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PH Boletín 34 189Fragmentos <strong>de</strong> Patrimonio.Reflexiones sobre la protección <strong>de</strong> laspinturas murales“Todo lo que nos queda por hacer es jugar con los <strong>fragmentos</strong>”BraudilllardMaría MorenteConservadora <strong>de</strong> Patrimonio HistóricoConsejería <strong>de</strong> Cultura. Junta <strong>de</strong> AndalucíaPlan Andaluz <strong>de</strong> InvestigaciónGrupo HUM. 130. Universidad <strong>de</strong> MálagaInformación: Patrimonio Histórico AndaluzResumenReflexionar sobre la protección <strong>de</strong> la pintura mural,supone necesariamente abordar, con carácter previo,el propio sentido y significado <strong>de</strong>l Patrimonio Culturalen los momentos actuales, convencidos <strong>de</strong> que latutela <strong>de</strong> dicho <strong>patrimonio</strong> se encuentra necesariamentecondicionada por las propias circunstancias <strong>de</strong>la contemporaneidad y las funciones que hoy en díase atribuyen al mismo, tanto por su capacidad <strong>de</strong>recurso como por su carácter significativo comoexpresión cultural.Palabras clavePatrimonio Cultural / Tutela / Protección / PinturaMural / Innovación / Cooperación / ContextoEl <strong>Instituto</strong> Andaluz <strong>de</strong> Patrimonio Histórico nos invitaa escribir sobre las pinturas murales y su actualrégimen <strong>de</strong> protección. Un tema escasamente tratado,pues los <strong>de</strong>bates y reflexiones sobre pinturamural han versado, casi siempre, sobre el asunto <strong>de</strong>su conservación y restauración (<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> criterios,estudios diagnósticos, técnicas, tratamientos…).El tema <strong>de</strong> la pintura mural nos implica personalmente<strong>de</strong>s<strong>de</strong> dos realida<strong>de</strong>s diferentes. Por una parte,participamos en un proyecto <strong>de</strong> investigación I+D,que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1996 se <strong>de</strong>sarrolla bajo la dirección <strong>de</strong> laDra. Rosario Camacho en el Departamento <strong>de</strong>Historia <strong>de</strong>l Arte <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Málaga, sobreArquitectura pintada en Málaga, y Melilla 1 . Nuestraparticipación en este proyecto nos ha permitido unconocimiento profundo <strong>de</strong> las muestras <strong>de</strong> pinturamural existentes en el ámbito territorial elegido ysobre todo, nos evoca a una reflexión sobre este<strong>patrimonio</strong> y sus circunstancias, que rebasa el interés<strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate habitual, estimulando continúas inquietu<strong>de</strong>ssobre otros aspectos más <strong>de</strong>satendidos: el propiosignificado y alcance <strong>de</strong> las pinturas murales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unenfoque patrimonial o la aproximación a una metodologíacuyos objetivos van más allá <strong>de</strong>l conocimientoy catalogación <strong>de</strong> las muestras existentes, por loque necesariamente se implica en la confección <strong>de</strong> unmétodo capaz <strong>de</strong> evaluar y diseñar actuaciones estratégicaspara la tutela integral <strong>de</strong> las mismas. Des<strong>de</strong> unproyecto como éste, que posee un ámbito territorial<strong>de</strong> aplicación muy concreto, resulta, a<strong>de</strong>más, factibleque los análisis y las <strong>de</strong>cisiones se contextualicen,atendiendo a los distintos parámetros (culturales,económicos, sociales, territoriales…) que ofrecen lasclaves para una lectura <strong>de</strong> la pintura mural como<strong>patrimonio</strong> cultural y como recurso.La segunda coyuntura, que nos proporciona una vinculacióncon el asunto <strong>de</strong> las pinturas murales, esnuestra experiencia profesional como Conservadora<strong>de</strong>l Patrimonio en el ámbito <strong>de</strong> la AdministraciónCultural Andaluza. Si <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el proyecto <strong>de</strong> investigaciónel asunto <strong>de</strong> las pinturas murales recibe unaatención preferente, no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse lo mismo <strong>de</strong>s<strong>de</strong>la gestión <strong>de</strong> la Administración Cultural. Y no porincompetencia o <strong>de</strong>ja<strong>de</strong>z, sino fundamentalmenteporque, en estos momentos, la pintura mural no esobjeto <strong>de</strong> un programa específico que pueda marcarobjetivos o actuaciones diferentes a las que se aplicana otras categorías <strong>de</strong> bienes culturales. Hablar <strong>de</strong> la1. Alminar <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong> Archez(Málaga)


PH Boletín 34190Información: Patrimonio Histórico Andaluz2. Inmueble doméstico. Se<strong>de</strong>lla(Málaga)protección <strong>de</strong> las pinturas murales supone hablar <strong>de</strong>lrégimen <strong>de</strong> protección existente para los bienes <strong>de</strong>lPatrimonio <strong>de</strong> manera genérica, lo que no resta lanecesidad <strong>de</strong> tener presente en este discurso las peculiarida<strong>de</strong>sconsustanciales a la pintura mural. Plantearciertas cuestiones teóricas sobre la protección yotras circunstancias actuales <strong>de</strong>l Patrimonio Cultural,por otra parte, no es solo una salida airosa a la falta<strong>de</strong> programas específicos sobre la pintura mural, sinoque reviste una cierta coherencia. Muchas <strong>de</strong> las carencias<strong>de</strong> la gestión patrimonial no siempre pue<strong>de</strong>njustificarse por la precariedad <strong>de</strong> los recursos existentes.Las cuestiones teóricas poseen un peso específicofundamental. En muchas ocasiones, se trata también,<strong>de</strong> un asunto <strong>de</strong> criterios y enfoques.Una última apreciación para introducir el tema, compartidatanto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong>investigación como <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día a día en la gestiónadministrativa: como cualquier otro tipo <strong>de</strong> bien, laspinturas murales se encuentran en ese lugar coinci<strong>de</strong>nteque cada vez <strong>de</strong> forma más evi<strong>de</strong>nte conformael Patrimonio Cultural, <strong>de</strong> manera que cualquieraproximación, cualquier acción, cualquier gestión,parece hoy unidireccional y solo una <strong>de</strong> las posibles.Las actuaciones, los recursos y los impulsores (agentes)<strong>de</strong>l Patrimonio se diversifican hoy hasta el punto<strong>de</strong> hacer inapropiado y hasta casi ridículo que podamoshablar <strong>de</strong> exclusivida<strong>de</strong>s (incluso en el marcocompetencial <strong>de</strong> las Administraciones Públicas).I. Pensando el Patrimonio. Pensando lasPinturas MuralesEl pensamiento sobre la pintura mural ha estado tradicionalmentevinculado a los discursos y metodologíaspropios <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> arte, concibiéndose, portanto, como una manifestación artística, un artemenor <strong>de</strong> clara intención <strong>de</strong>corativa. Vinculada, a<strong>de</strong>másla pintura mural <strong>de</strong> forma inexorable, a la arquitecturacomo un intertexto iconográfico, estético osimbólico, le ha sido también <strong>de</strong> aplicación toda lateoría que se ha ido formulando sobre losMonumentos.Y como bien es cierto que el concepto <strong>de</strong>Monumento ha estado durante mucho tiempo estrechamenteconstreñido a una concepción <strong>de</strong>terminadapreferentemente por el peso <strong>de</strong> la Historia y laHistoria <strong>de</strong>l Arte (concepto tradicional <strong>de</strong> PatrimonioHistórico Artístico), la pintura mural se ha interpretadopreferentemente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los postulados <strong>de</strong> estasdisciplinas, prestándose atención prioritaria a aquellaspinturas que poseen el carácter <strong>de</strong> obras <strong>de</strong> arteo, en cualquier caso, atendiéndose <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la teoría ypraxis restauradora, y también <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la normativajurídica, casi en exclusividad a sus aspectos técnicos ymateriales, olvidando otros significados que las pinturaspue<strong>de</strong>n relatar, imprescindibles para la lectura <strong>de</strong>cualquier Monumento.Y aunque aún en los momentos actuales muchos discursossiguen anclados en esta comprensión tradicional,el pensamiento sobre el Patrimonio, en el último siglo,ha permitido cualificar nuevas interpretaciones, <strong>de</strong>construyendopaulatinamente estas nociones y argumentandonuevos conceptos capaces <strong>de</strong> ir cimentando visionesque han significado una recualificación tanto <strong>de</strong> la propianaturaleza y esencia <strong>de</strong>l Patrimonio, como <strong>de</strong> sussignificados, funciones, protagonistas, metodologías einstrumentos.A diferencia <strong>de</strong> otras disciplinas, el Patrimonio, quea<strong>de</strong>más parece moverse en la formulación <strong>de</strong> su corpusteórico en tierra <strong>de</strong> nadie o quizá en tierra <strong>de</strong>todos al no contar con una doctrina propia, se nos<strong>de</strong>sfasa continuamente. En este proceso, <strong>de</strong> continuarevisión <strong>de</strong> sus contenidos, formulamos hoy nuevosparadigmas, capaces <strong>de</strong> dar respuesta a la inquietudintelectual que nos supone compren<strong>de</strong>r el sentido<strong>de</strong> esos bienes supervivientes <strong>de</strong>l pasado. Un discursofilosófico capaz <strong>de</strong> sustentar la interpretación <strong>de</strong>lproceso histórico <strong>de</strong> los bienes patrimoniales, suconversión en productos culturales y el protagonismoque se les atribuye hoy en muchas <strong>de</strong> las dinámicasestructurantes (económicas, políticas, sociales,culturales) <strong>de</strong> la contemporaneidad.Analizando este proceso (<strong>de</strong> <strong>de</strong>construcción/construcción)que ha ido engendrando la historia <strong>de</strong>lPatrimonio, es factible consi<strong>de</strong>rar en que momentose han incorporado distintos tipos <strong>de</strong> bienes al discursopatrimonial. Y ahí podríamos situarnos paracomenzar a hablar <strong>de</strong> las pinturas murales. Pero latan repetida y consabida expansión <strong>de</strong> los objetospatrimoniales (<strong>de</strong>l objeto aislado y <strong>de</strong>scontextualizadoal contexto y al territorio, al lugar; <strong>de</strong>l bien individualal conjunto; <strong>de</strong>l objeto material al inmaterial)que ha caracterizado la historia <strong>de</strong> los bienes culturales,no ha sido únicamente una ampliación cuanti-


