DOSSIER DE PRENSA DIARIA 05 de marzo de 2013 - ISOTools

«Cada tren nos hace temblar»Once de la mañana. Las barreras del único paso a nivel de la provincia que atraviesa el centromismo de un casco urbano, el que pervive en la barriada periférica de Alcolea, bajanlentamente. Dos luces intermitentes avisan del peligro. Viandantes y conductores aguardantras las barreras. Un leve temblor de suelo anuncia el paso del convoy que transportamercancías. El gigante de hierro hace su aparición y en unos segundos, desaparece. Las vallassuben y todo vuelve a la normalidad. Porque, pese a llevar «toda la vida» ahí, el riel jamás hanllegado a integrarse en el barrio.La opinión entre los residentes es unánime. Supone un peligro constante. Hasta la fecha, másde una quincena de personas han perdido la vida entre las vías, sin contar los accidentes gravesque han dejado a sus víctimas amputaciones y pesadillas como secuelas. Por eso, los vecinossiguen batallando para que, de una vez por todas, dejen de pasar trenes por su barrio.Según Ana Gómez, presidenta de la asociación de vecinos y miembro de la junta de laplataforma Fuera Vías de Alcolea, «nadie nos hace caso, pero vamos a seguir insistiendo. Lapasada semana nos concentramos como medida de presión, y hemos vuelto a solicitar unareunión con el subdelegado del Gobierno para plantearle nuestras demandas».Para Gómez, «el peligro es constante. Temblamos cada vez que sentimos que viene un tren.Quienes más nos preocupan son los niños, puesto que hay un instituto al otro lado, y laspersonas mayores, que van más despistadas. Hay que tener en cuenta que al día pueden pasaruna media de 40 ferrocarriles».En la misma línea se pronuncia María Joana Aparicio. «Tengodos hijas pequeñas y siempre les advierto que tengan muchísimo cuidado. Hay personas quecometen imprudencias, que también hay que decirlo. Creo que con más precaución, nopasarían tantas cosas, aunque repito que creo que es un peligro».Juan Fernando Velasco, otro residente de Alcolea, mantiene un discurso similar. «Lo quetienen que hacer es quitar de una vez las vías. ¡Esto es tercermundista!».Los vecinos son conscientes de que sería muy caro construir una variante ferroviaria nueva.Además, habría que levantar un nuevo puente sobre el río Guadalquivir, porque la actualpasarela de hierro de Alcolea (con docenas de años de historia) no podría ser reutilizada. Pero,aún así, insisten: «¿No se gastan el dinero en otras cosas? Porque mucha crisis, mucha crisis,pero luego siguen gastando. ¿Cómo es posible que no miren por la seguridad ciudadana? Minieto cruza las vías todas las mañanas y temo que algún día le pueda pasar algo», apuntaAntonia Gaitán, que lleva toda su vida en Alcolea.Además, según Francisco Flores, que vive y trabaja en el barrio, «no hay que olvidar que labarrera puede fallar en cualquier momento. Nos preocupa mucho que esto llegue a pasar. Y nonos olvidemos de los jóvenes que estudian al otro lado. Hay un gran tráfico ferroviario a lahora a la que ellos salen de clase», señaló.Volver al índice