gobierno actual no reconoce religiónalguna, ni algún culto pú'jlico. Pero lo que no puedoconcevir, a menos de penetrarme á fondo del espi*ritu de la revolución francesa; lo que tampoco puedocrer,, viéndolo con mis ojos y perciviendolo con misoídos (asi me sucede en otras cosas) es, que á pesar delo dicho, y e n el momento en que escrívo. se traten derefractarios^ y de rebeldes á los que reusaron subscrivirá una lei que ya no existe, á una leí diré mejor,que nunca pudo serlo, si no respecto de los que queríanser funcionarios jñdjUcos] por manera que, una vezrenunciadas estas funciones^ no quedaba evento algunoen que la repulsa no fuese enteramente libre, no pudiendopor lo tanto graduarse de infracción, ó rebeliónla dicha repulsa, al miMios para todo aquel, que tomalas palabras en su verdadero sentido. Síá esto se añadeque estos mismos hombres son al presente perscgidoscomo refractario'i de la leí por aquídla misma autoridad,que ha destruido la lei ¿roaquú voz ])odrc dosrignaresta violencia ¿ j/este acto legislativo sostenido en espacio


de cuatro anos, no reclama un lugar diotinguido en 1,í listade los fenómenos de la demencia, de la atrocidad, yde Ja impudencia, que tanto separan Ijoi déla historiadel mundo &. la historia de ia revolución francesa? (6)No ignoro, que los actores y factores de esta proscripciónsin ejemplo,fieles á su invariable principio de ca*luiruiiar degollando, no han cesado de vomitar con susacostumbrados alaridos esas invectivas tan insignificantescomo furiosas, áque el disgusto solo de pronunciarlas($) Este acto lejjíslattro entre los del mismo ffonero, es el 2 9 5 . y para queBe entienda mejor, es de saber que el presente cscriio os un fracmento de otraobra mucho mas considerable, de donde lo traslado desde luego, tanto por quesu demasiada estension exi^e que se publique separadamente, como por quesu publicación es para mi un deber en el níoincntp en que la |>ersccucionsacerdotal parece renovarse con mas furor, y re[>c3ér con osti nación lajusticia, (i que muy en vano se ha apelado por tanto tiempo. En cuanto ála obra orií^inal de donde esta sacado este trozo; obra que aun no he po*dido concluir, por lo que crece y se alai^asm cesar bajo mis nmuos; su ob«jeto esta reducido á presentar una idea snácienle de lo q u e es en si la revo-Jucion, no solo á la Europa, y á lu posteridad, sí con mas especialidad á losfranceses, que se hallan lejos do su apremio. Mi plan es caracterizarla pormedio del exam en de su lengua, que es, y ha sido su primer instrumento,y el mas imponente de todos; mostrar el establecimiento, y la consagraciónloffal de esta lengua como un acontecimiento único en su linea, como unescándalo en el universo, y del todo inesplicablc, si no se hecha mano dela teiiganza dititKu Con este mismo designio ho emprendido un poema, qnetengo ya mui adelantado; por que si la historia esquíen puede detallar loshechos, la poesía sola es quien puede gravar con rasgas profundos y durablesel horror por entero, y con todo el desprecio que meVecenlos crímenes revolucimarios. En este poema pues, es donde por voca de unProfeta dice Dios, y anuncia las desgracias de la Francia de este modo*Ebrio este pueblo con el vino de mi cóleraHablará un idioma a leí hombres estrangero:Idioma inaudito, qne solo espresa su delitoy el mundo verá en él lo que jamas’ ha visto;Y ya el mundo lo vi6: por lo que respeta á los fenómenos, de que dejohecho mérito: nuestra revolución, desde el momento en que los Jacovinof seapoderaron de ella „se ha convertido en una conspiración pública, [como„ obra que es de unos monstruos] conti^a la naturaleza humana bajo todas sus„ relaciones posibles, y este es su primer fenómeno: los demas son sti con*„ secuencia, y analogos k su proceder/’ Las palabras en ella asi como lascosas son meras mostruosídades; y llamo monstruosidad todo aquello de que nohai ejemplo en los hechos conocidos hasta su nacimiento. No insisto, ni meparo mucbo en los critnenes individuales, que son de todos tiempos coo pooadiferencia; trato si con la atención debida de los crimencs públicos, 6 quehan sido cometidos & nombro de una autoridad cualquiera y pública; y bajoeste aspecto puedo asegurar, que todo ha sido fenümeno en la revolución.


habría dado fin conellas, s¡ la tiranía iio íüviesc una rontíniiatiecesidad de la msntira, y si la bajeza asalariada nose viese de continuo obligada á repetirla, para perpetinirsu salarío. Por lodeaias conozco arto bien el sentido d


(]os. Jamas pues haveis hecho una acusación en forma,¿si solo por generalidades vagas; de consiguiente calumniosas.Jamas haveis condenado el crirneu, y si solo laspersonas, á quienes lo atribuíais sin prueva: en unapalabra haveis proscrito en masa por denunciacionesrevolucionarias., que eran en si mismas arrestos de muerte;y este no era precisamente el sistema de Robespierre,como haveis querido, que se crea despuegque dejó de existir; sino que era el sistema de todala FACCION dominante, y lo es aun hoi mismo conmas, ó menos modificación: sírvame de testigo la abominableleí del 3 Brumario ( 7 ) 25 do Octubre, y tantasotras, que no han sido abrrogadas; con(jue si jamashaveis osado especificar con vuestros pretendidos reosningún cargo ¿nó sera este proceder una demostraciónde la impotencia en que estais, no solo deenunciar delitos verdaderos, pero ni aun de encontrarapariencias bastante especiosas para autorizar (a acusaciónindividual ? verdad es, que vosotros podéis pasarsin ellas: las calificaciones revolucionarias han sobradosiempre para hacer todo el mal que se quería.En esta virtud puedo mui bien concluir, que todo aquelque ha podido escapar a la acusación criminal de unosenemigos, que podiendolo todo, no sé ruborizan de nada,es'desde luego, y á golpe seguro un verdadero inocente.Otra nueva prueva, caso de ser necesaria para unos.(7) Se pretOTide que por la nueva lei proyectada, contra la calumnia Hamadala ¡ei Daunou es pormitido prorarque uaa lei es mala, pero proLivido€l calificarla coií espresiones duras é ¡ndecentos* D e e^tc modo, si provar6yo que una lei es la violacion de todos los principios naturales, y políticos;un atentado contra la constitución, y contra el pueblo, que la La sanciouado:que dicha lei castiga al injcentc, y despoja &1 propietario; de cuyos supuestosnace que ésta lei en los que la proclaman como legisladores, y rcpre«sentantes del pueblo, es un crimen, una infamia^ no me será permitido decir,que la lei es ínfimo, absurda, abominable! N o será esto decir eu otros términosciudadanos libres, nosotros os prohivimos en nombre de la leí, el9, llamar á las cosas por su nombre siempre que estos nombres puedan herirnuestra buena opinion’^? Nada hai que sea mas consigiiiente, y el queésta nueva lei es muy revolucionaria como se vé> acercándola á sus ante«cedeotcs*


hombres incapaces de rubor, es que ellos mismos vaná salirme al encuentro diciendome ¿ y la Vcndee? y orespondo..En primer lugar; que aun suponiendo provadoque los sacerdotes de la Vcndee son quienes la pusieronen armas, laVendee no es la francia, y que solosvosotros en el mundo podéis imputar á París, ó á León,o á Burdeos los sucesos de la Vendee} vos acogereis talvez para salir del aprieto á las supuestas inteligencias,y comunicaciones sobre esos vastos complots, cuyas ramificadonesabrazan la Francia toda ( 8 ) ? y que puedo yo veren este ordinario charlatanismo de vuestras frases iribunicias^conociendo como conozco todo su valor, sinolo que todo el mundo vé en ellas? sin embargo quieropreguntaros, por que tengo derecho para preguntar,no hablando como no hablo en una Convención (jdondeestán las pruevas? ^Cuantas veces haveisc?cícorrerel velo de la grande conspiración} Cuando llegaráel caso de que lo descorráis? ¿Lo haveis siquiera intentadoalguna vez, ó hecho el ensayo? Héteos aquiotra vez en el sistema de Robespierre, en aquello dela gran conspiración que haexUtido^y siempre la basede todos los juicios revolucionarios. algún riesgoen el antojo de requerir ante todas cosas, que se provasela existencia de ia tal conspiración^ y que cosa era?(8) Esta fr^se se ha repetido cien mil veces con los mismas términos eala tribuna, y con especialidad en uq inforoie solenne del ven d im ia rio en queso quena provar de mil maueras el vasto com plol: tcnffo á la vista este in*»forme, y con efecto el cañ6i%^ la fjxH talia^ y Iris b a yondas protüTC fi sobcntia,^m ente H va^to complot^ sin que despues haya bavido necesidad de otra pruevafomo tr a ^ z o n * D e este mismo modo se debía provar^ fijando el carlélde los votos de la francia, que 252 mil de ellos componian Ja utayoria sobre950 mil: en efecto el cartéi de dicba m a y o ría se fijfi, y el cañCn en el 13.v en d im ia rio 5. de octubre dispensó la fijación de ol déla minoría supuesta, com oe ra razón; y luego en la convención se proclamó que h /r a n c ia h a via aceptadolos decretos del fructidor, sin que* nadie chistase, como era rasen; porque el degüello le huviera contestado aJ momento. Este foDÓmeno ocuparálugar cutre ios otros, y los coronará á todos. Esto es lo que sin comparación,ha visto el mundo de roas estraordinario en la sustancia y en todos 6U8acccsonos. Mas adelante (1) se dà el ¡qoIíto^ y esplica este suce^p»


Pero no .. . La conspiración era un axioma m atem ático,y su corolario la condenación ju rídica de cien m il inocentes!Mas aun: la convención misma, toda una convencióncomo ella era, creyó ser un deber suyo el deaaprovarlos procedimientos de Robespierre, y sin embargo¿podéis todavía hablar como él sin confesar, quequereia obrar como él?Preguntemos ademas sobre esta guerra de laVendee ¿ os acordaia de vuestras propias confesiones?Desde luego convendréis, en que ellas nada rae hanenseñado, como ni ^ los demas franceses que tienen ojospara ver, y oidos para oír; Sin embargo son preciosasen vuestra voca: yo las conservo en mi memoria; lanecesidad es quien las há arrancado de vuestro corazon,Cuando 03 haveis visto forzados á tratar conlos que no*haviais podido vencer; y á llamar con el nombrede hermanos, á los que tan frecuentemente denominavaisbandidos ó bcraantes, haveis convenido ciertamenteen decir de ellos cuanto podía justificarlos:confesabais entonces, que havlan tomado las armas pordefender los derechos mas caros de la humanidad, losmas mas sagrados para todos los hombres; es decir,sus hogares, sus templos, su culto, y los sepulcros desus Padres; en una palabra* que peleaban por todoaquello, que venían á robarles, y violar con tanta rabialos bergantes verdaderos, disfrazados bajo el nombrede patriotas, asalariados p o r P itt para hacer dites~table Ja rcvohcion. Pues bien! si estos desgraciados pueblostenian motivos tan legítimos para repeler la opresión¿ donde os haveis encontrado esas sugescioues culpablesque echáis en cara á los sacerdotes ? Si portodas partes se asoma el derecho natural (,:y quienpodría desconocerlo?) que tienen los hombres paraarmarse contra los asesinos, incendiarios, destructores delo s' templos, y profanadores de los altares: si los quehan levantado cl estandarte de una tan justa gueriacontra una guerra tan criminal, é impía no pueden serreprensibles? como podran serlo los que la persuadieron,y Ibmentaron?


Miserables! como os alreveis á tomar en vocala Fendéél vosotros áquienes el nombre solo de ladee devia llenar de confusion, sino fueseis inacesiblesal pudor, y remordimientos; si padieseis ser capacesde reconocer en vuestro pecho otro sentimiento que elamor del crimen, y el temor del suplicio ! vosotros,que por cuantos medios están á vuestro alcanze, haveisprovocado esa espantosa guerra en razón de queos era tan necesaria; ya por que en vuestro sistema infernalos convenia en todos sentidos, tanto por dentro,como por fuera; ya por que necesitabais de sus prete?-tos para el pillage, para el incendio, para la mortandad;ya por que vuestros degüellos en un Departamento ogservmn de motivo para proscrivir en los demas; y enfin por que os era necesario un alimento habitual deapagár la sed de esos trecientos milbandidos, á quienes llamais el Puéblo ¿ vosotros recordáisla Vendee; ese alimento de vuestro furor ! ¿y este alimentodonde lo haveis de encontrar, sino en los despojosdel oro y de la sangre misma? y esto no ostantehaveis podido imaginar, que tantos horrores quedaríansepultados al lado de vuestras victimas? que tantasatrocidades podrían ocultarse á la historia, que elsdencio de veinte y cinco millones de almas, obra devuestro terror, se robaría la verdad á las generacionesfuturas ? Monstruos insensatos ! aun hacéis semblante decreer que asi há de suceder: os sorprende y os indigna,el que se presenten al público algunos rasgos deJos que forman vuestro cuadro; por que en el registrarávuestra imagen la ultima posteridad; y como que nopodéis concevir, que haya quien se atreva á decirosen vuestra cara la menor de estas verdades ; Ha malbadostan estúpidos, como insolentes ! saved que si hastaaquí no se ha dicho toda vuestra criminalidad, espor que aun no era posible; por que era menesterpara trazarla mas tiempo, que el empleado por vosotrosen cometerla; por que es todavía mas Uificil el


hacer creíbles vuestros atroces sistemas, que lo hásido para vosotros el realizarlos; mas difícil aun darverosimilitud a la paciencia délos oprimidos, que romperel yugo de los opresores; por que el estupor Francésvá á ser en lo futuro un prodigio tan inconcevihlecomo la perversidad revolucionariá; y por que es menestertodo el arte de la historia, y toda la energíadel Poeta para caracterizar aun tiempo á tiranos, y áesclavos; y esto cuando la tiranía, y la esclavitud hansido sin ejemplo. Lo bueno es que nada se há perdido;por que adhuc pusillum aun resta un poco tiempopara que la historia sea con vosotros una justiciacoetanea. Ella hará parte de vuestro s iplicio; no porque (lo repito) podáis alguna vez cubrir vuestro rostrocon el rubor, y arrepentiros; sino ' por que siendotan vileá como sois teneis orgullo, y este orgullose iguala, sitio supera en el tamaño al de vuestrosatentados, y el de vuestro poder. Yo os oigo gritartodos los dias de esta manera „ Que ! hai quien se„atreva ádecirnos la verdad, despues de haver he-„ cho temblar á la Francia, y á la Europa entera ! Que!„ hemos tenido sobrado poder para forzar á veinte y„ cinco millones de hombres à que se prosternen en„ nuestra presencia, ó á que se callen á lo menos ante„ la Soberanía de nuestros crímenes; hemos podido tam-„ vien erigirlos en virtudes, y un fugo de nuestras cade-„ ñas, á quien tantas veces hemos podido degollar, y„ lo podemos aun, se atreve á designarnos con nuestro„ verdadero nombre, á decirnos cara á cara lo que so-„ mos, y lo que hemos hecho; y aun respira este miserable! . . . . „Esto es lo que decis: cstoi bien al cabo detodo, como si yo mismo os escuchara; y sin dudaque si consultase á mi primer impulso, disírutaría yáel placer de vuestra rabia, y de esta rab ia que paravosotros es un tormento y un castigo, aun en el momentode quedar satisfecha; por que el malvado lleva


en B¡ mismo su desventura aun cní\ndo sé cumple elmal que quiso hacer; Pero miá principios, con que afortunaday estrechamente esíoi abrazado, no me permitenesta especie de venganza por mas legitima que puedaparecerme. No, no sois vosotros á quienes me séapermitido aborrecer, y si solo el mnl que haveis hechoy continuáis haciendo. Por m is mon^^lruos que seáis, siempreápareceis hombres á la vista del Chrifetiano:aunque hayais desonrrado vuestra naturaleza, y renegadode vuestro espiritu, el christiano savo, save «jueno podéis quitaros con vuestro fiiror el natural, y destinoscon que os distinguió ei Criador: save, que en eljuicio de loá Tribunales humanos, único que toméis, noes el último, que os aguarda; save que esmui vana esaconfianz:i de que os vanagloriáis, de vuestra nada; porque solo la encontráis en vuestra perversidad. Si, si,el christiano sé estremece por cuenta vuestra al recordarestas palabras terribles, que se realizan todos losdias: adkuc pusillum^ el non crit peccalor, et guares iocumejusj et non invenies.^ todavía un momento y el pecador noexistirá: vuscarás el lugar que ocupaba y no lo aliarás,,Yo no dudo pues, (|ue os apresuréis h revolversobre esas vuestras fabulas estravagantes, y atróces quenos vendiais en la Convención contra el fanatism o de esosdesventurados de la Vendee. Si: dispensaos, os ruego derepetirme vuestra lección: 11 sé de coro, y no es difíciltomarla de memoria ! No la haveis repetido conarta frecuencia! cuantas veces haveis pintado á estosdesgraciádos pueblos como antropofogos^ como wios C anivales,gue sé comen los niños» que se osan á los ancianos,que violan y acú'^htllm a las mugeres; que mutilan á loshombres etc. etc. ? Quien se atrevió jamas á contradecirosen esto sobre vuestra tribuna, ni en \ue:^trosdiarios? iba en ello la vida, y en verdad, que el sacrificioera bien inulil. Yo pues voi a contestaros enla misma íbrma que os con!estaba entonces el silenciopúblico, y coiüj os contestará lu


hlatoria.. 1.0 Podría contentarme con una réplica mui simpley contra vosotros conclnyente; á saver; que toilocuanto haveis dicho es falao í por que vosotros soisquienes lo decis; pero las gentes sérias me objetarían,que no es un imposible absoluto el que los(aíieses, ó Jacovinos^ los rebolucionarios digan la verdadalguna vez. Conozco la fuerza de la objecion; perotambién es preciso confesar, qne en ello se versa unainverosimilitud, que se acerca mucho h la imposibilidadmoral. Unos hombres que con el mayor desca-^'o se hán formado de la calumnia, y de la mentiravn principio^ un dever^ un, havilo ( 9 ) y que hán( 9 ) Xo hai aqnitma palabra que no séa e s ;cta en su verdadero sentiMo: así«3 que la teoría, de la m'intir:», y e^a canssffracioa de la Calumnia se cncoatravasiempre entre \o& fem m enos do la revolución. N o se pueden haver ol-Tidaii? Ia?areng"i5 de Dantón. y consortes sobre la ca'.umnut cni permitidacontra los enemigos de la libertad ¡y es bien savido, que «stos liombre*-ene«ml^os de la libertad, como toilas las denomiüaciones rerolucionarias, v . g .v lr íí-Íor.rakcí, reaUslai, chovans etc. han significado, y signiflcaa todavía en la to -execrable de la /acción, á todos aquellos que m son sus cómplices d susesela-íor, aplicada esta deliaici6n sé verificará siempre con mui pocas escenciones.aquí pues el principio. El hábito es de tal modo conocido, y confesado,que sería mui superfino, y aan ridículo el intento de provarlo; por que c»ta t que si por azar se encontraren al gunos esoepciones, habrá la historia decitarlas como rasaos estraordioaríus, 6 como ana especie de prodifio: es puesuna cosa de hecho, que tojo vrv o Jacooino, P.Uridta, J^ontañes etc se ocunadia á dia en forjar las mentiras del signionto. Pur lo que respeta al deberel mentir es el primero para ello'», tanto que si por acaso manifeatase uno deesta buena pente el mas pequcáo escrúpulo ea este particular sería al momentotratado como un apóstata, nn tras fuíi;o: en una palabra, como el hombrehonrrado lo es entre ellos. I2ntrc m>l y mas hechos, no citaré otro que«1 del Vendimiario, por la razón de estar bien averio;nado. Haviáse dichceo la tribuna, que las Seccidnes ( cuarteles ó barrios ) 2a P a ris traba]nban enm atarla


eido convencidos do falsedad siempre qne se ljá permitidotraerlos al examen, merecen seguramente, quo se lestenga por indignos de ser creidos en caso alguno sobresu palabra ; y han alegado jamas otra prueva? fué ja ­mas admitida la contradicion, cuando ellos hablabaiide la Vendee en esa tribuna de la Convención, que erala del escandalo,de la impostura y dcl crimen? se opusojamisalguna cosa á esos informes de ^arrerc. áque el mismo llamava sus Carm añolas} Xiwo, vez que Philipeaux seatrevió á revelar una sola parte de los horrores P atrioticos^que se comeliaii en la Vendee, no pr»gó con sucabeza este atrevimiento? fué este nn ensayo nndamas, y llegava tarde ¿Cuando los Diarios mercenariosrepetiaii por todas píirtcs la calumnia, según orden, teniaaqní la Vendee siquiera uno que abláse en su favor ?j Podía suplir esta falta la correspondencia particular?rio solo estaban proividas estas comunicaciones particulares,sino que todas las cartas sin escepcion, y contoda notoriedad eran entregadas á la apertura inquisitorialde los Uranos que tanto havian execrado en elantiguo gobierno esta violacion del secreto, llevandoláellos á un grado de impudencia desconocido hasta entonces;por manera que quedaba perdido el miserableque se atrevía á escribir la menor frase de verdad.2.0 Dado ya el mientes fo rm a l sobre los hechos,y prevalido de la autoridad con que me juzgorevestido al efecto; vengamos á las verosimilitudes.Todas esas mismas atrocidades, que sin pruevaalguna imputabais á los Ciudadanos de la Vendee, «ehá comprovado despues que eran habitualmente lasiu s autores coDsecucntf*, y ncccsario* Unos hoinhrf^s onfre cjuienf^^ se hade meutir por sifjtcma ¿que otra anna pueden mnnojar para deieniJersc,para atacar que la de la mentira ? en el momento que c^ta los avandaaav á quedan bin recursc alguno* jVIenUráu» f uc% (odas liis veces que puedauhacerlo impúgneme ule* y por una cspccie de uecesidad«


vuestra?; comprovndo, dfgo bica autentioamente, comprovadopor confesion vuestra lainvicn y esto acontev.'iixsiempre que los Gefcs de los malvados queríandesacerse de otros tales que estaban á sus ordenes:Asi cuando Robespierrc dio muerte á Ronsin, y á otrosdevastadores d éla Fcndccy toda la frnncia resonó con elgrito de las barbaridades cometidas en dicho pais popsemejantes malvados; y en verdad que no es ami aquienS0 reíeria el cuento. Cuantos me conocen puedenatestiguar que siempre que vuestros oradores, y Diaristasnos hablaban de las mortandades, de los incendios,de los latrocinios, que ellos imputaban á los hávitantesde la Vendes', y o decia en alta voz „ Si: los lieclios„ son ciertos; no hai por que dudarlo; pero estos, que„ nos los refieren, no hacen otra cosa que relatarnossu misma historia, y según su marcha ordinaria pre-„ tendón haver sufrido los mismos miles, que hán cau-„ sado; y aseguran que sus enemigos son los autores,, del propio mal que sufren,, jo estaba bien segurode que no me engañaba.Pregunto pues aora ¿-si no será algo mas queprobable el qne una acusación es falsa, cuando e) acusadormismo confiesa haver hecho lo que havia imputadoá sus enemigos?3.0 A nó considerar en las cosas mas qne suturaleza ¿ será de crer que unos hombres, que haviantomado las armas por la defensa mas legitima, secomplaciesen en desonrrar tan buena cauí^a, imitandolos pn»pios escesos, que hechavan en rostro á sus perseguidores?¿será posible que huviesen olbidado degolpe el ínteres que tenían en conciliarse la amistadde los cantones vecinos, hasta el estremo de ejerceren ellos las devastaciones, y crueldades que los precisasená tomar partido, y unirse de veras (prestandotodos sus medios de defensa) con las tropas enviadaspara someter á la Vendee r ¿ será probable, que


