13.07.2015 Views

Galicia y el Bierzo en el s. XV: - Anuario Brigantino - betanzos

Galicia y el Bierzo en el s. XV: - Anuario Brigantino - betanzos

Galicia y el Bierzo en el s. XV: - Anuario Brigantino - betanzos

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...<strong>Galicia</strong> y <strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> s. <strong>XV</strong>:DE PUENTES A FRONTERAS(Las luchas de los condes de Lemos por <strong>el</strong>dominio de El <strong>Bierzo</strong>)JOSÉ GARCÍA ORO*yMARÍA JOSÉ PORTELA SILVA**SumarioS<strong>en</strong> estudian aquí los <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos nobiliarios d<strong>el</strong> s. <strong>XV</strong> por <strong>el</strong> dominio de El <strong>Bierzo</strong>, con susc<strong>en</strong>tros <strong>en</strong> las villas de Ponferrada y Villafranca.AbstractThis work studies the confrontations by the nobility of the fifte<strong>en</strong>th c<strong>en</strong>tury for the supremacy of El <strong>Bierzo</strong> andtheir c<strong>en</strong>tres in the towns of Ponferrada and Villafranca.INTRODUCCIÓNEl Conde de Lemos, Don Rodrigo Enríquez de Castro (1483- 1521), que era y gustaba deap<strong>el</strong>lidarse don Rodrigo Osorio, es un prócer gallego que une <strong>en</strong> su biografía los reinadosde Fernando <strong>el</strong> Católico y Carlos V. Al mismo tiempo <strong>en</strong>carna <strong>en</strong> su persona y gestiónseñorial bu<strong>en</strong>a parte de los problemas que agitaban al estam<strong>en</strong>to nobiliario <strong>en</strong> <strong>Galicia</strong> ymuy especialm<strong>en</strong>te los desafíos que los Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong> de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te y los Osorio de Lemos yTrastámara mant<strong>en</strong>ían por prevalecer <strong>en</strong> <strong>Galicia</strong>. Un punto rojo, a veces incandesc<strong>en</strong>te, deesta pres<strong>en</strong>cia es <strong>el</strong> capítulo de la expansión <strong>en</strong> <strong>el</strong> ámbito berciano, con sus c<strong>en</strong>tros <strong>en</strong> lasvillas de Ponferrada y Villafranca. Se trata de ev<strong>en</strong>tos estudiados con gran det<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<strong>en</strong> los últimos años, que han g<strong>en</strong>erado una importante bibliografía, cuyos expon<strong>en</strong>tes másconocidos son las obras de José García Oro, La nobleza gallega <strong>en</strong> la Baja Edad Media(Santiago 1981) y Eduardo Pardo de Guevara, Los señores de <strong>Galicia</strong>. T<strong>en</strong><strong>en</strong>tes y condesde Lemos <strong>en</strong> la Edad Media, I-II (A Coruña 2000). En estas páginas pret<strong>en</strong>demos ilustraruno de estos acontecimi<strong>en</strong>tos regionales que, por su exuberante información, permite vera los protagonistas lidiando <strong>en</strong> sus empeños más comprometidos. Nuestra coleccióndocum<strong>en</strong>tal procede de uno de los fondos archivísticos más ricos <strong>en</strong> noticias sobre laMonarquía Católica y sus órganos de gobiernos, que es la sección Estado, d<strong>el</strong> ArchivoG<strong>en</strong>eral de Simancas.* José García Oro es Profesor Emérito de Paleografía y Diplomática <strong>en</strong> la Universidad de Santiago de Compost<strong>el</strong>a.** María José Port<strong>el</strong>a Silva (1954-2006) fue Profesora Titular de la Facultad de Geografía e Historia de laUniversidad de Santiago. Falleció <strong>en</strong> la tarde d<strong>el</strong> 15 de diciembre de 2006, a la edad de 52 años.105<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVAI<strong>Galicia</strong> y <strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong> <strong>en</strong> la m<strong>en</strong>te d<strong>el</strong>Conde de Lemos1.- LA DISPUTA HEREDITARIA EN EL CONDADO DE LEMOSEn los años 1472-1483 se gestó un volcán de desconciertos <strong>en</strong> <strong>el</strong> Condado de Lemos.Su autor e inc<strong>en</strong>tivador fue Don Pedro Álvarez Osorio(1457-1483) que realizó un doblejuego. No lograba despejar <strong>el</strong> futuro de su señorío, porque no concordaba con su hijo,Don Alonso. Muere inesperadam<strong>en</strong>te éste, <strong>en</strong> 1467, <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a arremetida hermandina,dejando para <strong>el</strong> futuro una viuda, Doña Leonor Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>, que no le había dado desc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,y un hijo bastardo, que recibió <strong>el</strong> nombre de Rodrigo.Don Pedro tanteó dos soluciones: la primera, atribuir, <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso de que <strong>el</strong> mismocareciese de hijos varones, la sucesión a su hija Doña Juana Osorio, casada con Don LuisPim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>, hijo d<strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te, un compromiso que suscribió <strong>el</strong> 3 de <strong>en</strong>ero de1572; la segunda, legitimar a su nieto bastardo, Don Rodrigo, y brindarle la misma titularidad,asegurando así la deseada sucesión masculina.Ocultó <strong>en</strong> lo posible la primera decisión, a fin de hacer triunfar la segunda. Pero <strong>en</strong> losmom<strong>en</strong>tos finales de su vida, todo salió a la luz.Y su nieto, Don Rodrigo, dispuesto a sernuevo Conde de Lemos, hubo de abrirse paso av<strong>en</strong>turadam<strong>en</strong>te buscando aliados <strong>en</strong> casade sus pari<strong>en</strong>tes los Marqueses de Astorga y haci<strong>en</strong>do fr<strong>en</strong>te a los <strong>en</strong>emigos tradicionales,los Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong> de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te, que ahora reivindicaban los derechos de su familiar, DoñaJuana Osorio, esposa de Don Luis Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>. De nuevo se hallaban Osorios y Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>esfr<strong>en</strong>te a fr<strong>en</strong>te. Eran las clásicas confrontaciones <strong>en</strong>tre las casas nobles vecinas quedesbordaban <strong>el</strong> marco local y llegaban a los estrados de las audi<strong>en</strong>cias, para <strong>en</strong>contrar finalm<strong>en</strong>tesoluciones improvisadas, casi siempre conciertos matrimoniales, con que rematar honrosam<strong>en</strong>t<strong>el</strong>os conflictos <strong>en</strong>tre las casas nobles. Pero más allá de estas confrontaciones y arreglos, estaba<strong>el</strong> planteami<strong>en</strong>to jurídico. La sucesión de Lemos se decidiría <strong>en</strong> los tribunales reales.En este caso la disputa se hizo bronca. Se formaron inmediatam<strong>en</strong>te dos bandosdispuestos a medirse con las armas. Don Rodrigo demostró <strong>en</strong> esta ocasión más audaciay decisión. Cercó Cornat<strong>el</strong> con <strong>el</strong> propósito de apoderarse de Doña María y desus hijasMaría, M<strong>en</strong>cía y Constancia. Se apoderó de varias fortalezas d<strong>el</strong> Condado (1). Y se <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tabacon las armas <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te cuando la Corte intervino de urg<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la disputa.Los Reyes quisieron cortar <strong>en</strong> ciernes <strong>el</strong> conflicto. Don Luis de V<strong>el</strong>asco, obispo deLeón, fue <strong>en</strong>viado inmediatam<strong>en</strong>te a las principales villas y fortalezas d<strong>el</strong> Condado deLemos con amplios poderes para pacificar la conmoción surgida. Liberó a Doña María deBazán y a sus hijas. Colocó bajo seguro real a varias de las fortalezas y villas, sobre todoa Ponferrada. Gestionó con ambos bandos la inmediata disolución de las g<strong>en</strong>tes de armasreunidas. Encontró no pocas dificultades, no sólo <strong>en</strong> Don Rodrigo, temeroso de lasiniciativas de sus rivales, sino sobre todo <strong>en</strong> <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te, que int<strong>en</strong>taba asegurarPonferrada para su nuera Doña Juana (2).La misión d<strong>el</strong> obispo de León no apagó la conti<strong>en</strong>da. La Corte hubo de tomar ulterioresy más eficaces medidas. Por marzo de 1483, era <strong>el</strong> mismo Rey qui<strong>en</strong> se desplazaba aAstorga para ponerse <strong>en</strong> contacto directo con los problemas. Un alto personaje de laCorte, <strong>el</strong> mayordomo mayor Don Enrique Enríquez. fue destacado a Ponferrada para106<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...evitar que <strong>en</strong> torno a <strong>el</strong>la surgiese <strong>el</strong> conflicto. Era la hora de ganar la batalla política ylegal. Don Rodrigo se percató de <strong>el</strong>lo y se pres<strong>en</strong>tó ante su soberano, respondi<strong>en</strong>do a unaord<strong>en</strong> que se le había impartido (3).Don Rodrigo parece haber demostrado <strong>en</strong> esta ocasión cierta habilidad para lograr suspropósitos. Si bi<strong>en</strong> no consiguió un reconocimi<strong>en</strong>to positivo de sus pret<strong>en</strong>siones deheredero universal d<strong>el</strong> Condado de Lemos, obtuvo no obstante una sanción temporal quereforzaba claram<strong>en</strong>te sus pret<strong>en</strong>siones y podría, y así lo esperaba seguram<strong>en</strong>te Don Rodrigo,convertirse <strong>en</strong> definitiva: que durante un término de dos años.«a los dichos Rey e Reyna nuestros señores plase que no sea ni será fecha librança alguna niotro arr<strong>en</strong>dami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> las r<strong>en</strong>tas de los lugares que <strong>el</strong> dicho Conde Don Rodrigo a y ti<strong>en</strong>e eposee por suyos e como suyos, e mas que con él se terna e guardara durante los dichos dosaños la forma y manera que <strong>en</strong> este caso se t<strong>en</strong>ía <strong>en</strong> los dichos lugares con <strong>el</strong> Conde deLemos su ahu<strong>el</strong>o e que no le sean demandadas albaquias d<strong>el</strong> tiempo pasado de los d-ichoslugares que asy ti<strong>en</strong>e por suyos ni de otra cosa alguna que su ahu<strong>el</strong>o aya llevado» (4).Los primeros pasos de Don Rodrigo como señor d<strong>el</strong> Condado de Lemos fueron puesfirmes. Se le reconoció como heredero legítimo de su abu<strong>el</strong>o Don Pedro. Se le confirmó <strong>el</strong>título de Conde. Se le apoyó <strong>en</strong> sus planes. Pero hubo de pagar caro <strong>el</strong> favor y la merced.Debería permanecer <strong>en</strong> la Corte hasta que se dilucidase <strong>el</strong> problema sucesorio <strong>en</strong> <strong>el</strong> Condadode Lemos (5). Además tuvo que av<strong>en</strong>irse a una concordia «por manera de contrabto» conlos Reyes por la cual se estipulaba la situación <strong>en</strong> que iba a quedar la estratégica villa dePonferrada con su castillo durante este interim.En pl<strong>en</strong>o conflicto y sometido al arbitraje real, Don Rodrigo Osorio se vio forzado apactar con sus contrincantes: se imponía reconocer que sus familiares Doña Juana y DoñaMaría t<strong>en</strong>ían derechos y que, <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia, la partición d<strong>el</strong> Condado de Lemos resultaríaimparable. Pero, hombre vali<strong>en</strong>te, quiso asumir previam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> desafío. Cohibi<strong>en</strong>do susprimeros ímpetus de am<strong>en</strong>aza a los Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong> de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te, aceptaba <strong>en</strong> marzo de 1483, lamediación de los Reyes, que le imponían <strong>en</strong>tregar por dos años la fortaleza de Ponferrada,y colocarla <strong>en</strong> manos d<strong>el</strong> Almirante de Castilla, Don Enrique Enríquez, que mostraría <strong>en</strong>todo mom<strong>en</strong>to que administraba la villa y sus fortalezas <strong>en</strong> nombre de Don Rodrigo y leharía cobrar sus r<strong>en</strong>tas, evitando durante este secuestro todo gesto que supusiese lamerma de los posibles derechos de Don Rodrigo.Tampoco los Reyes t<strong>en</strong>drían durante este bi<strong>en</strong>io tratos que implicas<strong>en</strong> merma dederechos para Don Rodrigo. Este espera una victoria de los jueces árbitros que los Reyesproponían: <strong>el</strong> Marqués de Astorga, con <strong>el</strong> cual había concertado ya su matrimonio dinástico(1 de marzo de 1483), y <strong>el</strong> Almirante, a qui<strong>en</strong> consideraba deudo y familiar. Su voluntad depacto se expresa <strong>en</strong> una serie de docum<strong>en</strong>tos formales, suscritos los últimos días de junio deeste año 1483: acreditaciones de su tutor, Luis de Turi<strong>en</strong>zo, y de su procurador, Francisco deValladolid (27-VI-1483); petición de lic<strong>en</strong>cia para formalizar <strong>el</strong> compromiso, demandada por tututor, Luis de Turi<strong>en</strong>zo, a los alcaldes mayores de <strong>Galicia</strong> (27-VI-1483); carta de compromiso deDon Rodrigo por la que se obliga a aceptar la decisión de los jueces árbitros (30-VI- 1483);juram<strong>en</strong>to de at<strong>en</strong>erse a las decisiones de los mismos (30-VI-1483). A su vez la parte de DoñaJuana Osorio, repres<strong>en</strong>tada por su madre, Doña María de Bazán, acreditó su condición decuradora (15-VII-1483); sus procuradores con su cartas de poder; las lic<strong>en</strong>cias d<strong>el</strong> alcaldemayor d<strong>el</strong> Reino de <strong>Galicia</strong>, Fernando Ibáñez de B<strong>el</strong>monte (15 y 16- VII- 1483) y finalm<strong>en</strong>t<strong>el</strong>a carta de compromiso de aceptación de los jueces árbitros y su veredicto (16-VII- 143).107<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVASe contaba con una decisión inmediata, que podría formalizarse <strong>en</strong> agosto de 1483.De hecho no fue así. Los comisionados tardaron unos ocho meses y sólo <strong>en</strong> mayo de1484 parecían dispuestos a pronunciar su s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia. De nuevo las formalidades, <strong>en</strong> estecaso las cartas de prórroga de las partes, ral<strong>en</strong>tizaron esta decisión (5*).2.- LA PARTICIÓN DEL CONDADO DE LEMOSEn junio de 1484 llegaban por fin una conclusión que expresaron <strong>en</strong> su s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ciacompromisoria <strong>en</strong> San B<strong>en</strong>ito de Valladolid, <strong>el</strong> 5 de junio de 1484.He aquí <strong>en</strong> sustancia, la determinación de los jueces compromisarios. Entrarían <strong>en</strong> latasación todos los bi<strong>en</strong>es muebles e inmuebles prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de Don Pedro ÁlvarezOsorio y su primera mujer Doña Beatriz, y de sus hijos Don Álvaro y Doña María, todos<strong>el</strong>los difuntos. Con <strong>el</strong>los se harían dos lotes iguales, asignados respectivam<strong>en</strong>te a DonRodrigo, <strong>el</strong> primero, y <strong>el</strong> segundo a Doña María de Bazán, segunda mujer d<strong>el</strong> difuntoconde, junto con sus hijas Doña Juana, Doña María. Doña M<strong>en</strong>cía y Doña Constancia.Insist<strong>en</strong> los compromisarios <strong>en</strong> que la asignación de bi<strong>en</strong>es se hace rigurosam<strong>en</strong>te «pormedios e partes Iguales».La repartición concreta se hará según las sigui<strong>en</strong>tes normas: cada parte hará suyosautomáticam<strong>en</strong>te los bi<strong>en</strong>es muebles, que <strong>en</strong> <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to t<strong>en</strong>ga; la partición d<strong>el</strong> señorío sehará tomando por línea divisoria <strong>el</strong> puerto d<strong>el</strong> Cebreiro. Las tierras, villas y lugares situadasdesde <strong>el</strong> Cebreiro hacia León y Castilla pasarán a ser de Doña María de Bazán y sus hijas.La parte d<strong>el</strong> Condado sita <strong>en</strong> <strong>Galicia</strong> quedará asignada a Don Rodrigo. Quedan puesasignadas a Don Rodrigo las villas de Monforte, Lemos, Sarria, Cald<strong>el</strong>as y Cedeira, y aDoña María con sus hijas Ponferrada, Villafranca, Ribera y Cabrera.Otros artículos establec<strong>en</strong> las formalidades a cumplir <strong>en</strong> <strong>el</strong> traspaso de los bi<strong>en</strong>esheredados y <strong>en</strong> caso de ev<strong>en</strong>tuales reclamaciones, designación de nuevos tasadores quereaiust<strong>en</strong> la pres<strong>en</strong>te repartición: las villas de Mantilla de Tascón y Cedeira con su puertose declaran afectables por futuras y ev<strong>en</strong>tuales reparticiones; <strong>en</strong>trega de las escriturascorrespondi<strong>en</strong>tes junto con <strong>el</strong> traspaso de la propiedad a los respectivos herederos;designación de los bi<strong>en</strong>es correspondi<strong>en</strong>tes a los mayoradgos establecidos por <strong>el</strong> difuntoConde; salario d<strong>el</strong> Lic. Gonzalo Gómez de Illescas -dosci<strong>en</strong>tos marcos de plata- <strong>en</strong> calidadde letrado, a pagar por la parte de Doña María de Bazán y sus hijas (6).3.