PH Boletín 34 191tativa que ha permitido la admisión paulatina <strong>de</strong> nuevastipologías, <strong>de</strong> ámbitos espaciales <strong>de</strong> mayordimensión, hasta encontrarnos hoy ya casi sin fronterasexcluyentes entre lo que pue<strong>de</strong> ser o no <strong>patrimonio</strong>cultural.Lo interesante no es po<strong>de</strong>r inventariar el alistamiento<strong>de</strong> nuevos bienes al Patrimonio, sino fundamentalmentediscernir que discursos teóricos (cuestionando<strong>de</strong>finitivamente la pretensión <strong>de</strong> que haya existidoo exista un pensamiento único <strong>de</strong>l Patrimonio 2 )han sustentado el proceso en el que se ha otorgadoa objetos y bienes <strong>de</strong> diferente naturaleza y tipologíael calificativo <strong>de</strong> Patrimonio (contenido cuyos significadosy funciones tampoco han sido estáticas). Conesta motivación se <strong>de</strong>be narrar <strong>de</strong> nuevo esta historiay se pue<strong>de</strong>n releer igualmente las Cartas yDocumentos Internacionales, consultados generalmentecon la única finalidad <strong>de</strong> refrendar recetas queavalen las intervenciones.Información: Patrimonio Histórico AndaluzEl <strong>de</strong>bate patrimonial arrancó, como hemos dicho,<strong>de</strong>l interés por la obra <strong>de</strong> arte, la antigüedad y elMonumento, para <strong>de</strong>cantarse <strong>de</strong>spués por las temáticas<strong>de</strong> la ciudad (mediante cuestiones como elambiente y las preexistencias ambientales, el entornoy la ciudad histórica 3 ), los bienes culturales y el <strong>patrimonio</strong>cultural 4 , y actualmente asedia <strong>de</strong> forma prioritariael asunto <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> los bienes patrimonialesen el mundo actual (globalización/ i<strong>de</strong>ntidad,<strong>patrimonio</strong>/<strong>de</strong>sarrollo y economía; turismo cultural…).Todo este proceso no ha tratado únicamente<strong>de</strong> ampliar los objetos <strong>de</strong> interés sino, ante todo, <strong>de</strong>otorgar significados y funciones distintas a los mismos.Esta consi<strong>de</strong>ración sustenta algunos pensamientos quevenimos reiterando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace tiempo 5 , por supuestono originales, pero que parece oportuno partir una vezmás <strong>de</strong> ellos para abordar un asunto como el que senos encomienda <strong>de</strong> la Protección y las pinturas murales.El núcleo esencial <strong>de</strong>l Patrimonio no lo pue<strong>de</strong>constituir el <strong>patrimonio</strong> en sí mismo (objetos, lugares,bienes, expresiones) como si su objeto formal fueraalgo dado e indiscutible sino que es preciso anteponera ellos un pensamiento, unos conceptos y, también, unafunción, unos objetivos.La segunda premisa es el carácter contemporáneoque adquiere y posee todo Patrimonio. Concebido yano como algo dado y conformado, sino contrariamentecomo una cuestión <strong>de</strong> selección, <strong>de</strong> elección,en la tónica <strong>de</strong>l carácter contrafáctico que caracterizala actividad social contemporánea, siempre enfrentadaa infinitas opciones posibles <strong>de</strong> elección. La ca<strong>de</strong>naevolutiva y la propia i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> progreso <strong>de</strong> lamo<strong>de</strong>rnidad quedan hoy cuestionadas, en cuanto elpasado ya no es sino nuestro propio empeño enacentuar y reforzar el presente y el futuro se encuentra(al menos se preten<strong>de</strong>) ya en cierta medida organizadoen el presente. Como todo pensamiento contemporáneo,también el <strong>de</strong>l Patrimonio está lejos <strong>de</strong>constituir un pensamiento único, sino que se hallasujeto al principio <strong>de</strong> la duda racional que caracterizaa la posmo<strong>de</strong>rnidad como cultura <strong>de</strong>l riesgo 6 .La función <strong>de</strong>l Patrimonio se consi<strong>de</strong>ra hoy una cuestióntan esencial que hasta podría <strong>de</strong>cirse que el<strong>patrimonio</strong> es un bien prope<strong>de</strong>útico, es <strong>de</strong>cir, que surazón <strong>de</strong> ser es cumplir una finalidad previa. Estavisión la comparte hoy también el or<strong>de</strong>namiento jurídicoque concibe la estima y disfrute social como finy justificación <strong>de</strong> la concesión <strong>de</strong> otorgar a ciertosbienes un régimen jurídico, específico 7 . El Patrimonionos resulta hoy tan útil como necesario y saludable.Se ha convertido en un valor evi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> mercado,en un elemento válido para expresar y conformari<strong>de</strong>ologías e i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s, en un potencial importanteen la creación <strong>de</strong> ofertas culturales y ocio en lasociedad <strong>de</strong>l bienestar. Todas estas potencialida<strong>de</strong>s lehacen hoy merecer, por excelencia, el atributo <strong>de</strong>recurso (uno <strong>de</strong> los epítetos que mejor <strong>de</strong>finen susignificado actual). Pero, como <strong>de</strong>cíamos, se le atribuyenigualmente otras potencialida<strong>de</strong>s más vinculadasal or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los sentimientos, <strong>de</strong> los valores, <strong>de</strong> lacultura como expresión <strong>de</strong> peculiarida<strong>de</strong>s e i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s.Cualida<strong>de</strong>s que le otorgan también un papel<strong>de</strong> protagonista en nuestros días. La preservación <strong>de</strong>objetos y lugares, la recuperación <strong>de</strong> la memoria,genera mecanismos contra el <strong>de</strong>senclave y la globalización;<strong>de</strong>sempeña un papel señero en la dialéctica<strong>de</strong> lo local y lo universal. Incluso, el <strong>patrimonio</strong> alcanzahoy repercusiones en la i<strong>de</strong>ntidad personal, en losprocesos <strong>de</strong> afianzamiento y enraizamiento individual,sujetos ahora a mayor grado <strong>de</strong> reflexivilidad yal establecimiento <strong>de</strong> vínculos sociales <strong>de</strong> mayoralcance 8 . El <strong>patrimonio</strong> cubre las expectativas quenos hacen en cierto modo volver hoy a Ruskin, evocarlas antiguas poéticas, compartir con MariaZambrano su comprensión <strong>de</strong> las ruinas. Esta caracálida y entrañable <strong>de</strong>l Patrimonio pue<strong>de</strong> no soloaplacar nuestras conciencias, sino que constituye, sinduda alguna, un referente individual y colectivo. El3. Sin pie <strong>de</strong> foto


PH Boletín 34192Información: Patrimonio Histórico Andaluz4. Casa <strong>de</strong> las monjas. (Málaga)(<strong>de</strong>saparecidas)5. Iglesia <strong>de</strong> Salares (Málaga).Pinturas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su restauración<strong>patrimonio</strong> inspira <strong>de</strong> nuevo lecturas evocadoras ypoéticas, transmite mensajes y significados vitales.Por eso, es preciso consi<strong>de</strong>rar una interpretaciónhermeneútica, guiada por una comprensión fenomenológica<strong>de</strong>l mismo.II. La protección <strong>de</strong>l Patrimonio cultural.Algunas reflexiones 9No pue<strong>de</strong> existir propuesta metodológica algunaque abor<strong>de</strong> la tutela <strong>de</strong> los bienes constitutivos <strong>de</strong>l<strong>patrimonio</strong> que no asuma, implícita o explícitamente,unas estrategias propias <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los elementosque lo configuran. Evi<strong>de</strong>ntemente dichasestrategias se estructuran en torno a un conceptoprevio <strong>de</strong> <strong>patrimonio</strong> que termina por inducir toda lapráctica subsiguiente. Será la Administración, en sutarea mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> salvaguardar los bienes, la que sevea obligada a cuestionarse sobre la naturaleza yalcance <strong>de</strong> los principios discriminadores que rigen lai<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l objeto patrimonial. En esta empresa,y ante la ausencia <strong>de</strong> una teoría propia, se asumirámecánicamente como criterio <strong>de</strong> <strong>de</strong>marcación losmismos parámetros que rigen la selección y valoración<strong>de</strong> los hechos <strong>de</strong> singularidad histórica o losobjetos <strong>de</strong> valor artístico contrastado. Así el <strong>patrimonio</strong>,cuando se le concibe <strong>de</strong> modo tradicional(Patrimonio Histórico-Artístico), nace ya formado porquese trata <strong>de</strong> un Patrimonio incuestionable, untesoro artístico, una herencia que no es precisocuestionar, tan solo legar. En este caso, lo afortunado<strong>de</strong> esta <strong>de</strong>cisión (la i<strong>de</strong>ntificación) está fuera <strong>de</strong> todaduda, y se pue<strong>de</strong> comprobar en el alto grado <strong>de</strong>aceptación que este principio metodológico tiene enla orientación <strong>de</strong> las distintas políticas administrativasque se <strong>de</strong>sarrollan en gran parte <strong>de</strong>l siglo XX. Enesta dinámica la legitimidad para realizar la pertinentei<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los bienes es reconocida a lacomunidad científica, y <strong>de</strong> ella bebe la administraciónque encuentra en los criterios <strong>de</strong> autoridad la solvencianecesaria para abordar la tutela <strong>de</strong>l <strong>patrimonio</strong>sin conflictos internos. Se constituye, pues, undiscurso encarnado en un lenguaje <strong>de</strong> naturalezaperformativa, don<strong>de</strong> el <strong>de</strong>stinatario, los ciudadanos,no pue<strong>de</strong>n discutir ni verificar las afirmaciones. Laargumentación se legitima en el paradigma cientifistadominante y el compromiso con los ciudadanos sesolventa con la popularización <strong>de</strong> los argumentoscientíficos al uso, mediante la tarea necesaria <strong>de</strong> ladifusión. Esta reproduce (también en su versión tradicional)versión light, los contenidos aceptados en ladiscusión científica, que se consi<strong>de</strong>ran tan acertadoscomo suficientes para producir el cambio <strong>de</strong> actitud<strong>de</strong>seado en el ciudadano. Y en cualquier caso, eléxito <strong>de</strong> las políticas administrativas tradicionales,aún al uso, se evalúa en la capacidad para protegerlos bienes <strong>de</strong> su <strong>de</strong>strucción, no <strong>de</strong>l olvido.Pese a su todo este paradigma tradicional, que podríamos<strong>de</strong>nominar Histórico-Artístico, será un edificiocon fisuras que con el tiempo <strong>de</strong>vendrán en auténticasgrietas. La propia i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Historia, en su dimensión universale unilineal dará paso a la proliferación <strong>de</strong> “historiaslocales” y su atomización postmo<strong>de</strong>rna alcanzará<strong>de</strong> pleno a la línea <strong>de</strong> flotación <strong>de</strong>l criterio <strong>de</strong> <strong>de</strong>marcaciónhistórico en su uso patrimonial. Se cuestionaquién es el protagonista <strong>de</strong> la historia 10 , se <strong>de</strong>scomponeel tiempo <strong>de</strong> su duración 11 , o se acusa a la Historia<strong>de</strong> que siempre es contemporánea en la medida enque el pasado es captado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el presente y respon<strong>de</strong>a sus intereses 12 . La Historia resulta ser un productohistórico y su aplicación exclusiva como referenteuniversal en la tutela resulta cuestionable. Por su parte,la visión contemporánea <strong>de</strong>l arte, vanguardista y antiaca<strong>de</strong>micistapor naturaleza, se resiste a ser incorporadoen un estrecho <strong>patrimonio</strong>, en el que por el contrarioparecen integrarse si dificultad las manifestacionesartísticas <strong>de</strong>l pasado. Esta contradicción cuestionatambién la soli<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l argumento esgrimido. Y por último,las teorías neo-liberales fomentan la sociedad <strong>de</strong>locio y <strong>de</strong>l bienestar, <strong>de</strong>scubriendo en el consumo <strong>de</strong>“bienes patrimoniales” una posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mercantilizaciónque están más fundamentadas en la oferta y la<strong>de</strong>manda que en los criterios <strong>de</strong> autoridad.