cuando )a Vendee sé interesaba tanto en poder snoarBocorros de sus vecinos, haya tratado de convrrtirlosen sus mas crueles enemigos? Para dar algún créditoá la inverosimilitud, son necesarias pruevas positivas.¿ y donde están estas?Sin duda, que no esta fuera de la posibilidad,que ía Vendee haya ejercido represalias militares; quehaya ahorcado algunos prisioneros en razón de haversufrido igual tratamiento con los suyo?; pero tengouna prueva, de que no han sido muí repetidas estasrepresalias; puesto que con frecuencia, nos habíaisen vuestras relaciones de muchos prifíioneros vuestrosque han sido puestos en libertad; lo cual arguye que nosé les quitaba la vid:\ con la generali


medios como eran los que manejaron; ella dirá quelio teniendo apenas fusiles, y ninguna artillería séconquistaron ambas armas sobre las vuestras revolucionariascon un valor admirable, haciéndoos con ellasuna guerra terrible por largo tiempo: que toda esavuestra multitud tan cobarde, como atroz ( bien quemucho menos que los Gefea que la mandaban ) seapostaba siempre á distancia de sus enemigos, y noatreviéndose á hacerles la guerra, descargaba su furoren los departamentos que aquellos ocupaban, pero demía manera, de que se avergonzarían horrorizados losmismos Vandalos: que cuando vuestros Barreres anunciavancon una alegria infernal, y entre el ruido devuestros aplausos que la Vendee no era ya mas que unmonten de cenizas teñidas con sangre, esto era muicierto, pero verificado solo en cuatro departamentos enteramentedevastados por sus agentes revolucionarios, ymentian contrajendolo á la Vendee, dondejamas pudieronpenetrar vuestros Bandidos', que cuando llegasteisá repeler á los valientes de la Vendee^ y á encerrarlosen sus meros limites, este suceso lo debisteisá la brava guarnición de Maguncia compuesta deveinte mil hombres de tropa reglada: que hasta estemomento todos vuestros informes de la tribuna, siempre,Henos de una jactancia no menos pueril queferoz espresaban precisamente todo lo contrarío dela verdad, canviando las derrotas en victorias; y porultimo resultado que cuando lograisteis entrar en laVendee y recorrerla en iodo^s sentidos, fué ya despues deecha la paz; esta paz, que la historia apreciará, y queos abrió ei paso hasta entonces cerrado por las armas,y franco despues por la deposición de ellas.111He hecho ver lo que eran los protestos de lapersecución Sacerdotal; veamos aora sus verdaderosmotivos: Estoi tan impuesto en ellos, como vosotros


mismos, y todo el mondo lo save como yo; y tantoios motivos como los protestos son crímenes absurdosy odiosos.H aveis querido destruir ia Religión sin reparar en dprecio de esta empresa ¿ Y por q u e ? .... Ya no podiádar merito á ella la guerra contra el Clero, contra sugrique2 as, contra su autoridad, contra su credito: ningunade estas cosas existía: todos los Eclesiásticosdesde el mas rico al mas pobre estaban despojadosen un todo: restábales nada mas, que su persona, ysu libertad, y arabas estaban amenazndas desde laépoca de ( á ) vuestro Septiembre ¿y quien de ellos nohávia de temblar con semejante exemplo á la vista?Gentes tan desdichadas, siempre bajo la cuchilla dela proscripción, no eran ciertamente de temer. Seles temia sinembargo y este íue el primer motivo delodio implacable, y eterno, que armó á los Dominadorescontra el resto de esta clase desventurada, áquien no restaba nada por que ser perseguida. E aesta ocasion como en todas las otras el motivo há sidocruel como lo es siempre en todo culpable y poderoso.Una palabra de Tacito es mui del caso parapintar á nuestros Dominadores revolucionarios^^ Pa^^bebant, Terrebantque; temblavan^ y hactan temblar.¿M as que podián temer de los Sacerdotes?--¡Q u e podían temer ! . . el ser ministros de una religiónindisolublemente ligada con la Moral, Unos tiranos,que entre los que conocemos, son los primerosque sé hán imaginado poder fundar su absolutismo sobreel trastorno completo de toda moral religiosa, política,civil, deben ser forzosamente sus mortales enemigos,por lo mismo de no reconocer enemigo m asmortal suyo que esta santa moral. Concevid si pod e-[ a ] En los primeros dias de el fue la degollación Sacerdotal: diasae horror ea Paris y ea ia Fraacia.año de 1792 E. T.


is hasta donde puede llegar su temor, j de consiguientesu detestación por unos Ministros, que están encargadospor su estado, y por sus deberes de predicarlaá todos los hombres, y presentarla reTcstida deuna Sanción D ivin a ! si Robespierre y su partido huviesenreinado por mas tiempo, no habría quedadovivo uno solo en toda la Francia; ( 10 ) pero aquelgran Dios, que quiso castigar á la Francia, no queríaperderla. Debemos creerlo asi, desde que remos elgolpe que há descargiJo sobreesoámas culpables instrumentosde sus venganzas. ( b )Otro de los motivos no menos poderoso ( paracon los bandidos hanhrientos del oro ) que cl des¡>ojodel Clero, era el de las iglesi;is, cuyos bríllante#tesoros recalentavan tal vez mas que nada su imaginacióncodiciosa, y su insaciable rapncidad: ¿Y habríapara el efecto medio mns seguro que el quitar al pueblotoda especie de culto, y acabar con toda religión? Tal fué el doble moUvo de la persecución Sacerdotal;el segundo no subsiste desde que los T em ­plos c^uedaron reducidos, de un estremo á otro de laFrancia, aúnas meras granjas aruinadas; pero si subsisteel primero, y en toda su fuerza, desde que[ 10 ] Onantot querraa aqui reconvenirme ¿ ea pues medir&n ? DO teodreinos tz to tí para sentir la falta de Robespierre? cíertamenteque ai; por que^i huviera vivido u q poco mas. no re'^pirara ning^imSacerdote ¡Que haya muerto aates de cstenninarloa todos! H a! no no tendriáiDosla pena de lidiar coa tos que no9 rostin, ¡ Barb i ros m ontañeses lconfesad que reproiazo) vuestros sentimientos como si fuéra vuestro confideiUe:valor: pues, y continuad marchando por vuestra seada; ya saveis clpunió á qne os conduce !( h j Alude al 9 thermidor 28 de Julio de 179 V. D ia en que el triunvirato(le Ilobespierre» Sant-Just, y Coutlon coa tnus de 120 Jaco víaosperdieron su cabeza con asombro de todo Paris, y cuaiido su iQrror contabamas triunfob y victorias, sobre la (rVanciai y la Eurojja toda*


Ja (c^^an/a M on toñ i logro la rcposirion de su imperioen el Vendimiaño. Por lo qiio respeta á la fdosofía( hablo (le i>i ro de ipie buvieso, ó no una rt iigion: ia^i('d dri oro b'íi sobraba para deVas^lar lo^i t« u)plo9j cerrar lo^ yá íh va't/ul^is: y Ih: aqui k» qv« fiuti no lujiar há h'Klü) redjlu trii eu áportufa, y arreu^d í’nionto. í*tihn fihsofin qnt*' ostreinole Ij ui traido Ins dis< ipuloá ! si por tii| :tc huvie*ríM a'jooia lo á el boiiti en p go *\*i Itii levcioníisl6i no iiuvifsen envuelto en cariiicw a á miichtja(Je f>U3 !U;iestros, y (loc lor,evS ¡ HavÍ>V»ya l»i4e i s i!¡


enn al presante. Si; en ello.s sé ailvprtirá rjiie este ohia en c-izár (13)á los hombres y vafearlos como á bestias ,í nfor^mentarlos en todas formas^ q-iemarlos. ao^mlos-. dentjiil n-^/o.f, mulilarlof^ hacerlos trozos^ sin otro crir.K n q u e kucreencia?L a profecía de e:=^te p u c e « i o .c o m o «)trar> m u -chag de esta especie, que pudierou liacer«e, no noshabría parecido desde luego la mas deseoncertatla detodas las visiones ? .. .Pues bien: nos«otros, nosotros me diréis, lo hcmó8visto todo, ^ ello es caupa do que nuestra razón,que todo quiere esplicarlo y que se amotina contralo que no pueile esplicar, ac»í*e 6 nieo;ue la ProvidenciaI insensatos ! Cabalmente la Pro\idencia sola esquien dá razón de todo: ella sola es quien permiteel m«il, por que ella sola es quien save sacar elbien del mismo mal ¿Creis que se encuentre embarazadaen 8U justificación ? U i ! ella no reconoceotro8 acusadores snyos, que los que la desconocen.Si vuscaseis la verdad en su origen, encontraríais[ 11 ] E a los dep»rtameD^09 vecinos de la V e o 'le e .y e n otros m u'«hos, e i especial en A uvfm la donde mandaba el procuosul OnUlujft aalí'a a & cozaY S»c«rdotes, cumo 6¿ cazaa loe lobos.


( es cnanto puPíío ílf^cirse de mis cierto y ftpretnnt#* )que toilocuiuitoo-í parece e8|>aíiloso bajo un ptinto de vista.tanto mis admirable sé presenta bajo de (tropiinio diftiiito. Por lo que ámi tora, cuando me figurototnf>re, y me es—trem^zco; soi Francés, y me cubro de rubor; pero ho¡también chrÍ»tiauo, y como tal me prosterno y laadoro.No preterido, pues, que la rruelíbul de los verduscosFranceses haya sobrepujndo á la de los verdu£f)SRo. na'íos no: soi justo: los Chrif'liafios empd iilo^ por hís ordenes


-ÍÍ3


2ges todo lo que pueden hacer legalmente. Pero lo»Emperadores lloinanos sé avanzaron á mns; quisieronemplear 11 íuerza, y orilen:\rou lus suplicios, cotivirtienh)3c ea opresores. Noostante se advierte por Joni"'Ui)K, q'ie sus motivos, naihi tenían Je yil, ni poreu p irte se m'^z^J iv.! la ferocidad, ni la co iici:i,( 13 )y e 1 fn se pn’vali.ia de un especioso pretesto ciiile a poder decir álos chrlstianos: vosotroi desobedeceiánuestras loyes.M is que noubre daremos á unos hombr^'S,q’ie sin Giro raorito, que el de fiaver ellos abjurado deto la reliólo:«, quieren y h'icen un crimen á cualquierade tener iin:i ? á unos hombres que sin embargode hiver proclamulo que su república pe^'mite lo*dos Ins culto'i, dicen á h s cntoUcos: rcnnncia al iuyo^ ó lei a esto se Hñnde el que estos mifmoé hond^resno han pioscripto á tos Min¡.«tros, sino para despojarlos aliare?», y iio derraman la sangre sino paraarrebitarsó el oro.^ no resultara en ellos, formado ., elaunsijo de todos los rrimenes. y de todas las infimias? no se vera en ellos lo qne la especie humaiiapudo, y p leJe presentarda m\s abyecto y abominable?V i.¿Y q’ieserá, si délos motivos de la persécurionpasamos á d ar idea de los medios empleados on ella ?ello es d,i necesidad hacerlo, puesto que todo se roncie.'tr>,y refiere en un sistem.\ convenido d«í opnesioay en que las ultimas crueM;iJ'’'í son consecueucia déífis pri.ueras. pu¿s niícesirio ((ue a-í 'ohigim oay digiri lu qu3 quieran esos (¡ue l \n fuerte y cobardementenos acusan msercanio$ una memoria[1^] Se cutiendo que hablo ilc los Trajanos, Marco? Anroliosñc los DiiKrlaci.m H, y no de ac] vjl>osmjn9tn].)^^ c]ue se (1^'jahaa arrebatd' de811 n i uro! bái'üArOi y UromoQ eu clhucUo sie querer aodbdr cuatiaitoi.


( M ^ Esta espresion que se alio la bajVzap ira i’tsultar a' oprimido cuando mas trataba de adularal opresor; esta espresiorj tan absurda co:no atruzen el sentido á que se rontrap. es d¡ir,n de orup:irun püv'sto en rl leti^unjií rsuolucionnrio. Rn el uuestpü,en el de tolos los honbri*s, solo cma -rvirin m m^.moria tnphcfíhle aquellos, que en un estndíi nu^-To d e c o lla s no perdonan en n u l » á los q u e en el a líguoeran lo «pje dpvian sen siendo para elío« un c¡imy el no haber sido HepiM canov .hiríinto I.i M o,,rqnia(15); el haver hecho aquello áque |.j!«íluui-. ^ ^ t i D e este modo se eepresa un librrio, quft tiene por tiluJo ponía insultar l" los males de la Francia.No quie-o decir mas; el autor es iin joven, y puede corregirse: talTes lo habrá estraviado la loca vanidad del paralogismo: mas si esfa vanid dlo lleTO, co-no puede temer.'^e, á querer ¡usfificar males tan graves, entt>nce


a su deber; el haver gozado de los derechos, queeran propios; de los bienes que les pertenecían; de laconsideración que Ies mereció su conducta; de haverservido, y honrrado su Patria bajo un Rey, como sifuese possiole en Dqueüa situación separar al Rey dela Patria; en una pnlnbra sé proscrive sin escepciontodo aquello, que liavia silcr» loi ucritoreM tle C uir^nirrf (d e tíeuda puesta, qne digamoB) los cuales ocurrían á todo vendí-CI) 1o cartas de fe licitaciones, de amores, de injuiias: entre ollas, unas eranda estilo üe á diez sacidos, ótras de e¿Hlo Je ^evMty y otras de á tre*inta* ¿H8 primeras serrian á los que no sarian leerni escrivin las segundaspara los que saian al menos uno y otro: y Jas tercer a» para los mancebos de tienda publica. Estas ultimas eran del e-tilo ÚoriJo, y con ellasy por treinta sueldos se 7cndia ol eipiritu y la Frá^c: hé aqui toda la ge*rarquia del efpíritu revolucionario llamadlo el befloi el ha dado cinco 6 se*¡s escritore^^ y otros tantos oradores de la Montaña^ que se han eleraJo*hasta el estilo de á 20 sucMos« Mas lo que hai de chiste en esto« es, quee^tos corifeos dcspracian con la mejor feé de el mundo á los cofrades de 4futidos; y estas pobres g^entes no dudan que vendrá« un dia que do es«ta 1^^^* dciaparecei*a esta distinción entre ello^ asi como desaparecióla quQ ba?ia catre loa úÍQho% UGritQm d i C harnkn.


monto s6 noq prespntnn norá en la escena, p o m o liave r ’repreafMitado antes en ella corno asesinos; que sécreen políticos, desde que se convirtieron en moneade M »qui,íl)clo; que fic creen escritor, s, desde quopn lioi'on or.Ienítr cuatro frases sobre los granflt-s riiin-rt-s;qne se creen profundos, por qiio n.zonan tiitir gl * V fri;imente sobre los desastres, y hi stanu-. p i-tá ítu¿>o;u I- á los ne


que la refinada necedad es respeto de una grosera ignorancia,y lo que el bello espíritu de la antecámararespeto del lenguaje de una taberna. Saved, quevuestros miserables cálculos personales no tienen masvalor, que vuestras teorías generales; que los Jacovmosdesconocidos al presente por vosotros, nada menos osaborrecen, que como á viles, que han perdido su energio',y que las gentes honrradas, respeto de quienestomáis un aire de maestria, y amonestación tambiefios aborrecen, 6 como insensatos, ó como impostores;que los primeros os daran muerte enei momento,quesé vean mas fuertes y los segundos os harán ocuparcl lugar que os corresponde, es decir el de vuestranada.Hecha una vez esta bien merecida justicia á losrazonadores^ revolveré mis pasos sobre la conducta dede los perseguidores.VIIDesde luego se procuraron estos informar deaquellos (Sacerdotes que eran tenidos por mas corrompidos,y mas indignos del ministerio que ejercían: hicieronlos de 5U gremio, y entender al efecto, que estandoproscripto generalmente el Sacerdocio y eí culto,no les queOaba otro partido para escapar á tanabsoluta proscripción, que el abjurar solennemente sucreencia, su profesión, y el ser los primeros en daral Pueblo el alarma de la apostasia, de la impiedad,del sacrilegio. Prestáronse al intento estos Sacerdotes,viniendo á declarar ante los graves legisladores.,que havian gastado toda, su vida en enseñar una falsareligión, que ellos mismos no creían, y en señal desu desprecio arrojfin por el suelo los símbolos todosde su Ministerio entre cl ruido de los aplausos y vivas.No hai sobre la tierra rincón alguno donde nose les haya contestado á tales sacerdotes „ Cualqui-9, ra que sea al presente vuestra opinionj cualquiera


„que haya sido eu el tiempo anterior, es imposible„p o r ella concluir cosa alguna contra la religion5, que adjurais; por que quien nos asegura, que el„que por confeslon propia há sido capaz de hacer„ tollos los dias traición á su conciencia no la haga tam-„bien en este momento ¿Si por un Ínteres cualquie-„ ra haveis sido hipócritas, ó impostores en vuestra„ profesion ¿por que no lo haveis de ser en vuestra„apostasla, llevados de otro cualquiera Interes ? To-„ do lo que aqui sacamos en claro, y de confusion„propia, es que vosotros sois los mas grandes bribo-„ nos, los mas grandes canallas, que existieron jamas„ y que al presente sois los mas impudentes de„ los hombres ”No es pues posible, ni cabe en la inteligenciahumana aliar una replica satisfactoria de este ápostrofe;sinembargo, asi como pudo decir con muchaoportunidad Robespierre ¿ No estamos nosotros llama*„dos para hacer todo lo contrario de lo que el mundohá visto hasta nuestros dias ? asi también la Convención,fiel á este grande axioma, há podido darnosy nos há dado en efecto uno de esos muchos fenómenosconvencionales, que la conseguirán un lugardistinguido en los anales del mundo „ si: si: hagase Menciónhonrrosa de la conducta patriótica, y fdosofica de losciudadanos exacerdotes ( Ilarenga del Presidente nom en os patnotica,, yJilosc^ca') . ...a l momento pues de estaescena, se ponen en ejecución las farsas horribles, preparadasya para acostumbrar los ojos del publico ála profanación y al latrocinio de la impiedad. Venseluego arrastrar por entre el cieno de las calles yplazas los ornamentos sacerdotales, los instrumentosdel culto, los vasos sagrados. Mas aun esto es pocoimportaba;era indispensable que la autoridad publicasancionase estos abominables escándalos, estos de-Baciertos del mas vil populacho; y que los Represen-


fantes del Pueblo Francés emulasen á la vil canallaá los bandidos de la capital en el desnudarse detodo pudor: tal es la exéncia del espíritu revolucionario:he aqui como se complace de que dentro delseno mi'-mo del Cuerpo legislativo sé presenten detedas partes los despojos de los templos, y que concelo unos de otros manifiesten los bandidos sus robos,su torpeza, haciendo gala de su ignominia, coiiun despreciable bruto, que aparece, y atraviesatodo el salón, adornado con una Mitra ( 17 ) y vestidode uiia capa Sacerdotal, entre los mil cantos de laBlasfemia, y los correspondientes reeponsorios, ó masbien indecentissimos proloquios de la crapula, y dela ferocidad!...........¡O saviduria eterna ! . . . . á tantoLá de llegar la estupided, de los hombres, que o-Bcn desconocerte en medio de las lecciones terriblesque acavas de darles, de esas lecciones tan necesarias,como consiguientes á sus nuevos atentados. ! . . .¡ Há insensatos! Que ! pedis milagros para creer ensu Providencia, cuando vuestra ceguera llega hasta elestremo de no ver el patcniisimo milngro de su venganzaen esas farsas inauditas, que os permite renovarcasi todos los dias ante vuestros legisladores!¡ O SANTO DIOS I con que luz pueden verte en el actodel desprecio, con que los castigas desde tu mayoraltura, dejándoles en pago esa perversidad loca,y orgullosa, que tan amenudo les tienes ofrecida elesos libros Divinos, que te has dignado dictarles! (18)con que luz podrán verte en el momento en que con unojo de tu justicia hechas una mirada sobre los dig-(17) debe notarse que en aquel mimento el amr»no era el Animalque mas desdigese ó desmintiese el digno lugar, que se le iiucía ocupar enla Cünvcndon^( 1 8 ) Confuti gunl qttonian Deus ipi'evit c o t... audirit Dominiu «e^ r e a t etc.


nos monumentos de esa su filo s o fía moderna., de esafilo s o fía que devia regenerar á la Francia, y al mundo;jobre esos sus dignos omenages á la in m o ria lAsanbíea^ que á cada momento se llamaba ella mismala m as augusta del universo', sobre esos grandes le~cuando sentados íoire s illa s curules, diverliansus cuidados gravisimos con esos grandiososespectáculos, vistos, y admirados por la primera vezen e l sig lo de las luces y dirigidos por los bandidos re~volucionario s; esos espectáculos que no verían sin espantolos bandidos mismos de otras naciones, si seles propusiese ejecutarlos imitando tudas sus farsas enla oscuridad de sus cabernas. y en el trasporte mismode sus Orgias!¡ O filosofos ! vosotros digo, los que aun nohaveis levado la locura al estremo de estos contra quienesescrivo ( Los Atheos V yo os conjuro, y os reto paraque respondáis. Subid idealmente por un momento átomar asiento en el tribunal del OM NIPO TENTE;si vosotros que lo reconocéis, y os desentendeis desu le i! subid; y tomad asiento en derredor suyo:subid; el mismo permite al pensamiento que arriveá todo aquello que puede ilustrarlo, y aun el que entreen discusión con el mismo; y no solo lo permitesino que lo reclama sin cesár llamando á juicio á larazón humana siempre que el orgullo no la aconpañealterando su fé: el nos ha dicho á todos: arg u amte^ et staiu am contra íaciem tuam . yo os convenseré confron-tandoos con vosotros m ism os. Oidle pues qjie dice, potjiendoá vuestra vista no solo el cuadro, que yo acabode trazar si no todos cuantos há trazadola revoluciónFrancesa,, aora bien que otra cosa mejor podiayo haver hecho para deseo rreel velo de vuestra9, ceguera, que la que he hecho con Maestros, y discípulos:j vosotros haveis dicho, que mi lei era el origen de}) los males del mundo, y que vuestra fd o s o fía lo era de