- DON RODRIGO SE REBELALa s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia compromisoria reducía a Don Rodrigo a ser un simple conde gallego,vedándole y ocultándole <strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong> con esa muralla montañosa que es <strong>el</strong> Cebreiro. Ponferrada,<strong>el</strong> fortín añorado y conquistado por los Osorio, y las tierras de Ribera y Cabrera, solarprimitivo de las casas, eran ahora tierras prohibidas para <strong>el</strong> sucesor de Don Pedro ÁlvarezOsorio. Esto no lo podía sufrir Don Rodrigo. No era hombre para resignarse fácilm<strong>en</strong>te <strong>en</strong>pl<strong>en</strong>a juv<strong>en</strong>tud a r<strong>en</strong>unciar a ese privilegiada situación de pu<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre las tierras leonesas ygallegas controlando su arteria vital. Y su respuesta fue un No explosivo: la reb<strong>el</strong>ión.Fue probablem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>el</strong> mismo mes de junio cuando Don Rodrigo realizó un gestoaparatoso: «se apartó e abs<strong>en</strong>tó de la dicha nuestra Corte e se fue e es ido a la dicha tierra d<strong>el</strong><strong>Bierzo</strong> e al dicho reyno de <strong>Galicia</strong>», quebrantando una prohibición estricta de los Reyes que leobligaba bajo p<strong>en</strong>a de pérdida de todos sus bi<strong>en</strong>es a mant<strong>en</strong>erse alejado de <strong>Galicia</strong> y d<strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong>«quince leguas a la redonda». Con este paso concitó los iras de las Reyes (7).108<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...En la misma actitud se expresaba sus repres<strong>en</strong>tantes, <strong>en</strong> especial su procurador, Pedro deArriola, que <strong>en</strong> diciembre de 1484, declaró por medio de su procurador “que no la quería oyr eque ya t<strong>en</strong>ia reclamado d<strong>el</strong>la”. Un gesto de despecho que fue la respuesta obligada a cuantasnotificaciones de la s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia y de las cartas reales de ejecutoria se le fueron comunicando.Todas <strong>el</strong>las t<strong>en</strong>ían <strong>el</strong> tono of<strong>en</strong>sivo de ord<strong>en</strong>ar a los oficiales reales de <strong>Galicia</strong>, especialm<strong>en</strong>te aDon Fernando de Acuña y a Don Diego López de Haro (13-IV-1485), y al Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te(17-XII-1485, 11 y 12-VIII-1486) que pusies<strong>en</strong> a Doña María y a sus tut<strong>el</strong>adas <strong>en</strong> la posesión d<strong>el</strong>a parte d<strong>el</strong> Condado de Lemos que les correspondía. Complem<strong>en</strong>tos y agravaciones de estadolorosa parcialidad eran los docum<strong>en</strong>tos reales que concedían a Doña Juana Osorio y a sumarido Don Luis Osorio <strong>el</strong> título de marqueses de Villafranca (10-IV- 1486) y aprobaban la“capitulación e iguala” <strong>en</strong>tre Doña Juana Osorio, titular d<strong>el</strong> nuevo marquesado, y sus hermanasMaría, M<strong>en</strong>cía y Constanza que percibirían sus her<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> la suma de maravedís que laCorona pagaría por la compra de Ponferrada (13-IV- 1486) (7*).La reacción fue decididam<strong>en</strong>te negativa. Cuando Doña María le reclamó la <strong>en</strong>trega d<strong>el</strong>a parte d<strong>el</strong> señorío a <strong>el</strong>la asignada. <strong>el</strong> Conde se negó rotundam<strong>en</strong>te con pretexto de quet<strong>en</strong>ía interpuestas contra la s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia compromisoria ciertas reclamaciones. En abril de1485, manifestaba Doña María y sus hijas a los Reyes que Don Rodrigo «les ti<strong>en</strong>e porfuerça so color de las dichas reclamaciones <strong>en</strong>trados e tomados toda la mayor parte de losbi<strong>en</strong>es muebles e rayzes, villas o castillos e fortalesas que fueron d<strong>el</strong> dicho Conde DonPedro Osorio... que por la dicha s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia les fueron adjudicados».Los Reyes afirmaban que con esta actitud Don Rodrigo había quebrantado no sólo las<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia compromisoria de Valladolid sino también «los capítulos por <strong>el</strong> fechos sobre <strong>el</strong><strong>en</strong>tregami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> castillo viejo de Ponferrada»; <strong>en</strong> especial, «sey<strong>en</strong>do dada por nos s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ciae declaración sobre <strong>el</strong> <strong>en</strong>tregami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> dicho castillo viejo, llamadas e oidas las partes, según<strong>el</strong> th<strong>en</strong>or e forma de los dichos capitulas por <strong>el</strong> otorgados». Le acusaban, por tanto de haberviolado fragantem<strong>en</strong>te “lo por <strong>el</strong> otorgado e por nos mandado». Afirmaban, <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia,que no t<strong>en</strong>ían lugar los aludidas reclamaciones y ord<strong>en</strong>aban a las justicias reales d<strong>el</strong> Reino deLeón que asistieran a Don Diego López de Haro y a Don Fernando de Acuña <strong>en</strong> la ejecución d<strong>el</strong>a s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia compromisoria, sin admitir excusa ni dilación alguna por parte d<strong>el</strong> Conde. Enconsecu<strong>en</strong>cia, Doña María de Bazán y sus hijas debían <strong>en</strong>trar inmediatam<strong>en</strong>te «<strong>en</strong> la posesiónde las villas de Ponferrada e ViIlafranca e <strong>en</strong> las tierras de Ribera e Cabrera e todas las otrasvillas, junio de 1484 lugares e aldeas... que por la dicha s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia fue adjudicado» (8).Los Reyes temieron con razón que Don Rodrigo pusiese <strong>en</strong> pie de guerra todo <strong>el</strong>Noroeste. Se preocuparon especialm<strong>en</strong>te por las tierras d<strong>el</strong> Condado de Lemos, <strong>en</strong> lascuales int<strong>en</strong>taría Don Rodrigo <strong>en</strong>contrar partidarios. Habían recibido sobre este particularnoticias alarmantes. Con <strong>el</strong> propósito de prev<strong>en</strong>ir un levantami<strong>en</strong>to g<strong>en</strong>eral d<strong>el</strong> Condado<strong>en</strong> favor de Don Rodrigo, escribían <strong>el</strong> 16 de junio varias circulares a las villas, tierras yfortalezas pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes al Condado <strong>en</strong> <strong>Galicia</strong> y <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong>. Les notificaban <strong>el</strong> procesod<strong>el</strong> pleito hereditario d<strong>el</strong> Condado, a la muerte de Don Pedro, la s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia compromisoriay la huida de Dan Rodrigo de la Corte con propósito de impedir <strong>el</strong> acuerdo y particiónestablecidos. D<strong>en</strong>uncian sobre todo como p<strong>el</strong>igrosas algunas reci<strong>en</strong>tes iniciativas d<strong>el</strong>Conde pues, «dis que quiere vastecer e fortalecer algunas de las villas e logares e fortaleçasque estan por <strong>el</strong> para impedir e resistir a la esecuçion e compromiso de la dicho s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia».Ord<strong>en</strong>an por lo tanto a sus vasallos que <strong>en</strong> nada se prest<strong>en</strong> a semejantes iniciativas (9).No se cont<strong>en</strong>taron con estas intimaciones a los vasallos d<strong>el</strong> Conde Lemos. Cursarontambién órd<strong>en</strong>es a los corregidores y demás oficiales de Ponferrada, Villafranca, Cacab<strong>el</strong>os109<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVAy demás villas y tierras sitas <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong> para que «andedes por <strong>el</strong>las e las pacifiqueys epongays <strong>en</strong> <strong>en</strong>tera pas e sosiego e non dedes lugar nin consintays que por <strong>el</strong> dicho CondeDon Rodrigo ni por otras personas s<strong>en</strong>t<strong>en</strong> algunas sean bastecidas ni fortalecidas nifagan otras innovaciones ni escandalo alguno» (10).Por su parte, Doña María de Bazán y sus hijas, Doña María y Doña M<strong>en</strong>cía, no estaban<strong>en</strong> disposición de hacer fr<strong>en</strong>te a la irrupción d<strong>el</strong> “nieto bastardo”, como gustaban deap<strong>el</strong>lidarlo, <strong>en</strong> <strong>el</strong> señorío de Lemos,que efectivam<strong>en</strong>te se produjo <strong>en</strong> <strong>el</strong> verano de 1484. Ensu impot<strong>en</strong>cia, recurrieron a su propia familia y consiguieron que <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>tealertase a la Corte sobre <strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro <strong>en</strong> que se hallaban, paso que efectivam<strong>en</strong>te dio Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>,consigui<strong>en</strong>do de los Reyes un seguro para las señoras de Bazán, <strong>el</strong> 14 de abril de 1485 yque interviniese <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong> y constituyese dos pequeños fortines <strong>en</strong> los pueblos deBarrios de Salas y Molina Herrera. Fue una protección cara, de la que <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>tepasó inmediatam<strong>en</strong>te factura: 1.047.000 maravedís. El 29 de noviembre de 1484 así loreconocían, asustadas, las señores de Lemos (10*).Por su parte la Corte nombró también un d<strong>el</strong>egado con poderes amplísimos para hacerrespetar fa s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia compromisoria. Se trataba d<strong>el</strong> capitán Jorge de Av<strong>en</strong>daño, qui<strong>en</strong>desde este mom<strong>en</strong>to se convirtió <strong>en</strong> pieza clave <strong>en</strong> la disputa hereditaria. Los Reyesquerían que se le prestase toda la ayuda que necesitase por parte de los nobles y concejos<strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong> y <strong>Galicia</strong> para que pudieran hacer fr<strong>en</strong>te con v<strong>en</strong>taja a las acometidas de DonRodrigo (11). Una ord<strong>en</strong> particular se cursó también al alcaide de la fortaleza de Corullón,Gómez de Valcárc<strong>el</strong>, que custodiaba <strong>el</strong> castillo por los Reyes, alertándole ante los iniciativasd<strong>el</strong> Conde y ord<strong>en</strong>ándole mant<strong>en</strong>er <strong>en</strong> todo caso la fortaleza por la Corona (12).Mi<strong>en</strong>tras tanto Don Rodrigo proclamaba con arrebatos su rechazo de la para él of<strong>en</strong>sivas<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia compromisoria de Valladolid y d<strong>el</strong> proceder consigui<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> Consejo Real y d<strong>el</strong>a Corona. El fuego de la indignación se refleja hasta <strong>en</strong> las frías formas notariales. El día 25de junio de 1484, firmaba <strong>en</strong> Valladolid un apasionado alegato que era pres<strong>en</strong>tado ypublicado por su procurador Pedro de Betanzos. Declaraba la injuria que se le hacía conuna reci<strong>en</strong>te ord<strong>en</strong> de la Corona mandando «que cierta g<strong>en</strong>te de a caballo se fuese aciertas villas e logares d<strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong>, que son d<strong>el</strong> dicho Conde su parte, e las tovies<strong>en</strong> <strong>en</strong>posesión e estovies<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong>las, las quales dichas villas e logares son d<strong>el</strong> dicho Conde... yesto han mandado <strong>en</strong> efecto para desamparar al dicho Conde, mi parte, de la t<strong>en</strong><strong>en</strong>cia eposesión d<strong>el</strong>las para las dar e <strong>en</strong>tregar a la Condesa Doña María de Bazán e a sus fijas, partesadversas, “por virtud de cierta s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia que diz que <strong>el</strong> Almirante ha dado <strong>en</strong>tre <strong>el</strong>los».Y, tras este irritado alegato, las razones de Don Rodrigo contra la detestada s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia:1. No hubo uniformidad <strong>en</strong> los votos de los jueces, condición que se había estipuladopreviam<strong>en</strong>te para la validez de la s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia, sino mucha diversidad.2. El Marqués de Astorga no quiso firmar la s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia.3. Se había interpuesto una ap<strong>el</strong>ación contra la s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia, para sobreseer su ejecución.4. Varias circunstancias hacían sospechosos de parcialidad <strong>en</strong> contra de1 Conde deLemos a los jueces y ejecutores de la s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia.5. La s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia conti<strong>en</strong>e graves errores y falsedades.En este alegato, Don Rodrigo no cesa de proclamar su derecho y la injusticia de las<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia compromisoria. Contra ésta afirma lo que se puede decir d<strong>en</strong>tro de la corrección<strong>el</strong>em<strong>en</strong>tal que exige un alegato jurídico: «No meresce aver nombre de s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia» (12).110<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...A pesar de todo, la partición estipulada se llevó a efecto. El subsigui<strong>en</strong>te conflicto dePonferrada que conmovió a toda la zona noroeste d<strong>el</strong> reino no impidió que las hijas d<strong>el</strong>Conde de Lemos <strong>en</strong>tras<strong>en</strong> <strong>en</strong> la posesión de su her<strong>en</strong>cia. En algunos casos hubo quev<strong>en</strong>cer resist<strong>en</strong>cias. Así Doña Juana, esposa de Luis Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>, hijo d<strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te,se vio precisada a recurrir de nuevo o los Reyes para <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> la posesión de las fortalezasde Muri<strong>el</strong> y Peña Ramiro que le habían sido asignadas, la primera por su difunto padre DonPedro y e la segunda mediante una capitulación con sus hermanas (13).4.