PH Boletín 34 193Esta crisis apuntada, cuando se reconoce y asume,provoca un cambio estratégico. Este se encarna en laampliación <strong>de</strong>l marco patrimonial acrecentandomecánicamente sus límites para po<strong>de</strong>r integrar nuevosobjetos patrimoniales hasta entonces ignorados,a la vez que se ofrece una casa común a nuevos profesionales,que son convocados, por primera vez, a la<strong>de</strong>fensa y gestión <strong>de</strong>l Patrimonio. Patrimonio Culturalversus Patrimonio Histórico-Artístico. La cultura seconvierte, ahora, en el referente que permite cotejarlos bienes <strong>de</strong> interés patrimonial. En esta estrategiano extraña que a los valores históricos y artísticos sele sumen los arqueológicos no monumentales, losetnográficos, el arte popular y otras muchas manifestacioneshumanas efímeras o irreversiblemente perdidas.Se establecen criterios blandos como lin<strong>de</strong>s.Estamos ante el Patrimonio <strong>de</strong> “gran<strong>de</strong>s superficies”.El resultado es sumativo, se enca<strong>de</strong>nan, yuxtapuestos,los nuevos valores usados para la discriminación,aunque heredando una estructura jerarquizada queexiste <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las propias ciencias sociales y queorganiza asimétricamente sus mutuas relaciones. Enesta dinámica la Historia y el Arte, seguirán capitalizandosin dificulta<strong>de</strong>s el proceso <strong>de</strong>bido a la escasaimplantación académica que, comparativamente, tienenaún, otras ciencias sociales convocadas <strong>de</strong> nuevasen la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l <strong>patrimonio</strong>. Se ha sustituido undiscurso legitimador, universalista e ilustrado por unramillete <strong>de</strong> discurso parciales o locales. Se enarbola,incluso, la i<strong>de</strong>ntidad cultural, pero no se modificaun ápice el criterio <strong>de</strong> <strong>de</strong>marcación <strong>de</strong> los bienesconstitutivos <strong>de</strong>l Patrimonio. Cuando el adjetivo culturalaplicado al Patrimonio solo significa esto, secontinúa en una concepción tradicional, en la que lai<strong>de</strong>ntificación y protección pue<strong>de</strong> permitirse abarcarmás tipos <strong>de</strong> bienes, pero alterando muy poco sualcance o significado.La Cultura no aporta absolutamente nada a la concepción<strong>de</strong>l Patrimonio si se recurre a ella comomotor que favorece en el mejor <strong>de</strong> los casos susupuesta <strong>de</strong>mocratización, abriendo las puertas, a loque Marina Waisman llamó <strong>patrimonio</strong> mo<strong>de</strong>sto 13 .Hay que llegar hasta las últimas consecuencias si seopta por un paradigma cultural. El nacimiento científico<strong>de</strong> la cultura se produjo cuando se <strong>de</strong>molió laconcepción <strong>de</strong>l hombre como ser uniforme característica<strong>de</strong> la Ilustración, y se abrió la posibilidad <strong>de</strong> quelo que el hombre es pue<strong>de</strong> estar entretejido <strong>de</strong> unamanera inseparable con el lugar <strong>de</strong> don<strong>de</strong> es y con loque él cree que es 14 . Hoy en día, no po<strong>de</strong>mos aceptarque todo hombre celoso sea Otelo. Optar por elPatrimonio Cultural es optar por la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> ungrupo, partiendo <strong>de</strong>l supuesto <strong>de</strong> que ésta es un productoque está social e históricamente constituido.Hablamos <strong>de</strong> la sustitución <strong>de</strong> los argumentos discriminadoresuniversales por los contextuales.Siguiendo al antropólogo M. Augé, po<strong>de</strong>mos sugerirque los hombres <strong>de</strong>sean menos conocer el mundoque reconocerse en él; para ello necesitan sustituir lasfronteras in<strong>de</strong>finidas <strong>de</strong> un universo en fuga continua,que se mueve a su alre<strong>de</strong>dor, por la seguridad totalitaria<strong>de</strong> los mundos cerrados. Esta antropomorfización<strong>de</strong>l universo se realiza mediante múltiples referenciasespaciales y temporales, y constituyen o configuranlo que <strong>de</strong>nomina universos <strong>de</strong> reconocimiento15 . El <strong>patrimonio</strong> cultural es el mobiliario <strong>de</strong> ese universo<strong>de</strong> reconocimiento, en el que nos proyectamospara reconocernos. Un mobiliario no exclusivamentematerial, y don<strong>de</strong> los valores <strong>de</strong> la perdurabilidadtemporal, <strong>de</strong> lo artístico, si bien muy arraigado en lospatrones <strong>de</strong> comportamiento <strong>de</strong> los individuos, noson los únicos elementos catalizadores. La músicapopular y las cantinelas, el acontecimiento, la artesaníay el folclore, las conductas recurrentes, los perfumesestacionales, también pue<strong>de</strong>n sosegar nuestrosmiedos. Por otra parte, la dicotomía entre <strong>patrimonio</strong>cultural y natural es ficticia. El medio ambiente que<strong>de</strong>seamos conservar es, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una óptica integralcomo la que nosotros asumimos, un producto <strong>de</strong>similar naturaleza que un cancionero popular o unbronce romano. Su percepción es en todo caso socialy su conservación está regida por los mismos principiosque el resto <strong>de</strong> bienes patrimoniales.Pero no po<strong>de</strong>mos caer el silogismo siguiente: todo loque ro<strong>de</strong>a al hombre (incluido la naturaleza tal comoes percibida) es Cultura, si todo lo que es Cultura esPatrimonio, todo lo que ro<strong>de</strong>a al hombre esPatrimonio. Esta es otra <strong>de</strong> las críticas que se lepodría realizar al concepto Cultural sumativo yacomentado. Como alternativa, es preciso esbozarnuevos criterios <strong>de</strong> <strong>de</strong>marcación y reconocer comopatrimonial, el objeto mueble o inmueble, físico oinmaterial que es capaz <strong>de</strong> concentrar en sí las señas<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> un grupo humano <strong>de</strong>terminado, <strong>de</strong>tal manera que se integra significadamente en lasprácticas sociales <strong>de</strong>l mismo como pervivencia. Sureconocimiento, su lectura es presente, no pasado, yestá abierta a procesos históricos que los refuerzano excluyen <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta esfera vivencial. Es resultado<strong>de</strong> una actitud compartida por los miembros <strong>de</strong>sociedad que eligen qué elementos y rasgos <strong>de</strong>lpasado y <strong>de</strong>l presente les caracterizan y que, en últimainstancia, termina por configurar la poblacióncontemporánea <strong>de</strong> bienes don<strong>de</strong> se proyectan estasseñas <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad. Por tanto, el Patrimonio noInformación: Patrimonio Histórico Andaluz


PH Boletín 34194Información: Patrimonio Histórico Andaluzpue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado ingenuamente como unaherencia es elección; a veces, dolorosa elección.Este discurso nos sitúa irremediablemente ante elconflicto como teoría 16 . No pue<strong>de</strong> existir elección sinconflicto. La constitución <strong>de</strong> los bienes patrimonialesy su perdurabilidad en el tiempo está íntimamenteunida al resultado <strong>de</strong> confluencias entre diversos interesescolectivos o particulares, a veces no menos legítimosque los artísticos o los históricos y siempre,claro está, constreñidos por la i<strong>de</strong>ología dominante.La obsolescencia irreversible, los cambios <strong>de</strong> mentalidadsocial, la caducidad <strong>de</strong> materiales son buenosejemplos <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> estos factores que inci<strong>de</strong>nsobre la configuración <strong>de</strong>l Patrimonio 17 .La protección <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el paradigma Historico / Artísticoo Cultural sumativo, cree conseguir la conservación <strong>de</strong>lbien cuando apenas alcanza para él una simple moratoria,al estar <strong>de</strong>sligada en esta práctica la protección<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad. Un paradigma más integral <strong>de</strong>be perseguir,frente a la conservación, la pervivencia <strong>de</strong>lbien, asegurando su reconocimiento significativo porla sociedad y su mantenimiento. Pero poco habríamosavanzado si, tras reivindicar la “i<strong>de</strong>ntidad cultural”como objeto <strong>de</strong>l <strong>patrimonio</strong>, seguimos reservandoal ámbito académico o a la administración enexclusiva, los criterios <strong>de</strong> <strong>de</strong>marcación <strong>de</strong> los bienesque la configuran. Se trataría <strong>de</strong> un discurso <strong>de</strong>magógicosi reivindicándolo se ignorara el papel <strong>de</strong>terminantey legítimo que los ciudadanos, el auténticocírculo <strong>de</strong> afectados, juegan en la configuración <strong>de</strong>finitiva<strong>de</strong> todo Patrimonio.Pero, evitemos la confusión y el pesimismo. La alternativano aleja a los profesionales y técnicos <strong>de</strong> suparticipación en el <strong>patrimonio</strong>. Les convoca exigiéndoles,eso sí, una modificación profunda <strong>de</strong>lobjeto formal <strong>de</strong> su estudio y <strong>de</strong> las prácticas teóricasque emplean para abordarlo. Les implica,igualmente, a una convivencia cada vez mayor, en laaceptación <strong>de</strong> que los profesionales especializados,al igual que la administración, han perdido ya laexclusiva <strong>de</strong>l Patrimonio; en cuanto que los agentesque