„su felicidad. Los hechos hablan: yo he [-ei’mlíido„que vuestra filosofía sé sobreponga por un momen-„ to á mi santa lei; que esta mi lei quede proscri-„ I ta en toda la i'rancia, para que domine y reine„vuestra filosofia sola ¿Cuales, pues son decídmelos„resultados de este cambio de dominación? que me„decis pues, de vuestros Legisladores, de sus leyes,„ d e su pueblo, y de vosotros mismos? esa nación„cuyo orgullo me ha repelido á virtud de vuestras,, lecciones de orgullo. ¿ cual es aora su puesto ? mi-„ radla^ y ved aun puede descender á mayor baje-,, za ? Si: vosotros para quienes son conocidos los si-V ^los precedentes; vosotros que sabéis de coro lo„ que híin sido, y son al presente las naciones, vu sed„entre ellas, y e n sus respectivos siglos, una cosa„que si quiera lo lejos se parezca á lo que voso-„ tros sois. Haro pues mal en detestar ese orgullo,,, que os ha conducido á este esceso de abjeccion„ ¿ Haré mal en confundirlo, y castigarlo ? ¿ será par-„ te de mi deber el defenderos por mas largo tiempo„ contra vuestra demencia cuando ella me desafia con„ tanta insolencia, como pertinacia ? No estará en„ mi derecho el avandonaros en vuestro descamhio?„ Y si apesar de mis lecciones tan asonbrosas, tan„ terribles, tan humillantes, persistís aun en vuestra„revolución; si aun presistis en Perezca elmundoentero antes que nnestra filosofía ¡Desdichados! No„ acabariais con sola esta palabra de justificar micon-„ducta, quedando vuestro crimen sin escusa? No, no„ el mundo no perecerá; por que yo me he valido„ d e vosotros mismos para amaestrarle en vuestro de-„ precio: La francia no perecerá tampoco: por que su„ gran mayoría yá se ha convertido á mi, y por que,, ya sus innocentes victimas obtubieron de mi su per-„ don: vosotros sois los que perécereis; y el mundo en-„ touces confesará acorde, que 1q haveis merecido, y


S que el seJior solo es ol justo ”VIII.No hé potllJo resistir á este impulso del alim:el sentimiento que Ja llena, se anticipa muchasveces bien á pesar mío. sobre verdades, que para llegará ser inacesibles á las sutilezas filo s ó fic a s , necesitande ser presentadas bajo toda su estension. Loserán con efecto: yo lo osaré afirmar: mas por aoracontinuaré el resumen sucinto de los hechos principalesque han caracterizado la época, á que mecontraigo.^Los legisladores con toda su .grvedad declaranywc la nación renuncia á todas sus preocupaciones; quee lh abjura dc¿ fm aiism o; que há llegado el reino dela llo^soJia:pero los atentadosla misma infame canalla,que merecía el ultimo suplicio, y que lo habría sufridoen todo otro lugar que no fuese la F rancia rcvo^/Mc.oM'/na, aun suponieudo añadiré que semefantea horrores lubiesen cabida fuera de ella; sus atentados,repito, les parecmn á nuestros Le g isla d o re s m eem n e l voto de la nación entera y e l triu n fo m as clasico de la razónIJiose pues la frden de cerrar todos los templos deadoracion, mas nola r.ipacidad, y al pdlage destructor. Entonces fuócuando comenzó esta devastación, que tanto há esce-(19) N o es de olvidar, que Robespierre mismo los -d c'pues en la tribuna de la Convéncion oumcrandolos piifro i«..ne» de que hizo cargo á los C/uiumeUc, | los Ilebcrt & losdo trató de perderlos. M as diciendo siempre que'con’ hects ¿ r - f 'Z “ f pial cTpmlSaÎfe d“mo cnn/ccmîoïio, de que tem a tanta necesidad: acasaba on publico á 1 Jmos que escitó, y puso en acción, y cuando va no les eradado »1 .inC t,ay sé giiar.iava de procurar la enmienda ¿n lo qne se hacia- e s tc ^ e ra T u«isteiua; sistema de que se valió para penlor á una multitud def « , y fue ¡w r Im el que le perdió á el cii.m o.^


dido á las invasiones de los barbaros. Estos iiicor*diab.iíi las iglesias, que encontraban al paso; y estomismo sucedió durante nuestra guerra civil entre católicosy septarios. Era pues su furor como un torrente,qué arrastraba en pos de si cuanto se le oponia;pero que dejaba intacto cuanto no locaba: elchoque dé la guerra, como el délos Partidos, y el de laíuerza misma rompiéndose contra otra fuerza semejante,podian escusar hasta cierto punto esas sus violenciasque aunque odiosas siempre en si mismas, eran almenos parciales, y pasageras; tales al fin, cuales hanvisto los tiempos y permitidose la licencia military la venganza de los vencedores en todos los lugaresdel mundo; mas cuanta no es la diferencia envuestro furor revolucionario I este se desencadena pormedio de una operacion Icgal^ goneral, y espontanea:esta operacion se ejecuta aun tiempo en los ochentadepartamentos, donde no havia ninguna fuerza aparente,que se opusiese al Govierno, y donde los brigantesde cada canton armados, y dirigidos por losgovernadores, escogidos y ap ara ser sus dignos gefes,allanando los templos, se roban todo su oro, su plata,hierro, rejas, marmoles, toda obra de ensambladura, ropasde todas clases, ornamentos; en una palabra, todocuanto era trasportabie, y destruyen á demas cuantono era accesible al pillage: arancan tanbien todaslas obras del arte que decoraban los muros, hacenpedazos las estatuas, demuelen los mausoleos,estraen hasta el plomo de los ferétros, desgarran, ómutilan los cuadros; pero sobre todo su mayor empeñoes no dejar el menor vestigio, de cuanto puederecordar alguna leve idea del culto religioso; y alefecto formam andamies para que barreteros pagadosá gran costa, piquen, desagan, borren los mosaicos ypinturas de las bóvedas, y las esculturas de las pare-


, (Ipp. En pogiiida bajan las compañas para convertirf-n metal en moneda, costando esta anioncdacton pa trió ,iu a al estado veinte millones según coníesion propia.En ftn por la primera vez desde que cl mundo esiriundo se vio poner p1 mismo cuidado, esmero, diligenciay costos para destruir que el que siempre selluvia empleado para edificar esos monumentos tan preciososdel arte.^^ _ ¡Insensatos! ¿ esíá por ventura gravada la íeéchnstinna sobre los muros, ó paredes de sus templos. ?La religión de Jesús está escrita en los cuadros dépu ornato ? ¡ I-lá ! está si gravada en los corazones,donde no alcanzan vuestras garras; está escrita en lasconciencias; si en ese tribunal, (jue vos condena; lo CHtárn el espectáculo del universo, desde donde habla átodos Jos hombres, y en el cielo mismo donde ellaserá vuestro Juez. ¡ Destructores imbecilés! Haveiscantado victoria ¿ y donde esta hoi esa vuestra victoriat Día con dia bramais de rabia al ver la afluenciaque de nuevo llena nuestros templos! es verdadque ya no son ricos, pero son siempre sagradosc.tandesnudos, pero llenos: há desaparecido la pom^]>a, pero revive mejorado su culto: ya no se pisanmarmoles en ellos, ni se ven tapices preciosos, peroL s fieles se prosternan sobre escombros, y lloran sobrelas ruinas: el aparato del s a c r if ic io es pobre*inas la piedad es pura, y la adoracion mas profunda'Se buscan en vano los sepulcros, pero se ora alUi ;or los muertos y el dolor renovado sin cesar plañe auntiempo por los muertos, y por los sepulcros. De este modoes como vuestra estúpida rabia os retorna, y deviáretornar en todo, los males de que fue causa: asi escomorl oniiiipotciite se rie de la locura de vuestros proyectos,líe la impotencia de vuestros esfuerzos: era sí muy pro-;)iu de súloü vosotros que tan inferiores os haveb mostra-


cloá cuantos hasta aqui romponián la ultima d a se cJc laespecie humana; era si digno de vosotros, el gloriaros dehaver avanzado en una empresa, en qne los Julianos, yDioclecianos sucumbieron de un modo tan vergonzoso.IXDesde los principios de la revolución anunciaronmuchos hombres advertidos de su prutlencia, ómas bien de su terror, que la FACCION á nada menosaspiraba que á destruir en en la Francia, toda especiede culto religioso. Sin embargo yo iio puedocreer, lo confieso, que esos mismos huvieseu podidopresentir los males que hemos visto: esto era imposible.Nuestras ideas sobre lo futuro nunca pnedenser sino por la esperieucia de lo pasado; y esteno ofrecía cosa que se pareciese á lo sucedido: aundigo mas: osos mismos que se han dejado arrastrarátan inauditos escesos, jamas pudieron imaginárseloseu su totalidad: no han marchado pues en su ejecuciónsitio ámedida que se los hacia practicables unaprogresión de circunstancias, que sola la providenciah i podido permitir, y la historia sola detallarlas.Pienso que el proyecto de avolír toda religión exhliny de mucho tiempo fítras‘, pero jamas hé creído que eraposible que este sueño político llegase á serio de unaleo-islatura ^’por que como es dable que en una naciónilustrada, cuale^^qniera que fuesen sus legisladores,y su opinion, ignorasen lo que á nadie es permitidoignorar, y lo que aun politicamente hablandoes de una imposibilidad absoluta; el que uu ordensocial cualquiera subsista sin una religión, sin un cultopublico? Que apariencia havia de que los legisladorescayeseii en un esceso de estravagancia de queno son susceptibles aun los pueblos salvages ? estosrazonamientos eran plausibles. Sola la esperiencia po-


(lia tlemostrap su error. Tal era mí errada opinion, sibien es la mas cbcui=iable de otras en que hé • caiJo.Se puede asegurar igualmente, que ella há influí do sobretodo:^ los aconlecimientos de la revolución; y queá medida que los ‘>nomtruos anunciaban sus crímenes,como para ensayarlo..:, d esceso mismo de atrocidadalejaba ia verosimilitud en términos de no (ornarsemedida alguna para impedir lo que no secreia posible;y a»i ni la csperiencla misma sirvió á precaver estalalsa seguridad, que vino á ser por fin un entorpecimientosin escusa. Pero digámoslo de una vez: sin estaceguedad, ó aturdimiento inaudito ¿ como podían llegará enseñorearse de la Francia los que la dominaronsiendo asi que la havian de dominar iX.Era menester también, que al pillage y profanaciónde los lugares santos, se siguiese el de los ministrosdel culto. La logica de estos malvados losobliga siempre á concevir nuevos crímenes como consecuenciasde los que antecedieron, y como coberteralos unos de los otros. Prestábase á todo la estupldeasombrosa de los bandidos, puesta en acciónpor los JMonsiruos., quienes en el hecho de acucliillará los Sacerdotes, les parecía ver justificado el pillage,y profanación de los templos. Dióse pues la señaly se oyó el éco en toda la Francia, de correr al degüellode los Sacerdotes, como enemigos públicos que no mere*d a n alguna piedad, p o r que no respiraban mas que sangre,p o r que no aspiravan à otra cosa^que asumir a, la Franciaen rios de sangre, etc etc etc. Yo repito los mismostérminos repetidos entonces sin cesar por todas partes:sávesé ademas que estos eran los mismos quese empleaban siempre contra toda clase de proscriptos;y todo era proscripto, menos la FACCION, y cu­


an'o decía relación á ella. Después de ocho añosí


empo tan real, como involuntario. Heclia una revistaexacta de cuanto se relató durante uu año en labarra de la Convención, resulta que cuantos veníandiariamente á referir las hazañas de sus pillages, todosse espresavan al tiempo de presentarlos ,, Despajost k l Fa n a tism o „ y el boletín de los Legisladores quenos ha conservado estos titidos do su gloria, dice siempre„ El ciudadano tal presentó tales despojos d clF a n a tis m o : m ención honrrosa „ Jamas, ni por descuidose oyó en estos lances pronunciar la palabra BeUffi-’on ni á los legisladores, ni á los brigantes; y en verdad,que no era un comedimiento,ni respeto, en quienessolo soñaban los medios de borrar hasta el nombre,y sus menores huellas. Pero h lo que se vé estasola palabra R e lig ió n lleva en si misma“ un caracterexcncialmente sagrado, y tan generalmente respetado,que los mismos, que la ollabau con sus pies, temíande proniniciar su nombre, y no savian como asociarlaá los ultrajes con que quisieran que anduvieseacompañada. Aun hai mas: esta reserva se vió practicadaen el momento mismo, que se creyeron obligadosá la apertura franca que de nuevo se hizo delos templos. La palabra re lig ió n no está escrita enalguna de las leyes, qne la son concernientes: se lasostituye siempre con la palabra on todas ellas.¿ H ibré pu ‘3 dicho mal en asegurar, que la palabrare lig ió n h'» sido borrada de la lengua francesa, al meno^en la que hoi se denomina filo s ó fic a y republicanapara remplazaría con la de F a n a tis m o ?¿ llabré de hablar también de las crueldades,que se multipíicaron contra estos desventurados proscriptos? pero quien podrá numerarlas } quien seguirni aun con el pensamiento todos los pormenores deesta larga opresion, que en sustancia no es otra cosaquo el insti ito implacable de la rabia ^ Se havia proiviJoen todos los Departamentos con pena de la vi-


(la el p rcH arìcs algnn foccrro. uì asilo eslo con pena de la v i l l a ? ___Lcctorcs, lectores niioí;; reflexionad;leed la historia; comparad, y estremeceos! Obligadosá meterse en cl interior de los montes, y suscavernas; bien pronto sitiados por el total de sus necesidades,por la hambre, la sed, el frío, se acercaban por latarde á los lugares habitados, y con los gritos deldolor, y la fatiga pedian pan á los fieles. Las personascaritativas, temerosas de Dios ( huvo siempremuchas gracias al Cielo) salían á la desfilada parallevarles algunos alimentos, dejándolos á la entradade las malezas, y huyendo à toda prisa. Algunas deestas, de estas almas caritativas fueron denunciadas, yal siguiente dia perdieron su existencia ¡Benditasseáis almas bienaventuradas ! que dejando éata tierraesclava, y criminal, á la que no se avergüenzan hoilos hombres de llamar tie rra de la liv e ria d ; os haveis ido á recivirvuestra recompensa de mano de aquel que dijoque un vaso de ag u a dado en su nom bre no q u e d a ríap e rdid o ¡ Y que no deberá hacer por aquellos á quienesun vaso de agua, dado á sus ministros, ha costadosu vida, y su sangre ! ( 2i )La menor demostración de una practica religiosaera un delito capital: se ocultaban, se escondianlos breviarios; las imágenes, los crucifijos, almodo que los ladrones suelen ocultar sus latrocinios: elmiserable en cuya casa era aliada una pilita de aguabendita, quedaba perdido. Una pobre muger de Pa-(21) No tenj'i necrsidaJ á lo quo entiendo, de comprovar lo s„ .éectíosparticulares ¿ por quü (juiéci podra dudarlos ? están todos ellos niui ncordo*coa los que se han hecho públicos ¿ perú quién sabrá, jamas U.dos los qnono* so han publicado? se poedc estar de seguro, ca que y o nada rc*'.e o,sino sobre te>^tiinoníos auténticos; ni nccecito tumpoco de vusQai'ies uucvojcrlmcnes t quienes tienen tduta sobra de elios»TuicnTAtUNIVERSIDAD SAN PA B LO <strong>CEU</strong>BiauoncAM üfiH .L A


is por quo manifestó sorpresa al ver que sc arrastrabanpor el lodo los ornamentos Sacerdotales corrió el riesgode ser hecha pedazos, y solo pudo ponerla ensalvo la cárcel: otra fue arrastrada por que la vieronhacer la señal de la cruz sobre la frente de un su hijo:sesenta paisanas de Auverm a convencidas de haverasistido á la misa fueron arrastradas hasta Paris encarretas, y encerradas en la cárcel de Flessis, que s e .denominava como es savido, la ante-cámara de la muerte:todo el dia se llevavan contando, y admirándosede esta su alegría, respondieron „Nosotras savemos,,mui bien que vamos á morir pero no somos en„ello arto felices de morir por nuestra fe? „ Esto sacediódos dias antes del 9. thermldor; despues fueronpuestas eíi libertad; mas como se aliasen faltas de todo,los encarcelados mismos se pusieron una contribuciónpara habilitarlas en el regreso á su pais. Haicien testigos del suceso. En las pocas escuelas, queíjuedaronen pie, estaba proividobnjo pena de íojpeckoso,es decir bajo pena de la vida el hablar deD I O S «las criaturas en iflancra alguna, asta que pluguieseá Uobespierre proclamar ( e ) el S e r Suprem ode la República Francesa, el cual seguramente nadatenia de común qon el B U E J V D I O S d e i pueblo fran-(e ) Aluiie í la celebre lienta que instaló el mismo haciendo dePontiíice ca eila el 10 de Julio de 9 i cou ia ponpa c?ayor í|ue pudo esco-ÍTÜar^e en imitación do las Grieg’xs. De loioci los puntos de Paris debian partiren coros diversos, los Aacii\ní>s, los Jovenes, los Casados, las Ooncellasla* V'iu.las etc etc reuuii'se alas nuüve de la tnaíiana en la plaza dc:tina*^d al efecto de Incer «n roconocImiciUo publico del Ser Supremo en odiod> r»'o ¿I B\\ frente con aire de Subernno {.il qwe impuso á todos sr.s colegasr(''"aba!idL> de elí^»3 ol ü!ío^ nue sacriOcó ú K»s ‘-'7 dol propic) ntffi con tQ**el mj^Jí'orecio de que cru diffiio. ¡líobcsj ¡circ ccudcu^ al At./;i¿íno !


ces ( 22 ) por lo tanto con superioridad pues ile razón Citabaespresamentc proividoáloa maestros de escuela el h a ­blar de religión.En tiempo de los emperadores romanos, enemigosdel Christiaiiismo era permitido á todo christia-110 el celebrar en su casa los Santos ».iisterios; proiviaseles,sí las asambleas, al modo que entre nosotroslo estaban á los protestantes. Aora bajo nuestros tiranosJacovinos ya fué un crimen celebrar, ó asistir alSacrificio de la Misa dentro de los muros domésticosy mas de uua vez, el descubrimiento de una casa, dondese havia dicho misa, fue denunciado á la Convencióon como un raro suceso, ó como una conspiiacion.No se olvidara jamas el modo en que L e b o jiy casi todos los comisarios de los Departamentos tratabaná las pobres gentes, que se atrevían á d o m in g ar( ó celebrar el domingo) en lugar de celebrarla Dcca^da e l d ia D e c im o ') Pero pues hemos llegado á esta fa«mosa D ecad a: que es una de las mas bellas invencionesdel g enio revolucionario., y por largo tiempo una désns mas grandes esperanzas para la estincion del fa ~iiatism o , no podemos dispensarnos de decir algo sobrela Decada»XIYo pues no la considero aqui bajo las relacio-{ 2 2 ) Cuando Robe&pierrc sostituyó á D ios aquel su Ser supremo;n o obró á cíeg'as como suele decirse* El pueblo ignoraote se quedaba enayunas de lo que era el Ser Supremo^ quedando esta espresion oratoria, ypoética para solos aquellos filosofos, que no son Atheos, Lo que el puebloconocía era á su b u en píos, nombro sabido de el: y asi los dos títulos»nuevo y antiguo no eran para el una misma cosa. D e aqui el que un Sans^culote digesc íl uno de sus camaradas, que lo hablaba de de Dior, calíateesa voca; y a no hay D íqsí lo que hai es ua Ser Supremo; y hablaba deiDui buena fe.' II •


nés, que tiene en el calendario: hablaré de ellas enotro lu^nr. Dejo también aparte las violencias usadasbajo eí Gobierno de la M ontaña ó Jacovino para forzaral pueblo á la celebración de la Decada: la tiratúase eslendio entonces al estremo de que, cuando lospobres havitantes del campo bajaban cou sus vendimiasá los mercados de las villas en los dias que antesse celebraban, y havia cambiado la Decada., eranrepelidos con ultrage por las autoridades constituidas^ yamerazados con la cárcel, y confiscación de sus hieressino retornaban coii ellos en los dias precisosde la Decada., especialmente cuando esto sucedía enDomingo, atento á que todo el que guardaba el D om ingo era vnfanáticoSi estos insultos tiranos hubiesen tenido algunavez alguna pizca de buen sentido, ó buena fe, habríancojjocido que ellos mismos eran los veraderos /añaiicosde su Decada, queriendo hacer que se celebraseá fuerza. Pero despues de todo cl fanatism o suponeuiií^ ceguera involuntaria j en este sentido se ponianellos mismos mui por debajo del fanatismo: porcjué en el fondo ellos se cuidaban mui poco de suDecada) pues solo se servian de ella como de un pretestopnra hacer el mal.Dejemos no ostante lo pasado, pero sin olvidarqne los hgisladorc^ fdosofos han reemplazado á los legisladoresJarovinos y reprovadolos en todo. Asi es quenos oiitenderemos do hoi mas con los <strong>filosofas</strong>^ quepretenden serlo en toda la estension de la palabra* ycomenzaremos por decirles (jne no nos culpen si nosobligan muchas veces á reimos de sus pobrezas, comoFuce


en no ha de reírse al ver á tnn graves fihsofo^t^ Po -Uticos P u b licistas ( todos estos títulos se dan ) atormentarsecon su misernljle odio contra el X^ominno, é7imaginarse desde luego, que para abolirlo bastaba elsostituir á la división scptenal la división D c c iin a L yen consecuencia emplear años en la consagración desu Decada, en daría un objeto m o ral, un caracter p a ­trió tico y rcpiiblicano]€s i\e c\v en mas breves términosformar una especie de religión con el numero d ie z , ócalculo decimal ? Aun Pytagorico sería disimulableel vano empeño de encontrarlo todo en los números:bis spptas ilu in in m ld s tienen todas su Qw/mcm ¡Pero losf ii- m f o s l. . , ~fun d o s, vosotros los grandes maestros del arte S o c ia l,comprended lo que hasta aqui solos vosotros haveispodiilo ignorar; tratad al menos, si podéis de comprender,que no es dado al hombre el cambio de aquellasideas, que son la representación intelecinal de losobjetos, ni el mudar la naturaleza misma de los objetos.Saved que por mas que hagais nunca conseguiréisen tiempo, ni lugar alguno ieuK'V fie sta s de calend ario , yícslas, cuya observancia genend, y periódica,no¡ se presente al pueblo apoyada en la religión ¿ Sa-*####


velò por que ? ... • por que esía clase de fiestas, no esen si misma otra cosa, que una commemoracion religiosa,solenne, obligatoria, de un objeto, que sea cualfuere, lo tiene consagrado la religión, unico móvil,que puede á la vez formar un deber domestico, y publicode celebrar pemojantos fesliviJades. Ksíutlia-llas costumbres de lotlos ios Pueblos, y verois entonce, con respeto á sus fiestas, que nada hai en elhigque no estó comprendido en esta definición. Un particular,una administración, una Asamblea pueden muibien dar un espectáculo de musica, ó danza, ordenaruna procesíon, terminarla con un convite, y llamarlaficótai pero nunca será mas que una diversión; jomasuna fiesta de Calendario, una Fiesta de observanciaconocida. Sin duda, que á los nombres se les puededar el cambio, mas no á las cosas: se puede, sobretodo en una revolución fra n c e s a , darei nombre defiesta, al aniversario de un grande crimen, de un famosoasesinato, de una mortalidad memorable. Los Jacovinos,por ejemplo, si tornasen á empuñar el cetrode la francia, podrían, en ella hacer una fiesta de suSeptiem bre, y que esta fuese para siempre, como lo decíadeveras C o llo í de H e rb á is un articulo de su C re ­do; pero nunca pasaría á ser una fiesta para el pueblofrancés, ni para puéblo alguno del mundo, asi comono lo son las O rg ia s , que en sus cavernas celebranlos bandidos y salteadores para insultar á la memoriade cuantos han asesinado; y por lo tanto nadahai que les impida el repetir su fie s ta, y hacerla anualmientras, no les llegue su vez de ser llevados aicadalso,XII¿ Pero que se podia esperar de aquellos que