- LA AVENTURA DE PONFERRADALa disputa sucesoria <strong>en</strong> <strong>el</strong> Condado de Lemos afectaba a todo <strong>el</strong> señorío, pero t<strong>en</strong>ía suepic<strong>en</strong>tro <strong>en</strong> Ponferrada. Los Condes de Lemos la consideraban <strong>el</strong> ombligo de su estado,la niña de sus ojos. Se habían batido por <strong>el</strong>la fr<strong>en</strong>te a los marqueses de Astorga y a losCondes de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te, pret<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes a este estratégico baluarte. Don Pedro dejaba <strong>en</strong>her<strong>en</strong>cia a su nieto un <strong>en</strong>ojoso pleito con los poderosos Manrique, Condes de Treviño yDuques de Nájera, sobre la posesión de la codiciada villa. La quer<strong>el</strong>la judicial se continuódurante los sigui<strong>en</strong>tes años. Pero la confrontación que <strong>en</strong> <strong>el</strong>los tuvo lugar por posesiónde la villa y d<strong>el</strong> castillo terminó desviando la disputa de la vía judicial e imponi<strong>en</strong>dosoluciones más expeditivas y eficaces para la Corona.El problema de Ponferrada estaba al rojo vivo por marzo de 1483, avocado a unaconfrontación armada <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> Conde de Lemos y <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te. Los Reyeshubieron de pactar un arreglo mom<strong>en</strong>táneo con <strong>el</strong> primero, único que, por <strong>en</strong>tonces podíaaspirar con fundados títulos al señorío de la villa y que la det<strong>en</strong>taba <strong>en</strong> <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to. El 20de este mes se habían conv<strong>en</strong>ido ya «las cosas que <strong>el</strong> muy alto e muy poderoso príncipeRey e señor, nuestro Señor <strong>el</strong> Rey e <strong>en</strong> nombre de la muy alta e ser<strong>en</strong>isima Reyna nuestraseñora le plase e ha por bi<strong>en</strong> de as<strong>en</strong>tar e faser por manera de contrabto con <strong>el</strong> conde DonRodrigo Enriques Osorio su vasallo». Fueron los sigui<strong>en</strong>tes:1. Ponferrada, que había sido ya previam<strong>en</strong>te puesta <strong>en</strong> manos de la Corona por <strong>el</strong>término de dos años por ord<strong>en</strong> d<strong>el</strong> Rey, será <strong>en</strong>tregada por Don Rodrigo <strong>en</strong> manos d<strong>el</strong>mayordomo mayor Don Enrique Enríquez, qui<strong>en</strong> hará pleito-hom<strong>en</strong>aje por <strong>el</strong> Conde Lemosy devolverla a éste sin más al termino de los dos años estipulados.2. El Rey promete bajo su real palabra mant<strong>en</strong>er <strong>en</strong> su pl<strong>en</strong>o vigor este pleito-hom<strong>en</strong>aje.exigi<strong>en</strong>do a Don Enrique Enríquez su cumplimi<strong>en</strong>to.3. El Conde de Lemos conservará su jurisdicción y señorío <strong>en</strong> la villa, percibi<strong>en</strong>do lascorrespondi<strong>en</strong>tes r<strong>en</strong>tas y mant<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do sus oficiales de justicia.4 Durante los dos años estipulados no «sera fecha librança alguna ni otro arr<strong>en</strong>dami<strong>en</strong>to<strong>en</strong> las r<strong>en</strong>tas de los lugares que <strong>el</strong> dicho Conde Don Rodrigo oy ti<strong>en</strong>e e posee por suyose como suyos... que no le sean demandadas albaquias d<strong>el</strong> tiempo pasado <strong>en</strong> los dichoslugares... ni de otra cosa alguna que su ahu<strong>el</strong>o aya llevado».5. Este contrato no deberá mermar <strong>en</strong> manera alguna los ev<strong>en</strong>tuales derechos que <strong>el</strong>Conde de Lemos tuviera a la posesión de Ponferrada (14).Pasaron dos años. Don Rodrigo pudo ver cada día con mayor claridad cómo la fortunaresbalaba de sus manos. Sus derechos a Ponferrada quedaban invaIidados con la s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ciacompromisoria de 5 de junio de 1484. Su posición de poseedor de hecho de la villa perdiótodo vigor jurídico. Hubo de av<strong>en</strong>irse a firmar con los Reyes un nuevo acuerdo r<strong>el</strong>ativo altraspaso de la villa a sus nuevas dueñas Doña María de Bazán y sus hijas. <strong>el</strong> cual pasabaa ser firme por una declaración real. Había perdido la batalla legal.111<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVAPero Don Rodrigo confiaba <strong>en</strong> <strong>el</strong> veredicto de los hechos. En abril de 1485, a dosaños de firmado <strong>el</strong> primer acuerdo can los Reyes sobre Ponferrada, <strong>el</strong> Conde controlabade hecho casi todo <strong>el</strong> señorío de Lemos. Y creía llegada la hora de recuperar Ponferrada.Echaba sus cálculos. Consideraba que sus contrincantes no serían capaces de hacerlefr<strong>en</strong>te con la fuerza, y los Reyes estaban por tierras de Córdoba empeñados <strong>en</strong> una nuevacampaña contra <strong>el</strong> reino granadino (15).5.- LA TOMA DE PONFERRADAA principios de abril de 1485 saltó a la fama la noticia de que <strong>el</strong> Conde de Lemos estabainvadi<strong>en</strong>do Ponferrada y se disponía a parapetarse <strong>en</strong> sus castillos nuevo y viejo.Los Reyes recibieron con c<strong>el</strong>eridad la noticia. que les ll<strong>en</strong>ó de estupor e inquietud.Doña Isab<strong>el</strong>, sobre todo, se s<strong>en</strong>tía afectada y era difícil de disuadir <strong>en</strong> su forcejeo pormarchar a <strong>Galicia</strong>. Con lo premura deseable, se organizó una campaña de castigo d<strong>el</strong>reb<strong>el</strong>de Conde gallego, que debería conseguir, ante todo, que dejase libre y <strong>en</strong> poder deIos Reyes a Ponferrada.El 10 de abril de 1485 partían de la Corte m<strong>en</strong>sajeros para toda la variada geografía d<strong>el</strong>Noroeste español d<strong>en</strong>unciando las trop<strong>el</strong>ías d<strong>el</strong> Conde, que estaba cercando Ponferrada<strong>en</strong> donde, con gran aprieto, lograban sost<strong>en</strong>erse <strong>el</strong> Capitán Jorge de Av<strong>en</strong>daño, alcaided<strong>el</strong> castillo viejo por los Reyes. apoyado por algunas tropas propios y de Don Fernandode Acuña (16). Se ord<strong>en</strong>aba a Ias ciudades, villas y fortalezas y a todos los nobles y caballerosde los obispados de León y Astorga, que concurries<strong>en</strong> con las g<strong>en</strong>tes de armas disponibles almando d<strong>el</strong> capitán Fernando de Acuña con <strong>el</strong> objeto de forzar al Conde a levantar inmediatam<strong>en</strong>te<strong>el</strong> cerco d<strong>el</strong> castillo de Ponferrada. Al mismo tiempo se ord<strong>en</strong>aba a los vasallos d<strong>el</strong> Condado deLemos sitos <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong>, que se pusies<strong>en</strong> a Ias órd<strong>en</strong>es de Acuna, a qui<strong>en</strong> deberían proveer d<strong>el</strong>os mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>tos y ayuda que. solicitase. Este, por su parte, debería partir inmediatam<strong>en</strong>te<strong>en</strong> camrno Para hacer fr<strong>en</strong>te a Don Rodrigo <strong>en</strong> Ponferrada (17).Conocemos <strong>el</strong> talante de la Corte <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong>los días primaveriles de 1485. La «cabezada» deDon Rodrigo,como la definía <strong>el</strong> Doctor Alcocer <strong>en</strong> una carta al Almirante de Castilla, habíadejado a todos consternados. Como éste era tío de Don Rodrigo, la Corte t<strong>en</strong>ía desconfianzade que no actuase con la eficacia y urg<strong>en</strong>cia que era precisa. El Doctor advierte al Almirante deesta suspicacia que comi<strong>en</strong>za anidar <strong>en</strong> la Corte: «por lo que devo a Vuestra Señoría le fagosaber que ha tomado su Alteza de amos y dos este fecho por muy grave y la Reyna nuestraSeñora se quisiera luego partir para allá, salvo porque parte <strong>el</strong> jueves <strong>el</strong> Rey nuestro Señor y eradar con todo <strong>en</strong> <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o lo de acá». En una postdata advierte confid<strong>en</strong>clalm<strong>en</strong>te Almirante:«creo Señor que cosa de acá no pudiera estorvar a la Reyna que no pasara allá, salvo que secree que esta preñada y de poco tiempo» (18). No cabe duda, pues, de que la alarma era grande<strong>en</strong> Corte y estaba creando sobresalto, Contador Mayo.6.- ESTRATEGIA DE LA CAMPAÑANo pudi<strong>en</strong>do los Reyes abandonar de mom<strong>en</strong>to la campaña granadina. hubieron dep<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> su virrey «all<strong>en</strong>de los puertos» que era precisam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> Almirante de Castilla,Don Alfonso Enríquez de Quiñones (c.1433-1485) y confiarle la solución d<strong>el</strong> caso dePonferrada. a pesar de la desconfianza antes aludida. El Secretario Fernán Álvarez y losReyes le manifestaron <strong>en</strong> esta ocasión con toda laiInt<strong>en</strong>sidad y matices deseables lo que<strong>en</strong> la Corte se p<strong>en</strong>saba sobre este volcán surgido inopinadam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>el</strong> Noroeste d<strong>el</strong>Reino.112<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...Castillo de Ponferrada. Foto: Alfredo Erias.El Almirante estaba convaleci<strong>en</strong>do de unas tercianas, que terminarán llevándole alsepulcro. Pero, a principios de abril, se s<strong>en</strong>tía ya recuperado, de manera que se podíaesperar que él mismo dirigiese y coordinase la campaña contra <strong>el</strong> Conde de Lemos. Para<strong>el</strong>lo recibió un lote de cartas reales con las que se convocaba a la campaña de Ponferrada,<strong>en</strong> primer lugar, a las g<strong>en</strong>tes de acostami<strong>en</strong>to de la Corte y, luego, a las de otras villas ycaballeros, según se ofrecies<strong>en</strong> las circunstancias, pudi<strong>en</strong>do <strong>el</strong> Almirante llamar por sucu<strong>en</strong>ta a otras no incluidas <strong>en</strong> la cita real. El Almirante debería asesorarse y buscar lacolaboración d<strong>el</strong> Conde de Monterrey, resid<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la Corte, y <strong>en</strong> <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to al lado d<strong>el</strong>Consejo por ord<strong>en</strong> de los Reyes, «por que <strong>el</strong> sabe mucho la tierra». Conv<strong>en</strong>dría. por lotanto. <strong>en</strong>viarlo a <strong>Galicia</strong> <strong>en</strong> ayuda d<strong>el</strong> Gobernador Don Diego López de Haro.Pero <strong>el</strong> principal cometido d<strong>el</strong> Almirante era poner <strong>en</strong> marcha con toda la c<strong>el</strong>eridadposible la expedición sobre Ponferrada. Con este objeto recibió de los Reyes un memorialcon las instrucciones a impartir a los dos capitanes de la expedición <strong>en</strong> <strong>Galicia</strong> y <strong>en</strong> <strong>el</strong><strong>Bierzo</strong>: Diego López de Haro y Fernando de Acuña, respectivam<strong>en</strong>te. Otros tres capitanes,bi<strong>en</strong> conocidos por su actuación con los cuadros de la hermandad, Migu<strong>el</strong> de Ansa,Rodrigo de Torres y Moss<strong>en</strong> Mudarra, se pondrían también inmediatam<strong>en</strong>te al lado d<strong>el</strong>Almirante. Desde Asturias acudiría <strong>el</strong> corregidor d<strong>el</strong> Principado, Luis de Mexía «con todala g<strong>en</strong>te de a caballo e a pie que... oviere».Para poder dirigir las operaciones más eficazm<strong>en</strong>te se prevé que <strong>el</strong> Almirante, con losmiembros d<strong>el</strong> Conseio Real que le acompañan, se desplac<strong>en</strong> a Astorga e incluso aPonferrada, si la situación lo permite. De no poder partir <strong>el</strong> Almirante, debido a laindisposlción que sufría, lo haría su hermano Don Enrique Enríquez, con los oportunospoderes, cuidando siempre que la empresa no sufra demora. Esta no debería producirse ni113<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVAsiquiera con pretexto de la financiación de la empresa, ya que los capitanes estabanautorizados para resarcirse o base de los bi<strong>en</strong>es d<strong>el</strong> Conde de Lemos <strong>en</strong> <strong>Galicia</strong> y <strong>en</strong> <strong>el</strong><strong>Bierzo</strong>. El Contador Mayor. Alonso de Quintanilla, partía camino d<strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong> con <strong>el</strong> <strong>en</strong>cargode correr con la organización económica de la campaña (19).7.- EL CONDE DE LEMOS ABATE EL CASTÍLLO DE PONFERRADALa iniciativa de la Corte partía de la esperanza ya muy t<strong>en</strong>ue de que <strong>el</strong> Capitán Jorge deAv<strong>en</strong>daño fuese capaz de resistir los primeros ataques d<strong>el</strong> Conde de Lemos. dando tiempoa que llegas<strong>en</strong> los refuerzos de Fernando de Acuña. De fallar este presupuesto, la situacióncambiaba s<strong>en</strong>siblem<strong>en</strong>te, adquiri<strong>en</strong>do nueva y explosiva p<strong>el</strong>igrosidad. En este caso, seríapreciso reconsiderar <strong>en</strong> su totalidad los planes de la Corte. El Almirante mismo decidiría siacometer con todos sus fuerzas y de acuerdo con sus capitanes al Conde o replantear lacampaña informando oportunam<strong>en</strong>te a la Corte.8.- LA CAÍDA DE PONFERRADALa temida nueva llegó sin demora: <strong>el</strong> mismo día 11 de abril <strong>en</strong> que escribía su carta alAlmirante. El Doctor de Alcocer se veía forzado a añadir una segunda posdata que <strong>en</strong> suconcisión rev<strong>el</strong>a la conmoción producida <strong>en</strong> la Corte: «Acabando Señor de screvir esta ypartido <strong>el</strong> trotero con las cartas, llegó la nueva de la toma d<strong>el</strong> castillo y de la prisión d<strong>el</strong> alcayde.Lo que se acordare saberlo ha Vuestra S<strong>en</strong>oria (20).Pero no era éste <strong>el</strong> único infortunio para la Corte. A los pocos días, le llegaba otra trist<strong>en</strong>ueva. EI Almirante acababa de fallecer, <strong>el</strong> 11 de mayo de 1485 (20*). La campaña dePonferrada se quedaba sin jefe <strong>en</strong> su mom<strong>en</strong>to más t<strong>en</strong>so, <strong>el</strong> Consejo Real sin presid<strong>en</strong>tey Castilla sin Virrey. Ahora sí que era necesario fr<strong>en</strong>ar los ímpetus y d<strong>el</strong>iberar las cosas concierta l<strong>en</strong>titud. Así lo afirmaba Doña Isab<strong>el</strong> a Alonso de Quintanilla, qui<strong>en</strong> dirigía <strong>en</strong> estemom<strong>en</strong>to Ia labor d<strong>el</strong> Consejo junto con Fernando de Acuña. Quintanilla urgía <strong>el</strong>nombrami<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> sucesor d<strong>el</strong> Almirante. La Reina le contestaba que era preciso comunicaresto con <strong>el</strong> Rey «e proveer <strong>en</strong> <strong>el</strong>lo con mucha d<strong>el</strong>iberación». Prometía, sin embargo, qu<strong>en</strong>o se descuidaría <strong>el</strong> grave problema de la vacante y ord<strong>en</strong>aba a Quintanilla y a Acuña quesiguies<strong>en</strong> con los demás miembros d<strong>el</strong> Consejo <strong>en</strong> su labor (21).Mas estos contratiempos no debían ocasionar que la expedición ya com<strong>en</strong>zada contraPonferrada se dilatase. De hecho, la reacción vigorosa de los Reyes no se hizo esperar. Eldía 15 de abril, salía de Córdoba a todo galope una nueva cuadrilla de m<strong>en</strong>sajeros conmisivas para las ciudades, villas y fortalezas y especialm<strong>en</strong>te para los nobles y caballerosde <strong>Galicia</strong>, Asturias, El <strong>Bierzo</strong> y Tierra de Campos. En <strong>el</strong>las se notificaban los atrop<strong>el</strong>los d<strong>el</strong>Conde de Lemos <strong>en</strong> Ponferrada, tomando <strong>el</strong> castillo, pr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do al capitán Jorge deAv<strong>en</strong>daño y causando numerosos heridos y muertos, a pesar de estar <strong>el</strong> castillo por laCorona, haciéndose así reo de «feos e <strong>en</strong>ormes d<strong>el</strong>itos».Se anunciaban, <strong>en</strong> segundo lugar, las medidas severas tomadas contra <strong>el</strong> Conde:confiscación de los bi<strong>en</strong>es y derribo de las casas d<strong>el</strong> Conde y de sus secuaces, <strong>en</strong> <strong>el</strong> casode que sigan reconociéndolo por señor; prohibición de acudir con las armas y con lasr<strong>en</strong>tas a Don Rodrigo o de recibirlo <strong>en</strong> las fortalezas y villas; ord<strong>en</strong> de <strong>en</strong>tregar las casasfuertes y castillos d<strong>el</strong> Condado de Lemos a Acuña y Quintanilla, que las t<strong>en</strong>drán por laCorona; disolución y retorno a su proced<strong>en</strong>cia de todas “as g<strong>en</strong>tes de armas que <strong>en</strong> <strong>el</strong>mom<strong>en</strong>to estén al servicio d<strong>el</strong> Conde, bajo p<strong>en</strong>a de confiscación de sus bi<strong>en</strong>es y derribode sus casas; secuestro y v<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> pública almoneda de los bi<strong>en</strong>es muebles y raíces de”114<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...Conde, cubri<strong>en</strong>do con su producto los gastos ocasionados durante la reb<strong>el</strong>ión; ord<strong>en</strong> alas villas y lugares d<strong>el</strong> Condado de Lemos de acudir al requerimi<strong>en</strong>to de Quintanilla yAcuña con todos pertrechos. vituallas y ayuda que se les exija (22).9.