participan realmente en él se han diversificado,aglutinando a<strong>de</strong>más más fuerzas y sectores.Respecto a la administración, es preciso actualizartanto ciertos conceptos como sus procedimientos.La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la tutela patrimonial y sus accionesya tradicionales, asimiladas <strong>de</strong> la teoría y praxis italiana<strong>de</strong> los Bienes Culturales, ha cumplido bien unaetapa. Pero parece el momento <strong>de</strong> re<strong>de</strong>finirla,como ya indicó en Andalucía el Plan General <strong>de</strong>Bienes Culturales 1996-2000. La práctica tutelar <strong>de</strong>l<strong>patrimonio</strong>, que la administración se reserva aúncasi en exclusiva, precisa actualizarse a la realidad<strong>de</strong>l <strong>patrimonio</strong>: incorporando nuevos conceptostales como el <strong>de</strong> gestión patrimonial o el <strong>de</strong> recurso(cultural pero también económico) y consi<strong>de</strong>randoel carácter sistémico y contextual que poseetodo <strong>patrimonio</strong>. Es preciso revisar muchas actuacionesadministrativas en la tutela <strong>de</strong>l Patrimonio,excesivamente <strong>de</strong>scontextualizada y alejada <strong>de</strong> unaintervención integral.En este mismo sentido, los instrumentos administrativos<strong>de</strong> protección precisan también ser revisados, siqueremos que realmente sean efectivos y veraces. Enprincipio, sería conveniente apostar como requisito<strong>de</strong> obligado cumplimiento, al menos a planificacionesestratégicas, en una doble vertiente: por una parte, aenunciar sus objetivos hacia alcanzar la gestión integral<strong>de</strong>l <strong>patrimonio</strong>, en su pleno concepto <strong>de</strong> recursoy no únicamente su i<strong>de</strong>ntificación jurídica y, por otra,a ser capaces <strong>de</strong> contextualizar, en el más amplio sentido,el reconocimiento, las actuaciones e interpretaciones<strong>de</strong> los bienes culturales. Convencidos, una vezmás, que el objetivo último ya no pue<strong>de</strong> ser entendidocomo evitar la <strong>de</strong>saparición física <strong>de</strong>l bien, sinocomo su incorporación en las prácticas significativas<strong>de</strong> nuestro mundo contemporáneo. Pervivencia éstapara la que se necesita conocer (investigar, documentar),elegir(i<strong>de</strong>ntificar los recursos), valorar (interpretarsus significados y posibilida<strong>de</strong>s estratégicas), conservar/preservary gestionar (intervenir/gestionar) ycomunicar <strong>de</strong> una forma más implicada y más abiertaa la cooperación que hasta ahora.La protección <strong>de</strong>l Patrimonio, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una concepcióncontemporánea se hace inabarcable. Ya no se trata<strong>de</strong> objetos singulares, <strong>de</strong> lugares don<strong>de</strong> han sucedidoacontecimientos relevantes. Se pue<strong>de</strong> tratar casi<strong>de</strong> cualquier cosa, <strong>de</strong> cualquier expresión, que poseaun carácter significativo, que testimonie peculiarida<strong>de</strong>slocales, que transmita hábitos y tradiciones, quesuponga una adaptación genuina y propia al lugar. El<strong>patrimonio</strong> ya no es lo único (como el arte) sino quepue<strong>de</strong> ser lo repetido, lo tradicional, hasta lo cotidiano,la propia manera <strong>de</strong> asentarse y usar los territorios.La protección <strong>de</strong> un <strong>patrimonio</strong> como el actualse nos escapa casi irremediablemente; pese al empeño,apenas se llega. Nunca se termina <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar,<strong>de</strong> reconocer, <strong>de</strong> seleccionar. Más aún si hablamos nosólo <strong>de</strong> lo que pervive al paso <strong>de</strong>l tiempo (por supropia perdurabilidad o sobreviviendo incluso a losconflictos, sino <strong>de</strong> la protección administrativa: <strong>de</strong>esa actuación dispuesta a i<strong>de</strong>ntificar en base a valoresextrajurídicos, <strong>de</strong> discrecionalidad técnica y a otorgarun régimen jurídico propio a lo que se reconocecomo singular y relevante, como imprescindible <strong>de</strong>conservar. La protección administrativa <strong>de</strong>lPatrimonio permite otorgar a estos bienes seleccionadosun régimen jurídico propio, que limita su uso,que controla las intervenciones y transformaciones<strong>de</strong>l mismo y que preten<strong>de</strong> su disfrute colectivo. Acambio, es imprescindible su catalogación en alguna<strong>de</strong> las tipologías vigentes <strong>de</strong> las legislaciones <strong>de</strong>Patrimonio u otras legislaciones con competenciasconcurrentes en la protección, como el Urbanismo ola legislación Medioambiental, por ejemplo. La actuación<strong>de</strong> la Administración, en este sentido, no estáexenta <strong>de</strong> complicación. En principio, porque comoya hemos señalado, la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los bienesrelevantes o singulares con un concepto actual <strong>de</strong>Patrimonio no es tarea fácil. Evaluar y priorizar es unverda<strong>de</strong>ro trance. Hablamos <strong>de</strong> valorar i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s yexpresiones culturales, <strong>de</strong>l carácter <strong>de</strong> recurso <strong>de</strong>lPatrimonio; pero nuestros indicadores para protegerse encuentran absoletos (siguen siendo útiles para


PH Boletín 34 195i<strong>de</strong>ntificar un <strong>patrimonio</strong> histórico artístico, pero difícilmenteun <strong>patrimonio</strong> cultural). Hablamos <strong>de</strong> laimportancia <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r el <strong>patrimonio</strong> en su propiocontexto, pero nuestros instrumentos evalúanaisladamente cada bien sin aten<strong>de</strong>r a los parámetrosterritoriales <strong>de</strong>l lugar a que dicho <strong>patrimonio</strong> pertenece.A esto se suman otras cuestiones: la pesa<strong>de</strong>z<strong>de</strong> las propias tramitaciones administrativas; la <strong>de</strong>satenciónque ciertos instrumentos <strong>de</strong> ámbito territorial(como el Planeamiento urbanístico) prestan aúnal Patrimonio; la <strong>de</strong>sconexión <strong>de</strong> las actuacionesadministrativas con los mecanismos reales que <strong>de</strong>terminanque los bienes se mantengan o <strong>de</strong>saparezcan,se usen o se olvi<strong>de</strong>n, se conserven o se arruinen.III. ¿Cómo proteger las pinturas murales?La pintura mural configura el aspecto, la imagen, elcolor y <strong>de</strong>coración, el maquillaje <strong>de</strong> un inmueble (normalmentearquitectura). Por su propia condición yesencia posee una serie <strong>de</strong> circunstancias intrínsecasque siempre han <strong>de</strong> ser tenidas en cuenta para plantearsu protección:7. Casa <strong>de</strong>l administrador. Málaga.Antes <strong>de</strong> su <strong>de</strong>molición8. Casa <strong>de</strong>l administrador. Málaga1. en primera instancia, nunca tiene sentido consi<strong>de</strong>rarla<strong>de</strong> manera aislada, sino vinculada al edificio quele da sustento, o al contexto urbano o ambiental enel que se inscribe, porque sus significados (valoresdocumentales que aporta su propia materia y técnica,su discurso iconográfico, las propias connotacionesestéticas <strong>de</strong>l color y figuración) suponen un valory discurso añadido al inmueble que las acoge sin elque su lectura sería incompleta. Por eso, los instrumentos<strong>de</strong> protección no <strong>de</strong>ben plantearse sobrelos <strong>fragmentos</strong> pictóricos en exclusividad sino conmayor alcance.El ejemplo <strong>de</strong> la llamada Casa <strong>de</strong>l Administrador <strong>de</strong>Málaga pue<strong>de</strong> servir para cuestionar el sentido <strong>de</strong>ciertas actuaciones, que pese a la buena voluntad yel esfuerzo que conllevan, generan resultados que espreciso reflexionar. Entre los años 1992 y 1994 se<strong>de</strong>bate en la ciudad el interés <strong>de</strong> las pinturas murales<strong>de</strong> un inmueble <strong>de</strong> arquitectura doméstica posiblemente<strong>de</strong>l siglo XVIII, existente en las inmediaciones<strong>de</strong>l antiguo Convento <strong>de</strong> Santo Domingo, en elBarrio <strong>de</strong>l Perchel. Las intervenciones <strong>de</strong> limpieza yconsolidación realizadas por encargo <strong>de</strong> laConsejería <strong>de</strong> Cultura <strong>de</strong>jó al <strong>de</strong>scubierto el interés<strong>de</strong> sus fachadas pintadas con motivos <strong>de</strong> estéticabarroca y una iconografía sugerente representadapor motivos vegetales, arquitectura fingida y representaciónfigurativa <strong>de</strong> inspiración clásica. Ni la<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l interés que presentaban estas pinturasmurales 18 , ni los trabajos históricos que sustentaronsu valoración 19 , pudieron cambiar el rumbo <strong>de</strong> las<strong>de</strong>cisiones administrativas ya tomadas (el PERI PER-CHEL NORTE <strong>de</strong>terminaba la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong>linmueble por una nueva or<strong>de</strong>nación que afectaba ala parcela <strong>de</strong>l inmueble por la ubicación <strong>de</strong> un nuevovial e instalaciones <strong>de</strong> infraestructuras subterráneas).La Administración Cultural, dispuesta a no permitir lapérdida <strong>de</strong> estas pinturas murales, inició los trámites<strong>de</strong> un expediente <strong>de</strong> protección únicamente <strong>de</strong> losparamentos <strong>de</strong>l inmueble y encargó los trabajos <strong>de</strong>arranque y consolidación <strong>de</strong> las pinturas. Hasta el día<strong>de</strong> hoy, ha constituido una preocupación fundamentalla búsqueda <strong>de</strong> lugares idóneos para colocar laspinturas <strong>de</strong> la Casa <strong>de</strong>l Administrador, en base aunos criterios esenciales tales como la preferencia <strong>de</strong>un edificio <strong>de</strong> uso público (que facilite el acceso ycontemplación <strong>de</strong> las mismas) y una ubicación cercanaal inmueble original, que no <strong>de</strong>scontextualice enexceso las pinturas. La construcción reciente <strong>de</strong> unedificio educativo <strong>de</strong>stinado a ConservatorioSuperior <strong>de</strong> Danza en el solar <strong>de</strong>l antiguo Convento,ha permitido cumplir esas premisas. En estosmomentos, se encarga el proyecto para estudiar suinstalación en el inmueble. Esta historia nos ha hechoreflexionar y apren<strong>de</strong>r mucho. Las pinturas no han