32 imaginaron con facultad para sosíittiii’ á los lempíosdel eterno los templos de la razón? O estravagniciahumana ! tienes por ventura en tus archivo?,taa antiguos como ricos, alguna cosa f|iie se parezcaá los templos de ¡a razón. No; por que era menesterp ira esto nada menos que una rero/iwo;? franccsa con.Cáo se dice todo) capaz sola de humillar al espiritahumano asta este estremo de bnjcza; nada menos eramenesler. que una nación, mitad en delirio, mitadentontecida, para que admitiese los templos de la rusimbolo servía a espresarla; en la bestia malechoraconjuraban los egipcios la colera del Cielo, de q- eaquella era el instrumento. Ultimamente al trnves eBUH emblemas, y figuras los egipcios terminaban íuculto en la Divinidad. Savemos, que todos sus rito ,y sus Hinnos se encaminaban acia &ns grandes D !-dades, á y6'/.s ó la Tierra J\'utñz, á Hernies, inventorde bis Ciencias etc. todas las demas ideas, que envolvíasu culto, eran secundarias, simbólicas, espreisivasdel reconocimiento, y temor por la Divinidad ¿pero


los templos de la raz ó n , ó mas bien sus fundadores no»han dicho alguna vez, ó indicado siquiera, que bnjoel nombre raz ó n adoraban al DIOS de quien procedetoda humana inteligencia ? Quien de eilos se harriaatrevido á decirlo ? pero es el caso que estaesplicacion, aunque insuficiente, no estaba al alcancede todos ellos: sus fie s tas de la raz ó n , sus D io s a s de larazón son la mejor prueva. Jamas en estas fiestas setrató de Dios; jamas su nombre santo fué tomado euvoca mas que para blasfemarlo. Si; en vues^tras fies-tas de la razón fue donde se admiró representadti la D io -sa raz ó n por la primera prostituta, pagada al efectode hacer bien su papel, montada sobre un carro triunfal,y con un Crucifijo á sus pies: si; en estas fie s tasde la raz ó n fué donde un comediante suviendo á laCatedra del evangelio en la iglesia de San Roque, éinterpelando al mismo Dios á presencia de su» altares,negó á voz en cuello la existencia D iv in a , y vomitandomil imprecaciones furiosas contra el D io s qneno e x istía , le desafió k que se vengase, y concluso supapel diciendo, que pues no fulminaba un rayo contrael, era evidente que no exístia e lt a l D io s ( 2 3 ) yesta demostración produjo el mas grande efecto sobrela Asamblea. Si. en estas fie U a s de la razón fue[ 23 ] A lo que parece^ este desdichado llego á imaginar que Dio»quedara prendido en su reto, y que sm comprometerse no podía reusar eldesafio: se hu viera dicho pues que Dios no podía maltratarlo sino en el pul*pito, donde hizo el reto; y que si perdía tao hella oportunidad de vengarseno la volvería à encontrar. N o quieronombmral Comediante^ por que puedearrepentirse; mas vosotros que no sois tan insensatos coma el, y sufrís sinen^'^argo, que el omnipotente no estenuine á los que lo insultan« meditadestas sublimes palabras de San Agustín: Paiiensy quìa cstemus: es Pacienteel Srñor p o r que es eterno^ Pensad bien cuan justo es* q u eaq u et cuya manoyere de muerte» y por toda una eternidad» economize, y difiera sus golpes«Pensad bien, los que teneis idea de un Dios, que el orden esencial no*r o puede altarse en medio de nuestras miserias: que los malvados son biendi¿uo9 de c o m |a ic n , sieud.) como son uu íostrumento quebradizo por su des-


clonüí! cl busto (le M a m t ss v io colocado sobré e l a lla fsanto., y ante quieii se forziiba á dob'íir las rodillas áloá sospecliados de fan a th m o ( es decir á los que creíanen Dios): si; cuestas fa s ta s de la raz ó n , fue dondepareció también la D io s a Lib ertad ^ representada conla mayor pompa, y aparato por otra prostituta.... Vse quiere que yo no me jtinte los cielos con la tierrade puro asombro, ó que dentro de mi alma evite queeste asombro iguale al horror de estas escenas! H a!se dirá en esto particular» lo que se le antoje al genioburlón; m is ello para vosotros es en si una muilinda cosa, por lo que tiene de espantosa, por lo q u etiene de desagradable, por la lastima ó dolor quecausa, é infunde j Q u e ! Poséis en alto grado un instintosobradamente justo para aplaudiros de ver á unfanfarrón aporreado por su intolerable insolencia; yno queréis usar de este instinto, cuando veis un puebloentero, borracho de la vanidad mas insolente, queque cupo jamas en criatura, desafiar á el buen sentidode todos los pueblos, y de todos los siglos, yque con el grito de su ronca voz dice „ aprended de„ m i aser g ran d es y luego se sumerge en la adyeccionmas profunda „ aprendéd de m i ase r Savios*^ y al momentose avandona á un esceso de estravagancia, deque nadie ha sido capaz hastaaprended de m i ase rlib re s „ y al instante se deja ver sumido en una servidumbre,que ostigaria al Puéblo mas esclavo del mundo¡ Q u e ! no reconocéis por una cosa mui bella elque una nación que desconoce á Dios, que proiveel adorarlo, se prosterne y adore al Dios M o r a l ?tJDO; que los buenc^ por mucho que sufran^ 8U su erte es iofinítam cnte eu*perior, pue^ti> que tienen ea su abono la cbncieucíar, y la esperanza, dosrecursos, q u e jamas engañan: dejad pues obrar á aquel que p ara casúgar &UQOS; y prem iar otros^ tíeoe á 8U disposicioa u n a eternidad


que una n.iclon que repele á todo culto, establezca11.10 para solo M i r a t ? ella lo ha establecido, y couel adorado á A h r a t ¡Que! esposible que no veáis,como este puéblo cunta sus muchas glorias, y grandezas,despues de estar sumergido en uu diluvio de cié*n o ? .. .. Y que no llegue á vuestros oidos. ese alaridouniversal, que por todas partes resuena, y se prolongaá todas las edades futuras ? -----Yo si, yo looigo; y yo vos anuncio, que por doquiera que los niñossepan leer, tendrán en sus libros escrito uu capitulocuyo epígrafe será el siguiente: D s lo que sucedióá ia fr a n e la , cúanúo quiso regenerar a l mun-.lo-, y eltal capitulo será un brebe compendio de la revoluciónfrancesa al alcance de ios niños mismos.XIII— Mas á que fin nos recordáis locuras que ya noexisten, locuras de que nadie habla, sino con horrory desprecio ? ....Paraos aqui un momento, <strong>filosofas</strong>, con vuestraobjeción misma; y estad seguros de que no la huyoel cuerpo: le llegara su vez no tardando, y la vereispropuesta en toda sfi estension, y refutada también.Estad ciertos que vuestras objeciones son armas afiladasen mi defensa. Al presente me contraigo al particularde que se trata poraora.¿ Os incomoda, y os sienta mal el recuerdo delas esp*»nas infames, que han sido tan mal espiadas;de las 1 )curas que ya no son, ni con mucho, apreciadasen el grado que debieran serlo? en verdad queno habría iugfir ni aun derecho para reproducir elcargo si los mismos que confiesan el mal se acreditasenen alguna manera corregidos. Los errores sedau la mano, en especial, los que reconocen un ori-


gon, la ignorancia p. e. ó cl olbiJo de los princìpioat‘ii toilo reconocidos, cn todo consagrados. Parecepues que vosotros no haveis sentido toda la gravedadde vuestras faltas, si hemos de juzgar por las que seguíscometiendo ¿N o conserváis todavia e! a lia r d é laP a t r ia para vuestras solennos ceremonias? No haveisheclio también el jttra m a d o de 21 de enero sobre c l tdia rde Iti P a t r ia ? Si por fortuna vuestra fueseis PaLC-inosó tubipseis coriocirniento de la historia dcl Pagaiiismosabriais en primor lugar, que no hai altares donde nolinja templos: cn segundo que los l*aganos jamaserigieron altares sino á Divinidades personificadas cusu religión, y nunca á seres abstractos; y si la fe lid -dad, e l p u d o r, c l m iedo tuvieron fué aconsecurnciade tener templos, sacerdotes, y ]¡turgí,i ¿ V e n ­tre vosotros liai algún templo erigido ó la P a t r ia ?Que ! No sois ui christianos, ni paganos; hacéis profesiónde no tener creencia alguna ¿ y erigís a lta re s ?Que ! ¿ no sentís todo el ridiculo de tan g'rosera inconsecuencia?Habrá de decirse en todo y con verdadque obráis siempre en sentido contrario de loqueintentáis; y que lo que tan altamente repruera vuestrarazón, eso es lo que cabalmente quereis, que las leyeshagan respetar? Sin duda que vuestra intenciónes crear objetos de veneración dignos de vuestroa lta r y d d juramento^ que pronunciáis sobre este a lia r ; ydel libro de la lei que esta sobre vuestro a lta r; y estevuestro a lta r nada otra cosa es, que una figura deretorica en el estilo, ó una decoración de opera enla ejecución: como figura retorica puede ser buenaen la tribuna; como decoración del teatro es indecenteen una ceremonia publica, por que la ridiculiza.Pero pues que las havemos aora con vuestrasinconsecuencias ¿ no me diréis, que viene á ser eselibro de la lei? ¿será la colecciou de leyes que se


nos (Inn on loá trccio.nlos sesenta y sitico tilas Jel añ >( 2 1 ) decrotail.i'5 hoi y CDiiteátailixs eii el día siguiente? — No; ea h\ corntitucion — sea in ji eu ora btiena;mas será la consiiluclon, cuando ella fuere lei quo hnl)re¡3jurado observar, y aque desde luego juráis adssionsbm piterna. En este caso sería una irrisiori sobrado insultantejurar la observancia actual, la adsñon actualá una constitución capitalmente violada en todas susbases fundamentales desde el dia en que fue pues/a c« v i­g o r ; aúna constitución derrocada desde su nacimientopor decretos, que se datan con la misma fecha.Sin embargo siempre será una loable curiosidadsaver de vuestra voca positivamente cual es ellib ro de leyes sobre que haveis jurado, y á que leyes haveisjurado adesion ¿ será por ventura esa lei constitucional,que atribuye al Pueblo todos los nombramientos,que la lei b ru m a ria ha delegado después alD ire c to rio ? ó es esa misma lei b ru m aria y tantas otrastantas que despojan al Pueblo de todos sus derechos?Por que no puede serjurary aderirse á leyes en contradicion:ha de ser^ unas,ó á otras precisamente ( 2 5 ) Yo vos[2 t] l i e aqui otro de nuestros fenomenos; 7 5 0 legisladores cn tin estadocortstituido, que se reuneo iodos los dias del auo para liacer ley es!viiscadme en la historia u n í co^a, que so lo parezca! en Rouia se pasabanaños sia hacerse propuesta de una sola ley.( 25 ) Creerás tal vez lector mió» embarra zoso osle dilcmma: pnes nobendito: yo seque estos señores tnios no se einba razan con cosa alguna;ni yo trato de ponerlos en conflicto* ('onvengo que en ellengiiaje corrienteno hni respuesta que dar: pero este idioma no es el de los D ia rh im revoluciiinarios*Preguntadlo si no á LouhcL 6 alguno de sus cofrades: ellosos dirán, que los que recbmun las leyes constitucionales quieren ma(ar laconstiluvion cotí la loistihícion misma ¿ percíves ya lo subhme, lo profundode esta lógica? todo el qne balanzearc en recivir nuestra constitución, no„ puede menos de ser ua Jtcalhíay uu im con^^piradors mas todo el,, que proten la» que la constitución ha sido hecha para seguirla, es igual-„•mcutiJ un Realista^ uo t ’/ioi'on, uq CvnspiradQV^^


d ejó la elección; pero entretanto, creeré de grado, juzgandopor los hechos, que propendéis mas en vuestraad'.sion á lis Icije^ b ru m arias, que á las constitucionales¿ cuanto ruido no meteis cuando se trata dedefend«*r las uiins, y cuan mal trato dais á los queos oponen las otras? Con cuanto entusiasmo, y calorno iiiVoc*.a})\ las leyes revo lu cio n arias por 20 nfiosmasuno de vuestros modernos ./l/o«?awescí / Ponedlas puesen vuestro lib ro de la h\j.Vos decís, que os haveis corregido de las locurasconvcncxonaUs ^ pero lo estáis de esa afectacióntin demarcada por miihiplicar esos vanoí simulacrosque m d a otra cosa manlfíestan, que la vana pretcnsión,ó de figurar la opinion publica, ó de violentarla?¿ L o estáis de la incurable manía de \o sju ran icn ^io 7 ? ¿ saveis sobre que 6 por que juráis? el juramentoes por su naturaleza un acto de religión, unacosa sagrada (2 6 ): su etimología lo indica {S a c r a -Pcxlras también crccr quo esta log*ica es lo ultimo de la estravaguncia.N o h.i¡ tal: te eniía?ias, por que has de saver> que los que asi ha*btan, se catien len muí bico cou esteM iuma y lo aliarías consigiuenfe, si yote io fuese tridnciendo palabra por palabra ¡ lia ! si estuliieras ínicífido ealoi secretos d i ésta lengua, verías» quo e^ un poderoso Jeroglíficos yo nopuedo darte aora su Diccionario, ai decirlo todo de una vez; llegara su tiemiK)y lugar,[ 2 1 ] Esto me recuerda una pequeña sin?ularí:!ad, pero que m erecesor notada auaq'ie de p.isu. De tolas las espre^iones usadas en el antig*uogovierno, y pro^ícríptas en el nuevo, la única que couserva U practica es cabalmentela que menos lo merecía: se dice, y #*scrive con geaeraliJad: hctiido sorpreruliflri la relig ió n d e l D írectorioy d c l J^Iinislerio^ de los R f'presentan*tes. Nada mas gracioso: [wr que el que antes se dijese: h a sido 9 o r p r ^ -dúl¿t L'i relig ió n d e l p rln f'ip e es co^a que entenflemoy, era no solo unmoi]o político de espresarse, si taiubien un modo de drcir apoyado en la vei*»dad del concepto. Se supjnia, y con n zo n , que el Pr¡ac¡¡>e reinante teniaun mteros personal en no querer el mal, y que si lo hacía era contraintonciooes, y en fiier/a de su e^^^a^o: asi que au orror era una verdadera«or^^resa de su relig ió n , por que el profesaba la d e l estado: uaa r e U g k ^ qu®


m m tim ) y de aquí esa espresion general; la rcIio-iondel juramenio. Podréis decirme sin metáforas, sin figurascual es la religión del vuestro ? vosotros que tantoosenvaneceis de no tener alguna, y no permitir queotro la tenga, sino cn gracrn de su inbccilidad. ó pormera compasión_humana? Por quien juráis pues ¿ porel nombre de üios? asi lo hablas dicho; pero el graanumero de aquellos para quienes, como ee eave. estenombre nada significa, os lo ha hecho retirar de vuestralengua, temerosos de no provocar en olios la risaó comprometer mas, y mas el mismo juramento.Diréis que juráis sobre vuestra conciencia? esto soríajurar sobre simisma la conciencia, puesto que ellaes la que se cree hacer el juramento, SoTo el OM­N IPO T EN TE ha podido jurar por si mismo p e r mem etip^um j a r a v i. . . . V por queescogeis uno de su-s templospara vuestro juramento ? si el templo no consafra el juramento, el juramento profana eí templo ¡Olegisladores cuan inconsecuentes sois en ambos casos!convengo en que el templo nada puede consagrar paravosi tros ¿ pero en este caso aque fin valerse deltemplo ? esto no pasa de una verdadera profanacióny debiais aorrarla al templo santo, siquiera eu el momentoeti que lo devolviais al culto de Dios ¿ y Habréyo necesidad de provará los Legisladores, queuna vez resuelto el devolver al culto santo sus templos,ya no les era permitido violarlos?Me diréis talvez, que celebrar en el templo lafundación de la república, no es violarlo- Sin dudaque no, si' esta celebridad fuese religiosa: pero- no lo0 0 solo era la suya sino que era también el príocipio dé toíia justicia ¿Ycomo poJra nadie sorprender la religión de quienes no la tienen, d e quienesse crcriao insultados, siles dijeren que la tenían» como incapaces, que son depreocupaciúnes^ de svperstiáorii de JanalUmo ? es coDocida entre vosotros la re^ligion bajo otros nombres« que estos?« ««• diempre^ y cn todo iDCoa^ccu«*tocias ¡Jamas saldréis de cUasülosofos..!


es. Fuera de que donde esta la buena (e c ? es porventura el 21 de enero el dia en que se data la fundücionde la República ? Puede celebrarse en estedia otra cosa, que el publico acontecimiento, que tuvolugar en el en vano haveis querido negarlo, porque esa inútil desaprovacion vuestra, desmentida for—mdmente por los dos discursos pronunciados en elConsejo legislativo y en la Catedral, prueva solamente,que haveis comprendido vosotros mismos toda laindecencia, y rscandalo que envuelve la celebridad deun suplicio. Vuestros oradores digeron, unos, que elsu p licio de ua tira n o p erju ro h a v ia consolidado la rep ú b lica'.otros, que el dia de este suplicio la havia realmentefun d ad o ( F )Lf'gisladores ! Os era ya de necesidad el dejar estelenguaje á la C onvención: uno de vuestros colegas tienedicho con razón, que la República no reconoceotra epoca de su fundación, que la de la constituciónmisma. No hai ciudadano, amigo de la libertadni republicano verdadero, que no sea de este dictamen,ni uno, que no os diga con migo: no solamenteera de rigorosa justicia, sino de vuestro mas bien entendidointerés, de la mas sana politica, el no fecharvuestra gran obra en el reinado de unos monstruos., quevosotros mismos haveis tenidoque castigar ^ Que hombreracional gustarla creer, que los mas viles, los mas( F ) E l &utor habla con los legisladores del afio 96, los quo sucedieroná K>s de la ^loninJUi con titulo de Moderadog^ j el que ellos se dabande filosofos: la Convenrion concluyó el 26 de octubre de 95. i a subsecuentelegislatura debia comprender dos terceras partes de los Diputados de la ant^rioTpara sostener asi â la tercera Constilncion publicada en 8ei>ticmbre de95. i a so;D'tmda, que éra obra de Robespierre, y su J^fontaña apenas pudodurar un año cou sus de talud publica, seguticlad gcDenil etc. laJcrcera, obra de los thermidoristas con sus. dos consejos, el de los GOO, y elde los ancianos con 250, y el Dii'ectorio ejecutivo debia promelcrse UJejar suer**te .en la espericocia j moderación 4 e dichos


execrables tiranos ( por confesion propia vuestros mismosasesinos ( por la misma confesioti ) fueron en efectolos fundadores de la Libertad ? No os espanta elultraje, que á vosotros mismos os Imceis, á la constitución,y á la república sin percivirlo ? De este modoquerréis ganar respeto para la una, y la otra?aquien persuadiréis, que los Robespierres, y Dantonesson otros B ru to s y Solones ? Basta para fundar una Reiublica,hacer perecer á un Rey ? Basta que vosotros loÍlaméis tira n o p e rju ro ? estáis seguros de que La Francia,la Europa, la posteridad toda no verán en elun principe inocente y virtuoso me interrumpís?—„Bolo un realista puede decirlo? Ya vos entiendo:todo el que no piense como vosotros, no ea republicanoá vuestra m an era, es un realista', asi esta convenidoentre vosotros. Yo me esplicaré no tardandocon mayor estension sobre este realism o, tanto por loque ami toca, que no he escrito hasta aora una lineasobre que hacerme cargo en este particular, comopor tantos otros aquienes veo embueltos en la mismadenominación, Mas por depronto os respondere, queno es falta en mi, el que vosotros abuséis continuamentede las palabras para acusar á las personas, yconfundir las cosas; que en mi cualidad de hombrelibre, de miembro de un estado libre gozo precisamentedel derecho de haceros observar, que mi opiniones ignalniente libre; que asi mismo me es permitidoel hacer justicia hoi á la inociencia y virtudes deLuis 16, como se la he hecho siempre; y esto conmayor fundamento, que el que se concede á otros parajustificar los crímenes de los Robespierres, y Dantonespor sus intenciones. Ningún poder hai establecidopara decirme: condenaras lo que yo he condenado.Esto en cuanto al derecho; por lo que respeta ála razón, su grito general á todos los amantes de lacosa publica es „que la opiiiion, cualesquiera que


sea la que se forme de Luis 16, nada tiene que vercon nucatra libertad, y constitución,, Lo que importaá los que efectivamente se interesan en eí establecimientode amba.«, es el vu'icar las bases, que seaudignas de un tal edificio ¿y por que os complacéisvosotros de asentarlas sobre el fango, y la sangre ? Nosotrosbien al contrario queremos consagrar los íundam'^ntosde la libertad; qoecemos asentarlos sobre lajusticia universal, sobre ia restauracioa del orden, ycastigo seguro del crimen.No nos digáis pues, que la República ha sidoproclamada el 22 de Septiembre por qne se os reapondera,que la justicia del puéblo (^í-] no ha sido proclamadasino el 2 del misma mes. Si pudisteis catorcemeses há redactar una constitución republicana,esto no lo debeis á la muerte de un rei e«21 de c7ierolo debeis si al 9 thermidor en que mandasteis al supliciovuestros tiranos. Aprovechaos en fiumejorquelo haveis hecho hasta aqui de esta venturosa jornaJay tratad de hacer que se olviden las otras”¡ Mas lia ! que distantes estamos de este termino!... Parece m is bien que van á renovarse losbellos dios de la C o m e n cio n l si ya toma esta de nuevosu actitud, como cuando los p a lrió tas la gritabandesde la b a rra ,, y tu. m ontaña santa“' truena, rekitipagueO fy fu lm in a ] y la estimulaban á que esterminase á todostos traid o res, que conao diputados tenían asiento en ia( g ) En este díaÍQfaiisto fue la cUmícóría »Sacerdotal dentro de toda^las cárceles, j oasis donde en ParU tenían presos á los ministros del culto catolioiestos sou las vícii^ asd e laque el autor Uatpó con cnAisi«yt/4¿ictad^¿ Puéblo^ \ orque ba^o e s t ' m< nt'do nombre hiciéronsa degnello l¿is furias de la revolución»C( no i hoi por