- UN VERANO CALIENTEEstaba llamado a serlo aqu<strong>el</strong> de 1485. Hacia Ponferrada caminaban con ritmoac<strong>el</strong>erado durante <strong>el</strong> mes de junio g<strong>en</strong>tes de armas proced<strong>en</strong>tes de todos los rinconesd<strong>el</strong> Noroeste español (23). Todas <strong>el</strong>las habían de <strong>en</strong>contrarse <strong>en</strong> algún paraje cercano ala estratégica villa para ser <strong>en</strong>tr<strong>en</strong>adas por los capitanes de la expedición; un esqu<strong>el</strong>etode estado mayor formado por Diego López de Haro, Fernando de Acuña y Alonso deOuintanilla.En julio de este año se p<strong>en</strong>saba ya empr<strong>en</strong>der un ataque <strong>en</strong> forma contra Ponferrada.Una cédula real convocaba a los caballeros y escuderos de acostami<strong>en</strong>to de Pal<strong>en</strong>cia.Sahagún y Valdeginate para que se conc<strong>en</strong>tras<strong>en</strong> <strong>en</strong> Palacios de M<strong>en</strong>eses <strong>el</strong> 12 de juntocon <strong>el</strong> objeto de ser reconocidos por <strong>el</strong> Contador Mayor Alonso de Quintanilla, que lesdaría las oportunas órd<strong>en</strong>es y les asignaría <strong>el</strong> salario a percibir durante la expedición (24).Mi<strong>en</strong>tras la expedición se formaba y se disponía para un ataque al baluarte ponferradino,los Reyes completaban la organización de la campaña concedi<strong>en</strong>do a Quintanilla y a Acuñaamplias potestades judiciales, con que hacer fr<strong>en</strong>te a las previsibles quer<strong>el</strong>las que se originaríanpor motivo de las medidas punitivas que se tomarían contra <strong>el</strong> Conde y sus secuaces (25).Conocemos con cierta minuciosidad la organización de este cuerpo expedicionario,preparado meticulosam<strong>en</strong>te por Acuña y QuintaniIla durante <strong>el</strong> mes de julio. Todo fueregistrado con ord<strong>en</strong> y precisión por los efici<strong>en</strong>tes capitanes. Cada grupo de g<strong>en</strong>tes qu<strong>el</strong>legaba era cuidadosam<strong>en</strong>te anotado con los pertrechos y armas que aportaba.Inmediatam<strong>en</strong>te de su llegada, se les organizaba al mando de un capitán, se disponía <strong>el</strong>pago de sus respectivos su<strong>el</strong>dos, se ord<strong>en</strong>aban los traslados de los pertrechos, armas ymuniciones. principalm<strong>en</strong>te pólvora y plomo. Se conc<strong>en</strong>trarían <strong>en</strong> días sucesivos <strong>en</strong> SantaMarina de Rey y <strong>en</strong> Pu<strong>en</strong>te de Orbigo. De aquí avanzarían por Bembibre, juntándose lastropas de distinta proced<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> B<strong>el</strong>dedo y lugares cercanos. El aprovisionami<strong>en</strong>to devituallas se distribuía sigui<strong>en</strong>do <strong>el</strong> itinerario y se obt<strong>en</strong>ía <strong>en</strong> los poblados. El equipami<strong>en</strong>tode la expedición fue especialm<strong>en</strong>te cuidado, procurando que figuras<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong>la sufici<strong>en</strong>t<strong>en</strong>úmero de tiradores, pedreros, carpinteros y herreros. Tampoco se olvidó <strong>el</strong> aspecto legal,asignado a un equipo de juristas a cuyo cargo estarían no sólo <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to de lascausas <strong>en</strong> curso sino también la formulación y autorización de cualesquier sanciones dejusticia a realizar durante la expedición. Finalm<strong>en</strong>te se dispuso con minuciosidad <strong>el</strong> aspectoeconómico, estableciéndose los su<strong>el</strong>dos diarios de los participante <strong>en</strong> la expedición segúnsus difer<strong>en</strong>tes categorías (26).Muy pronto <strong>en</strong>traron Acuña y Quintanilla <strong>en</strong> trato con los nobles que concurrían a laexpedición. Uno de éstos era <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te, contrincante d<strong>el</strong> Conde de Lemossobre <strong>el</strong> señorío de Ponferrada. Acuña y Quintanilla convinieron con Don Alonso Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>que aportase quini<strong>en</strong>tos o seisci<strong>en</strong>tos peones; ci<strong>en</strong>to cincu<strong>en</strong>ta lanzas; un equipo deartillería carretado por cinco yuntas de bueyes; mil doc<strong>en</strong>as de almacén; seisci<strong>en</strong>tas madejasde bramante; cuatro ballestas con sus respectivos ballesteros; espingarderos con moldes parahacer bolas de plomo; canteros para hacer piedra de lombarda: guindaletas y maromas (27).Tratos parecidos debieron seguirse con otros nobles de la zona como <strong>el</strong> conde de Luna.115<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVADiego López de Haro a su vez hubo de realizar parecidas operaciones de organizacióny equipami<strong>en</strong>to, si bi<strong>en</strong> no estamos informados sobre <strong>el</strong> desarrollo de la expedicióngallega que dispuso y capitaneó por especial <strong>en</strong>cargo de la Corona.Mi<strong>en</strong>tras se disponía este considerable aparato bélico, bastante disuasivo por sumisma naturaleza, no se descuidaba la vía confid<strong>en</strong>cial y persuasiva. Con este objeto<strong>en</strong>viaba la Reina al Conde de Lemos, a los pocos días de la caída d<strong>el</strong> castillo de Ponferrada,al Lic<strong>en</strong>ciado Álvaro de Yebra, arcediano de Ribas de Sil. Llevaba un m<strong>en</strong>saje que t<strong>en</strong>íaperfectam<strong>en</strong>te fijadas y unidas dos caras: la cordial y apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te compr<strong>en</strong>siva, quepedía explicaciones de hecho tan insólito; y la amarga y am<strong>en</strong>azadora d<strong>el</strong> castigo pordesacato y reb<strong>el</strong>día.La Reina manifestaba que, al <strong>en</strong>terarse, no había podido m<strong>en</strong>os de p<strong>en</strong>sar que <strong>el</strong> Cond<strong>en</strong>unca querría at<strong>en</strong>tar contra la legalidad y lealtad debida a la Corona y que estaría movidotal vez por <strong>el</strong> temor de que otros nobles sus contrincantes (=<strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te)int<strong>en</strong>tas<strong>en</strong> algo contra Ponferrada a cuya posesión creía t<strong>en</strong>er derecho. Pero, a r<strong>en</strong>glónseguido, confiaba al m<strong>en</strong>sajero <strong>el</strong> <strong>en</strong>cargo severo de hacer pres<strong>en</strong>te al desapr<strong>en</strong>sivo Condeque, <strong>en</strong> caso de no estar dispuesto a <strong>en</strong>tregar inmediatam<strong>en</strong>te la fortaleza, «que sepa qu<strong>el</strong>a Reyna nuestra Señora y los d<strong>el</strong> su Consejo no han de desimular caso tan feo y que hande mandar proceder contra él y tomar sus villas y fortalezas y bi<strong>en</strong>es como contra personaque cahe <strong>en</strong> mal caso..., y han de mandar juntar las g<strong>en</strong>tes de sus guardas y de susçibdades e yr sobre él, hasta tanto que la dicha villa y fortaleza se le tome; y porque destono pueda pret<strong>en</strong>der ignorancia, se lo <strong>en</strong>vía a desir» (28).10.- LA HORA CRÍTICAA mediados de julio de 1485 todo parecía dispuesto, según se afirmaba <strong>en</strong> la Corte,para <strong>el</strong> asalto a Ponferrada por las tropas de Quintanilla y Acuña. Los Reyes así locomunicaban <strong>en</strong> una nueva serie e misivas firmadas precisam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> día 18 d<strong>el</strong> mismo mes.Se dirigían al Conde de Alba de Aliste, Don Alfonso Enríquez de Guzmán, y a los capitanesg<strong>en</strong>erales Acuña y Quintanilla, confirmándoles sus amplias atribuciones y mandando alas poblaciones d<strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong> que les prestas<strong>en</strong> toda la colaboración solicitada. Entre estascédulas una se dirigía también al reb<strong>el</strong>de Don Rodrigo, por si quería volver atrás de sup<strong>el</strong>igrosa andanza y se decidía a <strong>en</strong>tregar Ponferrada a los Reyes (29).Era la postura oficial y legitimadora. En Ponferrada, por <strong>el</strong> contrario, mandaban loshechos. Y estos decían claram<strong>en</strong>te que <strong>el</strong> Conde de Lemos estaba bi<strong>en</strong> parapetado <strong>en</strong>Ponferrada y no era posible desalojarlo sin graves riesgos. En consecu<strong>en</strong>cia, fue precisoacercarse a él y pactar un armisticio. Son las treguas de cuar<strong>en</strong>ta días, de 31 de julio de1486, suscritas por <strong>el</strong> Conde de Lemos y los repres<strong>en</strong>tantes de la Corona, <strong>el</strong> Gobernador,Alonso de Valderrábano y Alonso de Quintanilla. En <strong>el</strong>las se estipula:-paro de las hostilidades <strong>en</strong>tre las tropas reales y las milicias d<strong>el</strong> Conde de Lemos por unperíodo indefinido, hasta tanto que los Reyes dispongan otra cosa, cambio que no se espera;-garantías a la población para seguir sus actividades y tratos librem<strong>en</strong>te;-se mant<strong>en</strong>drán los pleito- hom<strong>en</strong>ajes y vasallajes correspondi<strong>en</strong>tes a cada parteb<strong>el</strong>igerante, sin admitir tránsfugas de la parte contraria;-se fijará una línea de separación de los cont<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes que estará marcada por <strong>el</strong> ríoBoeza, no pudi<strong>en</strong>do traspasarla, sin la lic<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> Conde o d<strong>el</strong> gobernador Valderrábano,desde <strong>el</strong> citado río hacia Ponferrada ni hacia Campo y Barrios de Salas;116<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...-se constituirán jueces árbitros de los conflictos surgidos durante la tregua,especialm<strong>en</strong>te respecto a los aprovisionami<strong>en</strong>tos de las poblaciones y más <strong>en</strong> particular aPonferrada, a dos caballeros de la tierra;-garantía de los pactantes de mant<strong>en</strong>er los compromisos: por parte de la Corona, de nointerv<strong>en</strong>ir contra <strong>el</strong> Conde de Lemos; por parte de éste, de guardar la fid<strong>el</strong>idad a la Corona (30).El Conde de Lemos estaba por lo tanto imbatido y fuerte <strong>en</strong> los castillos de Ponferrada,durante la primavera de 1486. Fue necesario cambiar de estrategia: dividir las fuerzas d<strong>el</strong>conde reb<strong>el</strong>de y atacarlo <strong>en</strong> varios fr<strong>en</strong>tes. Esta parece haber sido la táctica desde abril de1486. Se acomete al de Lemos <strong>en</strong> <strong>Galicia</strong> y <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong>. Por otra parte hay innovaciones <strong>en</strong>los mandos de las tropas que rev<strong>el</strong>an un <strong>en</strong>durecimi<strong>en</strong>to de la situación. Al fr<strong>en</strong>te de laexpedición que cerca <strong>el</strong> castillo de Ponferrada. está ahora <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te (30).Fernando de Acuña acosa a los seguidores de Lemos <strong>en</strong> otro reducto: Villafranca. Seprecisan nuevas y frescas tropas y se reclutan <strong>en</strong> los obispados de <strong>Galicia</strong> y León y <strong>en</strong> lasciudades y villas sigui<strong>en</strong>tes: Zamora, Toro, Carrión de los Condes y Sahagún (31).Así se llegó al verano de 1486 sin que las tropas expedicionarias impusies<strong>en</strong> su ley alConde de Lemos. Los Reyes estaban ya de vu<strong>el</strong>ta de su periplo andaluz. Y se dispusierona hacer fr<strong>en</strong>te directam<strong>en</strong>te a la insurrección d<strong>el</strong> Conde de Lemos. Les había llamado conurg<strong>en</strong>cia <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te, incapaz de fr<strong>en</strong>ar a su adversario (32). Por agosto de esteaño los soberanos estaban efectivam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Palacios de Valduerna, <strong>en</strong> contacto inmediatocon los problemas d<strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong>.11.- DON RODRIGO SE SOMETELlegó la hora de la r<strong>en</strong>dición para <strong>el</strong> bizarro Conde de Lemos. Ya no podía abrigaresperanzas sobre la codiciada Ponferrada, que acababa de pasar a la Corona. Hubo depres<strong>en</strong>tar sus humildes disculpas que fueron admitidas con tacto y moderación por losReyes que necesitaban más de la paz <strong>en</strong> la zona que de las justicias resonantes. T<strong>en</strong>ía porotra parte sus valedores <strong>en</strong> la Corte. Se excusó de todo lo acontecido afirmando que nohabía t<strong>en</strong>ido otro móvil que <strong>el</strong> de hacer fr<strong>en</strong>te a las desmesuradas ambiciones de sucontrincante <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te. Insistía <strong>en</strong> que se trataba de una quer<strong>el</strong>la familiar<strong>en</strong>tre hida1gos, que no de un desacato a la autoridad de la Corona .Los Reyes aceptaron las excusas. Pero querían hablar desde <strong>el</strong> primer mom<strong>en</strong>to <strong>el</strong>l<strong>en</strong>guaje d<strong>el</strong> fuerte. Don Rodrigo recibiría su v<strong>en</strong>ia previas estas duras condiciones:1.-Dejaría las fortalezas de Ponferrada, Valboa y Sarria <strong>en</strong> poder de García Osorio,tesorero de la iglesia de Astorga.2.-Comparecería <strong>en</strong> la Corte <strong>en</strong> e1 término de 50 días.3.-V<strong>en</strong>dería Ponferrada a los Reyes, <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso de que le fuese adjudicada, y losSoberanos la quisier<strong>en</strong> recuperar.Proyectiles d<strong>el</strong> castillode Ponferrada. Foto:Alfredo Erias.117<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVA4.-Permanecería ret<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> la Corte año y medio.5.- Tan pronto <strong>en</strong>tregase Ponferrada, cesaría la pesquisa judicial contra él.6.-Percibiría las r<strong>en</strong>tas correspondi<strong>en</strong>tes al tiempo que poseyó la villa y tierrade Ponferrada.7.-Sería disp<strong>en</strong>sado de pagar las costas de la guerra <strong>en</strong> que fue cond<strong>en</strong>ado, si aceptaba lastreguas propuestas.8.-Los Reyes le darían cédula de finiquito de las alcabalas reales y de que éstas no le serándemandadas.9.-De no aceptar los Reyes estas cláusulas, le serían devu<strong>el</strong>tas las fortalezas arriba citadas.Esta concordia se firmaba <strong>el</strong> 31 de julio de 1486 <strong>en</strong> Ponferrada. El 3 de agosto DonRodrigo cumplía ya con <strong>el</strong> compromiso de <strong>en</strong>tregar las fortalezas. Confiaba <strong>en</strong> que estasolicitud iba a granjearle méritos <strong>en</strong> la Corte (33).12.- DON RODRIGO SE HUMILLA: «TODO A SUS REALES CONCIENCIAS»El preced<strong>en</strong>te acuerdo nació <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo de batalla. Don Rodrigo pactaba <strong>en</strong> él conmoral de soldado valeroso que cede pero también exige. Era una bizarría pasajera, pues <strong>el</strong>Conde de Lemos sabía que <strong>en</strong> la Corte prevalecían sus <strong>en</strong>emigos. Pronto lo comprobaríacon irritaciónEra la hora de negociar. Don Rodrigo destacó a la Corte a su pari<strong>en</strong>te Pedro de Santiso.Le <strong>en</strong>tregaba dos misivas para los Soberanos.Son un manifiesto de su desesperada indig<strong>en</strong>cia política <strong>en</strong> <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to. Le faltanamigos y valedores. Carece de fuerza y de méritos. Por <strong>el</strong>lo insiste con humildad r<strong>en</strong>dida<strong>en</strong> que no quiere importunar ni exigir. Confía <strong>en</strong> la rectitud de los Reyes que decidirán sucaso con equidad y b<strong>en</strong>evol<strong>en</strong>cia (34).No tardó <strong>en</strong> llegar <strong>el</strong> veredicto real (35), la esperada y temida carta de perdón <strong>en</strong> la cual<strong>en</strong> tono solemne se hablaba de «los muchos crím<strong>en</strong>es y d<strong>el</strong>ictos y males y daños por <strong>el</strong>dicho Conde y por su mandato fechos»; y se r<strong>el</strong>ata luego cómo D. Rodrigo «acordó dev<strong>en</strong>ir a nuestra merced e de se poner <strong>en</strong> nuestras manos y poder para que d<strong>el</strong> e de todaslas sus villas e fortalezas que avia y posseia hiciésemos a nuestra voluntad».Decid<strong>en</strong> perdonar al Conde su reato, «usando de clem<strong>en</strong>cía e piedad con él. de que alos reyes propiam<strong>en</strong>te pert<strong>en</strong>esce usar con sus subditos e naturales». Pero no de talmanera que Don Rodrigo no recibiese castigo por «alguno de los dichos crím<strong>en</strong>es y d<strong>el</strong>ictos».Había además otra cu<strong>en</strong>ta p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te: «las costas y gastos que sobr<strong>el</strong>lo feçimos».Los Reyes estaban dispuestos a hacerse pagar ejemplarm<strong>en</strong>te. La factura no pudo m<strong>en</strong>osde estremecer al Conde: Sarriá, Castro de Rey, y sobre todo Ponferrada, ya previam<strong>en</strong>tecomprada por los soberanos a Doña Juana (36). Además. continuarían <strong>en</strong> secuestro otrasvillas y fortalezas d<strong>el</strong> Conde, actualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> poder de Don Enrique Enríquez. Finalm<strong>en</strong>te.quedaban anulados todos los procesos y s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cias discernidos contra <strong>el</strong> Conde poriniciativa de la Corona; no <strong>en</strong> cambio las responsabilidades y resarcimi<strong>en</strong>tos contraídosrespecto a bi<strong>en</strong>es y personas particulares.Era <strong>el</strong> 3 de octubre de 1486. Los Reyes estaban <strong>en</strong> Compost<strong>el</strong>a de <strong>Galicia</strong>, a dondehabían concurrido caut<strong>el</strong>osam<strong>en</strong>te muchos hidalgos ga1legos. El marco no podía ser másoportuno para que <strong>el</strong> hecho alcanzase resonancia. Don Rodrigo de Lemos no podríaolvidar nunca aqu<strong>el</strong> otoño de placidez <strong>en</strong>gañosa, <strong>en</strong> que una torm<strong>en</strong>ta gigante am<strong>en</strong>azócon barrer <strong>el</strong> Condado de Lemos.118<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...Este recuerdo imborrable de amargura y decepción se agravó por las numerosasreclamaciones que se le hacían por los atrop<strong>el</strong>los cometidos durante la guerra (37). Siguieronpara Don Rodrigo dos dec<strong>en</strong>ios <strong>en</strong> los cuales nunca pudo desvanecerse de su memoria lapesadilla de Ponferrada. En <strong>el</strong>los rumió su infortunio y también <strong>el</strong> futuro desquite. Porque,<strong>en</strong> su m<strong>en</strong>te, Ponferrada t<strong>en</strong>ía que volver al Conde de Lemos...13.