PH Boletín 34196Información: Patrimonio Histórico Andaluz<strong>de</strong>saparecido <strong>de</strong>finitivamente, pero han perdido granparte <strong>de</strong> su significado. Posiblemente constituyen unhito expresivo incluso <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> un barriocomo el Perchel, en el que se han borrado <strong>de</strong> formadrástica todos sus significados y valores patrimoniales(pero esto es otra historia). El proceso no pareceque <strong>de</strong>ba repetirse. Demuestra, en <strong>de</strong>finitiva, que lassoluciones en los asuntos patrimoniales se encuentranimplícitamente <strong>de</strong>terminadas por los conflictos ydistan mucho <strong>de</strong> ser homogéneas. Al menos enMálaga, la casa <strong>de</strong>l Administrador y otras actuacionessimilares nos impulsó <strong>de</strong>cididamente a estudiar <strong>de</strong>manera sistemática el interés <strong>de</strong> las pinturas murales,y sobre todo nos ha hecho pensar bastante sobre elalcance <strong>de</strong> las figuras <strong>de</strong> protección para este tipo <strong>de</strong><strong>patrimonio</strong>.Con las actuales legislaciones <strong>de</strong> Patrimonio, las pinturasmurales hay que aten<strong>de</strong>rlas o en el marco <strong>de</strong> lascategorías <strong>de</strong> Monumento o en categorías <strong>de</strong> mayordimensión territorial, tales como Conjunto Histórico,Sitio o Lugar Histórico, Lugares <strong>de</strong> Interés Etnológicoo Etnográfico o Zonas Arqueológicas. Un repasoexhaustivo <strong>de</strong> las legislaciones <strong>de</strong> Patrimonio vigenteen el territorio español 20 <strong>de</strong>muestra que no haymención expresa en estas figuras a la pintura mural.Únicamente la indicación repetida por casi todasestas normas <strong>de</strong> la atención en el caso <strong>de</strong> los monumentosa sus partes integrantes, pertenencias y accesorios(en <strong>de</strong>sarrollo y repetición <strong>de</strong> lo <strong>de</strong>terminadoen ese aspecto por la ley <strong>de</strong> Patrimonio HistóricoEstatal <strong>de</strong> 1985). Únicamente alguna norma hacemención expresa al interés <strong>de</strong> aspectos como el coloren los Conjuntos Históricos 21 .En el caso <strong>de</strong> los Monumentos, parece claro que laprotección <strong>de</strong> la pintura mural queda sujeta a la consi<strong>de</strong>ración<strong>de</strong> estos inmuebles y a las <strong>de</strong>terminacionespara su conservación e intervención, entrando <strong>de</strong>lleno en el campo <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la Restauración,escasamente regulada por otra parte por la normativajurídica. Pero, la pintura mural <strong>de</strong> los monumentosno agota la cuestión que nos planteamos. ¿Qué ocurrecon aquellas muestras <strong>de</strong> pintura mural que pervivencomo <strong>fragmentos</strong> aislados en muchos <strong>de</strong> losparamentos <strong>de</strong> la arquitectura no relevante (sin cualidad<strong>de</strong> monumento) <strong>de</strong> la ciudad? ¿Cómo proteger(documentar, investigar, valorar, interpretar, conservar)estas pinturas murales? ¿Cómo hacerlo, porejemplo, en el caso <strong>de</strong> Málaga, cuyo centro históricopresenta un porcentaje impresionante <strong>de</strong> viviendas<strong>de</strong> época barroca con pintura mural? Dicha pinturamural, salvo algunos ejemplos como las iglesias y antiguosconventos, algunos edificios públicos y viviendasnobles <strong>de</strong> cierto porte y prestigio, se encuentra eninmuebles que no poseen una relevancia y singularidadpropia para aconsejar su catalogación individualizada<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la normativa <strong>de</strong>l Patrimonio. Queda claroque, en casos como este, nos encontramos ante uno<strong>de</strong> los muchos valores que pue<strong>de</strong>n darse en un conjunto,sitio o lugar histórico-<strong>de</strong> interés cultural oetnológico (por citar todas las categorías existentesen la actualidad en las distintas legislaciones <strong>de</strong>l territorioespañol). Hoy por hoy, el instrumento al usopara la regulación <strong>de</strong> estas categorías es por excelenciael planeamiento urbanístico, puesto que a él remitenlas legislaciones autonómicas siguiendo la directriz<strong>de</strong> la norma estatal. En algunos casos concretos, tambiénexiste la posibilidad <strong>de</strong> redactar unas instruccionesparticulares, concretando el régimen <strong>de</strong> protecciónen aspectos tales las actuaciones permitidas yprohibidas, régimen <strong>de</strong> investigación y estudio, propuestas<strong>de</strong> conservación…, tal como <strong>de</strong>sarrollanalgunas normativas autonómicas 22 . La cuestión es quetanto los planeamientos <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> losConjuntos Históricos, como otras iniciativas urbanasensayadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la gestión municipal (por ejemplo lasactuaciones <strong>de</strong>l Plan URBAN), precisan contar <strong>de</strong>fondo con un verda<strong>de</strong>ro proyecto <strong>de</strong> ciudad patrimonial,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el enfoque <strong>de</strong> un plan estratégico, sensiblea este tipo <strong>de</strong> valores y expresiones, y que permitavincular al <strong>patrimonio</strong> con las otras dinámicas <strong>de</strong>la ciudad y consi<strong>de</strong>rarlo más como un potente recursoy un conjunto <strong>de</strong> significados y expresiones quehay que tutelar que como un lastre que impi<strong>de</strong> a lasciuda<strong>de</strong>s avanzar hacia el futuro.Nuestro proyecto <strong>de</strong> investigación en Málaga se haencontrado con este reto en el centro histórico. En1995 se aprueba en Málaga la iniciativa comunitariaURBAN, que ha posibilitado una intervención <strong>de</strong>reparación <strong>de</strong> fachadas y cubiertas en más <strong>de</strong> 200inmuebles <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el comienzo <strong>de</strong> su aplicación hastanuestros días. El Plan URBAN consolida los objetivosya expresados en el Plan Especial <strong>de</strong> Protección yReforma Interior <strong>de</strong>l Centro Histórico (1992) <strong>de</strong>apostar por la mejora <strong>de</strong>l medio ambiente urbano <strong>de</strong>Málaga. En este contexto surgió por iniciativa municipal,el Estudio <strong>de</strong>l Plan <strong>de</strong>l Color <strong>de</strong> Málaga en 1997,trabajo dirigido por el arquitecto Juan Casa<strong>de</strong>valls,cuyo objetivo es realizar un análisis <strong>de</strong> las fachadas <strong>de</strong>lcentro histórico, atendiendo a cuestiones <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n históricoo paisajístico, a aspectos técnicos o constructivos, afin <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar las constantes cromáticas que permitanplantear una paleta cromática que aplicar a los edificioscuya fachada se rehabilite 23 . Aunque en sumemoria reconoce que cada fachada constituye undocumento histórico vivo, el Plan <strong>de</strong>l Color no haplasmado la importancia <strong>de</strong> las pinturas murales y lanecesidad <strong>de</strong> su conservación, al no diseñar un instrumentocapaz <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r a la i<strong>de</strong>ntificación y protección<strong>de</strong> dichas pinturas, paliando las <strong>de</strong>ficiencias queen este sentido posee el actual PEPRICH. Sobre todo,no se ha generado la necesidad <strong>de</strong> actualizar éste últimocon un documento urbanístico <strong>de</strong> revisión queotorgue protección a los elementos más representativos<strong>de</strong> estas arquitecturas pintadas. El trabajo realizadohasta el momento por el proyecto <strong>de</strong> investigación,ha <strong>de</strong>mostrado que las fachadas e interiores <strong>de</strong>coradosconstituyen una constante <strong>de</strong> un momentos histórico<strong>de</strong> nuestra ciudad, siendo una característicaconfiguradora <strong>de</strong> la imagen histórica <strong>de</strong> la misma. Espreciso, ante todo, que este valor <strong>de</strong> la ciudad, seconozca y se aprecie como tal 24 , porque este <strong>patrimonio</strong>posee un riesgo <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparición muy alto. Lamayoría <strong>de</strong> los inmuebles con pinturas no poseen protecciónen el planeamiento vigente y dada su antigüedadsu estado <strong>de</strong> abandono y ruina es elevado.