Convención, mientras qne estos traid o res guardaban un«ilencíoá profundo, y la M o n ta ñ a centella/a su raviay p lacer! si ya se renuevan esas miserables farsastantas veces empleadas perla EACCION, y otras tantasescupidas por la fraacia toda; ya se hacen venirotra vez las C artas^ las peticiones fabricadas por losJa c o v in o s y los amnistidos^ quienes como cofrades delas furias no tienen otro grito, que el que lanziriacordes contra los Sacerdotes refractario s., á los cualesacusan de todos los males de la francia, por la solarazón de no havercaido ya bajo la cuchillayacovzna; yen estas Car/aí, en estas psticione»^ no hallareis, no, unasola linea, que no este sacada de los archivos de!Jac o v in ism o , asi como ni un solo hecho, ni una solaprueva que las justifique.Uíi tal J^ lb e rt (¿quien es este M b e r t ? nadielo save; pero no importa ) un tal Albert nos dice, quese tocaron las cam panas en su Departamento, y concluyesin mas tronar ni llover que todos los p a trio tas van,á ser degollados en sus ca sa s.. . . . ocho años van corriendoque las gentes honrradas gritan ,,«oí degüellan''* yen efecto son degolladas: en todo este mismo tiempohan gritado los ¡Patriotas „ nos van á degollar ” y ellosson los que degüellan siempre. Cuando se articulaalgún -hecho demasiado real como de esas c^rnicRriastan frecuentes; cnando la voz misma de las víctimasse deja oir en T o lo sa e n M a n c U n , e n C k v t'fto n t, enveinte cantones aun tiempo, y un Diputado tiene elcoraje de hacerse el interprete de los oprimidos, almomento es interpelado coa c!ain.)res infernales; masluego que M e r t demanda for nalm nte la proscripciónde todos los Sacerdotes, al instante un diputólo delá A lm ia ñ i se pone en pie, y como quie.i esperabala señal 110« dice estas palabras que truiscrivo deldiario Parisién de nueve dé febrero ,,L i república,110 podrá jamas existir en tunto que s j territorio


„se mantenga infestado de esos enemigos mortales de„ ia razon^ y sana filo s o fía . La verdad, y ia impostu-„ ra no acertarán nunca á coexísUr'^^No iiagamos alto sobre esta palabra metafísica,tan malamente traida, y que quiere decir qne iaverdad y ia impostura jamas existirán juntas en unadeterminada cosa: un Legislador puede á golpe seguro,siendo filosofo.^ emplear palaÍ3ras que no enlien»de. Ei Jia querido decir, que la verdad, y la imposturano existirán juntas en un Pais, y lodo lo que ha queridodecir vale tanto como lo que ha diclio; «por quela verdad y la impostura están en ei mundo al ladouna de otra desde el principio de las cosas, sin quela f ih s o jía pueda remediarlo. Pasemos adelante, yreduzcamos á la sustancia esta declamación verdaderamenterevolucionaria^ que no acierto á calificar d eotra manera. Todo lo que hai en ella claramentedicho se reduce á que es menester p ro s c n v ir á losSacerdotes gue infestan e l te rrito rio de la República ¿ Vpor que esta necesidad de proscrivirios? Por queson los los enem igos m ortales de Ui raz ó n y de la f ilo s o f ía .y son tales, por que son re fra cta rio s: acusación, quecomo tengo demostrado, es puramente imaginaria: lapalabra misma refra c taria s esta aqui vacia de sentido,y ningún otro delito se les podra provar en el caso:asi que las palabras citadas traduciéndolas en su verdaderosentido, y dándoles todo su valor, equivalená las siguientes „Y o que soi filosofo^ y de consigui-„ ente seguro de tener razon^ declaro que mi opinion„es la v€íÉ?a'/, y que toda opinion contraria es la im -rp o s tu ra . Yo que soi legislador declaro, que la ver-5, dad y ia im postura no pueden existir juntas en el„ territorio de la francia; y como yo, y los que pi-„ensan como yo son la verdad', y los que piensan en„contrario son la impostura, PRONUNCIO, que no-


(Ifìben qnetl^r en franoia oti*oi? qim j o , j log qnp,‘„piensan corno _yo, y que toilos los deinas deben des-„ o c u p ir el terriloria iVances ”Pai es e! sentido exacto del discuryo refjri loy en verdad q'ie no liuî proniinciatb en el pUio dealcuna casa de Locos, si no en la Asamblea de losrnprcsentiintos de la trancia; ni es tampoco el unicode esta clase pronunciado en e!la¡ y este es el estadoen que noa aliamos aun! Y de esta minera escomo se qtiiero imponernos silencio sobre lo pasadorenovándolo con lo presente !Lo pasado ¡H a! Apareció por ventura bajoRob'spierre, bajo el reiiiado de los monstruo-? esta,esta prod'icion m^moral)le del genio persegui lor .vedlo a([ui... aqui si ami vi-îta esta el horrible papel !.. siel será el e-


|Tior m e^idde liom res: im-igiiieso aora ri complernm*to de todoH ¡untos, y que lo qne va à ver eccedeá lo q'io Si* iin iginaba. y alo qiie podia comprender;mas note des


c m ! y esto con el cspanto-socomPíítario, qnn si^iin $tan horrorosas palabras! Ha í esta es la rabia haljittíal,rabia tjuft solo &c concivn cn los infiiMuos ¡Yq- i''‘n sino el infierno lia podido traspasarla á la re—vo lu io 'i ! Quien otro á no sor \\\i Ja c o v in o . lia podido espres.irla,mandarla, consagrarla, á nombre de í>ii Govierno!aun habría porque eslremecvM'^e, y por querecular del espanto, si se leyesen estas ordenes da-


inocente, la virtud del justo; y este desventuradoolvida que liablaba de los fanaticos, no comprendiendoen Bü pensamiento á otros que á los Sacerdote i ?La voz paciencia se acoje, se mete bajo su pluma, porqne sin cesar es elia la desesperación de los opresores,asi como de continuo sostiene á los oprimidos.Juzgaíl. pues, aque pruevas ha estado espuesta ! Nore


enSo a i Cnílalso com oC oJispirador* ( 2 3 ) ’¿ Como olvidar tampoco cua4*ciita y dos religióéíttde un solo Uepartamentoj y diez y seij Cannelita,sen el de París; iinas señoras por tan largo liompo-rauei'tas -al mundo, -y que «penas ljj\briau C9no(;i.lo¡la revoiqcion, ;si .esta no «e les Uiivioac entrado porf28] Reclamáronlo nnos pobres Savoyardos, qne la llamaban* $u Pa*Jre, y id havia oü cfectu cod w s so4:pi^ros< y con las jcfUuc^iones, queOw t^oibicn rcclairad i buvfe mJü, para ^jorrarlo si era po^qíí8 ^ sa liepul^bca Ja^opina^ d* nde los oscrementos de la naturalezaGumána llegim á ^«r lis Mj.os p^erc^ xlcl estacó ? • ••' í ^ IIWsí>uf^idL4'8l lliortniiiiír, iubo .un m(ei?.bro de la Oojirm cíori! la s'mr|)fc^a *P escrits) cn tiempo d


BUS puertas, para (legollarfa«, como conclenadas, y mandadasexecutar por èl solo titido de' coi&piva'iìoras ?¡ E Bien \ Charlatanes cn Polìtica, y on jUobofia^ volvednosá decir con vuestra fria importancia, con vuestrais^norancia intrepida, con vuestra colcnlada barbcirìe;volvednos á decir, qne todas h s reòojiuci^'im separecen y qne la vuestra es tofrtò iodos las. demás ctc' etc»V quo provariais con esto, sino os que vosotros ijo teñeioaun ni la idea, ni la medida de los males que sufrís,ni c^e los crímenes que presenciáis! Pero yo; yo querríaverla, y demostrarla toda entera,'si fuese posible.....avalizaré, venceré el horror, el disgustó que me atormenta;p e n e tra i el corazort dé los comopenetrase con el pensamiento hasta el fondo de los infiernos.Si: aun existen millarí'S de estos J\Jonstruo$y 08 amenazan todavía Con BU reinado ¡FUAISCE5ES!japrended á conocerlos!¿ Dopde pues ha podido alimentarse ose encarriízaraientotíin singular contra una ancianidad imponente,contra la piedad solitaria, contra un sexo débil,y encarcelado! No vos engañeís: aqui no obra la codiciadel oro, ni el odio contra lasclnses superiores:los. sacerdotes, las feligiosas, nada teuian, nada podian:la'ra\)ia, si, de los monsinios era la que estabaen proporcion con el respeto nuturnl que se debe álos hombres, con este respeto, direlo asi, involuntarioacia las virtudes provadnB poruña lar^a vida, popnn^ largo retiro del mundo, acia unos hombres caritativo«?,conocidos pur solo el bicín que hiciin; aciaunas Señora«, t rnri líid, consaorratlas al servicio de« 7los pobres, ai


„ Puéblo. Nuestros crimeiies son áborrécíJos, y muí,, caras las virtudes de estos: Nosotros nos vemos ofre-3,cidos al oprovio; ellos cercados por el respeto uni-,, versal; este contraste es vergonzoso para nosotros: sipor,, que la vida de aquestos es la condenación de la nurslra,, su existencia acusa nuestra existencia; cuanto mas„ se les ama, mayor resulta nuestro aborrecimiento; y„ e l sexo, la vejed, labl iiicura desús cabellos, aumentansobre manera su respeto, su Ínteres personal, su„ veneración, quedando solo para nosotros el horror ”He aqui loque decían en su corazon, y al momentosrtlia de su voca el grito infernal, el grito rcyo/mdnario( es una misma cosa ) de guerra al fanatism o, muerteal fa n a tis m o ... He aqui lo que por la primera vezfue capaz de embolver en una proscripción le^al y ju~ridica que duró anos en toda la estension de un grandeimperio, á un sexo, aquien las ideas mas naturales de todaedad, de toda nación, (demasiado conocidas para necesitaresplicacion) havian siempre cuvierto, y preservadoen estos actos pasageros de venganza, y defuror, que las discordias civiles arrastran m ichas vecenconmigo. He aqui lo que ha puesto bajo la cuchillade los verdugos tantas cavezas emVdanquecidaspor la edad! Será todavía menester una prueva masreciente de la especie del espanto que infunde á losm'ílvados ewta autoridad de los años sobre los respetosde la virtud? Pues no ha nn mes, que encarníz.indoseen pedir á gnndes gritos Va deportación ile losSaccrdotfi.s refractaño'*, se interpuso uno (sería moderado) e-'ceptuaiido á los Sesa^gennrios y de ai paraarrivn; y el Orador de la J\Jmtaaa le contestó; quecohídmente las cavezas de Cabellos blancos eran las mas pe-Hi/rosa.s; las qua mas imponían á /o? simólas; i-s que masEunntizaban á los ftucbh.'i etc. etc. Há! Cu;in diginm^nte86 ha espreáiido elOi*ador de la Alüutafn!H i lia^ladó


esclafnó esta buena madre, hn hníylado como toi D ios íParad aora un momento vuestra oreja á unareflexión importante, á la nueva prueva de una verdKÌ sobradamente conociila, poro á que no se da aufiol valor que merece, el que deberá tener eu todaestension, y bajo todos sus aspectos. H iveis lohidiidoaquello


m ‘‘nte ? era pues m^nestor qii3 en esta nación queh in r r a h i h anctamnarios, los octogenarios.y de ai a leluite. Al 1kIo mió en la prisión estaba'U! anciano de ochenta y ocho,años; en la prisioy do^ mftseb despues del 9 therinidor, de este de*Cí^ntado dia, vi cofi mis oj«)s espirar sobre los escal«j-UKS de njía 2;r-iJer¡a á .M ad am a J\]


En una nación que se prcci.i de Cionrrar la desgrn c ta ( en el hecho la desgracia debe Fer senlida yr e s p e ta d m a s no siem pre lio n r ra d a ) era bien menesterque t-1 signo de un civismo promm cicido consistiese sobretodo en lusiiltar á la desgracia con una brutalidad,que apenas puede calificarse, sino recordatulo lo quefue el Sans-culotism o: esta palabra lo dice todo k liombres,que por tan largo tiempo se han visto gobernados,y á quienes aini intenta gobernar el Sans^ C tdo tismo.Por lo que hace á las demas naciones, sola laHistoria, y ef^ta arraptrandose con esfuerzo por entreel cieno revolucionario, podrá darles una débil ideade lo que sufrieron en detai nuestros oprimidos antesde conseguir la muerte. Baste decir de presente queel resultado general es todavia uno de los FENOM E­NOS de la revolución,, estinguido totalmente el sen-„timiento de la piedad por algunon años en trecientos„m il dominadores (3 0 ) contra veinte y citico millones,,de sus conciudadanos sumisos, y desarm ados” quemayoi’ fenómeno !XVHaced aora el ensayo; provad si podéis encontrirotro agente, que el instinto reunido de todas lasC 30 ] ISo se puc


pasiones pcrvv'îrsr»5,y


Jo, no Imvol-i incfìiuliauo, vo Io confioso; pr'ro h.ivria]>uo-rto líi espada, y I;í media ciiccndiiia n i m iio ? d elo^ (JIJO nacÍLM-oi) para manejar la u: a y It otra, despm*w


Vue^^lrns socieMohf!^ viicsíro^i Corniles, vm^irostnhnnnles.V{is A müjor fe cjuo lo» que lo diceu»j á quienes ;o 00 acostumbro uar ex edito alguuo«


AVILo lie jurado: yo quiero qiiitnr ó nuestros filósofos toda escuda, todo pretesto, todo rindió: ípiiero demostrarlestodo el crimen, toda !;í ntrori eatiuclio uun, y os requiero á que me carucic—


lzfis ñi*m''Z'ipn v i j o s t i a filo s o fic i ¿ y polráSUI* c ii fll;i otiM cu.->a (\n c .faiiu li m i ?Abue i iíi'guro que lue desiniiitais sin desmentirnsá. voiíotroa mis n->s, por q'ie tui vei'ila i »le vciNhiil losi\Iartirt;s de t'^uríi ea ikuI i se desú i'jjti.-ii ilt* Ii!ína>Su adesion, su ap3^v> t i¡i c.»listante por li feo jjin UJii pirecidü h los filosofía ser otra cos.i qne u i c«/y t-cho e>i el error, un coraje m a/empleado, um deplorableo-.liaa(‘ion ;con qne no pudiendo b:ibl »r en otra iorm » delos Mtrtirós Francese^ ?' En especial ei se eousi lera (pjoen vuestro concepto las jornadas del sep‘lemhr^. no sonotra cosa que la v“rigauza de la d^l 4 de enero de1791. en qne do-Hcientos treinta ministros de la r^di^i-0 1 pro.iu jciaro, »en m ?din de 1» A-sauibléa Co t'‘tituyi‘nt'',entre el estruen lo aaieimzador le las tribu i h s . yd i las Azot^^as de los Ful'leoi-e-s' igntlinenle lle»íaii deíise.swios, pronunciaron, repito, su resolución heroicade no someterse aun juramento, que su creen:“ia lesobligib» h repeler? mas aun; si se anuje á esto quelos Sacerdotes, que co isinlieron en prestarlo} esos mi-Jíi->tros, que después se llamtron Coaslífacíonales, iiinguarip^^íjo corrieron, antes bien lodo lo contrario?A-i es qiie los <strong>filosofas</strong> resultan plenamente convenci losde ser los priiqeros en denominar con el no’ubre masodioso, qne conoce el idioma de la razo.u á la virtuI mas íligaa de U ana, á ese esfu4‘rzod'd ^álor ni is heroico, cu.^l en el d.i p'eíerl-f l im utrie á la i d’aaiu do prostituir la coucieucia en catoalgU'*o¿ Y cual era el grito de los verdugos de Ueiu»


(tam bién rs ti Ciudad tubo su S epíírm ^ re) a\ degollarlás viclim í9 de hi Kcl¡a:ion? cud ora ol grito de losPatriotas degollantes^ cuando el tres de Septiembre quemabaná vivo, y lento fuego al Dean de la Catedral,al virtuoso anciano Aloj.mdro, no mUilarmente, notumuUuaria’nonte, como se hacia en la guerra de laVendee, sino con todo el aparato de una ejecución so*leniio, sobre una pyra regularmente formada en la plazí pública, á presencia de la Municipalidad, de laGu irdi i Nacio!)aI Pohre las armas, tranquila espectadorade la Jm licia del Püchlo', de esta Ju.-ttcia asi proclaniadaen la Convención por los representantes dcl P u ­eblo. y como en la barra la llamó un Maíriatrado delPuéhlo que tiene asiento aora entre los Legisladores ?Cual era el grito de las furias, que cargaban Irña paraalimentar ol ■íu'^go. y con el los tormentos de un inno-«conte, cuya muerte espantosa se prolonjó por masde una hora---- F JJ^ rJT IC O f F ^ A 'J T I C O ! e s te ahu-Ihdo era como do presa hecha por perros encarnizados;y im es menestér que se suponga el que entre tantaraultitud de espectadores hubiese muchos cuya buenafe huvie^e sido sorprendida; á estos se les decia ,, to-„ dos estos son esos fanaticos, que os han engañado toda sii„vida; que os han robado vuestro sudor; que se h in„ engrasado con vuestra sustancia,• y que son ios enorai-« gos de vuestra libertad; Compiradores, que querían„ degollaros. No no hai gracia para los fmaticos ” Y estetropel de ignorantes asi lo croia, por que las cosasque se les intimaban, son las que mis gusta decreerLos fihanfos p,]ps quedan plenamente convictosde haver dado la contraseña á los brigantes, y losasesinos ^ y do ule est i la escusa ? Lo sera el que en conceptosuyo la religión sea mi error ? esto es lo que


debían provar, esfo es lo que no han hecho,'ni haránjamas: Sobre; loJo en Tnnguno de los casos es permitiJoii nadie y menos á ios Jilo m fo s el engaFiar á lamultitud poco instruid 1 cou ia total inversión del sentidode dos palabras tan cxenciales como son Ins deR e lig ió n y Fmm lísmo-, la primera consagraer credulo, y supersticioso,lo es ciertameute el ser fan a tic o en el sentidomas rigoroso de esta palabra; en el que dejo ya esplicíulodesdi el principio de esta obra, y en el queha sido entendida siempre por los verdaderos filosotbs.Luego cuando los nuestros han aíectado tantoel confundir de proposito dos cosas tan diferentes comoson re lig ió n y fan a tism o ) cuando en el largo periodode treinta años han gustado el servirse de la una paraindicar la o/ra, acostumbrando á los ignorantes a sucambio ¿-que resulta de esta conducta en que ellosmismo:! se acreditan de instruidos, si no el provar paladinamente,que h:iu empleado p ira el efecto todo elarte de la maliciii, todo el artificio de la calumniamas crim inal?... l^asó ya pues el tiempo de desconocerante los hombres vuestro ctimen iníándo, una vezvistas y provadas sus mas espantosas consecuencíns, y60ÍO oá queda recurso y lugar ante Dios para vuestroarrepentimiento.XVIIN os protestarán cuando menos, alegandola, subuena intención: dirán, que como predicadores de laT o lc ia n c ia no se les puede acucar de liaver queridofai C a r jits e r ía Sacerdo tal. Lo creo desile luego: yo noexamino aqui lo que era cn r-ealidad gu lolerancíct* me


tnn rrmiio rn el pnrtìrnlu’ i e u , v i i . t l e r i i a r m e d e m a s i a d o ^ e n > a s t ' -mplila» de esttí' oít-g^ullo. y el interrog trle m il de ei‘: aíei|iur¡e!iido!o. tíi en et caso en que solo los Sacerd j-=4iuvipsi‘n si i(í proscritos, y los ^/eVoìì^ot,^ lejos de#«•!• r “)*‘*'iRltos en la opre8Íon luúversol, huvieiati si'oH ■ á servir Ioíp templos d& razon^ y á pre-i—dir á “Ufi fisstíís Oíjcuí/ííritts, ;(b ) coa un bueii^ si^ldop agado en-/í/^7¿3ííram/íi''Jíf ¿ si en este caso, répiti), habitap-ísado li proscripción de docieiitos mil !ividuosen la v.iKüza ñlosofi-'a, y compensado los nía*IcH de la ^ ‘iioracioií p,rusente c o n la Perspcct va íreyol,ternaria,de la i-;licidad en. la9.genexaci01.Hs .ut iras ?No; y j I» hnré cur^ü!qne, no vos eblen denjoslrni 0^D.-testais co.no. ■y o iléti^to los. cri,u^enes que bavet?presencía lo como yo: no pongo en ello duda ¿p ropiictíto que reconocéis yaque la publui-^al t e vi —tros principios, milamente comontados según a eg.üifiiT—Tn n E-»a V02 y k sifrniente són mni exrzozo el mutlarly tyJo jen su bgcn^tracimi hum'ituii de nueUioa,meses aüós, diaV, y ha'sta el í>ut»to d6 conuenzao es.tgs; y todo cun nuevos noui.•bres; y que graciosos ! L o mUnw ee hizo con toda especie depesos ote. ete. de suerte que ¿s becesa io un trinnfu de paciencia para 1 9apouersede Utndíía QstrvagaDcia.. Si vierais eu calcndano!