- LA CORONA Y EL CONDADO DE LEMOSDurante <strong>el</strong> pleito sucesorio Don Rodrigo pudo sospechar que los Reyes nutríanimportantes intereses <strong>en</strong> la disputa. Esto le desconcertó y nunca se lo perdonó.¿Qué acontecía pues? En primer lugar, se trataba de hacer firme la partición d<strong>el</strong> señorío.El 25 de noviembre de 1485 se estipulaba <strong>en</strong> Valladolid un nuevo contrato (38) por <strong>el</strong> quese formaba <strong>el</strong> lote de her<strong>en</strong>cia de Doña Juana con la villa de Ponferrada y su fortaleza y lavilla de Cacab<strong>el</strong>os, debi<strong>en</strong>do dar <strong>en</strong> comp<strong>en</strong>sación a sus hermanas diez cu<strong>en</strong>tos demaravedíes. Era favorecer descaradam<strong>en</strong>te a los contrincantes Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>.Pero este acuerdo no fue mas que una pantalla de disimulo de otra operación hecha <strong>en</strong>interés de la Corona. Esta se disponía ahora a comprar por <strong>en</strong>tero la mitad d<strong>el</strong> Condado deLemos, asignada a Doña María de Bazán y a sus hijas. Se trataba <strong>en</strong> concreto de Ponferrada,Cacab<strong>el</strong>os, la tierra de Valcárc<strong>el</strong>, la tierra de Aguiar, <strong>el</strong> coto de Balboa, las fortalezas deSarrasin, Balboa, Losio, la tierra de Arganza y los lugares de Valdemora y Palazu<strong>el</strong>o. LosReyes asumían la responsabilidad de pagar <strong>en</strong> <strong>el</strong> término de tres años, trece cu<strong>en</strong>tos demaravedíes, diez a las hijas d<strong>el</strong> Conde de Lemos y dos a su madre, y de satisfacer a lasprimeras <strong>el</strong> valor de las tierras, cotos y fortalezas antes citadas. Se harían, además, cargode las deudas de fa familia, las cuales, según un exam<strong>en</strong> hecho por técnicos, montabantres cu<strong>en</strong>tos de maravedíes. AI propio tiempo, se hacían los Reyes proveer de todas lasescrituras r<strong>el</strong>ativas a las nuevas adquisiciones (39).Tan importante transacción exigió varias operaciones sucesivas. La primera, de carácterfinanciero, fue <strong>en</strong>cargada por los Reyes a su perito y hombre de confianza, Fray Hernandode Talavera, obispo de Ávila, y de <strong>el</strong>la nos queda amplia docum<strong>en</strong>tación. Fue suscrita <strong>el</strong> 25de <strong>en</strong>ero de 1486 por <strong>el</strong> obispo y Doña M<strong>en</strong>cía de Quiñones, madre de Doña María deBazán (40). La segunda, suscrita <strong>el</strong> día 5 de abril d<strong>el</strong> mismo año <strong>en</strong> Medina d<strong>el</strong> Campo,establecía la r<strong>en</strong>uncia a la villa de Ponferrada <strong>en</strong> favor de los Reyes por la Condesa DoñaJuana, esposa de Don Luis Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong> (41). La tercera, datada a 13 de abril de 1486, estipulala adquisición por los Reyes de la parte d<strong>el</strong> Condado de Lemos asignada a Doña M<strong>en</strong>cíade Quiñones y a sus hijas, cuyo importe será satisfecho por los mismos <strong>en</strong> <strong>el</strong> término detres años, a contar desde la recuperación de Ponferrada, todavía <strong>en</strong> poder d<strong>el</strong> reb<strong>el</strong>de DonRodrigo Enríquez Osorio (42). Don Rodrigo perdía así sus esperanzas de afirmar su derechoa Ponferrada. Su pres<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong> parecía definitivam<strong>en</strong>te liquidada. Fue la lecciónamarga de su vida que nunca digirió.14.- LA HORA DE LAS CUENTASLo hemos visto ya: <strong>el</strong> infortunio de Don Rodrigo Osorio t<strong>en</strong>ía su cola espinosa dereclamaciones y quer<strong>el</strong>las. La última quinc<strong>en</strong>a d<strong>el</strong> siglo <strong>XV</strong> está dominada <strong>en</strong> <strong>el</strong> condadode Lemos por esta tónica de molesto acoso. Todo <strong>el</strong> mundo clama contra los Osorio,contra <strong>el</strong> difunto Don Pedro y contra su nieto y sucesor, Don Rodrigo. Ha cambiado laatmósfera político-social. Ahora se pued<strong>en</strong> exigir cu<strong>en</strong>tas. Y nadie se resigna a callar.119<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVALos primeros <strong>en</strong> exigir son los propios familiares. Doña Juan Osorio, esposa deDon Luis Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>, logra <strong>el</strong> apoyo de los Reyes para que los alcaides de Peña-Ramiro,Peña V<strong>el</strong>osa, Matilla, Corullón y Cornat<strong>el</strong>o le hagan pleito-hom<strong>en</strong>aje, pues todas estasfortalezas pasan ahora a su propiedad (43). Con la muerte de Doña María de Bazán,tutora de las hijas d<strong>el</strong> Conde Don Pedro, <strong>en</strong> la primavera de 1486, y <strong>el</strong> sucesivofallecimi<strong>en</strong>to de la madre de aqu<strong>el</strong>la, Doña M<strong>en</strong>cía de Quiñones, a mediados de 1488,fue preciso buscar otro tutor para estas indef<strong>en</strong>sas damas y <strong>el</strong> designado fue <strong>el</strong> obispode Ávila, Fray Hernando de Talavera (44). Estas, por otra parte, habían com<strong>en</strong>zado yapor <strong>en</strong>tonces sus conocidas av<strong>en</strong>turas amorosas. Doña M<strong>en</strong>cía era ya conocida por susr<strong>el</strong>aciones amorosas con <strong>el</strong> Card<strong>en</strong>al de España, Don Pedro González de M<strong>en</strong>doza, alcual había dado ya dos hijos -Don Rodrigo y Don Diego- los «b<strong>el</strong>los pecados» d<strong>el</strong> granCard<strong>en</strong>al que fueron legitimados por la Reina <strong>el</strong> 3 de marzo de 1487 (45). Su padre,g<strong>en</strong>eroso siempre <strong>en</strong> <strong>el</strong> amor, los dotó, <strong>en</strong> mayo de 1487, con s<strong>en</strong>dos mayorazgos (46).Una dama gallega, Doña María de Castro, esposa de Alonso de Lanzós, pres<strong>en</strong>tóigualm<strong>en</strong>te una lista abultada de reclamaciones contra <strong>el</strong> Conde: los lugares de Pacón, SanPedro, Canaval y Chao y las iglesias de M<strong>el</strong>ón y Rib<strong>el</strong>a. De estos bi<strong>en</strong>es había sidodespojada, según las d<strong>en</strong>unciantes, ya por su abu<strong>el</strong>o Don Pedro (47). El vecino de Rioseco,Don Pedro Enríquez, exigía una <strong>el</strong>evada cantidad de dineros (48). El notario apostólico,Alonso Rodríguez, d<strong>en</strong>unciaba algunos robos y viol<strong>en</strong>cias sufridas de los criados d<strong>el</strong>Conde (49). En otros casos, eran poblaciones como <strong>el</strong> coto luc<strong>en</strong>se de Somoza de Villausánque acusaban al Conde de intromisiones y extorsiones <strong>en</strong> su daño (50).Las acusaciones dirigidas contra Don Rodrigo t<strong>en</strong>ían g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te su motivación <strong>en</strong>los reci<strong>en</strong>tes sucesos bélicos. De aquí que surgies<strong>en</strong> con más insist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> El <strong>Bierzo</strong>. EnPonferrada era ahora alcaide por la Corona, Juan de Torres, que exigía resarcimi<strong>en</strong>to porlos ganados que le habían robado los hombres d<strong>el</strong> Conde durante la batalla por <strong>el</strong> CastilloViejo (51). Los clérigos de Santa María de Villanueva de Valdueza, Alonso García V<strong>el</strong>ver yGonzalo V<strong>el</strong>ver, pres<strong>en</strong>taban igualm<strong>en</strong>te su lista de robos y viol<strong>en</strong>cias cometidas contra<strong>el</strong>los por los ag<strong>en</strong>tes de Don Rodrigo (52).Mi<strong>en</strong>tras tanto pudo Don Rodrigo calibrar la magnitud de su ruina política. Deberár<strong>en</strong>unciar para siempre a toda pret<strong>en</strong>sión sobre las antiguas tierras bercianas de su señoríoy señaladam<strong>en</strong>te de la emblemática villa de Ponferrada que pasa a ser real<strong>en</strong>ga <strong>en</strong> 1486,mediante una compra artificial de la Corona a su titular Doña María de Bazán (53).Nunca podrá Don Rodrigo digerir esta contrariedad y esperará la hora de la revancha.De mom<strong>en</strong>to, atravesó <strong>el</strong> dec<strong>en</strong>io de 1490 aceptando de mala gana gestos de los ReyesCatólicos que se esmeraban <strong>en</strong> demostrarle b<strong>en</strong>evol<strong>en</strong>cia: f<strong>en</strong>ecimi<strong>en</strong>to de sus pleitos ydemandas judiciales, que pululaban a causa de su desgracia política (54); <strong>en</strong>comi<strong>en</strong>das deconfianza como la comprobación <strong>en</strong> la primavera de 1500 de si “la monja Doña Juana”, esdecir la conocida y motejada La B<strong>el</strong>traneja, int<strong>en</strong>taba fugarse a <strong>Galicia</strong> e incluso t<strong>en</strong>ía <strong>en</strong>esta tierra valedores (55); mediante <strong>el</strong> arreglo matrimonial, <strong>en</strong> 1500-1501, con la Casaportuguesa de Braganza, por <strong>el</strong> cual se unirían Doña Beatriz de Castro, hija de Don Rodrigo,con Don Dinís de Portugal, apartando otras opciones con los Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong> de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te ocon los V<strong>el</strong>asco, condestables de Castilla, que parecían más r<strong>en</strong>tables al Señor de Lemos(56). Fue <strong>el</strong> camino espinoso, por veces desesperado, que hubo de recorrer Don Rodrigodurante los veinte años de su juv<strong>en</strong>tud, <strong>en</strong> los cuales rumió <strong>el</strong> desquite.La hora de los desahogos parecía llegar a finales de 1504, cuando, fallecida DoñaIsab<strong>el</strong> y reconocida reina de Castilla su hija, Doña Juana, se preveía <strong>el</strong> alejami<strong>en</strong>to de120<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...Fernando <strong>el</strong> Católico, vaciando de cont<strong>en</strong>ido su nombrami<strong>en</strong>to de Gobernador de la Coronade Castilla, a él concedido <strong>en</strong> contemplación de la presunta dem<strong>en</strong>cía de su hija, Doña Juana.El Conde de Lemos no dudó de que había llegado su hora. Se sumó de inmediato alcoro de los fautores de F<strong>el</strong>ipe I y muy pronto comprobó que <strong>el</strong> grupo crecíaespectacularm<strong>en</strong>te pues se sumaban a él incluso los personajes apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te máscercanos a la Corte, como <strong>el</strong> arzobispo de Toledo, Francisco Jiménez de Cisneros (57).Se apresuró Don Rodrigo a hacer méritos. El más dorado sería conseguir que Don F<strong>el</strong>ipey Doña Juana, <strong>en</strong> viaje hacia su nuevo Reino de Castilla, se <strong>en</strong>caminaran a <strong>Galicia</strong>,desechando la oferta de acogerlos que ofrecerían lospuertos y ciudades d<strong>el</strong> Cantábrico a los quetradicionalm<strong>en</strong>te aportaban las flotas de Flandes. Susargum<strong>en</strong>tos o pretextos eran que estos puertos no eranseguros, porque <strong>el</strong> Aragonés, Don Fernando, t<strong>en</strong>dría situados<strong>en</strong> <strong>el</strong>los sus ag<strong>en</strong>tes que coparían la libertad de los nuevossoberanos (58).En estos cálculos no estaba sólo. Compartíansus temores los cortesanos de Don F<strong>el</strong>ipe DonJuan Manu<strong>el</strong>, Don Diego de Guevara, Monsieurde Laxao. El nuevo Rey de Castilla, Don F<strong>el</strong>ipe,sigui<strong>en</strong>do su consejo, <strong>en</strong>vió al Conde al caballeroDon Álvaro Osorio “<strong>en</strong>viandome dezir que, si lefuese çierto servidor, qu<strong>el</strong> determinaba de v<strong>en</strong>irdesembarcar a Galiçia, e aun a un puerto mio,si no oviese otra parte mas segura” (59).Consiguió su objetivo: recibir honrosam<strong>en</strong>tea Don F<strong>el</strong>ipe <strong>en</strong> A Coruña, <strong>el</strong> 28 de abril de 1506,si bi<strong>en</strong> <strong>el</strong> anfitrión oficial fue su amigo Don Fernandode Andrade (60). Luego prosiguió <strong>en</strong> la comitiva hastaOur<strong>en</strong>se, hasta que <strong>en</strong>contró <strong>el</strong> anh<strong>el</strong>ado mom<strong>en</strong>to d<strong>el</strong>diálogo. Fue <strong>en</strong> Tud<strong>el</strong>a de Duero, <strong>en</strong> tierras de Valladolid,<strong>en</strong> agosto de 1506.En este rincón cosechó ap<strong>en</strong>as las promesas de sufutura rcuperación: se le restituirían todas lasconcesiones y mercedes reales de que disfrutaba la Casade Lemos desde su abu<strong>el</strong>o, Don Pedro; se le devolveríanlas piezas d<strong>el</strong> patrimonio que estaban afectadas porreci<strong>en</strong>tes disposiciones reales, excepto Ponferrada quese consideraba definitivam<strong>en</strong>te incorporada a la Corona;se decidiría sobre las parc<strong>el</strong>as de su mayorazgo que ahoradet<strong>en</strong>taba Doña María Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong> Osorio, es decir <strong>el</strong> nuevomayorazgo de Villafranca d<strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong> (61) .Era ap<strong>en</strong>as unsueño que se desvanecía un mes más tarde, <strong>en</strong> Burgos,cuando fallecía inesperadam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> jov<strong>en</strong> rey DonF<strong>el</strong>ipe y dejaba a sus amigos <strong>el</strong> sombrío panorama deun pronto regreso d<strong>el</strong> rechazado Aragonés, DonFernando.El conde Fernando de Andrade.Dibujo: Alfredo Erias.121<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVANo estaba <strong>el</strong> Conde de Lemos para esperas y adivinaciones de futuro. Concibió deinmediato una operación señorial y militar que le permitiera hacerse fuerte <strong>en</strong> <strong>el</strong> Noroestey recuperar su patrimonio: dos pactos con sus mejores valedores: <strong>el</strong> Marqués de Astorga,Don Alvar Pérez Osorio, su cuñado, (16 de febrero de 1507) (62) y Don Fernando deAndrade (9 de abril de 1507) (63); invasión de Ponferrada, <strong>en</strong> mayo de 1507,contradici<strong>en</strong>do los consejos de sus mejores amigos, como <strong>el</strong> Almirante de Castilla, quefue su pararrayos <strong>en</strong> los arreglos subsigui<strong>en</strong>tes. Resonó <strong>en</strong> la Corte como un huracánque de rep<strong>en</strong>te se abatió sobre El <strong>Bierzo</strong>.En realidad todo acontecía como un arreglo casero. Nadie <strong>en</strong> la villa estabacomprometido seguir pautas firmes. Las milicias que custodiaban los castillos nuevo yviejo se s<strong>en</strong>tían indifer<strong>en</strong>tes fr<strong>en</strong>te al Conde de Lemos y a la Corona. Aceptarían sinescaramuzas a qui<strong>en</strong> les requiriese su rebajada lealtad. Sólo <strong>el</strong> corregidor Alonso de Ribera,se s<strong>en</strong>tía por oficio obligado a mant<strong>en</strong>er la bandera real<strong>en</strong>ga y requerir al regimi<strong>en</strong>to que lesiguiese <strong>en</strong> esta postura. En su día será llamado a cu<strong>en</strong>tas y v<strong>en</strong>drá pronta su respuesta.¿Qué aconteció <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong> mayo de 1507 <strong>en</strong> la alm<strong>en</strong>ada Ponferrada? Lo escuchamos deun testigo parcial: <strong>el</strong> mismo Alonso de Ribera. Esta es su borrosa p<strong>el</strong>ícula de los hechos:—Corre mayo de 1507, cuando <strong>el</strong> corregidor, de visita <strong>en</strong> <strong>el</strong> pueblo de Otero, oyedecir que está de paso <strong>en</strong> la aldea de Villalibre, <strong>el</strong> Conde Don Rodrigo con un abultadoséquito de unos ci<strong>en</strong> hombres de armas. Se informa dilig<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te y constata que <strong>el</strong>Señor de Lemos está de paso, camino de Astorga.