PH Boletín 34 197Málaga posee Plan Estratégico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1992, fecha enque el ayuntamiento aunando opiniones <strong>de</strong> distintossectores se plantea como objetivo una planificaciónconsensuada expresiva <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> ciudad que se preten<strong>de</strong>alcanzar: ciudad metropolitana, <strong>de</strong> alcance mediterráneo,<strong>de</strong> (…)alta calidad <strong>de</strong> vida y respeto medioambiental,capital económica, tecnológica, turística y <strong>de</strong>ocio 25 .La línea IV Capital Turística y <strong>de</strong> ocio <strong>de</strong> Europaintegra entre sus programas el IV.I “Aumento y mejora<strong>de</strong> los equipamientos cultural y <strong>de</strong>l Patrimonio Histórico”,en el que se reseña el objetivo <strong>de</strong> recuperar el legadohistórico y su potencialidad como oferta turística. EstePlan <strong>de</strong>bería constituir el elemento dinamizador nosolo <strong>de</strong> las pinturas murales, sino <strong>de</strong> otros muchosrecursos y valores que indudablemente existen en laciudad, máxime en un momento como el actual en elque se plantean proyectos <strong>de</strong> gran interés (MuseoPicasso, Plan Especial <strong>de</strong>l Puerto, Alcazaba–Gibralfaro– Teatro Romano- Centro <strong>de</strong> ArteContemporáneo…). Este es aún un camino por andar.2. Las pinturas poseen una fragilidad especial (por lapropia <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong> sus materiales, condiciones <strong>de</strong>riesgo <strong>de</strong>l entorno o incluso por las patologías quefrecuentemente le aporta el edificio que les sirve <strong>de</strong>soporte) su pérdida y <strong>de</strong>gradación es a veces más frecuentey acelerada que en otros tipos <strong>de</strong> bienes. Loque aconseja, en ocasiones, actuaciones preferentesque favorezcan su preservación.3. La protección <strong>de</strong> la pintura mural supone a menudomucho más que evitar su <strong>de</strong>saparición material.Generalmente va aparejada a la redacción <strong>de</strong> proyectosque han <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir la imagen futura que se quiereimprimir o recuperar <strong>de</strong>l Monumento.Poseen una potencia importante en la configuración<strong>de</strong> la imagen <strong>de</strong>l edificio y el lugar. Pero, son muy vulnerablesen cuanto están frecuentemente afectadaspor actuaciones que pue<strong>de</strong>n alterarlas, ocultarlas ovolverlas a recuperar y <strong>de</strong>jar vistas a lo largo <strong>de</strong> lavida <strong>de</strong>l edificio. Su pérdida o ocultación pue<strong>de</strong> venirocasionada no únicamente por cuestiones <strong>de</strong> conservación,sino también por <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> carácter estético,por cambios <strong>de</strong> gusto que conlleven cambios <strong>de</strong>la imagen <strong>de</strong>l Monumento. También es habitual, enciertos Monumentos, que se superpongan a modo<strong>de</strong> estratigrafías pinturas <strong>de</strong> épocas y estilos diferentes,evi<strong>de</strong>nciando las diferentes etapas estilísticas <strong>de</strong>su vida. Vivimos estas circunstancias a menudo. Conrelativa frecuencia aparecen pinturas murales en lasiglesias <strong>de</strong> nuestra provincia. Casi siempre se trata <strong>de</strong><strong>de</strong>coraciones <strong>de</strong> época barroca en templos <strong>de</strong> fundaciónanterior. Los motivos más asiduos suelen serelementos vegetales y arquitectura fingida recreandoretablos, así como motivos geométricos (estos especialmenteen las fachadas). La necesidad <strong>de</strong> documentarestos hallazgos es incuestionable, máximecuando se trata <strong>de</strong> una constante cultural y no <strong>de</strong> unhecho aislado. Pero su recuperación abre <strong>de</strong> nuevolas puertas al <strong>de</strong>bate y la reflexión. Aunque es evi<strong>de</strong>nteque estos <strong>fragmentos</strong> constituyen los restosmateriales <strong>de</strong> la imagen que en otro momento (normalmenteen época barroca) tuvieron estos templos,su recuperación y sobre todo su recreación generaun cambio <strong>de</strong> imagen sustancial. ¿Vamos a recuperar<strong>de</strong> nuevo la imagen pintada <strong>de</strong> nuestras iglesias modificandosustancialmente la estética <strong>de</strong> unas fachadasque, al menos nosotros, hemos conocido encaladas?¿Dejaremos tan solo los <strong>fragmentos</strong> originales existentesvistos como documento histórico? Algunaintervención reciente en el centro histórico <strong>de</strong>Málaga, en concreto la Iglesia Parroquial <strong>de</strong> San JuanBautista, don<strong>de</strong> se ha recuperado y recreado la imagenpintada <strong>de</strong> sus fachadas, abren estas cuestiones al<strong>de</strong>bate. De gran interés, y no menos complicada, fuela <strong>de</strong>cisión adoptada recientemente en la restauración<strong>de</strong>l Altar Mayor <strong>de</strong> la Catedral. La limpieza <strong>de</strong> lapintura mural existente (<strong>de</strong> finales <strong>de</strong>l barroco) permitióconocer todo el programa <strong>de</strong>corativo manieristasobre el que se pintó éste, <strong>de</strong>jando a la vista únicamentelos frescos <strong>de</strong> Cesar <strong>de</strong> Arbassia que siemprehemos conocido. Pese a la calidad artística y albuen estado <strong>de</strong> la pintura mural manierista, la <strong>de</strong>cisiónfinal se <strong>de</strong>cantó por documentar y <strong>de</strong>jarla oculta,manteniéndose la pintura superpuesta, ejemplo<strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> estética sufrido en el interior <strong>de</strong> laCatedral. Entre otras cuestiones, la recuperación <strong>de</strong>lprograma <strong>de</strong> Arbassia, <strong>de</strong> finales <strong>de</strong>l XVI, habría obligadoa eliminar la pintura más reciente, que aunque<strong>de</strong> menor calidad artística, posee igual valor comodocumento cultural e histórico.Des<strong>de</strong> el concepto <strong>de</strong> Patrimonio Cultural actual y<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las reflexiones que hemos expuesto sobre laprotección <strong>de</strong>l Patrimonio, la pintura mural pue<strong>de</strong> serinterpretada con una nueva visión. Sobre todo porque,consi<strong>de</strong>radas como elementos <strong>de</strong> interés patrimonial,es <strong>de</strong>cir como expresión relevante <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidady peculiarida<strong>de</strong>s culturales <strong>de</strong> un lugar, su valor9. Iglesia <strong>de</strong> S. JuanBautista. Málaga. Fachadarestaurada recientementeInformación: Patrimonio Histórico Andaluz


PH Boletín 34198Información: Patrimonio Histórico Andaluz10. Altar mayor <strong>de</strong> la Catedral <strong>de</strong>Málaga(Fotografía ESTRELLA ARCOS)documental, simbólico, posee significado singular,nada <strong>de</strong>spreciable, que trascien<strong>de</strong> y a menudo inclusosuplanta a su relevancia artística, componente éste(singularidad <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> arte) que ya no será elargumento único ni el exclusivo para la consi<strong>de</strong>racióny valoración <strong>de</strong> las pinturas murales. Se superan, así,criterios y juicios tradicionales y con ello se fija laatención también en otros elementos pictóricos,carentes a menudo incluso <strong>de</strong> <strong>de</strong>streza o creatividadartística, pero que crearon un ambiente propio y queahora, mal que bien conservadas, constituyen <strong>fragmentos</strong><strong>de</strong> historia (<strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l Monumento, <strong>de</strong>la historia <strong>de</strong>l Lugar).Por eso, el significado <strong>de</strong> una pintura mural ha <strong>de</strong> serevaluado (como ocurre con el resto <strong>de</strong> los bienespatrimoniales) en su contexto cultural y territorial.Requisito indispensable, porque la historia <strong>de</strong> los lugaresnunca son homogéneas (si <strong>de</strong> los espacios generadospor la postmo<strong>de</strong>rnidad). Y, a<strong>de</strong>más, ha <strong>de</strong> serinterpretada no solamente en sus valores materiales yen sus cualida<strong>de</strong>s técnicas (aspectos <strong>de</strong> atención preferentehasta hace poco tiempo), sino como expresión<strong>de</strong> un mundo vivido, impregnándose <strong>de</strong>l nuevoconcepto <strong>de</strong> autenticidad 26 , que obliga a prestaratención mucho más que a sus formas y materiales.Es fácil encontrar muestras como las que hemos <strong>de</strong>scritoen muchas ciuda<strong>de</strong>s históricas en su arquitecturadoméstica, en conjuntos <strong>de</strong> arquitectura tradicional,o simplemente en los resabios <strong>de</strong> color, queimpregnan nuestras ciuda<strong>de</strong>s. En <strong>de</strong>finitiva, se trata <strong>de</strong><strong>fragmentos</strong> que rememoran lo que fue y quiso ser laarquitectura o la ciudad en otras épocas, pervivencias<strong>de</strong> aquella manera <strong>de</strong> habitar, <strong>de</strong> crear, <strong>de</strong> transmitirciertos discursos i<strong>de</strong>ológicos, religiosos o estéticos. Yque hoy, pese a su condición <strong>de</strong> <strong>fragmentos</strong>, poseenaún un potencial comunicativo y un valor documentaly ambiental <strong>de</strong>stacado, pese a la complejidad que enmuchos casos supone <strong>de</strong>scifrar sus significados 27 . Enel <strong>de</strong>bate sobre la cultura y el <strong>de</strong>sarrollo 28 , Unesco haexpuesto en los últimos años (Nuestra DiversidadCreativa e Informe Mundial <strong>de</strong> la Cultura 29 ), entreotras conclusiones 30 : la necesidad <strong>de</strong> que cada puebloha <strong>de</strong> ser capaz <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar y evaluar su <strong>patrimonio</strong>según sus propios criterios y según los usos que quierahacer <strong>de</strong> cada Patrimonio 31 . El contexto se imponecomo marco y referente esencial para la i<strong>de</strong>ntificación<strong>de</strong>l Patrimonio <strong>de</strong> un lugar 32 , máxime en un mundoglobalizado 33En 1987 ICOMOS actualizaba las <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong>Venecia (1964) y Nairobi 34 (1976) en una nuevacarta internacional <strong>de</strong>dicada a la conservación <strong>de</strong> laspoblaciones y áreas urbanas históricas, en la que<strong>de</strong>terminaba que los valores a conservar son el carácterhistórico <strong>de</strong> la población o <strong>de</strong>l área urbana y todosaquellos elementos materiales y espirituales que <strong>de</strong>terminansu imagen, citando especialmente 35 la forma yaspecto <strong>de</strong> los edificios (interior y exterior) <strong>de</strong>finidos através <strong>de</strong> su estructura, volumen, estilo, escala, materiales,color y <strong>de</strong>coración. Por primera vez, en estedocumento, existe una atención especial al asunto<strong>de</strong>l color y <strong>de</strong>coración <strong>de</strong> la arquitectura <strong>de</strong> la ciudadhistórica con esta contun<strong>de</strong>ncia y no únicamente<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las pautas <strong>de</strong> establecer criterios para su conservación.Sino para afirmar que una amenaza aestos aspectos (como a los otros elementos queconforman la imagen urbana) comprometen la autenticidad<strong>de</strong>l área urbana histórica, que la participación ycompromiso <strong>de</strong> los habitantes a quienes correspon<strong>de</strong>en primer lugar la conservación es imprescindible y quelas intervenciones han <strong>de</strong> realizarse con método y rigor,teniendo en cuenta las circunstancias concretas <strong>de</strong>cada caso particular 36 . Este concepto <strong>de</strong> la imagenurbana, recoge gran parte <strong>de</strong> las recomendacionesque en la década anterior se habían formulado entorno al concepto <strong>de</strong> ambiente, aunque incorporandoahora una lectura más significativa y menos formaly sobre todo atendiendo a la importancia <strong>de</strong> las funcionesy manifestaciones <strong>de</strong> la población que, a partir<strong>de</strong> entonces, se ha convertido en el objetivo último<strong>de</strong> la conservación <strong>de</strong> los centros históricos y <strong>de</strong>lPatrimonio Cultural en general 37 . Pero, la preocupación<strong>de</strong> los foros internacionales en el Patrimoniodurante la última década ha estado centrada fundamentalmenteen las ciuda<strong>de</strong>s y el territorio, quizáporque éste es la expresión totalizante <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidadcultural (carta <strong>de</strong> Gubbio, 1990 ) 38 y porque los elementosque conforman la ciudad han <strong>de</strong> ser comprendidosen un ámbito <strong>de</strong> mayor dimensión ymediante el enraizamiento <strong>de</strong> los lugares con susmatrices históricas, por lo que se estima imprescindibleque los elementos conformadores <strong>de</strong> la imagenurbana ( y por tanto la pintura mural, el color y <strong>de</strong>coración<strong>de</strong> la arquitectura) se valoren e intervengan<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un proyecto <strong>de</strong> la ciudad existente, proyecto queya apunta a su implicación en proyectos estratégicos <strong>de</strong>mayor alcance. Si el documento <strong>de</strong> Gubbio sustentólas iniciativas en el papel predominante e imprescindible<strong>de</strong> las Administraciones Públicas, últimamentese apela a las administraciones a la necesidad <strong>de</strong> innovaren el terreno <strong>de</strong> la gestión (Manifiesto <strong>de</strong> Santiago<strong>de</strong> Compostela, 1999 ) 39 , única manera <strong>de</strong> la que sepue<strong>de</strong> asegurar hoy en día, la tutela <strong>de</strong> cualquier<strong>patrimonio</strong>, para lo que se increpa a un llamamientoa los ciudadanos, organizaciones, universida<strong>de</strong>s ymundo empresarial a la colaboración y la cooperación.