lia sido tan funesta, y su aplicación, llevada mas alláde las barreras en que la creíais circunscripía, ha sidotan horrible, que vosotros mismos para salvaros d élo sanatemas dcl mundo entero, necesitáis acogeros al asilode una intcncion sana, pero engañada; ¿ed siquieraconsiguientes por esta vez en toda vuestra \ida;renunciad al empeño de publicar unos principios quetan apesar vuestro han producido tantos males. 5i porventura os fuere dolorosa su lotal abjuración, hacto»fcíqui un deber de guardarlos para vosotros solos,y no fos derraméis para envenenar la sociedail: se4o los pnm’eros en espoHej-la á lautos nJliajes ¿ Cs»esto lo que estáis dispuestoB de hacer.^... ui o solo entrevosotros; uno solo, el Jibate Raynal eu 1700. signócierta especie de desaprovacion á tales principios, peroen términos ala verdad ^Y q u e^an hecho, ó que ' haceii lós dénm^.^ .'.u Vo no .haUlp.¿ora' de sus antiguos maestros: apenas restan algunosy estos guardan un grande silencio ¿cual es pues lacon(hicta de sus presentes discípulos de esos escolo^-res l4€cÍAOs ya Doctores, tan fieros, tan satisiech’os dever apoyada su filo s o fía en la rerotüeiotT y Itt revoluciónen su fih so ftfT ? ( amba« ,á dos se merece n el cambiode causa cn efecto. y vie.evesi«e if-ctoen raus i )... Los unos leen en el I N S T I T U T O nacional leerionesde wó/crm/iVmo. ó de Jitheism ovi n un tono de gravedad tanjmpbnente, que uno de sus cofiadcs se ba crei lo obii,-gado á pedirle^i con la mayor humildad el p-Ynüsn (hcreer en Dios; otros redactan aora con una cunst.íiK'.iai trepida D iarios filosoficos ya ^ei por su litnh-, ya seapor su fondo, mui protegidos e . \ erdad, puro poco lei-


lîop; y en todo nqoptra R h a o fi:u nuef>trn rcvolucion sons^erppre lo. mns, b c jlo ‘uel mundo desde bu ' creaciónaca; no se vé alli, es verdad á R o b esp ierre, ni á ïosJacovînos^ nquiencs se abandona con dolor, no oslanteque ellos jamas abandonan á su Robespierre, asicomo no 8e olvidan asimismos* Los primeros reinprimeiA-lasobras .de un Loco,fjpmbrado La objetodel desprecio de los 'fiÍosofos antes tic la' revoluCionpero reabilitado por ella como un B r a v o Jíth e o quese vanagloria de ser m aquina y p la n ta . Los segundos sedan prisa por dar h luz unas rapsodias, que su mismoautor temió publicar, tan ínsipidas, ‘como escandalonas,tan molestas como impias, tan necias cómo estravaçantes(3 3 ); tales en fin que no sábre decir íóquo bai en ellas mas despreciable, si el autor que pudoconcevirlas, ó los que no han arrugado su frente en elhecho de alabarlas. Publican también gruesos volúmenes( 3 4 ) ea que se prodiga una erudición embus-( 33 ) Entre otros, Jacque$ el fatalista^ y el supJemenlo al Exagero deOlnJiiiii esto juicio chocará mucho álos profesores del Atheismo, que se pros*teman dia á dia aote la imagen de DideroU y de otros sus antiguos profesos,que gritan con el tono de iluminadot^ para ellos tan solenne, y augusto^que creen on la Sombra de llclv€ci0\ y la invocan: Scr/w/f/ . . . Paciencia Señoresmins, este juicio &erá motivada^ y entonces me contestareis en el moáoque saveis bacerloi( 34 ) Como el de Jtfr, Dvpuisj refutado ya por buenas plumas, y sobreqne se puede volver k la cai^a; no es tan peligroso como otros, por quees savio en las indapaciones, y no et^ik al aloánse de muchos Jectores: noostanteel autor es falto de tino, enojoso, y detestable razonudon Comprendeinepcias, que pueden titularse revoludonaria^, ea decir superiores á cuanto«e conoce de inepto; y frases en que las ideas, y palabras aparecen en sentidoopuesto. ¿rOS Atheos pasaban hasta aqui por ingratos, y este titulo estabaen el orden; por que se atraviesa una ingratitud mui odiosa en descoceren Dios el ser J^ecaarios que en el hecho de criar al hombre, como diceVoltaire, seJo ha dado iodo, y sin el cual nadado cuanto existe puede'ceucevirsc posible^


tfra para , rejovenrccr unas Hipótesis, que se rcmontauial tiempo ^ sensata:» be reirán sinpouerse á re«i>ot\dornO‘> l i i i © calculo pLia^ible tai vcJ^i podra í»er erradoal presente. Cuando la uecedad &e li»de „H cna de He^'ear ¡/or„laglorM misma ilel Ciu a ^aaovie e.te mismo verso leobli^fa s# a olvidar t»! iüdodatu de 6u arreélu; y j^c-^rdarsti uu ^ c o mab de Vo^


os sfilon también al cncuetitro ciertos vrrsislns qnequericiJtlo hacer de grnzejos ec hurlan de qutî h.-.yaquien paedA reconocer una P io v ù k n c ia , y marcan á estasimplicidad como un ridiculo tan evidente, que bastaen su concepto eeponerlo para dar que reir. Los reidorescon este motivo reacen las antiguas burlas, y losviejos epi^rlinas contra fr a ile s y M o n ja s cíc. cte. Yo lesdiré que esie gr&n fondo de sus saliras tan lleno etitotlos tiempos, como inagotable, ha perdido ya todaBU sal ron el demasiado rozc que ha sufrido: de elhan sacado los Ji/osofos io d o el partido que se han propuestoformar Contra la religion; por que el sarcasmo bueno,ó iiialo esta siempre al alcanze de iodo pobre iiierato.y ea mui del gU6to de los necios.fáir% y ie vx^ \hutt>ín 9i fuhíe>^d S b ien h io er alto sobre las o)íla’one«que lia pn)auoo¡udo áníes^ y despuei de la revoluciona 6 darinU esta, veríafuc iirneüt?, que no le es ya pennitiJo el retrotraernc» al figlo 14. ^C i lo in sim c 'm o j v .ijin v ira mih^fias, y m jnii’X)"ai soii el ultí*mo recurso ile los que no se atreven áuna acusación directa, ui puedeo, 6forelat que, ó respoolerá el, no será inútil el reducirlas á su legitimavalor, taato mas cuanto que el Diarista ha vuelto á a.^omar cargo enófra 0)9 sTiva, Nmcuntj do los dos artículos esta firmado; por lo mismo firmadolodos los de su Diarios el Ciudadano LeJ^ñrTlé'jroche^ que es su n^dactor^teuid yo derecho para hacerle resp nsable: mas no lo haré, por qut* elCiU;laiano Cid>%ni¿ ha declarado ser suyos dichos artículos, y reclacn.'do parasi las que el llama inj^m ar, asi que cou e! deben eutendcr^e mis siguientesobsarvacioDc'^, ea que solo he mu 'a !o el numbr«^«1* Yo no veo que tienen de común e l Terso citado^ y e) arrefrto quobe sufrido. £1 verso está bien forma lo: espresa ademas un sentunienlu no«blo, y yo le agrade&co al autor [valiéndome de ocasion tan oportuna« paraacreditar mi reconocimiento ] los pasos que dio en mi fabor con el Directo^> o, aunque hayan saIta, deseando una ocaf on cu:dquiera de acreditrle mi reconocrniento ; mas yo no bailo que relacion tenga esto con el manít manifestarlo h.ivtendo guardado un -^i*k n ij profjnJo nn vJ particuiar. a nque naJa me *»Wigd^e 4 guanlarlo;aun ^ ^uicjr« laas Ciud^da^iO Ca¿on»? £ n ^ ei bieu uÁV}¿nrÁÍ9


Mas ya es tiempo tic avisar á los filo so fos (m a ­estros, y discipulo?, adeptos, y Neoíitos ) de uria verdaqueá solo ellos á podido escaparse, y es que la nnica arma que ha servido á sus intentos hasta aqni estacn el dia cubierta de orin, y eminojpcida con lasangre; y todas las ventajas que hasta el presente sacabala maledicencia con sus mofas de la religión’cuando esta era una Potencia^ han yá desapnrecidodesde que no es otia cosa que su victima Las hurlasno dicen bien con las proscripciones, y los chistespierden toda su gracia entre los horrores de lasangre, l.os revlo res se olvidan en un todo d-e su m —iñsterio al lado de los verdugos aporque aqnien pue^den divertir no siendo á los verdugos miamos ? y dondepueden aliar lugar sus gracejadas, ano ser en lasarengis de la M o n ta ñ a y bajo el apoyo de los decretos,que maTítienen nnn en cadenas á millares de innocentes?Los filoüofos que tanto vos han hablado


Yo tampoco m e ocuparé cn adelante, m asqueen las objeciones: tengo prometido no dejar u na sòiasia contestación^ y voi á hacer efectiva mi palabra.X V I I f1 *■ T u mismo nos aseguras qu9 e l clèro no podía en mo lo aliran o ab razarse con una reco lucton que se laq u itab a todo. Nosotros en consecuencia estamos autorizadospara trillarlo como enemigo.Respuesta: dc'^de hiego vos olvidáis que me esproseasí. ri*ful;ìndo la politic i de M irabenu. y de consiguienteque yo debía referirme al año de 91. razo-'ii:ir conforme al estas del p a rtid o , y tados los enemigaos de la rerdaíJ, bcan Jarovinos re*matadoi, s í i j .a f 'i n i l ’/cos ¿ e ^fi^oiofla^ seaii polilicos revoluci


no g;oz^n (in pspecìe nlfijiiiia i!e cxistonrìa politica: tampocoIcs retila nada que abrazm^ nada que rep- !tM vejs no h ivien lotii'la de con jn e;ifr« ' I C/c/'í, a'pii'^^ií Mi '.ib *i-i of-*-eia su C onstitución C io Íi^ y los ministros actu «les delculto aquienes vu^istra constitución desron icp. y *lequienes no hablariuis jamás, si os íuese dable e) surconsiguientes.2.® Mas sean lo que fuer-cprdotes, que en efecto dejaron dé ser lo qne crafip o r igual motivo; ellos no p'iedefi a iru ir nm -itra rst'Oiucion,A esto respondo; qne nada h ti m fácil queel reunir en dos, ó tres liueas un montoíi d : ab-iir—dos; y que para hacerlos perceptibles á tod-is « lasesele lectores, y tlesenvolver sn-i consecu nciiis atrocesson menester págitias enteras: es menester adfMüas hacerseviólencia para contener la indignación, que inspiraremojante lengunje, y reducirse á esplicar neta—mente loque todo el mundo deberá compreniler en el-Sinembargo es ya uu deber el h »cerio; y pues q etodavia se proscrive con frases Ao'ueV'/aí, y con la tu*erzd misma üel abaurdo que eaibuelvcn^ restablecero-4. Y que aíffmSca esta instancia suya por que me acuer^ u imat de VoW-iire y de mit oti-os iiutlret am igot?Bi §e trata do los raspot^JÍLf se deben al diento, creo tener prorados loi m.os. S. se trata de op -Toaiia j preten.lerá el C.udadaQO Ca^ntnh. que yo he jurado en de Vol-tiire, y de mis amigos. 6 que seami deber o» pu/^iicar otras, quo•FÓrfortuna es arto cmoci^io mi caracter, para que so sepa cuan d ^ u n ^i Z i y \o he estadc, de s«bord¡.m mi opinion i la de otro, sea J u e -^ miá pruevAS esuuaadaa ea el particttlar: iie coutradw-ho fjiinaiineme á


m^s ’a« COS05 A, pu sor naturnl, pnlvorizando piimcrolas frytscs mentirosas. Por otra parle no son los ísarpr-(lotes los unicoB á quienes piieilc aprovechar esta defonsa.por q je C''an á su gozc también loa buenos(.'iudadünop, á quienes 8« degüella ron las propias armas.lis preciso finalmente hacer {iñicos estas armascxócrahle.^: la impuslencia revo lu cio n aria es como elO,/O del Cyclopp, (pie no podia ser reventado sinocon la puiil i queí;.ada de una estaca. Los opresoresunen á yn tuerza real frivolos protestos, y los oprimidosno :ieneu á sn fabor mas que la verdad. Cuidemospues cuando nu'nos, que esta se presente con todaevidencia, para desnudar á los opresores de todos susprpte>tos, y que la opre!?ion quede aisladamente espues‘taá las miradas del Público bajo toda su deformidad.Yo se qup esta palabra tan estraña a m a r la re*-volncion es el protocolo de los g(»bernantes, y no he olbidadouna carta- olicinl impresa en todas partes, dondeal proposito de un Droguista ( no se de que departamento) que se hizo sospochoso ( n o se tampoco deq u e ) se ordenaba hace como un año, el in fo rm arsede la C a sa de dicho D ro g u ista, s i en e lla era am ada la revoluc ió n ? un monumento de esta naturaleza bastara en laVoUaire en la primera carta que le dirigí en seguida al Cotule dey sobreun punto de critica asaz importante. He alabafio, viviendo aun, obniscQ qvm«e demostraban sus errores, coa especialidad L a s cartas de algunos JudíosP o r tu ^ ^ e s par el Ab- y iio se ignora cuanto me ceosurarjo esta faifade respeto i la septa pmfesa de los Jilosq/bs tnis am igos^ la cualj)í)r mas qne se di^a no ha €,i'o la mía. Ame v lionrre ia persona delíclvecio: y en 1788. [S i Ciudadano O ih a n is en 1788, eiuica bien lejauade mi m afulato de arresto'] cuando todo concarria para l^acer justicia á lufcalidades personales del autor, empleé tres scbioncs dol Lvceo on refutar sulióro del cspirituy tratándole como el libro mas malo de cuantos ha sudado laprenda, como un tejido de paralogismo^ de Son^mas, del abuso continao dej>alabas contrarias al buen ssntido, y a la moral; todo lo cual prueva en miopmion, qno el autor con un rorazon escdente, v un tak rto conocido paraia pluma, unía ua espíritu tan decididamente falso, cuanto ¿ocke, y Condi-


l í i s l o r r a p a r a a p r e c i a r 6, t o d o u n G o V i c m o ; m a s c o rt o J ü r a z o n e m o s .E:j 1 ^ lugar: nnilic purde am ar cosa (jnc no leIraifTa algún bien. Sciia, pues, menester, para que lodosamasen i,i rcvolueion qne’ á todos hnviora trüldoalj^un bien ^-o^ atreverois á ceniii'.^arlo ? Yo no po-r quP esroigio?*o; [ ero fei la rrtaxí-*irta favoríia de KJicerdn A . ¡rus P la lo j sed n v i^ ís a)ñ ca veritns. am>go l'/a ^ion p ero m as a m i^ a la verdoiL5 , b e m e e x o rta á rets^her $ohre las opinhnei^ que UfifO (n^n ciada*sea a n te s, sea v n las d(/erenles f¡^ca s de la rcrtd.inon; 8effn’*?imentei q u o h ere v u e lto so b re ell.is» y mu 6 ti es 4ü'Ucü1üs,


ovoliirion, no rii«iicìnila con el criinen, y ciiy.ìSgi’os ijicicrou lìrillar tnnlas virtudes, [>n?!iopuii, puesanvir viemìola coiifunclida con un buL‘u gobìenio,{|!ie ern su iVuto y ol objoto serlo o íncoiiu.i»tab>€u«luego que mo toriié el trabajü de exlímin trias. • V’^erci^ bioa pronto, y para vuestron»‘vl qbe rcCiitauJotnc amlmisraq nomo trato tneior, qne a los demás-R»cosa gracis rois^ere^nos fi cnrootrar, yharé ver que el espíritu qn¿ dai¿;c. su piuma es el de le« Loáwí, rouUier yCensorios.


OO xJ ^y Republicano! 0,iuM!ii‘h;i la dfí havcrias con napijL'bia ducii al [y.ir -Cí‘s, q:ifí nad:i mad ancla, wial con la que ordi^nabrt* que las ú. qae ialucUa iQÍ»mai u bien€U eíla de 8* i 10. OCIO* botnbres*


los jv > r >ío a m n r l a .Yo rtíspoiido: que no es poco ronsognir llaverosícrz:)do á que forninimcnte nos distingáis ( Ob-a'^ tanopuoirtas^. y que no sepnmis sino cunndo pe os cttrc< hah ello mui de cerca. í*‘in Críe apremio las couruiidissitónipre, y nírctais hncrrlo de contiiiuo en vuefrtro len-■fí;i;}íje hi)vilual ¿y quien no save, que la confueion de¡dlu


niTAPI ps^'oìont'^: una Constitución cny'ì tondcnrii seKp ira éstablccerla, sera mas ó menos hucua, srg'iii quemas. o menos se acerque á su objeto: una ri*publicas *ra mii!, ó m^nos af.>rtuiia


va oon una constitución, se nrcosita de?(1e luogo elobstM'varla; j>.jra amar la libertad es iiecesurio gustarla;para a7nar la n'publica, es meneatcr tambirti quee>| gobierno sea r e p u b lic a n o .¿ No veis ya venir }>obrevosotros el trueno


XIX— 3.0 Tn mismo convienrs en qne el Chnslianis-«10 aborrece los medios todos (¡ne ha legitimado larcvoliicion. Luego sus Sacerdotes nos aborrecen, y»on los que esoitan al Pneblo contra nosotros, y nosmetrn bajo los puñnles de \diS CampaTiias de Jesiis.Respondo: los christianos aborrecían los crímenesde los Tiranos de Roma, y no solo les eran sumisos,sino predicadores continuos de la suíni&ion alGobierno: en el largo periodo de mas de trescientosanos no se halla un ejemplo de complicidad cliristia-Da en alguna de tantas sediciones que huvo bajo losCosarés sediciones, qtie turbrjron, dividieron, y ensangrriitiironel imperio. La conducta de los chrintianos€!^lubo siempre acorde con su'* principios y estos son1 1 sumiswtu y el deber para con las potest «des de lati«Tra, de cualesquiera manera que ellas se h^yrin est:»blecido,por el tlerecho ó por la fuerza; tampocoenla sumisioti supone en modo ala^u'jo, ni la necesita,\ i aprovacion de los actos de dichas Potestades, porque esta fundada en l\ obediencia, que debfmo> álos decretos de la Providencia, qnien da señores á lospueblos, ya eusu colera, ya en su clemencia, según leplace, y en cordbrmidad á las miras de su Savidnriasuprema; en fin esta sumisión nada otra cosa esceptua,que lo que es contrario á la conciencia; escepcionúnica pasada en lei por todos los pueblos querecunocen un Dios, que tienen una religión, y entrequienes es generalmente reconocido, qne ningún poderhumano tiene derecho á mandarnos un crimen, y casoqne de hecho lo mande, se debe sacrificar li vidaantes que hacerse cul pablo; y pues que en los estadosmas despóticos no hahavido tirano ( como lo acre-


«lita 1.1 historia) se fttrf-vieso Je atrnfnr confra tslreligión de los puel)lo3, ni exigir una arción cojdrariaá sn creencia, ó que á lo menop lo hnya intentadoimpunemente: pues qne en fin sin este "pofler de laconciencia que es superior á todos los poderes j-in costarleesfuerzo algurio: nin esta iesi#tencia, que no con-BÍ$te en convatir, 6Ír;ó en morí*; la tiranía prepotenteno reconoceria freno alguno sobre la tierra queréisvosotros, que se desconozca e«ta venlnd por el christiaiii«mop-ira hacerlo culpable, é impotente contraBUS tiranos?Sin contar con lo dicho se ha de tener presenteque esta escepcion tan noble no sufre iuconví-nienteaijíuno; por que hasta aora no se ha visto gobiernoque mande h\s acciones criminales, y caso que el quegobierna, las mande, el solo «erá el prevaricador, resultandoentonces


mfr>n«ií> no !m lugar nlgnno el fanaiism o. ano s^r on la]{ngua f¡¡o


obrar lós' prodigios, mo«frnr ol- p?plrilu de (itleí siómpro líi niismn, y enconlrnr dn nuevo tu oropuro en cl crisól de las tribul-ioioiioji! No, no es cjbombee aquien yo alabo en eísle lugar: se muí bienque nada puede sin ti.’ ta solo eres el autor de todobien, á quien yo enderezo mis alabanzas, cuando puedodecir á toda la tierra de presente lo que la bistoriaacreditará de.ípues; lo que ninguno de sus enemigospodrá desmentir; asaver qtie tus hijos, si íits hijosñn han sabido a'^ta aora mas qne sufrir y sufrir muriendo', y enverdad que los que así mueren victimas de tan s m ía relición, no saven, ni pueden ser asesinos bajo ninguaconcepto!Yo me avergüenzo aora en tener que tratar(descendiendo de tanta altura ) de las necias invencionesde la caliimuin, cuya atrocidad mi-^ma no es bastanteá libortarlas dt l ridirulo, qne embuelven. ¡ L ascompnñias de Jesús ascsinafi! Viles revolucionarios, que eslo que deciii! aquien podéis imponer con semejantecalumnia? cuando os convencereis de que todos esosvuestros apodos, con que sucesivamente haveis ido formandovuestro infame guirigni no pasan mas allá devuestros clubs, de vuestros diarios; asi como la irerigonzade lo» vandolcros solo se estiende dentro de suscavernas? aquien quereis acomodar vuestro blasfemoidioma no pu'liendo pertenecer á otros, que no seanvuesros clubs? lia! tanto, tanto es lo quo se lia asesinadoen nuestros dias á nombre de la libertad, de laR cpíólica. d e h\ filosofía, aun quisierais disfrutnr elplacer, de que se pudiese también asesinar á nombrede jesús! aquien liaríais tragar este desconcierto? Graciasal cielo, ya hace mucho tiempo. q«ie ei nombre«le DIOS no se mira profuiado eji el homicidio, in e-orí otampoco eu los puñ ile«: y on verdad que no os á l-ifd jso fia , aquien esto deba;nos, por mis que se diga;


í;^opór quo ella no. In liei h;j m^s que ngu7a-r ,olro«? ni^.vos, con loá cii:Ues s(i fanalisnio vetilatiero liu, verhiJomis sangre cn pocos riño:*, (|ue el supuesto religioso derramódurantes mucho» bi^loa-Dcynos pues de tioiiil>iyir, esas c^'mfX'nÍQS de Jeai'Simaginadas con el objeto uni(/0 de. oponerlas» á ItjvS efectivasde Mnrat: estas son aora,coiuo h;íu , sido,-rq^es,y arto conocidas ^-Mas qnien puede iüjuorar lo q^ietan acordes contestan todos h->s testimo .io|s nuteulicosde las admi it^ü-aciunes; asaver, (pie Ío^ KvaiL.idio» jí^ir».titulares, coiaetidos por- d^'.-írinMii^v < m caiitoursno han-BÍdo mas que veii^-ii'iz;*^ i¡i4ivlJuKÍt's? Couñeíode buena fe, que í-i en /npo ln:isido mas le