—El corregidor Alonso de Ribera sospecha de que algo se urde de nuevo sobrePonferrada y saca la conclusión de que <strong>en</strong> breve Don Rodrigo y <strong>el</strong> Duque de Alba realizaránun acto de fuerza que conllevará la <strong>en</strong>trega de la villa. En consecu<strong>en</strong>cia, regresaprecipitadam<strong>en</strong>te a Ponferrada, interroga a la guarnición y le requiere que esté dispuestaa mant<strong>en</strong>er la villa por la Corona. Al ver la carestía que sufre, les anticipa un a pequeñacantidad de maravedíes. Recibe la respuesta, un tanto desganada, d<strong>el</strong> alcaide, de quecu<strong>en</strong>ta con tropas, pero carece de víveres; con <strong>el</strong> agravante de que los vecinos no quier<strong>en</strong>facilitarlos, temerosos de que nunca cobrarán su precio, y respond<strong>en</strong> desairadam<strong>en</strong>teque, si se trata de def<strong>en</strong>der la condición real<strong>en</strong>ga, sabrán concurrir con sus personas, pero demom<strong>en</strong>to no quier<strong>en</strong> tratos con la guarnición. Por si vi<strong>en</strong>e lo peor, convoca precipitadam<strong>en</strong>tea los peones de las poblaciones vecinas y logra reunir una tropa de unos mil hombres de armas.— A los quince días todo está descarnadam<strong>en</strong>te claro. El Conde de Lemos está ante losmuros de Ponferrada con una s<strong>el</strong>ecta milicia de lanceros y jinetes y bi<strong>en</strong> equipado depertrechos militares. Se espera que empiece de inmediato <strong>el</strong> asalto y ya algui<strong>en</strong> ve lasescaleras dispuestas para <strong>en</strong>caramarse <strong>en</strong> los muros. Pero Don Rodrigo no se precipita.Sabe que ti<strong>en</strong>e muchos simpatizantes d<strong>en</strong>tro y que con una ar<strong>en</strong>ga podrá conseguir máscon una espada. Acierta <strong>en</strong> <strong>el</strong> cálculo. Proclama su derecho conculcado a conservar unseñorío de su casa desde tresci<strong>en</strong>tos años atrás; su desposesión humillante por los Reyes;una justicia incuestionable de su demanda a la que deb<strong>en</strong> colaborar como bu<strong>en</strong>os vasallos. Yrecibe la respuesta esperada: “que fuese bi<strong>en</strong> v<strong>en</strong>ido e que <strong>el</strong>los no deseavan otra cosa”.—Al conjuro d<strong>el</strong> discurso, los ponferradinos cambian de color. El vecindario abre laspuertas al Conde de Lemos y combate a los escasos resist<strong>en</strong>tes; los peones d<strong>el</strong> corregidorno ti<strong>en</strong><strong>en</strong> gana de combatir; <strong>el</strong> alcaide se queda solo, acompañado tan sólo de “una negrasuya”, se aturde y ni siquiera levanta <strong>el</strong> pu<strong>en</strong>te levadizo d<strong>el</strong> alcázar.— Como <strong>el</strong> percance es comprometedor y v<strong>en</strong>drán los ajustes de cu<strong>en</strong>tas, <strong>el</strong> corregidorti<strong>en</strong>e preparada su respuesta: “si no oviera traición y todos p<strong>el</strong>earan como dis<strong>en</strong> que122<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...p<strong>el</strong>eó <strong>el</strong> alcayde... la dicha fortaleza no se tomara” (63*).El asalto de Don Rodrigo a Ponferrada tuvo gran resonancia, no tanto por la audaciasino por la reacción que despertó <strong>en</strong> <strong>el</strong> Consejo Real y <strong>en</strong> los gobernadores d<strong>el</strong> Reino. Sonmom<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> que <strong>el</strong> reg<strong>en</strong>te, Francisco Jiménez de Cisneros, bi<strong>en</strong> respaldado por miliciasurbanas a sus órd<strong>en</strong>es, hace visibles sus “poderes” para escarmi<strong>en</strong>to de los alborotadores(64). En <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong> Conde de Lemos se pon<strong>en</strong> <strong>en</strong> marcha todos los recursos persuasivosy disuasorios: amonestaciones sobre <strong>el</strong> desdoro de su gesto y la gravedad de latransgresión (65); convocatorias a nobles y ciudades (reinos de León y <strong>Galicia</strong>, condadode Vizcaya y principado de Asturias, ciudades de Burgos, Fal<strong>en</strong>cia, Zamora, Toro, Medinad<strong>el</strong> Campo, Arévalo, Olmedo, Tordesillas; obispados de Santiago, Lugo, Mondoñedo,Or<strong>en</strong>se y Tui; señores de las casas de Andrade, Ribadavia, Altamira, Ribad<strong>en</strong>eira, Luna,Nájera, Moya, Vill<strong>en</strong>a, Béjar, Aguilar, Alba de Aliste, Ribadeo, Infantado, Miranda, Urueña,Alburquerque, Almirante) para acudir con sus milicias a una campaña contra <strong>el</strong> Conde deLemos, a las órd<strong>en</strong>es d<strong>el</strong> Duque de Alba y d<strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te; formación de capitaníasal mando de Pedro de Torres, Francisco Brochero, Juan de Vergara, Juan de Castañeda,Ruy Gómez, Rodrigo de Fargraza, Martín de Robles, Lope de Moscoso, Baltasar deLondoño, Juan de Salazar, Alonso de Báez, Alonso Hurtado, Alonso Gallego, AlonsoSuárez, Alonso d<strong>el</strong> Portillo, Ochoa de Asúa, Alonso de Valbastro, Juan de Matallana,Alonso de Ulloa (66); movilización de los pequeños ars<strong>en</strong>ales de artillería d<strong>el</strong> reino, <strong>en</strong>especial de los de Medina d<strong>el</strong> Campo (67) y A Coruña (68),éste controlado por Don Fernandode Andrade, al mando d<strong>el</strong> capitán Pedro Corrales (69).Al mismo tiempo se cursaron los requerimi<strong>en</strong>tos procesales que demandaba la situación:al Conde de Lemos, inculpándole de infid<strong>el</strong>idad e ingratitud a la Corona, <strong>en</strong> especial “despues d<strong>el</strong> triste fallesçimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> Rey (D. F<strong>el</strong>ipe), mi señor... quedando yo viuda y estos misreynos <strong>en</strong> mucho p<strong>el</strong>igro”; acusándole de banderío y asonada “asonandovos y dandovoslos unos a los otros... favor e ayuda, vos aveys levantado e fecho grand escándalo ebolliçio <strong>en</strong> estos mis reynos e <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong>la parte que se diçe El Bierço, e çercastes e tomastese combatistes por fuerça e con escalas la mi villa e fortaleça de Ponferrada; emplazándoloa comparecer ante <strong>el</strong> Consejo Real <strong>en</strong> <strong>el</strong> término de quince días; con órd<strong>en</strong>es terminantesde <strong>en</strong>tregar Ponferrada al Doctor Cornejo, deponi<strong>en</strong>do al alcaide d<strong>el</strong> Conde, Hernando deTorres, y de admitir como alcalde de la justicia real <strong>en</strong> la villa al Bachiller Fernán Gómez deHerrera a los alcaides y oficiales d<strong>el</strong> Condado de Lemos que deberían revocar supleitohom<strong>en</strong>aje al Conde, privado de su señorío y decaído de sus derechos, al igual que suyerno, Don Dinís de Portugal, y remitirlo de nuevo a la Corona <strong>en</strong> la persona d<strong>el</strong> Gobernadorde <strong>Galicia</strong>, <strong>el</strong> infante Don Juan de Granada (70) .No se quedó <strong>en</strong> los apercibimi<strong>en</strong>tos. Se puso <strong>en</strong> acción a la g<strong>en</strong>te de la temida Ord<strong>en</strong>anza,para una campaña militar que t<strong>en</strong>dría su cuart<strong>el</strong> <strong>en</strong> la villa de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te. Se ord<strong>en</strong>ó a loscapitanes la estrategia d<strong>el</strong> asalto: que “tomeys luego a ses<strong>en</strong>ta y dos hombres deOrd<strong>en</strong>anza, los mas dispuestos e diestros para la guerra que podays aver, la terçera partede los cuales sean espingarderos e las otras dos piqueros, cada uno d<strong>el</strong>los armados conlas armas que convi<strong>en</strong>e para los dichos ofiçios, a los cuales aveys de prometer e dar <strong>el</strong>su<strong>el</strong>do cada un mes: al piquero seteçi<strong>en</strong>tos mararavedis, e al espingardero ochoçi<strong>en</strong>tosmaravedis, e v<strong>en</strong>ir con la dicha g<strong>en</strong>te a la dicha villa de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te para diez dias d<strong>el</strong> mesde julio” (71).El aparato disuasorio pudo mucho. Pero probablem<strong>en</strong>te pudieron más los consejos d<strong>el</strong>os amigos, <strong>en</strong> este caso <strong>el</strong> Almirante de Castilla que se empleó a fondo, primero para123<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVAdesviar a Don Rodrigo de su osado gesto que sólo v<strong>en</strong>ía a <strong>en</strong>grandecer los méritos desus <strong>en</strong>emigos <strong>el</strong> Duque de Alba y <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te; luego, para pres<strong>en</strong>tar ante <strong>el</strong>gobernador Jiménez de Cisneros y <strong>el</strong> Consejo Real la “bu<strong>en</strong>a fe” y las excusas d<strong>el</strong> Condede Lemos. De hecho <strong>el</strong> lance tuvo <strong>el</strong> fin temprano y manso que cabía desear. Don Rodrigo<strong>en</strong>tregó Ponferrada <strong>en</strong> manos de su pari<strong>en</strong>te <strong>el</strong> Marqués de Astorga, <strong>el</strong> 30 de julio de 1507,y recibió inmediatam<strong>en</strong>te docum<strong>en</strong>tos reales de 10 de agosto y 20 de diciembre de 1507que certificaban la aceptación de sus disculpas y la concesión d<strong>el</strong> perdón (72).Esta pequeña historia de un asalto torm<strong>en</strong>toso, ap<strong>en</strong>as una típica fiebre de verano,rev<strong>el</strong>a cual era <strong>el</strong> talante político d<strong>el</strong> noble gallego. Se cifraba <strong>en</strong> un rechazo visceral deFernando <strong>el</strong> Católico y <strong>en</strong> una apuesta arriesgada por <strong>el</strong> futuro rey Don Carlos. Estaopción vino a costar <strong>en</strong> 1508 un desafío mayor que <strong>el</strong> incid<strong>en</strong>te de Ponferrada. Comprobadapor los ag<strong>en</strong>tes d<strong>el</strong> Rey, la fervorosa afiliación flam<strong>en</strong>ca de Don Pedro, se <strong>en</strong>c<strong>en</strong>día lacólera política d<strong>el</strong> soberano y señalaba al conde gallego como conspirador. “Vos aveist<strong>en</strong>ido e t<strong>en</strong>eys tracto <strong>en</strong> mi deservicio fuera destos dichos mis reynos”, clamaba <strong>el</strong>Soberano. Y discernía inmediatam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> castigo: <strong>el</strong> secuestro de las fortalezas de Sarria yMonforte <strong>en</strong> manos d<strong>el</strong> Gobernador de <strong>Galicia</strong> (73). Un nuevo año de humillación que duróhasta <strong>el</strong> 17 de agosto de 1509. No cabía más que un sil<strong>en</strong>cio retic<strong>en</strong>te y dolido. Lo mantuvoDon Rodrigo, incluso cuando se le requirió a realizar con escritura pública <strong>el</strong> juram<strong>en</strong>to deaceptación de futuro rey de Castilla, su preferido Don Carlos (27 de abril de 1511).En los años de 1514 y 1515 Don Rodrigo se mantuvo alejado de la Corte. En ésta t<strong>en</strong>íavaledores y ag<strong>en</strong>tes que no cesaban de insinuar y persuadir las bu<strong>en</strong>as disposiciones desu amo. Entre sus tesis más persuasivas estaba la de que era <strong>el</strong> Duque de Alba <strong>el</strong> fabricantesiniestro de la difamación d<strong>el</strong> Conde gallego. Coincidían <strong>en</strong> <strong>el</strong>la <strong>el</strong> canónigo de Lugo,Jerónimo de Sobr<strong>el</strong>le, ag<strong>en</strong>te de Don Rodrigo; <strong>el</strong> obispo de Segovia, Don Federico dePortugal y muy especialm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> Almirante. Los tratos y diálogos no cambiaban las posturas.Todo lo más suscitaban cortesías untuosas d<strong>el</strong> Rey: “<strong>en</strong> verdad que <strong>el</strong> Conde lo ha hechobi<strong>en</strong> y como devia” fue su respuesta más complaci<strong>en</strong>te (74).Pasaron los días d<strong>el</strong> rey Don Fernando y vinieron los breves abriles de la Gobernación deCisneros. Don Rodrigo tuvo la ocasión de <strong>en</strong>tonar su voz y decir abiertam<strong>en</strong>te lo que p<strong>en</strong>saba:consideraba más positivo mant<strong>en</strong>er sus alianzas con las casas de Astorga y Andrade quesiempre le habían sost<strong>en</strong>ido (75); no dudaba <strong>en</strong> d<strong>en</strong>unciar ante <strong>el</strong> Card<strong>en</strong>al Cisneros <strong>el</strong> cúmulode provocaciones que <strong>el</strong> detestado” Aragonés” había hecho a la nobleza cast<strong>el</strong>lana y <strong>en</strong>particular a la Casa de Lemos (76); y pedía abiertam<strong>en</strong>te desagravios y premios. Con esta vozfuerte hablará a Carlos V y también a sus amigos gallegos cuando se hallaban vacilantes <strong>en</strong>1520. Era partidario de exigir que <strong>el</strong> Reino de <strong>Galicia</strong> tuviese voto <strong>en</strong> Cortes y personalidadautónoma, pero consideraba grave v<strong>el</strong>eidad la revolución de las Comunidades y disuadía a susamigos los regidores or<strong>en</strong>sanos de seguir por ese p<strong>el</strong>igroso camino (77).Por otra parte, caballeros amigos le advirtieron d<strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro que corría, ante <strong>el</strong> inmin<strong>en</strong>teregreso de Don Fernando y los int<strong>en</strong>tos de Duque de Alba y d<strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te de sacarprovecho d<strong>el</strong> yerro d<strong>el</strong> Conde gallego. El Almirante fue <strong>el</strong> áng<strong>el</strong> consejero d<strong>el</strong> inquieto Señor deLemos. Le recordó <strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro <strong>en</strong> que estaba de perder su estado, la caída de todo apoyo políticopara su pleito de Villafranca, <strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro de un nuevo embargo de Sarria y de la dote de su yernoDon Dionís. En las palabras d<strong>el</strong> gran pot<strong>en</strong>tado cast<strong>el</strong>lano se escuchaba la voz de la experi<strong>en</strong>cia,la amistad leal y d<strong>el</strong> ac<strong>en</strong>drado ac<strong>en</strong>to familiar. Al mismo tiempo se transpar<strong>en</strong>tan las miras deDon Rodrigo <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dramático de su vida.124<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...El Almirante pone todo su interés <strong>en</strong> resolver losproblemas de Don Rodrigo. Si éstos no van de lomejor se debe, sin duda, al tiempo y a la torpeza deéste <strong>en</strong> la gestión. T<strong>en</strong>ía <strong>en</strong> acción dosnegociadores <strong>en</strong> desacuerdo que no habíanseguido sus consignas. No debe dudar que tantoeI Duque de Alba como <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>tetratarán de hacer méritos a su costa y lecausarán todo <strong>el</strong> daño posible. Su aliado, DonFernando de Andrade, tampoco colaborará porser la campaña contra <strong>el</strong> Rey. «Puestas los cosas<strong>en</strong> este estado, será bi<strong>en</strong> que mireis por <strong>el</strong>remedio, porque los inconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes han llegadoal cabo», concluye <strong>el</strong> Almirante.El emperador Carlos V.15.