PH Boletín 34 199Convencidos <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> buscar solucionesinnovadoras que <strong>de</strong>n respuesta a las <strong>de</strong>mandasurgentes que precisa el Patrimonio Cultural.Proyectos innovadores (como comentaba P. Jodidiorespecto a Bilbao y el Guggenheim) proclaman que laciudad tiene futuro, que aún hay lugares don<strong>de</strong> lapasión y la innovación son posibles <strong>de</strong> nuevo 40 . Estepue<strong>de</strong> ser un camino. En <strong>de</strong>finitiva, la protección <strong>de</strong>Notas1. Proyecto <strong>de</strong> Investigación. Plan Nacional I+D+I. Ministerio <strong>de</strong>Educación y Cultura. La arquitectura Pintada en Málaga yMelilla, siglos XVI-XIX. DGYCIT. Nº pb 95-0477 (Primera fase<strong>de</strong>sarrollada entre 1996 1999). Actualmente se comienza lasegunda fase <strong>de</strong> dicho proyecto: BHA 2OOO. 1033. Pinturamural y Patrimonio Histórico en Málaga y Melilla. Configuraciónurbana e imagen simbólica.2. RUBIO DIAZ, A. El Patrimonio como laberinto y paradoja.PH. Boletín Informativo. <strong>Instituto</strong> Andaluz <strong>de</strong> PatrimonioHistórico. Consejería <strong>de</strong> Cultura. Junta <strong>de</strong> Andalucía, nº 25.Pág. 106-113.3. A partir <strong>de</strong> las formulaciones <strong>de</strong> Giovannoni y su <strong>de</strong>sarrollofundamentalmente por Aldo Rossi y las Cartas Internacionales<strong>de</strong> Venecia y Gubbio en los años sesenta.4. La filosofía italiana <strong>de</strong> los bienes culturales a partir <strong>de</strong> laComisión Franceschini a mediados <strong>de</strong> los sesenta y el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> <strong>patrimonio</strong> cultural en los setenta, lo<strong>de</strong>sarrollamos en MORENTE DEL MONTE, M. La ciudad históricay el Patrimonio Cultural. Consejería <strong>de</strong> Cultura. Junta<strong>de</strong> Andalucía. Nº2. 1999.págs. 137-170.5. MORENTE DEL MONTE, M. El Patrimonio Cultural. Unapropuesta alternativa al concepto actual <strong>de</strong> <strong>patrimonio</strong> histórico.Tesis Doctoral. Colección Microfichas. Universidad <strong>de</strong>Málaga. 1996.6. GIDDENS, A. Mo<strong>de</strong>rnidad e i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l yo. El yo y la socieda<strong>de</strong>n la época contemporánea. Barcelona, 1997. Pág. 11.7. Ley 16/85 <strong>de</strong> 25 <strong>de</strong> Junio <strong>de</strong>l Patrimonio Histórico Español.Preámbulo.8. BAUDILLARD, J. Cultura y Simulacro. Barcelona, 1993.9. Las reflexiones que se exponen a continuación sobre la protección<strong>de</strong>l Patrimonio son en gran parte fruto <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong>la siguiente ponencia: MORENTE DEL MONTE, M;MÁRQUEZ ROMERO, J. E. La puesta en valor e interpretación<strong>de</strong>l Patrimonio Histórico. Una propuesta metodológica.II Seminario sobre la Función <strong>de</strong> los Bienes Culturales.Comunicación y Público. Universidad <strong>de</strong> Málaga, 1998.Agra<strong>de</strong>zco a J. E. Márquez que me haya permitido gentilmenteexpresar aquí muchas <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as que entonces formulamosjuntos.10. ¿Quién construyó Tebas, la <strong>de</strong> las Siete Puertas? En los librosfiguran sólo nombres <strong>de</strong> reyes. ¿Acaso arrastraron ellos los bloques<strong>de</strong> piedra?…Un triunfo en cada página. ¿Quién preparabalos festines? Un gran hombre cada diez años. ¿Quién pagabalos gastos? A tantas historias, tantas preguntas. BRECHT. B.Preguntas <strong>de</strong> un obrero que lee. Historias <strong>de</strong>l Almanaque.Alianza Editorial, Madrid 1976, págs. 88-89.11. BRAUDEL, F. “La larga duración” en La Historia y las CienciasSociales. Edit, Alianza Editorial, Madrid 1986, págs. 60-106.las pinturas murales, <strong>de</strong> cualquier <strong>patrimonio</strong>, no <strong>de</strong>ja<strong>de</strong> ser hoy en día una gestión no exenta <strong>de</strong> complejidad,pero que nos permite <strong>de</strong>cidir y configurar elpaisaje y la imagen <strong>de</strong> los lugares que habitamos,porque como dice Saramago, nuestro mundo y nosotrosmismos no <strong>de</strong>jamos <strong>de</strong> ser “una máquina complicadaen la que los hilos <strong>de</strong>l presente vivo se enredan enla tela <strong>de</strong>l pasado muerto” 41 .12. LE GOFF, J. Pensar la Historia. Edit. Altaya, Barcelona 1995,pág. 52. En el mismo sentido se manifiesta Tafuri cuando afirmaque “ no existe una lectura histórica que no se halle condicionadapor nuestro empeño en el presente”. TAFURI, M.Teoría e historia <strong>de</strong> la Arquitectura. Hacia una nueva concepción<strong>de</strong>l espacio arquitectónico. Barcelona, 1977, pág. 217.13. WAISMAN, M. “El Patrimonio en el Tiempo”. PH. BoletínInformativo. <strong>Instituto</strong> Andaluz <strong>de</strong>l Patrimonio Histórico. Nº 6,Sevilla 1994,pág.10.14. GEERTZ, C. La interpretación <strong>de</strong> las Culturas. Edit. Gedisa,México, 1987, pág. 44.15. AUGE, M. El sentido <strong>de</strong> los otros. Edit. Paidós, Barcelona,1994, págs. 84 y 85.16. MORENTE DEL MONTE, M. El significado <strong>de</strong>l PatrimonioCultural. Reflexiones ante el conflicto. El vigia <strong>de</strong> Tierra. nº6/7. Melilla 1999/2000. pág. 197-210.17. GONZÁLEZ, A. “Patrimonio arquitectónico: Lo que el vientono se llevó”. Catalogación <strong>de</strong>l Patrimonio Histórico. Cua<strong>de</strong>rnos<strong>de</strong>l <strong>Instituto</strong> Andaluz <strong>de</strong>l Patrimonio Histórico. Consejería <strong>de</strong>Cultura, Junta <strong>de</strong> Andalucía. Sevilla, 1996, pág. 17.18. LAMOTHE, J. ”La Casa <strong>de</strong>l Administrador. Una casa pintada<strong>de</strong>l arrabal <strong>de</strong> Santo Domingo.”. Diario Sur 29-8-1992.GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, F. “Una casa <strong>de</strong>l Perchel”.Diario Sur 6.1. 1993.19. CAMACHO MARTÍNEZ, R. Cuando Málaga no era blanca.Boletín <strong>de</strong> Arte. Universidad <strong>de</strong> Málaga, nº 13-14. MÁLAGA,1992-93, págs. 143-164.20. Las figuras <strong>de</strong> protección que <strong>de</strong>sarrollan la ley estatal y elor<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong> las distintas comunida<strong>de</strong>s autónomas sepue<strong>de</strong>n consultar fundamentalmente en las siguientes normativas:Ambito Estatal (ley 16/85 <strong>de</strong> 25 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>lPatrimonio Histórico Español; Real Decreto 111/1986 <strong>de</strong>10 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo parcial <strong>de</strong> esta ley, modificadopor Real Decreto 64/1994 <strong>de</strong> 21 <strong>de</strong> enero), ComunidadAutónoma <strong>de</strong>l País Vasco (Ley 7/1990 <strong>de</strong> 3 <strong>de</strong> julio, <strong>de</strong>Patrimonio Cultural Vasco), Comunidad Autónoma <strong>de</strong>Cataluña (Ley 9/1993 <strong>de</strong> 30 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong>l PatrimonioCultural Catalán y Decreto 267/1991 <strong>de</strong> 25 <strong>de</strong> noviembresobre la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> interés cultural y elinventario <strong>de</strong>l <strong>patrimonio</strong> cultural mueble <strong>de</strong> Cataluña),Comunidad Autónoma <strong>de</strong> Galicia (Ley 8/1995 <strong>de</strong> 30 <strong>de</strong>octubre <strong>de</strong>l <strong>patrimonio</strong> cultural <strong>de</strong> Galicia), ComunidadAutónoma <strong>de</strong> Andalucía (Ley 1/91 <strong>de</strong> 3 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong>lPatrimonio Histórico <strong>de</strong> Andalucía y Decreto 19/1995 <strong>de</strong> 7<strong>de</strong> febrero por el que se aprueba el Reglamento <strong>de</strong>Protección y Fomento <strong>de</strong>l Patrimonio Histórico <strong>de</strong>Andalucía), Comunidad Valenciana (Ley 4/1998 <strong>de</strong> 11 <strong>de</strong>junio <strong>de</strong>l Patrimonio Cultural Valenciano y Decreto 23/1989<strong>de</strong> 27 <strong>de</strong> febrero por el que se regula el ejercicio <strong>de</strong> competenciasen materia <strong>de</strong> <strong>patrimonio</strong> histórico), ComunidadAutónoma <strong>de</strong> Castilla la Mancha (Ley 4/90 <strong>de</strong> 30 <strong>de</strong> mayo<strong>de</strong>l Patrimonio Histórico <strong>de</strong> Castilla la Mancha), ComunidadForal <strong>de</strong> Navarra (Decreto Foral 217/ 1986 <strong>de</strong> 3 <strong>de</strong> octubrepor el que se regula la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> Bien <strong>de</strong> InterésCultural), Comunidad Autónoma <strong>de</strong> las Islas Baleares(Decreto 94/1991 <strong>de</strong> 31 <strong>de</strong> octubre por la que se regula laInformación: Patrimonio Histórico Andaluz


