03.12.2012 Views

1. BUENOS DÍAS 3. LOS GIRASOLES

1. BUENOS DÍAS 3. LOS GIRASOLES

1. BUENOS DÍAS 3. LOS GIRASOLES

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

67. UN APOYO VITAL<br />

www.marianistas.org<br />

No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida, ni tengo respuestas para todas<br />

tus dudas o temores, pero puedo escucharte y buscarlas junto contigo.<br />

No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro, pero cuando me necesites estaré junto a ti. No puedo<br />

evitar que tropieces, solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.<br />

Tus alegrías, triunfos y tus logros no son míos. Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.<br />

No juzgo las decisiones que tomas en la vida. Me limito a apoyarte, estimularte y ayudarte si<br />

me lo pides, y si no me lo pides también.<br />

No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar, pero sí te ofrezco el espacio<br />

necesario para crecer.<br />

No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parte el corazón, pero puedo llorar<br />

contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.<br />

No puedo decirte quién eres ni quién deberías ser. Solamente puedo quererte tal y como eres y<br />

ser SOLO UN AMIGO.<br />

68. DOS MANERAS<br />

El otro día, mirando un Cristo sobre la pared, me puse a pensar y me di cuenta de que<br />

teníamos dos maneras de observarlo:<br />

Ver el clavo que sostiene el Cristo, o ver el cuerpo del Cristo que con los clavos se sostiene.<br />

Ver el clavo que se esconde detrás del Cristo, o ver el cuerpo del Cristo que esconde todos los<br />

clavos.<br />

Ver el clavo cuya cabeza se levanta para que no caiga el Cristo, o ver la cabeza del Cristo que<br />

mira hacia abajo su pesada carga para que el mundo no caiga.<br />

Ver la grieta que hizo el clavo en la pared detrás del Cristo, o ver las grietas que se levantan en<br />

cada parte del cuerpo del Cristo.<br />

Cuando vemos un Cristo sostenido por tres clavos, en un Cuerpo agotado que esconde en su<br />

interior nuestras culpas y penas, con los brazos extendidos en señal de perdón, con graves<br />

heridas en cada rincón de su Cuerpo y con una mirada de compasión, no nos queda mas que<br />

agradecer todo ese AMOR que nos ha tenido al estar ahí en la Cruz.<br />

69. EL DEPORTISTA<br />

Un joven que fue criado como ateo estaba entrenando para salto ornamental a nivel olímpico.<br />

La única influencia religiosa que recibió en su vida le llegó a través de un amigo cristiano. El<br />

deportista no prestó mayor atención a los sermones de su amigo, aunque los escuchaba con<br />

frecuencia. Una noche fue a la piscina de la universidad a la que pertenecía. Las luces estaban<br />

todas apagadas, pero como la noche era clara y la luna brillaba, el deportista se animó a<br />

practicar.<br />

El joven se subió al trampolín más alto, en donde se colocó de espalda a la piscina al filo de la<br />

rampa y extendió sus brazos. Al hacer esto, vio su propia sombra en la pared. La sombra de su<br />

cuerpo tenía la forma exacta de una cruz.<br />

En lugar de saltar, se arrodilló y, finalmente, le pidió a Dios que entrara en su vida. Mientras el<br />

joven oraba, el personal de limpieza ingresó y encendió las luces. Habían vaciado la piscina<br />

para repararla.<br />

70. EL PODER DE UNA ORACIÓN<br />

Luisa Ríos, una mujer pobremente vestida y con una expresión de derrota en el rostro, entró en<br />

una tienda de abarrotes. Se acercó al dueño de la tienda y de una forma muy humilde le<br />

preguntó si podía fiarle algunas cosas. Hablando suavemente, le explicó que su esposo estaba<br />

muy enfermo y no podía trabajar, que tenían siete hijos y que necesitaban comida. Juan<br />

Longoria, el abarrotero, se mofó de ella y le pidió que saliera de la tienda. Recordando las

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!