- UNA ESPINOSA NEGOCIACIÓN: «QUISIERA MAS TENER QUEBRADA UNAPIERNA»¿Cómo ac<strong>el</strong>erar los trámites? Ante todo determinar bi<strong>en</strong> lo que se desea conseguir.Confeccionar memoriales bi<strong>en</strong> precisos con los hechos y sus «explicaciones». No dejar alag<strong>en</strong>te de la Corte comprometi<strong>en</strong>do la situación. No malgastar la oportunidad que seofrece de la amistad d<strong>el</strong> Almirante con <strong>el</strong> Soberano, para poder administrar la cual deberáprimero abst<strong>en</strong>erse de toda participación <strong>en</strong> <strong>el</strong> conflicto, porque de lo contrario, al pedirperdón real para <strong>el</strong> Conde «sería necesario sacarle también para mí». En todo caso, doscosas debe realizar <strong>el</strong> Conde de Lemos para evitar <strong>el</strong> desastre que se le vi<strong>en</strong>e <strong>en</strong>cima.Primera: liquidar satisfactoriam<strong>en</strong>te todos los problemas derivados de la ocupación dePonferrada y de los llanos de Villafranca antes de la llegada d<strong>el</strong> Rey. Segunda: no permitirque sus contrincantes, <strong>el</strong> Duque de Alba y <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te, <strong>en</strong>tr<strong>en</strong> <strong>en</strong> ambastierras, porque <strong>en</strong>tonces la disputa se complicaría gravem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> sólo daño d<strong>el</strong> Conde.Negociar todo esto con éxito es ciertam<strong>en</strong>te arduo y gravem<strong>en</strong>te comprometedor. «Osjuro a Dios, aunque debo hacer vuestro negoçio quisiera mas t<strong>en</strong>er quebrada una pierna”(78), confiesa <strong>el</strong> Almirante.El «negocio» d<strong>el</strong> Conde de Lemos fue consultado también a la Corte portuguesa, <strong>en</strong> dondese había disuadido previam<strong>en</strong>te al Duque de Braganza de interv<strong>en</strong>ir <strong>en</strong> la quer<strong>el</strong>la. Don Rodrigorecibió una respuesta muy similar. Don Manu<strong>el</strong> de Portugal no estaba dispuesto a apoyareconómica o militarm<strong>en</strong>te las pret<strong>en</strong>siones de Don Rodrigo sobre Villafranca y Ponferrada. Le<strong>en</strong>carecía que se pusiese <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>as r<strong>el</strong>aciones con sus Soberanos y sólo después de verlosconcordados estaría dispuesto a favorecerle económicam<strong>en</strong>te como se lo pedía (79).D. Rodrigo logró deshacer su grave <strong>en</strong>tuerto antes de que fuera demasiado tarde.Entregó Ponferrada a su amigo <strong>el</strong> marqués de Astorga, <strong>el</strong> 30 de julio, y le fueron revocadaslas medidas dictadas contra él por <strong>el</strong> Consejo Real con cédula de 10 de agosto de 1507, conla promesa de determinar sus pret<strong>en</strong>siones sobre la villa antes de un año. Hubo así mismoun conv<strong>en</strong>io con Cisneros sobre <strong>el</strong> particular cuyos porm<strong>en</strong>ores desconocemos. Pareceser incluso que <strong>el</strong> rey Don Fernando citó a la Corte a los dos máximos repres<strong>en</strong>tantes de lanobleza gallega: D. Rodrigo y D. Fernando de Andrade (80). Pero la voz de los valedoresd<strong>el</strong> Conde pudo mucho. Vino <strong>el</strong> perdón y fue g<strong>en</strong>eroso. Se admitía la bu<strong>en</strong>a fe d<strong>el</strong> Conde<strong>en</strong> la iniciativa. Se le perdonaban todos los reatos civiles, criminales y económicos contraídos125<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVAcon la Corona, aunque no los que afectaban a particulares como <strong>el</strong> Duque de Alba y <strong>el</strong> Condede B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te. El 20 de diciembre de 1507 fue la fecha histórica de este docum<strong>en</strong>to que calmabapor fin <strong>el</strong> sobresalto causado por <strong>el</strong> Conde de Lemos y de sus amigos (81).Pero Ponferrada y Villafranca habrán vu<strong>el</strong>to a adquirir resonancia nacional e inclusointernacional no solo por la gravedad d<strong>el</strong> nuevo asalto sino por lo sintomático d<strong>el</strong> gesto.Quedaba abierta y sangrante la quer<strong>el</strong>la jurídica que ahora se aum<strong>en</strong>taba con nuevasreclamaciones de los afectados por Ia campaña. De mom<strong>en</strong>to reclamaban ante los tribunales<strong>el</strong> Arcediano de Ribadesil por haberle secuestrado <strong>el</strong> Dr. Cornejo <strong>el</strong> lugar de Tor<strong>en</strong>o yhaberle derrocado una casa (258); <strong>el</strong> arr<strong>en</strong>dador y recaudador mayor de aIcabalas <strong>en</strong>Ponferrada, Antonio de Segovia, a qui<strong>en</strong> <strong>el</strong> Conde de Lemos «le tomó por fuerça e contrasu voluntad de las dichas r<strong>en</strong>tas deste dicho pres<strong>en</strong>te año dosci<strong>en</strong>tos e ses<strong>en</strong>ta millmaravedis que cobro e fizo cobrar de las dichas r<strong>en</strong>tas de la dicha vilIa» (82); variosvecinos de Barrios de Salas que afirmaban haberles tomado las g<strong>en</strong>tes d<strong>el</strong> Conde deLemos unas mil cántaras de vino, e que cada cantara d<strong>el</strong> dicho vino <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong>la saçon valiao podia valer a dos reales e medio» (83)16.- CON LOS OJOS EN FLANDESVino <strong>el</strong> Aragonés e impuso su ley. Don Juan Manu<strong>el</strong> huyó a tiempo de Burgos a suantiguo refugio de Flandes. El Duque de Nájera hubo de r<strong>en</strong>dirse sin condicíones. Losseñores de Andalucía vieron la acto solemne humillación de su cabeza indisputable <strong>el</strong>Duque de Medínac<strong>el</strong>i (84). En <strong>Galicia</strong> Don Fernando de Andrade y Don Rodrigo EnríquezOsorio estaban vigilados <strong>en</strong> sus caminos y <strong>en</strong> sus posibles apoyos para <strong>el</strong> exterior, lospuertos de <strong>Galicia</strong> (85).Don Rodrigo debió pres<strong>en</strong>tir <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong>los primeros días de 1508 que de un día a otro l<strong>el</strong>legaría la factura de sus andanzas y opciones políticas. Había sido disimulada <strong>en</strong> diciembrede 1507,pero no anulada. A fines de marzo llegó por fin la cu<strong>en</strong>ta. Debía personarse <strong>en</strong> laCorte, <strong>en</strong> Burgos, para lo que se le brindaba <strong>el</strong> pertin<strong>en</strong>te seguro real (86). No parece queDon Rodrigo arriesgase <strong>el</strong> viaje. Entabló con <strong>el</strong> Soberano un diálogo t<strong>en</strong>so cuyo emisariofue Jerónimo de Valcárc<strong>el</strong>.No iba a parar <strong>el</strong> asunto <strong>en</strong> esta confrontación de pareceres. Don Fernando quería antetodo garantías de seguridad y después diálogo. El 26 de julio, cayó la bomba temida. DonFernando le señalaba con <strong>el</strong> dedo acusador: «vos aveys t<strong>en</strong>ido e t<strong>en</strong>eys tracto <strong>en</strong> mideserviçio fuera destos dichos mis reynos». Es decir <strong>el</strong> Señor de Lemos era de los queestaba intrigando <strong>en</strong> Flandes, a la sombra de los políticos de Brus<strong>el</strong>as. Era un desafío para<strong>el</strong> suspicaz Aragonés. Pero sabe cont<strong>en</strong>erse. De mom<strong>en</strong>to se recurre al castigo m<strong>en</strong>or y alas debidas precauciones. «Por agora no se procede contra vos... pero por algunas cosascumplideras a mi servicio y a la paz y sosiego deste Reyno de <strong>Galicia</strong> es mi merced que vos<strong>en</strong>tregueis las vuestras fortaIeças de Sarria y Monforte al mi Gobernador d<strong>el</strong> Reyno de<strong>Galicia</strong> e a Álvaro de Carvajal, mi capitán» (87). Don Rodrigo aceptó la imposición real quese mantuvo desde <strong>el</strong> 14 de agosto de 1508 al 17 de agosto de 1509 (88).17.- ¿Y POR QUÉ NO VILLAFRANCA?Mi<strong>en</strong>tras tanto, ¿qué acontecía <strong>en</strong> <strong>el</strong> nuevo señorío de Villafranca? La inseguridadmilitar y jurídica más preocupante que lleva a sus titulares a someterse a la tut<strong>el</strong>a de losPim<strong>en</strong>t<strong>el</strong> de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te. Se formaliza esta dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia p<strong>el</strong>igrosa <strong>el</strong> 29 de <strong>en</strong>ero de 1488,cuando Doña Juana Osorio realiza con todas las solemnidades d<strong>el</strong> caso la cesión de sus126<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...atribuciones hereditarias de Marquesa heredera d<strong>el</strong> señorío de Villafranca a favor de sumarido, Don Luis Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>, marqués consorte de Villafranca. Ambos titulares d<strong>el</strong>marquesado son m<strong>en</strong>ores de edad y están sometidos a la tut<strong>el</strong>a d<strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te,Don Rodrigo Alfonso Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>, que autoriza la cesión, de la que es interesado promotor.En <strong>el</strong> docum<strong>en</strong>to se <strong>en</strong>fatiza la deuda de los marqueses, <strong>en</strong> particular de Doña Juanahacia <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te, que ha combativo al bastardo de Lemos y ha recobrado lasparc<strong>el</strong>as asignadas al nuevo estado de Villafranca, con graves riesgos y grandes exp<strong>en</strong>sas,que Doña Juana no podría al pres<strong>en</strong>te realizar. En la nómina figuran: Villafranca y sucortijo; Cacab<strong>el</strong>os, Valcárc<strong>el</strong>, Balboa, Corullón, Cornat<strong>el</strong>o, Ribera de Umia, Araganza,Unamio, Posada d<strong>el</strong> Río; las tierras de Ribera y Cabrera, Besada y los lugares de Andanzas,Pobladura de P<strong>el</strong>ayo García, Mosas, Palazu<strong>el</strong>o d<strong>el</strong> Río; y más específicam<strong>en</strong>te las fortalezasde Villafranca, Villaboa, Lucio, Corullón y Cornat<strong>el</strong>o. Se exceptuaba la tierra de Aguilar consus lugares y herrerías; Pobladura d<strong>el</strong> Valle y Val de Mora.Esta <strong>en</strong>trega, voluntaria o forzada, trae consecu<strong>en</strong>cias graves. Se ponían sobre la mesa<strong>en</strong> 1503, por Doña María Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>, la nueva titular de Villafranca, que quería romper estatut<strong>el</strong>a y poner las cu<strong>en</strong>tas <strong>en</strong> limpio, aconsejada por su familiar <strong>el</strong> Duque de Alba, DonFadrique de Toledo. En efecto, <strong>el</strong> Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te se hizo pagar. Se embolsó los cincomillones de maravedís, abonados por los Reyes por la adquisición de Ponferrada; debíalas arras <strong>en</strong> su día prometidas a la difunta Doña María Osorio Marquesa de Villafranca;estaban p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes cinco millones de maravedíes, que <strong>el</strong> Conde Don Rodrigo habíaasignado <strong>en</strong> su testam<strong>en</strong>to a la titular de Villafranca, Doña María Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>, su nieta; habíacobrado y dispuesto de las r<strong>en</strong>tas d<strong>el</strong> estado de Villafranca.¿Era verdad? Lo afirmaba Doña María Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>, hija y heredera de Doña Juana. Lonegaba <strong>el</strong> nuevo Conde de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te, Don Alonso Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>, hijo de Don Rodrigo y tío deDoña Juana, que am<strong>en</strong>azaba a su vez con pasar <strong>en</strong> detalle las cu<strong>en</strong>tas de su padre, DonRodrigo, <strong>en</strong> sus campañas contra <strong>el</strong> Conde de Lemos para asegurar <strong>el</strong> nuevo señorío deVillafranca, arrancado a golpes d<strong>el</strong> condado de Lemos. Se abría así un pleito familiar contodas las consecu<strong>en</strong>cias. La primera era la necesidad de dotar de curador a la nuevamarquesa. Nadie dudaba <strong>en</strong> 1503 que <strong>el</strong> llamado era <strong>el</strong> Duque de Alba, Don Fadrique deToledo. Fue designado efectivam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> 13 de julio de 1503. Aceptó con gusto la <strong>en</strong>comi<strong>en</strong>dae inmediatam<strong>en</strong>te promovió la pesquisa que debía llevar a sost<strong>en</strong>er la causa (88*).Era obvio que <strong>el</strong> Marquesado de Villafranca seguía vivi<strong>en</strong>do su torm<strong>en</strong>tosa alborada, de laque saldría con los años, muy l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te. T<strong>en</strong>ía ahora dos p<strong>el</strong>igrosos vecinos: con <strong>el</strong> Condede B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te reñía por la her<strong>en</strong>cia; con d<strong>el</strong> Conde de Lemos se s<strong>en</strong>tía <strong>en</strong> acoso perman<strong>en</strong>teTras años de espera y desolación, buscando oportunidades para sus ardorosasreivindicaciones, llega Don Rodrigo de Lemos al siglo <strong>XV</strong>I. Cree que ha llegado <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>tode replantear <strong>el</strong> tema de la recuperación d<strong>el</strong> Condado de Lemos. La apar<strong>en</strong>te ser<strong>en</strong>idad <strong>en</strong>la vida d<strong>el</strong> Reino de Castilla, pudo sugerirle que había llegado <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to de replantear sucausa <strong>en</strong> los tribunales, <strong>en</strong> los que se tramitaría con la l<strong>en</strong>titud acostumbrada. En todocaso la disputa se ceñiría ahora a reclamar <strong>el</strong> retorno al estado de Lemos d<strong>el</strong> patrimoniodesgajado, con <strong>el</strong> que se había constituido la mayor parte d<strong>el</strong> nuevo marquesado deVillafranca. La muerte de su principal contrincante, Doña Juana Osorio, <strong>en</strong> 1491, parecíafavorecerle o por lo m<strong>en</strong>os disminuir <strong>el</strong> número de sus adversarios.Además los flamantes marqueses de Villafranca están ahora <strong>en</strong>zarzados <strong>en</strong> pleitospatrimoniales como <strong>el</strong> que afecta al señorío de Arganza, cuyo titular había sido Ruy Sánchezde Arganza y cuyos herederos directos habían sido al parecer anulados por los Marqueses.127<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVAEsclarecer este hecho era como verse <strong>en</strong>redado <strong>en</strong> una madeja sin fin. Volvería acuestionarse la forma viol<strong>en</strong>ta con que ocupó este señorío <strong>en</strong> 1467,mediante la ejecuciónde su señor Álvaro Sánchez de Ulloa y Valcárc<strong>el</strong>, tachado de traidor, <strong>en</strong> los muros dePonferrada, haci<strong>en</strong>dolo confirmar un dec<strong>en</strong>io más tarde por los Reyes Católicos (21-VII-1476).Cuando Juana Osorio y su marido Luis Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong> se dispon<strong>en</strong> a heredar la parte bercianad<strong>el</strong> Condado de Lemos, no dudan de que esta viol<strong>en</strong>ta conquista d<strong>el</strong> Conde Don Pedro,puede quedar <strong>en</strong> su casa.Quisieron fundar la pret<strong>en</strong>sión. Se basaba <strong>en</strong> la compra de Arganza a Álvaro deValcárc<strong>el</strong> que habían hecho por 80.000 maravedíes, <strong>el</strong> 23 de febrero de 1487, y llegará aformalizarse <strong>en</strong> 1491. En efecto sólo los antiguos Valcárc<strong>el</strong> y más <strong>en</strong> concreto ÁlvaroSánchez de Ulloa, habían sido dueños indisputados de Arganza. Alegaban además lainvalidez d<strong>el</strong> testam<strong>en</strong>to de Fernando Sánchez de Arganza a favor de sus hermanas. Peroéstas, Aldonza Sánchez de Arganza, hija de Ruy, y Aldonza de Arganza, nieta, no estabandispuestas a aceptar la compon<strong>en</strong>da. Plantearon su derecho hereditario con éxito.El pleito estaba <strong>en</strong> marcha <strong>en</strong> 1488-1489. Se tramitó con cierta c<strong>el</strong>eridad y concluyó cons<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia y carta ejecutoria, <strong>en</strong> abril de 1494, que asignaban este señorío a las dos Aldonzasque lo reclamaban. A <strong>el</strong>las fue <strong>en</strong>tregada la propiedad con las r<strong>en</strong>tas g<strong>en</strong>eradas <strong>en</strong> tresaños de secuestro,<strong>el</strong> lapso d<strong>el</strong> pleito, por ord<strong>en</strong> real,<strong>en</strong> octubre de 1494, rechazando lasreclamaciones de la Marquesa de Villafranca, que proseguía <strong>en</strong> su reivindicación.Las dos Aldonzas, concertadas <strong>en</strong> su demanda, se <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>taron muy pronto al compartirla her<strong>en</strong>cia. En consecu<strong>en</strong>cia, promovieron <strong>el</strong> reparto y partija d<strong>el</strong> señorío y recibieronautorización real para realizarlo, <strong>el</strong> 4 de noviembre de 1496. Se agrandó este dis<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>toy ruptura, porque la nieta de Ruy, Aldonza de Arganza, una vez casada y madre de BeatrizSánchez de Arganza, prefería acomodarse <strong>en</strong> su nueva sede de Canedo y ofrecer supatrimonio, oportunam<strong>en</strong>te parc<strong>el</strong>ado, a «agunos caballeros e personas poderosas d<strong>en</strong>uestros reynos», es decir a los marqueses de Villafranca que int<strong>en</strong>taban <strong>el</strong>iminarcompetidores y señores autónomos <strong>en</strong> su tierra. De hecho, los señores de Villafranca noconseguirán incorporar a sus estados <strong>el</strong> señorío de Arganza que se conserva <strong>en</strong> la etapamoderna como un señorío berciano más, con dos sedes vinculadas por lazos familiares:Araganza con Villanueva, que conserva la repres<strong>en</strong>tación principal de los Sánchez deAraganza; Canedo con El Cueto, que se considera casa subsidiaria de la familia (89).Los señores de Villafranca seguían instalados <strong>en</strong> <strong>el</strong> cu<strong>el</strong>lo de bot<strong>el</strong>la d<strong>el</strong> señorío deLemos, id<strong>en</strong>tificándose con <strong>el</strong> nombre y <strong>el</strong> señorío de la villa de Villafranca. Don Rodrigolos ve siempre pres<strong>en</strong>tes y am<strong>en</strong>azantes. Y nunca deja de reclamar este antiguo huerto desu casa. Villafranca debe volver a la Casa de Lemos.El primer int<strong>en</strong>to conocido fue realizado <strong>en</strong> septiembre de 1502. Reclamaba Don Rodrigo“la villa de Villafranca con su castillo e tierra e vasallos e juridiçion çivil e criminal,e la villa deCacab<strong>el</strong>os con su