6jí»mfip,..por la .palabra que. en sn lenguA6H la..stTiai convenida para llamar sobre un puí^blo,las que en dicba sjii, lengua se dicen' grandes medida»efl docir, lo^ mas grai^e^ ciiincnes á nombrq de law u ' . - . ., i h.{i,.jnag q u e . una.Jei, ia leí d® P*os, qufe-pb Ütlo de/íii:; n^a,^,eet tdlÍQ, nna es la. vei^gofi^^i ■ícide «lii l)iod que: tiene proivido el homicidio bajo cualí»rtquierapretea^), á no ser Oibra de la justicia legaly


tflló '^('36 )' qnp lecc io ^ ^ tl^lVíoraT chnéíf.ma ra'e¿-eíe uná sola q''" j , ó cí mas mínimo sentimiento, nicontra sus antiguos opresores, ni contra ía persecuciónactual. Cuando todas las vocas humanes se han-, I ■ con sjas lamentos; cuando las pedrasiñismas han gritado lín Mnrbr dé lá 'feangre' con quese ‘ ven ténidás tfirrtos aíios'ha^e, sola la de los'Sacerdoteses la que parece enteramente muda: ni aunsiquiera han vuscado el desnogo de manifestar que lesocupa su propia causa; satisfechos sin duda deí prc-ícépto, qiie les obliga á ponerla en manos de su Dios,tit!) g'^stan hablar de suí» sufrimientos, sino parabendecirlos, ni de sus enemigos, sino para rogar porellos.—4.0 SI no hablan en tono mas alto los Sacerdotes,es por que no se atrOven á ello.... pero á laoreja,’ y en el secreto d é 'la cortfesíon.!Respondo sobre el primer Articulo; que vosotrosmismos no lo creeis. Si los ministros del evangf lio, ere--yesen que estaba en sus deberes el tratar de estoen el pulpito abuen seguro que los contubiesen vuestrosrespetos, ni otra consideración humana; y de ellolio os cabe duda alguna: tienen dadas sobradas pruevas,que no permiten sospechar de ellos esta debilidad.Respondo sobre el 2 o que si predicasen en laCátedra de la sumisión y en el coníesiona-io de larevolución, serian unos hipócritas; y los hipócritas nose sacrifican por la fe. Entre todos los que han intentado,é intentan aun trastornar el gobierno; entref 35 i P -eJínanHo imo


los que lian tirado de sus puFialOiS contm las nuforidadeacoiistituiclas, j-ódreis uombrarmc uiio que ih>ya idoá hacer su cohí'c.sion Sacramental?Pero tu misaio convienes cn que repruevuiinuestros hephos, y nueslras. maxímas. «..Respondo 1.® que repruevan todo lo quo es injusto.Si con esté titulo los proscriviis, proscrivid tam ­bién á todos los franceses, que no son bribones, ni esclavos.2 o repruevan la injusticia en todo gobiernosoa el que, fuere; ense.fian igUf>lfnente á ,{>ufrirlíi:


í'o'ía que no hnrm s'eo:íJraDiehíe. sí nqnel din huvicse8ÍíÍo todo lo qne


lemne comknacion, qne tan depgracíaílamí'nle oponéisamis cargos? Los hombres, y sus cosas no han mudadode naturaleza; lo qne antes era crimen, crimenes aora; los que reconocisteis por malvados, malvadossotí hoi también; y puesto que haveis concluidotoda esta escena, honrrnndo. y agraciando á los mismosque cou tanta dignación, y Magestad haviais condenado¿que quereis que yo pronuncie sobre estacondenación, sino el que es en un todo la vuestra? ( j )( j ) Cos;( rara! Al cabo de 27. auo«! cuando menos porfiaser contes«tafia la m ina con qne am enazó al Pueblo francés Ja F JÌC C IO .Y J A C O U Ude la cual lo libertó el 9. Thermiúor, nos salga ;Íe,pOi )u,. su 1 , iJ •. , o.M I., .• ,iif:;a'»a un O^rKtm-in ry-n cin. o e ib i/a so u u ía w€Í *uo y j, inailo -c i. rre, lue Ittpúbhcaiia; j.or ^ue üo he-


Pení*tro en cl porticular mas Je lo necesnríoc o .e n-: ía rj>nvf>o^,on lo« tres Poderes, qno consfitnvrn nna Re-fibltcao< ll ^ .iU iv o d e s d c s u T R IliL \S 'J l: ei ojociHivc por m e d iofcos 0.7m fe, ,{j tA|, y scjp u id a d p ú h tka , y con la a»:.didura de otras v ariílc«miM..f.ev t,xlas Imi.í su protección a tiva ; y cl Ju d ic ia n o con bus T rih un. 'es rev lucimartoM, que jamas desm erecieron cl noir.br¿ cnores, sos^echat, iiu liá o t, y »im pies dcnundas de lic a li.m o de F 'T■d.-ráhtm o, iie tnn n sm o , á< i/ a u tis m o r e liffi.m , Ò P o lilk o , «alvo c u a n d o ^ ;te se acrelituba consagrado al servicio de k S a n ia JtSojiU tña.H e aqui el ameno campo donde encontraba la riqueza de su sm i,.r^ .i ’e-^9, la prueva de su Patriotismo, la fifrandiosidad de sus imponentes r .ií*V la de sus relevantes proiliffios, con que aterrorizó i l mundo moral v ila francia to'!» llenó de aquel estupor, de que aun se resieute. v nò L ádel todo recuperala*^U na cosa robre lo dicho es la que mas asombra en E v m e rr v Pt rlq n e no baya visto en los docum.-ntos, que acum ula para ía car ei.’ 'tilu n ';. isu Santa .Montaña, el ,jnas solemne desciedito de ella con el testo dnetern a condenación. El mundo m oral, politico, y civil la leerán en su mU.m a apología, 6 defensa, L a obra de Eym ery será su proceso con otras dÓS v / p o r ’p V r r f i r ’’“rq^eiO ^ v V /P O r C .V r í; quiso ensalzar su eterna justicia para desengajio 6 mnyorobcecación de la cruel, y bastarda filosofía del sí/rlo 18 -Pero n ,«m ucbo el que ^ esplique así este autor, baviendo de avanzarec á d e c ir 1 m !q u e los únicos H eroes, fruto precioso de la revoluciou» eran Miy^abéauJiobespierre. y Bonaparte^ en cu ya comparación todos Jos demas actores ana*recen enauos, R obesp ierre!!« -*^wres apa-¿ Q ue es lo que quiere decir este em pelo por abonar prcluctos ta»amargos á. la humanidad en la filosofía que los r.borto? Djficil es esolicapeste fenòmeno, y asi nos contentarem os cón reconocer en el cetro de su d e s-rotism o barbaro, y atróz, fieramente manejado por ella, el A Z O T E de iaD i v m a v e p n z a para ejcarm iento nuestro ¿i;or que aque causa se puede® % / T Jacovino, ft Ins C m dorcet,io» Egaltíe, Ilchert, lot Dantun^ loa CoUot, \ tanta multitud de Partidanossayos, e melosos tantos otros, ya do la municipalidad de París, dondanació, se alimentó, y sos'ubo la Sania J[Ic.nUiñ-i\ ya dcl mismo club Jacovinoque fue su ^ c u e la normal en to-la especie de maniobras houucidas, y revoluciolianascontra el cliristianismo? ^ uiut.iuSobre todo /q u ie ti podrS desconocer 1? mano invisible de la iustic?»sempiterna, cuando despues de haver atormentado la vista con la lectura dfllargo D i^ io de las operaciones Jacovin.is, llegue por fm á lijarsus oi^s en losdías 19 de M arzo, y 9 de Abril del a«o de 1794? Al ver, d ire m i, S ü !tinado en e>¿e al tnlru-to Cunvei, dicho Obispo de Parts, a los 153 dias de81 m ^m e An6-'*,-isia}^ y en el otro ai Objeto mismo de su novisiraa D iv in k lio ít la DiOic^ H azon, a ia f^enw vMotnoro?


pnra connccr tofLis vuestras oijccionr?, rrias' no me socoJelo mism.), ctiaiuJo uuu vez contestadas, quieroprevenir la*replica.Paso pues al 2.0 articulo „haveis contenido..la s d e v a s t a c io n e s C r e o cierlamenic que Leon noha sido totalmente destruida, y que aun re»ta en ellaalguna cosa mas que ia colu*níia destinada á recordarlo que fue por estas palabras; a q u í fu é L e o ny esto en honor eterno de la república, y de. las venganza»republicanas, las cuales, en voca de Coliot.debiánsobresalirporcima de las venganzas Reales oirotanto, cuantola R e p ú b lica so empina íobre todos los R e^ es.... Collotha muerto; però si es muério, no io son los quellevan su nombre sobre sus frentes, y con el el terrorpor todos los Departamentos, preludiando á sunuevo reinado con sus sablazos, con sws reveses demano poderosa, mientras se lea deja obrar impunes;y cuando por algún instante se Ies va á la mano ycontiene se dice luego „esta restablecida la ca lm a ”sin que jamns se vea uno de ellos castigado.Mientras qne e-ta Horda asesina^ y devastadorano se vea soterrada por cl gobierno, y reducida é.solas sus cavernas con ejemplares castigos, no cesarad e afl'gir á r> fiMtJci i con sus devastaciones. Reconozco,q iñya no puedan ejercerlas cO:i los T e nplos, por qiie natíahai que tl*;va8lai’ en ellos, sino las piedras de siis cditicios.Con to'ío h uietidolns declarado p ro p i/d ad n acio n alnada impide el aprovechamiento de las piedrascuando vos ectivn ^rmias de sacar c.sta ú'ilidad. Con e f c-to acaba de anttriciat-senos, que una de las mas bellüSCatedrales de i^ui’upa, la de C am b rât, lia sÍdo su-T n l era e ' nonihre t)e la que como objias• c nov


ííQstüáa en 3600 liK y suhastah por el nproverlminientosolo de sus piedras, que ha de estrner la l;!iirota.Se ha reclamado contra tan bajo rcniuto, y recordadoAquello del proloquio latino im lé p a rla m d edilabun tur: mas yo veo aquí un progreso de qiip debéisaplaudiros; nada pagáis porderrivar, y es feirmprealguna cosa el tener un abono de 3600 lib. sobre niimontón menos de fa n a tism o y superstición.Sobre todo, que razón haveis tenido despues detantas declamaciones contra el Vandalismo, jtara permitirla destruocioíi de un monumento tan pretioáacomo era el Pulpito de la iglesia de San Ko-jiie, quesin saver como havia esc;*pado de las garras Snnm i-taa-i (con destino talvéz á servir de tribuna)? Si: acabade ser quemado dentro de su propia Igle^a, ( deesa Iglesia que haviais restituido para el culto,) por losmodernos üandnlos Acampados en ella, sin que per—eóna alguna se haya quejado siquiera de tan ruin, ymiserable atentado? Se habrá permitido estoen virtudde esta santa libertad que haveis devuelto al cultochristiano?... Este es el ultimo articulo de vuestra objecióny voi á responder a eUXXISi; haveis decretado esta santa libertad, y esjusto que vos alabemos por ella. Por que aunque beael mas sagrado derecho entre todos los de la naturaleza;sinembargo si pudo el mas inaudito atentadoanonadarlo, en la vasta estension de un tan grandeimperio, es con mayoría de razón plausible el havorlorestituido. Yo no examino aora tampoco, si eraposible asegurar esta libertad del culto á los de laVendee por medio de un tratado de paz, sin asegurarlatambién á toda la francia por un Decreto. O»


fjplamio, pnrs, s^iii rcsínccion alguna, si es que por loniciios haveis rcpnrndo ol mai rn cuanto vos era poíiblo;y la tal libertad devuelta a! culto es todo lo quetlebia ser ¿-mas en que vendremos á parar, si os pruevotobrc este punto, como Pobre otros muchos sinescepcion, que ei mal se ha hecho siempre soltándoletodos sus frenos y el l ien con mano mui encogida; siel mal en toda su posible estension, y el bien conrosrrvas las, mas dignas de reprovacion ? voi pues áprovarlo.Para que hayn en efecto un cullo libre, paraque esta libertad no sea ilusoria, y precaria, es m e­nester, qneá sus profeeores se les devuelvan los templosqiíc les pertenecen con todos sus respectivos Ministros.Lejos de hacerlo así os haveis declarado pro^p id a rio s de los templos, y enemigos de sus Ministros.¿‘Y doj'üe haveis aliado ese tesoro dé que laslííksias són una propiedad N acional? Jamas, jamas seavanzó absurdo mas evidente en apoyo de una usurpacióntan insultante \ y que ninguno de los Legisladoreshaya reclamado coiitra la una, ni contra laotra! Donde estamos G R A N DIOS! tan tímida e saun la R A ZO N delante de la M oniaña/ Por deconta-,do las Iglesias no han dejado de ser lo que eran porel hecho de su profanación, ni por el de su violentodespojo, y menos aun por que las hayan tapiado losbandidos ¡ Qnien se atreverá á decirlo / y quien pudoasta esta época imaginar que las Iglesias fuesen unapropiedad nacioncl! Y si no lo han sido antes com opueden serlo aora? Los ciudadanos arrojados de ellaspor el terror, y que hoi en dia las frecuentan comoantes, han abjurado de su creecia, ó bien de su culto, y donadosus templos á la JS'acion? Q ue son hoi lasIglesias? no son lo que eran antes de la revolución?4.. unas eran Abbadias. otras pertenecían á las com u-


nonlda-les relicriosas.. — ,, estas por lo inenos, vais ádecirme, son mui nuestras, por que nos hemos apoderadode todos los bienes del Clero, después de haverlo3declarado nacionaU íiEa pues: yo vos abandono esta discusión pnra qnela contestéis con el Abate Syryes^ que ha desplegadotoda 8U dialéctica para provar la negativa, y toda sufilo s o fía para cotiservar sus diezmos, y ñus beneficio^como decis: con el os reínito: rebatid sua escritos sip o d éis! Por lo que ainí toca, no necesito entrar e».una cuestión ya del todo superflua; el hecho ha inutilizadoel eiám en de un derecho violentado por el.Cuando vuestros Decretos uo huviesen coutiscado losbienes, os quedaba el recurso de apropiároslos, confiscandolas personas; y luego con sus proscripcionesy cadalsos en masa, poneros al alcauze de poderheredar á los qne eran asesinados.— Pero no han sido asesinados todos los Comunesy si es que hai algo claro, é incontestable. ■lo essin ’J u d a alguna el que las Iglesias parroquiales, y casasde curas sori propiedad comunal por su exéncia. ynaturaleza=Sin recurrir á los títulos de fundación, quehan perecido, todas sin duda alguna han sido costca'las,por el común de los Pueblos, ó por Principes,Señores, bienerhores; de consiguiente toilas son perteneaiciacomunal, ya directa, ya indirectnmente. encuanto á beneficio snyo fuero,i construí las. ó graciosamentedonadas. En todos estos rayón la propie l mles bien demarcada, acabando 1 lego \.i nnti>>-uedad deconsagrarla por este axioma del derecho^/^que toilaposesion cuyo origen se pierde eu U remolida I delos tiempos, y supera á toda prescripción, >in ser jamáscontestada á los poseedores, queda por lo tauío al abrigod e todo ataque, ó persecución judici d y 'ejíitima” LosComunespues de los pueblos eran lus propieturios de tos


templos, y sus casas parroquialos.Con efecto ¿ Quien en sai^o juicio poJia íinngi—nar que París^ y Ruán entran de algún modo en lapropiedad de las Iglesias de León, y Bourges? Cons^’mojante locura podria nsegurar^e también, que entrabanen la de sus M olinos de bus d eesa s.... meavergüenzo de ser el primero en descubrir tales despropósitos,y me veo obligado á implorar el perdón,DO á la generación prescente. portjue ella es quieiidebe reclamarlo de todo cl mundo, aino á las generacionesfuturas. Con estas hablo: á cetas digo „ la ­mentad nuestra suerte de haver tenido, que provarpor tan largo tiempo, que era dia ciaro cuando cl Soltocaba nuestra meridiana, y aun esto casi siempre sinfruto alguno „D e esta manera todas las veces que hacéis, quese os pague el arriendo de una Iglesia, ó que laconvertís en un almacén, en una caserna, cárcel,6 cuerpo de guardia, el menor de vuestros desafueroses sin duda alguna el divsponer de lo que no vos pertenece,y esto es lo que hacéis todos los dias.Y que diré de las casas Parroquiales; ¡O vf.r -C.UENZAÍ...8Í la rapiña se huviese contraido á los P a­lacios Eclesiásticos, conceviría aunque con dolor, que«na justicia, mas de una vez anunciada, y que nuncapuede ser la vuestra, los havia puesto en vuestrasmanos, vengando la desonrra con que muchas veceslos mi ncharon cl lujo, y las pompas mundanas : Perolas casas Parroquialesestos aposentos sencillos, ymodestos/ estos asilos de la beneficencia m^s edificante.honrados con tantas virtudes desconocidas almundo, y solo amadas de Dios, y de sus pobres; esasbavitaciones hospitalarias, donde un Pastor indigenteacogia de oi'dinario á la indigencia; de donde solía^alir tan araenudo el socorro paia el cníermo, el an-


iano, el hüeríhno, que iio tenían otro pan que este !. tfistos asilos ele la caridad son los que iio ha respetadola iufame, y rapaz avaricia! los que así sehan merecido la declaración de bienes nacionales, \que bajo este tituló sacais á la pública subasta, yvendeis en beneficio del Pú eb h ) á esos hombres ya repletiíiimosde despojos populares, y en presenciadel pobre mismo, que lo mira en silencio y se pregunta,sus ojos arrosados en lagrimas ¿ donde iréyo mañana á vuscar mí sócorro, y encontrar mi coligúelo?..Y que este triste desaogo no puedj el pobremismo expresarlo sin el riesgo manifiesto de ser tratadode fan a tic o y co n sp ircu lo r? Que esceso de íníamiay crueldad! Q ue latrocinio tan vergonzoso! Y os atrevéisvosotros a hablar de l;^s inju^licias de los R-^yes!Vuscadm e entre los mas indignos del trono unoqtiehaya dado una leí cuyo concepto ernbuelva cl olvidototal del pudor, y déla humanidad! V u sc a d lo ,y ábuen seguro míe lo encontréis. Conque, ó cesad deacusar á los Reyes, ó comenzad valiendo algo masque ellos. Si os teneis por repijblicanos, acreditadlo,dando el ejemplo de virtudes, que ellos no tnbieron yno el de ios crímenes con que no be mancharonjamas.No ignoro que de algunos meses á esta partese ha puesto en cuescion las Parroqoi;is debenconsiderarse como bienes naciotioh"


esto en pnndnd lo que quieren esos hornlDres, (ptcno alreviendose á contraiiecir ahiertamente Ir coiisti*tucion dada sobre la libertad del culto, no hellan m e­dio ma« «eguro de invalj-iarla que con el hecho, que imposibilitaá los sacerdotes su existencia ?N o se entienda por lo dicho quejo creo loquederia nn Diputado á una persona digna de toda fc„ queV el voto de Ja aUa mayoría de los dos Consejos eraque no quí-dase en francia un Saoerdotf*, ni resto al-„ guno de culto” arjles pienso por lo rontrnrio, queeíítp roto ps f| de It (n .ja m m nria. la rual, si bien alpresente toma un aire amenazador y obstinado mas quenunca, no ai rivará al o ljeio de sus anhelos ( 37 )[37] L a nir-rcha deJos de la J/on/añ»i es siempre la misma. Ved siníí«on que redoble de insolcricía, y de furor, con q.,e aire de aleeria, y de tri«nfo se presc-ut^ dfisde que se creyeron escuiiados coo una /upuesta ccrueoirartonrertliMta? fan ___ „ . p c la cvrupr*• 1 . - ' , ' r — ^ tuuvo ciai ci;iu9 «luu btenuo Cierta« v thr*J.ula cieitam ente en dos me-ies do tíempo: tai en fin, quo cierta, 6 dídosann probana otra cosa, q»e el sueño


IHaveis restablecido la libertad del culto f..*Y que habían hecho ochocientos, y mas ministros deese culto, áquie[»es habéis dejado morir entre lostormentos acumulados del cautiverio, y de la incligon-Cía? cual otro era su crimen, sino su crencra ? Nohablo aqiii más que de uno solo de sus depósitos; porque cuando el gobierno mismo se declaró en estadi>de no poder alimentará veinte mil de ellos, presos auiiy faltos de todo, estuvo bien lejos de ruborizirse en clseñalar un plazo á la subsistencia, á la vido, y libertadde tantos desgraciados. ¡Ah! s iu d u d a (n i) haí úrgm -e ia d e proclamarla cuando se trata de poner el sello déla tiranía sobre las bocas verídicas, y repúbÜtianastpero se emplaza indetinidamente el alimento de la vidacuando es menester pronunciar sobre la suerte demtllares de cautivos, áquienes es imposible acusar, yalimentar! Aun hai quienes se atrevan á decir en esagerigonza sostítuida á la lengua francesa, que liaSria ri~esgo en d crra via rlo s p o r dentro de la sociedad ? ¡ D e rra m a r loegente* honradas. Salva siempre la S a n ia J^fonfnña.E a un Diario, que se titula ( no^e se porqué) ilave de /oa Gavin^teSy á cuyoautor. amo> y aprecio, y ijiiien sin duda no sale g-arante de cuanto t aél trascribo, y es pertenencia de ciertos cscrit(»res, que tienen sus razonespar.k n»> sacar la cara, y son \H>r ello tiinfr) mvs perillos, cuanto que bajoapáriei»cms 'lci'a< íoi cubren la mas inicua^ y traicioncríi iinjurcialídi‘|: de estos es nitores que condenan el JacohinJtino^ y le sin*cn, 6que *iruem de astwia, 6 de ^fosoji't, no omiten jamás el ¡ustificar bajo cnaleíquiftT.ipretes'o« d e c la m a d le s de la JIbntórífi, y envenenar al propiatiom'>o las iniencií>ne3 de los dt^fen^ore? de h jnsti-ia, de l:i leí, y de Jíwacusadores del crimen.* estos eu tal mo;lo desñgu.'aa el cuadro te las scccio*. t[ m ] ^ s ta era una formula de que usaba la C^mvcndon en suscrctüs dauds) i entenJ^erla neoaaidaddo darloa, y la pri^a ejecuciuít^ ...


