las reformas de Los probables

qué adecuarse a la etapa del capitalismo mundial que se vive,constituye la esencia del enfoque que por decenios enfrentó ala iniciativa privada con la gran mayoría de la población.Sin tener el contenido de riqueza que antes tuvo, gracias ala dilapidación de los recursos, el petróleo mexicano continúacomo un magnífico botín para las empresas trasnacionales queaunque ya operan desde hace mucho en México enfrentan todavíalimitaciones en su actividad, así como en sus posibilidadesde adquirir parte del botín que hasta hoy estuvo reservadoa los mexicanos.Es muy difícil encontrar en el directorio mundial de empresasligadas al petróleo algunas que sean ajenas a operacionesen el país: Halliburton, la firma que encabezó alguna vez unVicepresidente norteamericano, es un ejemplo de ello.Por decenas se cuentan las empresas extranjeras que sebenefician del petróleo mexicano, ya sea en proyectos de exploración,de perforación, de inversiones paralelas, de apuestaa costa de los trabajos realizados y, desde luego, en toda lainfraestructura de servicios que se prestan a las plataformaspetroleras, extranjeras en su gran mayoría y de las que setiene muy poco conocimiento.Regular esa participación, establecer con precisión las basesde la misma, garantizar el control del gobierno mexicano sobreeste recurso básico para la economía mundial, será sin dudauna tarea ruda que llevará quizá varios años.Y el nacionalismo revolucionario quedará atrás con la aceptaciónde la mayoría de las fuerzas políticas.La reforma de telecomunicacionesEn este aspecto, como lo demostró Luis Téllez a su paso porla Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el escenario esde una batalla entre los principales “poderes fácticos” en quese convirtió la dupla Televisa-TVAzteca, y el emporio mundialque encabeza Carlos Slim.Incluso la desaparición de Luz y Fuerza del Centro estáligada a que su sindicato, el Mexicano de Electricistas (ahorafamosísimo SME), tiene que ver con que el organismo queintegran los trabajadores se apuntó, antes que nadie, comoaspirante a controlar el sistema de “fibra óptica” cuya capacidadpermitirá a un solo proveedor proporcionar los serviciosde telefonía, televisión e Internet.Es en este renglón donde Felipe Calderón encontrará unode sus mayores desafíos: es el momento de decidir con quésector del gran capital marchará en los tres últimos años desu gobierno si es que no, como muchos han planteado ya, elsexenio queda inconcluso.El marco regulatorioDesde finales del siglo se fueron modificando las condiciones,con ligeras reformas al Artículo 27 Constitucional, parapermitir la entrada del capital, privado nacional y extranjero,a renglones donde antes sólo se admitía la presencia de inversionistasnacionales.Tal fue el caso de la regulación al petróleo, que abrió laspuertas de la petroquímica básica, la perforación y otros temasa empresas de capital extranjero, quedando en algunos sectoresla esperanza de que éstas pudieran ser compañías paraestatalescomo Petrobras de Brasil o PDVSA de Venezuela.Y es este asunto otro de los que se encontrará la políticacalderonista con algunos escollos, aunque está muy claro queen lo general se continuará con la apertura iniciada en 1982en el gobierno de Miguel de la Madrid siendo Secretario deProgramación Carlos Salinas de Gortari.Los empresarios mexicanos continuarán también con suescaso atrevimiento en las inversiones para aliarse con capitalesforáneos más experimentados, con capitanes de industriamejor relacionados y con oportunidades que dará la legislaciónuna vez modificada.La reforma laboralViejo sueño calderonista, quizá nacido a su paso por elConsejo de Administración de Pemex y reforzado ahora conJavier Lozano, su Secretario del Trabajo empeñado en echarabajo el Artículo 123 Constitucional.Si bien es evidente que el ambiente laboral está viciado,todos los mecanismos que se han puesto en marcha, muchosde ellos al margen de la Ley, apuntan hacia un empobrecimientomayor de la clase trabajadora, una explotación másprofunda de las horas de trabajo y la desaparición absolutade lo que son obligaciones sociales, vigiladas hasta hoy por laLey Federal del Trabajo.ConclusionesLa totalidad de las reformas que se propone Felipe Calderóntienden a fortalecer las finanzas públicas, pero no ala ampliación de los servicios a la sociedad, sino para seguiralimentando un aparato estatal que se ha caracterizado porsu falta de operatividad, lo que redunda en un estancamientobrutal del Estado Mexicano.Las fuerzas políticas se verán forzadas al apoyo a la mayoríade estas medidas, aunque acotándolas de modo que no setransformen en nuevos obstáculos al desarrollo.Se corre el peligro de que las fuerzas mayormente presentesen el Congreso construyan reformas a su modo, demanera de escalar en el tiempo el escenario de la sucesiónpresidencial de 2012.Concretamente, es probable que los cuadros priístas, quepor el momento puntean en las preferencias electorales,busquen poner un escenario cómodo para su reingreso a LosPinos en el siguiente decenio.Lo que no se ve por ninguna parte es una intención derevertir la inequitativa distribución del ingreso, que es hoy endía el mayor problema para la sociedad, y que ha sido ignoradodesde el envío al Congreso de las iniciativas para el Presupuestodel 2010 y a lo largo de todas las deliberaciones.Las reformas de Calderón, en suma, apuntan a más de lomismo, con énfasis en seguir gravitando sobre los mismos yen beneficio de los mismos de siempre.Hop’ Ki’n •