jurediçion civil e criminal e la tierra e lugar de Corullon con sus vasallos ejuridiçion, e la tierra de Aguiar con <strong>el</strong> castillo de Luçon, e <strong>el</strong> valle de Balcaç<strong>el</strong> con su tierra ejuridiçion, y <strong>el</strong> coto de Balboa con su coto y juridiçion, lo qual todo esta <strong>en</strong> la Provincia d<strong>el</strong>Bierço”. Alegó, como era de rigor, los docum<strong>en</strong>tos fundam<strong>en</strong>tales de la constitución d<strong>el</strong>Condado de Lemos y su traspaso a los Osorio, mediante <strong>el</strong> matrimonio de Don Pedro con DoñaBeatriz, sin omitir los actos de jurisdicción que había realizado <strong>el</strong> niño Don Rodrigo al amparode su abu<strong>el</strong>o, Don Pedro. Pero no pudo pres<strong>en</strong>tar <strong>el</strong> docum<strong>en</strong>to real o pontificio de legitimación.Probablem<strong>en</strong>te realizó esta nueva instancia judicial sin calor ni conv<strong>en</strong>cimi<strong>en</strong>to, porque no se adormeciera <strong>el</strong> litigio. Bi<strong>en</strong> sabía que con los Reyes Católicos <strong>en</strong> <strong>el</strong> trono y la128<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia de partición de 1484 <strong>en</strong> vigor, sus contricantes no necesitaban más que reiterarla afirmación de sus derechos y evid<strong>en</strong>ciar de nuevo la improced<strong>en</strong>cia de las reclamacionesd<strong>el</strong> Señor de Lemos que además exigía tierras y jurisdicciones que nunca habían estado<strong>en</strong>roladas <strong>en</strong> la casa de Lemos, como las jurisdicciones de Corullón, Valcárc<strong>el</strong>, Balboa yAguiar. Como era de esperar, sus opon<strong>en</strong>tes rebatieron los argum<strong>en</strong>tos y se hicieronfuertes alegando la s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia de 1484, reforzando sus alegaciones con otros docum<strong>en</strong>toscomo los pactos matrimoniales de Don Pedro Álvarez Osorio con los Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>. Prosiguió<strong>el</strong> forcejeo de los litigantes sin añadir nada nuevo; sólo excepciones formales y dudassobre la legitimidad de los matrimonios de las respectivas familias que acarrearían lacondición de espurios de los dos litigantes.Con se esta instancia tan escasa de cont<strong>en</strong>ido y pruebas, durmió diez años <strong>en</strong> laChancillería de Valladolid. Habrá que esperar al día 6 de septiembre de 1513 para ver laconclusión, que no podía ser otra que la reiteración de las disposiciones de 1484. Sedesglosó <strong>en</strong> tres s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cias: la primera, d<strong>en</strong>egando al Conde de Lemos sus pret<strong>en</strong>didosderechos sobre <strong>el</strong> marquesado de Villafranca; la segunda, <strong>en</strong> apari<strong>en</strong>cia de complac<strong>en</strong>ciahacia <strong>el</strong> Conde, absolviéndole de as inculpaciones de viol<strong>en</strong>cia y agresión a la marquesade Villafranca, Doña María Osorio Pim<strong>en</strong>t<strong>el</strong>; la tercera, negando al Conde de Lemos y a laMarquesa de Villafranca sus pret<strong>en</strong>didos derechos a los mayorazgos de ambos estados oa parte de <strong>el</strong>los, caso éste d<strong>el</strong> Conde de Lemos que ahora reclamaba las jurisdiccones yr<strong>en</strong>tas de Andanzas, Pobladura, Palazu<strong>el</strong>o d<strong>el</strong> Río y Valdemora (90).Ninguno de los contrincantes quería ceder oficialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> este litigio. Se abría la etapade las ap<strong>el</strong>aciones que culminarían con nuevas s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cias de revista. A este des<strong>en</strong>lace se<strong>en</strong>caminaba la causa, <strong>en</strong> marzo de 1515, cuando la marquesa de Villafranca, con una cédulareal <strong>en</strong> la mano, urgía a la Chancillería de Valladolid la inmediata s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia, ya conv<strong>en</strong>ida,y la carta ejecutoria que debería sancionarla definitivam<strong>en</strong>te (91).Otros retos y desafíos surgirán <strong>en</strong> los años sigui<strong>en</strong>tes. En 1528, llegaba a la casa de Lemosla noticia de que sus contrincantes de Villafranca pret<strong>en</strong>dían v<strong>en</strong>der la villa de Matilla de Arzón,con cuyo producto dotarían a una de sus hijas. Constataban incluso que ya t<strong>en</strong>ían lic<strong>en</strong>cia realpara esta transacción. Corrieron a contradecir la iniciativa ante los tribunales reales. Según laCondesa de Lemos, “ la dicha villa con su tierra e jurisdiçion es de la dicha Condesa”. Enconsecu<strong>en</strong>cia, se <strong>en</strong>tablaba un nuevo proceso y se convocaba a las partes a alegar suspruebas y esperar los veredictos correspondi<strong>en</strong>tes (92). En los años sigui<strong>en</strong>tes, las espadassiguieron <strong>el</strong> alto. Lo comprobamos <strong>en</strong> 1531, cuando los señores de Lemos pid<strong>en</strong> justicia contralos marqueses de Villafranca por la v<strong>en</strong>ganza que han tomado contra los Osorio por habers<strong>en</strong>egado a contribuir a la construcción d<strong>el</strong> pu<strong>en</strong>te de Cacab<strong>el</strong>os. Lo más fácil fue <strong>en</strong> estemom<strong>en</strong>to pr<strong>en</strong>der y <strong>en</strong>carc<strong>el</strong>a a los vecinos d<strong>el</strong> Condado de Lemos <strong>en</strong> tránsito por Cacab<strong>el</strong>os.En <strong>el</strong> verano de este año les tocó la vez a algunos vecinos d<strong>el</strong> Valla de Sarriá, “presos asta tantoque todos los lugares de la tierra d<strong>el</strong> dicho Conde (de Lemos) pagu<strong>en</strong> lo que les esta requeridopara la pu<strong>en</strong>te de la dicha villa de Cacab<strong>el</strong>os” (93).Esta dialéctica de d<strong>en</strong>uncias y requerimi<strong>en</strong>tos sólo pudo apagarse con los años ysobre todo con los compromisos políticos <strong>en</strong> servicio de la Monarquía. En este nuevo ydilatado campo los vástagos de ambas casas hubieron de <strong>en</strong>contrarse y cruzarse <strong>en</strong> suscaminos, cada vez más seguros de que no era <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>Bierzo</strong> ni <strong>en</strong> Tierra de Lemos donde sejugaba su futuro.129<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVANOTAS(1) Así se afirma reiteradam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las provisionesreales r<strong>el</strong>ativas al conflicto de Ponferrada. Véase,por ejemplo. AGS, RGS- , IV-1485, f. 314.(2) J. De Zurita, Anales, 319r-320r.(3) Ibid., AGS,RGS IV-1485, f. 314.(4) Simancas. P.R. 11-27. pp. 312-313.(5) Ibid.(5*) Un <strong>el</strong><strong>en</strong>co completo y porm<strong>en</strong>orizado de lostrámites procesales y de los docum<strong>en</strong>tos formalescon que se cubrieron <strong>en</strong> <strong>el</strong> Proceso de 1513(Archivo Capitular de Córdoba , Ms 46, ff. 1r-25r,474r- 475v., que editamos <strong>en</strong> nuestraColección Diplomatica.(6) El texto <strong>en</strong> la cédula real de 14 de abril de1485, AGS, RGS, IV-1485, f. 314.(7) Ibid.(7*) Noticia precisa <strong>en</strong> <strong>el</strong> docum<strong>en</strong>to citado <strong>en</strong> lanota 5*.(8) AGS, RGS., VI-1484, f. 119, 120, 122.(9) Ibid., f. 119.(10) Ibid.. f. 118.(10*) El texto <strong>en</strong> <strong>el</strong> Archivo de la Casa de Osuna(Archivo G<strong>en</strong>eral de la Nobleza de Toledo)., leg417- 26(3). Edición de E Pardo de Guevara, Losseñores de <strong>Galicia</strong>,II,238- 240.(11) AGS, RGS,VI- 1484, f. 121.(12) Ibid. IV-1485, l. 112.(13) ibid., 314.(14)AGS,PR, P.R. 11-57.(15) Esta coincid<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> asalto a Ponferrada conla aus<strong>en</strong>cia y ocupación de los Reyes <strong>en</strong> la campañagranadina fue señalada repetidam<strong>en</strong>te comocircunstancia agravante <strong>en</strong> <strong>el</strong> proceder d<strong>el</strong> Conde.(16) El <strong>el</strong><strong>en</strong>co completo de las misivas <strong>en</strong>viadas<strong>en</strong> esta ocasión <strong>en</strong> AGS, Estado 11-19.(17) Ibid,. 11-62.(18) Ibid. 11-64.(19) Ibid., 11-62.(20) AGS, Guerra Antigua, 1, f, 10, 11.(20*) Bu<strong>en</strong>a reseña biográfica de este personaje ycuadro histórico de su casa nobiliaria <strong>en</strong> Manu<strong>el</strong>de Castro, Los almirantes de Castilla, llamadosEnríquez (Santiago 1999). Sobre Don AlfonsoEnriquez de Quiñones, Tercer Almirante, (c. 1433-1485), ibid. 155- 176.(21) Lista completa <strong>en</strong> AGS, Estado 11, f, 19.(22) Ibid., 26.(23) Ibld., 21 y 38.(24) Véanse como ejemplo los de la Villa deCisneros Ibid. 50.(25) Abundante docum<strong>en</strong>tación de carácterestratégico y técnico <strong>en</strong> AGS, Estado.11, f. 44,46. 47, 49.(26) Ibld., 45 y 50.(27) Ibid., 39(28) Simancas-S<strong>el</strong>lo, VII-1485, f. 61, 199, 214.(29) lbid., IV-1486, f. 90, 102.(30) El texto <strong>en</strong> ADA, Lemos c. 85-98; edición deE. Pardo de Guevara, Los señores de <strong>Galicia</strong>, II,241- 242.(31) Hernando d<strong>el</strong> Pulgar, Crónica, 11, 245.(32) Ibid.(33) Resum<strong>en</strong> de este docum<strong>en</strong>to <strong>en</strong> Chronología,I 376v-379r. Como se puede comprobar lasversiones que ofre<strong>en</strong> Zurita y Pulgar son bastanteincompletas y a veces inexactas.(34) D. Rodrigo dirigió <strong>en</strong> este mom<strong>en</strong>to dos cartasa los Reyes cuyos textos incompletos recogeMalaquías de la Vega, Chronologia, f. 380r.(35) En la carta real se declaran extinguidos losderechos que pret<strong>en</strong>día t<strong>en</strong>er a la villa y fortaleza,se afirma que Sarria, <strong>en</strong> caso de no constar e1derecho d<strong>el</strong> Conde a <strong>el</strong>la, seria adquirida para laCorona.(36) El texto <strong>en</strong> Malaquías de la Vega,Chronología, f. 381v-382v.(37) Conocemos algunas de las reclamaciones másimportantes <strong>en</strong> este mom<strong>en</strong>to. El Conde de Albade Liste exigira Bembibre y otras posesiones(Provisión real de 13 de abril de 1486, Simancas-S<strong>el</strong>lo, 1V.1486, f. 86). El abad de Compludo y laabadesa de Dueñas le acusaban de heberles privadoviol<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te de sus b<strong>en</strong>eficios (Ibld., IV-1486,f. 39; X-1486, f. 101). En los años sigui<strong>en</strong>tescrecerá ininterrumpidam<strong>en</strong>te la lista.(38) Noticia de esta Concordia <strong>en</strong> AGS, PR. 11-28.(39) Ibld., 11-188.(40) Ibid., 33-26.(41) Ibid., 11-28.(42) Cédula real de 13 de abril de 1486, Simancas-S<strong>el</strong>lo, W-1486, f, 112. La Corona t<strong>en</strong>ía porsatisfacer parte de la dote de las hijas d<strong>el</strong> Condetodavía <strong>en</strong> 1493. Véase la provisión real de 23 demarzo de 1493 AGS,RGS, III- 1493, f. 184)ord<strong>en</strong>ando <strong>el</strong> pago de cuatro cu<strong>en</strong>tos de maravedís,<strong>en</strong> los bi<strong>en</strong>es d<strong>el</strong> judío Ça Coh<strong>en</strong>, recaudador deCu<strong>en</strong>ca, y también las cédulas de 21 de mayo de1493 y 15 de junio d<strong>el</strong> mismo año. Ibid., V-1493,f. 171; VI-1493, f. 133.(43) Cédu1a real de 15 de septiembre. Ibld., IX-1488. f. 121.(44) Ibid., 3 de mayo de 1487. Ibid., V-1487, f. 9.(45) Ibid., 2 de mayo de 1487. Ibid., f. 1.(46) Ibid., XII-1488, f. 211.(47) Cédula real de 8 de agosto de 1487. Ibld.,VIII-1487, f. 368.(48) Ibld., IX-1489, f. 326.130<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


GALICIA Y EL BIERZO EN EL S. <strong>XV</strong>: ...(49) Cédula real de 8 de septiembre de 1489. Ibld.,f. 277.(50) Cédu,la real de 22 de <strong>en</strong>ero da 1499. Ibld., 1-1499, f. 327.(51) Cédula real de 23 de <strong>en</strong>ero de 1489. Ibid., 1-1489, f. 274.(52)Cédula real de 20 de diciembre de 1494. Ibld.,XII.1494, f. 83.(53)José García Oro, La nobleza gallega, 321-332. La docum<strong>en</strong>tación original <strong>en</strong> AGS, PR. 11-28.(54) R<strong>el</strong>ación detallada de las reclamaciones ypleitos que le sobrevinieron a causa de sudecaimi<strong>en</strong>to politico y de sus réplicas judicialescontra sus <strong>en</strong>emigos ibid. 323- 311.(55) Carta de Isab<strong>el</strong> la católica al conde de Lemos,de Sevilla, 20 de mayo de 1500. Edición de J.García Oro, O.C.(56) Información bi<strong>en</strong> docum<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> FrayMalaquias de la Vega, Chronologia de los jueces decastilla, BN Ms. 19. 418, ff. 391v- 396v.(57) José García Oro, El card<strong>en</strong>al Cisneros, 1,148- 155.(58). De todo <strong>el</strong>lo nos ha quedado un testimoniopersonal muy expresivo, hoy conservado <strong>en</strong> AGS,Estado 4- 66. Edición parcial <strong>en</strong> José Garcia Oro,La nobleza, 339.(59) Ibid.(60) José García Oro, Don Fernando de Andrade,86- 87.(61) Provisión real de 25 de agosto de 1506. AGS,RGS VIII- 1506; extracto <strong>en</strong> José García Oro, Lanobleza gallega, 340.(62) Archivo de los Duques de Alba (=ADA), caja85- 75.(63) Texto <strong>en</strong> Malaquias de la Vega, Chronologia,f. 401v. otro concierto <strong>en</strong>tre ambos personajes,suscrito <strong>el</strong> 27 de <strong>en</strong>ero y <strong>el</strong> 6 de febrero de1507,<strong>en</strong> José García Oro, Don Fernando de Andrade,277-278.(63*) Esta interesante Declaración d<strong>el</strong> corregidor,Alonso de Ribera, <strong>en</strong> Eduardo Pardo de Guevara,Los señores de <strong>Galicia</strong>, II (A Coruña 2000),247-249.(64) José García Oro, El Card<strong>en</strong>al Cisneros, 1,164.(65) Provisión real de 5 de mayo de 1507. Ibid.(66) Las convocatorias para la campaña dePonferrada fueron cursadas <strong>en</strong> los meses de mayoy junio de 1507 y se conservan hoy” <strong>en</strong> los legajosd<strong>el</strong> RGS correspondi<strong>en</strong>tes a estos meses. AGS, RGSV- 1507, ff. 66- 75; VI- 1507, ff. 35- 65.(67) Provisión real de Magaz, 18 de junio de 1507.AGS, RGS VI- 1507, f. 47.(68) Provisión real de Magaz, 12 de junio de 1507.Ibid. f. 45.(69) Provisión real de Burgos, 26 de octubre de1507. Edición <strong>en</strong> José García Oro, Don Fernandode Andrade, 288- 289.(70) Provisión real de Magaz, 15 de junio de 1507.AGS, RGS VI- 1507, f. 51.(71) Provisión real de Magaz, 16 de junio de 1507,ibid. f. 61.(72) Provisión real de 20 de diciembre de 1507.Ibid., XII- 1507.(73) José García Oro, La nobleza gallega, 344.(74) José García Oro, La nobleza gallega, 346.(75) Malaquías de la Vega, Chronologia f. 416r.(76) Ibid. f. 421r; José García Oro,La noblezagallega, 347.(77) Carta a la ciudad de Or<strong>en</strong>se, Montederramo 8de septiembre de 1520. Edición <strong>en</strong> José GarcíaOro, o. c., 350.(78) El texto abreviado <strong>en</strong> Chronologia, f. 403v-405r.(79) Interesante r<strong>el</strong>ato de Iñigo dando cu<strong>en</strong>tadetallada de las gestiones, <strong>en</strong> ADA. Lemos. c. 84-41,(80) Zurita, Anales, VI, 149r.(81) El texto <strong>en</strong> Chronologia, f. 407r-408v; mejor<strong>en</strong> Simancas-S<strong>el</strong>lo. XII-1507. f. 16.(82) Cédula real de Santa María d<strong>el</strong> Campo, 6 deoctubre de 1507. Simancas-S<strong>el</strong>lo, X-1507.(83) Simancas-S<strong>el</strong>lo, XII-1507, f. 9.(84) Cédula real de Burgos, 3 de diciembre de 1507.Simancas- S<strong>el</strong>lo, XII-1507.(85) L. Suárez, Historia, <strong>XV</strong>I 1-2, 696-99.(86) Zurita, Anales, VI, 149r.(87) Cédula real dada <strong>en</strong> Burgos <strong>el</strong> 21 de marzo de1508; Chronologia, f. 410v-411r.(88) Chronología, f. 411r-v.(88*) Las piezas docum<strong>en</strong>tales hoy conservadassobre este pleito <strong>en</strong> AHN, Osuna, leg. 417, 29- 30y <strong>en</strong> AGS, CC. Villafranca.(89) Pedro Alonso Álvarez, El señorío de Arganza.Historia y Cronología (900-1700), León 1995,41-57,120-140 (apédice docum<strong>en</strong>tal).(90) Los memoriales de las alegaciones y pruebas<strong>en</strong> <strong>el</strong> proceso hoy conservado <strong>en</strong> <strong>el</strong> Archivo de laCatedral de Córdoba, Ms. 49,ff. 1r-45r, 474r- 476v(91) De esta demanda de la Marquesa de Villafrancada fe <strong>el</strong> acta d<strong>el</strong> escribano de la Chancillería, Juande Madrid, levantada a petición d<strong>el</strong> Conde de Lemospara reclamar traslado de la instancia de sucontrincante. El texto <strong>en</strong> AGS, Estado, 4-68.(92) Provisión real de Madrid, 7 de octubre de1528, AGS, RGS X- 1528.(93) Provisión real de Ávila, 7 de septiembre de1531. AGS, RGS IX- 1531.131<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29


JOSÉ GARCÍA ORO Y MARÍA JOSÉ PORTELA SILVAErias132<strong>Anuario</strong> <strong>Brigantino</strong> 2006, nº 29

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!