í)orabrcs! Pnermos por cima tle tan iiiJoccníe ignorai:ciado la k-n^^na ¿ y prc}íendo nada en ella que pn;cü


mento por im tierecho el mas sngnulo ?' Si este noles ha vali lo; si aim cargan sus cadeiins, no será estehecho, en los que los mantienen aherrojado?, h confesionmas paladina de sum as insolente tirania?¿S e mí? querrá ahora oponer la dialéctica de lo»apologistas de las leyes b n m a ria s? Si; es menesterechar mana de ella, haciendo un recuerdo honorifico^Cuando se les hacia cargo deque violaban la constitución,su respuesta era Nosotros no la viólnmos;„ proponemos si nuevas leyes, que no la son contrarias;no reclamamos otra cosa que la ejecución deI-laa leyes existentes’'La M ontaña tenia por mni exacta esta logica,^y decía á su orador „ T u les has redacidoal silencio; sial silencio /Era e?ícelente para ella, no hai que hacer; porque ved aquí eua! ea en f^ustanria su concepto ,,Cu-,, anda se dió al Piioblo francés la conslitucion, fuéV bajo la condícion tá(*ita. de (jn^ leyes quedarí-,, aii de reserva, y emi>lazada su obé^Tvancia pora ia fu-„ tu ra generación: pero que la presefite se gobernaria„ por las leyea exh't'^ntes. es decir, por bis leyes anterio-„ res á la constitución; leyes qur» no pueden existir cuul„ella,puesto que la son ronti'arías”Que es esa Mestures ! por que- yo no conozcalengua, que pueda caracterizar un estada tal de cosasei» que sea permitido á los legisladores^ el hablar a?»iaun Pueblo que se llama libre^ podrán faltarle jamas á;una alma justa palabras que con un acento bí


d avo ? nuestra vida no «-s de sn pertenencia ? Cuandoe! nos confia su poder, rto es también nuestra voluntadla lei de nuestros depemlientes ? N o son estos porlo m smo nuestros esclavos ? ”Honor para los Bajaes! Bravo. Bravo! ya voacomprendo: naüa me queda que deciros; me habéis robadola palabra — Sois consecuentes... Pero %otíotro9los Ja c o b in o s ocf*s; pero francos, y con—«fcu lites. Nada hii con


c6mpi*entlo todo \o qno no ea con&lUticionn] ) y ponoíí .rnsu lugar estas; bojo el poder de den m il bayonetas y docientos,cüíwmsi . ..\ ie aqiii una cosa clara: y o prtíi-n*t>á vuef-tras gerijróuzns la franqueza encrgtcoy que m;inifestaKteis«n el Vendimiario, cuando á Ja pr‘ gufjí;ide ¿como h


sil estado? ea por veniura este estíido, o este hibítoinfáme, ó perjudicial ? No son todos árbritros paravestir cl traje que les acomode, según vuestras leyes ?Como, pues, permitiendo eu los representantes delPueblo el trage de la indecencja, c inpiidencia, prohivisá los ministros de la religión el grave, y serio quetanto les conviene, y que por do (luíera es de un usogeneral..? Si qiierreis talvez manifestarnos que vuestraintención es que el Sacerdote disimule su profesión.á fin de que entendamos mejor que tan solamentela toleráis, por no chocar con la reverencia quese merece en todas las naciones ? Temeis nun ese respetoque ella inspira á todo el que no ha renunciadoá las ideas morales, y sociales; ese respeto, quetanto contribuye á formar las costumbres públicas er>todos 1(8 pueblos cultos? Nos diréis talvez, por qnelo habéis ílicho, qué vuestro objeto ha sido el evitarque sea insultado en las calles? Y quieues podráninsultarlo sino los Jacobinos? Si; solos los Jacobinos¿ Pero si no osláis en estado de impedir qiieuti ciudadano sea insultado en las calles por razónde su trage, y


Í»arlaban el Viatico: aií es como nos refieren este herh®os pipóles públicos, uFudieudo, que el Cura hib>aobtenido previci liceucia para llevar el S. ¿»acrriui iito.Nunca se h'i visto en la revoluciou, que haya »1-guuo hecho fuego sobre los Brigantes que piibibín,y asesinaban ( e^-tos Brigantes etñw c//>we/>/o ); sólo aloesgraclado B a illu [n )\e coátó la vid i el uo haber respetadoá este púiolü', mas ciiaiido los c.iuiladauos pacíficosacouipaíiaii, roí^aiido á Dios, al ministro de pazque va á consolar á un moribundo, enionces s« h cefuego sin titubear en ello, por que estos ciu iada »osno son el pueblo q-e p illt y asesina sino el que ruegaá Dio», y que por lo mismo es f a n a tic o ...y he aquícomo se rermev^n las escenas


tA''p'^ì"irò«! ! Con H 'lo B» iiiìi’o-s? con et (ìf» Snlva^g s ? ... p>-*r;i los Barharoii eulierraii i\ sus muertos eoaa})irito3 ieli:^iv»so- ^ Cou el ile Siiv'^g's? co*i el Jee-l H. id „todo cuanto era dcl hombreha sido ati'qn'lrlo. p»ra dar campo libre al reinode lo-^ M ONSTRUOS”Yestos son los Legisladores JiIo9oJos? Si: losque pusieron el nombre d* I ETE IS O al frente dásn Constitución: Si. esos mi^mc^ s“n: y para qnien^'ses tan estrangcra esa grande, y sublime idea que d-Ieterno sob» ha podido venir ok; ese sc’itimiento û liversal,é i.uburrable, que no ha podido ser impreso■####


sobre niies|ra, frentes sino por íl; esa relación nece.sana y esencial entre el inunJo ilel tiempo v el mun-? a u n : u i \ r e r ' “‘'''“ ‘ ' Si, ellos so., los q . r á s L b r a Z(aunque bien apesar suyo) del escan la!o de las iiiala naturaleza liumaua, en cuiinto lo Imcen á la reiv!anel¡ Í T l‘“ f ' «'lanto se obsisa u r ’ L TCiegos! no Teta d ^ s l n «i ° '“''!pn«no resp de t ¡sfe olvido.Vosotros como el fiabeis olbidado tan i i n e r -santo VTrdad, y por ello i.o adelantareis man en u j.Güiros funem lcs cincos (¡iip. loque habéis adehuilado en' uestras fteslus ÍJecad


3esorclpn. y todos furiPnios estravios ? No es vup^tra iiniiH»rali(lnJ « on lu de vuostraí^ It yps líi «jue abortó,y aborta aun la del pueblo?.. Y pensáis todaviai'-poiierla t»ajo el yugo de ia?* buenas cosiu nbrrs C(»nsernKHies de vuestra tribuna, ron la filosofía devuestros Diarioh? jAb! que vos engañais: este si es elfatuitisino cierto! vuestros r*Mlauios vieneu ya mui tnrd« , yIb p;:Hi «’alnltneutc. ruando uua iucn iíde depr;ivai iunamenaza de tan cerra al Gobierno mismo: cuantío t«eatreve y.\ al s>qtjeo de t-us cuj.is, al asesinato de8us Ini^m^)s correo>; cuando sus agentes, sus provécloresmisinos bm metítlo sus msinoy cn el pilláge de):i franri.t imirbo mas adentro, cn estos poros años,(jue to os siis ladrones antiguos en el espario de uupÍítIo; ruando la infancia misma comete ya meditadoshomicidios ( 39): Cuando la rapacidad, que antes nosabía marchar sinó por entre las sombras de la noclie,corre hoi á cara descubierta con sn frente erguidainsultando á los jueces en su tribunal, al públicoentero desde el ba:iquillo mismo de la infauia, ygloricUido-'e de bUd desacatos horribles desde el mismocadii dso!fiiu duda estafe.«» rosa que jamás se habia visto,ó tan rara vez que solo poclia pasar por una escepcionmonstruosa; mas en nuestros tiempos la vemostodos los dias. Con efecto ¿que viene á ser estoque11 un irnos revohiciofi, ó si^tetna revolucionario^ sino esacosa que nunca hasta .‘diora se vió, y se está viendo, yBe verá todavia en tanto que dicho sistema no sea( 3 9 ) Una criatura de cuatro afios d6g:ollada en el monte por oírftde onc^' tardó na cuarto de bora en consumar su sacrificio con \mmal cuchillo: este hccho no será desmentido, por


«olf'mnomor'ífí proscripto y rntorámontc ílostrniflo?— Y no 1-8 esto mi&mo lo (jue nosolroM sí»lioitaiiios ?— Si; p^To con leyes revolvcinnarias UMníreis bíeni[írecc&tmnbres rcvoluciouorias. Es mui riilioiila inronsecucncia(A recomendar la moral á los i^íílH'nKvIos, cuantíolos gobernantes la violan á cada momeitto: cnandoá la sombra de necios sofi-mas. esía \ ióíacion di «ríase erige en principio tíe derecho des


los rí'Portcs del nfecto humano» y cambianclo nuí>s-«tras afecciones naturales eu crimencs, y en supliciós üejado otro afecto, que el amor á la n«—da; ella ha sacado del Atheismo todos sus recursos;y entre tanta multitud mu ventura no distingo otrosque puedan mediante una razón suficiente recusarlamuerte siiió los chri-^tismos.jVoBotros habéis ro-ítablecido la libertad delC ulto!.. Y despues de re.stablecida, cuantos cantonesh d todavía donde la opresion particular prosigue sietidomas poderosa que la ei; ó donde hf»sta ahora apenasse han abierto algunas iglesias! En este mismoinstante n< s araban de informar tos papeles públicosque por nn se han abierto dos en la ciudad déjjrra s ¿ y eu cuantos otros no han sido arrancadosdel pie mismo de los altares sus Sacerdotes, y ar—rastra|«» a la impiedad, y tal vez unoy otro pnra h iber de formarse tales enemigos !I Y no se ha cerrado despues del Vendimiario]i líjlesia de S. R oque?... yo ignoro con que motivoó ílerecho: y solo sé que á las instancias mni repetidascon el Twmi.T/crio, para qne obriese esta clausurase' ha respondido, que esto no "jiodia concederse m twifo


que los Comefos se mnníuvmen ton vecuio^ de dicha I¡rlesta.No es fácil llevar mas adelante la ai’ersion porque, ¿ no es evidente que á Dioses aquieu correp^jondeceder de su derecho y su lugarXXIVAcabemos ya de agotar las imputaciones cnlum«*niosas é inH^niücantrs... — Los Siicerdotes, docis,escitan la guerra Civil— Escitar la guerra civil es unade las frases del Diario de la FACCION: es una delíis mas vociferadas en la Con» cncinn; en e^pci ialsiempre que en ella se atravesaba alguna aparienciaele oposición á lo qne ella lláma grandes medidas .S e os quiere dividir, gritaba Robespierre, siempre (¡uealgún Diputíido osaba modificar en algo los informesdel Có.niíe ascsinádor, 6 á las mociones de la MotUaña.Hoi mismo, si alguien ^e alreve á revehjr los atentadosde esta FACCION; ó ni se trata


Kn fin es ya preciso venir á «na acugacion. queias comprende à todas; no por que tenga algun valormas que las otras, sino por que me dà merito parapotipr en clara lue verdades de ia mas alta importai'ciapara la causa pública.— Todos los Sacerdote«Son realistas.Dejo ya valuadlo y con brevedad el m«1rito dee-ta palabra, en un escrito, cuyo titulo es ía sal«í¿pii'Aicn; ppro hibiendosele dado un significado muipeliffmso bajo todos los conceptos, y ridiculamenteideal, nos importa mti< ho oponer el legitimo, elútiKu» que puede salvarlo todo contra la demencia qu©puede perderlo todo.esli5oporlo9 aalores natos He la revolución: hallase en el pasage del Merou-«rio, i}tie doiairio-H ya citado,N i o:í de a


El Te-ihsmñ çn p1 csiatlo pp prpcísnTTií'nff», ó unpar^i-lo, o iJiüi (>|iim Îo ii. No f*s lo p'itnoro. porij'i^ l'Oîiiii ii(ii tal partidlo la in:is UiÎiiiiiia Hpai')(‘iici;t. T o 'oparti«]') se unto ^ue esCapital: j>Qi* esta vez parece que los hombres hr»n valido «Ito mas que la*co^aa; pero fuera de que esta iíliertad del pensamicnti e-t:í ex»nje9ta ámil ataques« los cualei pruebin nu** oí» e-ffi soliHamontí»comotodos Ci'eea coutra lo que nuustro íiutor aliruia; yo enUeudo quo ellagaüa*


íjne pn.!)pr por. nti ^lüVncia: an'tii' io ae p.irecr iihií tío al(];• aquí-Üoóoni‘ir¡cntos, ru y \ t)pcie cl rel»i-ño ini'-fiSi». AcaWa (le ¡»uccdrr fi» prue ba do Ch>to (piet'ilo lo« m.‘i¡< ♦ loirucnles ]>irilu, voti u u empirimj fraiicn t^en lc iun-^liii cio :Jy hiien d es[i^ rb o ;y ncogi hi q o e l ^ r a o . h asta ah ^ru no Imn av a u ^ . oi (Tañar íe ^ e u t* vit Ah Oj^iní^n pñU ijrh, lo q n e esto piiib* es « d»ir «qut lla lio v s iin.i P o te n c ia prc|i(>Tii!emrMei lo es re al m a l^ u n tr.txio \xn itiQu ' u.i i*viiHr o iu cb a }>artc* iU*l n*af. q u e f agirían h u riT lo« l i. '^ se e sc rib e n c o a u q cs) irítu m u i d iíc re n ie , tal co m o e i d e L U o tro4 , P ra d o r r e o r w b r e tixlo* n u e los q u e babiioi. al i»arrccr. St/t 'oo oí a q m rtH r las ÍMi9g'inacii>n(*s aU rronza ta n viv:«^ nn \i\l í ^>o^ ]|ii;ifpro« y *ie d a r *d uucii^ute fftibjtTOo, q n e hii Ilc{c* do á sei iii}< .%^ ú^ii initniKsla^ uU im a“ aM b ras Ron v e p h id f'ra s la? dcma*^ son c l I-a« i C if.i.. e liiier*tí> ahu-o d« c o n rri iiu ¡ !e ,ara in%inní»r 'a r;JiM tn a^'i l* eIjiir* no fio M rvn ;ir(¡#Nilif: I;» di *o.t »'VfjfVn* nt'i if \ 11. I ©•i ;o f '• 'fhf t.»i J^n cntruLn


to ío« fln«» «ontímjpnto«. y este furor tV rn,, si 9f» nnc q?ntd'im') no ])uode ser otra rosa, qiie la opinioníh* aipj líos, qm? pn fiorcn el reinado á la Republi«-1,y j'i» aun c->ta opinion no está bien declarada, B:*joeste concepto t/ato de apreciarla sin olviilar ningunotíU.» resprto3.^•Será rn jÍ grande el numero de franreses. quer ‘-’oriozi’ UI e-it i prr’ferenci:» ilcl un gobierno eobre eloít’o; y p ira (¡uie..ed este modo de opinar se haya cou-0 tiempo«, é on r^noTarTm, N o ?rni otro hn^jfnmo (>w V erftr iv^réUa)f^s^ Hiiió la mas observancia de la con^titu ion: portjiie do fíficoHe 'v anem< se cnp?jta con ella: ío en tamhíi»n el orf|nc napMOtle ^n oe!e '•nos de que fitas to haynn prcMhirii'T>nl 'ncio*Mu¿/uatíOii^,


?»ff* pn an princtr>io raz.")».» !«. y fa? qn* fpffnttp l\iiu Ü niiiniento ? Decimoei, que es>to no es po'teIr* . 'of fshipos eran (/uietu'A 'pterion d^tU lúrln^ y deürtur ronel/a el Cariilio^ó haíá*f v ; V ''lit ejife ¡amoM ítrt^ otro ehftma qve el d^ dejarles oftn/r. La h>itfcríaí'Caiá t^n pena com^^e^te nsfema in^emfafo fué apesnr de todo el vnico (/ueia ^ o le adoplái p^robaen se,;uro que yo la escrbiiese tomando p or gu ia laehemoria de CahanU^J^os pnrere qtfe es eohrfí^o 'o dhho pnra harer rer lo/p/e df h^ pensar*$r dr loM e n U or^ idci iU s^íiÍMn^ y ^uuá lUnu4 po9^ « « •


1^2 . .porqne sn tenfíenciu nntnrnl los llova HÍpmpreeu buoCii (Jel reposo ¿ignoráis vosotros, que (»sta tendenci;^habitual ni reposo es la que ha heí-ho, cjuelos franceses aceptasen casi utíániines vuestra Con^li•tucion ? Si lo dudáis, es por qne emvnoltos en el lurhilionque os arrastra, no distinguís el grande espacio(le vuestra marcha. La consfiluciun repubUrarjaes, á lo que entiendo, el punto, sobre


én pn Bii egnuesto quienes son Iop que mas favorecen, y foment.iUestos votos, estas esperanzas ? No serán loa anarqiiistas;ios que distinguimos con este inombre ? Couqne otra cosa se contaba en el útúnio supur^to'Clot» nunque tan quimérico, que cou los movinii*e7it'>s Tevoluctonnrios ? Y que era lo que mas se temíaf'h ellos? ¿No erañ l:>s elecciones consliturionales ?Ued, pues, \a, si tei go derecho para decir á cua«-tos conil)ata en este mi escrito „ vosotros, vosotros,sois Uis reolislas, y i.ada me sería mas fa« il (.con„ el sisteuKi de U\s p ru n a s niomlí^s ■por •d(*l4inte ) que„ el conve'ieeros ert- los tribunales de cónspirario/t co/ilray, la scgtjridad interior, y exterior del estínJa; si yo Inése,, cipoz lie servirme en m iteria tan grave de términostíiu ridiculamente vagos, ytrau peligrosamente inuefini


.


d''r'Cfo*f.H« «qui b lepfe^? Yo pU‘ dt» n^petir l.is mismas palabrnsjpero invocaudo la jnstio»otroí- no h iehis olvidado, ni jn»*(h'i-* olvid.ir esa époesi li Í>li*


llf)ahomirifible r-ípoiViontc do ar.ii ir Jo^ ñf.i!»o desda la Irihuiia lo?decretos revo!i)cion irioíí, qn-' Irdi i rn sn holsa: qnela í’i-2Vifáhle eot)-4'‘ciieaci-i d • rste rnitimf-n ■proimoñoj't' ra 11 ma^^rte de to los lo«9 drptit ii;H m »■■ead ^s eonc*l titíilo de irp.nU't konrítiha. los eualea pm el termi-iode 04 ho ■|ia>í h dirían si lo todos arrastrados ai e »,C)'i‘* p'tr en(u;ir


omprf»n


inrvada, 6 ol fmtwsma que le regalan lo^ PoRTclore»do las revoluciones en que se cree con faciliJad, ó queto. \)0 V partidos decidído't Que los unos ejipeculetien I«s tiniebl'is por el Orlcanismo; otros por un Principétsp-tñf>}^ spgun difhos soñ »dores se loi naginati: yocoticibotodo esto sin pena, y me embarazo mui pocoetiverificar semejatjtes conjeturas» ó sospechas sobre lívdos estos diferentes proyectos: biii quitarles la posibi*li la l, ninguno en mi concepto es de temer: es 6Í mmnatural, que despues de lo que hemos visto, nadaDOS parezca inveró'iuiil, y que todos se crean capacestle todo, y como nacidos para todo; mas este cálculosuyo es enteramente falso; por que se funda única-*mente en lo sucedí io adentro de nuestra revolución,ein advertir, que todo cuanto esta ha producido, estáfuera del orden natural, contra el que nada se puedeconcluir valedero: ella ha hecho lo que nunca sehaiba viáto, y lo que no puede servir de ejemplopara lo futuro.¿ No veis como despues de! 9 thermidor todoparece encaminarse por una fuerza lenta, pero sensible;por una marcha contraritda si. pero irresistiblehacia un orden en todo natural? Las cosas son en siini:«mas mas fuertes, y poderosas, que los hombres: estaes una verdad conocida; pero en particular mui aplicableá una revolución en que opresores, y oprimidofte han acreditado de muí niños ¡ Nos admiramos sincesar, y justamente, de que subsista aun la franciad 'spues de un gobierno como el que ha sufrido enestos utti 1*08 años, y mas el que sea todavia un cu-*erpo robusto, aunqu


líe spnsíbílizí^irla, y hacerla comprppnsible, rotahie &toJo f'lque reconozca, que hai un Dios: es decir quefiquel soberano poder, que lo ha hecho todo, atentoíiempre á conservarlo todo, fijó, y jtúáo limites al malmoral igualmente que al mal lisico; y nsí como lo»6racanes, los terremotos, los Vohánes, que suelen trnslornarla superficie de el globo no puedeu nunca des-«truirlo antes del dia que al efecto le está prefijado;así también los mayores enemigos de la especie hu»mana, cualesquiera que sea el poder qne desarrollanjamas pueden contar con el absoluto para destruirlasi solo con el que se les permite para atormeiitar-Í a. La potencia maligna de la perversiflad humanatiene marcado un termino, que no puede Irappasar»y a íó ser así. ó si se pudiera desconocer al que la pu*»0 pste limite ¿’cuantos tiempos ha qne elm undo noexistiría ? si; no existiría ya, si como es de malignantela voluntad Jucoom a íuetse á la par, y por i^uul d?poderui3a»XXVIIIAsi e» q»ie se persigue nun á los Sa*Ceri^otes sifí o tn cansa para ello qne por (pie se les ha per*seguido: he aquí el último resultado de cuanto se acá»ba de leer., tu debes aborrecerme se les dice por el mal„que te he cau^a


u o ■ 'Annqn^ rsf'» oVrjVriaii pnrampnf#» p^rsonnly no U iig-i que v{m* cu jiaila con iinoir.i ciM.-cton,infi reco’íozí'o oliii^iilo a Cüiitf'stnrl;« piif'iio (juo ^eli“ -Iju . miiüü ile olla par.» euftírmar la causii queiivüciiJd.Y (lopdc fsorn urrríiario «pp chi'isflnnop 'ira tomar la ii< J ('1 íO^>i e mi rc1¡jr¡oti ? som Ihs rero/uno/ianos-y K* s-j»‘d o «le p^lo> {lolii.i yo l¡in¡i:u'in«‘ a ijm.i sola rr^pu»e*( 1, qao, «¡ so (juiprp. pus Insta aqní yo los sátodos


f^ lPof ro«i sin j) irlitlo^ ó slt» m^» boa»t fi |M‘udciáii «MI m monos su juii li», y c&Lo es latínlo (jue íit tnando.í*or U) qi»o r


MÎlîJfîd. Y so^re lodo i que es para mî eso de p«*'hgrus. ó de riebgo«?Si llego á ser victiinacle !a causaque defieiiifo j que se seguirá de nqui.? jQ ue! qu9yu no seria indigno de d^rm i viilfi por tan beltà cauea.Al lado de tinto* otros rati como hìri muertoinulibnentP, mi muerte no serm i iufil para mi. y talvrani para otros rauchoü mis! j Ah ' 4 lien save cual será lagota de sangre inocente, que precipitará sobre lacaveza de los opresores ese torrente de sangre quetinto posa sobre ellos, y que debe tarde, ó tempra*no soiocarloa ?Aun antes de ser tan feliz como ahora soi parapensar dcl modo que pienso ¿no he savido deciré los demas, que lo?» pnfiales de los asesinos no de*bian jamás entrar en el calctdo de los hombres debien? Y los temeré ahora


£ R R A T A S E S E L P R O L O G O .Plfípa.Linea,T)tce.Leé*2.8.16,U15.2.27.29.Septiembre.Ingeríi los.bsaicndo*Nobiembre.Iiigeriósi losiabieuil9á O B i l d1811)3 \35373343486969718083699395103n 9111l i lX23i2.27.32.2327.26102115141963063531173S230Upresentepe


PlarKU' • luìnm». ■ ÍHce L fé1‘2'i 23 confpsiarme ronlrsiarU1 17 14 Merourio]w3 33 oosas cosrtNr n 2 í onlean onlen131 2 ol»8erco ob^crvQ1^3 2 trail tan134 28 Sfide cj-vp135 22 baebif Labelii. ar s r n E J V T d m ^ y o h .si


ü k ì ■^: -V./ •'t,'.> >. * % .s>fc*‘•Ö'• I\ ■Í 'K . " ’• ' •« ■ 4L'.:: Í I ~P^1Í


iïéài;m, ■• ■iT v-,• s 3 »* '> ‘' ’. - '/jJ *■\u\ f' /..■-ri- • •' .. ••■V-v y ^ mV.. r:■4 "è' .Î9•1• >'--/• . - . ^ à y :Í ' A-.^.-•-iîr*;iij ■ • » .» •''•4-ri>‘ -•J9* • ’ fû Ji .»«" f Æ U i : ■■ ” W S Siu*• -¿ ¿ 5Æ â'■- . v. »V1

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!