PH Boletín 34200Información: Patrimonio Histórico Andaluz<strong>de</strong>claración <strong>de</strong> los Bienes <strong>de</strong> Interés Cultural y se crea elRegistro <strong>de</strong> Bienes <strong>de</strong> Interés Cultural y el Inventario <strong>de</strong>lPatrimonio Cultural Mueble <strong>de</strong> al Comunidad), Comunidad<strong>de</strong> Madrid (Ley 10/1998 <strong>de</strong> 9 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> PatrimonioHistórico <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Madrid), ComunidadAutónoma <strong>de</strong> Castilla León (Decreto 273/1994 <strong>de</strong> 1 <strong>de</strong>diciembre sobre competencias y procedimiento en materia<strong>de</strong> <strong>patrimonio</strong> histórico artístico).21. Ley 9/93 <strong>de</strong>l Patrimonio Cultural Catalán. Art. 3522. Como la Ley <strong>de</strong> Patrimonio Histórico Andaluz, Ley <strong>de</strong>Patrimonio Cultural Vasco, Ley <strong>de</strong> Patrimonio Cultural <strong>de</strong>Cataluña y Ley <strong>de</strong> Patrimonio Cultural <strong>de</strong> Galicia.23. CASADEVALL SERRA, J. Estudio <strong>de</strong>l Color <strong>de</strong>l Centro Histórico<strong>de</strong> Málaga. Ayuntamiento <strong>de</strong> Málaga. 199924. Con este fin se ha creado en el marco <strong>de</strong>l proyecto el CD-ROM Las arquitecturas pintadas <strong>de</strong>l Barroco en Málaga.Trabajo <strong>de</strong> Eduardo Asenjo Rubio, dirigido por RosarioCamacho Martinez.25. Fundación CIEDES. La aventura <strong>de</strong> diseñar el propio <strong>de</strong>stino.Plan Estratégico <strong>de</strong> Málaga.1996.26. La Noción <strong>de</strong> Autenticidad en la conservación <strong>de</strong>lPatrimonio Cultural. Documento <strong>de</strong> Nara. Japón, 1994.27. El significado y función que estas pinturas pudieron tener ysu lectura iconográfica precisa aún ser interpretada y <strong>de</strong>svelada.En cualquier caso, los bienes patrimoniales alteran enel proceso diacrónico <strong>de</strong> su existencia sus propios significados.Actualmente, su propia antigüedad o su estética pue<strong>de</strong>nconstituir un significado ya suficiente para justificar unanueva función. Una reflexión <strong>de</strong> Howard Carter narrando el<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la tumba <strong>de</strong> Tuntakhamón en los añosveinte, <strong>de</strong>scribe bien lo que queremos <strong>de</strong>cir: El significado<strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los emblemas colocados en la tumba y que hanproducido hoy tantas conjeturas, pudo haber sido casi tan oscuropara los antiguos tebanos como para nosotros. Tal vez niellos mismos hubieran podido explicar por qué los colocabanen la tumba. El verda<strong>de</strong>ro significado <strong>de</strong> estos símbolos pudohaberse perdido muchos años antes <strong>de</strong> la época <strong>de</strong>Tuntakhamón y tal vez la tradición los había mantenido comonecesarios para el bienestar <strong>de</strong> los muertos, mucho tiempo<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que se olvidara la razón concreta <strong>de</strong> su uso”. Latumba <strong>de</strong> Tuntakhamón. De. Destino, 1988, pág. 54.28. El <strong>de</strong>bate sobre la Cultura y el Desarrollo viene recibiendouna atención especial en los foros mundiales en el último<strong>de</strong>cenio. Sobre todo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que la Unesco en 1982 en laConferencia Mundial sobre las Políticas Culturales <strong>de</strong>cidieraproponer a las Naciones Unidas la <strong>de</strong>dicación <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> sus“Decenios Mundiales” a este tema y fuera <strong>de</strong>signada comoorganismo rector <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong>sarrollado entre 1988-997, que dio como fruto más <strong>de</strong> 1.200 proyectos diversosen el mundo dirigidos por administraciones <strong>de</strong> distintosámbitos o por organismos privados y el informe titulado29. Informe Mundial sobre la Cultura. Cultura, creatividad y mercados.Unesco. Florencia, 1999. El informe ha tenido comoobjetivos prioritarios los siguientes:• señalar las ten<strong>de</strong>ncias actuales en cultura y <strong>de</strong>sarrollo.• Examinar los acontecimientos relacionados con la evolución<strong>de</strong> las culturas en el mundo.• Construir indicadores culturales• divulgar las prácticas y políticas culturales positivas• analizar temáticas específicas en el campo <strong>de</strong> la cultura.30. Que apresuradamente podríamos sintetizar en las siguientesi<strong>de</strong>as:• Cada sociedad ha <strong>de</strong> ser capaz <strong>de</strong> evaluar e i<strong>de</strong>ntificar su<strong>patrimonio</strong> con sus propios criterios y según los usos quequiera hacer <strong>de</strong>l mismo.• Necesidad <strong>de</strong> revisar las relaciones entre elMedioambiente y la cultura para alcanzar las cotas <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollo idóneas a cada sociedad.• Necesidad <strong>de</strong> acrecentar la investigación sobre la integraciónentre cultura, <strong>de</strong>sarrollo y formas <strong>de</strong> organizaciónpolíticas.• Papel constructivo, constitutivo y creativo <strong>de</strong> la cultural yno meramente instrumental para el <strong>de</strong>sarrollo.• La cultura admite múltiples lecturas y ha perdido <strong>de</strong>finitivamentesu carácter <strong>de</strong> certidumbre.• Necesidad <strong>de</strong> revisar el concepto <strong>de</strong> Patrimonio Cultural,<strong>de</strong>masiado constreñido aún a un mo<strong>de</strong>lo único dominadopor criterios estéticos e históricos.• Fomento a nuevas formas <strong>de</strong> creatividad.31. En este sentido, se pue<strong>de</strong> consultar SAVATER, F. La universalidady sus enemigos. Claves <strong>de</strong> la Razón Práctica. Nº 49. 1995.32. TOURAINE, A. Iguales y diferentes. Unesco. 1999.33. El problema es que la globalización impone cada vez a pasosmás acelerados prácticas, usos e imágenes comunes quepor encima <strong>de</strong> las diferencias crean lenguajes y signoshomogéneos. Esta ten<strong>de</strong>ncia es más fuerte en unos estatusque en otros, pero genera homogenización. CASTELLS, Laera <strong>de</strong> la Información. Madrid 1995. GARCIA CALCINI, N.Consumidores y ciudadanos. Conflictos multiculturales <strong>de</strong> la globalización.México. 1995.34. Recomendación sobre la salvaguarda <strong>de</strong> los ConjuntosHistóricos y su función en la vida contemporánea. Unesco.Protocolo <strong>de</strong> actualización <strong>de</strong> la Carta <strong>de</strong> Florencia <strong>de</strong>1950. Nairobi. 1976.35. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la forma urbana <strong>de</strong>finida por la trama y el parcelario;la relación entre los distintos espacios y la arquitectura; lasrelaciones <strong>de</strong> la población con el área urbana o su entornonatural o construido y las diversas funciones <strong>de</strong> la población yel área urbana.36. Porque nos encontramos, como afirma Vattimo, en unmundo cargado <strong>de</strong> culturas con códigos diferentes pero encontinuo contacto y asimilación. VATTIMO, G. El fin <strong>de</strong> laMo<strong>de</strong>rnidad. Nihilismo y hermeneútica <strong>de</strong> la cultura postmo<strong>de</strong>rna.Barcelona, 1994.37. MCKILEY, T. Medida <strong>de</strong> la contribución <strong>de</strong> la cultura al bienestarhumano: los indicadores culturales <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo.Informe Mundial <strong>de</strong> la Cultura. UNESCO, 1999.38. Fundación Asociación Nacional para los Centros HistóricoArtísticos (ANCSA). Actualización <strong>de</strong> la Carta <strong>de</strong> 1960sobre salvaduarda y saneamiento e los Centros HistóricoArtísticos. Gubbio. 1990.39. UNESCO. ICOMOS. ICCROM Y ORGANIZACIÓN MUN-DIAL DEL TURISMO. Manifiesto <strong>de</strong> Santiago <strong>de</strong>Compostela. V Simposium Internacional y IV Asamblea <strong>de</strong>las Ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Patrimonio Mundial. 1999.40. Jodidio, P. Puntos <strong>de</strong> luz en un mar <strong>de</strong> oscuridad. CongresoInternacional <strong>de</strong> Arquitecturas y Ciuda<strong>de</strong>s en el siglo XXI.Valencia, 1998.41. SARAMAGO, J. Mi abuelo también. En Piedra <strong>de</strong> Luna.Granada, 1999, pág.174.

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